Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Tenemos certeza de una cosa: cuando uno conduce el vehículo siente que se va a salir
de la curva (especialmente si la velocidad que trae es más alta que la que permite la curva) y
reacciona aplicando la dirección hacia adentro de la curva con mayor vigor, provocando que
la trayectoria que sigue el auto no describa en realidad una curva circular, causando además
una situación potencial de accidente porque invade el carril en el que circulan los vehículos
en sentido contrario (en una carretera de dos carriles y dos sentidos). Para remediar esto se
han venido utilizando curvas de transición entre la recta y la curva circular que apaciguan la
sensación causada por la curvatura y por la aceleración centrípeta.
Una curva de transición es básicamente la que liga una tangente con una curva
circular, que permita un cambio gradual de curvatura entre una recta y una curva circular
mejorando de manera sostenible la comodidad, seguridad y estética en una vía. A lo largo de
esta se efectúa un cambio gradual en el valor del radio de curvatura, desde infinito (en la
tangente) hasta el correspondiente a la curva circular. Por tanto su uso conduce a una mayor
seguridad, o rodadura más suave y a una alineación más elegante en la carretera.
Estas curvas de transición deben cumplir un objetivo claro: la transición de la
curvatura y la de la aceleración centrípeta debe ser constante a lo largo del desarrollo de la
curva de transición. Es decir, el radio debe disminuir en una proporción constante a medida
que se avanza en la curva, al tiempo que la aceleración centrípeta aumenta.