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LAS CLÁUSULAS SUELO

Adrián Martínez Clemente. 1º Bachillerato CCSS

INTRODUCCIÓN
La mayoría de hipotecas en España están referenciadas al Euríbor. Se trata de una tasa
de interés que se calcula a nivel europeo y que fluctúa constantemente. Los bancos,
cuando conceden un crédito, por regla general, exigen en la devolución el pago de ese
euríbor más un diferencial. Un préstamo a “Euríbor+1” significa que tiene los intereses
del Euríbor y un punto extra en los tipos de interés. Esto se revisa cada año y con ello la
letra mensual a pagar según la cotización del euríbor, que no es más que un índice al
que supuestamente los bancos se prestan el dinero entre ellos.

La cuestión es que, ante la fluctuación constante del euríbor, en muchas hipotecas se


incluyeron cláusulas de suelo y techo. Significaba que estos contratos crediticios
recogían unos topes máximos sobre los que los intereses no crecerían aunque el euríbor
subiera por encima (techo) y unos topes bajo los que los intereses nunca podrían
reducirse (suelo). Seguimos con el ejemplo anterior, suponiendo una hipoteca cuya
deuda actual fuera de 150.000 euros y faltaran 20 años para amortizarla
completamente, firmada en su momento a Euribor + 1. Tomamos la revisión con el
referencial de de hace unos meses, que cerró a un 0,154%. Si tenemos una cláusula
suelo del 3%, la cuota que pagamos (desde hace años) es de 832 euros. Sin cláusula
suelo, al cuota sería de 700 euros.

¿QUÉ SON LAS CLÁUSULAS SUELO?

Las cláusulas de limitación del tipo de interés, conocidas como cláusulas suelo, son
cláusulas que algunas entidades financieras incorporan en sus contratos de préstamos
hipotecarios a tipo de interés variable, estableciendo un interés mínimo a pagar aunque
el suma del índice de referencia más el diferencial esté por debajo. Es decir, una cláusula
suelo establece un interés mínimo a pagar en las cuotas de la hipoteca
inmobiliaria aunque los intereses ordinarios -el tipo de interés referenciado- que se han
acordado con la entidad financiera bajen e incluso lleguen a ser intereses negativos. La
existencia de cláusulas suelo incrementa el importe final de la vivienda ya que limita la
bajada de las cuotas.

Los bajos niveles del Euribor en estos últimos años han opuesto de manifiesto el grave
perjuicio que supone para los consumidores el tener una cláusula suelo en sus contratos,
pues no pueden aprovechar las reducciones de cuota a las que tendrían derecho por la
fluctuación de los tipos de interés, y a la larga pagan más por su préstamo.
SENTENCIAS DE NULIDAD Y RETROACTIVIDAD DE LAS CLÁUSULAS SUELO

El 9 de mayo de 2013 se declaró su nulidad y carácter abusivo por sentencia del Tribunal
Supremo de España si bien limitaba la devolución de las cantidades ilegalmente
cobradas por los bancos desde la fecha de la sentencia.

Sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó, en sentencia


inapelable de 21 de diciembre de 2016, en contra de la limitación de la retroactividad de
la nulidad de la cláusulas suelo por lo que los bancos y cajas de ahorro están obligados a
devolver todo el dinero cobrado ilegalmente por las cláusulas suelo desde la firma de la
hipoteca inmobiliaria para la adquisición de vivienda. Así, las entidades deben de pagar
todo lo cobrado de más por estas cláusulas desde el inicio de la firma de la hipoteca y no
solo desde 2013.

REAL DECRETO SOBRE CLÁUSULAS SUELO

El Gobierno de España aprobó en Consejo de Ministros el Real Decreto-ley 1/2017, de 20


de enero, de medidas urgentes de protección de consumidores en materia de cláusulas
suelo, pactado con PSOE Y Ciudadanos -un sistema extrajudicial-, con la objeto de
establecer un cauce que les facilite la posibilidad de llegar a acuerdos con las entidades
de crédito con la que tienen suscrito un contrato de préstamo o crédito con garantía
hipotecaria que solucionen las controversias que se pudieran suscitar como
consecuencia de los últimos pronunciamientos judiciales en materia de cláusulas suelo y,
en particular, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 21 de
diciembre de 2016.

Según el decreto los bancos tendrán tres meses para llegar a un acuerdo con los
afectados y resolver así las reclamaciones. El afectado deberá dirigir la reclamación al
banco que deberá remitirle un cálculo de la cantidad a devolver con los intereses -o las
razones por las que considera que no hay devolución-. Si el afectado está de acuerdo el
banco realizará la devolución del efectivo en un plazo máximo de tres meses -u otro
acuerdo con el hipotecado relativo a las condiciones de la hipoteca- pero si el afectado
por las cláusulas abusivas no está de acuerdo puede ir al la vía judicial de manera
individula o colectiva, a través de las asociaciones de consumidores o los despachos de
abogados.

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