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Sentésis de la lectura : “El síndrome de la adolescencia normal”

SÍNTESIS - Aberastury, A. y Knobel, M. (1973) El síndrome de la adolescencia normal:


Capítulo 2, Normalidad y patología en la adolescencia.(3ra Ed.) Buenos Aires: Paidos.

Este libro detalla características de definición y sintomatología sobre la adolescencia. En el


capítulo en cuestión se determina el rango de normalidad, primero se describe como un
periodo de transición entre la pubertad y el estadio previo al desarrollo del adulto, en el
cual se obliga al individuo en este caso el adolescente a reformularse los conceptos que
tiene sobre sí mismo. Durante este periodo tendrá que trabajar psicológica y
emocionalmente sobre los cambios que ha ido sufriendo su cuerpo, su forma de pensar,
sus relaciones y todo lo necesario para poder ser en un futuro un adulto.

El rango de “normalidad” varía según el país, la ciudad, la cultura, el medio


socioeconómico y político en el que le haya tocado crecer. Se comenta que existen luchas
y rebeldías con respecto a la aceptación de este proceso de cambio, tales que conllevan
una serie de duelos internos, recurso gracias al cual, puede si está bien orientado ayudar a
poner cada tema en su lugar, sin embargo la normalidad no está en el equilibrio que
pueda conseguir en esta etapa, ese es un resultado de ella, pero mientras se vive el
adolescente vivirá lo que se le llama como “patología normal de la adolescencia”:
conductas destructivas, defensivas, psicopáticas, fónicas, maníacas, etc. conforme vayan
sucediendo la acomodación de la estructura y asimilación de experiencias.

Los autores mencionan el “Síndrome normal de la adolescencia” que consiste en los


procesos de identificación a los que pueda tener acceso el individuo, lo normal se
encuentra en la anormalidad de comportamientos inherentes a esta etapa, debe de
respetarse su tiempo y procurar una orientación mediana, para que sea menos conflictiva.

Podremos encontrar que la sintomatología es mera expresión de lo que sucede en su


interior, estriba en los cambios biofisiológicos, hormonales, mentales y emocionales, la
búsqueda de su propia identidad, lograr la conciencia sobre su posición jerárquica, su
aceptación social, su sentido de pertenencia, sobre su cuerpo y su sexualidad. Ahora todo
esto es acompañado también de la relación que existe de él mismo con el entorno, su
familia, amistades, compañeros y también se influencia por los lugares que frecuente, en
general el medio ambiente.

Acontece lo anterior con gran intensidad, por ejemplo el dolor de dejar de ser niño y tener
que ser adulto, le provoca gran conflicto interior y miedo, aquello que signifique perder
algo, lo que en sí sería el soltar algo, primero va a generarle gran dolor y negación. Un
ejemplo muy evidente es el cambio de relación parental, que es sustituido por el grupo
etáreo, transfiriéndole gran parte de la dependencia que tenía por la estructura familiar. La
consecuencia final de la adolescencia debería ser el conocimiento de sí mismo como una
entidad biológica en el mundo.

Se presentan 4 situaciones favorables que si se observan en el adolescente debería de


considerarse que va por buen camino:
a) Uniformidad - brinda seguridad, es la identificación de sí mismo como adolescente y
que otros le reconozcan como tal en reciprocidad.
b) Identidad Negativa - donde prefiere ser alguien indeseable que nada o nadie.
c) Identificación con el Agresor - algo parecido al síndrome de Estocolmo, quien le hace
daño es su modelo de rol.
d) Pseudoidentidad - Es cuando el adolescente se comporta como la versión mejorada en
el mejor de los casos, exagerando aquellos deseos de ser o el ideal del ser, que
finalmente ocultan el esposo de su propia identidad.

Ahora cada una de las identidades tienen fecha de caducidad, pueden durar poco siendo
transitorias, pueden surgir de repente si son ocasionales, también dependen del instante
que esté viviendo lo que hace que sus mecanismos de defensa permitan salir algunas
como circunstanciales.

En consecuencia deben de existir un proceso de intelectualización que le permita logra los


fenómenos instintivos con los aprendidos o provistos por su imaginación, para que así sea
capaz de concientizarlos y controlarlos. Gracias a lo cual el mundo exterior se va
diferenciando del interno, ayudándole a generar sus propias defensas emocionales, que
más bien son como bases emocionales, sobre las que pueda edificar su identidad.

Durante la adolescencia los cambios suceden a todo nivel, lo que quiere decir que incluso
afectarán sus creencias ideológicas, religiosas y de dimensión temporal, todo lo impuesto
se rompe ante las incongruencias, el individuo está al pendiente de cada diferenciación, ya
que todo aquello que no le permita ser, está en contra de sí mismo, por lo tanto será
rechazado, digamos que él se encontraba durante su etapa anterior en un especie de
equilibro, que le costó años de adaptación, al crecer se da cuenta de que existen otros
puntos de vista, teorías, tendencias, que abren su mente y percepción de las cosas, no
obstante tampoco significa que vaya a aceptarlas como tal, el individuo irá acomodando la
información según vaya teniendo éxito en su entendimiento, de no ser así ocurrirá una
disociación, soltará todo lo que absorbió destruyéndolo y si es capaz podrá reconstruirse
desde lo nuevo que irá aprendiendo. Para lo cual es evidente que acomoda las
circunstancias a su favor, como la discriminación sobre la distancia y el tiempo.

Ahora hay que agregar una característica muy importante, todos los cambios físicos y
biológicos que sufre durante esta etapa, lo vuelven una especie de ser movido por el
instinto, hormonalmente está a merced de sus necesidades y mentalmente en búsqueda
de la satisfacción de su curiosidad, todo esto promueve un incesante acercamiento a la
sexualidad, todo es tan nuevo y en muchos casos satisfactoria que pretende reproducir en
sí ese efecto en todo a su alrededor. Se siente capaz de cambiar el mundo, enardecido por
la fuerza reestructurada de su personalidad.

Lamentablemente también está en la identificación de sus propias emociones, incitando


fluctuaciones del humor y el estado de ánimo. Tanta incertidumbre sobre lo que no conoce
genera en él un sentimiento de ansiedad, si no se maneja adecuadamente puede sufrir
depresión, todos sus manejos emocionales están en función de lo que puede o no ser
placentero, si consigue superarlo podrá vivir la euforia del éxito, de no conseguirlo sufrir
frustración por un aparente fracaso. Acorde a los duelos que vaya superando en cantidad y
calidad, es que podrá determinar mejor sus sentimientos y con ello una mejor expresión
de los mismos.

Los autores concluyen finalmente con el siguiente párrafo: “Solamente si el mundo adulto
comprende al adolescente y facilita su tarea evolutiva, podrá desempeñarse
correctamente, gozar de su identidad, de todas sus situaciones, para elaborar una
personalidad feliz y sana. De lo contrario, siempre se proyectará en el adolescente las
ansiedades y patología del adulto y se producirá una crisis de enfrentamiento
generacional, que dificulta el proceso evolutivo y no permite el goce real de la
personalidad.” (1971 - Aberastury y Knobel).

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