JUNG MOSUNG

EL POBRE DESPUÉS DE LA TEOLOGíA

DE LA LIBERACiÓN

En Evangelii gaudium dice el Papa Francisco que vivimos en un mun-

do marcado por la exclusión, la desigualdad social y la glopalización
de la indiferencia frente a esos graves problemas sociales. El sitúa es-
tos problemas en el centro de la reflexión teológica y de la evangeli-
zación al afirmar que esa cultura es producto de la "idolatría del di-
nero", una nueva versión de la adoración del becerro de oro. Este ar-
tículo muestra cómo esa crítica teológica fue gestada dentro de la teo-
logía de la liberación, así como la importancia de la crítica teológica
de la economía para vivir una fe no idolátrica.

Concilium 361 (2015) 439-450

La expresión "después de la el que anunciamos el Evangelio, di-

TL" puede entenderse en dos sen-
tidos. El primero, los discursos
teológicos sobre el pobre después
o al final de la TL. El segundo, re-
flexionar sobre la relación entre po-
bre y teología/Iglesia a partir de lo
que dijo la TL. Es decir, la TL con-
siderada como una divisoria o bien
como un marco importante en la
discusión sobre el pobre, la pobre-
za y la teología/Iglesia. En este ar-
tículo se aborda el segundo senti-
do de "después de la TL" y se
presentan algunas contribuc iones
de la TL al discurso contemporá-
neo de la Iglesia sobre la pobreza,
particularmente en el documento
Evangelii gaudium.
La alegría del evangelio y la
idolatría
ce el Papa Francisco: Así como el
mandamiento "no matarás" pone
un límite claro para asegurar el va-
lor de la vida humana, de igual mo-
do también hoy tenemos que decir
"no a una economía de exclusión y
de la desigualdad social". Esta afir-
mación coloca en el centro de la
misión de la Iglesia el desafío de la
exclusión y de la desigualdad so-
cial, que es la comprensión de la
pobreza a partir de dos relaciones:
a) en la perspectiva de la inclusión-
exclusión del mercado, los pobre~
dejan de ser explotados para ser ex-
cluidos; b) en la perspectiva de la
totalidad de la sociedad, la pobreza
es vista dentro de la inmensa des-
igualdad social entre ricos y pobres.
Globalización de la indiferencia

Al hablar sobre el contexto en Tras la crítica económico-so-

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 introduce una pers-
ética.. y dice que
C:iCJlJeDi:r ei ideal egoísta del
lujoso que genera ex-
necesario desarrollar
~ioI:)3!1Z3 - ción de la indiferen-
- noción de esta global iza-
la indiferencia frente a los
- :,,,ros de tantos millones de
..",enlll ..
excluido no hace pregun-
i la humanidad ha perdido
capacidad de sentir compasión.
Los neurólogos nos dicen que la
cm.patía es una característica de la
especie humana, forma parte del
propio proceso de conocimiento y
de interacción social. Por consi-
guiente, la indiferencia actual es
una producción cultural que es ca-
paz de neutralizar el proceso bio-
lógico de la empatía, que nos lleva
a la compasión.
Esta fascinación por el consu-
mismo y la indiferencia ante el mal
y el sufrimiento ajeno parece exi-
gi r una explicación que llegue a
una dimensión más profunda del
ser humano y de la vida en socie-
dad. En este sentido, el Papa va
más allá de la explicación moral o
cultural y apunta a una dimensión
leolÓ~ica de este gran desafío so-
cial. El dice que esta cultura de la
indiferencia es el producto de la
- idolatría del dinero" y que "la
adoración del antiguo becerro de
oro enCuentra una nueva y cruel
versión en el fetichismo del dinero
y en la dictadura de una economía
sin rostro y sin un objetivo verda-
deramente humano".
El pobre después de la Teología de la liberación
No un mundo ateo sino un
mundo idólatra
De este modo, el desafío de la
pobreza, en la forma actu~l de e~­
clusión y desigualdad SOCial, d.eJa
de ser un capítulo de la doctnna
social y deviene una cuestión cen-
tral para la evangelización y la teo-
logía. No anunciamos a Dios ~ u,n
mundo ateo, sino a un mundo Ido-
latra que absolutiza el dinero y que
se inhibe de la indignación ética y
la voluntad política de combatir las
injusticias y las muertes de los dé-
biles. La teología tiene así la tarea
de desenmascarar el ídolo que sus-
tenta esa economía de exclusión y
la cultura de la indiferencia. Con
la noción de "idolatría del dinero",
el Papa nos invita a pensar en la
relación entre la idolatría y el feti-
che del dinero.
Esta forma de ver la relación
entre evangelización y desafío de
la pobreza, entre teología yecono-
mía, no es muy Común en el am-
biente teológico o eclesial. Soste-
nemos la hipótesis de que esta
perspectiva surge "a partir" de las
contribuciones de la teología de la
liberación o al menos está fuerte-
mente influida por ella.
Indignación ética y fe no
idolátrica
Desde su inicio, al final de los
sesenta comienzos de los seten-
ta, los Principales teólogos de la li-
beración insistieron en que la TL
;3;3
es un momento segundo. El mo- religiosos dominantes. La TL
mento primero es la práctica de li- comprende este hecho como la ex-
beración de los pobres, que surge periencia espiritual de ver el ros-
de la indignación ética ante la ma- tro de Jesús en el rostro de los po-
siva pobreza de América Latina. bres.
La indignación es, pues, el momen- Las luchas a favor de los po-
to "cero" que define la TL como bres que siguen a esa experiencia
una teología volcada a la transfor-
espiritual no tienen como objetivo
mación de las relaciones humanas
último la transformación socioe-
y sociales que generan esta indig-
conómica y política, sino la "afir-
nación.
mación de su dignidad humana y
La indignación forma parte de de su condición de hijos e hijas".
la condición humana. No reaccio- La transformación social es un me-
namos solamente al estímulo del dio para que todas las personas,
placer y el dolor, sino también ante incluidos los pobres, puedan vivir
lo que consideramos inmoral o con- una vida digna de su condición de
trario a los valores fundamentales seres humanos.
de la cultura en la que vivimos. An-
te situaciones quc consideramos Las personas que a partir de esa
normales no nos indignamos, si- experiencia se adentraron en la lu-
no que o bien somos indiferentes cha, percibían que existía una in-
o nos decantamos a su favor. congruencia entre sus experiencias
Aquello sobre lo que el Papa lla- de fe/lucha y las teologías que ha-
ma la atención es la indiferencia bían aprendido. Pues estas teolo-
del mundo en relación con la ex- gías trataban poco o casi nada es-
clusión y la desigualdad social. tos asuntos y, aún peor, algunas de
Los excluidos son considerados ellas presentaban esa realidad co-
como "no personas", por eso sus mo voluntad de Dios. Surgieron así
sufrimientos no son importantes. las cuestiones pertinentes sobre la
En esta visión del mundo, la in- relación entre la experiencia de la
dignación social surge cuando los fe en la lucha y los discursos reli-
excluidos irrumpen en la sociedad giosos y teológicos dominantes en
luchando por sus derechos. la Iglesia. Hugo Assmann afirma:
" ... frente a los problemas del mun-
Lo que genera el movimiento
do de hoy muchos escritos de teo-
que desembocará en la TL latino-
logía se reducen a cinismo".
americana es el sentimiento de in-
dignación ética de grupos de cris- En este sentido, una de las ca-
tianos frente a una realidad social racterísticas de la TL consiste en
que es indigna para los seres hu- afirmar que no es posible una teo-
manos, que niega la dignidad de logía de la liberación sino una li-
las personas pobres. Esta indigna- beración de la teología. La fe y las
ción ética emerge rompiendo con teologías cristianas que son indi-
los valores morales, culturales y ferentes al sufrimiento del herma-
34 Jung Mo Sung
 son sino idolatrías. Gustavo rían seguir el camino de la indus-
<>-ié:rrez dice a este respecto que trialización de los países ricos y,
teología, en cuanto a reflexión para esto, abrir las puertas del país
- - cumple una función libera- a las empresas multinacionales que
del hombre y de la comuni- los llevarían al camino del desa-
cristiana, evitándoles todo fe- rrollo. No habría conflicto de inte-
. mo e idolatría". reses.
Frente a esta teoría surgió en
Dependencia y liberación América Latina una corriente de
pensamiento conocida como "teo-
ría de la dependencia". Según ésta,
Una teología que pretende ser el camino del desarrollismo no re-
una reflexión crítica sobre el segui- solvería los problemas sociales y
miento de Jesús en las luchas por de pobreza de los países latinoa-
una vida digna de todas las perso- mericanos, porque éstos dependían
nas, afronta necesariamente las de los países que ocupaban el cen-
preguntas sobre las causas de esa tro del capitalismo internacional.
pobreza y por los caminos de su Existía un conflicto de intereses
superación. Se toma conciencia de
entre los paises periféricos y los del
que la filosofía ya no es suficiente
centro del capitalismo, y esa rela-
como auxiliar de la teología. Sin
una hipótesis sobre las causas de ción de dependencia y de explota-
ción no permitiría el desarrollo de
la pobreza masiva y de la indife-
los primeros, o sería un desarrollo
rencia de la sociedad y del Estado
económico dependiente con un
en relación con el sufrimiento de dualismo social, lo que, de hecho
los pobres, no es posible anunciar ocurrió, por ejemplo, en Brasil.
una buena noticia que sea históri-
camente contextualizada ni com- El camino propuesto por la teo-
prometerse en las luchas de trans- ría de la dependencia era el desa-
formación. rrollo autónomo, libre de las rela-
ciones de dependencia. Los
Por eso la TL comenzó a dia- teólogos de la liberación asumieron
logar con las ciencias sociales des- esta teoría de la dependencia, in-
de ~us comienzos. En esta época troduciendo otras categorías, como
la ideología dominante en los paí- la de las clases sociales, como el
ses latinoamericanos era el mito instrumento principal de análisis y
del desarrollismo. La pobreza era comprensión de la realidad social.
considerada como fruto del subde- Gustavo Gutiérrez dijo que la gran
sarrollo y el camino para superar- tarea de la época consistía en crear
la consistía en seguir el camino ya una sociedad cualitativamente dis-
trillado de los países ricos i ndus- tinta de la existente, basada en nue-
trializados. La historia se concebía vas relaciones de producción, que
en una perspectiva lineal: los paí- pusiera fin al sometimiento de los
ses pobres subdesarrollados debe- pobres, de las clases sociales y de
 los hombres entre sí. Por todo ello
"hablar de proceso de liberación
comienza a parecer más adecuado
y más rico de contenido humano".
En la medida en que la noción
de liberación está relacionada con
un análisis social, posee un "con-
tenido" concreto, reconociendo los
limites de las posibilidades histó-
ricas. Por eso el objetivo consiste
en construir nuevas relaciones de
producción, con todas las contra-
dicciones y límites que esto impli-
ca, para que todas las personas tu-
vieran garantizado el derecho a
tener una vida digna.
Paralelamente a esta noción
más concreta e histórica de libera-
ción, surgió en el interior de la TL
una noción de liberación "conce-
bida como superación de toda es-
clavitud" y "como vocación a ser
hombres nuevos, creadores ele un
mundo nuevo". Esta noción tan
a?~rcadora y abstracta de "supera-
ClOn de toda esclavitud" tenía la
ventaja de poder incluir en sí todas
las luchas y de atraer a más perso-
nas con esa "promesa"; pero tam-
bién tenía la desventaja de crear
~na expectativa imposible de rea-
lIzarse en el seno ele la historia hu-
mana y de no ser útil como crite-
rio de evaluación de los resultados
ele las luchas concretas.
Idolatría y el capitalismo
como religión
. A la lucha que surge de la in-
dIgnación ética, se le plantea una
36 Jung Mo Sung
tercera cuestión: ¿cómo es posible
que las sociedades capitalistas pue-
dan crecer y fascinar a sectores im-
portantes de la población al mismo
tiempo que conelenan a la exclusión
y la pobreza a tantas personas? Se
trata de una pregunta que va más
allá de la indiferencia de la teolo-
gía frente a la pobreza, puesto que
pregunta por la raíz profunda de la
indiferencia de la población en las
sociedades capitalistas.
Bugo Assmann intentó desen-
mascarar los mitos y los símbolos
religiosos que están debajo del ca-
pitalismo, para explicar esta fasci-
nación generada por el capitalismo,
a pesar de su carácter sacrificial
al condenar a millones de perso-
nas a la pobreza. Decía: "la elere-
cha logra jugar con los mitos po-
pular.es ?e raíz oculta. Puesto que
el fetIchIsmo es la esencia ele esta
religión materializaela ... que es el
capitalismo, no debe extrañarnos
que la derecha sea maestra en fe-
tichizar la realidad". Assmann ya
analizó, a comienzos de los seten-
ta, el capitalismo como una reli-
gión: "surgió la 'religión' más per-
fecta: el capitalismo. En él se
consuma la perversión religiosa,
porque la misma religión se con-
vierte totalmente en mercancía y
proelucto ele consumo". A partir
de este análisis teológico del ca-
pit~lis~?, Assmann prevé la glo-
ba]¡zaclOn elel fetichismo y ele la
indiferencia, y presenta un gran
d~~afío a I~ teología: "si la perfec-
clo.n de la lllversión religiosa ma-
tenallsta continúa, su destino in-
evitable es fetichizarlo toelo".

l'í::IticI:tiSJ1IlO es la inversión del
S;::1i:!l:>-<lOIetO: el ser humano pasa
- O del objeto producido
ser humano que se convier-
sujeto de relación. En el feti-
del dinero y de la mercancía,
calor" de las personas se mide
su capacidad de consumí r bie-
de lujo. De ahí la obsesión por
d consumismo y la acumulación
ilimÜada de riqueza, mientras que
los pobres son considerados como
DO personas.
En esta línea se publicó en
1980 La lucha de los dioses: los
ídolos de la opresión y la búsque-
da del Dios liberador. En él se di-
e que "más trágico que el ateísmo
e el problema de la fe y la espe-
ranza en los falsos dioses del sis-
tema. Todo sistema de opresión se
caracteriza precisamente por crear
dioses y generar ídolos sacraliza-
dores de la opresión y de la envi-
dia ... La búsqueda del Dios ver-
dadero en esta lucha de los dioses
nos lleva al discernimiento anti-
idolátrico de los falsos dioses .. .
Creemos que el problema de los
ídolos de la opresión y la búsque-
da del Dios liberador adquiere hoy
una dimensión tanto en la tarea
evangelizadora como en la tarea
política".
Los ídolos son dioses que exi-
gen sacri flcios de vidas humanas.
Por eso quien mata en nombre de
sus ídolos no tiene problemas de
conciencia. En 1989, Hugo
Assmann y Franz Hinkelammert
El pobre
publicaron otro libro fundamental:
La idolatría del mercado: ensayo
sobre economía y teología. En es-
te libro muestran que en las teorías
y los procesos económicos se pro-
duce una extraña metamorfosis de
los dioses. Y con el neoliberalismo
el libre mercado es elevado a la ca-
tegoría de absoluto y las leyes del
mercado se convierten en criterio
último para la organización de la
vida social y económica, y en el
fundamento de las exigencias de
sacrificios de la vida de los pobres
y de la indiferencia frente a la ex-
clusión y la desigualdad social. Es-
tos autores no reducen la teología
aciencia económica. Lo que hacen
es revelar la teología "endógena"
que mueve al capitalismo.
La TL y el Papa redefinen la
relación entre la modernidad y la
evangelización: la misión de la
Iglesia no es anunciar a Dios al
mundo que no cree ya en su exis-
tencia, sino anunciar al Dios de la
vida, que opta por los pobres para
mostrar la dignidad de todas las
personas, a un mundo marcado por
la idolatría del dinero. Y en esta
tarea creemos que la TL tiene mu-
cho que aportar.
C onclusión
Retomando la idea inicial de la
TL: el momento '·cero" es la indig-
nación ética y la experiencia espi-
ritual de encontrar en el rostro del
pobre el rostro de Jesús. Las luchas
sociales y las críticas teológicas a
la idolatría en la Iglesia y en el ca-
 pitalismo tienen com o objetivo úl-
timo la afirmación de la dignidad
de los pobres y excluidos y de sus
derechos a una vida digna.
En este camino, los pobres afir-
man su dignidad para sí mismos y
para la sociedad en las luchas por
una sociedad más justa y en la par-
ticipación de la vida com unit aria
en las iglesias que se abren a ellos.
Abr ir la Iglesia a los pobres, ser
una Iglesia de los pobres es testi-
moniar públicamente que Dios no
hace acepción de personas, es afir-
mar la dignidad de los pobres y vi-
vir una fe no idolátrica. y la afir-
mación pública de esta dignidad es
condición para que más personas
puedan indignarse y que sus sufri-
mientos cobren prioridad para to-
da la sociedad y se prod uzca más
voluntad y fuer za política con el
fin de llevar a cabo las transforma-
ciones necesarias.

Con dens ó: JOAQUIM PON S ZAN

OTT I

Ente ndem os los signos de los

tiemp os com o los ecos del Sopl
rrant e de Dios y subra yamo s la ido susu-
impo rtanc ia de su indagación y
to para que una Iglesia, renacida disce rnimi en-
de nuevo, pueda dar testim onio
cia del Espíritu, cump liend o hoy de la pote n-
con su misió n de anun ciar e insta
no de Dios , siend o ella misma urar el Rei-
«en la tierra el germ en y el princ
reino » [LG ipio de ese
5].

JAVIER VITOR IA, "Vientos de cambio. La Iglesia ante los

(Cris tianis me i Justicia, n. 17B)
signos de los tiempos"

38 lunp Mn Slmo