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Hay tendencias que admiten su uso previo a una conjunción, como los siguientes casos:
En el último elemento de una serie de datos separados por punto y coma:
En el cajón pon los papeles; sobre el escritorio, el monitor; en la caja, los discos, y en otro mueble, la
impresora.
Cuando lo que se escribe después de una serie de elementos empieza con la conjunción "y"
pero no pertenece a la serie:
Compró una botella de vino, queso, mortadela y panes, y llamó a sus amigos.
Cuando la conjunción "y" sea sinónimo de "pero", es admisible, mas no necesario, el uso
previo de una coma:
Estudió mucho para su examen, y no aprobó.
También se utiliza para delimitar una aclaración o inciso, lo que comúnmente en el ejercicio
del análisis sintáctico conocemos como aposición:
Carolina, mi amiga, acaba de conseguir su primer empleo.
Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas
de coma, tales como: asimismo, obviamente (y todas las terminadas en el adverbio mente), en
efecto, es decir, en fin, por consiguiente, no obstante y otras de la misma clase.
Dame eso pronto, es decir, si te parece bien.
Al aparecer Augusto a la puerta de su casa extendió el brazo derecho con la mano palma abajo y
abierta, y dirigiendo los ojos al cielo se quedó un momento parado en esta actitud estatuaria y augusta.
Extraído de "Niebla", de Miguel de Unamuno. Wikisource.
Aquí no había bóveda gótica, ni ventana con primorosas labores, ni el fondo obscuro, los misteriosos
efectos de luz con que el artificio de la pintura nos presenta los escondrijos de esos químicos aburridos,
que, envueltos en ilustres telarañas, se inclinan perpetuamente sobre un mamotreto lleno de garabatos.
Extraído de "La sombra", de Benito Pérez Galdós, Wikisource.
Si bien la función principal de la coma se ha definido siempre como una débil pausa en una
secuencia de palabras, existirán algunos casos en que no será necesario indicar con la coma
determinadas pausas breves en la lectura.
Al respecto, la Ortografía de la lengua española señala como ejemplo, las comas que se
utilizan entre sujeto y predicado, "Cuando Marcelo llegó /estaba tan cambiado que todos
quedaron sorprendidos". En esta oración no existe la necesidad de una coma, por más que al
pronunciarse se produce una pausa y una inflexión tonal.
Existen casos en que el uso de la coma depende de quien escribe, del tono y el estilo que
quiere dar a lo redactado por él. La pausa que la coma puede proporcionar en estos casos no
altera el significado y el mensaje que la oración quiere dar a entender.
Proferí el discurso, como me dijeron (me han dicho que profiriera un discurso).
Proferí el discurso como me dijeron (me han dicho cómo debía proferir el discurso).
En los anteriores ejemplos, el uso o la ausencia de la coma pueden alterar completamente el
significado de la oración. Es decir, la coma tiene una función distintiva porque permite
diferenciar los diversos sentidos que una oración puede tener.
Uso de la coma y otros signos de puntuación.
Habíamos dicho que la coma es utilizada para señalar la producción de una breve pausa en el
enunciado y otras veces su uso tiene un matiz expresivo, dependiendo de lo que se desee
expresar en la oración.
Tampoco es recomendable abusar de la coma en detrimento de otros signos de puntuación.
En algunos enunciados es necesario utilizar el punto y coma para introducir la pausa que
separa dos oraciones distintas, aunque bien, la segunda perdería significado sin la primera.
Veamos un ejemplo:
Antonio sabía tocar la guitarra, se tomaba su tiempo en afinar aquel instrumento
Aunque está muy de moda escribir así, no es correcto. La misma oración queda bien
redactada utilizando un punto y coma:
Antonio sabía tocar la guitarra; se tomaba su tiempo en afinar aquel instrumento
Obviamente, el tipo de pausa difiere: la pausa del punto y coma es como la del punto.