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cada, os economistas marxi ean en un amplio debate sobre wietiea et amet Eonomin internacional, especialmente del mens pre ta base de Ia realizacién del pros H(o de Ia plusvalfa en particular), asf antsy Oeil de los intereambios y ee d del desarrollo to original si los hay. A este respecto, han afan 468 tedrico notable en cuanto al “inlereanbar ae tin précticamente inabordable hasta ahor; én teériea marxista mundial. Ei i 1 1 debate pros gente seziin el planteo de la teorin del imperia mero de esos trabajos fue Henri Denis * quien, én de Arrhiri Emmanuel, ge TLatouche* y Ia mia? sobre ests n olvidar a Samir Amin y otros. 4 0, Ni unos ni otros abordamos Ia cuestién mbio desigual —para limitarse aqui a este pun- Geual manera. Quiz4, sea mejor asi, pues cada uno quefio aporte a un edificio que sigue siendo la ‘valores internacionales de Marx, aunque nume- Tmarxistas piensan en el plano internacional en tér- “jntercambios equivalentes”. resulta importante contestar a una primer geria todricamente falso razonar en términos de encia en el plano de Jos intereambios internacio- gables de Ia objecién pucden, por una par al propio Lenin y, por otra, sefialar que tedrica- Nia cireulacién de los bienes y las mercancias plantea, Tos valores intercambiados como equivalen- ‘poro, en ia dialéetien marxista muy bien puede tenerse, eas equivalencia de los intereambios y, de otr RE Da lor tr pera nee Tazone. Asi, Karl Marx nos ensefiae6mo, por 20, O0e ut ciroulacton, el valor de Ta fuerza de trabajo una Parte, Chia con el de Tas subsistencias necesarias para fe intercon ¥_ sl reproduccion —equivalente contra su manutenc'y como, por otra, el capitalista recibe, en al caulealenie produectdn de Na. fuerza de trabajo, un valor proces? © saucl ave fe restituye en forma de salarios —no operite cin’ Algo. semiejante ocurre en 1 plano interns equine Gatercambios internacionales, bajo el formalisma Gone! Muivalencia, revelan una profunda desigualdad. Desputs, puale parecer a primera vista que el inter ‘Mesigual” no sea THis que una nueva coneeptunlian- cambio tin fenémeno conocido bajo los términos de Hdeteriow clon a Werminos del intereambto” : en realidad, esta sitima ro deen no es sino la forma ocuita de la desigualdad de deri eMreambios. Ante. todo, la tesis del deteriora de los We ainos del intercambio admite, implicitamente, la. reali termirposible de una equivalencia, valor de equilibria, que zacién Morenide en razon de condiciones espectticas de Berta y la demanda mundiales; #° por el contratio, el con crete de intereambio desigaal implica sobre todo la no éaiti- cree cia de los Valores produciios e intereambindos habia Uhenta de la diferencia del nivel de las foerzas productivas Sut ¥ alld. Bn segundo término, el deterioro de los términos dal intereambio en los hechos traduce, pura y simplemente, al deeplazamiento de la no equivalencia en el sentido de una aeravacion de la desigualdad, pero é no mide ta desiqual- fiad. Mientras que el movimiento de los términos del inter- cambio nace de fuerzas coyunturales, el intercambio desigual esté determinado por las earacteristicas de las relaciones de produccién internacionales. Esto no signifien que, si los marxistas estin en su de- recho de referirse al “intercambio desigual”, no se hallen ante diferentes soluciones més 0 menos contradictorias de semejante cuestién, y es conocida la polémica entre A. Em- manuel y C. Bettelheim. Esta polémica, enyo aleance politico es considerable no s6lo frente a las luchas antiimperialistas sino también en el plano interno de la lucha de clases, no = : ién en la }, bajo la influencia de diversng _ A través de tal dispute te cargo ‘Ta economia politica que, previaments politica? ‘Tx economia politica era una cienci dle la “sociedad” * en su devenir vinnie artificial separaba los componentes cient de la sociedad; Marx era no sélo ee, pLilésfo, historiador, socidlozo,palitiesloro ear o sefialar que Ja ciencia social cal n cerrados y estériles, lo sores jo primero, tndavin queda por subravar qne ila economfa politica definido por Marx ¥? ge ras Inrmente, al punto de perder todo alcance sig, ‘etiqueta de “economismo” califica la pérdida ‘esta disciplina cientifica. Esta tendencia no intrinseca a los economistas liberales 0 tec. jedores del capitalismo, sino que afecta a los fas que, ora renudinn !a econom{a polftien fa—, ® ora proclaman su economismo tenien- @ de afirmar que ellos no hacen sino economismo (0 la ciencia de la cuantiticacién limitada a ido a 10s filésofos, socidloros o historiadores ypacion de construir una ciencia global en la que jocuparia sélo un segundo lugar. '* mos, para el objetivo limitado de nuestro pro- fema de Ja unidad tedrica de Ins ciencias s0- de centrarnos en el devenir de la economi nos rehusamos a confundir con “lo econdémico' sconémiro” o “la econometria”. eonomia politica es una ciencia cocial con iguales ti- Serlo, que Ia sociologia, la ciencia politica, la psico- storia... y partiremos de la definicién que de lo ‘este Ambito, nos afrece Lucian Sev i icién, por Ia cual se capta con exactitud Ta ade su objeto; y, ligado a esta definicién, el para estudiar ese objeto; “conceptos de ide os cuales se expresan los principales ele tos, y sobre todo las contradicciones determinantes. do "ela, rganos que permiten buscar con posibilidad de ‘as leyes fundamentales de desarrollo del objeto ex Mado y conducir, por ahi, debido a que éste depende de fodingy sq, 0 dominarto en lo teorka yen Ta prticn, Yo Ei constituye el fundamento de toda Ia empresa cienti- ‘Lucien Seve, como Althusser, separa muy claramente tn esencia (el concepto) del fendmeno pero, a la inversa del ido, cree hacer del proceso de conceptualiznciGn wee {eho cientifico que le permite dominar el fenémeno en Ta toc cicren In practicn, mientras que Althusser permanece fadiferente frente al fendmeno en tanto tal; el fenémeno faté. nara él, fuera del campo cientifico. ‘Una escisién surge muy claramente entre una corriente ‘ue, partiendo de In esencia, pretende avanzar hacia el fe- hémeno para dominarlo, mientras ue la segunda afirma Ia primacia de la esencia, la ausencia de toda conrardancia en~ tre Ia esencia y el fenémeno, v recurre necesariamente a un método estructuralista —acentndo como tal o no—, hasta al funcionalismo, para sentar los fundamentos de una practica ‘al nivel de lo concreto. Sobre la base de esta esrisién, €s grande In tentacién de) economista de deiarle al filézofo 0 al fociéloro el estudio de In esancia y consagrarse a Ia fenomer nologia econémica: el test de esta fenomenologia seria el uso del cfleulo econémico. * Los trabajos de Althusser han ejercido, a este respecto, tuna enorme influencia, por un efecto de atraccién y. de re- pulsién, polarizando la orientacién de los trabajos de unos y otros, ya hacia la esencia —como lo atestigua la orienta- cién de los trabajos de C. Bettelheim—, ya hacia el fené- meno —como en los casos de Henri Denia y A. Emmanuel. Me parece que es trabajar algo de prisa y olvidar los fundamentos de la econom{a politica marxista, y especial- mente su método, la “traduecién” de Ia esencia en fenémeno. Contrariamente 2 quienes piensan hoy, ubicdndose en el terreno de lo conercto, que los progresos del andlisis eco- Tomico se miden por progresos en cuantificacion y én asi milacién de las mateméticas, Karl Marx enuncié claramente que todo progreso de la ciencia econémica reposaba primero en un esfuerzo de conceptualizacién, verdadero soporte del 103 Marx nos dice también estéril sies incapaz de halla reto. La teoria marxista, esencia —lo teéricament, fenomenclogia— sing ee que conereto”’. -escribe respecto de la investi, ocimiento tedrico abstra “Puede parecer un base sélida que constituye lo abordar ixacién cien. cto, pasando buen método real y I abordar In economia nor In poblaetin siz y la materia de todo el proceso erat Sin embargo, al observar ali de mas cot Se trata de un error. La poblacién es ung , Por ejemplo, las clases A su ver, estas clasts estin vncins oe Jos elementos sobre los cuales reposan, por jo asalariado, el capital, etc. Estos iiltimos Ja division del trabajo, los precios, ‘gue la realidad econémica es una realidad uneia a este respecto el error de Herel —y sobre este tema que Althusser no so halla mo auunque sacrifica numerosos trab: demasiado hegelianos— en el sentido de que Gmicamente abstracto es incapaz de apro- en Ia ilusién de concebir lo real como, pensamiento que se concentra en s{ mismo, si.” *® En realidad, el pro- "en reproducir lo conereto a partir de noci is, en elevarse de lo abstracto a lo concreto } que consiste en elevarse de lo abstracto a lo fa el pensamiento, la manera de apropiarse to, de reproducirlo bajo la forma de lo conereto él problema cientifico de Ia economia po- un proceso de abstraceién sino un proces? # de la esencia en fendmeno. Su campo es ¢! Bei tren m ronereto”. Reconocer Ia dificultad del de Jo Sas a enémeno es tna cosa, pero no demues- de Ia wruto la vanidad de tal esfuerzo. tuna obra eomo los Elementos fundamenta- Por clertiiia de la economia politica no desemboea real- Tes para la or rinio de lo concreto, como lo atestigua el plan mente to.” Sélo en El capital se desprenden los dos niveles anunciad? "conocimiento en economia politica; por una par- tebricos det mente abstracto, en los libros ty 11 de Bl capital, ee ybarean el proceso de produccién en si y el proceso de Sheparenn arom, roan ra Breede Girvan del capital social 1a unidad abstracta de esas dos ae jor otra parte, 10 teéricamente eoncreto, en el li- fife 0 “Proceso de In produccién capitalista” en su con Winto, en el que se desarrollan las nuevas determinaciones tye permiten pasar de Ia esencia al fenémeno. * Cua es la clave tedrica del paso de la esencia al fe- némeno, de lo te6rieamente abstracto a Jo teGricamente con- creto? {A qué apelar? Al materialismo histOrico, expresion del desarrollo de las contradieeiones del modo de produecién talista, especialmente con la ley de la tendencia decre- ciente de Ia tasa de ganancias, la ley del desarrollo desigual, In ley de pauperizacién. Estas’ contradicciones hist6ricas, ex- presién de Ins contradicciones de Ia esencia de los fenémenos ~contradiccién de las relaciones de produccién con. el nivel de las fuerzas productivas— determinan, en lo teéricamente conereto, 0 en el proceso de conjunto, la contradiecién fun- damental creacidn-realizacion del producto social en general y de Ia plusvalia en particular, ** de donde resultan todas las contradicciones concretas puntuales. En efecto, la dificultad de la traduccién de la esencia en fenémeno, sea del valor de intercambio al precio de pro- duccién o de la creacién-cireulacién a la creacién-realizacién, reside principalmente en la transicién que se efectia en el terreno del materialismo histérico, en el sentido que el fe- némeno plantea como producto histerico de las eontradiceio- nes del modo de produccién. Asi ocurre aue los esauemas de la produccién ampliada del capital social, expresion del pro- ceso de produecién y del proceso de circulacién como creacion y circulacién de valores que se realizan por definicién, una expresién tedrica abstracta necesaria para plantear el 105 ide la creacién-reat a Ja tendencin decreciente Ge" ley gay 8 10S simbolos siguienteg 8 de rer "capital constans Splat varatie® SSC, © pheval con VeWg GS con PY

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