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UNIDAD EDUCATIVA FEDERICO GONZALEZ SUAREZ

NOMBRE: Shantal Jara Meza

FECHA: martes, 30 de enero de 2018

CURSO: 1ro “BI”

Ing. Gabino Heredia

Las partículas que nosotros conocemos como átomos están constituidas por tres partículas,
que responden a los nombres de: Protones, neutrones y electrones. En la parte central del
átomo, el núcleo se encuentra cargado positivamente y es aquí donde podemos encontrar la
mayor concentración de protones y neutrones, en el núcleo se encuentra la mayor cantidad
de masa del átomo. Los electrones se encuentran orbitando en capas alrededor el área vacía
del átomo, es importante saber que cada capa puede tener un número determinado de
electrones.

Fueron los griegos los primeros en postular una teoría sobre el átomo, y es así, como unos
400 años A.C. Leucipo y Demócrito formularon que: "el universo estaba hecho por partículas
diminutas e indivisibles llamadas átomos, considerando que la materia tenía un límite de
división que era precisamente el átomo."

Estos conceptos griegos fueron netamente filosóficos, razón por la cual esta teoría se ha
denominado filosófico – atomista, y se basó en los siguientes postulados:

1. Todas las cosas están compuestas de átomos sólidos

2. Entre los átomos existen solo vacíos

3. Los átomos son indivisibles, indestructibles y eternos

4. Los átomos de diferentes cuerpos, difieren entre sí por su forma y tamaño

5. Las propiedades de la materia varían según el agrupamiento de los átomos

Teoría de Dalton.

En 1808, Dalton publicó sus ideas sobre el modelo atómico de la materia las cuales han
servido de base a la química moderna. Los principios fundamentales de esta teoría son:
1. La materia está formada por minúsculas partículas indivisibles llamadas

átomos.

2. Hay distintas clases de átomos que se distinguen por su masa y sus propiedades. Todos los
átomos de un elemento poseen las mismas propiedades químicas. Los átomos de elementos
distintos tienen propiedades diferentes.

3. Los compuestos se forman al combinarse los átomos de dos o más elementos en


proporciones fijas sencillas. De modo que en un compuesto los átomos de cada tipo están en
una relación de números enteros o fracciones sencillas.

4. En las reacciones químicas, los átomos se intercambian de una a otra sustancia, pero
ningún átomo de un elemento desaparece ni se transforma en un átomo de otro elemento.
Esta teoría de Dalton perduró satisfactoriamente durante casi 100 años sin embargo algunos
descubrimientos como la radiactividad descubierta por Henry Becquerel a finales del siglo
XIX la destruyeron para dar origen a la teoría atómica moderna, cambiando conceptos como
la indivisibilidad del átomo y el de que los átomos de un mismo elemento son similares, ya
que en ese momento no se conocía la existencia de los Isótopos. La teoría atómica de Dalton
explicó la veracidad de una serie de fenómenos y leyes como las leyes de la materia.

Teoría atómica moderna

Con base en algunos conceptos de Dalton se emite esta teoría con los siguientes postulados:

1. Toda la materia está constituida por partículas muy pequeñas llamadas átomos

2. Los átomos del mismo elemento son químicamente iguales pero diferentes de átomos de
otros elementos diferentes

3. Los átomos no se subdividen en las reacciones químicas

4. Los átomos individuales de elementos diferentes encontrados en la naturaleza tienen una


masa promedio diferente

5. Los átomos individuales de un elemento puede que no tengan la misma masa (isótopos)
sin embargo los átomos de un elemento como se encuentran en la naturaleza tienen para fines
prácticos una masa promedio definida que es característica del elemento.
Masas relativas y cargas relativas de protones, neutrones y electrones

Tanto los neutrones como los protones poseen la misma masa con la única diferencia que el
primero posee una carga neutra y la segunda posee una carga positiva, al contrario, los
electrones poseen una carga negativa, y es esta diferencia de carga entre protones y electrones
lo que mantiene unido al ataño, la masa que poseen los electrones es muy pequeña en
comparación de los protones y neutrones.

Los neutrones contribuyen a estabilizar el núcleo. Separan a los protones, con lo que se
reduce la repulsión electrostática, además de atraerse entre sí y atraer a los protones (a través
de la fuerza nuclear fuerte). Sin embargo, si el número de neutrones es excesivo o
insuficiente, el núcleo es inestable y experimenta una desintegración radiactiva. Los
electrones son las partículas subatómicas más pequeñas y, a pesar de ello, controlan las
propiedades químicas de los elementos químicos.

Una vez conocida la existencia de partículas subatómicas los científicos se dedican a plantear
modelos del átomo que cumplan con los conocimientos ya adquiridos, resultando modelos
como el de Thompson, Rutherford y el de Bohr.

Modelo atómico de Thompson


Thompson propuso en 1898 su modelo atómico, considerando al átomo como una esfera con
cargas eléctricas positivas y negativas en número igual y distribuidas en una esfera en forma
uniforme, este modelo puede asociarse con pasas incrustadas en un postre de gelatina. Este
modelo se denomino "modelo del pudín" y perduro por pocos años, pues no podía explicar
los fenómenos luminosos como la emisión de partículas alfa por los átomos de elementos
radiactivos, lo cual exigía la concentración de cargas positivas en alguna región del átomo.
Para elaborar su modelo, Thompson concluyo:
a. La materia se presenta normalmente neutra, lo que supone que junto a los electrones, los
átomos han de contener materia cargada positivamente
b. Los electrones pueden ser extraídos de los átomos de
cualquier sustancia, pero no ocurre igual con la carga
positiva.

Modelo atómico de Rutherford y Radiactividad


En la primera década del siglo XX Rutherford se encontraba investigando a cerca de la
radiactividad, fenómeno recién descubierto y consistente en la emisión espontánea de
radiaciones por parte de ciertos elementos. Rutherford estableció que las sustancias
radiactivas emitían tres tipos de radiación:
 -Los rayos α (alfa), de naturaleza positiva y constituidos por partículas alfa, que son
átomos de helio que han perdido sus dos electrones.
 -Los rayos β (beta), consistentes de electrones, llamados en este caso partículas beta.
 -Los rayos γ (gamma), radiación electromagnética de alta energía, similar a los rayos
X, pero más penetrantes.

La caracterización de los rayos α permitió a Rutherford y a sus discípulos realizar diversos


experimentos sobre el comportamiento de la materia. Uno de estos experimentos, efectuado

por Geiger y Mardsen, consistió en bombardear una lámina de oro sumamente delgada con
rayos α provenientes de una fuente radiactiva. Las partículas α eran detectadas por su
centelleo sobre una lámina de sulfuro de zinc (V. Figura).
El experimento de Geiger y Mardsen

Para gran sorpresa de los investigadores, los resultados experimentales mostraron que si bien
la mayoría de las partículas atravesaban la lámina sin desviación alguna, unas pocas sufrían
desviaciones considerables y otras aún "rebotaban" en la lámina sin penetrarla. Para
Rutherford estas grandes desviaciones y los rebotes eran tan increíbles que lo obligaron a
expresar:
"...es como si usted disparara un proyectil de 15 pulgadas sobre una lámina de papel de
seda, y este proyectil rebotara y lo alcanzara a usted".
El análisis de los diversos resultados experimentales llevó a Rutherford a concluir, en 1911,
que:
• Las grandes desviaciones y las repulsiones o rebotes eran ocasionadas por la
concentración de la carga positiva del átomo y la de casi toda su masa en un
reducidísimo espacio del interior del átomo, el núcleo.
• Los electrones giran alrededor del núcleo en número igual a la carga nuclear
• La carga positiva del núcleo coincide con el numero de orden del elemento en el
sistema periódico, o sea .con su número atómico
• Como la gran mayoría de las partículas α atravesaban la lámina sin desviación alguna,
el volumen total del átomo debía ser mayormente espacio vacío.

Su modelo atómico, en consecuencia, fue muy diferente al de Thomson. Según Rutherford,


el átomo está constituido por un núcleo de carga positiva en el que radica casi toda la masa
del átomo, alrededor del cual se mueven los electrones. Rutherford pudo demostrar que el
radio del núcleo es del orden de 10-13 cm, o sea unas cien mil veces menor que el radio del
átomo, que es del orden de 10-8 cm. En otras palabras, si el núcleo de un átomo lo
comparamos con una pelota de ping-pong, el electrón más cercano se encontrará a una
distancia aproximada de 1 km.

Como prácticamente toda la masa del átomo está concentrada en el diminuto volumen del
núcleo, la densidad de este es enorme: del orden de 1014 g/cm3. Esto quiere decir que si
empacamos un cubo de 1 cm de lado únicamente con núcleos, su peso será de más de 100
billones de toneladas.

Este modelo atómico de Rutherford tuvo validez, pero fue derogado porque contradice la
estabilidad de los átomos y no explica la emisión de espectros de rayos, característica de cada
elemento, además que los electrones por estar en movimiento irradian energía continuamente
que la perderían y por consiguiente serían atrapados por el núcleo y el átomo se
desmoronaría.
Los átomos de cada elemento tienen un número característico de protones. De hecho, este
determina qué átomo estamos viendo (por ejemplo, todos los átomos con 6 protones son
átomos de carbono); el número de protones de un átomo se denomina número atómico. En
cambio, el número de neutrones de un elemento dado puede variar. Las formas del mismo
átomo que difieren solo en el número de neutrones se llaman isótopos. En conjunto, el
número de protones y de neutrones determinan el número de masa de un elemento (número
de masa = protones + neutrones). Si quieres calcular cuántos neutrones tiene un átomo, solo
tienes que restar el número de protones, o número atómico, del número de masa.

Los átomos están formados por un núcleo (formado por protones y neutrones), de tamaño
reducido y cargado positivamente, rodeado por una nube de electrones, que se encuentran en
la corteza.

El número de protones que existen en el núcleo, es igual al número de electrones que lo


rodean. Este número es un entero, que se denomina número atómico y se designa por la
letra, "Z".

La suma del número de protones y neutrones en el núcleo se denomina número másico del
átomo y se designa por la letra, "A".
El número de neutrones de un elemento químico se puede calcular como A-Z, es decir,
como la diferencia entre el número másico y el número atómico. No todos los átomos
de un elemento dado tienen la misma masa. La mayoría de los elementos tiene dos ó
más isótopos, átomos que tienen el mismo número atómico, pero diferente número
másico. Por lo tanto la diferencia entre dos isótopos de un elemento es el número de
neutrones en el núcleo. En un elemento natural, la abundancia relativa de sus isótopos
en la naturaleza recibe el nombre de abundancia isotópica natural. La denominada masa
atómica de un elemento es una media de las masas de sus isotópos naturales ponderada
de acuerdo a su abundancia relativa.

A = masa atómica del


elemento natural

Ai = masa atómica de cada


isótopo

xi = porcentaje de cada
isótopo en la mezcla

La nube de carga electrónica constituye casi todo el volumen del átomo, pero, sólo representa
una pequeña parte de su masa. Los electrones, particularmente las masas externas determinan
la mayoría de las propiedades mecánicas, eléctricas, químicas, etc., de los átomos, y así, un
conocimiento básico de estructura atómica es importante en el estudio básico de los
materiales de ingeniería.

Una propiedad estrechamente relacionada con el número de masa de un átomo es su masa


atómica. La masa atómica de un átomo individual es simplemente su masa total y
generalmente se expresa en unidades de masa atómica (uma). Por definición, un átomo de
carbono con seis neutrones (carbono-12) tiene una masa atómica de 12 uma. Por razones que
van más allá de lo que abarca este artículo, otros tipos de átomos generalmente no tienen
masas atómicas en números enteros. Sin embargo, la masa atómica de un átomo en general
será muy cercana a su número de masa aunque tendrá algunas diferencias en los decimales.

Debido a que los isótopos de un elemento tienen diferentes masas atómicas, los científicos
también pueden determinar la masa atómica relativa(denominada algunas veces peso
atómico) de un elemento. La masa atómica relativa es un promedio de las masas atómicas
de los diferentes isótopos en una muestra y la contribución de cada isótopo al promedio se
determina por medio de la cantidad que representa dentro de la muestra. Las masas atómicas
relativas que aparecen en la tabla periódica (como la del hidrógeno, que se muestra a
continuación) se calculan en todos los isótopos naturales de cada elemento, los cuales se
ponderan con base en su abundancia en la Tierra. Los objetos extraterrestres, como los
asteroides o meteoritos, pueden tener abundancias de isótopos muy distintas.

Imagen que muestra la "anatomía" de una de las entradas de la tabla periódica. En la parte
superior izquierda se encuentra el número atómico, o el número de protones. En medio, están
las letras que simbolizan el elemento (por ejemplo, H). Abajo, se indica la masa atómica
relativa, tal como se calculó en los isótopos que se encuentran de manera natural en la Tierra.
Al final, se señala el nombre del elemento (por ejemplo, hidrógeno).

Isótopos y decaimiento radiactivo

Como se mencionó anteriormente, los isótopos son diferentes formas de un elemento que
tienen el mismo número de protones pero diferente número de neutrones. Muchos elementos,
como el carbono, potasio y uranio, tienen varios isótopos que ocurren de forma natural. El
carbono-12 contiene seis protones, seis neutrones y seis electrones; por lo tanto, tiene un
número de masa de 12 (seis protones y seis neutrones). El carbono-14 contiene seis protones,
ocho neutrones y seis electrones, así que su número de masa es 14 (seis protones y ocho
neutrones). Estas dos formas alternas de carbono son isótopos.

Algunos isótopos son estables, pero otros pueden emitir, o desprender, partículas
subatómicas para lograr una configuración más estable de menor energía. Dichos isótopos se
denominan radioisótopos y el proceso en el cual liberan partículas y energía se conoce
como decaimiento. El decaimiento radiactivo puede causar un cambio en el número de
protones en el núcleo; cuando esto sucede, la identidad del átomo cambia (por ejemplo, el
carbono-14 decae a nitrógeno-14).

El decaimiento radiactivo es un proceso aleatorio pero exponencial, y la vida media de un


isótopo es el periodo durante el cual la mitad del material decaerá para convertirse en un
producto diferente y relativamente más estable. La proporción entre el isótopo original, su
producto de decaimiento e isótopos estables varía de manera predecible: esto permite que la
abundancia relativa del isótopo sea utilizada como un reloj que mide el tiempo desde la
incorporación del isótopo (a un fósil, por ejemplo) hasta el presente.
Gráfica de decaimiento radiactivo del carbono-14. La cantidad de carbono-14 disminuye
exponencialmente con el tiempo. El tiempo en que la mitad del carbono-14 original ha
decaído —y la mitad que permanece— se designa como t 1/2. Este tiempo también es
conocido como la vida media del radioisótopo y, en el caso del carbono-14, equivale a 5730
años.

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