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Maria Alejandra Meneses Briones

Introducción al Análisis Regional

Paisaje
Las autoras comienzan con la premisa de paisaje es una categoría reciente en el ámbito
académico de las ciencias sociales. En la primera mitad del siglo XX, se utilizaba para el análisis de
las regiones y, después se replanteó su uso en el marco de la posmodernidad y la sustentabilidad.
Pero sostienen que el concepto es más antiguo y pertenecía al ámbito artístico donde se reflejaban
los imaginarios de su propio tiempo. Paisaje es un concepto polisémico que transita del arte a la
academia y que aún ahí tiene sus diferencias.
En la definición como punto de partida las autoras revisan diferentes concepciones de paisaje
desde las diversas perspectivas que lo abordan. Desde las formas de la superficie terrestre, su
fisonomía y sus implicaciones y a partir de sus concepciones, definiciones y lenguaje; se enfrentan
a diversas escenas que guardan, más allá de su materialidad, valores, emociones, tradiciones,
conocimiento y técnica. El paisaje se adecúa a las necesidades de la humanidad, se escribe, se pinta,
se observa y se lee, es una forma de representación del entorno y de la naturaleza. Desde la
geografía el término se utiliza desde la perspectiva física pero también social, muchas veces,
yuxtaponiendo conceptualmente el término con el de región.
Hacia finales del siglo XX, la idea de paisaje pasó a ser analizada como un sistema simbólico pues
se moldea a partir de creencias, ideologías, significados y valores, lo que permite que pueda ser
leído como un texto.
En el subtema paisaje, geografía y pintura, las autoras afirman que la representación artística
del entorno natural está históricamente determinada. Cuando se aborda al paisaje desde lo
académico, se hace desde la esfera del conocimiento y cuando se le aproxima desde lo artístico,
entonces, viene desde el ámbito de la creación y la representación. Aunque el conocimiento
implique también creatividad y viceversa, solemos separar sus productos. No obstante, abundan
los momentos en que estuvieron juntos.
La representación pictórica es la visión de un individuo, o de un grupo de trabajo desde una
corriente artística, pero no solo eso, sino implica, implícita y hasta explícitamente, a la sociedad en
la que el pintor se encuentra inmerso, pues cada sociedad construye sus códigos de interpretación,
sus valores y sus tradiciones, y los elementos representados aluden al conocimiento del espectador,
evocan sentimientos que aprendió a rememorar. La obra artística entra en un contexto social y se
percibe y convierte en un objeto apropiado culturalmente por una comunidad específica.
Mientras que la representación académica se construye en una concepción estructurada de
unidad territorial homogénea. Pero se teoriza poco en torno a los sentimientos porque los
supuestos de donde parte no los incluye, incluso los niega, porque solo es científicamente aceptable
lo que es comprobable por el método de la ciencia. La caracterización del paisaje entendido como
la apariencia de una porción de la superficie terrestre, lo que se nos presenta a los sentidos,
reconoce la huella material de los procesos sociales, de sus dimensiones históricas, políticas,
culturales, económicas, demográficas y ambientales, sin embargo, deja de lado la parte de las
emociones.
En el paisaje como experiencia estética, las autoras explican que el concepto fue primero
acuñado en la pintura, y que, desde esa expresión, es una experiencia estética, es el sentido que el
ser humano le da a la naturaleza materializada, la superficie interpretada. El ser humano transforma
al paisaje para imprimirle los parámetros que son considerados bellos o sublimes, y le sirve para
magnificar lo trágico, lo cómico o lo grotesco.
Maria Alejandra Meneses Briones
Introducción al Análisis Regional

En de la naturaleza al jardín y al paisaje, exponen que desde las pinturas rupestres se ha


representado la naturaleza. Cuando la humanidad se separa de la naturaleza, con el cambio de los
modos de producción, se inicia una deconstrucción ideológica entre la naturaleza y la sociedad en
donde esta última se convierte en paisaje, se pasa a una idealización de la naturaleza que se
transforma en jardín, en donde la magnificencia y la perfección del espacio permiten la recreación
de los dioses, generando una diferenciación entre este y el espacio de reproducción material de la
humanidad. Entonces el paisaje no sería más que la naturaleza que sirve como escenario de
representación de una visión idílica o para escenificar la búsqueda de un paraíso.
En Modernidad, pintura y paisaje se hace referencia al paisaje que surgió a partir del Siglo XVII
con los cambios en el desarrollo de la humanidad. El reconocimiento de la naturaleza sustituye al
de la divinidad. Entonces se busca la separación de la naturaleza del paisaje, ya que la primera
refiere a las condiciones en que se encuentran los recursos naturales que utilizados por la
industrialización y la segunda, a como la transformación de los nuevos hallazgos se plasman en un
entorno transformado y es por eso que se necesita representar la realidad en sus versiones actuales
y a través de diferentes miradas.
El paisaje romántico, realista, impresionista y realista hace referencia los movimientos artísticos
que surgen después de la Revolución Francesa. El romanticismo fue una lucha desenfrenada por la
emancipación del arte. Cuando surgió buscaba separarse del clasicismo, aunque después se
convirtió en el arte de la burguesía, lo que permitió que el arte se democratizara, ya no era necesario
estar inscrito en la Academia o tener lazos con la corte, la aristocracia y las altas finanzas. El paisaje
se desarrolla con este movimiento y se utiliza como proyección de las emociones psíquicas del
momento y aparecen nuevos temas que tienen que ver también con la representación de los
espacios cambiantes del momento.
Posteriormente el Realismo se encarga de denunciar la realidad de los trabajadores de la época,
y de mostrar la vida cotidiana del campo y la ciudad que empiezan a ser cada vez más contrastantes,
representa una realidad que es ofensiva por el significado fallido de encanto y de belleza.
El Impresionismo que surge simultáneamente, descubre a la ciudad como paisaje y devuelve la
pintura desde el campo a la ciudad, y describe la versatilidad, el ritmo nervioso, las impresionas
súbitas y agudas, pero siempre efímeras, de la vida cotidiana de la industrialización.
El Simbolismo tiene como centro la expresión del espíritu, nace con la revolución industrial; los
sentimientos de decadencia y de depresión impregnan la expresión simbólica, la expresión se va
hacia adentro de la humanidad para expresar el desencanto y el descontento de la sociedad. En los
paisajes se concentra en la representación de los lugares de ensoñación y de las realidades
escondidas.
El Expresionismo trata de captar la esencia espiritual en el arte y surge el arte abstracto, con lo
cual, el paisaje deja de ser un elemento fundamental de la representación pictórica. En México la
pintura paisajista no apareció sino hasta el siglo XIX y se desarrolló después de la Independencia.
En el paisaje como concepto académico se explica el origen de la categoría, especialmente en la
geografía, donde el paisaje conjunta y devela elementos naturales y humanos. El paisaje refleja un
orden geográfico donde naturaleza y cultura quedan comprendidas. Durante la primera mitad del
siglo XX, el paisaje se consolidó como uno de los ejes que estructuraban al conocimiento. Vidal de
la Blache afirmaba que la interpretación del paisaje es uno de los principales objetos de la geografía,
y debe estudiarse a partir del análisis que distingue los elementos heterogéneos que intervienen en
su composición; busca entender la manera en que se entremezclan las causas pasadas y presentes
Maria Alejandra Meneses Briones
Introducción al Análisis Regional

de las formas del relieve, y la síntesis que interviene cuando el investigador debe hacer una
interpretación racional del conjunto de elementos. Sauer define paisaje “como un área compuesta
por una asociación distintiva de formas, tanto físicas como culturales”. Con el tiempo, la noción de
paisaje se fue acercando a un modelo científico abstracto, que buscaba ser objetivo. En la actualidad
se concibe al paisaje como una manera de ver e interpretar que son construidas y responden a una
ideología que busca transmitir una determinada forma de apropiación del espacio. Desde la
posmodernidad paisaje se concibe como una creación cultural del ser humano y se le asocia con el
texto.
Según las autoras, el paisaje en el pensamiento latinoamericano ha tenido pocos autores que
hacen la diferenciación entre conceptos y este se usa como sinónimo de espacio o región. Milton
Santos establece una clara diferencia entre espacio y paisaje adscribiéndole una connotación de
“conjunto de formas” resultantes de la herencia de las relaciones entre la naturaleza y la sociedad
y le da diferentes connotaciones: historia congelada, testimonio de la sucesión de medios de trabajo,
y resultado histórico acumulado. Es un elemento estático que contiene objetos físicos, que
solamente cuando la sociedad les impone un nuevo valor y acciona sobre ellos se convierte en
espacio. Bajo esta perspectiva, si bien espacio y paisaje son categorías diferentes, la una puede
convertirse en la otra.
El paisaje en la arquitectura y en la sustentabilidad trata a las otras ciencias que han retomado
la categoría y lo usan para la implantación del paradigma de la sustentabilidad pues permite integrar
a la ciudad con su entorno natural y desde la perspectiva del urbanismo, donde se define al paisaje
como “el conjunto procedente de una agregación de todos los factores interrelacionados que
ocupan la superficie total de un territorio”. Una gran distinción que existe entre los paisajes de los
arquitectos y urbanistas, con los analizados de los geógrafos y hasta de los artistas, es que para
estos últimos, el paisaje es un elemento que se construye y puede ser creado de la naturaleza.
A lo largo del texto podemos observar la importancia que tiene el sujeto y la sociedad en la
conceptualización del paisaje, y esto es algo que, a mi parecer, no se considera en las otras
categorías. Me parece importante que los científicos no se enfoquen solo en lo empírico y objetivo,
sino que haya un reconocimiento de lo subjetivo, pues también como humanos moldeamos y
transformamos la realidad y somos parte importante de lo que acontece en los donde vivimos.
Considero que el arte y la creatividad pueden ser de gran ayuda al conceptualizar las categorías que
se ocupan en las ciencias, especialmente las sociales.
Referencias Bibliográficas: Ramírez Velázquez, Blanca y Liliana
López Levi (2015), Espacio, paisaje, región, territorio y lugar, UNAM-
UAM.

Maria Alejandra Meneses Briones


malejandramenes@hotmail.com

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