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DOSSIER

LOS EXÁMENES EN EL PRIMER AÑO


DE LA UNIVERSIDAD.

María Paula Pierella*


Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IRICE-CONICET/UNR) | Facultad de
Humanidades y Artes | Universidad Nacional de Rosario.

RESUMEN

El primer año de la universidad constituye


una instancia crítica que requiere ser revisada
en su conjunto, siendo allí donde se producen
las tasas más elevadas de abandono. Uno de
los puntos que ameritaría especial atención
es la evaluación, en tanto esta orienta en gran
TRAYECTORIAS UNIVERSITARIAS | VOLUMEN 2 | N° 2 | 2016 | ISSN 2469-0090

medida el rumbo a tomar por parte de los su- PALABRAS CLAVE


jetos, instituciones, programas, acciones.
Partiendo de la idea según la cual la evalua- Primer año de
ción puede ser una situación de aprendizaje universidad – Evaluación
– Afiliación institucional
que facilite procesos de afiliación a la institu-
– Selectividad social.
ción o, de modo contrario, un mecanismo de
http://revistas.unlp.edu.ar/TrayectoriasUniversitarias

selectividad social, se plantea la necesidad de


reconocer las diferencias entre sus funciones
pedagógicas y formativas y aquellas vincu-
ladas con el control administrativo. Además
de un recorrido teórico-conceptual sobre el
tema se considera la perspectiva de dos ac-
tores centrales en el campo universitario: los
Recibido: junio 2016

estudiantes y los profesores.

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DOSSIER

El hombre, el que mide. –Tal vez pudiéramos remontar todo el origen de la moralidad de los hom-
bres a la enorme agitación interior que se apoderó de la humanidad primitiva cuando descubrió
la medida y la evaluación, la balanza y el peso. (Sabemos que la palabra “Mensch” significa “el
que mide”: ¡ha querido denominarse según su descubrimiento más grande!) Estas nociones nue-
vas le elevarán a dominios que no podía medir ni ponderar, que primitivamente no parecían tan
inaccesibles”

(Nietzsche, F. Humano, demasiado humano ).

E
n general, hay consenso sobre el primer bemos enfrentar los docentes del primer ciclo
año de la universidad como una instan- si aspiramos a que el derecho a la educación
cia crítica. Numerosas investigaciones superior para todos y todas pase de ser un
constatan que es allí donde, a nivel mundial, enunciado a consolidarse como una realidad2.
se producen las tasas más elevadas de aban- En el marco de esas preocupaciones, en este
dono, que afectan en mayor medida a secto- trabajo nos centraremos en la evaluación,
res sociales en desventaja (véase entre otros entendiendo que esta requiere una especial
Ezcurra, 2011; Gluz, 2011; Johnston, 2013). atención en primer año por el impacto de sus
En el caso de Argentina, la tradición del ingre- resultados como elemento definitorio nada
so irrestricto lleva a varios autores a plantear menos que en la continuidad o no de las tra-
la hipótesis de que el sistema universitario yectorias estudiantiles. Partimos de la idea
generaría mecanismos de “selectividad implí- según la cual la evaluación puede ser una
cita” (véase entre otros Sigal, 1993, Chiroleu, instancia formativa que facilite procesos de
1998) o fenómenos de “inclusión excluyente” afiliación de los estudiantes a la institución o,
(Ezcurra, 2011). En función de esta realidad, de modo contrario, un mecanismo generador
es claro que el problema ya no radica sólo en de procesos de selectividad social.
lograr una mayor democratización del siste- El artículo se organiza en tres apartados: en
ma desde el punto de vista del acceso de sec- el primero de ellos se abordan aspectos teó-
tores sociales escasamente representados en ricos de la evaluación en educación superior,
él, sino en encarar mecanismos de inclusión focalizando en la necesidad de reflexionar so-
que apunten a mejorar también las tasas de bre sus usos, problemáticas y desafíos en el
permanencia y egreso. primer año. En la segunda parte se conside-
En relación con lo anterior, los interrogantes ran relatos de estudiantes próximos a finalizar
acerca del modo en que las instituciones de su formación de grado sobre sus experiencias
educación superior reciben a los recién llega- en relación con las prácticas evaluativas. Por
dos adquieren centralidad. ¿Qué enseñamos? último, el trabajo recupera las visiones de do-
¿Cómo lo hacemos? ¿En qué condiciones? centes de primer año respecto de los usos de
¿Qué priorizamos en un primer año? ¿Cómo la evaluación y su incidencia tanto en los pro-
evaluamos? Todas estas preocupaciones de cesos de apropiación del conocimiento e im-
índole pedagógica, pero también política, plicación por parte de los estudiantes, como
evidencian parte de las dificultades que de- en fenómenos de selectividad social.
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EVALUAR EN LOS PRIMEROS AÑOS DE desempeño futuro de los primeros y de intro-
LA UNIVERSIDAD ducir cambios en la práctica pedagógica de
los segundos (Carlino, 2007). Las investigacio-
En las últimas décadas se ha llegado a un cier- nes de Kift y Moody (2009) postulan, en este
to consenso respecto de la incidencia que las sentido, que brindar asistencia a los alumnos
experiencias educativas vividas en el primer para que logren una transición exitosa a la
año de la universidad tienen a la hora de de- evaluación universitaria debería ser uno de
finir la permanencia o no de los estudiantes los objetivos fundamentales del curriculum
en la institución. Resultante de un complejo de primer año (Ezcurra, 2011).
proceso de interacción entre las trayectorias Desde la perspectiva de Johnston (2013), uno
y prácticas estudiantiles, la organización aca- de los factores que influyen en la dificultad
démica particular y sus ofertas pedagógicas para lograr esos usos “formativos” de la eva-
(Tinto, 1993; Ambroggio, Sosa y otros, 2007), luación es la confidencialidad que normal-
cada vez resulta más evidente la multiplici- mente rodea a las decisiones que se toman3.
dad de factores involucrados en el logro de Esta suerte de “secreto” rondando en torno
“trayectorias exitosas”. Entre dichos factores, al tema tendería a configurar una amplia
la evaluación ocupa un lugar central en ma- zona de implícitos. En relación con esto, son
teria de políticas educativas, institucionales escasas las prácticas evaluativas en las que,
y pedagógicas. En la medida en que una de como propone Carlino (2007), los criterios
sus funciones principales es la de certificar -o de evaluación se comparten de entrada, y
acreditar- los saberes logrados en un período más aun aquellas en la que los mismos son
de tiempo, es posible afirmar que esta repre- construidos de modo conjunto entre docen-
senta el juicio último de definición del rumbo tes y estudiantes. Asimismo, gran parte de las
a tomar por parte de los sujetos, instituciones, operaciones cognitivas y técnicas del trabajo
programas, acciones, etc. (Sánchez Amaya, intelectual efectivamente evaluadas no son
2008). En efecto, gran parte de los programas objeto de enseñanza, dándolas por supuesto
de tipo compensatorio diseñados para primer como habilidades inherentes a los propios in-
año -como programas de tutorías, espacios gresantes (véase entre otros Bourdieu y Pas-
de acompañamiento, experiencias de articu- seron, 2003; Carlino, 2007; Ezcurra, 2011).
lación entre la escuela media y la universidad- Así, focalizando en los primeros años, todo
parten de diagnosticar un bajo desempeño parece indicar que, si bien en estas últimas
de los estudiantes en los primeros exámenes. décadas ha tenido lugar un amplio desarrollo
Ahora bien, generalmente cuando se aborda teórico sobre la importancia de la evaluación
el tema de la evaluación el énfasis suele po- como medio de seguimiento y apuntalamien-
nerse en dos elementos de cualquier mode- to de los estudiantes en el proceso de inicia-
lo evaluativo: qué se evalúa (contenidos) y ción a la vida académica, en la práctica esta
cómo se evalúa (métodos, técnicas e instru- corre el riesgo de consolidarse como un ele-
mentos), sin considerar otros componentes mento clave en la interrupción de los estudios
que son tanto o más importantes que los universitarios. El peso que tienen los exáme-
referidos. Uno de estos es qué se hace con nes en la experiencia universitaria condicio-
los resultados de la evaluación; es decir, cuá- naría cierto desplazamiento de la evaluación
les son los usos que se le da a la información en relación con el aprendizaje, exacerbando
obtenida (Moreno Olivos, 2009). La mayoría en muchos ingresantes cierta sensación de
de las veces, como sugiere el autor citado, la amenaza sobre sus propias posibilidades de
evaluación tiene convertirse en estudiantes legítimos.
(...) qué se hace con los resulta- una finalidad ad- El problema está en quedar entrampados en
dos de la evaluación; es decir, ministrativa y se el significante que Nietzsche indicara como
dirige a otorgar definitorio del hombre: el de la medición. Me-
cuáles son los usos que se le da calificaciones a los dición que trasciende la instancia en la que se
a la información obtenida. estudiantes. No es lleva a cabo. Por su carácter sobredetermina-
tan corriente que do y multidimensional, la evaluación orienta
su uso apunte a retroalimentar el aprendiza- la imbricación del campo educativo con otros
je y la enseñanza, aportando información a campos: económico, político, social, profesio-
estudiantes y profesores, a fin de orientar el nal (Bertoni, Poggi y Teobaldo, 2009). Esto se

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agudiza aún más en un contexto, como el ac- dación académica, ingrediente vital para una
tual, en el que la pedagogía meritocrática ad- transición exitosa entre la escuela media y la
quiere legitimidad. En ese marco, en palabras universidad, sobre todo en poblaciones en
de Adriana Puiggrós (2016), la evaluación –en desventaja. “Se trata de que los alumnos reci-
su carácter de medición de resultados- susti- ban señales que atestigüen que son capaces
tuye a la enseñanza, sustituye el enseñar por de aprender y conseguir un buen desempe-
la tasación de los conocimientos. ño en el ciclo superior, que merecen un lugar
Si, como afirmábamos anteriormente, gran allí, y que los profesores y la institución están
parte de las “habilidades” que se evalúan no para ayudar” (Ezcurra, 2011: 69).
fueron enseñadas, la capacidad de los es- En una investigación centrada en estudiantes
tudiantes para reconocer y responder a los próximos a finalizar sus carreras de grado en
parámetros, en general tácitos, que los do- la Universidad Nacional de Rosario, constatá-
centes usamos para evaluar, se convierte en bamos como algo recurrente la percepción
condicionante básico del éxito o fracaso aca- de cierta “falta de respeto”, o el sentimiento
démico (Ezcurra, 2011). de “humillación” en los exámenes4:
“En muchos exámenes te faltan
“BOCHAME PERO CON RESPETO”. LA
el respeto. Si no sé, no me aprue-
EVALUACIÓN SEGÚN LOS ESTUDIANTES
bes, pero no me humilles…” “Hay
que cambiar la actitud de mu-
Como ya anticipamos, la respuesta de los
chos profesores, que no les gusta
estudiantes a las evaluaciones es un rasgo
dar clases, ¿para qué dan clases?,
crítico del primer año en educación superior
maltratan al alumno (…) Lo po-
(Johnston, 2013). En algunos casos, la recu-
dés bochar pero con respeto”.
rrencia de reprobaciones condicionaría una
disminución del tiempo destinado al cursado. Las sensaciones de pánico, temor, vergüenza,
Si bien la situación de quedar en condición humillación ante la situación de examen no
de “libre” no es un obstáculo en sí mismo para son exclusivas de esta época. Quienes pasa-
que los estudiantes continúen asistiendo a mos por dichas instancias seguramente ha-
clases, lo cierto es que en estos casos, la asis- bremos experimentado algo de ese orden.
tencia tiende a disminuir. Lo anterior genera- Una gran cantidad de prácticas –cábalas,
ría efectos en cadena, en la medida en que rituales- operaron históricamente entre los
una desvinculación de la vida cotidiana de la estudiantes con el fin de conjurarlas. No obs-
institución iría en detrimento de los procesos tante, la persistencia de estas situaciones no
de afiliación a la misma (Coulon, 2008; Mali- nos exime de señalar el lugar que aun tiene
nowski, 2008). Ahora bien, también es posi- el examen como instrumento de sanción,
ble observar que una gran cantidad de estu- normalización, clasificación, medición, inva-
diantes que reprueban los exámenes finales lidación, inhibición (Foucault, 2002). Como
optan por cursar nuevamente la materia, señala Marini (2016), es necesario detener
tendiendo de este modo a alargar la carrera. la aplicación automática de lo que opera
Puede suceder que volver a transitar por los como reglado para pensar el sentido que el
contenidos de las asignaturas incida en una funcionamiento actual de la humillación y la
mayor implicación del estudiante, una apro- vergüenza tiene al interior del sistema edu-
piación diferente de los temas, mayor con- cativo en su conjunto.
fianza con el profesor, facilitando así la apro- No obstante, también se puso de manifiesto
bación. Pero nada garantiza que esto ocurra, la presencia de docentes cuyas intervencio-
o que la repetición de lo mismo devenga en nes en los exámenes tendían a brindar tran-
prácticas significativas de aprendizaje. En al- quilidad. Muchos de estos profesores fueron
gunas ocasiones, de modo contrario, reitera- reconocidos por los estudiantes como re-
das experiencias de fracaso, o el temor a este, ferentes que incidieron en su permanencia
producen la pérdida de confianza en sí mis- dentro de la universidad (Pierella, 2014).
mos y en sus aptitudes académicas. Otra cuestión que apareció en las entre-
En función de lo anterior, tal como refiere vistas a los estudiantes en relación con la
Ezcurra (2011), una serie de trabajos sobre evaluación tiene que ver con las inquietu-
el tema enfatizan el valor de la llamada vali- des respecto de la efectiva relación entre la

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apropiación de conocimientos y cierto tipo “EL PRIMER PARCIAL ES UN MAZAZO”. LA
de exámenes, como los multiple choice, fre- EVALUACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA
cuentes en carreras masivas. Así se refería DE LOS PROFESORES
una de nuestras entrevistadas:
En la investigación en que se enmarca este
“El sistema de evaluación no es trabajo, centrada en profesores universitarios
para mí una buena forma de eva- de primer año, podemos observar ciertas in-
luar conocimiento. Es “choice”, y el quietudes en relación con los bajos resulta-
choice es suerte, no conocimien- dos de los exámenes. Estas se expresaron de
to. ¿Cuánto tiene de conocimien- diversos modos. En algunos casos, escucha-
to? Porque si vos haces tatetí y mos interrogantes sobre su propia idoneidad
justo acertaste a la pregunta, ya para desempeñarse como “evaluadores”:
está, zafás. Y aparte el choice que
contestaste mal, resta. Suman “¿Cuántas veces nuestras evalua-
cinco, restan tres, y el que no con- ciones fracasan porque hicimos
testaste es cero. Entonces si estás mal las preguntas? (…) Entonces,
en duda te conviene no contestar eso también tiene que ver con
que contestar mal. En este año cómo uno se maneja ante esas si-
había practicado otra técnica: tuaciones, ¿no? Y uno lo va apren-
descarte. No queda otra”. diendo con el paso del tiempo”.

En este ejemplo se pone de manifiesto la dis- En general, los docentes suelen contar con
tancia existente entre la evaluación enten- pocas instancias formativas en relación con la
dida como retroalimentación con fines de evaluación. La mayoría reconoce que este es
mejora de las prácticas y la evaluación como un saber que se adquiere con la “experiencia”.
medición de resultados que tiende a generar En otros casos, los docentes dieron cuenta de
estrategias para “zafar”, para liberarse rápida- cierta convicción respecto de las actividades
mente del tema en cuestión. En este sentido, evaluativas frecuentes como instancias que
aprender el oficio de estudiante es también favorecen la apropiación de conocimiento
aprender a especular qué se espera de uno en por parte de los estudiantes, el compromiso
una situación determinada. Aprender para las mutuo entre estos y el docente, la posibilidad
pruebas estandarizadas es también aprender de intervenir cuando se detectan dificultades:
a gestionar el azar.
Ahora bien, lo expuesto anteriormente tam- “Cuando se planteó el programa
bién puede ser una vía de entrada a las con- estaba planteado con actividades
diciones del trabajo docente, que presentan evaluativas frecuentes, por lo me-
mayor complejidad en los primeros años. nos al finalizar cada unidad tenía
Es que allí encontramos, en términos ge- que haber una actividad integra-
nerales, asignaturas con mayor número de dora. Con el tiempo todo se va
estudiantes, clases en las que la relación do- alivianando, entonces el docente
cente-alumno no suele ser la adecuada y cá- que quiere las hace y el que no,
tedras o áreas en las que las tareas docentes no. Yo sigo haciendo actividades
que complementan el dictado de clases (pre- evaluativas porque a mí me pare-
paración y corrección de exámenes, elabora- ce que les suma a los alumnos ir
ción de material didáctico, disponibilidad de cerrando. Y el puntaje que sacan
horarios de consulta, realización de semina- en esas actividades, que son gru-
rios internos de intercambio y capacitación, pales, yo lo computo, lo pondero
etc.) resultarían fundamentales (IEC- CONA- en sus notas, entonces el alumno
DU, 2014). Tareas que en general se realizan lo trabaja. Es una forma de en-
con cargos de dedicación simple5. Como se- gancharlos en el trabajo, que no
ñala Carli (2012) los profesores son quienes esperen al último día”.
operan a modo de receptores, acechados a su
vez por los efectos de la superpoblación en En relatos como el anterior se puso de ma-
las aulas y las exigencias laborales. nifiesto una preocupación por intervenir

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positivamente en las trayectorias de los estu- peñado por los exámenes en el problema de
diantes, de la mano de un interés por lograr la discontinuidad en los estudios. El modo
articular el principio de inclusión educativa en que se evalúa a
con la calidad de los aprendizajes. los estudiantes, las Las figuras del filtro y del ma-
En relación con esto, especialmente en el área formas de organi- zazo (...) son sugerentes para
de las Ciencias Exactas -en las que se cuenta zación de los meca-
con mayor tradición en la carrera de investi- nismos de acredita- entender el ejercicio de re-
gación- notamos que una práctica recurrente ción se visibilizan, flexividad realizado por algu-
es tratar de evitar la asignación de bajas cali- así, como instancias nos docentes sobre el papel
ficaciones desde el primer año. Siendo cons- pedagógicas que
desempeñado por los exáme-
cientes del peso que tiene el promedio en la merecerían ser dis-
potencial adquisición de becas doctorales en cutidas al interior nes en el problema de la dis-
el futuro, algunos docentes postergan la asig- de cada cátedra y continuidad en los estudios.
nación de la nota hasta el momento en que de cada institución.
perciben que el estudiante pudo alcanzar un En este sentido, cuando se les dice a los estu-
buen desempeño. La estrecha relación de la diantes de primer año que, inevitablemente,
evaluación con múltiples campos se puso de después del primer parcial las aulas se redu-
manifiesto con claridad en estos casos. cirán, o que la deserción en el pasaje de 1º
Por último, se manifestaron críticas respecto año a 2º es, en todas las universidades del
del modo en que pedagógicamente se pue- 50%, puede observarse una naturalización
den abonar algunas de las prácticas expul- de los procesos selectivos que tienen lugar al
sivas presentes en las instituciones universi- interior de la universidad . Desde esta lógica
tarias. A modo de ejemplo, se mencionaron meritocrática, las instituciones pierden todo
algunos mecanismos específicos como las peso y este es trasladado a los individuos, que
evaluaciones parciales: deben ser activos para merecer aquello que
se les está brindando (Dubet, 2011).
“Ya en el primer cuatrimestre ese
mecanismo de los parciales te hace CONSIDERACIONES FINALES
filtrar tal vez un poco de estudian-
tes para el segundo cuatrimestre.
En este trabajo pretendimos realizar un breve
O sea, todos aquellos que no apro-
recorrido por algunas de las problemáticas y
baron el primero ni el segundo en
tensiones que presenta la evaluación en los
la instancia de parcial ni en la de
primeros años de la universidad. Teniendo en
recuperatorio es difícil que sigan
cuenta que el primer ciclo es el que presenta
cursando, más allá de las sugeren-
mayor complejidad, en tanto es allí donde se
cias que los docentes les hagamos
producen los índices más altos de abandono,
de que “rendir libre la materia no es
creemos que un gran desafío es avanzar en la
la muerte” (…) Pese a eso, se nota
consideración del mismo como una instan-
una disminución de estudiantes
cia con identidad propia, que requiere una
ya después del primer parcial. El
revisión en materia académica, curricular y
primer parcial es como un mazazo
pedagógica. Dicha revisión ameritaría una re-
y, de hecho, genera muchas discu-
flexión integral sobre el conjunto de factores
siones al interior de la cátedra. Hay
estructurales y cualitativos que inciden en la
algunos -entre los que me encuen-
enseñanza en primer año: condiciones de tra-
tro- que pensamos que se trata de
bajo docente, infraestructura, tipos de cargos,
un parcial con lecturas de mucha
diseño de programas de estudios, definición
complejidad. Entonces siempre
de los contenidos y formas de transmisión,
nos damos la discusión que ¿qué
modos que asume la evaluación. Afirmamos
hacemos con ese parcial?”.
el carácter central de esta última por su direc-
ta incidencia en el devenir de las trayectorias
Las figuras del filtro y del mazazo destacadas estudiantiles, enfatizando en la necesidad de
en el fragmento anterior son sugerentes para reconocer las diferencias entre sus funciones
entender el ejercicio de reflexividad realizado pedagógicas y formativas y las funciones de
por algunos docentes sobre el papel desem- control administrativo.

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Para finalizar, quizás vale la pena preguntarse dos los ámbitos de la vida social, desplazando
si, en el marco de una “cultura de la evaluación” al aprendizaje por la medición de resultados,
que parece avanzar de modo acelerado en to- queda algún lugar para lo “imponderable”.

NOTAS

1 Este trabajo se enmarca en el proyecto de inves- ducto, etcétera) que se está llevando a cabo- y la
tigación Enseñanza y afiliación institucional en los evaluación sumativa –utilizada para la rendición
inicios de la vida universitaria. Una investigación de cuentas, para certificar o para seleccionar” (Mo-
centrada en profesores de primer año, radicado reno Olivos, 2009).
en el Instituto Rosario de Investigaciones en Cien- 4 Hacemos referencia a la tesis doctoral titulada
cias de la Educación (IRICE- CONICET/UNR), bajo la Figuras de la autoridad y transmisión del conoci-
dirección de la Dra. Sandra Carli y la co-dirección miento universitario. Un estudio centrado en rela-
de la Dra. María Isabel Pozzo. tos de la experiencia estudiantil en la Universidad
2 Para ampliar las implicancias de la concepción Nacional de Rosario. Doctorado en Ciencias Socia-
de la educación superior como un derecho, liga- les, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de
da a la obligatoriedad de la escuela media a partir Buenos Aires. Directora: Dra. Sandra Carli.
de la Ley Nacional de Educación 26.206 (2006), ver 5 Según datos del año 2013, sobre un total de
Rinesi (2015). 166.810 cargos docentes en las universidades na-
3 Scriven (1967) fue uno de los primeros autores cionales, el 65% son de dedicación simple. Fuen-
en establecer la distinción entre evaluación for- te: Anuario 2013, Secretaría de Políticas Universi-
mativa –que puede utilizarse para la mejora y el tarias (SPU) Ministerio de Educación de la Nación
desarrollo de una actividad (o programa o pro- Argentina.

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CV

* Doctora en Ciencias Sociales, UBA. Magíster en


Educación, Universidad Nacional de Entre Ríos.
Profesora en Ciencias de la Educación, UNR. In-
vestigadora asistente del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
en el Instituto Rosario de Investigaciones en
Ciencias de la Educación (IRICE). Docente en la
carrera de Ciencias de la Educación, Facultad de
Humanidades y Artes, UNR. Integrante del Pro-
grama de Estudios Sobre la Universidad Pública
(PESUP) en el Instituto de Investigaciones Gino
Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.

Contacto: paupierella@gmail.com

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