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LITERATURA HISPANOAMERICANA.

SIGLOS XVI - XIX

COMENTARIOS REALES – INCA GARCILASO – FICHA DE LECTURA

PROEMIO AL LECTOR
Otros historiadores han escrito del Nuevo Mundo, pero no lo han escrito todo o se entiende mal lo
que cuentan.
Con los Comentarios, quiere explicar lo que existía antes de los españoles, limitándose al Imperio de
los Incas, único del que tiene noticia directa.
Siempre autorizará sus aseveraciones con los historiadores españoles que escribieron antes. Su
intención no es contradecirles, sino servirles de comento, glosa e intérprete.
Su interés es servir a la república cristiana. Menciona que la Eterna Majestad sacó del abismo de la
idolatría a tantas naciones…
Se pone de manifiesto, desde el inicio de la obra, un cierto tono de humildad, que se intensificará a
lo largo de la obra. Aquí afirma limitarse a comentar, glosar, interpretar; más tarde utilizará
expresiones como ni las fuerzas de un indio pueden presumir tanto, osaré decir, aunque las fuerzas
ni el habilidad de un indio, nacido entre los indios y criado entre armas y caballos no puedan llegar
allí... Fiel a la intención expresada en este proemio, coloca las opiniones de los historiadores
(Gómara, Cieza, Acosta, Blas Valera…) como ratificación de toda opinión que el autor expone.

LIBRO PRIMERO
CAPÍTULO CONTENIDO
Sólo hay un mundo, no uno Nuevo y uno Viejo. Está dividido en 5 zonas y todas son
1 habitables. Razona acerca del motivo por el que hay zonas frías y calientes,
dependiendo de la altura del territorio y no de su situación.
2 Antípodas: no se sabe por dónde han llegado las gentes halladas en el Nuevo Mundo.
3 Descubrimiento: historia del piloto Alonso Sánchez de Huelva, antes de Colón.
4-5-6 El nombre de Perú: historia del indio Berú, en el río Pelú.
7 Historia de otros nombres de la tierra descubierta.
8 Límites geográficos del Perú. Historia del naúfrago Serrano.
División de la historia en edades: antes y después de los Incas.
Antes de los Incas: Dioses, sacrificios, vivienda, vestido, gobierno, formas de
9 a 14
casamiento, lenguas, uso de veneno y hechizos.
Resumen: gente bárbara, simple o ambas cosas a la vez.
El tío de Garcilaso inicia la narración acerca del origen de los Incas: hijos del Sol,
15 Manco Cápac y su hermana Coya Mama Ocllo Huaco, puestos por el Sol en la
laguna Titicaca.
16 Fundación de Cuzco. División en la parte alta y la baja.
17 Datación de este origen: más de 400 años antes del descubrimiento.
18 Otras fábulas acerca del origen de los Incas y su parecido con la historia de Noé.
Garcilaso explica el proceso de elaboración de los Comentarios: lo que vio y oyó
19
en su niñez, lo que sus condiscípulos sabían y los historiadores españoles.
20-21 Pueblos fundados por el Inca y enseñanzas impartidas a sus pueblos vasallos.
22-23-24 Insignias que distinguían a los Incas: pelo corto, trenza, orejeras. Nombres.
Testamento y muerte de Manco Cápac. Sucesor: Inca Sinchi Roca.
Ofrece Garcilaso su versión racional del mito Inca: debió ser algún indio de buen
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entendimiento, prudencia y consejo… y con astucia y sagacidad… fingió aquella
fábula… y para hacerse creer debió de ponerse en la figura y hábito que trajo…
Los nombres reales y su significación:
 Zapa Inca y Coya: rey y reina Incas.
26
 Auqui y Ñusta: príncipe y princesa, hijos de los anteriores.
 Inca y Palla: indios de sangre real, pero no reyes.

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LIBRO SEGUNDO
CAPÍTULO CONTENIDO
Los Incas tenían una sola idolatría: el dios Sol, al que adoraban, ofrecían sacrificios
y erigían templos. La Luna era su hermana y mujer. Relámpago, trueno y rayo
1-2 (Illapa, los tres juntos) eran criados del Sol.
Pachacámac era el Dios superior, el que dio movimiento al Universo. Pero sólo le
adoraban internamente, con el entendimiento.
Tenían una cruz de mármol fino, jaspe cristalino. Explicación acerca de que los Incas
3 no juran por su Dios, es sagrado y no se nombra sino para venerarlo, sino que
prometen.
Los españoles se confundieron y pensaron que los Incas tenían muchos dioses. Pero
era porque no entendían la multiplicidad de significados de un mismo vocablo. Pone
4-5 como ejemplo, y posible causante de la confusión, el término huaca, usado para
designar cosas poco comunes. Se confundieron también por no distinguir a los indios
de la primera época (que sí tenían muchos dioses) con los Incas.
6 Ratificación de todo lo dicho, mediante la autoridad del historiador Blas de Valera.
Los Incas creían en un hombre compuesto de cuerpo y alma. También creían en
una vida después de ésta, con penas para los malos y descanso para los buenos.
7 Dividían el universo en tres mundos: el cielo, este mundo y el centro de la tierra.
Creían también en una resurrección universal y conservaban los cuerpos de sus
difuntos unidos, en previsión de su vuelta a la vida.
Ofrecían al dios Sol sacrificios de animales, plantas y ropa. Pero nunca
8 sacrificios humanos, como sí hacían los indios anteriores a los Incas. De nuevo, los
españoles se confunden cuando hablan de sacrificios humanos entre los Incas.
Tenían sacerdotes de diferentes grados, y vírgenes. Para establecer leyes las
9 justificaban como mandatos del primer Inca, Manco Cápac, para dar así autoridad a
todo lo que mandaban los nuevos reyes.
De nuevo da el autor autoridad a lo dicho, mediante el testimonio de un historiador
español, Pedro de Cieza, en este caso. Le interesa destacar que él también afirmó
10
que los Incas quitaron los malos abusos de los indios de la primera era, y que nunca
hicieron sacrificios humanos.
Dividen su Imperio en cuatro partes, correspondiendo a las partes del cielo:
11 Oriente, poniente, septentrión y mediodía. Lo organizan jerárquicamente a través de
decurias, mandadas por decuriones. El superior a todos tenía el rango de general.
El decurión de diez vecinos tenía dos oficios: procurador para socorrerles y fiscal
acusador en caso de delitos. En cada pueblo había un juez para disputas entre
12
vecinos. Si la disputa era interprovincial sobre pastos, se enviaba un Inca juez. La
pena habitual por cualquier delito era la de muerte.
No hubo penas pecuniarias ni de confiscación de bienes. El juez no legislaba, sino
que se limitaba a aplicar la ley, pues era divina. Existía la confesión pública. No había
13 apelaciones, por innecesarias, pues el juez se limitaba a aplicar la ley. Se hacía
relación de las sentencias para enterar al juez superior. Sistema de nudos en
cordoncillos.
El decurión también informaba de los nacidos y muertos en su territorio. El mismo
sistema funcionaba en el ámbito militar: procuradores, fiscales… El número de
14 habitantes servía para fijar las contribuciones y para prevenir los almacenajes y
suministros precisos para las malas épocas. Había también veedores y
pesquisidores, encargados de vigilar el buen ejercicio del resto de cargos.
Ningún Inca de sangre real delinquió nunca. Tampoco fueron ofendidos. La
excepción fue Atahualpa, por su traición a su hermano. (Todo este tema aparece
15
tratado por Garcilaso con ingenuidad o desfachatez: no delinquía el Inca de sangre
real porque se le daba todo lo que pedía).
Se retoma la historia. Hechos del segundo rey, Sinchi Roca. Expandió el imperio,
pero por vía pacífica, tomando las naciones Puquina y Canchi hasta Pucara
16
(fortaleza). Desarrolló los pueblos y les impuso la idolatría del dios Sol. Al morir, deja
como heredero a Lloque Yupanqui.
Lloque Yupanqui sigue la expansión pero por la vía de las armas, cuando es
17
necesario. (De nuevo, con mucho desparpajo, Garcilaso nos hace creer que la culpa

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del uso de las armas era de los que no se sometían y no del “buenazo” del Inca).
Los Canas se someten pacíficamente. Los Ayauri se resisten y son sometidos por las
18
armas.
Los Colla también se someten pacíficamente. Eran muchas naciones distintas, con
19 riqueza ganadera y con muchos dioses y bárbaras costumbres. Todas se eliminan
para imponer el dios Sol.
Prosigue la expansión: los Chucuitu, Hillaui, Chulli, Pumata, Cipita, Hurin Pacasa. El
20 rey regresa a Cuzco. Al morir, deja como heredero a Maita Cápac. El autor decide
interrumpir la historia, para pasar a hablar de las ciencias que los Incas alcanzaron.
Trata del conocimiento que los Incas alcanzaron en ciencias: buen nivel en Filosofía
moral (leyes), nada en Filosofía natural, algo de Astrología (el sol, la luna, los
21 a 23 solsticios, los equinoccios, la duración del año por el movimiento del sol, los eclipses
–aunque sin explicarse sus motivos-, relámpagos, rayos y truenos, el arco iris). No
hacían pronósticos a través de los astros, sin sólo a partir de sus sueños.
Conocimientos de medicina reducidos al uso de hierbas. Detalle de las hierbas que
24-25
usaban.
Muy buen nivel en Geometría, Geografía y Aritmética. Explicación de los
26 instrumentos que usaban para la música. Incluso componían canciones de amor y
dedicadas a guerras y hazañas.
Este capítulo viene a ser un pequeño tratado de poética Inca: composiciones
dramáticas que eran representadas por los nobles, con argumentos militares y de
27 victorias y hazañas; algo de poesía, en versos cortos de tres y cuatro sílabas.
Remata el capítulo con el argumento de autoridad de historiadores españoles que
ratifican las buenas leyes y orden que los Incas tenían.
Dedicado a explicar su escasa capacidad de invención, demostrada por las pocas
herramientas de que disponían para sus tareas de platería, canteras y carpintería.
28 Resalta, en cambio, su gran capacidad de imitación y aprendizaje, tanto en tareas de
representación dramática como en aprendizaje de gramática y latín, cuento un
canónigo intentó enseñarles estas disciplinas.

LIBRO TERCERO
CAPÍTULO CONTENIDO
Retoma la historia de Maita Cápac para hablarnos de su reinado y de las conquistas
de nuevos territorios que hizo durante el mismo. A pesar de que apunta que la
extensión de la idolatría del Sol es sólo una excusa para justificar su ambición, el
esquema narrativo es siempre idéntico al utilizado en capítulos anteriores: quiere
ampliar el imperio pacíficamente, para dar mejor vida a los indios conquistados. En
1a6 algunos casos no es posible, porque los indios no aceptan su autoridad y se
encierran en fuertes. Los Incas los cercan, pero no quieren presentar batalla sino
sólo defenderse de los invadidos (¡!). Así consigue grandes territorios nuevos y
siempre perdona a los vencidos: Tiahuanacu (describe sus grandes construcciones
en piedra), Hatunpacasa, Cauquicura, Mallama, Huarina, Cuchuna, Sancáuan,
Huaichu (sangrienta batalla).
Prosigue el avance conquistador. Desde Huaichu a Callamarca y Chuquiapu, al pie
7 de la cordillera de los Andes. Allí manda construir un puente, para cruzar el río
Apurímac. Describe con todo detalle en proceso de construcción del puente.
La fama por esta construcción consigue que se rindan nuevos pueblos, admirados
8 del poder Inca: Chumpiuillca, Uillilli (con resistencia). Manda construir una calzada,
que fue muy apreciada por los indios.
Conquista Allaca, Taurisma, Cotahuaci, Pumatampu y Parihuana Cocha, zona de
mucho oro, Aruni, Collahua, hasta el valle de Arequipa, que encuentra despoblado y
9
manda repoblar con Incas. Regresa a Cuzco y tras unos treinta años de reinado en
total, fallece y deja como heredero a su hijo Cápac Yupanqui.
Tras dos años de visita por los pueblos de su imperio, inicia Cápac Yupanqui la
actividad conquistadora. De modo reiterativo, de narran las conquistas pacíficas de
10-11
Yanahuara, Aimara (tras un cerco), Huaquirica, Umasuyu (aquí pone, por primera vez
en Perú, mojoneras para marcar las tierras de vecinos en discordia). Vuelve a Cuzco.
12-13 Tras cuatro años de descanso, envía a su hermano Auqui Titu a hacer nuevas

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conquistas: Cotapampa, Cotanera, Huamanpallpa, provincias quechuas en las
riberas del río Amáncay, Yunca, Hacari, Uuiña, Camana, Caraulli, Picta, Quellca.
Encuentran costumbres sodomitas e, informado el rey Inca, manda quemar a todos
los que sean, con sus propiedades, para que no quede memoria de cosa tan
abominable. Regresan a Cuzco.
Pasados algunos años, se preparan para nuevas conquistas. Destaca el narrador
que todos los mandos supremos de los ejércitos eran Incas de sangre real, si bien
capitanes de los indios sometidos eran mantenidos en sus cargos, siempre bajo las
órdenes de un Inca.
Somete a los pueblos de la laguna de Paria. Hace las paces entre dos pueblos
14 enemigos de Collasuyu, que también se someten al Inca. Además, Pocoata,
Murumuru, Maccha, Caracara, Tapac-ri. Vuelven a Cuzco.
En la laguna Titicaca construyen otro puente. Esta vez no es de mimbre, como la de
15 Huacachaca, sino de juncia y enea. Atraviesan el puente y llegan a Chayanta, que
también se somete tras probar las leyes que les imponen.
Se interrumpe la narración con una digresión acerca de las diversas maneras que
tenían para atravesar ríos y lagos, ya que sólo hacían puentes en los caminos
16 reales. Se describen balsas de madera de Quito, manejadas con cuerdas, barquillos
de enea, balsas de calabazas, maromas de un lado a otro del río… Además, habla
de los modos de pesca que utilizaban.
Prosiguen las conquistas pacíficas: Tutura, Sipisipi, Chaqui, Chamuru, Sacaca.
17
Regreso a Cuzco y descanso por varios años.
Envía a su hijo, Inca Roca, a realizar nuevas conquistas/reducciones: Carahuaci,
Amáncay, Cochacasa, Sura, Apucara, Rucana, Nanasca, Hacari, Camata, Aticu,
18
Ucuña, Atiquipa, Quellca. Narra una curiosa disputa entre indios, ya en tiempo de los
españoles.
Colonización de tierras calientes mediante el traslado de otros indios de tierra
19
caliente. Regreso del hijo. Muerte del padre. Nuevo rey, su hijo, Inca Roca.
De nuevo se detiene la historia para describir con gran detalle el Templo del Sol en
Cuzco. La propia ciudad de Cuzco era adorada por su grandeza. En ella estaba el
20 templo, de piedra labrada. Por dentro, las paredes estaban cubiertas de plancha de
oro. La figura del Sol también era de oro. Al lado del Sol, los cuerpos de los reyes
muertos. Las puertas del templo, también cubiertas de chapas de oro.
Cinco aposentos adicionales: para la Luna (recubierto de plata), para las estrellas,
21 para el relámpago, el trueno y el rayo, para el arco del cielo, y para el sumo
sacerdote y los demás sacerdotes.
Descripción de otras salas adicionales. El Sumo Sacerdote era llamado Uíllac Umu,
22 el adivino o el hechicero que dice. Sólo podían entrar en el templo los Incas de
sangre real.
Los sacrificios, según su importancia, se hacían en la plaza mayor o en otras plazas
delante del templo. Cuatro calles se dirigían a él. Una quinta que las cruzaba servía
23
de límite a partir del cual sólo se podía pasar descalzo. Descripción de cinco fuentes
de oro que había en el templo.
Una huerta actual era entonces jardín de oro y plata, donde todo estaba hecho de
24 estos materiales. Mención de otros templos de menor importancia que había en otras
provincias, a imagen y semejanza de este.
Mención especial del gran templo en la isla Titicaca, en la laguna del mismo
nombre. Leyenda acerca de las riquezas que allí se depositaban y de cómo fueron
25
hundidas en la laguna cuando los españoles empezaron a robarlas. Narración del
intento fallido de unos españoles por recuperar estas riquezas.

LIBRO CUARTO
CAPÍTULO CONTENIDO
Existía un establecimiento para las vírgenes esposas del Sol (el narrador las llama,
a veces, monjas). Tenían que ser de sangre Inca, permanecer siempre vírgenes y
1a3 estar en absoluta clausura. Tan sólo la reina y sus hijas tenían licencia para entrar en
la casa y hablar con las encerradas. Su única labor era hilar, tejer y hacer todo lo que
el rey Inca vestía. Este tenía esa ropa en gran veneración y no podía regalarla a

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nadie, pues sería una ofensa al Sol, esposo de las vírgenes.
En las provincias había otras instituciones similares, con vírgenes que no eran de
sangre Inca. Algunas quedaban como monjas en sus provincias, otras eran
4 dedicadas a concubinas del rey. Es decir, no eran esposas del Sol, sino concubinas
del rey. Una dura ley (que nunca hubo de aplicarse) sancionaba cualquier
incumplimiento por un contacto de estas monjas con cualquier persona.
Las vírgenes reservadas para concubinas del Rey nunca eran regaladas por este a
5-6 otras personas. Pero el Rey sí otorgaba mujeres, hijas de capitanes y curacas, a
otros curacas en pago a sus servicios.
Junto a estas vírgenes, había mujeres de sangre real que vivían en recogimiento,
7 honestidad y virginidad, pero sin el requisito de la clausura. Eran muy veneradas. Las
viudas no eran apreciadas para casarse con ellas.
Cada año o dos años, el Rey mandaba juntar los mozos y mozas de Cuzco y
procedía a su casamiento, en cuanto a los de su linaje. Sus ministros hacían lo
8
mismo con el resto de los mozos y mozas. No era posible casarse los de una
provincia con los de otra, las bodas siempre dentro del grupo familiar.
El príncipe heredero casaba con su hermana y su primogénito sería el nuevo príncipe
heredero: razones de limpieza de sangre por ser la del Sol. Pero el rey podía tener
9 concubinas: parientas y extranjeras. En consecuencia, había tres clases de hijos del
Rey: los de su mujer (legítimos para heredar el reino), los de las parientas (legítimos
en sangre), y los de las extranjeras (considerados bastardos).
A falta de hijos de la legítima mujer, podía heredar el mayor de los legítimos en
10 sangre. Si no tampoco lo había, volvía la herencia al pariente varón legítimo más
cercano. En otras provincias había sistemas distintos entre los curacas.
Detalle del modo en que criaban a los hijos, su destete (a los dos años) y los
11-12
cuidados espartanos que recibían estos.
Tareas en que se empleaban las mujeres: hilar y tejer, además de ir al campo con los
13-14 hombres. Se producían visitas de cortesía entre mujeres. También había mujeres
públicas, pampairuna. Vivían en las afueran y eran despreciadas por todos.
Se retoma la historia del Rey Inca Roca, quien sigue con el plan de conquistas de
sus antecesores: Tacmara, Quiñualla, Cochacasa, Curampa. Llega a las provincias
15 de los Chancas: Antahuailla, Uramarca, Mancohuallu y Uillca son tomadas por las
armas, quedando gran rencor en sus habitantes, lo que tendrá consecuencias más
tarde. Reduce la provincia de Sulla y regresa a Cuzco.
Envía a su hijo, Yáhuar Huácac, a nuevas conquistas: Challapampa, Pillcupata,
Hausica, Tunu. Explica el narrador el origen del nombre de este príncipe: el que llora
16
sangre, porque en su nacimiento tenía los ojos con sangre. Era considerado un mal
augurio.
El príncipe llega hasta Antisuyu y regresa a Cuzco. Pasados unos años, vuelve el
Rey a la actividad de conquista: Chuncuri, Pucuna, Muyumuyu, donde logra la
17-18 reducción con alguna duda de sus habitantes. Sigue por Misqui, Sacaca, Machaca y
Caracara. Regresa y descansa. Dicta leyes sabias. Muere y deja como heredero a su
hijo Yáhuar Huácac.
19 Detalle de las buenas leyes del anterior Rey, en pluma del padre Blas Valera.
Reinado justo y manso, con un Rey influido por los malos augurios. Teme continuar
con las conquista. Manda a su hermano a tomar provincias: Caranca, Ullaca, Llipi,
20
Chicha. Ampara. Se destaca los problemas del rey con su hijo, áspero y de poca
mansedumbre. Lo destierra y este ejerce de pastor durante tres años.
Regresa el príncipe a palacio avisando a su padre de un sueño que ha tenido: se le
ha aparecido una figura que dijo ser Viracocha Inca, hermano de Manco Cápac,
21-22 quien le informa de una próxima sublevación de las provincias de los Chancas,
que quedaron con mucho rencor. No lo cree el Rey, tampoco hace caso de sus
consejeros. Regresa el príncipe al pastoreo.
Llegan noticias confusas de una sublevación efectiva por parte de tres curacas
23
chancas: Hancohuallu, Túmay Huaraca y Astu Huaraca. Se acercan a Cuzco.
El Rey huye y deja la ciudad desamparada. Su hijo, llamado ya como el fantasma
que se le aparición, Viracocha Inca, va en su busca, le afea la conducta y lidera a
24
los suyos para repeler el ataque de los sublevados y defender la ciudad. Se anuncia
que aquí terminó el reinado de Yáhuar Huácac.

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LIBRO QUINTO
CAPÍTULO CONTENIDO
Comienzan aquí 16 capítulos dedicados a describir las costumbres de los Incas.
1 En las tierras conquistadas repartían las tierras y construían acequias para el
regadío. Se hacían tres partes: para el Sol, para el Rey, y para los naturales.
Orden de labranza: las del Sol, las de los pobres, las propias de cada natural, las del
2 curaca y, por último, las del Rey. En Cuzco también labraban sus tierras los Incas de
sangre real. Se entonaban cantares tanto en la siembra como en el barbecho.
Reparto de tierras y agua: A cada indio se le daba una fanega y media de tierra.
Igualmente a cada hijo varón. A las hijas, media porción. Las tierras no podían
3-4
comprarse ni venderse. Estercolaban con estiércol humano; en la costa, con estiércol
de ave y con sardinas. En época de escasez también se repartía el agua disponible.
Tributos: labrar y recoger las tierras del Sol y del Inca y almacenar la cosecha para
ellos; hacer ropa (para gente común, para nobles y para Incas de sangre real),
calzado y armas. También había tributos para pobres: despiojarlos. Estaban exentos
5a7 de tributo: los Incas de sangre real, sacerdotes, militares, gobernadores, ministros,
mozos menores de 25 años, viejos, enfermos…
No se consideran tributos algunas cosas que los naturales ofrecen como presentes al
Inca: oro, plata, piedras preciosas, madera preciada, animales de todo tipo.
Almacenamiento y distribución de tributos: El tributo se almacenaba en diferentes
tipos de pósitos y se utilizaba para el mantenimiento del Rey, para los ejércitos, y
para los indios en los años de escasez. También había pósitos para abastecer a los
caminantes. No había riquezas entre los indios, pero nada de lo básico les faltaba:
8 a 10
ropa, comida, herramienta. El autoabastecimiento de cada casa era lo habitual. Nadie
pedía limosna. El ganado se distribuía por colores. El oro y plata se empleaba en
ornatos al dios Sol. Los animales se alimentaban y guardaban en barrios dedicados a
cada tipo de animal.
En estos 5 capítulos recurre el narrador a la autoridad del Padre Blas de Valera
para encontrar en sus escritos la justa referencia de todo lo expuesto en relación a
11 a 16 leyes y tributos. A través de sus textos, nos lleva a una recapitulación final de las
leyes, tanto tributarias como de otro tipo, y a la exaltación del buen gobierno que
lograron los Incas.
Retoma la historia de la guerra contra la sublevación de los Chancas. Inca
Viracocha sale con sus soldados Incas. Recibe el masivo apoyo de los Quechuas,
enemigos de los Chancas. Además, recibe más apoyos continuos de otros indios. A
pesar de los mensajes que envía a los sublevados, estos deciden continuar con la
17 a 19 sublevación. Se inicia una cruenta batalla que dura ocho horas. La moral de los Incas
y sus aliados se ve reforzada por la fábula de que las piedras del campo se hacían
soldados para defender al Inca. Los Chancas son derrotados, y perdonados sus
líderes. Queda pacificado el territorio. Fue conocida como la batalla de
Yahuarpampa.
Vuelve Inca Viracocha a Cuzco, donde es bien recibido. Visita el templo del Sol y la
casa de las vírgenes. Va después a ver a su padre, fuera de la ciudad. Hablan. Le
20
desposee de su reino y queda como nuevo rey. Yáhuar Huácac pasa el resto de su
vida desterrado en una casa real en las afueras.
Explica el narrador cómo los Incas reconocieron en los españoles al fantasma
Viracocha: se había aparecido al príncipe con barbas y largas vestiduras; cuando
llegaron los españoles tenían ese aspecto y mataron al traidor Atahualpa. Como
21 resultado, creyeron que eran hijos de su dios, los respetaron y los adoraron, además
de hacerles poca resistencia.
Explica el narrador que los Incas adoraron al nuevo rey Inca Viracocha como
dios en vida. Este edificó un templo en honor al fantasma.
Descripción del templo y la extraña estatua erigida: similar a la de un apóstol. El
22 templo se hizo a semejanza del lugar en que el fantasma apareció: descubierto, sin
techo. Fue destruido más tarde por los españoles, que buscaron oro debajo de él.
Mandó también pintar una figura en deshonor de su padre: dos grandes aves, una
encogida y de espaldas a Cuzco (su padre), la otra con las alas abiertas,
23
amenazante y mirando hacia la ciudad (se decía que representaba a él mismo). Inca
Viracocha gratifica a los quechuas y a otros indios que le ayudaron en la batalla.

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Reanuda las conquistas: Huaitara, Pocra, Asáncaru, Parco, Pícuy. Manda construir
24
una enorme acequia (obra tan grande y admirable que excede a toda pintura).
Visita su imperio durante tres años. En un de las paradas, recibe embajadores de la
25 provincia de Tucma, que someten voluntariamente su pueblo y le informan de la
existencia de los pueblos de Chile, tras los Andes, incitándole a conquistar la zona.
El vencido caudillo chanca, Hancohuallu, tras nueve años de permanecer bajo los
Incas, decide huir de allí con muchos de los suyos. Se dirige hacia el interior, lejos
26 - 27
del territorio Inca. Apenado el rey por esta huída, manda visitar la zona chanca para
apaciguarla.
Pronostica la llegada futura de los españoles. El pronóstico es guardado en secreto,
28 para no inquietar a la población. Mucho más tarde, será Huaina Cápac quien desvele
el secreto.
29 Muere el rey y deja como sucesor a su hijo Pachacútec Inca.

LIBRO SEXTO
CAPÍTULO CONTENIDO
De nuevo se suspende la historia para explicar las condiciones de vida de los Incas.
El servicio y ornamento de las casas reales (con abundancia de ornamentos y
elementos de oro y plata), las figuras de plantas y animales (de oro y plata), la ropa
1-2 de cama y de vestir, los huertos y jardines (llenos de figuras de plantas hechas de
oro y plata), tinajas, vajillas. Casi todo lo escondieron cuando llegaron los españoles
y hoy no se conoce su paradero. Ratifica su narración recurriendo a los historiadores
españoles.
Los criados que servían a la casa real tenían diversos oficios. Cada pueblo estaba
3 especializado en uno de esos oficios y sus naturales eran quienes servían. Por
ejemplo, había un pueblo especializado en servir llevando en andas al Rey.
Había grandes salas cubiertas, para las fiestas y bailes durante el mal tiempo.
4 Describe el narrador el modo en que construían las paredes. El aposento del Rey era
cerrado cuando este moría. Todo su ajuar doméstico se enterraba con él.
Las exequias por el Rey muerto duraban un año. Se embalsamaba su cadáver y se
5 llevaba al templo. Sus criados y sus mujeres más queridas se ofrecían a morir y o se
ofrecían para ser enterrados vivos por acompañar al Rey en el más allá.
Las cacerías: cada cuatro años se organizaba una cacería en un territorio, la chacu.
Salía el Rey al campo junto con una multitud de indios divididos en dos lados, para
cercar al ganado que iban a cazar. Cazaban piezas para carne que repartían entre
6 los naturales. También piezas para trasquilar y repartir la lana, la común para el
pueblo, la de vicuña para el Rey. Cazaban también animales salvajes dañinos. Todos
los años se cazaba, pero en distintas territorios, de modo que en cada uno sólo se
cazaba cada cuatro años.
Tenían un servicio de correo, por medio de indios dispuestos en los caminos
(chasquis). Había tres modalidades: de palabra (el más usual), por escrito mediante
7 nudos quipu, y mediante ahumadas de día y llamaradas de noche (reservado para
los avisos de rebelión o levantamiento). El nombre de mensajero (cacha) estaba
reservado para los embajadores o mensajeros personales.
Explicación del sistema de nudos o quipus, que servía para todo lo relacionado con
cuentas. El encargado era el quipucamayu. No había modo de registrar las
8-9 palabras, lo que se dejaba a la memoria de estos mismos, de los amautas (para
fábulas en prosa) y de los harauicus (poetas en verso). Pero nada quedaba por
escrito, sino que se recitaba de memoria.
El narrador retoma la historia del Inca Pachacútec. Tras tres años de reinado
procede a visitar su reino durante otros tres años. Después acomete sus primeras
10-11 conquistas. Envía a su hermano Cápac Yupanqui. Conquista el territorio de los
Huancas (Sausa), Tarma y Pumpu, otras provincias sin nombre, Chucurpu, Ancara,
Huaillas. Vuelve a Cuzco.
El Rey vuelve a visitar sus territorios durante tres años y manda edificar templos,
casas de vírgenes, fortalezas, casas reales, y pósitos. Dicta muchas leyes y fueros.
12
Envía de nuevo a su hermano y al príncipe heredero, Inca Yupanqui, a nuevas
conquistas: Pincu, Huaras, Piscopampa. Se resiste Cunchucu.

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13 Cruel batalla durante 6 meses hasta que conquistan Cunchucu.
Siguen por Huamachucu. Llegan a Casamarca, que reducen tras 4 meses de cerco y
14 a 16
batalla. De regreso, conquistan Yauyu. Llegan a Cuzco.
Tras 4 años sin ampliar territorio, deciden reanudar la actividad. Tío y sobrino
conquistan los valles de Ica y Pisco. Llegan a Chincha, que se resiste. La cercan
17 a 19
hasta que los yuncas, sus habitantes, se rinden. Queman vivos a los sodomitas que
allí había. Piden tropas de refresco.
El narrador interrumpe la historia para dedicar 9 capítulos a la descripción de
costumbres. Habla de la principal de las cuatro fiestas de Cuzco (que fue otra
20 a 23 Roma). La principal era la Raimi, ofrecida el Sol en el mes de junio. Detalle de la
ceremonia en la plaza mayor de Cuzco (Haucaipata), sacrificio del cordero negro,
invitación a beber por parte del Rey, etc. Fiesta que duraba 9 días.
Explica ahora el proceso para acceder a las insignias de varón y la ceremonia
correspondiente, asimilándola al “armar caballeros” de los libros de caballerías. La
ceremonia se llamaba huaracu. Tras una época de noviciado muy rigurosa (difíciles
24 a 26
pruebas físicas, aprendizaje de la construcción de armas y calzado, etc.) llegaba el
momento de la ceremonia. El príncipe heredero también estaba incluido en este
proceso.
La segunda fiesta era la entrega de insignias por parte del Rey Inca (perforación
27 de las orejas) y del resto de los Incas ancianos (los paños). Al príncipe se le ponía la
borla amarilla de lana.
El Rey portaba es misma borla pero en color rojo y, además, dos plumas de una ave
28
muy escasa (la compara al ave fénix) que llaman corequenque.
El narrador retoma la historia que había dejado en el capítulo 19. Llegado el nuevo
ejército, avanzan por el valle de Runahuánac (Huarcu, Malla y Chillca), territorio del
29
señor Chuquimancu. Opone gran resistencia, pasan 8 meses de sangrientas batallas
con ejército renovado 4 veces. Al final, se rinden los indios yuncas.
Avanzan por los valles Pachacámac, Rímac (llamada Lima, por los españoles),
Cháncay y Huaman, territorios del poderoso Cuismancu. Son pueblos que ya adoran
30-31 a Pachacámac, el dios secreto de los Incas. Acuerdan los Incas una paz con
condiciones que Cuismancu acepta. Vuelven a Cuzco. Por algunos años, cesan las
conquistas.
Tras 6 años de reposo, envía el Rey a su hijo como general de una nueva conquista.
Se dirige a los valles del gran señor de los yuncas Chimu: Parmunca, Huallmi, Santa,
32-33 Huanapu y Chipu (la actual Trujillo). Se opone con fiereza a la ocupación. Guerra
muy sangrienta, petición de refuerzos por parte del príncipe Inca. Finalmente, se
allana Chimu y son tomados los territorios. Regreso a Cuzco.
Detalle de las últimas construcciones llevadas a cabo en Cuzco, renovación de la
milicia y nuevas leyes. Fallecimiento del Rey, adorado como un nuevo Júpiter.
34 Queda como heredero su hijo Inca Yupanqui. Explica el narrador cómo este nombre
quedó como un nombre similar a César Augusto, que llevaban todos los reyes
posteriores que no tuvieran ese apelativo por nombre.
Apoya todo lo narrado sobre este rey con el argumento de autoridad de lo que
recoge el Padre Blas Valera en su crónica. Además, detalla los dichos
35-36
sentenciosos del Rey fallecido, que dice haber encontrado en hoja suelta de los
escritos del historiador.

LIBRO SÉPTIMO
CAPÍTULO CONTENIDO
Explicación de cómo el Inca movía a los indios conquistados de su territorio a
otro, con la finalidad de repoblar y, sobre todo, prevenir las rebeliones. Además,
1 mandaba aprender la lengua de su corte, llamada general/cortesana. Con estos
medios, afirma el narrador, los Incas domesticaron y unieron tanta variedad de
naciones diversas.
Los herederos de los reinos conquistados eran llevados a la corte de Cuzco,
2 para adoctrinarlos y tratarlos con mucho regalo y favores. Otro medio para
asegurarse su fidelidad.
Asunto de la lengua general/cortesana: aporta el narrador el testimonio de

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autoridad del historiador Blas Valera. Alaba este la iniciativa de los Incas de imponer
su lengua general y lamenta el olvido en que está tras la conquista española.
Lamenta también que los españoles pretendan que los indios aprendan la lengua
española, cuando sería mucho más fácil conservar la general Inca. Sitúa el origen de
3-4 la dificultad actual de gobierno a la diversidad de lenguas a la que se ha regresado.
Pone ejemplos de algún religioso que aprendió la lengua general y la enseñó a
algunos indios, con lo que consiguió transmitir el lenguaje evangelio con gran
eficacia.
Retoma el asunto de las fiestas solemnes. Narra la tercera, la llamada
5
Cusquieraimi, cuando ya la sementera estaba hecha y nacido el maíz.
Cuarta fiesta, la Citua, cuando desterraban las enfermedades y penas, como la
6-7
expiación de la antigua gentilidad, en que se purificaban y limpiaban de sus males.
Se inician aquí varios capítulos para describir la ciudad de Cuzco, llamada
también Nueva Toledo por los españoles.
Afirma el narrador que Cuzco, en su Imperio, fue otra Roma en el suyo. Lo justifica
por sus similitudes: fundadas por sus primeros reyes, las muchas naciones
conquistadas, las leyes tantas y tan buenas, los varones tantos y tan excelentes.
Lamenta que, por falta de letras, no haya quedado nada de la grandeza de la
8
república de Cuzco, salvo lo que ha podido recibirse por tradición oral. Justifica la
redacción de los Comentarios precisamente porque no se pierda del todo esa
memoria.
A continuación inicia la descripción, remontándose a la fundación por Manco Cápac,
en una colina, y su división en dos partes. Detalla cada uno de los muchos barrios
que la ciudad tenía
Cuzco, en sus barrios, representaba todo el territorio del imperio. Cada zona estaba
dedicada a los naturales de un territorio, de modo que la ciudad era como un mapa
9 del mismo. En los barrios vivían los vasallos. Describe la zona en que vivían los Incas
de sangre real y explica a qué españoles han ido a pasar las casas, tras el reparto en
la conquista. Alterna así las referencias antiguas y las de su propio tiempo.
Del mismo modo, detalla otra zona (la de las escuelas y las casas reales) y los
10
propietarios españoles actuales. Todo ello al oriente.
Pasa a explicar, con el mismo sistema, la zona del poniente. Allí estaba la casa de
11
Garcilaso, padre del narrador. Allí se fundó un famoso hospital.
Explica el modo en que se juntaron las limosnas necesarias para construir el hospital,
12
y otra gran limosna anterior para pagar la construcción de una iglesia.
Vuelve el narrador a la historia del Inca Yupanqui. Tras las exequias del Rey anterior
y la visita a sus reinos durante tres años, inicia una expedición hacia las tierras tras
los Andes. Lo hace a través del Río de la Plata (Parahuay), uno de los cinco ríos que
13-14 se unían para formar el gran río Amarumayu. Construyen balsas durante dos años.
Tienen batallas con los indios chunchus y los reducen. Llegan a Musu, donde sus
naturales acatan las leyes pero no la autoridad Inca: quedan como una federación
con el Inca. Quedan allí muchos Incas como naturales del pueblo federado.
Para atestiguar esta semiconquista, hace el narrador un salto en el tiempo y narra
las aventuras de varios conquistadores españoles que, más tarde, se internaron
por el mismo río. Diego Alemán, primero, que fue derrotado pero quedó con los
15-16
indios como capitán de sus ejércitos. Gómez de Tordoya y Juan Álvarez Maldonado,
después. Inician expediciones por separado y se pelean entre ellos, siendo muertos
casi todos.
Tras cuatro años, se inicia la conquista de Chirihuana, en los Andes. Tierra de
bárbaros, fieros, salvajes y antropófagos. Fracasa la lucha con ellos y los Incas
abandonan la expedición tras dos años de lucha. Quizá para justificar el fracaso, el
narrador da un nuevo salto en el tiempo y refiere la expedición que muchos años
17 después hizo el virrey don Francisco de Toledo por los mismos territorios. Acaba
también en fracaso, huye, y el narrador se burla de él recordando lo que los indios
perseguidores le gritaban: Soltad esa vieja que lleváis en esa petaca, que aquí
nos la comeremos viva. Parece que la enemistad de Garcilaso con ese virrey era
notable.
Se inicia el largo proceso de la conquista de Chile, que se hará por fases. Primero
Atacama, luego Copayapu, Cuquimpu, y todas las provincias hasta el valle de Chili.
Llegan hasta el río Maulli y, tras fracasar en unas grandes batallas con los de

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Purumauca, ponen allí el límite a su imperio.
Dando un gran salto en el tiempo, se inicia aquí una serie de capítulos en los que
el narrador explica el proceso de la conquista de Chile por parte de los
18 a 20 españoles. Comienza con Diego de Almagro, quien ve el país pero regresa a Perú.
El segundo fue Pedro de Valdivia, verdadero conquistador de Chile, dominador de
los araucos, pero muerto después por ellos. En los capítulos siguientes explica esta
aventura.
Inicia la narración de la sublevación de los araucos y la respuesta de Pedro de
Valdivia con 150 de a caballo. Al principio vencen en todas las batallas a muchísimos
más indios. Después, un viejo capitán indio idea un sistema de batalla mediante
19-23
escuadrones sucesivos que se relevan. Así consiguen hacer huir a Valdivia tras una
jornada entera de lucha. Al final lo apresan y lo dan muerte, con la traición de un
criado de Valdivia, Felipe/Indio Lautaru.
Explica las tres posibles muertes que sufrió Valdivia, según versiones. Todo esto
ocurrió en 1553. El autor hace referencia a la crónica Araucana, de Alonso de
24
Ercilla, que recoge la lucha de los españoles y los araucos. Dice también que la lucha
ha seguido durante los últimos 49 años.
Aquí da un giro sorprendente la narración, convirtiéndose en una crónica de
actualidad periodística. Afirma el autor que le llegan nuevas noticias en el momento
que escribe, 1599-1600. Le llega una crónica doble: por una parte, la erupción de un
volcán en Arequepa, con grandes destrozos y pérdidas; por otra, la noticia de la
25
pérdida de la ciudad de Valdivia a manos de los araucos.
Aun más, le llega una nueva crónica de 1604 en donde se narran hechos
posteriores. La destrucción de seis ciudades del reino de Chile y cómo fueron
destruidas y los españoles muertos.
Retoma, para concluirla, la historia de Inca Yupanqui. Pasa los últimos años
ennobleciendo lo conquistado y haciendo obras. Se destaca, en particular, el inicio
26
de la gran fortaleza, de la que se hablará en los tres capítulos siguientes. Murió el
Rey, dejando como sucesor a su hijo Túpac Inca Yupanqui.
Descripción de la enorme fortaleza que hubo en el más alto cerro de Cuzco y que
inició el Rey Inca Yupanqui. Se muestra la extrañeza de cómo pudieron trasladarse y
colocarse las enormes piedras con que la fortaleza está construida. Se describe su
27 a 29 estructura y forma. Por último, el autor explica la verdad historial, como la contaban
los amautas: traían la piedra más de veinte mil indios, tirando con maromas.
Se queja el narrador de que los españoles, envidiosos, no sólo no conservaron, sino
que derribaron la fortaleza para hacer sus casas con la piedra de la misma.

LIBRO OCTAVO
CAPÍTULO CONTENIDO
Pasado el tiempo de exequias (1 año) y el de visitar el imperio (4 años), inicia Túpac
Inca Yupanqui su fase de conquistas: Huacrachucu, Chachapuya, Muyupampa,
1a5 Cascayunca, Huancapampa, Casa, Ayahuaca, Callua. Regresa a Cuzco y se ocupa
algunos años en visitar el imperio. Tras ello, reanuda las conquistas: Huánucu, Palta,
Cañari, Quillacu.
Regresa a Cuzco y pasa algunos años. Tras ellos, se dirige a Tumipampa e inicia
6 nuevas conquistas: Chanchan Moca, Quesna, Pumallacta, Ticzampi, Tiucasa,
Cayampi, Urcollasu, Tincuracu. En Huancavillca se le ofrecen por vasallos.
Inicia la conquista del reino de Quitu. Tras dos años de cerco y guerra, regresa a
Cuzco y encarga la conquista a su hijo y heredero Huaina Cápac. Tras tres años
7
de lucha logra la conquista. Sigue después por Quillacenca, Pastu, Otauallu,
Carenque. Finalizadas estas conquistas, regresa a Cuzco.
Narra los tres casamientos sucesivos del príncipe Huaina Cápac, con una hermana,
con otra y, por fin, con una prima. De la primera no tuvo descendencia, pero sí de la
segunda y tercera. Muere el Rey y deja como heredero a Huaina Cápac. Antes de
8 contar su reinado, decide dedicar unos capítulos a reseñar las cosas que había en el
imperio para el sustento humano, para distinguirlas de las que llevaron los españoles
más tarde.

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Comienza con los frutos que se crían sobre la tierra; maíz/zara, mijo/quinua, y varios
tipos de frijoles. Sigue con los de bajo tierra: papa, oca, añus, batata/apichu,
9 a 13 calabaza/zapallu, maní/ínchic, cuchuchu. Sigue con las frutas de los árboles: pepino,
chili, guayaba/sauintu, guaba/pácay, pera/palta, lucma/rucma. Detalla algunos tipos
de árbol: mulli, pimiento/uchú/ají, maguey/chuchau.
14 Sigue con los frutos de los Andes: plátano, piña, manjar blanco, almendra, nueces.
Dedica un apartado especial a la coca/cuca, sus buenos efectos y los negocios que
15
los españoles hacían con esta hoja. También al tabaco/sairi y a la zarzaparrilla.
Pasa a tratar del ganado doméstico, llamado llama (grandes y pequeños). Explica su
16 forma y utilidad tanto para carne, lana y transporte de mercancías. Narra una grave
epidemia de sarna que destruyó gran parte de la cabaña de llamas.
El principal ganado bravo era la vicuña. Había también venados, corzos y gamos,
gatos cervales, zorras, conejos. En fieras salvajes, habla de los leones/puma,
17-18
osos/ucumari, culebras grandes/amaru. En los Andes, un tipo de vaca, jabalí, monas
y micos.
Pasa a tratar de las aves. Domésticas, sólo patos. Silvestres: águilas,
halcones/neblíes, cóndor/cúntur, tominejo/quenti, gallinaza/suyuntu, alcatraz, garza,
flamencos. Hay dos tipos de perdices, palomas torcaces, tortolillas, pajarillos
19 a 21
similares a gorriones, ruiseñores y golondrinas. Hay abejas silvestres, pero no de las
domésticas en panales. En los Andes hay muchos tipos de papagayos, algunos
habladores y otros no.
Hubo muchas esmeraldas y turquesas, aunque no supieron labrarlas. Conocían las
perlas pero estaban prohibidas por el riesgo que suponía su recogida. Mucho
después de los Incas hubo abundancia de ellas. Oro se cogía por todo el Perú. El
22 a 25 autor indica que llegaba cada año a España entre 12 y 13 millones en plata y oro. La
plata costaba más sacarla y la principal mina se halló en Poctosí. El azogue también
estuvo prohibido por los Incas, que no sabían qué hacer con él. Mucho más tarde, se
encontró su utilidad para fundir la plata con un nuevo sistema.

LIBRO NOVENO
CAPÍTULO CONTENIDO
Se retoma la historia del inca Huaina Cápac. Tras el año de exequias salió a visitar
sus reinos. Mientras hace la visita recibe la noticia del nacimiento del príncipe
heredero, que llamó Huáscar Inca. Volvió a Cuzco. El nombre (sobrenombre) del
1
heredero se tomó de una enorme maroma de oro que el Rey mando hacer, cogidos a
la cual bailaban los Incas. Fue pieza escondida a la llegada de los españoles y nunca
hallada.
Un año después salió para Quito. Allí tomo una concubina de la que nació
Atahualpa, como se verá más tarde. Inicia las conquistas a partir de allí: Chacma,
Pacasmayu, Zaña, Collque, Cintu, Tucmi, Sayanca, Mutupi, Puchiu, Sullana. Vuelve
2-3
a Quito y, tras dos años, inicia la conquista de nuevos territorios: Túmpiz, Chumana,
Chíntuy, Collonche, Yácuall. En Túmpiz se produce el castigo a los que mataron a
capitanes en tiempo de su padre.
Emplea otros cuatro años en visitar su reino. Después, tras consultas a sacerdotes,
se dirige a la conquista de la isla de Puna. Acceden los naturales, con el fin de
4-5
rebelarse más tarde. Así lo hacen y, marchado el Rey, matan a todos sus capitanes.
Vuelve el Rey, captura a los rebelados y los mata a todos, de diversas formas.
Vuelve a Cuzco y se ocupa en terminar la fortaleza, durante 4 años. Sale a proseguir
conquistas y recibe noticia de una sublevación en Chachapuya. Se dirige allí, los
jefes amotinados huyen a las montañas. Una matrona chachapuya le pide perdón en
6a8
nombre de su pueblo. Así lo otorga el Rey. Prosigue sus conquistas por Manta,
Caranque y Saramisu. Llega a Pasau pero son tan bárbaros, salvajes y sucios sus
habitantes, que decide no someterlos y regresa sin conquistar esa zona.
Da cuenta de la leyenda acerca de unos gigantes que llegaron a esa tierra de Pasau.
Por su maldad, fueron castigados por un ángel, quien con una espada los mató a
9
todos. Afirma el autor que algo de esto hay que creer, puesto que han aparecido en
la zona enormes huesos humanos. Toma como fuente a Pedro de Cieza.

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Durante una fiesta Raimi, Huaina Cápac pone en cuestión el poder del dios Sol:
“debe de tener otro mayor señor y más poderoso que no él… porque si él fuera el
10
Supremo Señor, una vez que otra dejara de caminar y descansara por su gusto…”
Fue tomado por los Incas como mal augurio.
Sublevación de la provincia de Caranque y aplastamiento de la misma por el Inca,
con una gran matanza de indios como castigo: la laguna en que los mataron se llenó
11
de sangre y la llamaron Yahuarcocha/mar de sangre. Parece que seguía siendo
malos augurios que avisaban de cosas peores.
El Rey favorece a Atahuallpa, el hijo que tenía con su concubina de Quito. Llama a
su legítimo sucesor, Huáscar Inca, y le pide que ceda su derecho sobre el reino de
12
Quito a favor de otro hijo. Accede Huáscar. El Rey queda en Quito descansando y
gobernando, en lugar de en la habitual ciudad de Cuzco.
Referencia a los dos grandes caminos que hizo construir el Rey de norte a sur. El
13 uno, atravesando las sierras; el otro, por la costa. Aporta los testimonios de
historiadores españoles que se admiran de las dos grandes obras.
Primera noticia de los españoles, año 1515. Llegan al Rey nuevas de que han
aparecido extrañas gentes en un navío por la costa. Era Núñez de Balboa y sus
14 gentes, los que pusieron el nombre de Perú al imperio, como se narró al comienzo de
esta obra. Vive el Rey inquieto con esta noticia. Pide pronósticos y augurios. Todos
son negativos, aunque no quiere creerlos. Vivió 8 años más, en paz y tranquilidad.
Siguen los malos pronósticos de los hechiceros. Muere el Rey en Quito, deja como
Inca de ese reino a Atahuallpa y del resto a Huáscar. En su muerte, comunica la
revelación que ha recibido del rey Sol: anuncia la llegada de nuevas gentes que
someterán el imperio con leyes nuevas y mejores, y con mejores armas; pide a
15
los suyos que los respeten y acaten. Esta petición del Inca es argumentada como
base para que Perú fuese tan rápidamente sometida por los conquistadores: no fue
por la fuerza de las armas de estos sino por la obediencia de los Incas al fallecido
Rey.
Deja el narrador la historia, para dedicar 16 capítulos a describir las cosas que no
había en Perú y que los españoles trajeron. Explica el autor el tipo de animales
16 a 21 que llegaron con los españoles, sus circunstancias de introducción y su precio
habitual: yeguas y caballos, vacas y bueyes, camellos, asnos, cabras, cerdos, ovejas,
gatos caseros, conejos y perros castizos.
También trajeron las ratas, pues antes sólo había ratones en Perú. Habla de las
22
plagas de ellas y de los modos de matarlas.
Sigue con las aves: gallinas, palomas caseras y pavos.
Para explicar el que a la gallina llaman los Incas Atahuallpa, narra brevemente la
23 traición de este a su hermano Huáscar, y cómo arrasó con todos los Incas de
Cuzco, pero no con los de Quito. Tras la muerte del traidor por los españoles, los
Incas al oír el canto de los gallos dicen que el sonido es similar a la voz Atahuallpa.
Pasa a explicar la llegada de plantas: trigo, cebada, la vida (y después el vino), el
24 a 30 olivo, las frutas, la caña de azúcar, las diversas hortalizas y legumbres, el lino, los
espárragos…
Dedica este capítulo a lo que mejor que ha pasado a Indias: los españoles y los
negros. Va explicando el nombre dado a cada “clase” de personas: españoles,
31
criollos, negros, mulatos, Explica el concepto de mestizo y se enorgullece de serlo
(me lo llamo yo a boca llena, y me honro con él).
Retoma el narrador la historia de Huáscar Inca. Tras cinco años de “doble reinado”
en paz, manda Huáscar mensajeros a Atahuallpa exigiendo que este se
comprometa a no ampliar su imperio de Quito y a reconocer vasallaje al de Cuzco.
32
Accede, maliciosamente Atahuallpa, pero prepara su traición. Pide que le permitan el
acompañamiento de su pueblo en el viaje que inicia a Cuzco para someterse a
Huáscar. Este consiente.
Se inicia el viaje, pero Atahuallpa disimula entre su gente a un gran ejército
33
preparado para la guerra. Huáscar no sospecha nada.
Algunos capitanes advierten a Huáscar de la estratagema. Este pide que se junte su
34
ejército, pero es demasiado tarde.
Los de Atahuallpa llegan a las cercanías de Cuzco y se inicia una gran batalla con los
35 ejércitos que Huáscar ha logrado juntar. Tras un día de batalla, triunfa Atahuallpa y
apresa a Huáscar. El traidor, pasa por las armas a todos los Incas de sangre real.

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Razona el narrador las razones por las que se comportó así Atahuallpa. Al no tener
títulos legítimos para ser rey Inca, no le quedó más solución que la crueldad y la
36
destrucción de toda la sangre real. No mata a Huáscar, sino que lo apresa y le hacer
ser testigo de la muerte de toda su gente.
Narra la extensión del exterminio a las mujeres y a los niños. Todo ello con enorme
37
crueldad. En dos años y medio consiguió la extinción de toda la sangre real.
Explica el narrador que, no obstante, algunos lograron escapar. Entre ellos, la madre
del propio autor y su tío, el que le cuenta las historias que está narrando. También
38
habla de los descendientes de Atahuallpa, con una de cuyas hijas tuvo un hijo
Francisco Pizarro.
Prosigue la narración de las crueldades de Atahuallpa, ahora con los criados de la
casa real, a los que también extermina, tanto en Cuzco como en otras provincias.
39
Ratifica todo lo narrado con el argumento de autoridad de lo recogido por
historiadores españoles en sus crónicas.
Para concluir, la narración vuelve a convertirse en noticia de actualidad.
Terminados todos los capítulos anteriores, recibe el autor noticas actuales del
Perú, de donde obtiene la información de que son muchos más los descendientes
Incas que han sobrevivido. Once Incas le envían una carta pidiendo determinados
privilegios al emperador español. En ella se incluye la relación de las diversas
familias (panacas) a partir de cada uno de los reyes Incas y el número de
40
supervivientes de cada una (al explicarlo, el narrador comete un error en el orden que
fija de los reyes: afirma que Maita Cápac fue el quinto rey cuando en realidad fue el
cuarto).
Concluye el capítulo y el libro, con la referencia a Don Melchor Carlos Inca, nieto de
Huaina Cápac, quien vino a España y recibió ayuda, hábito de Santiago y
esperanzas de asiento en la casa real.

POSICIÓN DEL AUTOR FRENTE AL TEXTO


¿Qué posición tiene Garcilaso con respecto a lo que escribe? ¿Adopta el papel de
un español? ¿De un indio? ¿De un mestizo?
No es fácil determinarlo. Por una parte, cuenta con la educación española recibida y
el respeto que tiene a su padre español, a pesar de que abandonó a su madre y se
casó con una española. Por otra, odiaba al virrey Toledo, por lo que no parecía que
su aprecio por lo español fuese absoluto. Además, cuando decide tomar la pluma,
tras dedicarse a la carrera de las armas y pelear al lado de Juan de Austria en las

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Alpujarras, sufre algún desengaño. Habla de ello cuando se refiere a la ingratitud de
un príncipe, al que nunca nombra.
Hay momentos en los Comentarios en donde parece tomar la posición del indio.
Inicia la narración desde el punto de vista de su tío Inca, depositario del saber oral
de su pueblo. Pero siempre ratificará lo escrito con los argumentos de autoridad de
los cronistas españoles. Por otra parte, no parece estar muy orgulloso de su lado
Inca: su madre, tras ser abandonada por su padre Garcilaso, casó con un soldado
de rango muy inferior, hecho que no perdonó nuestro autor, hasta el punto de no
hablar nunca más con su madre.
También aparece como mestizo orgulloso de serlo, tanto en el propio texto (capítulo
31 del libro IX), como en muchos momentos en que la historia se refiere a su familia.
No obstante, guarda las distancias con su lado Inca. Él escribe en un momento
histórico donde la pureza de sangre es un valor. Quizá por ello guarda un
distanciamiento que pone de manifiesto en su desprecio por los indios pre incas.
Un hecho que parece marcar su punto de vista, una especie de “conversión a lo
indio”, sucede cuando llega a ver las momias de los reyes Incas fallecidos (final del
libro V). Incluso, la historia del Inca Huina Cápac se convertirá en motivo de literario
durante el Romanticismo.

MODELOS NARRATIVOS EN QUE SE APOYA


Ya desde el proemio se aprecia su ansia de homologar la historia de los Incas con el
imperio romano. Es un tópico muy utilizado en la época (Renacimiento) y que él usa
a modo de legitimación histórica de lo que escribe. Bajo ese modelo plantea todas
las historias de los reinados de los reyes Incas, al modo de lo que hacían los
emperadores y cónsules romanos en su tiempo. De hecho, en varias ocasiones
califica a Cuzco como una nueva Roma. Si analizamos el proceso de cada historia
particular de los reinados, podemos ver:
 Siempre se inicia con la muerte de un rey y el nombramiento del sucesor. Se
celebran exequias por el plazo de un año.
 A continuación, siempre hay un periodo de visita de los reinos por parte del
nuevo rey: unos dos o tres años recorriendo el imperio.
 Concluida la visita, enseguida se inicia el aprovisionamiento y equipamiento
de tropas para iniciar un periodo conquistador de nuevos territorios. Proceso
idéntico a la expansión del imperio romano.
 Cuando llegan a una provincia a conquistar, hacen un requerimiento. Es un
paso necesario para legitimar la acción: si los indios no se allanan al
sometimiento, la acción armada queda justificada. Es una tradición cristiana
que también usarán los españoles en su proceso de conquista en el Nuevo
Mundo.
 La actuación bélica siempre se presenta como defensiva, a pesar de ser una
verdadera invasión. Los incas aparecen siempre como pacíficos, cuyo único
fin es extender su cultura y creencias para sacar de la brutalidad y la
ignorancia a los pueblos sometidos: como los romanos.
 La conquista se produce con una apabullante superioridad numérica y de
equipamiento de tropas.
 Tras la rendición, se llega al proceso habitual de las invasiones romanas: los
herederos de los territorios conquistados son llevados a Cuzco para su
adoctrinamiento; se retiran los ídolos paganos y se sustituyen por la
adoración al Sol; se preparan contingentes de mitimaes, es decir, se traslada
a los naturales a otros territorios distintos para repoblar estos al tiempo que se

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impiden las sublevaciones por el mismo desarraigo de los vencidos; dejan en
el territorio un grupo de dirigentes y militares para el control del territorio,
antes de proseguir el avance hacia otras provincias.
 Por último, regreso en triunfo a la ciudad de Cuzco, donde el rey, sus
capitanes, y sus tropas son recibidos y festejados durante muchos días: igual
que los cónsules romanos tras las campañas.
Esta estructura repetida en cada capítulo puede tener diversas razones: puede ser
una herencia de la enseñanza recibida y de la cultura grecolatina; pero también
puede tratarse del peso de la tradición oral de su tío, que requería de reglas
nemotécnicas en la narración y, por tanto, repetía constantemente sus estructuras.

PROVIDENCIALISMO AGUSTINIANO
(Leer el artículo de Teodoro Hampe Martínez, El renacentismo del inca revisitado.
Explica ampliamente las relaciones de la obra de Garcilaso con las teorías
humanistas, neoplatónicas y el providencialismo de la obra de San Agustín).
San Agustín (354-430) expone, en De las ciudades de Dios, su teoría filosófica y
teológica. La tesis central de la obra se centra en la divina providencia, que guía la
humanidad, dividida en dos ciudades, nacidas de dos amores, el amor de sí y el
amor de Dios. En ella afronta el problema de los orígenes de la historia, de la
presencia del mal, de la lucha entre el bien y el mal, de la victoria del bien y de su
eterno destino. Fue una obra muy leída y ejerció una gran influencia en los siglos
siguientes.
Plantea la historia como dividida en tres edades, una a continuación de la otra. El
paralelismo que Garcilaso establece en sus Comentarios con esta idea de las tres
edades es claro:
 Edad ferina: la época de los bárbaros, de los caníbales, de los pueblos sin
religión o con bárbaras idolatrías. Edad salvaje o de las fieras. Está justificada
su ocupación y sometimiento dentro de una línea de evolución cristiana y
desarrollo. En los Comentarios, es la época de los pueblos preincaicos, a los
que el autor anula toda legitimidad por su barbarie.
 Edad de hierro: papel progresivo de la historia, etapa de semicivilización como
tránsito necesario a una época mejor y cristiana. Aquí es cuando el autor
homologa las fábulas historiales de su tío y las acomoda a la estructura de la
historia romana o bíblica. Establece un imperio utópico, neoplatónico, donde
todo lo Inca es bueno y civilizador. Pero también habla siempre de “idolatría”,
pues los Incas adoran al Sol.
 Edad de Oro: es la época de la cristianización total, de la felicidad, de la fe.
Será la narración a la que se dedica la Historia General del Perú, continuación
de los Comentarios. Desde este punto de vista, la llegada de los españoles es
providencial, es necesaria, es lo esperado. A pesar de ello, no escatima
Garcilaso las críticas al mal desempeño de esta misión por parte de los
españoles. Así, en el capítulo 21 del libro V se lamenta: “Si a esta vana creencia
de los indios correspondieran los españoles con decirle que el verdadero Dios los había
enviado para sacarlos de las tiranías del demonio… y les predicaran el Santo Evangelio con
el ejemplo que la doctrina pide, no hay duda sino que hicieran grandísimo fruto. Pero pasó
todo tan diferente, como sus mismas historias lo cuentan…”.

TIEMPO DE LA NARRACIÓN: TEXTO “DE ALUVIÓN”


El autor concilia en su texto tres tiempos distintos: el pasado histórico, su propio
pasado (su niñez y juventud), y el tiempo presente del autor.

ALBERTO GARCÍA CASTAÑEDA 2010/2011 15


A su vez, dentro del tiempo pasado intercala episodios cronológicamente
independientes, que no responden a la lógica temporal del relato y que generan
cierta tensión narrativa.
Es un texto “de aluvión”, en el que se recogen diferentes materiales que parecen
haberle llegado al autor en diferentes momentos, incluso cuando ya estaba
escribiendo la obra. Parece modificar el discurso narrativo a medida que le van
llegando nuevos materiales informativos. Un análisis detallado del texto nos obliga a
entrar en la urdimbre del mismo, en cómo se hizo.
 Interrumpe frecuentemente la narración histórica alternando otra serie de
motivos, según el autor, para evitar la monotonía de lo contado. Esto tendría
mucho que ver con lo ya comentado de las estructuras repetitivas que pueden
resultar muy reiterativas para el lector, de lo que el autor parece ser muy
consciente. Algunos ejemplos:
o Capítulo 9, Libro I: anuncia que va a explicar una de las leyes Incas,
para después proseguir el relato. Explica cómo va a estructurar la
alternancia entre historia y otros elementos: dicha esta y otras algunas,
seguiremos la conquista que cada Rey hizo, y entre sus hazañas y vidas iremos
entremetiendo otras leyes y muchas de sus costumbres, maneras de sacrificios, los
tempos del Sol, […] para que con la variedad de los cuentos, no canse tanto la
lección…
o Capítulo 20, Libro III: en mitad de la narración de las conquistas de
Cápac Yupanqui, hace una digresión que le ocupa 19 capítulos, para
detallar la estructura y funcionalidad de los templos, sacerdotes,
vírgenes, modo de casamiento de los Incas…
o Capítulo 24, Libro IV: el autor aparece aquí como un “mago del
suspense”. Cuando vemos al imperio Inca atacado y a su rey
abandonando a los suyos, se interrumpe la narración y se dedican 16
capítulos del siguiente libro a hablar de la estructura administrativa del
reino, su sistema de aprovisionamiento, reparto de tierras, etc.
o Capítulo 1, Libro VI: interrumpe la historia de los reyes Incas para
hablar de las fiestas principales. Después volverá a retomarla.
 Su “alejamiento” de los españoles se pone muchas veces de manifiesto, como
contrapunto a su concepto providencialista. La conquista es un proceso
necesario, positivo, dentro de ese concepto. Pero su ejecución deja, a veces,
mucho que desear. Así, habla de la falta de respeto de los españoles con
respecto a las grandezas de los Incas. Ejemplos de esta crítica aparecen
cuando habla de la destrucción del templo de Viracocha (Capítulo 22, del libro
V), de la destrucción de las magníficas acequias construidas por ellos, etc.
 Incorpora mucha información acerca de la conquista de Arauco (Chile), que
nada tiene que ver con la misión de los Comentarios (los Incas del Perú). Y
no sólo narra detalladamente el asedio y las batallas, sino que va
incorporando las noticias de nuevos levantamientos que se están sucediendo
en el momento en que escribe: una especie de crónica periodística insertada
en un texto de carácter histórico.
 En esa misma línea, incorpora un último capítulo (el 40) al último libro, cuando
ya tenía terminada la obra, en el que cambia la información que acababa de
dar con respecto a la casi extinción de los Incas. Habían quedado unos pocos
supervivientes, sin embargo, las nuevas noticias que le llegan, aumentan ese
escaso número de manera notable. Lo incluye en la crónica.

ALBERTO GARCÍA CASTAÑEDA 2010/2011 16

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