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T1 CE 1987

 CE 1978. Estructura y contenido. Principios y valores.

El Estado español es uno de los primeros exponentes del constitucionalismo escrito que surgió
con las revoluciones francesa y americana. Igualmente, la Constitución de Cádiz de 1812 será
uno de los documentos base del constitucionalismo moderno. Sin embargo, esta aparición del
constitucionalismo se encuentra con diversos problemas: La política reformista y
modernizadora de Carlos III se frena por los sucesos revolucionarios franceses; la entrada de
Napoleón conlleva la entrada del bagaje ideológico del nuevo orden burgués, que no es del
agrado del pueblo español; por último, la imposición de la Carta o Estatuto de Bayona de 1808,
junto con el intento de continuación del absolutismo, crea un clima hostil contra el
constitucionalismo, como se puede observar en la entrada a Valencia de Fernando VII el 16 de
abril de 1814.

El constitucionalismo español presenta una serie de rasgos internos referidos al contenido del
conjunto de textos constitucionales; y otros rasgos externos que se relacionan con el contorno
que rodea a los textos constitucionales.

A. Rasgos Internos.

1. Nuestros textos constitucionales carecen de originalidad. Ya desde 1812, presentan


gran influencia del constitucionalismo europeo (Francia, Italia, Portugal, Alemania).
2. Los textos constitucionales sufren de una excesiva vinculación ideológica con su
creador, convirtiéndose en constituciones de partido. Esto provoca una alta fragilidad
e inestabilidad del texto, que buscará ser reformado con cada cambia de gobierno.

B. Rasgos externos.

1. Las constituciones carecen de arraigo al no poseer apoyo de las clases medias y


trabajadoras, ni de la clase política liberal, que recordaba con temor la Revolución
Francesa.
2. El proceso político se vuelve independiente de las Constituciones, que suelen carecer
de gran aplicación, llegando a no aplicarse en todo el territorio nacional, debido a la
suspensión de garantías constitucionales.

ESTRUCTURA Y CONTENIDO

CE 1978: Aprobación 31/10, Ratificación referéndum 06/12, Sanción y promulgación 29/12.

Responde al llamado contenido mínimo de la Constitución. El contenido se puede abordar


siguiendo un esquema estructural (desde Posada):

1. Preámbulo: valores y principios que fundamentan y son desarrollados en el texto.


Definición poder constituyente: “La Nación Española en uso de su soberanía”.
2. Título Preliminar (arts. 1-9): principios, caracteres y valores fundamentales de la
Constitución. Forma política (Lucas Verdú), expresión ideológica, jurídicamente
organizada de la sociedad. En este Título se establece a España como un Estado Social
y Democrático de Derecho, bajo la forma política de la Monarquía Parlamentaria; se
reafirma la soberanía nacional; se reconoce la indisoluble unidad de la Nación
Española, a la vez que se reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran; se establece el castellano como lengua
oficial, y la villa de Madrid como capital del Estado; se definen la bandera, los partidos
políticos, los sindicatos de trabajadores y las agrupaciones de empresarios, así como
las Fuerzas Armadas y su misión. Por último, encontramos los principios del Estado
Social y Democrático de Derecho.
3. Título I (parte dogmática): derechos y deberes fundamentales (arts. 10-55): Dividido en
cinco capítulos: españoles y extranjeros (11-13), derechos y libertades (14-38),
principios rectores de la política social y económica (39-52), garantías de las libertades
y derechos fundamentales (53-54), y suspensión de los derechos y libertades (55).
4. Títulos II a VI (parte orgánica). Corona (arts 56 a 65), Cortes Generales (arts. 66 a 96),
Gobierno y Administración (arts. 97 a 107), relaciones Gobierno/Cortes Generales
(arts. 108 a 116), Poder Judicial (arts. 117 a 127). El Título VII (arts. 128 a 136),
Economía y Hacienda, recoge preceptos relativos al orden económico y social, y a la
relación de los órganos de poder. En este capítulo se encuentra el polémico art. 135,
modificado en 2011, para recoger el novedosos principio de estabilidad
presupuestaria. El Título VIII (arts. 137 a 158) recoge la organización territorial del
Estado, con tres capítulos: principios generales (137-139), Administración Local (140-
142) y Comunidades Autónomas (143-158); como contenido a destacar, encontramos
el reparto competencial entre CC.AA y Eº (148 y 149). El Título IX se refiere al Tribunal
Constitucional (arts 159 a 165), para terminar esta parte del articulado con el Título X,
de la Reforma Constitucional (166 a 169).
5. Las Disposiciones Adicionales y Transitorias resuelven problemas relacionados con la
ordenación y naturaleza de los territorios. Excepcionalmente, las D. T. 8ª y 9ª recogen
el proceso de transición del régimen establecido por la Ley de Reforma Política al
nuevo régimen constitucional.
6. La Disposición Derogatoria supone la derogación de leyes preconstitucionales que
regulen materias constitucionales de aplicación directa e inmediata de manera
opuesta e incompatible con la Constitución. Para materias que no sean de aplicación
directa e inmediata habrá que acudir a la cuestión de inconstitucionalidad.
7. Por último, la Disposición Final establece la vigencia inmediatamente posterior a la
publicación en el BOE, y la necesidad de su publicación en todas las lenguas oficiales
del Estado español.

CARACTERÍSTICAS ESENCIALES

El texto constitucional se sitúa dentro de las nuevas corrientes europeas tras la segunda guerra
mundial. Se debe subrayar:

a. El régimen político establecido en la Constitución es el democrático parlamentario


clásico, donde el poder constituyente originario es la nación española, y que se funda
en la limitación del poder y en valores superiores, tales como la libertad pública y la
igualdad.
b. Es una constitución abierta (Rubio Llorente), ambigua e imprecisa, que adolece de
escasa originalidad y se mimetiza con textos constitucionales europeos. Además es
extensa y rígida en la reforma constitucional.
c. Es una constitución potencialmente transformadora (De Esteban Alonso y Lucas
Verdú) y adecuada a la sociedad que va a regir (Tomás Villarroya), que busca resolver
los problemas de la sociedad española y transformarla en una sociedad democrática
avanzada.
d. Se puede considerar inacabada por su frecuente recurso a la Ley Orgánica y el carácter
abierto e indeterminado de la ordenación territorial del Estado.
e. La Constitución es fuente de producción del Derecho, pero también es fuente del
Derecho, origen inmediato de derechos y obligaciones. Es resistente frente a normas
contrarias a sus mandatos (García de Enterría) y tiene la más fuerte pretensión de
validez (Bachal). Deben aplicarse la totalidad de sus preceptos, sin poder distinguir
artículos de aplicación inmediata y meramente programáticos o sin valor normativo.
Pese a no tener el mismo alcance y significación normativa, todos enuncian normas
jurídicas. De este carácter normativo se deriva la interpretación de todo el
ordenamiento, del que es parte fundamental o fuente.

VALORES

Los valores y principios aparecen ya en el Preámbulo y se concretan en el Título Preliminar,


siendo desarrollados a lo largo del texto constitucional. El art. 1 establece que España, como
Estado social y democrático de derecho, promulga como valores superiores la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político. Si bien, podrían resumirse en libertad e igualdad, al
englobar estos los otros dos.

PRINCIPIOS GENERALES

Los principios constitucionales, que aparecen en el Preámbulo, se concretan en el Título


Preliminar, especialmente en los arts. 1 y 2. El art. 1 establece que los valores superiores del
ordenamiento jurídico, en el Estado Social y Democrático de Derecho, son la justicia, la
libertad, la igualdad y el pluralismo política; la soberanía nacional reside en el pueblo español,
del que emanan los poderes del Estado; la forma política del estado es la monarquía
parlamentaria.

Estas fórmulas son el unto de partida del sistema constitucional. En términos políticos, al ser
valores previos a la Constitución, constituyen sus pilares; en términos jurídicos, se convierten
en auténticos principios generales del derecho, del que derivan los restantes principios y
normas constitucionales. Además, se podrían añadir la unidad, autonomía y solidaridad, como
principios de configuración del Estado autonómico.

1. Estado de Derecho

A. Relaciones entre el poder y el derecho.

Dentro del poder, como realidad social básica, surge el poder político, que busca presentarse
como legítimo ante los ciudadanos, aunque pretenda perpetuar una dominación. Poder y
Derecho son muy diferentes, uno es una fuerza dinámica, el otro es conservador. Sin embargo,
se necesitan y tienen una relación de simbiosis. El poder crea o define el Derecho, y lo necesita
para imponer un orden, mediante la proyección en la vida social de ideas y valores para
institucionalizarlos. El derecho necesita de una constante adaptación a la realidad social y
política del momento, y es el poder, a través de sus ideas y valores, el que lo renueva.

B. Estado de Derecho: idea inicial.

R. Von Mohl, en 1832, en el marco de las monarquís limitadas de los estados germánicos busca
conectar los valores liberales predemocráticos con la garantía de derechos individuales, para
así fundir los conceptos de legalidad y legitimidad. Max Webber, en base a estas ideas
construirá el concepto de legalidad racional. Son construcciones no neutrales, que garantizan
únicamente derechos civiles y políticos, naturales de la burguesía decimonónica.

C. Concepcion del Estado Social de Derecho.

H. Heller, en 1929, acuña la expresión para responder a la crisis histórica del modelo europeo a
comienzos del siglo XX. Intenta separar la formalización jurídica y el ejercicio efectivo de los
derechos. Para ello, es necesaria cambiar el estatuto del ciudadano, que se convierte en un
ente político, jurídico, económico, social y cultural; y el estatuto jurídico.político del poder
público, que pasa a ser ordenador, conformador de la sociedad y promotor derl nuevo
ciudadano partícipe.

2. Estado Social.

A. Nacimiento y consolidación.

Un primer precedente lo encontramos en la Alemania de Bismarck, con unos poderes públicos


que intervinieron en la relación capital-trabajo. Tras la primera guerra mundial, surge la crisis
del antiguo modelo liberal. El capitalismo, mediante el liberalismo keynesiano, recurre a la
intervención estatal para manteener el equilibrio económico; los movimientos sociales, a
través del socialismo socialdemócrata, lo harán para alcanzar la justicia social. El Estado Social
de Derecho (Heller) surge en oposición al Estado Liberal y al totalitarismo. El Estado se pone al
servicio de la igualdad y la justicia, interviniendo en la sociedad y la economía para realizar
cierta distribución de la riqueza mediante criterios de justicia social.
Tras la segunda guerra mundial, deriva en el Estado del bienestar social, que pretende una
economía organizada, dirigida o planificada si fuera necesario. Es Estado asume potestades
económicas, que se convierten en elementos constitutivos de la soberanía (García Pelayo).
Esta soberanía será condición imprescindible para que el Estado se conserve a sí mismo, y
asegure el orden y bienestar de la sociedad que lo sustenta.

B. Estado Social como nuevo modelo de Estado.

Desde la segunda guerra mundial a la crisis energética de 1973, la intervención y el control del
Estado aumenta con medidas como el gran crecimiento del gasto público o la planificación
económica. Es Estado ya no es sólo consumidor, empresario y planificador, si no que también
es arbitro y asegurador. Por ello es necesario modificar la parte orgánica de las constituciones,
con un nuevo modelo de relaciones entre Parlamento y Gobierno. El Estado necesita de
estabilidad institucional para llevar a cabo las políticas de bienestar social, por lo que frente al
parlamentarismo liberal, se fortalece al Gobierno y sus funciones, y se le otorgan nuevos
medios para ejercerlas, llegando al parlamentarismo racionalizado.

3. Estado Democrático

Ante el Estado de Derecho, donde el Derecho es sólo observado como medio de ejercer el
poder, se deben incorporar las ideas de justicia y de límite y control del poder por el Derecho,
como garantía de libertad política. Sólo en un sistema democrático puede realizarse
plenamente el Estado de Derecho, entendiendo la democracia como aquel sistema político,
que se puede definir, entre otras, por las siguientes características: la soberanía reside en el
pueblo, se reconocen y protegen derechos y libertades a todos los ciudadanos, o se producen
de forma regular y por sufragio universal elecciones para la designación de poderes e
instituciones públicas.
4. Concepto unitario: Estado Social y Democrático de Derecho

La doctrina alemana une los conceptos, relativizándolos, de forma que estos se condicionan y
nutren entre sí, y ninguna puede afirmarse sin interacción con los otros (García Pelayo).
El Estado democrático añade rasgos como la soberanía popular o la participación ciudadana,
de modo que las prestaciones sociales del Estado satisfacen demandas planteadas por los
ciudadanos. Igualdad y participación rompen la separación entre Estado y sociedad. El límite
de actuación del Estado vendrá determinado por su dimensión de Estado de Derecho, es decir,
si éste respeta los procedimientos jurídicos establecidos, si garantiza derechos y libertades...

 Bloque de Constitucionalidad

Noción que surge en Francia en la década de los 70, y se adopta por el TC mediante Sentencias
de 1982 y 1985, y del art. 28.1 de la LOTC 2/1979, de 3 de octubre. Para poder enjuiciar la
constitucionalidad de una Ley, disposición o acto con fuerza de ley, estatal o autonómica, se
tendrán en cuenta normas y principios supralegales, recogidos en leyes dictadas para delimitar
competencias del Estado y las Comunidades Autónomas, o para regular o armonizar su
ejercicio. Para su efectiva aplicación es necesario el desarrollo mediante los Estatutos de
Autonomía y otras normas distribuidoras y delimitadores de competencias. El bloque de
constitucionalidad lo integran:
a. Normas propiamente constitucionales: Título VIII CE y Estatutos de Autonomía.
b. Normas legislativas de delimitación de competencias: art. 149.1.29, posibilidad de
creación de policías autonómicas mediante LO; art. 152.1, los Estatutos de autonomía
podrán regular los supuestos y formas de participación de las comunidades autónomas
en la organización de las demarcaciones judiciales de su territorio, de conformidad con
la LOPJ, y respetando la unidad e independencia de éste; art. 157.3, mediante LO se
podrá regular el ejercicio de competencias financieras por las comunidades
autónomas, la resolución de conflictos y las formas de colaboración financiera entre
Estado y Comunidades Autónomas.
c. Leyes dictadas de conformidad con el art. 150 CE:
i. Marco: ordinaria. Otorga competencia dentro del marco de principios, bases y
directrices de una ley estatal.
ii. Transferencia: orgánica. Transfiere o delega facultades en materias de
titularidad estatal susceptibles de transferencia o delegación.
iii. Armonización: ordinaria. Establece principios necesarios para armonizar
disposiciones normativas de las comunidades autónomas, cuando lo exija el
interés general, apreciado por mayoría absoluta de cada Cámara.
d. Leyes básicas del art. 149.1 CE.
e. Otras normas de delimitación competencial.

 Reforma Constitucional

EVOLUCIÓN HISTÓRICA

La doctrina estadounidense establece que para poder reformar la Constitución, la misma debe
recoger el procedimiento y habilitar a los poderes constituyentes, que se encuentran en
inferioridad respecto de la Constitución.
En Europa, se distinguen cuatro periodos: durante el constitucionalismo revolucionario, que
parte de la doctrina estadounidense, se establece una extrema rigidez, que impedía la
reforma; en las monarquías limitadas, la voluntad conjunta del Rey y el Parlamento podían
modificar la constitución; en el constitucionalismo democrático, se establece cierta rigidez,
pero como garantía de las minorías frente a mayorías parlamentarias coyunturales; por última,
en el constitucionalismo de la segunda posguerra, la limitación de la reforma viene auspiciada
por la destrucción constitucional de los regímenes fascista y nazi.

PROCEDIMIENTO

El procedimiento de reforma se caracteriza por realizarse mediante órganos especiales; el más


común, la asamblea constituyente; por las diferencias en la tramitación, como la exigencia de
mayorías cualificadas; y por la realización, de forma obligatoria o facultativa, de un
referéndum de ratificación.

REFORMA ORDINARIA

De acuerdo con el art. 166 CE, que nos remite al art. 87, poseen la iniciativa de reforma: el
Gobierno, el Senado, el Congreso y las Asambleas legislativas de las comunidades autónomas;
excluida la iniciativa popular.
El proyecto de reforma, para su aprobación, requiere de mayoría de 3/5 de ambas Cámaras.
De no lograrse, siempre que se haya conseguido en el Senado, el Congreso podrá aprobarlo
por mayoría de 2/3. El texto aprobado debe ser el mismo. De no serlo, una Comisión paritaria
redactará un texto común para su aprobación. La ratificación por referéndum sólo es necesaria
si así lo pidieran el 10% de los miembros de cualquiera de las Cámaras, dentro de los 15 días
siguientes a su aprobación.

REFORMA AGRAVADA

Conforme al art. 168.1, se usa para los casos de revisión total de la Constitución, o parcial que
afecta a Título Preliminar (principios políticos fundamentales), Capítulo II Sección 1ª Título I
(Derechos fundamentales y libertades públicas) o Título II (Corona).
El principio de reforma deberá ser aprobado por mayoría de 2/3 de cada Cámara, tras lo que el
Presidente del Gobierno disolverá las Cortes y convocará elecciones. Las nuevas Cámaras
deberán de ratificar el principio de reforma; en el caso del Senado, su reglamente, de 3 de
mayo de 1994, recoge expresamente que deberá aprobarse por mayoría absoluta (art. 159).
Las nuevas Cámaras estudiaran el nuevo texto constitucional, que requerirá de mayoría de 2/3
para su aprobación. Finalmente se someterá a referéndum de ratificación.

LIMITES DE REFORMA

De conformidad con el art. 169, no podrá iniciarse reforma en tiempo de guerra o de vigencia
de alguno de los estados del art. 116 CE (alarma, excepción y sitio). Según J. Pérez Royo,
deberían paralizarse los ya iniciados, ya que prima la defensa del sistema constitucional sobre
la reforma de la constitución.

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