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INTRODUCCIÓN
La mayoría de hipotecas en España están referenciadas al Euríbor. Se trata de una tasa
de interés que se calcula a nivel europeo y que fluctúa constantemente. Los bancos,
cuando conceden un crédito, por regla general, exigen en la devolución el pago de ese
euríbor más un diferencial. Un préstamo a “Euríbor+1” significa que tiene los intereses
del Euríbor y un punto extra en los tipos de interés. Esto se revisa cada año y con ello la
letra mensual a pagar según la cotización del euríbor, que no es más que un índice al
que supuestamente los bancos se prestan el dinero entre ellos.
Las cláusulas de limitación del tipo de interés, conocidas como cláusulas suelo, son
cláusulas que algunas entidades financieras incorporan en sus contratos de préstamos
hipotecarios a tipo de interés variable, estableciendo un interés mínimo a pagar aunque
el suma del índice de referencia más el diferencial esté por debajo. Es decir, una cláusula
suelo establece un interés mínimo a pagar en las cuotas de la hipoteca
inmobiliaria aunque los intereses ordinarios -el tipo de interés referenciado- que se han
acordado con la entidad financiera bajen e incluso lleguen a ser intereses negativos. La
existencia de cláusulas suelo incrementa el importe final de la vivienda ya que limita la
bajada de las cuotas.
Los bajos niveles del Euribor en estos últimos años han opuesto de manifiesto el grave
perjuicio que supone para los consumidores el tener una cláusula suelo en sus contratos,
pues no pueden aprovechar las reducciones de cuota a las que tendrían derecho por la
fluctuación de los tipos de interés, y a la larga pagan más por su préstamo.
SENTENCIAS DE NULIDAD Y RETROACTIVIDAD DE LAS CLÁUSULAS SUELO
El 9 de mayo de 2013 se declaró su nulidad y carácter abusivo por sentencia del Tribunal
Supremo de España si bien limitaba la devolución de las cantidades ilegalmente
cobradas por los bancos desde la fecha de la sentencia.
Según el decreto los bancos tendrán tres meses para llegar a un acuerdo con los
afectados y resolver así las reclamaciones. El afectado deberá dirigir la reclamación al
banco que deberá remitirle un cálculo de la cantidad a devolver con los intereses -o las
razones por las que considera que no hay devolución-. Si el afectado está de acuerdo el
banco realizará la devolución del efectivo en un plazo máximo de tres meses -u otro
acuerdo con el hipotecado relativo a las condiciones de la hipoteca- pero si el afectado
por las cláusulas abusivas no está de acuerdo puede ir al la vía judicial de manera
individula o colectiva, a través de las asociaciones de consumidores o los despachos de
abogados.