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importancia de los Heterótrofos y Autótrofos

En el ámbito de las ciencias naturales, las clasificaciones han sido siempre muy útiles para categorizar a los diferentes tipos de
seres vivos, sus características y aquellos rasgos que los diferenciaban del resto. La categorización entre seres vivos
heterótrofos y seres vivos autótrofos es elemental y muy básica ya que a partir de ella se establece una distinción específica
entre los seres que se alimentan a partir de otros seres vivos (heterótrofos) y los que se alimentan de sustancias (autótrofos).

Los seres autótrofos son tal vez los que permitan que existamos todos los demás seres vivos
Para comenzar a diferenciar entre las dos categorías mencionadas, podemos decir que los seres autótrofos son los que
consumen sustancias naturales que ellos mismos transforman en alimento. Tal como lo dice su nombre, producen su propio
alimento a partir de lo que absorben de la naturaleza. El ejemplo más claro de este grupo es el de todas las formas vegetales
que necesitan luz y agua, sustancias que son transformadas internamente en alimento.

Los seres autótrofos son independientes de otros seres y aunque no son completamente independientes del entorno, no
necesitan consumir otros seres vivos para poder subsistir. Esto se debe a que su alimentación se da gracias al proceso de
fotosíntesis. Este proceso, justo como lo señala la palabra, significa la sintetización de la luz o la energía solar como fuente de
alimento. Ninguno de los restantes seres vivos cuenta con esta función.

Un tipo muy distinto de seres vivos es el de los seres heterótrofos. Aquí incluímos a todos los animales y obviamente a los
seres humanos que necesitan consumir otros seres vivos para poder subsistir. Mientras hay ciertos tipos de animales que se
alimentan a base de vegetales (aquellos a los que conocemos como herbívoros), otros se alimentan de otros animales
(carnívoros) y otros que como el ser humano pueden consumir diferentes combinaciones de alimentos (omnívoros).

Los seres heterótrofos no son independientes ni del entorno ni de otros seres vivos y esto es así ya que son parte secundaria
de la cadena de alimentación. Esto quiere decir que al no ser la parte primaria siempre van a depender de la existencia de
otros, del reino vegetal u otros animales que se alimenten a partir de ellos. Los seres heterótrofos son altamente diversos y
variados debido justamente a esta posibilidad de alimentarse a base de diferentes elementos.

Importancia de los Seres vivos


En el mundo que nos rodea podemos realizar una clasificación muy generalizada entre aquellos Objetos Inertes, siendo
materiales que muchas veces actúan como soporte de otros o conforman simplemente Recursos o Bienes que pueden ser
aprovechados o explorados, mientras que por otro lado tenemos a los Seres Vivos, con todo lo que de ellos derive, sus
deposiciones y la forma en que estos se desplazan a través de los distintos medios.

Desde un punto de vista Físico y Químico, los seres vivos comprenden a una combinación de distintos Elementos y Materias
con un alto grado de complejidad, contando con comunicación entre cada una de sus moléculas y teniendo entre ellas una
relación tal que permiten contar con una Cantidad de Energía que les permite poder interactuar con el medio.

Las funciones básicas que definen a un ser vivo están relacionadas a la Alimentación, pudiendo éstos preparar su propio
alimento (es decir, los seres Autótrofos, siendo los más conocidos las Especies Vegetales que realizan el proceso conocido
como Fotosíntesis) o bien aquellos que dependen de otros organismos para alcanzar sus nutrientes, Heterótrofos, contando
por un lado a los que solamente se alimentan de vegetales (Hervíboros) como aquellos que se alimentan de otros seres vivos
(Carnívoros) mientras que estan los que se alimentan de ambos (Omnívoros)

Además de esta función está la Reproducción, que permite a una especie en particular la Subsistencia y Trascendencia, para
lo cual es necesaria también otra de las actividades vitales de todos los Seres Vivos, que consiste en la unión de otros para
formar comunidades, la Relación, que le permite no solo interactuar con el medio para obtener mejores recursos, sino también
actuar en un proceso de Interacción Biológica con otros sujetos de su misma u otras especies.

El equilibrio dado entre los distintos Seres Vivos en un entorno determinado es considerado como un Ecosistema, teniendo
injerencia en la cantidad de individuos de una especie, los recursos que éstos posean como también las condiciones de su
Hábitat Natural.

Importancia de la Fotosíntesis
La fotosíntesis es el proceso a través del cual las plantas brindan oxígeno al planeta y producen su propio alimento, con las
materias primas que tienen a su alcance.

Por qué debe importarnos la fotosíntesis?


¿Sabías que todas los seres vivos dependemos en cierta manera de las plantas verdes? Siendo así, el proceso de fotosíntesis
es más importante de lo que parece.

Gracias a la luz, las plantas son capaces de captar dióxido de carbono y expulsar oxígeno a lo largo del día, mientras que por
las noches sucede al revés: absorben oxígeno y liberan dióxido de carbono. Las reacciones dependientes de la luz, ocasionan
que la planta expulse el doble de oxígeno en el día, comparado con la cantidad de dióxido de carbono que suelta cuando no
hay luz. Esto permite que haya vida en la Tierra.

El oxígeno es una substancia fundamental para la vida, pues es necesario para la respiración no solo pulmonar sino también
celular, de los organismos. La fotosíntesis es responsable de que podamos disponer del oxígeno que necesitamos.

Proceso parte de la construcción de la vida


Si bien se trata de una concatenación de pasos enzimáticos de asombrosa complejidad, la fotosíntesis puede resumirse en
unas pocas etapas. El dato fundamental es la captación de la energía luminosa procedente del Sol por medio de una serie de
pigmentos, de los cuales se destaca en particular la clorofila. Esta molécula contiene un átomo de magnesio ubicado de modo
tal que los fotones solares son captados en pequeñas organelas presentes en las células vegetales, que se denominan
cloroplastos. Esos fotones aportan la energía necesaria para que las plantas conviertan 2 moléculas inorgánicas (el dióxido de
carbono producido como desecho de la respiración y el agua que obtienen el medio ambiente a través de las raíces) en
moléculas orgánicas, de las cuales la más habitual es la glucosa. Como consecuencia de este fenómeno, se libera además
oxígeno molecular. De modo sinóptico, el conjunto de estas reacciones se sintetiza en esta ecuación:

6 CO2 (dióxido de carbono) + 6 H2O (agua) + luz = C6H12O6 (glucosa) + 6 O2 (oxígeno)

Por consiguiente, la energía procedente del Sol en forma de luz (energía lumínica) es transformada mediante los procesos
metabólicos de la fotosíntesis en energía química, almacenada en las moléculas orgánicas.

Dado que los animales no pueden realizar fotosíntesis, se ven obligados al consumo directo de estas moléculas a partir de la
ingesta de vegetales o de otros animales que previamente se han nutrido de vegetales. Como productos finales de la
degradación de las moléculas orgánicas, se devuelven al entorno ambiental el dióxido de carbono y el agua, necesarios para el
reinicio del ciclo completo.

Por lo tanto, la importancia de la fotosíntesis reside en su condición de indispensable fuente energética para la biósfera en su
totalidad, como unidad integrada a la dinámica del planeta Tierra.

¿Qué hacen las plantas verdes por nosotros?


Las plantas verdes tienen un rol importantísimo en el desarrollo de la vida. No solo nos ayudan a generar oxígeno, hay otras
áreas en las que su aportación es fundamental:

1. Mantienen el equilibrio de los gases atmosféricos. Gracias a la fotosíntesis, el oxígeno consumido en la respiración y la
combustión puede reemplazarse, evitando el incremento de dióxido de carbono que a la larga podría perjudicarnos.

2. Son la base de la alimentación de muchos organismos vivos. El ciclo de vida comienza gracias a las plantas, pues todo lo
que comemos, tanto las personas como los animales, proviene de alguno u otro modo de ellas. En el caso de la dieta humana,
se sabe que aproximadamente 7 mil especies se han utilizado como alimento a lo largo de la historia, aunque solo 200 se
cultivan de manera doméstica. Además, 9 de ellas son consideradas imprescindibles: el arroz, las papas, la caña de azúcar, el
haba, el maíz, el plátano, el sorgo, la soya y el trigo.

3. Tienen propiedades medicinales: Desde tiempos remotos, gran cantidad de las medicinas que utilizamos proviene
directamente de las plantas. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO
por sus siglas en inglés), en América Central aún es común el uso de plantas medicinales, tanto para consumo interno como
para la exportación. Por si fuera poco, muchos químicos son extraídos de ellas para ser utilizados en la producción de
fármacos.

4. Funcionan como material de construcción. Sí, hablamos de la madera con la cual se pueden hacer casas, muebles e
infinidad de cosas, pero también del bambú que cada vez es más común en construcciones, o de hojas de palma que sirven
para los techos, o de muchas otras. Además se utilizan para generar energía a través de la combustión y para producir papel.

5. Protegen el suelo. la descomposición de materia orgánica, en su mayoría plantas, permitió al suelo obtener los nutrientes
necesarios para la agricultura. Además, las raíces sujetan la tierra, evitando la erosión y con ello, previniendo accidentes como
deslaves o desertificación.

La actual deforestación ha hecho que la absorción de carbono disminuya cada vez más, lo que ha ocasionado que la atmósfera
se caliente y que por ello los cambios de clima sean más drásticos.

Entender la importancia de la fotosíntesis es aceptar que todos los seres vivos estamos relacionados profundamente, en un
equilibrio perfecto donde las plantas son fundamentales. En nuestras manos está cuidarlas para impedir que el cambio
climático y todo lo que de él se deriva, siga sucediendo.

Cadena aliementicia

La cadena alimentaria es el proceso de transferencia de energía a través de


una serie de organismos. En una cadena alimentaria se establecen relaciones
entre las especies.

La cadena alimentaria es el conjunto de relaciones alimenticias entre varios


organismos productores, consumidores y descomponedores. El equilibro de la
cadena alimentaria consiste en que en los ecosistemas la energía fluye y la
materia se recicla a través de los distintos organismos. La cadena alimentaria es
la relación energética que existe entre individuos y organismos bióticos.

Se llama cadena alimentaria o cadena trófica al proceso de transferencia de


energía alimenticia a través de una serie de organismos, en el que cada uno se
alimenta del precedente y es, a su vez alimento del siguiente. De esta manera se
genera una corriente de energía y nutrientes que se establece entre las distintas
especies de un ecosistema en función de su alimentación.

Dentro de la cadena hay varios “eslabones”: los vegetales son los productores o
autótrofos, aquellos que fabrican su propio alimento sintetizando sustancias
orgánicas a partir de sustancias inorgánicas que toman del aire y del suelo, y
energía solar. Los que se alimentan de los productores se llaman consumidores,
mientras que aquellos que actúan sobre los organismos muertos degradando la
materia orgánica son los descomponedores.

La materia, así, va siendo consumida, pero termina volviendo a los productores a


través de los descomponedores que cierran el ciclo. Sin embargo, la energía no
vuelve, sino que es liberada nuevamente a la atmósfera en otras formas de
energías que los animales y vegetales utilizaron para vivir. Es decir: entra en el
sistema, pasa por algunos niveles tróficos y luego se libera.

Curiosidades

Observando el funcionamiento de la cadena alimentaria podemos decir que,


directa o indirectamente, todo lo que comemos proviene de los vegetales.

La cadena alimentaria tiene lugar en distintos ecosistemas. En el mar, por


ejemplo, las larvas de los cangrejos son devoradas por las sardinas y los atunes se
alimentan de sardinas.
La palabra “trófico” viene del griego throphe, que significa alimentación.
La cadena alimenticia indica las relaciones entre productores, consumidores y
descomponedores. En otras palabras, la cadena refleja quién se come a quién.
Es decir, un ser vivo se alimenta del que lo precede en la cadena y, a la vez, es
comido por el que lo sigue.
Se trata, en definitiva, de una corriente de energía que comienza con la
fotosíntesis y que después se transfiere de un organismo a otro a través de la
nutrición. La cadena alimenticia, por lo tanto, se inicia con los vegetales
fotosintéticos, que tienen la capacidad de crear materia viva a partir de la
inerte. Por eso, se los denomina productores. Pero también se los conoce
como autótrofos entre los que podremos subrayar que se encuentran las
plantas.
LEA TAMBIÉN: Dinosaurios: Los voladores
Los siguientes animales que se alimentan de los productores reciben el nombre
de consumidores primarios o fitófagos. Los seres herbívoros, los cuales se
alimentan de los productores, las plantas. Entre ellos podríamos destacar, por
ejemplo, a los insectos.
Los animales primarios sirven de alimento para otros que son conocidos como
consumidores secundarios o carnívoros. Luego también podríamos hablar de
los consumidores terciarios que son aquellos que se alimentan básicamente de los
secundarios. Para cerrar la cadena, aparecen las bacterias y hongos que
descomponen los desechos de las plantas y de los animales.

Cadena alimentaria (= Cadena trófica)

Cadena trófica (del griego throphe: alimentación) es el proceso de transferencia de energía


alimenticia a través de una serie de organismos, en el que cada uno se alimenta del
precedente y es alimento del siguiente.

Cada cadena se inicia con un vegetal, productor u organismo autótrofo (autotropho del
griego autós =sí mismo y trophe=alimentación) o sea un organismo que "fabrica su propio
alimento" sintetizando sustancias orgánicas a partir de sustancias inorgánicas que toma del
aire y del suelo, y energía solar (fotosíntesis).

Los demás integrantes de la cadena se denominan consumidores. Aquel que se alimenta del
productor, será el consumidor primario, el que se alimenta de este último será el consumidor
secundario y así sucesivamente. Son consumidores primarios, los herbívoros. Son
consumidores secundarios, terciarios, etc. los carnívoros.

Existe un último nivel en la cadena alimentaria que corresponde a los descomponedores. Estos
actúan sobre los organismos muertos, degradan la materia orgánica y la transforman
nuevamente en materia inorgánica devolviéndola al suelo (nitratos, nitritos, agua) y a la
atmósfera (dióxido de carbono).

Cada nivel de la cadena se denomina eslabón.

En una cadena trófica, cada eslabón obtiene la energía necesaria para la vida del nivel
inmediato anterior; y el productor la obtiene del sol.. De modo que la energía fluye a través de
la cadena.

En este flujo de energía se produce una gran pérdida de la misma en cada traspaso de un
eslabón a otro, por lo cual un nivel de consumidor alto (ej: consumidor 3 ario) recibirá menos
energía que uno bajo (ej: consumidor 1ario).

Dada esta condición de flujo de energía, la longitud de una cadena no va más allá de
consumidor terciario o cuaternario.

Una cadena alimentaria en sentido estricto, tiene varias desventajas en caso de desaparecer
un eslabón:

a)Desaparecerán con él todos los eslabones siguientes pues se quedarán sin alimento.

b)Se superpoblará el nivel inmediato anterior, pues ya no existe su predador.

c)Se desequilibrarán los niveles más bajos como consecuencia de lo mencionado en a) y b).
d)Por tales motivos las redes alimentarias o tramas tróficas son más ventajosas que las cadenas
aisladas.

Ejemplos de cadenas tróficas son:

Ejemplo de una cadena trófica que fue afectada por la intervención del hombre, es el caso de los
coyotes en EE.UU. que fueron considerados plaga y se diezmaron. Si bien es verdad que estos
animales vivían cerca del hombre y de cuando en cuando robaban una gallina su principal
alimento lo constituía un grupo de roedores que se alimentan de tubérculos y raíces carnosas
empleadas en agricultura. La desaparición casi total de los coyotes trajo aparejado una
superpoblación de roedores, que como consecuencia hizo estragos en los cultivos.

Una cadena que naturalmente tiende a la extinción es el caso del oso panda, cuyo único alimento
es la caña de bambú. En caso de desaparecer el bambú, el panda desaparecerían sin remedio,
a menos que fuera capaz de alimentarse de otro vegetal.

Cadenas alimenticias y redes tróficas


Cómo representan el flujo de materia y energía las cadenas alimenticias y las redes tróficas. Los
niveles tróficos y la eficiencia de la transferencia de energía.
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Puntos más importantes:


 Los productores, o autótrofos, fabrican su propias moléculas
orgánicas. Los consumidores, o heterótrofos, obtienen las moléculas
orgánicas al comer a otros organismos.
 Una cadena alimenticia es una secuencia lineal de organismos a
través de la cual los nutrientes y la energía pasan de un organismo a
otro mediante consumo.
 En una cadena alimenticia, cada organismo ocupa un nivel
tróficodiferente, definido por cuántas transferencias de energía lo
separan de la entrada en la base de la cadena.
 Las redes tróficas consisten de varias cadenas alimenticias
interconectadas y son una representación más realista de las relaciones
de consumo en los ecosistemas.
 La transferencia de energía entre niveles tróficos es ineficiente, con
una eficiencia típica de alrededor del 10%. Esta ineficacia limita la
longitud de las cadenas alimenticias.

Introducción
Los organismos de diferentes especies interactúan de muchas
maneras. Pueden competir o ser simbiontes, compañeros a largo plazo
con una asociación muy cercana. Por supuesto, pueden hacer lo que a
menudo vemos en los programas de la naturaleza: uno se come a otro:
¡ñam! Esto es, pueden formar uno de los eslabones de la cadena
alimenticia.

En ecología, una cadena alimenticia es una serie de organismos que se


comen entre ellos de forma que la energía y los nutrientes fluyan de
uno al otro. Por ejemplo, si comiste una hamburguesa en el almuerzo,
eres parte de una cadena alimenticia que se ve así:
pasto \rightarrow→right arrow vaca \rightarrow→right
arrow humano. Pero, ¿qué pasa si tu hamburguesa llevaba lechuga?
En ese caso, también eres parte de una cadena alimenticia como esta:
lechuga \rightarrow→right arrow humano.

Como ilustra este ejemplo, no siempre podemos describir


completamente lo que come un organismo, como el humano, mediante
una vía lineal. Para situaciones como la de arriba, preferiríamos
utilizar una red trófica, que está conformada por muchas cadenas
alimenticias que se intersecan y que representan las diferentes cosas
que un organismo puede comer, así como de qué otros organismos
puede ser alimento.
En este artículo, estudiaremos más de cerca las cadenas alimenticias y
redes tróficas para ver cómo representan el flujo de energía y
nutrientes a través de los ecosistemas.

Autótrofos contra heterótrofos


¿Qué estrategias básicas usan los organismos para obtener comida?
Algunos organismos, llamados autótrofos, también conocidos como
"los que se alimentan a sí mismos", pueden producir su propia comida,
esto es, fabrican sus propios compuestos orgánicos a partir de
moléculas sencillas como el dióxido de carbono. Hay dos tipos
básicos de autótrofos:

 Los fotoautótrofos, como las plantas, usan la energía solar para


producir compuestos orgánicos —azúcares— a partir del dióxido de
carbono mediante la fotosíntesis. Otros ejemplos de fotoautótrofos son
las algas y las cianobacterias.
 Los quimioautótrofos usan la energía de los químicos para producir
compuestos orgánicos a partir de dióxido de carbono o moléculas
similares. Este proceso se conoce como quimiosíntesis. Como
ejemplo, hay bacterias quimioautótrofas que oxidan el ácido
sulfhídrico que se encuentra en las comunidades de las fuentes
hidrotermales en el fondo del mar, donde no llega la luz.
Los autótrofos son la base de todos los ecosistemas del planeta. Esto
puede sonar muy dramático, ¡pero no es ninguna exageración! Los
autótrofos forman la base de las cadenas alimenticias y las redes
tróficas, y la energía que obtienen de la luz o los químicos sostiene a
los demás organismos en la comunidad. Cuando hablamos de la
función de los autótrofos dentro de las cadenas alimenticias, los
llamamos productores.
Los heterótrofos, también conocidos como "los que se alimentan de
otros", no pueden capturar la energía luminosa o química para fabricar
su propia comida a partir de dióxido de carbono. Los humanos somos
heterótrofos. Los heterótrofos obtenemos las moléculas orgánicas
comiendo a otros organismos o sus productos. Los animales, los
hongos y muchas bacterias son heterótrofos. Cuando hablamos de la
función de los heterótrofos en las cadenas alimenticias, los
llamamos consumidores. Como veremos enseguida, hay muchos tipos
diferentes de consumidores con distintas funciones ecológicas, de los
insectos que comen plantas, a los animales que comen carne, a los
hongos que se alimentan de los residuos y desechos.

Cadenas alimenticias
Ahora, podemos echar un vistazo a cómo se mueven la energía y los
nutrientes a través de una comunidad ecológica. Empecemos con
algunas relaciones de quién se come a quién en una cadena
alimenticia.

Una cadena alimenticia es una secuencia lineal de organismos a través


de la cual la energía y los nutrientes se transfieren cuando un
organismo se come a otro. Veamos las partes de una cadena
alimenticia típica, comenzando desde la base —los productores— y
moviéndonos hacia arriba.

 En la base de la cadena alimenticia se encuentran los productores


primarios. Los productores primarios son autótrofos y por lo general
son plantas, algas o cianobacterias.
 Los organismos que comen productores primarios se
llaman consumidores primarios. Los consumidores primarios
usualmente son herbívoros que comen plantas, aunque también
pueden ser consumidores de algas o bacterias.
 Los organismos que se comen a los consumidores primarios se
llaman consumidores secundarios. Los consumidores secundarios
por lo general comen carne: son carnívoros.
 Los organismos que comen consumidores secundarios se
llaman consumidores terciarios y son carnívoros que comen
carnívoros, como las águilas o los peces grandes.
 Algunas cadenas alimenticias tienen niveles adicionales, como
los consumidores cuaternarios: carnívoros que comen consumidores
terciarios. Los organismos que se encuentran hasta arriba en la cadena
alimenticia se llaman superdepredadores.
Podemos ver ejemplos de estos niveles en el diagrama siguiente. Las
algas verdes son productores primarios que son consumidas por
moluscos, los consumidores primarios. Luego los moluscos se
convierten en el almuerzo del Cottus cognatus, un pez que es un
consumidor secundario y la comida de un pez más grande: el salmón
real, un consumidor terciario.
En esta ilustración, el nivel trófico inferior es un alga verde, el
productor primario. Los consumidores primarios son moluscos o
caracoles. Los consumidores secundarios son pequeños peces como el
Cottus cognatus. El consumidor terciario y superpredador es el salmón
real.
Crédito de imagen: Ecología de ecosistemas: Figura 3 por OpenStax College, Biology, CC BY 4.0

Cada una de las categorías anteriores se denomina nivel trófico y


refleja cuántas transferencias de energía y nutrientes —cuántos pasos
de consumo— separan a un organismo de la fuente original de la
cadena alimenticia, la luz por ejemplo. Como veremos más adelante,
asignar los organismos a los niveles tróficos no siempre es obvio; los
humanos, por ejemplo, son omnívoros que pueden comer plantas y
animales.

Descomponedores
Hay otro grupo que vale la pena mencionar, aunque no siempre
aparece en los diagramas de cadenas alimenticias. Este grupo es el de
los descomponedores, organismos que degradan la materia orgánica
muerta y los desechos.

A veces se considera a los descomponedores dentro de su propio nivel


trófico. Como grupo, consumen la materia muerta y los productos de
desecho que provienen de los demás niveles tróficos; por ejemplo,
consumen materia vegetal en descomposición, el cuerpo a medio
comer de una ardilla o los restos de un águila muerta. En cierto
sentido, el nivel de los descomponedores es paralelo a los de la
jerarquía estándar de los consumidores primarios, secundarios y
terciarios.
Los hongos y bacterias son los descomponedores clave de muchos
ecosistemas: usan la energía química en la materia muerta y los
desechos para sus propios procesos metabólicos. Otros
descomponedores son los detritívoros: consumidores de desechos y
consumidores de residuos. Estos generalmente son animales
multicelulares como las lombrices de tierra, los cangrejos, las babosas
o los buitres. No solo se alimentan de materia orgánica muerta sino
que la fragmentan también, poniéndola a disposición de las bacterias y
los hongos descomponedores.

Ejemplos de descomponedores: izquierda, hongos en un tronco;


derecha, lombriz de tierra.
Crédito de imagen: izquierda, Decomposers (Descomponedores) por Courtney Celley/USFWS, CC
BY 2.0; derecha, Earthworm (Lombriz de tierra) por Luis Miguel Bugallo Sánchez, CC BY-SA 3.0

Los descomponedores como grupo juegan un papel crítico en el


mantenimiento de la salud de los ecosistemas. Cuando descomponen
la materia muerta y los desechos, liberan nutrientes que pueden ser
reciclados y utilizados por los productores primarios.

Redes tróficas
Las cadenas alimenticias nos dan una imagen clara de quién se come a
quién. Sin embargo, surgen algunos problemas cuando tratamos de
usarlas para describir comunidades ecológicas completas.

Por ejemplo, un organismo a veces puede comer muchos tipos de


presa diferentes o ser consumido por varios depredadores, incluyendo
aquellos que se encuentran en distintos niveles tróficos. ¡Eso es lo que
sucede cuando te comes una hamburguesa! La vaca es un consumidor
primario y la hoja de lechuga es un productor primario.
Para representar estas relaciones con más precisión, podemos usar
una red trófica, una gráfica que muestre todas las interacciones
tróficas (asociadas a la alimentación) entre las diferentes especies de
un ecosistema. El diagrama de abajo muestra un ejemplo de una red
trófica del Lago Ontario. Los productores primarios están marcados en
verde, los consumidores primarios en naranja, los consumidores
secundarios en azul y los consumidores terciarios en morado.

El nivel inferior de la ilustración muestra a los productores primarios,


que incluyen diatomeas, algas verdes, algas verde azules, flagelados y
rotíferos. El siguiente nivel incluye a los consumidores primarios que
se comen a los productores primarios. Entre ellos están los copépodos
calanoides y ciclopoides, las pulgas de agua, los rotíferos y los
anfípodos. El camarón también come productores primarios. Los
consumidores primarios son devorados por los consumidores
secundarios, que generalmente son peces pequeños. A los peces
pequeños se los comen los peces grandes, consumidores terciarios. La
perca amarilla, un consumidor secundario, come pequeños peces en su
propio nivel trófico. La lamprea marina se come a todos los peces; de
esta manera, la red trófica es una estructura compleja con capas
entretejidas.
Crédito de imagen: Ecología de ecosistemas: Figura 5 por OpenStax College, Biology, CC BY 4.0;
obra original del NOAA, GLERL

En las redes tróficas, las flechas apuntan desde un organismo que es


devorado hacia el que se lo come. Como muestra la red trófica de
arriba, algunas especies pueden comer organismos de más de un nivel
trófico. Por ejemplo, los camarones misidáceos comen tanto
productores primarios como consumidores primarios.

Pregunta extra: esta red trófica tiene una cadena alimenticia que vimos
anteriormente en el artículo: algas verdes \rightarrow→right
arrow moluscos \rightarrow→right arrow el pecesito Cottus
cognatus \rightarrow→right arrow salmón real. ¿Puedes encontrarla?

Redes tróficas de pastoreo contra redes


tróficas de detritos
Las redes tróficas normalmente no muestran a los descomponedores,
puede que hayas notado que la red trófica del Lago Ontario que vimos
anteriormente no lo hace. Aún así, todos los ecosistemas necesitan
formas de reciclar la materia muerta y los desechos. Esto significa que
los descomponedores en realidad están ahí, aunque no se los mencione
mucho.
Por ejemplo, en el ecosistema de pradera que se muestra abajo, hay
una red trófica de pastoreo de plantas y animales que alimentan
la red trófica de detritos de bacterias, hongos y detritívoros. La red
de detritos se muestra en forma simplificada en la banda café que se
encuentra en la parte inferior del diagrama. En realidad, consiste de
varias especies relacionadas mediante interacciones de alimentación
específicas, conectadas por flechas, como sucede con la red de
pastoreo en la parte superior. Las redes de detritos pueden proveer de
energía a las redes de pastoreo, como cuando un petirrojo come una
lombriz de tierra.
En el tema anterior explicamos los conceptos generales sobre los tipos de reproducción descritos en
los seres vivos. En esta sección investigamos el caso particular de los Animales.
El reino animal es tan diverso que existe también una enorme diversidad en los patrones de
reproducción y ciclos de vida. Nosotros, los humanos, nuestro gato o perro, los peces del acuario, las
aves del parque, incluidas las hormigas y las arañas que habitan nuestro hogar, absolutamente todos
estos animales se reproducen, con sus debidas particularidades cada uno. Lo que comúnmente está en
el imaginario colectivo es que la mayoría de los animales se reproducen sexualmente, sin embargo,
existen algunos que pueden reproducirse asexualmente. Si no recuerdas la diferencia entre ambos tipos
de reproducción puedes repasarlo en el tema de estudio “la reproducción”.
Reproducción Asexual en animales
A modo de resumen podríamos decir que en la reproducción asexual hay un solo progenitor
involucrado, y no hay órganos reproductivos especiales o células sexuales. Cada organismo es capaz
de producir copias genéticamente idénticas de sí mismo al volverse adulto.

Ya que se requiere de un único progenitor, este tipo de reproducción es considerada altamente


eficiente. No se requiere el apareamiento, que es uno de los hechos más demandantes y complejos
entre los animales. Sin embargo, no genera diversidad genética, y esto puede ser una desventaja en
ambientes cambiantes. Los animales que se reproducen asexualmente son, en su mayoría,
invertebrados. En general son especies que son sésiles (fijas a un sustrato) y no pueden buscar
compañeros, o especies que viven en poblaciones dispersas y rara vez se encuentran parejas
potenciales. En la mayoría de los casos, las especies que se reproducen de esta forma también lo hacen
de forma sexual.
Dentro de los animales hay dos formas comunes de reproducción asexual: gemación y
fragmentación o regeneración reproductiva.

Fig. 1. Hydra. Fuente: Marc Perkins, OCC Biology Department Flickr


Gemación: ocurre en varios grupos de animales, pero es predominante en cnidarios, como la Hydra
(Figura 1), las medusas, los corales y algunas anémonas.
Fragmentación o regeneración reproductiva: este tipo de reproducción se observa en los
equinodermos (estrellas de mar) y los cnidarios coloniales como los corales. Varias especies de
anélidos y platelmintos (gusanos planos) también se reproducen dividiéndose en dos o más
fragmentos, cada uno de los cuales regenera un cuerpo completo. Dentro de este grupo, un ejemplo
muy estudiado y modelo de trabajo en muchos laboratorios lo constituyen los turbelarios, conocidos
vulgarmente como planarias (Figura 2).

Fig.2. Planaria. Fuente: Puuikibeac Flickr.

Si no recuerdas estos procesos puedes repasarlos en el tema de estudio anterior pinchando aquí.
Te dejamos este video que resume de forma muy simple, tres ejemplos de ambas formas de
Reproducción asexual en animales.


Reproducción Sexual en animales
La reproducción sexual en los animales incluye a los procesos definidos como reproducción bisexual
(o biparental), como la forma más común, que implica dos individuos separados, y también al
hermafroditismo y la partenogénesis, formas menos comunes.

Los animales que se reproducen sexualmente producen células


sexuales haploides o gametos (espermatozoides y óvulos) por meiosis. El óvulo (gameto femenino,
producido por la hembra) y el espermatozoide (gameto masculino, producido por el macho) deben
luego unirse a través del proceso de fecundación para crear una célula diploide, el cigoto.
Gran parte de la diversidad en los sistemas reproductivos de los animales está asociada a los
mecanismos que permiten que los espermatozoides y los ovocitos se pongan en contacto, es decir,
los mecanismos de apareamiento. Así mismo, el tiempo y la energía de los animales usualmente se
invierten en el proceso de apareamiento.
La reproducción bisexual en los animales consiste en tres eventos fundamentales:
– Gametogénesis (producción de los gametos).
– El apareamiento (mecanismos para que los gametos puedan juntarse).
– La fecundación (fusión de gametos).
La gametogénesis tiene lugar en las gónadas (testículos en los machos, y los ovarios en las hembras).
Allí, las células germinales, diploides, proliferan por mitosis, para luego sufrir meiosis y madurar a
óvulos o espermatozoides, respectivamente.
El apareamiento permite que las gametas estén lo suficientemente cerca para que la fecundación
pueda ocurrir. Los mecanismos de apareamiento dependen de la movilidad de los animales y de si se
reproducen en el agua o sobre la tierra.
La más simple distinción en los sistemas de apareamiento es si la fecundación se produce externa
o internamente.
Fecundación externa. En este tipo de fecundación, la unión del espermatozoide y el gameto femenino
se efectúa afuera del cuerpo de los progenitores. En general, se da en animales de ambientes acuáticos.
Los animales liberan sus gametos al agua y los mismos tienen que encontrarse para que tenga lugar la
fecundación. Este procedimiento se suele llamar “desove”.

Fig.3. Amplexus (abrazo dorsal del macho a la hembra) en anfibios. Fuente: erikpaterson flickr
Este tipo de fecundación, es típico de invertebrados acuáticos, peces y anfibios (Figura 3). Estos
animales pueden producir un gran número de gametos, sin embargo, un alto número no garantiza que
los gametos se encuentren.
En general, las actividades reproductivas del macho y la hembra están sincronizadas, ya que los
gametos liberados tienen un tiempo de vida determinado. Para ello, los animales que desovan deben
coordinar sus comportamientos reproductivos, tanto temporalmente (al mismo tiempo) como
espacialmente (en el mismo lugar). La sincronización puede lograrse mediante señales visuales,
acústicas o químicas, comportamientos de cortejo, indicios ambientales o alguna combinación de estos
factores.

Fecundación interna. Los animales terrestres no pueden


simplemente liberar sus gametos en el medio ambiente, ya que los espermatozoides requieren de un
medio líquido para moverse y alcanzar el óvulo. Los animales terrestres evitan estos problemas
mediante la liberación de los espermatozoides directamente en el tracto reproductor de la hembra.
Todos los mamíferos presentan fecundación interna, así como también los reptiles, las aves, algunos
invertebrados (algunos nemátodos) e incluso algunas especies de peces, como por ejemplo los
tiburones.
La fecundación interna, por lo general, se realiza mediante
la cópula, el comportamiento por el cual el macho deposita espermatozoides directamente en el tracto
reproductor de la hembra.
Al analizar estos tres eventos se puede deducir que tanto la gametogénesis como la fecundación, son
procesos bastante conservados dentro de los animales. La enorme diversidad radica en las
adaptaciones que los animales poseen para el apareamiento, así como también la enorme
diversidad anatómica, fisiológica y de comportamiento asociados al mismo.
En los animales, los sistemas reproductivos se distinguen también por el lugar donde se desarrolla
el embrión. Existen dos patrones de cuidado y crianza de los embriones:
Oviparidad (puesta de huevos) y Viviparidad (crías vivas).

Los animales ovíparos ponen huevos en el medio ambiente, y sus


embriones se desarrollan fuera del cuerpo de la madre. Son ejemplos de ellos, las aves, los reptiles,
muchos peces y la mayoría de los invertebrados, como los artrópodos, los moluscos, entre otros. En
estos animales la fecundación puede ser interna o externa.

Los animales vivíparos conservan el embrión dentro del cuerpo de la


madre durante sus primeras etapas de desarrollo, y mientras se desarrolla, recibe nutrición de su parte.
Son vivíparos los mamíferos (excepto los monotremas) y los peces eslasmobranquios (tiburones y
rayas). Sin embargo, también se conocen algunas especies de invertebrados, anfibios y reptiles.
Algunos animales simplemente retienen los huevos fecundados dentro del cuerpo de la madre hasta
que nacen. Estos embriones siguen recibiendo nutrición de las reservas propias del huevo, por lo que
esta adaptación reproductiva se denomina ovoviparidad. Este tipo de desarrollo tiene lugar en varios
grupos de invertebrados, como por ejemplo en anélidos, braquiópodos, insectos y moluscos
gastrópodos y es común en ciertas especies de peces y reptiles.
Tanto en el caso de la viviparidad como la ovoviparidad, la fecundación obligatoriamente es
interna.
Para terminar, la reproducción sexual también incluye dos procesos: el hermafroditismo y la
partenogénesis.
Hermafroditismo

Es importante recordar que los animales hermafroditas son monoicos,


lo que significa que un mismo organismo presenta a ambos sexos. La mayoría de los hermafroditas se
autofecundan, (un individuo fecunda sus propios gametos femeninos). Sin embargo, algunos de ellos
son incapaces de hacerlo o solo lo hacen en caso de que no haya pareja disponible, y lo que hacen es
intercambiar gametos con miembros de la misma especie, como se mencionó anteriormente.

Muchos invertebrados endoparásitos, como los gusanos planos, hidroides y anélidos y todas las lapas
y caracoles pulmonados son hermafroditas. Dentro de los vertebrados, encontramos algunos peces, y
en algunas especies, el hermafroditismo puede darse bajo ciertas circunstancias y en cierto momento
de la vida del organismo. Para leer más acerca del tema puedes pinchar aquí.
Partenogénesis

Consiste en el desarrollo de un embrión a partir de un gameto o


célula sexual no fecundado. Los organismos generados son genéticamente idénticos y son haploides.
Es un método común de reproducción en artrópodos, aunque también puede ocurrir en algunas
especies de peces, anfibios y reptiles. La mayoría de las especies que se reproducen por este
mecanismo también se reproducen de forma biparental.

En algunas especies, la partenogénesis es parte del mecanismo que determina el sexo. Por ejemplo, en
muchos himenópteros (hormigas y la mayoría de las especies de abejas y avispas), los machos se
desarrollan a partir de huevos no fecundados y son haploides. Las hembras, en cambio, se desarrollan
a partir de huevos fecundados y son diploides. La mayoría de las hembras son obreras estériles, pero
unas pocas se convierten en reinas fértiles. Después de que la reina se aparea con un macho, ella tiene
una fuente de espermatozoides que se controla, lo que le permite producir huevos fecundados o sin
fecundar. Así, la reina determina cuándo y qué cantidad de los recursos de la colonia se gastan en los
machos.

Bibliografía consultada:
– Biología “La vida en la tierra”, 8va ed. T. Audesirk, G. Audesirk & B. Byers.

– Cleveland P. Hickman, Larry S. Roberts, Frances Miller Hickman. Integrated principles of zoology.
McGraw-Hill Book Company, Inc.

Madrid 10 ABR 2002


El efecto del calentamiento del planeta se nota ya en especies que muestran
alteraciones en sus hábitos, en su distribución geográfica o incluso en sus
organismos. Muchas no podrán adaptarse y se extinguirán. La Convención de
Biodiversidad de la ONU aborda estos días en La Haya su armonización con la
de Cambio Climático.

El aumento de la temperatura provoca la expansión de


enfermedades
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E l aumento de unas pocas décimas de grado en la temperatura de la Tierra ya se


está haciendo sentir entre los habitantes del planeta. Por ejemplo, algunos pájaros
han adelantado el tiempo de cría en primavera y de los primeros trinos, las aves
migratorias emprenden antes sus viajes; hay sitios en Europa donde el cambio
otoñal de coloración de las hojas de los árboles se ha retrasado, las especies
vegetales foráneas invaden ecosistemas en los Alpes suizos a medida que se
reducen los días de heladas cada invierno. 'Las respuestas ecológicas al reciente
cambio climático son ya claramente visibles', afirma Gian-Reto Walther, de la
Universidad de Hannover (Alemania). Y eso que 'estamos sólo al principio del
calentamiento global previsto', puntualiza.

Los científicos han constatado ya decenas de casos, desde las regiones polares
hasta los mares tropicales, de ecosistemas modificados por efecto del cambio
global. Las especies responden con alteraciones fisiológicas o de pautas de
comportamiento, en la distribución geográfica o en las interacciones con otras
especies.

Un equipo de científicos de Alemania, Reino Unido, Francia, Australia y EE UU,


liderados por Walther, han estudiado los indicios del impacto del cambio
climático en los ecosistemas, abarcando los principales grupos de especies, y
concluyen, en un informe publicado en Nature (28 de marzo), que el efecto del
calentamiento es ya patente en la biosfera.
En la tortuga pintada (Chrysemys picta) el sexo de las crías está muy relacionado
con la temperatura media del mes de julio, y el número de machos se reduce
notablemente, con inevitables consecuencias en la dinámica de las poblaciones,
si las temperaturas aumentan entre 2 y 4 grados centígrados. Otro caso: el ámbito
de reproducción de krill, alimento básico de animales como pingüinos, ballenas y
focas en los océanos meridionales, se resiente ya por la reducción de los hielos
marinos que se forman cerca de la península Antártica. Y los arrecifes de coral,
muy sensibles al aumento de la temperatura media en verano de sólo un grado
durante unas semanas han sufrido ya seis periodos de decoloración masiva desde
1979, y la incidencia del daño está aumentando en frecuencia e intensidad.

En el último siglo la temperatura media de la Tierra ha aumentado


aproximadamente 0,6 grados, 'con dos principales periodos de calentamiento,
entre 1910 y 1945, y desde 1976 en adelante', recuerdan. 'En el segundo periodo,
el ritmo de calentamiento duplica el del primero, siendo el mayor registrado en
los últimos mil años'.

Pero los organismos no responden a las medias globales sino a las condiciones
regionales Lo que cuenta para un ser vivo es, por ejemplo, si varía el régimen de
lluvias en su zona o las temperaturas estacionales, y las alteraciones registradas
en estos factores no han sido uniformes en el planeta. En las latitudes medias y
altas del hemisferio Norte, por ejemplo, han aumentado las precipitaciones entre
un 0,5% y un 1% por década, sobre todo en otoño y en invierno, pero en las
regiones subtropicales han disminuido un 0,3% por década.

Pese a la variabilidad tanto geográfica como de ecosistemas afectados por el


cambio climático, hay ya amplios efectos evidentes: 'Se ha producido un
desplazamiento de especies hacia los polos y hacia las alturas en un amplio rango
de grupos taxonómicos y localizaciones geográficas a lo largo del siglo XX',
afirman Walther y sus colegas.

Entre las invasiones territoriales asociadas al calentamiento, alertan los expertos,


están las enfermedades: 'Hay pruebas ya de que el aumento paulatino de las
temperaturas anuales está asociado a la expansión de enfermedades transmitidas
por mosquitos en las regiones altas de Asia, este de África y América Latina'.

Es obvio que las especies o se adaptan a los cambios de su entorno o no


sobreviven. Pero el hombre, con su intensa transformación del territorio, deja
poco hueco al resto de las especies para que se ajusten a los cambios ambientales
rápidos.

La pérdida y la fragmentación del territorio impuestas por la civilización hacen


que muchas especies, si se ven presionadas por un aumento de temperaturas
nefasto para su supervivencia, o cambios drásticos en el régimen de
precipitaciones, no puedan desplazarse hacia regiones adecuadas para su
supervivencia al estar el paisaje interrumpido, apuntan los científicos en Nature.

Por ello, el cambio climático inducirá la extinción de muchas especies,


agravando la ya alarmante pérdida de biodiversidad. Cada año podrían
extinguirse entre 10 y 100 especies por causas 'naturales', advertía esta semana en
el Museo Nacional de Ciencias Naturales el biólogo Miguel Delibes. Las
extrapolaciones a partir de datos de grupos de especies bien estudiadas indican
que en realidad se estarían extinguiendo entre 10.000 y 50.000 especies al año.
'La diferencia es atribuible a la acción de la especie humana', comentó Delibes.

Pérdida de diversidad biológica y cambio climático son dos problemas


disparados por la acción del hombre, y ahora se busca remedio o, al menos,
estrategias para atenuarlos, con medidas sugeridas en sendas convenciones de
Naciones Unidas (la de biodiversidad, cuya cumbre se celebra estos días en
Holanda, y la de cambio climático). Ambas expresan la urgencia de armonizar
sus recomendaciones.

Es bien conocido que los seres humanos aprecian y se benefician de un trato


afectuoso entre ellos, una caricia o un abrazo enriquecen su día a día y hasta
toda su vida; no debe por tanto sorprendernos si muchos de nuestros colegas
vivos, tanto del reino animal como vegetal, obedecen al mismo estímulo.

La mayoría de las personas que tienen mascotas, como gatos, perros u otros
animales, son testigos del enorme flujo de cariño que se intercambia entre los
humanos y sus mascotas; incluso, más allá de esas mascotas, digamos
clásicas, son frecuentes los episodios de afecto con animales bastante más
dispares, como caballos, osos, toros, leones, elefantes y un largo etcétera.
Afortunadamente, la mayor parte de las veces, estas relaciones están
presididas por el respeto y el cariño, aunque desgraciadamente existen
también excepciones.

bundante, aunque menos frecuente sin embargo, es el caso de quienes sienten


admiración por las plantas, y desde luego es raro que entre humano y planta
exista esa relación de afecto que es tan frecuente entre personas y animales.
No obstante, entre los aficionados a las plantas, se mantiene la teoría de que si
quieres que crezcan sanas y floridas, debes dirigirte a ellas hablándolas con
cariño, porque las plantas sienten… y padecen. Me van a permitir ustedes que,
sobre este tema en concreto, les invite a ojear un artículo anterior, que titulé
precisamente “Lo siento, soy una planta”, y que pueden enlazar “cliqueando”
(horrible palabra) sobre el citado título.
Como el tema de “la conducta” del reino vegetal en general, es bastante menos
conocido que el caso del reino animal, dedicaré este artículo a algunos
aspectos de esa inmensa población viva que es la vegetación que puebla
nuestro planeta Tierra. No cabe duda de que, entre los miembros de la
pequeña escala vegetal, existen hierbas con una gran influencia en la salud
humana, desde sus infusiones hasta sus casi ilimitados productos derivados;
pero, tirando por elevación, elegiré a los representantes más voluminosos…
LOS ÁRBOLES.

Es conocido y aun aceptado, hasta un elevado nivel, que los árboles pueden
aportarnos efectos positivos para nuestra salud, en casos como la depresión,
los bajos niveles de concentración, el estrés, y hasta en algunas formas de
enfermedad mental. Se ha encontrado que pasar tiempo cerca de los árboles,
no sólo paseando cerca de ellos por el bosque, que también, sino abrazándolos
físicamente, nos puede ayudar a mejorar nuestra salud, tanto física como
mentalmente. Y esta mejoría parece ser más significativa en el caso de los
niños, que han mostrado una mejora psicológica y fisiológica significativa en su
salud cuando están involucrados con árboles. Algunas investigaciones
mostraron que los niños funcionan mejor en entornos verdes y son más
creativos en ambientes naturales.
En artículos científicos publicados por la Universidad de Stanford se afirma que
los espacios verdes pueden llegar a ser tan eficaces como los medicamentos
recetados para el tratamiento de algunas enfermedades mentales, asegurando
que la naturaleza es realmente eficaz para aliviar los síntomas de la depresión,
e incluso fortalecer la atención y la memoria en el trabajo.

Incluso desde el punto de vista de la salud medioambiental, los árboles podrían


ser una buena ayuda en la solución de la cada vez más preocupante
contaminación en las grandes ciudades; se ha medido que cerca de la mitad de
las partículas contaminantes, perjudiciales para la salud, contenidas en el aire
de las calles de núcleos urbanos, podrían ser capturadas simplemente
plantando árboles a lo largo de todas aquellas calles que urbanísticamente lo
permitan.

Los árboles de los bosques tropicales crecen muy pegados los unos a los
otros. En algunos casos, las copas hacen que la luz apenas llegue al suelo. En
otros, lo hace a través de rendijas que parecen creadas por un artista. No hay
un argumento científico aceptado de forma unánime que explique por qué
ciertas especies de árboles dejan de crecer justo cuando sus ramas van a
chocar con las de otros árboles vecinos. Se trata de un fenómeno natural que
suele ser denominado “timidez de los árboles”. Esta curiosidad cautivó a
muchos usuarios de Twitter no hace mucho.
El término timidez de los árboles (crown shyness, en inglés) fue acuñado en los
años 50 por el botánico australiano Maxwell Ralph Jacobs en su libro “Hábitos
de crecimiento del eucalipto”. Sostiene que este fenómeno se produce debido a
la abrasión que producen unas hojas contra otras cuando se rozan, debido al
viento que mueve los árboles.
Otro de los expertos que más ha estudiado la timidez de los árboles es el
botánico francés Francis Hallé. En un artículo titulado Arquitectura de los
árboles, considera que este fenómeno tiene una raíz genética. El propio Hallé
reconoce que el porqué del fenómeno de la timidez de los árboles está al límite
de nuestro conocimiento; de momento, no hay ningún experimento que
explique razonablemente a qué se deben esas líneas de separación, salvo la
propia competencia por el acceso a la luz solar.

Son las figuras escondidas en la naturaleza, y para algunos expertos, este


fenómeno natural es otro ejemplo de la geometría de la naturaleza. Las formas
que se encuentran en bosques, mares y desiertos obedecen a patrones
matemáticos. En algunas galerías fotográficas de National Geographic hay
ejemplos representativos, como los copos de nieve, los arrecifes de coral o
algunas flores. Las formas de los árboles se parecen a los fractales que se
pueden encontrar en otros entornos naturales y que fueron descritos por el
matemático Benoit Mandelbrot.
Una forma de respetar a los árboles es bien conocida por algunos arquitectos,
que no sólo dejan su lugar a quien lo tenía antes, sino que tienen la habilidad
de integrar a la naturaleza, en este caso el árbol, en la obra a acometer. En ese
sentido, el genial arquitecto Antoni Gaudí fue un paradigma de respetar el árbol
que estaba y de incluirlo, con su imaginación, incluso cuando no estaba.

Adolfo Marroquín Santoña

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