Sobre la lectura

Estanislao Zuleta, en su artículo “Sobre la lectura”, publicado el 8 de junio de 1985 en

Sobre la idealización en la vida personal colectiva y otros ensayos, nos habla acerca de la
lectura y nos presenta las razones por las cuales él justifica el hecho de que no sabemos
leer, tomando como base las lecturas y el pensamiento de Nietzsche. Por tal razón nos
presenta una serie de ideas que desarrolla con el fin de que el lector sea capaz de dominar la
lectura. Con esto, plantea que cada lectura tiene un código propio, independiente de su
autor y que para ser buenos lectores debemos poder descifrar dicho código.

Como base del texto, Zuleta recalca que el código es fundamental a la hora de leer.
Contrario a lo que todos piensan, no existe un código común entre lecturas, cada texto
genera su propio código dependiendo de su entorno y es nuestro trabajo interpretarlo,
descifrarlo. Dicha interpretación es, como lo decía Zuleta, producir el código que el texto
impone y no buscarlo con la ayuda de otro, debemos aprender a pensar por nosotros
mismos, ser independientes y así generar cuestionamientos que nos llevarán a encontrar la
solución del código. Se debe tomar la lectura como algo que enriquezca, que genere
conocimiento, no como un deber, que al final de cuentas genera limitaciones al momento
de encontrarle sentido al texto.

Así pues, para llegar a una buena interpretación, se es necesario primero tener en cuenta la
complejidad de los textos. Como lo mencionaba él, no hay texto que no sea difícil, y de eso
nos daremos cuenta en el desarrollo de la lectura misma. Además es más que necesario lo
que él denomina ‘leer a la luz de un problema’ que vendrían siendo todos los
cuestionamientos conjugados con la perspectiva del lenguaje, preguntas sin responder que
necesitan un buen proceso de investigación por parte nuestra. Es por ello que se precisan
lectores audaces y agresivos haciendo mención al león, uno de los tres niveles del espíritu
de Nietzsche en su libro Zaratustra, siendo los otros dos el camello (lector interpretativo) y
el niño (inocencia, olvido). Por lo tanto se necesitan lectores que interpreten, cuestionen y
que no sean presos de la gramática, que sepan que el significado de las palabras no es su
definición en sí, sino que esta se las da el sentido y el contexto, la propia lectura.
Para finalizar, Zuleta concluye que la lectura es un proceso de riesgos. No es posible ser un
buen lector si no se tiene un propósito con dicha lectura; aventurarse, proponerse, dejar lo
más difícil para el comienzo y no ser facilitadores. Debemos tener preguntas y
cuestionamientos, es lo que mencionábamos anteriormente como leer a la luz del problema,
sin miedo a intentar resolverlo. Porque la lectura según él, no cambia con el lector ni con el
autor. Tiene un código propio y cada palabra toma un sentido diferente con su lectura, es
por eso que se necesita buscar y trabajar, porque leemos no para saber qué nos quiere
transmitir el autor, sino para descubrir qué dice la lectura.

Bibliografía

Zuleta, E (1985). Sobre la lectura. Sobre la idealización en la vida personal y colectiva y

otros. Bogotá: Procultura, 81-102.