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América sin nombre, no 18 (2013) 136-148

DOI. 10.14198/AMESN2013.18.12
ISSN: 1577-3442 / eISSN: 1989-9831

Carmen Ruiz Barrionuevo


Carmen Ruiz Barrionuevo es Ca-
tedrática de Literatura Hispano-
americana en la Universidad de
Salamanca. Ha trabajado autores de
los siglos XIX y XX, modernismo
y poesía y prosa contemporánea.
Entre sus publicaciones se cuentan
El «Paradiso» de Lezama Lima
(1980); La mitificación poética de
Julio Herrera y Reissig (1991);
Rubén Darío (2002); Asedios a la
EDUCACIÓN, LIBROS Y LECTURA EN
escritura de José Lezama Lima,
(2008). También ha realizado edi-
ciones y trabajos críticos sobre los
EL SIGLO XVIII HISPANOAMERICANO
siglos XVIII y XIX, sobre todo CARMEN RUIZ BARRIONUEVO
acerca de la obra del mexicano José
Joaquín Fernández de Lizardi.
Universidad de Salamanca
barrionu@usal.es

1 RESUMEN
La base investigadora de este
trabajo procede de Carmen Ruiz
Barrionuevo (2011). Las diferencias educativas entre hombres y mujeres marcaron la enseñanza en el siglo XVIII
tanto en España como en América aunque, ya avanzado el siglo, se va a producir la entrada de
las nuevas teorías que socavarán el tradicionalismo y conmoverán las costumbres establecidas.
Se enumeran los autores europeos que más incidieron en este cambio, así como la reforma
educativa que se produjo tras la expulsión de los jesuitas en 1776 y que dio lugar a la reforma
de los sistemas pedagógicos vigentes. En la segunda parte se aborda la educación y las lecturas
de las mujeres en México. Fue muy lenta en comparación con los jóvenes, debido al freno en la
presencia de tratados pedagógicos ilustrados y a la escasa difusión de obras de lectura, que con
dificultad llegan a las mujeres, sometidas a una precaria educación en el seno del hogar.
Palabras clave: Pedagogía siglo XVIII, libros y lectura.

ABSTRACT

The educational differences between men and women marked the teaching in the 18th cen-
tury both in Spain and in America though, the century has already done, will occur the entrance
of new theories that would undermine the traditionalism and moved the established customs.
Listed European authors who most impacted in this change, as well as the educational reform
that occurred after the expulsion of the Jesuits in 1776, and which gave rise to the reform of
existing educational systems. The second part deals with education and the readings of women
in Mexico. It was very slow in comparison with young people, which contributes the brake in
the presence of illustrated educational treaties and the lack of diffusion of works of reading than
with difficulty reaches women, subjected to a precarious education in the family.
Keywords: pedagogy 18th century, books and reading.

Las diferencias educativas entre hombres educativo de niños y niñas, pues los prime-
y mujeres marcaron la enseñanza en el siglo ros podían acabar accediendo a la lengua del
XVIII tanto en España como en América1. conocimiento, el latín, instrumento que de
Mientras los varones podían asistir a centros manera ocasional podía utilizarse por parte de
de mayor o menor calidad que les preparaban las niñas. Por eso la mayor parte de los libros
para la vida social, las mujeres eran relegadas que empiezan a circular en este siglo, y que
a una educación que dependía del entorno fa- confirman el adelanto de las ciencias, están
miliar o de otras mujeres que, por lo general, destinados tan solo a la educación y la lectura
no habían recibido una educación reglamen- de los jóvenes y no de las mujeres.
Educación, libros y lectura en el
siglo XVIII hispanoamericano
tada. Al igual que en los siglos precedentes, A comienzos de siglo la enseñanza estaba
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO diferentes trayectorias marcaban el proceso encomendada a las órdenes religiosas, que

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establecieron en sus monasterios y conventos implicaba el aprendizaje de las len-


salas dedicadas a este menester en las que se guas francesa e italiana, geografía e
difundía el arte de escribir y de contar, funda- historia sagrada y profana (Luque,
mentos de la doctrina cristiana, las reglas de 1970, pp. 154-156). Con todo, las
aritmética y de gramática, así como preparaban lecturas recomendadas presentaban
a los niños para el estudio del latín. También una mezcla de títulos religiosos y
existía desde los siglos anteriores la iniciativa libros de ejemplaridad, fábulas de
privada y había maestros que impartían clases Samaniego, los catecismos del aba-
en casas particulares a grupos de estudiantes. te Fleury y del obispo de Soissons
Sabemos que en México en 1600 debió regla- (traducido por Mayans y Síscar,
mentarse esta situación mediante ordenanzas Valencia 1787), el de fray Luis de
del virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo, conde Granada, Las Reglas de la Buena
de Monterrey, mediante La Ordenanza de los Crianza civil y cristiana y las nor-
Maestros del Nobilísimo Arte de Leer, Escri- mas de la ortografía y gramática de
bir y Contar, que según Francisco Larroyo la Real Academia para los alumnos
constituye «la primera ley sobre educación de gramática (Luque, 1970, p. 155).
primaria en la Nueva España» (1982, p. 117), También en los colegios de los je-
pues se obligaba a los maestros a pasar el suitas se incorporaron las ciencias
correspondiente examen que demostrara su de la naturaleza, las disciplinas his-
capacidad. Pero esta desconfianza no existía tóricas y en torno a la literatura se
en los centros gestionados por las órdenes proscribió el Barroco con la entrada (Figura 1). La Ratio Studiorum o
religiosas, en los que se estudiaba la lengua, del Neoclasicismo. Por ello el material general Plan de estudios de los colegios
jesuíticos contiene la normativa
la composición escrita y la retórica con el fin puede ejemplificarse en la nómina siguiente, para la administración de las
de dominar la expresión oral. Agustinos y que continuaba la de siglos anteriores: escuelas en todo lo referente a
la educación de los jóvenes. Fue
jesuitas fueron órdenes que se ocuparon de la aprobado en la Quinta Congre-
enseñanza en México, los primeros fundaron Catecismos de Ripalda, Astete y Fleuri, catecismo gación General en 1599 y es-
el colegio de San Pablo en 1575, y los segun- de las Escuelas Pías de Madrid, Compendio de la tuvo vigente hasta su expulsión.

dos llegaron en 1572, para, dos años después, religión, El Amigo de los niños, El ayo de la juventud,
empezar a impartir la enseñanza a los jóvenes Ventajas de la sociedad fundadas en la religión cristia-
en el colegio de San Pedro y San Pablo. Los na, Ordinario de la santa misa por el P. Pouget, Moral
jesuitas establecieron tres cursos de gramática, de un filósofo cristiano, distribuidas en máximas de-
otro curso de humanidades y otro de retórica. ducidas de la Sagrada Escritura, gramática castellana,
Ello adquirió fuerza de ley a través de la Ratio ortografía castellana, fábulas de Iriarte y Samaniego
Studiorum (Figura 1) aprobada por la Orden y compendios acomodados a la niñez de gramática,
en 1599 e implantada en todos sus centros ortografía y caligrafía castellana, aritmética de los
(Rey Fajardo, 2005, pp. 39-63). mejores autores y cartillas en el método silabario
Como índice general, los libros educa- (Luque, 1970, p. 151).
tivos que se utilizaban en el siglo XVIII
continuaban siendo los de los siglos pre- En otros dominios americanos se pro-
cedentes, e incluso, como bien indica Elisa ducen también cambios paulatinos, así en el
Luque Alcaide para el caso mexicano, podían Nuevo Reino de Granada durante la primera
seguir observándose hasta un siglo después mitad del siglo la educación se impartía en
en algunas instituciones. Sin embargo, en un los conventos y en el hogar por parte de pre-
plan de enseñanza de 1790 para el colegio ceptores que acogían las familias principales.
San Juan de Letrán se apuntan novedades en La educación era por tanto «un fenómeno de
las que se aprecia el interés por la educación élites, y el número de alumnos era muy redu-
física, la salud y un trato más humano en la cido», y además los centros se encontraban
relación maestro y discípulo, con la propuesta ubicados en las ciudades y villas en las que
del abandono de los castigos corporales y la residían los españoles (A. Martínez Boom en
intención de que la escuela fuera un lugar de Delgado, 1993, p. 886). En la segunda parte
preparación para la integración social y un es- del siglo se planteará que la enseñanza no
tímulo para sus habilidades naturales; y en lo debe restringirse al ámbito familiar sino que
que atañe a la lectura se indica que en tiempo debía ser iniciativa y objeto público del Esta-
Educación, libros y lectura en el
vacacional, de agosto a octubre, se dedicará un do, con lo que se arrebata su poder a los ecle- siglo XVIII hispanoamericano
tiempo cada día a otro tipo de estudios, lo que siásticos, aunque los proyectos educativos no CARMEN RUIZ BARRIONUEVO

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prescindirán tampoco de la funda- del pasado. Feijoo estuvo muy presente con
mentación religiosa. Un proyecto sus críticas y teorías en los países de América.
de importancia en este ámbito fue Además en la primera parte del siglo eran
la fundación emprendida en 1766 conocidos importantes estudiosos franceses
por la santafereña Clemencia de de signo reformista, muy especialmente los
Caycedo y Vélez (1710-1779), que que estaban dentro de la ortodoxia, como
al casarse con Joaquín de Aróstegui François de Salignac de La Mothe, Fenelon
y Escoto puso en marcha la única (1651-1715), Claude Fleury (1640-1723) y
institución religioso-educativa de- Charles Rollin (1661-1741), así como, deri-
dicada a la enseñanza de las jóvenes vado del último, la obra del español Manuel
(Foz y Foz, 1997, pp. 147-166). Rosell (1735-1796), La educación conforme a
Se trata de la Compañía de María los principios de la educación cristiana, leyes
y Enseñanza que se establece en y costumbres de la nación española, Madrid,
Santafé en 1783. Una institución 1786 (Larroyo, 1982, p. 181). La obra de Fe-
que ya había abierto sus puertas nelon acerca de la educación de la mujer era
en México en 1754. A su vez en el conocida, probablemente, tanto en su edición
Río de la Plata el cabildo de Buenos francesa, De l’education des filles (1687), co-
Aires en 1722 plantea la educación mo en traducción española, y su influencia,
obligatoria para los niños en edad al igual que la de los otros dos citados, cubre
escolar y en el último cuarto de todo el siglo XVIII. Del mismo autor era
siglo les impone la necesidad de muy divulgado y valorado Aventures de Té-
costear las escuelas primarias; va- lémaque, fils d’Ulysse: ou suite du quatrième
rios colegios se abrirán en la última livre de l’Odyssée d’Homère (1699) de la que
década del siglo, con lo que los circulan ejemplares en idioma original, pero
(Figura 2). Charles Rollin, De la libros alcanzaron relieve también. también traducciones al español, Aventuras
manière d’ enseigner et d’ étu- El primer texto de lectura escrito en el país se de Telémaco hijo de Ulysses: continuación
dier les belles lettres par rapport
a l’esprit et au cœur (1726-
atribuye a fray José Antonio de San Alberto, del libro IV de la Odyssea de Homero por el
1728) en cuatro volúmenes fue Instrucciones para los niños, así como el pri- señor Arzobispo de Cambray, 2 vols, cuya
traducido al español con el título mer catecismo de educación cívica (Madrid, primera edición encontrada en México, sin
de Modo de enseñar y estudiar
las bellas letras para ilustrar Imprenta Real, 1783) en el que se proclamaba lugar de imprenta, data de 1716. También
el entendimiento y rectificar el el absolutismo (Biagini en Delgado 1993, pp. en francés y en español eran conocidas otras
corazón, Madrid, 1755.
900-901; Gato Castaño, 1990). Sin embargo, obras suyas que tenían que ver con la edu-
Manuel Belgrano, ya influido por Jovellanos cación, Diálogos de los muertos antiguos y
y Campomanes, «en su Memoria de 1796, modernos, obra que añade «algunas fábulas
aseguraba que la educación es el principio selectas para la educación de príncipes, y
de donde resultan los bienes y los males de caballeros» (Madrid, 1759). De Fleury se
la sociedad» y se ocupaba de la enseñanza manejaban, aparte de multitud de catecismos,
mercantil, agrícola, rural y también de la de muy posiblemente su Tratado de la elección y
las mujeres (Biagini en Delgado 1993, p. 903). método de los estudios, que fue traducido al
De modo general, ya avanzado el siglo español por Manuel de Villegas y Piñatelli en
XVIII se va a producir la entrada de las 1717. En cambio, de Rollin, al igual que en la
nuevas teorías que tenderán a socavar el tra- Península, son muchas las obras que circula-
dicionalismo y a conmover las costumbres ban, sobre todo su tratado De la manière d’
establecidas. El escritor que encarna esta enseigner et d’étudier les belles lettres par ra-
inquietud renovadora de modo más general pport a l’esprit et au cœur (Figura 2), del que al
y representativo es fray Benito Jerónimo menos se difundió la edición de París de 1741-
Feijoo (1676-1764) que, con el Teatro Crítico 1748 en cuatro volúmenes. El mismo tratado,
Universal y Discursos varios en todo género de traducido al español, da cuenta en su amplia
materias para desengaño de errores comunes presencia del interés de los lectores: Modo
(1726-1739), atacó el principio de autoridad, de enseñar y estudiar las bellas letras para
aunque salvara el principio divino, esto es, ilustrar el entendimiento y rectificar el cora-
que en las materias no teológicas, y por tanto, zón, traducido por María Cathalina de Caso
en todo conocimiento humano, las soluciones (Madrid, 1755, en 4 vols). Otro pedagogo
Educación, libros y lectura en el
siglo XVIII hispanoamericano debían contemplarse a la luz de la razón y no conocido y que entraba dentro de estas pau-
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO por los argumentos ofrecidos por autoridades tas fue François de La Mothe Le Vayer, cuya

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enciclopedia aparecida bajo el nombre de M. Ignacio de Luzán (1702-1754), que, habiendo 2


Jefferson R. Spell (1971, pp.
de Chevigny: La science des personnes de la leído a John Locke, da a conocer las teorías 71-81) ha demostrado en
cour, de l’épée et de la robe (Paris 1706), fue pedagógicas francesas, las difunde y ofrece «Rousseau’s 1750 Discours in
Spain and Mexico» que en esta
traducida al español con el título de Ciencia algunos consejos para la enseñanza en España. fecha, 1763, se publica en Pue-
para las personas de corte, espada y toga: enri- En otros lugares de América la política bla la Oración vindicativa del ho-
nor de las letras de Cristóbal Ma-
quecida a más de las adiciones con los tratados reformista produjo cambios en la educación riano Coriche que comenta con
de la física, y retórica dividida en seis tomos, superior, al igual que sucedió en España, así la apasionamiento la opinión del
a través del idioma italiano, como consta en creación de un virreinato en Nueva Granada ginebrino en su Discurso acerca
de que la cultura y la ciencia se
el título, por el Dr. J. B.C.S, que se identifica supuso un «fuerte impulso para la ilustración oponen a la virtud, aspecto que
con Juan Bautista Company y Soler (1699-¿) neogranadina que, con su estímulo y apoyo había comentado también Feijoo
en la década precedente a poco
y cuya primera edición apareció en Valencia, entró en contacto con la ciencia, el pensa- de su aparición en 1751.
Imprenta de Antonio Balle, 1729-[1736], en miento y la cultura de la Europa moderna»,
seis volúmenes. Se ��������������������������
tuvo acceso a otros au- tal y como ha estudiado Pilar Foz. Así, José
tores menos famosos como el controvertido Celestino Mutis argumenta que «en 1762, al
Eustache Lenoble, Baron de Saint-Georges y inaugurar el curso de matemáticas en el cole-
de Tenneliere, (1643-1711) con su obra L’école gio del Rosario, exhortaba a los discípulos a
du monde, ou, Instruction d’un père a un fils: dejar los estudios tradicionales y a emprender
touchant la manière dont il faut vivre dans le el de las ciencias, matemáticas y física, el ca-
monde (Ámsterdam, 1739) en seis volúmenes. mino seguido por los sabios ‘que mira hoy
Sin embargo, andando el siglo, la verdadera con singular respeto toda la Europa’». Ello
renovación de la enseñanza y el afianzamiento indica que «la reforma educativa se inició
de la pedagogía quedarán marcadas, además con la crítica de los programas y métodos
de por la persistencia de la obra de Fenelon, de enseñanza vigentes y con la manifiesta
por la difusión de la obra en español de voluntad de incorporar las ciencias útiles, de
Charles Rollin desde mediados de siglo y el crear nuevas cátedras en las universidades y de
Algunos pensamientos acerca de la Educación fomentar la enseñanza primaria» (Foz, 1997,
(1690) de John Locke. A ellos se añade el au- p. 37). Por su parte en la zona de Venezuela se
tor que revolucionará la pedagogía en el siglo puede comprobar cómo a fines del siglo existe
XVIII, Jean Jacques Rousseau (1712-1778), un gran interés por el pensamiento ilustrado,
cuya obra era conocida en México hacia 17632 aunque la educación estaba dominada por las
de manera fragmentaria, aunque es muy po- instituciones religiosas y el mismo ambiente
sible que sus célebres tratados circularan en social propiciaba la insistencia en las obliga-
francés en fechas tempranas y fueran leídos ciones del cristiano que se fijaban con inde-
por algunos de los estudiosos del siglo. Varias leble impronta en la niñez. No obstante, las
de sus obras fundamentales se encontraban nuevas ideas de que la educación redunda en
en francés y, dada la polémica que suscitó el la búsqueda de la felicidad y de la prosperidad
autor, no fue transparente su difusión en el económica de las naciones -con lo que tiene
siglo XVIII en los dominios españoles: La una gran importancia social- eran conceptos
nouvelle Héloïse, ou, Lettres de deux amans: manejados por los ilustrados venezolanos a
habitants d’une petite ville au pied des Alpes fines del siglo XVIII, por lo que la minoría
(1780), Pièces diverses (1782) y mucho menos ilustrada «se preocupaba por los mismos
del Contrato social y el Emilio (1762) que, problemas y hacía las mismas críticas a la
como en los casos precedentes, tardaron va- realidad social, así como las mismas propo-
rias décadas en ser vertidos al español. Sin em- siciones de reforma, que la minoría ilustrada
bargo la impresión que produce es que estos de la Península y del resto de las Colonias»
libros están ocultos pero presentes en el siglo (Andrés-Lasheras, 1997, p. 47). Los criollos
XVIII, por lo que no se puede negar su lectura venezolanos habían leído a Rollin y a otros il-
e influencia. Un caso parecido puede ser el de ustrados españoles y sus ideas son volcadas en
John Locke (1632-1704), cuyo tratado apa- documentos de la época, «testimonios que en-
rece en traducción francesa De l’éducation des contramos no en amplios tratados sino en for-
enfants, a su vez traducido del inglés por M. ma de principios de consenso, expresados en
Coste, (Paris, 1747, 2 vols), una de las varias los considerandos para la toma de decisiones
traducciones francesas del original inglés que sobre la educación en los organismos político-
Educación, libros y lectura en el
data de 1693. En todo caso este autor pudo administrativos, principalmente el Ayunta- siglo XVIII hispanoamericano
ser difundido también a través de la lectura de miento» (Andrés-Lasheras, 1997, p. 34). El CARMEN RUIZ BARRIONUEVO

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mismo autor enfatiza cómo dicionalismo de la orden, y de la educación


se leían con avidez libros de en general, es el libro del portugués Juan
temas pedagógicos, como bien Antonio de Verney (1713-1792), apodado el
se refleja en los textos de Si- «Barbadiño», Verdadero método de estudiar
món Rodríguez (1771?-1854) para ser útil a la República y a la Iglesia, pro-
Reflexiones sobre los defectos porcionado al estilo y necesidad de Portugal,
que vician la Escuela de Pri- traducido al castellano por D. José Maymó y
meras Letras de Caracas y Ribes, (Madrid, 1760, 4 vols.), (Figura 3) que
medios de lograr su Reforma había aparecido por primera vez en portugués
por un nuevo establecimien- en 1746. Su autor, antiescolástico y antijesui-
to. No hay que olvidar que, ta, entró en contacto en Italia con los más
tanto Juan Bautista Picornell significados hombres de la ilustración italiana
(1759-1825), implicado en la como es el caso de Ludovico Antonio Mura-
conspiración de San Blas y tori (1672-1750), y como resultado escribe un
de La Guaira, como Simón tratado en el que fustiga a las universidades
Rodríguez y Miguel José Sanz de la Península. Por esta razón los ilustrados
(1756-1814) se hacen eco de españoles lo esgrimieron como importante
las nuevas doctrinas, demos- instrumento de su política y se desencadenó
trando que su pensamiento es- una significativa polémica en la que se fueron
tá en la línea de los ilustrados enlazando respuestas varias. Así el traductor,
(Figura 3). Juan Antonio de españoles como Campomanes José Maymó y Ribes (1712-1775), tras años de
Verney, el Barbadiño, autor de y Jovellanos y otros autores europeos, con ci- prohibición de su traducción por la censura,
Verdadero método de estudiar
para ser útil a la República y a la
tas alusivas. Es el caso de Picornell, que en su pudo publicar en 1758 un libro titulado De-
Iglesia, proporcionado al estilo y obra Discurso teórico práctico sobre la educa- fensa de Barbadiño en obsequio de la verdad
necesidad de Portugal, traducido ción de la infancia cita a Rousseau al menos en (Madrid, 1758). Y en ese mismo año vertió al
al castellano por D. José Maymó
y Ribes (Madrid, 1760, 4 vols.). cuatro oportunidades como «un moderno», español, continuando la controversia, el libro
«un anónimo francés» (Andrés-Lasheras, del también portugués Joseph de Seabra da
1997, p. 49). Otro ejemplo significativo son Sylva, Deducción cronológica y analítica en
los testimonios de cómo existe un interés por que por la sucesiva serie de cada uno de los
establecer la escuela pública controlada por reinados de la monarquía portuguesa... se ma-
el Estado, cosa que se comprueba al exponer nifiestan los horrorosos estragos que hizo en
Simón Rodríguez el costoso Plan de Escuelas Portugal y en todos sus dominios la Compañía
en 1795: «las Rentas Públicas apenas pueden llamada de Jesús (Madrid, 1768, 3 vols.).
tener mejor inversión que la que se dirige a la Las respuestas de la Compañía no se hicie-
pública educación, enseñanza e instrucción de ron esperar y varios jesuitas escribieron libros
la juventud» (Andrés-Lasheras, 1997, p. 38). que terciaban en la polémica, así José de Arau-
Es destacable que uno de los temas que preo- jo (1681-1759) publica en portugués Reflexo-
cupó a Simón Rodríguez fue el de la calidad ens apologeticas a obra intitulada Verdadeiro
de los libros de lectura, porque los maestros, metodo de estudar: dirigida a persuadir hum
condicionados por el ambiente y las familias novo metodo para em Portugal se ensinarem e
«ponen en las manos de los niños únicamente aprenderem as sciencias (Valensa, 1748). Pero
libros de meditaciones o discursos espirituales es el padre Isla con su Historia del famoso
porque se cree generalmente que estos son los predicador Fray Gerundio de Campazas, alias
libros que se necesitan en las escuelas» (An- Zotes y Antonio Codorniu (1699-1770), pro-
drés-Lasheras, 1997 pp. 44-45). Con lo que fesor del Colegio de Barcelona, los que tuvie-
se puede apreciar que sus preocupaciones no ron una mayor repercusión en los dominios
eran muy diferentes de las de los ilustrados españoles, saliendo en defensa de los ataques
españoles. que en el libro se hacían contra ellos. Codor-
Factor de gran importancia es que a me- niu con Desagravio de los autores y facultades
diados de siglo entra en crisis la pedagogía de que ofende el Barbadiño en su obra Verdadero
los jesuitas, la orden educadora por antono- método de estudiar (Barcelona, 1764) Pero
masia en las primeras décadas del siglo hasta la obra de Verney tuvo mayor ascendencia
su expulsión de Portugal en 1759 y de los tras la expulsión de los jesuitas, pues revisaba
Educación, libros y lectura en el
siglo XVIII hispanoamericano dominios españoles en 1767. Una expresión todos los estudios y señalaba los vicios más
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO clara de este estado de opinión contra el tra- destacados, con lo que «supuso indudable-

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mente en España un paso firme adelante en como demuestra Lázaro Carreter (1949, p.
la preparación del ambiente que impondría la 143). Por esta razón, si el latín sigue siendo a
necesidad de las reformas» (Álvarez de Mora- lo largo del siglo XVIII la lengua escolástica,
les, 1985, p. 43), y muy significativamente en la lengua de las universidades, el español va
Portugal como consecuencia del ascendiente cobrando progresiva fuerza como lengua de
que su autor tenía sobre el Marqués de Pom- la enseñanza. Y junto a ello la necesidad de
bal, a quien conoció en Italia y que llevaría a reforma de los planes de estudio. En 1766 Ma-
cabo las reformas universitarias en este país a yans había recibido el encargo de renovar los
su llegada al poder. estudios en España y el resultado es Idea del
La primera medida para reformar los es- nuevo método que se puede practicar en la en-
tudios fue la expulsión de los jesuitas, a los señanza de las universidades en España y un
que se acusaba del estancamiento y la deca- año después Antonio Tavira, por encargo de
dencia de las letras humanas, y tras ello, hacia Campomanes presenta su Plan para la refor-
1770, se impulsa en España un movimiento ma de la Universidad de Salamanca (julio de
pedagógico importante fundamentado en el 1767), pero como dice Françoise Etienvre, «la
conocimiento de los autores franceses a la vez Real Cédula firmada por Campomanes el 22
que se recuperan autores y tratados de los de enero de 1786, con su intento de extender
siglos precedentes, lo que da muestra de una a todas las universidades el sistema salmantino
mayor inquietud por el método de aprendi- de exámenes previos, no hizo sino reafirmar
zaje y enseñanza. A este espíritu responde la la voluntad de conservar una base humanística
recuperación de Luis Vives (1492-1540) y su a la enseñanza superior» (1990, p. 167). Ello
tratado La instrucción de la mujer cristiana respondía al enorme deterioro de la enseñan-
o la curiosa obra de Francisco Gutiérrez de za, pues, como refuerza Gregorio Weinberg,
los Ríos, El hombre práctico o Discursos va- incluso «en las universidades otrora presti-
rios sobre su conocimiento y enseñanza, cuya
giosas no se diferenciaba entre astronomía y
tercera edición aparece en Madrid en 1779.
astrología, o entre química y alquimia, mien-
Esta obra de Gutiérrez de los Ríos, Conde de
tras que la física se enseñaba como parte de la
Fernán Núñez, que ha sido considerada como
filosofía escolástica» (1988, p. 35).
un manual de educación perteneciente a los
En esta revisión de la cultura y de la edu-
novadores o autores puente entre el Barroco
cación hay que recordar estudios e informes
y los ilustrados, data en su primera edición
que ejercieron enorme influencia en España y
de Bruselas de 1686. Todo se fortalece con el
en América, tales son los títulos del Conde de
conocimiento de las ideas de Rousseau y de
Campomanes (1723-1802), Gaspar Melchor
la Enciclopedia (1851-1782), que empiezan a
de Jovellanos (1744-1811) y Francisco de
difundirse bajo el reinado de Carlos III (1759-
1788) y de manera más general a fines de siglo. Cabarrús (1752-1810) en apoyo de un sistema
En estas últimas décadas del siglo, la pre- nacional de educación. Las reformas sugeridas
ocupación por la reforma de la enseñanza se se centraban en torno a una política educativa
materializa en obras e informes de prestigio- y cultural que, de llevarse a cabo, modificaría
sos ilustrados, como Mayans y Síscar, que al hábitos y valores, lo que permitiría asimi-
año siguiente de haber sido expulsados los lar las innovaciones de los nuevos tiempos
jesuitas, en 1768, publicó su Gramática latina (Gregorio Weinberg, 1995, p. 85), pues los
con la pretensión de sustituir el tradicional ilustrados no confiaban en la Iglesia para lle-
Arte de Nebrija. Mayans rechazaba los siste- var a cabo su programa y el único promotor
mas pedagógicos vigentes y la costumbre de había de ser el Estado, tanto en España como
enseñar la gramática en latín, proponiendo en América:
la sustitución por el español con el fin de
que los jóvenes emplearan su tiempo en ac- En el caso de las colonias [...], los representantes del
tividades de mayor utilidad. Por eso en 1768 iluminismo actuaron a partir del apoyo prestado
publicaba su Idea de la gramática de la lengua por la Corona, que facilitaba el acceso a puestos de
latina (Valencia, 1768), pero no fue sino en relativo poder en el aparato político de la adminis-
1774 cuando el Consejo dejó libertad a las tración colonial y confiaron en su respaldo para el
universidades para explicar la gramática de desarrollo de las iniciativas. Pero a poco de iniciado
Educación, libros y lectura en el
Mayans, aunque la disposición no debió ser este proceso, el estallido de la Revolución Francesa y siglo XVIII hispanoamericano
muy bien acogida en determinados medios, sus consecuencias sobre la monarquía como sistema, CARMEN RUIZ BARRIONUEVO

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produjo un retroceso importante en los impulsos re- (Madrid, 1787). Si este tratado incidía en la
novadores de los Borbones. Este reflejo trajo apareja- parte física, de modo más exclusivo lo hacía
do el rechazo de numerosas iniciativas originadas en el de Joseph Raulin (1708-1784), Tratado de
los medios ilustrados de las colonias [...], entre ellas las enfermedades de las mujeres paridas: con
las vinculadas a la educación. Pero evidentemente la el método de curarlas traducido al castellano
consecuencia más seria de esta reacción del espíritu por el Lic. D. Felipe López Somoes (Madrid,
borbónico, por llamarlo de alguna manera, fue hacer 1783). A él hay que añadir uno de los más im-
perder a los ‘ilustrados’ las esperanzas puestas en la portantes tratados que adaptaba a la religión
Corona española como factor de cambio. Esta alter- cristiana las teorías rousonianas, L’école des
nativa volcó a dichos sectores a favor de la propuesta mœurs, ou, Réflexions morales et historiques
emancipadora (Weinberg, 1995, p. 86). sur les maximes de la sagesse de Jean Bap-
tiste Blanchard, (1731-1797), (Lyon, 1784) y
Sin embargo estos esfuerzos no significa- la temprana traducción española Escuela de
ron avances efectivos ya que incluso en los costumbres, o, Reflexiones morales e históricas
países de Europa los progresos en materia sobre las máximas de la sabiduría: obra útil
educativa y estudios primarios datan del si- a los jóvenes y a toda clase de personas para
glo XIX. En todo caso, obras de los autores conducirse en el mundo, lo que vuelve a dar
reformistas españoles se pueden rastrear en muestras de la necesidad que se tenía por este
los países de América, es el caso de los varios tipo de tratados.
volúmenes de Campomanes presentes en sus Los libros eran bienes apreciados en esta
bibliotecas, como Discurso sobre el fomento época, sabemos que la biblioteca de la Univer-
de la industria popular (Madrid, 1754), Dis- sidad de México contaba en 1784 con 20.000
curso sobre la educación popular de los artesa- volúmenes, pero la selección de lecturas para
nos, y su fomento (Madrid, 1775) o Apéndice los estudiantes todavía adolecía de los recuer-
a la Educación popular (Madrid, 1775-1777).
dos del pasado. En materias como la teología
Las varias ediciones de la obra de Cabarrús,
se leían y comentaban los cuatro libros de las
Cartas del conde de Cabarrús al señor D.
Sentencias de Pedro Lombardo, en derecho
Gaspar de Jovellanos, sobre los obstáculos que
se seguían las Decretales y los Libros de Ins-
la naturaleza, la opinión y las leyes oponen a
tituta, en filosofía se seguía a Aristóteles y las
la felicidad pública, publicado por primera
versiones tomistas, sin embargo en el último
vez en 1783, y también de Jovellanos, Informe
tercio del siglo XVIII la Universidad recibió
de la sociedad económica de esta corte al real
los Elementa Recentioris Philosophiae (1774)
y supremo consejo de Castilla en el expediente
de Juan Benito Díaz de Gamarra, obra en que
de ley agraria, extendido por su individuo de
este criollo mexicano introducía por primera
numero el Sr. D. Gaspar Melchor de Jove-
llanos a nombre de la junta encargada de su vez en su país los métodos modernos aunque
formación y con arreglo a sus opiniones (Ma- con un eclecticismo respetuoso con los princi-
drid, 1795). A ello se añade el Proyecto sobre pios tradicionales. En medicina se usaban los
la educación pública traducido del original textos de Herman Boerhaave, Juan Gortes y
francés De l’éducation publique (Ámsterdam, otros (Luque, 1970, pp- 65-67).
1763) por Jaime de Abreu (Madrid, 1767), en Al mismo tiempo que este entusiasmo
el que se realiza un alegato a favor de la edu- por la educación, se incrementa el paso de
cación promovida por el Estado. libros hacia los países de América que, en el
También podemos encontrar algunos de caso de Venezuela, es realmente importante,
los tratados de educación más famosos de como ha destacado Ildefonso Leal, pues para
todo el siglo y de parte del siguiente, pues el periodo de 1700 a 1767 en los navíos de la
aportaban novedades en el tratamiento de Compañía Guipuzcoana llegarán abundan-
la infancia, el de Jacques Ballexserd (1726- tes cargamentos de libros no obstante las
1774), Crianza física de los niños desde su prohibiciones de la Corona. El 65% de los
nacimiento hasta la pubertad, y método el libros versan sobre temas religiosos y el resto
más seguro de robustecer la especie humana responden a variadas disciplinas en las que
contra los insultos de las enfermedades, di- aparece el pensamiento ilustrado (Leal, 1979,
sertación que ganó el premio de la Sociedad pp. 69-96). Autores como Benito J. Feijoo
Educación, libros y lectura en el
siglo XVIII hispanoamericano holandesa de las Ciencias año 1762, puesta llegaron a mitad de siglo a tierras venezola-
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO en castellano por D. Patricio de España, nas, un poco después se leyó Fray Gerundio

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del Padre Isla, así como el Compendio de la Muchos libros franceses están presentes en
Historia de España (Lyon, 1731) del padre estas bibliotecas, como el Espíritu de las Leyes
Duchesne que tradujo el mismo Isla en 1754 de Montesquieu (1748), que llega a Caracas en
y que Leal indica que fue el compendio más 1752, aunque había sido motejada de herética,
usado en las escuelas. Lo mismo puede decir- por intermedio del Obispo Manuel Machado
se de Diego de Torres Villarroel, cuyos libros y Luna, y que se prohibirá cuatro años des-
circularon por Venezuela en todo el siglo, pués. Voltaire fue conocido por los lectores
muy especialmente sus Pronósticos y la obra venezolanos desde el año 1766 al llegar al
Visiones y visitas de Torres con don Francisco puerto de La Guaira su Historia de Carlos
de Quevedo. Prueba de que también había XII, Rey de Suecia (1731). Voltaire había sido
calado el interés por la reforma lo revela la prohibido por la Inquisición en 1762. Otros
presencia del libro de Verney, Verdadero libros, algunos de ellos prohibidos, que cir-
método de estudiar, que se conoció en Ve- cularon en la zona la primera mitad del siglo,
nezuela en fecha bastante temprana, pues
aparece en el inventario de los bienes del rico son aquellos que trataban sobre la literatura teoló-
hacendado caraqueño Lorenzo Antonio de gica y el derecho eclesiástico, como son las obras
Ponte y Villegas en el año 1762. Al mismo de Fleury (Discursos sobre la Historia Eclesiástica
tiempo se documenta que Baltasar de los e Instituciones del derecho eclesiástico), la de Don
Reyes Marrero, introductor de la filosofía Calmet (Historia del Antiguo y Nuevo Testamento y
moderna en la Universidad de Caracas, con- Comentarios sobre la Biblia) y el libro del padre Isaac
fesaba en 1790 haberse inspirado en Verney Berruyer, Historia del pueblo de Dios, cuya primera y
para la reforma de los estudios en sus aulas segunda parte fue condenada por el papado en 1734 y
(Leal, 1979, pp. 96-100). 1775 (Leal, 1979, p. 83).
En otro ámbito de lectura los criollos
venezolanos leyeron cantidad de libros como Muchos otros títulos relacionados con la
el Tratado de la Regalía de la Amortización ciencia circulaban en tierras venezolanas, de
(Madrid, 1765), donde se plantea la riqueza física y ciencias de la naturaleza como Spec-
de la Iglesia por los bienes de manos muertas. tacle de la nature de Noel Antoine Pluche,
Este tratado que se leyó en Venezuela desde el año 1765
en traducción al español, Espectáculo de la
se hizo presente en Venezuela con una velocidad naturaleza, o conversaciones acerca de las
asombrosa, pues un año después de haber sido particularidades de la historia natural. Y Essai
editado en Madrid en 1766, llegó un ejemplar en el sur l’electricité del abate Jean Nolet, traducido
navío «Santa Ana» de la compañía Guipuzcoana, que en 1747 (Leal, 1979, pp. 85-86). Además son
cubría la ruta entre Cádiz y el puerto de La Guaira cuantiosos los libros de matemáticas, geome-
(Leal, 1979, pp. 96-100). tría, astronomía, náutica, geometría, medici-
na, filosofía, historia, derecho y literatura.
También los criollos venezolanos ana-
lizaron los problemas de la economía y el La educación y las lecturas de las mujeres
comercio en Teórica y Práctica de Comercio y en México
de Marina (Madrid, 1724) de don Jerónimo de
Ustáriz, donde se señalan las causas del atraso Como se ha notado, se mantenían las
industrial y comercial. También en el libro de diferencias educativas entre niños y niñas
Francisco Solano Luque, Idioma de la Natu- heredadas de los siglos precedentes. Como
raleza (1768), pudieron leer que «en materias máximo, la educación de las jóvenes llegaba
naturales y físicas, como lo es la medicina, es hasta los doce años, pues se consideraba poco
libre el entendimiento para abrazar aquella honesto que la joven saliera fuera de casa. Si-
sentencia que fuere más o menos conforme guiendo similares pautas, una minoría de crio-
a la razón» y «los libros de Martín Martínez, llas recibía una educación formal en lectura y
Anatomía completa del hombre y Medicina escritura, y las más privilegiadas, entre las que
Scéptica, llegados a Venezuela en 1756, insis- se encontraban las que entraban en los monas-
ten también en recomendar la experimenta- terios, aprendían latín y música. Las llamadas
ción, la observación y la disección de cadáve- «amigas», escuelas privadas de mujeres que
Educación, libros y lectura en el
res para así combatir el supersticioso respeto a enseñaban las primeras letras, eran de menor siglo XVIII hispanoamericano
los antiguos» (Leal, 1979, pp. 81- 87). nivel educativo, y en ellas se aprendía el ca- CARMEN RUIZ BARRIONUEVO

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tecismo, la lectura y las labores patrocinadas por confraternidades o seglares,


del hogar. A mediados de siglo hasta acabar a finales de siglo con la aparición
se comenzó a aceptar la capaci- de escuelas públicas con recursos municipales
dad intelectual de las mujeres, o sociedades patrióticas alentadas por la ilus-
lo que incidió en la reducción tración europea, hecho que tampoco cambió
del analfabetismo, aunque sólo a el patrón de total sumisión dentro de la fami-
fines del siglo XVIII las escuelas lia. Y sin embargo, a pesar de la marginación
públicas y privadas empiezan a evidente, la educación de las mujeres es un
abrirse a todas las niñas de cual- tema importante del siglo, cuya discusión
quier clase social. irá en crecimiento a medida que avancen los
Con todo, existieron en este años, aunque las jóvenes seguirían recibiendo
siglo importantes instituciones una similar instrucción religiosa y las labores
renovadoras como en el caso propias del hogar, frente a los conocimientos
mexicano el Colegio de San Ig- que el devenir del siglo iba proporcionando a
nacio o de las Vizcaínas, de ini- los varones. Las décadas finales abren una leve
ciativa privada, creado por bula perspectiva de mejora. Y en efecto fue decisi-
pontificia en 1766 y en el mismo vo el impulso que propició la Real Cédula del
año por real cédula de Carlos III. 11 de mayo de 1783, que ordenaba el estable-
En él se manejaban cimiento de escuelas gratuitas de niñas en los
(Figura 4). Arte nueva de escribir barrios de Madrid para «fomentar ‘la buena
inventada por el insigne Pedro Los principios y oraciones de la doctrina, ‘cartilla’ educación de las jóvenes en los rudimentos
Díaz Morante e ilustrada con
muestras nuevas y varios discur- de la lengua castellana, leer por el Catón, Catecismo de la Fe Católica, en las reglas del bien obrar,
sos conducentes al verdadero de Ripalda, y, terminado éste pasaban a estudiar el en el ejercicio de las virtudes y en las labores
magisterio de primeras letras por
D. Francisco Xavier de Santiago Belarmino y el Fleury, ejercitándose en la lectura propias de su sexo» (Luque Alcaide, con in-
Palomares, individuo de la Real de libros y también en letra escrita a mano. Se les formación procedente de los documentos del
Sociedad Bascongada de los
Amigos del País. En Madrid, en
enseñaba a coser en lienzo, labrar y bordar y hacer conde de Floridablanca presentados a Carlos
la imprenta de D. Antonio de ‘cuanto conduzca a una buena y perfecta educación III con los hechos principales de su Ministe-
Sancha, 1776. mujeril’ (Luque, 1970, p. 179) (Figura 4). rio, 1970, p. 3).
Como de superior formación era frecuen-
Como ha enfatizado Josefina Muriel, en te que las monjas escribieran sus propias
esta institución las colegialas tenían a su dis- crónicas, como es el caso de las que integra-
posición una biblioteca que fue enriquecién- ban el convento de la Compañía de María,
dose a lo largo de los siglos mediante dona- que en 1784 escriben y publican la Relación
ciones, y que estaba constituida por obras de Histórica de la fundación de este convento de
carácter religioso y moral, pues se pretendía Nuestra Señora del Pilar en torno a la bio-
enseñarles los deberes de la mujer cristiana en grafía de su fundadora. Comenta con acierto
función del matrimonio y de la vida conven- Josefina Muriel que «el hecho de que estas
tual (1992, p. 107). Claro que el nivel más alto monjas escriban para publicar manifiesta la
de lectura y de conocimientos se producía en llegada de los aires de la ilustración», a la vez
los conventos de monjas donde, aparte de las que pone de relieve un claro ejemplo de mu-
labores femeninas, se podía aprender lectura, jer letrada en el siglo XVIII, la criolla María
escritura y aritmética. Anna Águeda de San Ignacio (1695-1756),
Muy significativa fue la llegada de la monja dominica recoleta, gran lectora desde
Compañía de María a México, gracias a los niña, pues aprendió por sí misma el latín
esfuerzos de la madre Mª Ignacia de Azlor con lo que accedió a muchas otras lecturas,
y Echeverz, hija de los marqueses de San como la Biblia y el Nuevo Testamento, así
Miguel de Aguayo, que profesó en 1745 en como le eran familiares desde la adolescencia
la Península en la Orden de la Compañía de San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo
María, y tras conseguir la autorización en y otros Padres de la Iglesia. Autora de va-
1752 funda en México el primer convento de rios títulos, su obra Modos de exercitar los
la Orden de María, institución originaria de Oficios de Obediencia circulaba por todos
Francia en el siglo precedente, y que se dedicó los conventos de monjas de Nueva España
a la educación de mujeres de la clase alta co- como manual indispensable (Muriel, 1992,
Educación, libros y lectura en el
siglo XVIII hispanoamericano lonial (Foz y Foz, 1981). A lo largo de todas pp. 161-173). Pero sin duda fue un caso muy
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO estas décadas se crearán varias escuelas laicas, especial e insólito.

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En cambio, las mujeres que vivían en el si- y ex-libris indicativos de su circulación. Ello 3
Es traducción de la obra del ma-
glo presentaban una situación muy diferente, afecta a los tratados educativos y pedagógicos temático y moralista Joseph A.
sus lecturas eran muy limitadas. Tanck de Es- y también a los libros de lectura, los primeros Sigaud de La Fond (17..-1810),
L’Ecole du bonheur ou tableau
trada ha reconstruido un día de la escuela en la como constancia de cuánto interesaba el tema, de vertus sociales dans lequel le
«amiga», en la que las niñas y los niños meno- y los segundos como prueba del interés de précepte mis à côté de l’exemple,
présente la route la plus sûre
res de siete años recitaban en voz alta la Car- los lectores. pour parvenir à la félicité (Paris,
tilla o Silabario para uso de las escuelas que Durante todo el siglo las pautas de la 1782).
databa del siglo XVI y de la que se imprimían educación femenina estaban marcadas por la
muchos miles cada año, así como el Catecismo lectura de autores cristianos del siglo prece-
y exposición breve de la doctrina cristiana del dente y desde luego la obra de Fleury y de
Padre Jerónimo de Ripalda (Tanck Estrada, Fenelon, tanto en su edición francesa, De
1984, pp. 217-220), que también memoriza- l’éducation des filles (1687), como en traduc-
ban con preguntas y respuestas. Esta era, para ción española, cubren con su influencia todo
la gran mayoría de las mujeres, la única edu- el siglo XVIII. Pero sin duda a partir de la
cación que recibían en su vida, porque incluso década de los años 70 del siglo son mucho
no les eran accesibles los libros que usaban más numerosos, y más variados los textos re-
los niños en las escuelas como El Amigo de lacionados con la educación, los pedagógicos y
los niños, El ayo de la juventud, ortografías, los de lectura. Se pueden citar obras de origen
fábulas de Iriarte y Samaniego (Luque, 1970, francés que acentúan este elemento didáctico
p. 151). La educación de la mujer era mucho y moralizante, como la Pierre Le Moyne
más sumaria y expeditiva con destino a una (1602-1671) de la Compañía de Jesús, Galería
vida familiar que todo lo justificaba. Una de mujeres fuertes, Madrid, Benito Cano,
vez cursada la «amiga», la joven sólo podía 1794 y del también religioso francés, Pierre
acceder a los libros en el hogar familiar. Era Collot (1672?-1741), Conversaciones sobre
allí donde el padre elegía y seleccionaba los diferentes asuntos de moral: muy a propósito
títulos que constituían la pequeña o gran bi- para imbuir y educar en la piedad a las seño-
blioteca y que se leían en voz alta. Eran libros ritas jóvenes. Obra nuevamente útil a todas
generalmente formativos, de meditación o aquellas personas que tuvieren a su cargo la
de moral cristiana entre los que se encontra- educación de niñas, en traducción de Francisco
ban las Sagradas Escrituras, los Padres de la Fernando de Flores (Madrid, 1787), de la que
Iglesia, vidas ejemplares como las contenidas se conserva un ejemplar con abundantes mar-
en el Flos Sanctorum, o bien poesía, teatro y cas procedente del arzobispado de México,
libros históricos (Muriel, 1992, p. 113). Esta del Colegio Apostólico de San Fernando y la
actividad relacionaba a las mujeres con la lec- Catedral de México. Todas son obras de moral
tura y les proporcionaba el conocimiento del recomendadas para los educadores de la ju-
catecismo y del silabario, con lo que la niña, ventud femenina, así como otra bien conocida,
una vez madre de familia, se podía implicar de La escuela de la felicidad,3 en traducción del
algún modo en la educación de los hijos. La francés de Diego Rulavit y Laur, anagrama de
temática de estas lecturas era limitada y estaba Jacobo Villaurrutia, (Madrid, 1786). De ambas
centrada en la ejemplaridad, las hagiografías da noticia Elisa Luque como conocidas en
eran las lecturas preferidas, pues era un tipo México y como incluidas en las noticias de la
de libros que se leía con agrado y por pasa- Gazeta de México (1970, p. 12).
tiempo en las reuniones familiares como antes También podemos encontrar algunos de
las novelas de caballería. los tratados de educación más famosos de to-
Y sin embargo es muy posible que las do el siglo y parte del siguiente, y que hemos
mujeres novohispanas de la época, al menos citado más arriba como derivados de la lectura
una parte de esa clase superior, tuviera acceso de Rousseau. Se trata de Crianza física de los
a libros y a lecturas cuyos títulos y rastros niños desde su nacimiento hasta la pubertad,
podemos hoy revisar por las bibliotecas mexi- de Jacques Ballexserd (el ejemplar conservado
canas. Fondos imprescindibles son para ello el tiene marcas de su procedencia, el Colegio de
Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional San Pedro y San Pablo, y algunas notas de
de México y la Biblioteca Sutro, Almacén de lectura), el de Joseph Raulin, Tratado de las
Alejandro Valdés y Abadiano, en cuyos catá- enfermedades de las mujeres paridas, con la
Educación, libros y lectura en el
logos hemos podido encontrar ejemplares que marca «Bermúdez» de su antiguo poseedor. Y siglo XVIII hispanoamericano
en muchos casos presentan numerosas marcas por último L’école des mœurs, ou, Réflexions CARMEN RUIZ BARRIONUEVO

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4 morales et historiques sur les maximes de la para instrucción de personas curiosas que no
De 1792 data una de las prime-
ras y más reconocidas obras de sagesse de Jean Baptiste Blanchard, en lengua frequentaron las aulas (Madrid, 1787).
feminismo, Vindicación de los francesa y en su traducción española, Escuela Al lado de la persistencia de autores ya clá-
Derechos de la mujer de Mary
Wollstonecraft (1759-1797). de costumbres, o, Reflexiones morales e his- sicos como Fenelon, algunas escritoras fran-
tóricas sobre las máximas de la sabiduría: obra cesas tienen un éxito significativo, al menos
útil a los jóvenes y a toda clase de personas en círculos restringidos, dado el número de
para conducirse en el mundo. Lo que es buen ejemplares encontrado, como son la Marque-
índice del interés que se tenía por este tipo de sa de Lambert, Madame Leprince de Beau-
tratados. mont y la Condesa de Genlis. La primera,
Distinto pero sorprendente y apreciable Anne Therese de Marguenat de Courcelles,
es otro tratado que también consta en el Marquesa de Lambert (1647-1733), cuya obra
Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional es accesible desde mediados de siglo a través
de México, el de la española Josefa Amar y de sus Oevres (Paris, 1751 y 1761) en dos vo-
Borbón (1749-1833?), Discurso sobre la edu- lúmenes que recogían importantes reflexiones
cación física y moral de las mugeres (Madrid, sobre la vida y la educación de las mujeres.
Benito Cano, 1790). De familia de médicos de Con todo, su obra más conocida es Avis d’une
élite ilustrada y mujer de amplia formación e mère a son fils et a sa fille, et autres ouvrages
ideas neojansenistas, traductora de griego y (La Haye, 1748), donde dedicaba una gran
latín, y que enviudó en 1798. Su tratado es un parte de las páginas a reflexionar sobre las
elaborado y cuidado texto que tiene en cuenta características y educación de las jóvenes. Ma-
lecturas precedentes, sobre todo en lo que yor cantidad de títulos se conservan de Jeanne
afecta a la educación y presencia de la mujer Marie Leprince de Beaumont (1711-1780),
en la historia. Sin embargo su autora no busca que se dedicó a la educación de niñas y fue
una ruptura, sino la revisión de lo estableci- además autora de celebrados cuentos infanti-
do, al apostar por una educación doméstica, les, entre ellos el muy divulgado de «La bella
aunque desconfiara de la que se realizaba en y la bestia». De ella se conservan numerosas
los conventos de religiosas. Amar creía en la obras que tocan la educación en general y más
absoluta capacidad regeneradora de la educa- específicamente de la mujer, Conversaciones
ción y aunque pueda parecer conformista y familiares de doctrina christiana entre gentes
hasta conservadora, evidencia una especial fe del campo, artesanos, criados, y pobres, tradu-
en la disposición de las mujeres para cualquier cido al castellano por el Doctor don Miguel
actividad intelectual. Josefa Amar junto con Ramón, y Linacero (Madrid, 1773); La de-
Inés Joyes y Blake (1731-1806) con su obra voción ilustrada, o, Conversaciones familiares
Apología de las mujeres (1789), forman parte entre una sabia directora, y algunas personas
del reducido grupo de escritoras españolas de distinción sobre el verdadero camino de la
preocupadas por la educación4. virtud, traducida en castellano el Dr. D. Juan
Sin asegurar que todos ellos fueran a parar Manuel Girón (Madrid, 1782); Biblioteca
a manos femeninas sí se puede observar que completa de educación o instrucciones para las
la situación va cambiando de forma progresi- señoras jóvenes en la edad de entrar ya en la
va y en el último tercio del XVIII cuando se sociedad y poderse casar: Instruye una sabia
introducen en Nueva España obras científicas directoria a sus nobles discípulas en todas las
y literarias portadoras de nuevas corrientes obligaciones pertenecientes al estado del ma-
de pensamiento que inciden en la educación, trimonio y a la educación de sus hijos, tradu-
entre ellas bastantes obras francesas, como se cido al castellano por Joseph de la Fresa (Ma-
puede apreciar en periódicos como la Gazeta drid, 1779-1780). Pero también se encuentran
de México y la Gazeta de Literatura. El tono de su autoría obras literarias o compilaciones
moralizante y educativo cubre las obras de de cuentos tradicionales que servían para
ficción de este siglo. Así eran muy celebradas la educación, así La nueva Clarisa: historia
las obras del portugués Theodoro de Almeida verdadera. Cartas y conversaciones de Cla-
(1722-1804), adaptador cristiano de la obra de risa Derby, y Madama Hariota, traducido
Rousseau, con El hombre feliz independiente en castellano por Josef de Bernabé y Calvo
del mundo, y de la fortuna, o, Arte de vivir (Madrid, 1797). Además están presentes sus
contento en qualesquier trabajos de la vida, Obras traducidas al castellano por D. Plácido
Educación, libros y lectura en el
siglo XVIII hispanoamericano (Madrid, 1783); del mismo autor, Recreación Barco López (Madrid, 1787), entre las que se
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO filosófica, o, Diálogo sobre la filosofía racional: cuenta el Almacén de señoritas adolescentes o

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Diálogos de una sabia directora con sus nobles nia» en Jesús Andrés-Lasheras, Luis An-
discípulas, libro incluido también en la Biblio- tonio Bigott y otros, Temas de Historia de
teca Sutro y que fue continuación de su famo- la Educación en Venezuela. Desde finales
so y difundido Almacén de los niños, compi- del siglo XVIII hasta el presente, Caracas,
lación de cuentos infantiles, y que aparece en Fundación Gran Mariscal de Ayacucho,
la Biblioteca Nacional de México en cuatro pp. 23-51.
volúmenes fechados en 1790. (Figura 5). Chiaramonte, José Carlos (1979), Pensami-
Igualmente conocidos en la época fue- ento de la Ilustración. Economía y socie-
ron los títulos de la Condesa de Genlís, dad iberoamericanas en el siglo XVIII,
Stéphanie Félicite Ducrest de Saint Aubin, Caracas, Biblioteca Ayacucho.
(1746-1830), con sus tratados La religion Delgado Criado, Buenaventura (Coord.)
considérée comme l’unique base du bonheur (1993), Historia de la Educación en Es-
et de la véritable philosophie: ouvrage fait paña y América, Madrid, Fundación Santa
pour servir a l’éducations des Enfants de S. A. María, Ediciones SM.
S. Monseigneur le Duc d’Orléans... (Orleáns Esteban, León (1988), «Las obras «Ilustra- (Figura 5). Magasin des adoles-
centes ou Dialogues d’ une sage
Paris, 1787); Adèle et Théodore, ou, lettres sur das» sobre Educación y su recepción en gouvernante avec ses eleves de
l’éducation, (Paris, 1782 y Maestricht, 1784) España» en Revista de Educación, número Madame Leprince de Beaumont,
fue traducido al español como
en tres volúmenes; a ello se añaden también extraordinario (1988), pp. 133-160. Almacén de señoritas adolescen-
traducciones españolas de Bernardo María Etienvre, Françoise (1990), «Antigua y nueva tes o Diálogos de una sabia di-
de Calzada, Adela y Teodoro, o, Cartas sobre retórica en tiempos de Carlos III» en Actas rectora con sus nobles discípulas,
y es libro que circuló en México
la educación escritas en francés por Madame del congreso internacional de Carlos III y a fines del siglo XVIII.
de Genlis (Madrid, 1785) y Los anales de la la Ilustración, Madrid, Ministerio de Cul-
virtud para uso y utilidad de los jóvenes de tura, tomo III, pp. 153-173.
ambos sexos (Madrid, 1792) en dos volúmenes. Foz y Foz, María Pilar (1981), La revolución
Pero al igual que Madame Leprince, recogió pedagógica en Nueva España (1754-1820),
historias de lectura para niños, entre las cuales María Ignacia de Azlor y Echeverz y los
la más conocida es Las veladas de la quinta, colegios de la Enseñanza, Madrid, CSIC.
o, Novelas e historias sumamente útiles para Foz y Foz, María Pilar (1997), Mujer y
que las madres de familia a quienes las dedica educación en Colombia. Siglos XVI-XIX,
la autora puedan instruir a sus hijos juntando Santa Fe de Bogotá, Academia Colombi-
la doctrina con el recreo traducida al castellano ana de la Historia.
por don Fernando de Gilleman (Madrid, 1788 Gato Castaño, Purificación (1990), La edu-
y 1791) en tres volúmenes. (Figura 6). cación en el virreinato de La Plata: acción
En definitiva, aunque las mujeres no tie- de José Antonio de San Alberto en la Au-
nen acceso a los estudios y a los libros que diencia de Charcas, 1768-1810, Zaragoza,
producen el cambio de la historia de la huma- Diputación General de Aragón.
nidad en el siglo XVIII, y se mantienen gran Glendinning, Nigel (1973), El siglo XVIII,
parte de los métodos y las escasas lecturas de Barcelona, Ariel. (Figura 6). La obra de la condesa
de Genlís, Les Annales de la ver-
los siglos anteriores, la implantación y el de- Gonzalbo Aizpuru, Pilar (1987), Las mujeres tu fue traducido al español por
sarrollo de las ideas ilustradas supuso también en Nueva España. Educación y vida co- Bernardo María Calzada con
para ellas el comienzo de un cambio pedagó- tidiana, México, El Colegio de México. el título: Los anales de la virtud
para uso y utilidad de los jóvenes
gico que se sustanciaría en los siglos sucesivos Gonzalbo Aizpuru, Pilar, Berta Ares Queija de ambos sexos (Madrid, 1792)
y cuyo empuje sería ya irreversible. (coords) (2004), Las mujeres en la con- en dos volúmenes.

strucción de las sociedades iberoameri-


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