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Educación para la ciudadanía en Europa

Fomentar en los ciudadanos, especialmente entre los más jóvenes, la implicación activa en la vida social y
política se ha convertido recientemente en una prioridad política cada vez más importante, tanto a escala
nacional como europea. La competencia social y cívica ha sido identificada, por ejemplo, como una de las
ocho competencias clave para el aprendizaje permanente por el Consejo y el Parlamento Europeo en 2006.
El Marco estratégico para la cooperación europea en el ámbito de la educación y la formación (“ET 2020”) ha
señalado igualmente la ciudadanía activa como uno de los objetivos fundamentales de los sistemas
educativos de toda Europa.

Dado que la educación se considera un medio esencial para promover la ciudadanía activa, el informe de
Eurydice Educación para la Ciudadanía en Europa 2012 tiene como objetivo captar el modo en que han ido
evolucionando las políticas y medidas relacionadas con la educación para la ciudadanía en los países
europeos a lo largo de estos años. Con este fin, el informe ofrece un resumen del estado de la cuestión en
cinco de temas fundamentales: 1) objetivos y organización curriculares; 2) participación del alumnado y sus
familias en los centros; 3) cultura escolar y participación del alumnado en la sociedad; 4) evaluación; y 5)
apoyo al profesorado y los directores.

En este informe se entiende por educación para la ciudadanía todos los aspectos de la educación escolar que
preparan al alumnado para convertirse en ciudadanos activos, asegurando que tienen los conocimientos,
destrezas y actitudes necesarias para contribuir al desarrollo y bienestar de la sociedad en la que viven. La
definición no sólo incluye la enseñanza y el aprendizaje en el aula, sino también la experiencia práctica
adquirida en la vida escolar y en las actividades en la comunidad.

El informe ofrece información sobre 31 de los países de la Red Eurydice (los Miembros de la UE, Islandia,
Noruega, Croacia y Turquía) y destaca los progresos más importantes que se han podido observar desde el
último estudio de Eurydice sobre este tema publicado en 2005. También se han tenido en cuenta todas las
reformas políticas previstas para los próximos años que se consideraran relevantes para el informe. El curso
de referencia es 2010/11.

El Estudio completo
“Educación para la Ciudadanía en Europa”
puede consultarse en inglés en la página web de Eurydice
http://eacea.ec.europa.eu/education/eurydice/thematic_studies_en.php
Para conseguir copias impresas del informe diríjase a
eacea-eurydice@ec.europa.eu

Todas las publicaciones de Eurydice están disponibles gratuitamente en


http://eacea.ec.europa.eu/education/eurydice

¿Qué es Eurydice?
La Red Eurydice analiza y ofrece información sobre los sistemas y políticas educativas en Europa. A fecha de
2011, la componen 37 unidades nacionales con base en los 33 países participantes en el programa de Aprendizaje
a lo largo de la vida de la UE (Estados Miembro de la UE, países de la AELC, Croacia y Turquía). Su coordinación
y gestión corre a cargo de la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural de la UE, con sede
en Bruselas, que elabora la versión preliminar de sus publicaciones y bases de datos.
LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA ESTÁ PRESENTE EN TODOS LOS SISTEMAS
EDUCATIVOS Y EN TODAS LAS ETAPAS

En estos años, la educación para la ciudadanía ha ganado importancia en los currículos nacionales de
toda Europa. Efectivamente, todos los países enfatizan en sus documentos oficiales la importancia de la
adquisición de las competencias social y cívica, y esto afecta a todas las etapas educativas. La forma en
que se lleva a cabo la educación para la ciudadanía varía, no obstante, de unos países a otros. Los tres
enfoques principales, que normalmente aparecen combinados, son los siguientes:

1) Educación para la ciudadanía como asignatura independiente: 20 sistemas educativos (3 más en


comparación con el estudio del 2005) tratan la educación para la ciudadanía como una asignatura
obligatoria independiente, que a veces comienza en primaria, pero generalmente en secundaria. La
duración de esta enseñanza varía considerablemente en función del país, desde un año en Bulgaria y
Turquía hasta 12 años en Francia.

Oferta de una asignatura obligatoria independiente centrada en aspectos de educación para la ciudadanía,
según los currículos nacionales (etapas de primaria y secundaria), 2010/11

Asignatura independiente en
educación primaria

Asignatura independiente
en educación secundaria

No se da como asignatura
independiente ni en primaria ni en
secundaria

Datos no disponibles

Fuente: Eurydice.

2) Integración de la Educación para la ciudadanía en áreas/materias curriculares más amplias: Se enseñe


como asignatura independiente o no, en la mayoría de los países la Educación para la ciudadanía forma
parte del currículo de otras asignaturas. Esta integración puede realizarse, por ejemplo, por medio de
bloques de contenido decididos por los propios centros (como en el caso de la República Checa). Las
asignaturas en las que normalmente se integra la Educación para la ciudadanía suelen ser Ciencias
Sociales, Historia, Geografía, Lenguas, y Formación Ética/Religiosa.

3) La Educación para la ciudadanía como una dimensión transversal del currículo: En todos los países,
este enfoque coexiste con uno o los dos enfoques anteriores. Según los currículos de los países, al
tratarse de una dimensión trasversal, todos los profesores deben contribuir a implementar la Educación
para la ciudadanía y los objetivos relacionados con ella.

LOS PAÍSES EUROPEOS COMPARTEN UNA VISIÓN COMÚN TANTO DEL CONTENIDO COMO
DE LOS OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

En los currículos de Educación para la ciudadanía de Europa subyacen cuatro categorías principales de
objetivos: 1) conseguir una formación política básica, 2) desarrollar el pensamiento crítico y la capacidad
de análisis, 3) desarrollar valores y actitudes; y 4) fomentar la participación activa en el centro y/o en la
comunidad. Los temas que se tratan con más frecuencia en los distintos países de Europa tienen que ver
con el conocimiento y comprensión del sistema socio-político del país, los derechos humanos y los
valores democráticos, así como la equidad y la justicia. No obstante, la Educación para la ciudadanía no
se centra exclusivamente en el contexto nacional, sino que la dimensión europea e internacional también
juegan un papel importante.

APRENDER HACIENDO SE CONVIERTE EN LA PREMISA DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

Aunque impartir el conocimiento necesario sobre educación para la ciudadanía al alumnado constituye
una base importante, la naturaleza de esta asignatura exige perseguir una serie de objetivos que es más
fácil alcanzar por medio de un aprendizaje práctico que a través de los métodos de enseñanza
tradicionales. Con este objetivo, todos los países han introducido alguna normativa a nivel central para
promover que el alumnado se implique en el gobierno de los centros educativos, permitiendo que tengan
voz en la gestión de su propio centro. Dicha implicación puede ir desde la elección de delegados de clase
al establecimiento de Consejos de Estudiantes y/o la representación del alumnado en el Consejo Escolar.
Aunque esto deberá ser objeto de investigación en el futuro, el informe sugiere que la normativa a nivel
central puede jugar un papel importante a la hora de fomentar prácticas democráticas reales dentro de los
centros escolares, tales como aumentar el grado de participación en las elecciones de delegados de clase
o para el Consejo de Estudiantes.

Normativa y recomendaciones oficiales para la elección de representantes del alumnado en los órganos de
gobierno de los centros (educación primaria y secundaria), 2010/11

En todas las etapas educativas

En Educación Secundaria

En Educación Secundaria Superior

Autonomía de los centros/


no existe normativa estatal

Datos no disponibles

Fuente: Eurydice.

Existe también otro tipo de iniciativas políticas sobre actividades prácticas, como los programas o
proyectos a nivel nacional que pretenden cultivar los valores y actitudes relacionadas con la ciudadanía
fuera del centro escolar. En Letonia, por ejemplo, uno de estos proyectos va dirigido a implicar al
alumnado de distintos grupos éticos y socio-económicos en actividades comunitarias comunes. Más de la
mitad de los países participantes han implementado al menos un programa o proyecto de este tipo desde
2007. No obstante, la desigual oferta de oportunidades entre unos y otros países para que el alumnado
pueda participar en actividades comunitarias, como señala el Estudio Internacional sobre Educación
Cívica y Ciudadana (ICCS – http://iccs.acer.edu.au/), sugiere que es necesario aumentar los esfuerzos
por desarrollar este tipo de iniciativas.

LA EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA SIGUE PLANTEANDO PROBLEMAS


En la mayoría de los casos, cuando la educación para la ciudadanía constituye una asignatura
independiente, las calificaciones en esta asignatura se tienen en cuenta a la hora de decidir si el alumno
promociona o no al curso siguiente. No obstante, puesto que la educación para la ciudadanía se basa en
gran medida en la práctica, en el estudio realizado en 2005 se detectó que era un reto importante
desarrollar métodos adecuados de evaluación que fueran más allá de la evaluación de los conocimientos
teóricos. El estudio actual, por su parte, revela que un tercio de los países ya tienen en cuenta la
participación en el centro o en las actividades en la comunidad a la hora de evaluar. Por ejemplo, en los
Países Bajos, el alumnado ha de realizar 30 horas de servicio comunitario para poder obtener su título de
Educación Secundaria Superior.

Directrices a nivel central para evaluar la participación activa del alumnado en el centro escolar o en la
comunidad (educación secundaria), 2010/11

Existen directrices a nivel central


para la evaluación de la participación activa
del alumnado
No existen directrices centrales
para la evaluación de la participación activa
del alumnado

Datos no disponibles

Fuente: Eurydice.

Además de para la evaluación del alumnado, la educación para la ciudadanía juega un papel cada vez
más importante en la evaluación del centro escolar o del sistema educativo en su conjunto. De hecho, 19
países incluyen cuestiones relacionadas con la ciudadanía en la normativa y/o recomendaciones para la
evaluación externa de los centros y 17 para la evaluación interna. Entre los ámbitos que se evalúan cabe
mencionar la cultura escolar, el equipo directivo, la relación con la comunidad y el proceso de enseñanza-
aprendizaje. La inclusión de la educación para ciudadanía entre los criterios utilizados para la supervisión
del sistema educativo se está convirtiendo en una práctica extendida en toda Europa. A lo largo de los
últimos diez años, alrededor de dos tercios de los países han desarrollado procesos nacionales de
evaluación (tales como proyectos de investigación, encuestas, etc.) de los procesos de enseñanza-
aprendizaje de la educación para la ciudadanía.

SON NECESARIOS MAYORES ESFUERZOS PARA PREPARAR AL PROFESORADO Y A LOS


DIRECTORES PARA SER LÍDERES CUALIFICADOS EN EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

Mejorar los conocimientos y destrezas del profesorado para enseñar la asignatura de Educación para la
ciudadanía continúa siendo un problema en Europa. Aunque, en general, la educación para la ciudadanía
forma parte de la formación inicial del profesorado de educación secundaria especializado en materias
como Historia y Geografía, tan sólo un país (Reino Unido [Inglaterra]) ofrece la oportunidad a los futuros
profesores de formarse como especialistas en educación para la ciudadanía. Es más, aunque muchos
países han reformado sus currículos durante estos últimos años, en muy pocos casos se han introducido
reformas de este tipo en la formación inicial o permanente del profesorado. Como positivo se puede
señalar, sin embargo, que en la mayoría de los países europeos se ofrece al profesorado formación
permanente sobre educación para la ciudadanía. Además, en toda Europa se han introducido otro tipo de
medidas de apoyo en este ámbito, como páginas web oficiales o manuales para el profesor.

Aparte del profesorado, los directores también juegan un papel esencial en la educación para la
ciudadanía, por ejemplo a la hora de promover una buena cultura escolar o la participación activa del
alumnado en la comunidad (escolar). En casi la mitad de los países europeos, existen programas de
formación de directores, algunos de ellos referidos explícitamente a cuestiones relacionadas con la
educación para la ciudadanía (p. ej., la educación en los derechos humanos). En la mayoría de los países
que ofrecen formación permanente para directores ésta aborda elementos relacionados con la educación
para la ciudadanía, como puede ser la cultura escolar. De todas formas, es necesario investigar más
sobre este tema para poder dar una idea más global de la situación actual.

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