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INSTITUTO BÍBLICO JORGE MÜLLER

AÑO 2015
Bimestre:
Cantidad de horas: 6

Materia: BIBLIOLOGÍA
Profesor: Esteban Beitze

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA
 Teología Básica – Charles C. Ryrie (Unilit 1993)
 Introducción a la Teología T.I – J.Grau (CLIE 1973)
 El mensaje del Antiguo Testamento – Raymond Browin – (Ed.Certeza)
 El mensaje del Nuevo Testamento – F.F.Bruce – (Ed.Certeza)
 Nuevo Manual Bíblico – Merrill F.Unger – (Ed.Portavoz)
 ¿Cómo llegó la Biblia hasta nosotros? Copilado por Pedro Puigvert – (Clie 1999)
 Introducción a la Biblia – FLET (Unilit 1996)
 Evidencia que exige un veredicto – Josh McDowell (Vida 1982)
 Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado – Vila-Escuain (Clie 1985)
 Estudios de Doctrina Bíblica – Ernesto Trenchard (Portavoz 1976)
 El libro siempre nuevo – José Silva Delgado (Vida 1983)
 Conociendo a Dios – J.I.Packer
 Los dones vigentes – Apuntes de Don Fanning
 El Canon de la Sagrada Escritura – Brooke Foss Westcott (Clie 1987)
 ¿Es la Biblia Palabra de Dios? – W.Graham Scroggie (Clie 1984)
 Teología Sistemática – Chafer (Ed.Españolas 1986)

OBJETIVO
El objetivo de este estudio será conocer el origen de las Sagradas Escrituras, la revelación e inspiración y como
se estableció el Canon de las mismas. Se demostrará la autoridad de la Biblia.

TEMARIO
I. INTRODUCCIÓN
1. DEFINICIONES
A. Bibliología
B. Biblia
C. Escritura
D. Testamento
2. IDIOMAS UTILIZADOS EN LA ESCRITURA
3. ÉPOCAS QUE ABARCAN
4. MATERIALES USADOS EN LA ESCRITURA
A. EL papiro
B. Pergamino
C. La vitela
D. Otros
E. Los instrumentos para escribir
5. DIVISIONES
A. División por libros
B. División por capítulos y versículos
6. SINGULARIDAD DE LA BIBLIA
A. La Biblia es única en su continuidad
B. Es única en circulación
C. Única en su traducción
D. Única en su supervivencia
E. Única en sus enseñanzas
F. Única en su influencia sobre la literatura circundante

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G. Única en los cambios logrados en las personas
II. LA REVELACIÓN DE DIOS
1.DEFINICIÓN
A. La revelación general
B. La revelación especial
2. LA REVELACIÓN GENERAL
A. Las vías de la revelación de Dios
B. Objeciones
3. LA REVELACIÓN ESPECIAL
A. Auto-revelación
B. Formas de revelación
C. La revelación es progresiva
D. La revelación está completa

III. LA INSPIRACIÓN
1. TEORÍAS ERRÓNEAS SOBRE LA INSPIRACIÓN
A. Teoría Naturalista
B. Teoría de la Intuición
C. Teoría de la Iluminación o Teoría de la Gracia
D. Teoría Parcial
E. Teoría del Concepto o del Pensamiento
F. Teoría Mecánica o del Dictado
2. EL TESTIMONIO DE LA BIBLIA MISMA SOBRA SU INSPIRACIÓN
A. El testimonio del AT mismo:
B. El testimonio de Cristo sobre el AT
C. Testimonio de los escritores del NT
3. PASAJES SOBRE LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
A. 2 Timoteo 3:16
B. 2 Pedro 1:19-21
C. 1 Corintios 2:13
D. Juan 10:34,35
4. DEFINICIÓN DE INSPIRACIÓN

IV. LA ILUMINACIÓN
1. DEFINICIÓN Y GENERALIDADES DE LA ILUMINACIÓN
2. LOS LÍMITES DE LA ILUMINACIÓN
3. LA CONTRAPARTE DE LA ILUMINACIÓN
4. CÓMO RECIBIR LA ILUMINACIÓN

V. LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS


1. SU IMPORTANCIA
2. SU ALCANCE
3. SU BASE BÍBLICA
A. La naturaleza del profeta como vocero de Dios
B. Las Escrituras como autoridad divina
C. Las Escrituras como Palabra de Dios
D. Las Escrituras como verdaderas
E. La Biblia es histórica y científicamente verdadera
F. Lo que la Biblia dice, lo dice Dios y viceversa
G. La analogía de Cristo y las Escrituras
4. JESÚS AFIRMÓ SU INERRANCIA
5. LA IGLESIA HA CREÍDO EN LA INERRANCIA
A. Ireneo de Lión
B. Augustín de Hipona
C. Martín Lutero
D. Juan Calvino
6. EL CARÁCTER DE DIOS EXIGE LA INERRANCIA
7. CONCLUSIÓN

VI. EL CANON
1. DEFINICIÓN
2. NECESIDAD DE UN CANON
3. EL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO
4. EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO
5. PRUEBAS DE CANONICIDAD
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6. EL SIGNIFICADO DEL CANON PARA LA IGLESIA
7. LOS LIBROS APÓCRIFOS
A. Definición
B. ¿Por qué se consideran apócrifos?
C. ¿Cuáles son los libros apócrifos?

VII. LA CREDIBILIDAD DE LA BIBLIA


1. COMPARACIÓN CON OTROS TEXTOS ANTIGUOS
2. LA CONFIRMACIÓN ARQUEOLÓGICA

VIII. LAS TRADUCCIONES Y VERSIONES DE LA BIBLIA


1. LAS TRADUCCIONES
2. LAS VERSIONES DE LA BIBLIA
A. Los Tárgumes
B. La Septuaginta
C. La Vulgata
D. Versiones Siríacas
E. Versiones
F. Otras versiones antiguas
3. LA BIBLIA EN CASTELLANO
A. Biblias Alfonsinas
B. Traducciones de judíos conversos
C. Las Biblias protestantes

IX. RESUMEN: LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA

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BIBLIOLOGÍA

I. INTRODUCCIÓN

1. DEFINICIONES
A. Bibliología: doctrina sobre la Biblia. Es una consideración de los hechos esenciales en relación de la Biblia.

B. Biblia: La palabra Biblia procede del griego “biblia” (libros). El singular es “biblíon”; “biblos” es una forma de
“biblíon” y significa simplemente cualquier clase de documento escrito. Originalmente “biblos” significaba un
documento escrito en papiro, una clase de papel fabricado con una planta egipcia. El antiguo puerto fenicio de
Gebal (cerca del moderno Jebeil, unos 40 kilómetros al norte de Beirut) los griegos le cambiaron el nombre por
Biblos porque era una ciudad famosa por la fabricación de papiros para escribir. Además, los habitantes de Biblos
se hallan entre los primeros que iniciaron la evolución de la escritura e inventaran uno de los primeros alfabetos.
Era, por lo tanto, natural que los griegos llamaran al lugar “Biblos” y, siglos más tarde, al inventarse el códice (un
libro con páginas dobladas en forma de acordeón), persistió el término y llegó a significar “libro”. Nuestra palabra
“Biblia” significa simplemente “libros” y con el tiempo llegó a aplicarse a la colección de libros reconocidos como
partes integrantes de las Sagradas Escrituras.

C. Escritura: “Escritura”, “Escrituras” o “Sagradas Escrituras” son términos que los escritores del Nuevo
Testamento (NT) emplean para referirse al Antiguo Testamento (AT) o a cualquier parte del mismo. Por
“escrituras”, querían decir “Escrituras Divinas”. (Estos términos los encontramos en Mt.21;42; Mr.12:10;Lc.4:21;
24:32; Jn.5:39; Hch.18:24;.Stg.2:8; 2Ti.3:15,16; 2P.3:16). En 2 Pedro 3:16 se llama “escrituras” a las epístolas de
Pablo y probablemente a los Evangelios; de modo que tenemos precedentes de peso para emplear tanto el
Antiguo como el Nuevo Testamento en nuestras Escrituras cristianas.

D. Testamento: Comúnmente este término es conocido como la última voluntad de una persona, en la que ésta
dispone de sus bienes para el momento de su muerte. Pero no es este el sentido que tiene en la Biblia, en la cual
significa “pacto” o convenio. Sería más apropiado hablar de Antiguo Pacto y Nuevo Pacto, pero la tradición (a
partir de Tertuliano) desde hace mucho ha establecido el empleo de la palabra “Testamento”.
Hubieron diferentes pactos entre Dios y los hombres, en especial Israel (Gn.6:18; con Abraham, y sobre todo con
Moisés). El AT relata la historia de cómo funcionaron estos pactos a lo largo de la historia. Pero los judíos
preveían y esperaban un Nuevo Pacto y en él ponían su esperanza; Jeremías (Jer.31:31-34) lo predijo, y Jesús lo
instituyó (Mt.26:28; Lc.22:20) al decir: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” (1Co.11:25). No es
sorprendente que Pablo mencione el Antiguo pacto (2Co.3:14) y el Nuevo (2Co.3:6). Y el autor de la carta de los
Hebreos hace de la distinción entre los Pactos, uno de sus grandes temas (Hb.8:13ss).

2. IDIOMAS UTILIZADOS EN LA ESCRITURA


El AT se escribió originalmente en hebreo, pues era el idioma en que se expresaba literariamente el pueblo
hebreo, la nación llamada Israel. A pesar de esto, tenemos que tener en cuenta que Daniel 2:4b-7:21 y Esdras
4:8-6:18; 7:12-26 y Jeremías 10:11 están escritos en arameo, idioma emparentado con el hebreo y parte de la
familia de las lenguas semíticas (árabe, asirio, babilonio, cananeo). Era la “lingua franca” del Cercano Oriente
hasta el tiempo de Alejandro el Grande. El NT se escribió en griego, que era el idioma internacional en los
tiempos de Cristo, aunque parte del mismo primeramente fue hablado en arameo, idioma cotidiano de Jesús y
sus discípulos. En algunos pasajes quedó esta lengua (Mt.27:46; Mr.5:41).

3. ÉPOCAS QUE ABARCAN


Las escrituras hebreas se produjeron durante un período que abarca unos 1500 años, pero el NT se escribió
durante el primer siglo d.C.

4. MATERIALES USADOS EN LA ESCRITURA


A. El material de escritura más común de la antigüedad fue el papiro, obtenido de la planta con el mismo
nombre. Esta caña crecía en los lugares poco profundos de los lagos y ríos de Egipto y de Siria, y podía llegar a
medir varios metros de altura. Desde el puerto sirio de Biblos se embarcaron grandes cargamentos de papiro. Se
supone, como ya hemos visto, que la palabra libro proviene del nombre de este puerto.
Las cañas eran cortadas en tiras de toda su longitud y luego se las reducía a muy finas rebanadas antes de ser
golpeadas y prensadas para formar dos capas que se colocaban en ángulo recto, una respecto a la otra. Al
secarse, la superficie blanquecina se suavizaba con una piedra o con otro implemento. Plinio se refiere a varias
cualidades del papiro. Se le halla en diversos grosores y superficies antes del período del Nuevo Reino, tiempo
en que las hojas eran a menudo muy delgadas y traslúcidas. Luego se encolaban varias hojas, una a
continuación de la otra, de manera de formar un rollo alrededor de un palo. El color era café claro o grisáceo.

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Había rollos que llegaron a medir 38 cm de altura, aunque los de los escribas no solían tener más de 25 cm. En
cuanto a su longitud, hay algunos que llegaron a medir 40 metros de largo.
El fragmento de papiro más antiguo que se conoce data de 2400 a.C.
Desde el comienzo del siglo II d.C., los cristianos dispusieron las hojas de papiro en cuadernos, formándose así
los “Codex” o “Códices” los cuales hacían menos bulto y podían escribirse de ambos lados.
Lo seco del clima, las arenas de Egipto y las cuevas de Qumram, han permitido la preservación de numerosos
papiros. El papiro estaba en pleno uso hasta el tercer siglo d.C. (2 Jn.12).

B. Pergamino era el nombre que se le daba a las pieles curtidas de ovejas, cabras, antílopes y otros animales.
Estas pieles eran desprovistas del pelo y se las rasqueteaba, con el fin de producir un material de escribir
más durable. La palabra “pergamino” proviene de la ciudad de Pérgamo, en Asia Menor, pues la
producción de este material de escritura estuvo asociada durante algún tiempo con este lugar (2 Ti.4:13;
Ap.6:14).

C. La vitela era el nombre que se le daba al cuero de ternero. A menudo la vitela se teñía de color púrpura.
Algunos manuscritos que se conservan en la actualidad son de vitela púrpura. La escritura sobre vitela teñida era
generalmente de color dorado o plateado. Los rollos más antiguos de cuero datan de alrededor del 1500 a.C.

D. Otros materiales usados para la escritura eran tablitas de arcilla o de cera.

E. Los instrumentos para escribir eran el cincel para la piedra, estilo metálico para las inscripciones en arcilla y la
pluma. Como tinta se usaba un compuesto de carbón, goma y agua.

5. DIVISIONES
A. División por libros
Así como la Biblia está dividida en dos testamentos, así también éstos se subdividen en varias secciones o
grupos de libros. Son estas secciones las que determinan el orden de los libros de la Biblia, el que no siempre ha
sido el mismo a lo largo de los siglos.

1) Divisiones del Antiguo Testamento


a) Sistema hebreo. El AT estaba dividido originalmente en dos secciones llamadas Ley y Profetas, a las cuales se
alude frecuentemente en el NT (Mt.5:17; Lc.16:16; Hch.13:15; 24:14). También se ha hallado esta división en los
manuscritos del Mar Muerto. Pero desde el siglo II a.C. hasta nuestros días los judíos han dividido el AT en tres
secciones, a saber: La Ley, Los Profetas y los Escritos. Aunque estas secciones comprenden solamente 24
libros, éstos equivalen a los 39 de nuestras Biblias.
En el sistema hebreo, los libros fueron colocados en el siguiente orden:
 La Ley (Torah): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
 Los Profetas (Nebhin):
- Profetas Anteriores: Josué, Jueces, Samuel y Reyes.
- Profetas Posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y los doce (profetas menores).
 Las Escrituras (Ketubim o Hagiografía):
- Libros Poéticos: Salmos, Proverbios y Job.
- Cinco Rollos (Megilloth): Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Ester y Eclesiastés.
- Libros Históricos: Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas.

Los cinco rollos se leían en las fiestas anuales: Cantares en Pascua; Rut, en Pentecostés; Eclesiastés, en la
fiesta de los Tabernáculos; Ester, en Purim y Lamentaciones, en el aniversario de la destrucción de Jerusalén.
Jesucristo se refiere a la división tripartita en Lucas 24:44. En este lugar, a la tercera la llama Salmos.

b) Sistema griego. Los traductores de la versión de los Setenta no se limitaron a traducir el AT al griego sino que
además, le introdujeron varias modificaciones en su estructura. Entre ellas podemos mencionar las siguientes:
 División de Samuel, Reyes y Crónicas.
 Separación de los libros combinados en los Doce, y Esdras y Nehemías.
 Cambio de nombre de varios libros.
 Nueva agrupación de los libros de los Profetas y de los Escritos.
Así el AT quedó dividido en cuatro secciones que son: la Ley, los libros históricos, los libros poéticos y los libros
proféticos. La diferencia fundamental entre el sistema de división hebreo y griego consiste en que, mientras el
primero parece basarse en la categoría de los escritores, el último se basa en el contenido de los libros.
La división del AT según el sistema griego ha sido la base de la estructura moderna de esta parte de la Biblia.
Sólo ha habido variaciones en el orden de los libros; pero las divisiones han permanecido iguales.

En las versiones modernas de la Biblia los libros del Canon hebreo vienen agrupados en cuatro categorías:
 La ley : Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

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 Los libros históricos: Josué, Jueces, Rut, 1-2 Samuel, 1-2 Reyes, 1-2 Crónicas, Esdras, Nehemías y
Ester.
 Los libros líricos y de sabiduría: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares.
 Los profetas: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel y los profetas menores.

Desde luego, tratándose de una división artificial, no todos los libros están en el grupo que les corresponde. Por
ejemplo, Génesis es un libro histórico y Lamentaciones, poético. La mitad de Daniel es histórica en su mayoría, y
la otra mitad profética. Algunos libros poéticos son en gran parte proféticos y además contienen historia. Pero en
general, se han agrupado según su contenido.

2) Divisiones del NT. Siguiendo el sistema de la versión de los Setenta, los dirigentes de la iglesia primitiva
dividieron el NT en cuatro secciones que son:
 Libros biográficos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
 Libro histórico: Hechos.
 Libros didácticos:
- Epístolas de Pablo: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1
y 2 Timoteo, Tito y Filemón.
- Epístola a los Hebreos.
- Espístolas universales: Santiago, 1 y 2 Pedro, 1-3 Juan y Judas.
 Libro profético: Apocalipsis.

Como se podrá notar, los libros de la Biblia no están arreglados en orden cronológico, pero en algunas secciones
sí se puede ver tal orden.

B. División por capítulos y versículos


Leer un rollo se complicaba mucho, sobre todo al buscar un pasaje determinado. Por esta razón se empezaron a
hacer divisiones para ayudar en la búsqueda.
1) Las primeras divisiones se le hicieron al Pentateuco (586 a.C.). Fueron 154 agrupaciones (sedarim) para
facilitar su lectura en un plan de tres años.
Cincuenta años más tarde se le seccionó en 54 divisiones (parashiyyoth) y en 669 segmentos más pequeños
para facilitar la ubicación de referencias. Estas se usaron en un ciclo de lecturas de un año.
Los griegos hicieron divisiones alrededor del año 250 d.C. El más antiguo sistema de división en capítulos data
del año 350 d.C. aprox., en los márgenes del Códice Vaticano.
Pero no fue hasta el siglo XIII que estas secciones fueron cambiadas. Esteban Langton, profesor de la
Universidad de París, y más tarde Arzobispo de Canterbury, dividió la Biblia según la moderna división de
capítulos (1206 d.C.).

2) Los primeros indicadores de versículos variaron desde el uso de espacios entre palabras, hasta letras o
números. No se usaron sistemáticamente de manera universal. Las primeras divisiones en versículos
ampliamente aceptadas aparecieron alrededor del 900 d.C. La división en versículos del NT que tenemos en la
actualidad es obra del impresor Roberto Estienne, quien la hizo en 1550 en un viaje de París a Lyon. No siempre
es buena, y acusa las huellas de su origen: ser hecha durante un viaje; pero se introdujo rápidamente y por ello,
por razones prácticas se mantiene.
La Vulgata Latina fue la primera Biblia que incorporó la división tanto en capítulos como en versículos en el AT y
NT.
Evidentemente, las divisiones por capítulos y versículos no son inspiradas, por lo cual puede ser que a veces,
inclusive, divide en donde no debería haber división. Esto es una razón más por la cual siempre es
importante leer un pasaje en su contexto.

6. SINGULARIDAD DE LA BIBLIA
Es el libro completamente diferente a todos los demás.
A. La Biblia es única en su continuidad:
- Escrita en un período aproximado de 1600 años.
- Escrita a lo largo de 60 generaciones.
- Escrita por más de 40 autores de diferentes clases sociales, incluyendo reyes, campesinos, filósofos,
pescadores, poetas, estadistas, eruditos, etc.
- Escrita en diferentes lugares: Moisés en el desierto, Jeremías en la cárcel, Juan en el exilio de Patmos,
etc.
- Escrito en diferentes épocas: David en tiempos de guerra, Salomón en tiempos de paz.
- Escrito en diferentes estados de ánimo: algunos gozosos, otros en la profunda angustia y dolor.
- Escrito en tres idiomas.
- En su material incluye una infinidad de temas controversiales y, a pesar de esto, mantuvieron una unidad
impresionante a lo largo de los siglos desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

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B. Es única en circulación:
La Biblia ha sido publicada en más idiomas y leída por más gente que cualquier otro libro. El primer libro formal
que se publicó fue la Vulgata Latina. Fue impresa en la prensa de Gutemberg (1455).

C. Única en su traducción:
La Biblia fue el primer libro que se tradujo: la Septuaginta (traducción griega del AT hebreo) (250 a.C.).
La Biblia ha sido traducida y vuelta a traducir y parafraseada más que cualquier otro libro existente. La Biblia
entera o partes de ella han sido traducidos en más lenguas que cualquier otro libro. La siguiente es una
clasificación de lenguas por continente, y luego en qué punto del proceso de traducción se encuentra la Biblia o
partes de ella para estas lenguas.
1) División de lenguas en el mundo:
África: 2060
Asia: 2200
Oceanía: 1310
América: 1000
Europa: 230
Total: 6800 lenguas (algunos dicen 7106)
2) Punto que se encuentra en cuanto a la traducción:
Traducción entera de la Biblia: 531
Traducción del NT: 1329
Traducción de una o varias partes: 1023
Traducción que se está llevando a cabo: 2195
Pobladores que hablan un segundo idioma en el cual ya hay una traducción hecha: 400
Lenguas que se están extinguiendo: 400
Lenguas que no tienen traducción de alguna parte de la Biblia: más de 2000
De estas últimas las que tienen necesidad urgente: 1000
Necesidad de traducción que se encuentra bajo análisis: 2200
(datos suministrados por Wycliff 2015)
Para resumir, podemos decir que la Biblia, o partes de ella, ya se encuentra traducida en alrededor de 2300
lenguas. Lo interesante es que, con respecto a varias lenguas, son los mismos traductores de la Biblia los que
están inventando el alfabeto y están enseñando a leer.

D. Única en su supervivencia:
1) Fue escrita en materiales muy delicados, teniendo que ser copiada y vuelta a copiar durante centenares de
años a mano, antes de la invención de la imprenta. Sin embargo esto no perjudicó su estilo, su corrección ni su
existencia. La Biblia, comparada con otros escritos antiguos, tiene más evidencia manuscrita que diez piezas
cualesquiera de literatura clásica combinadas.
2) Supervivencia a través de persecución:
Como ningún otro libro, la Biblia ha soportado los ataques mal intencionados de sus enemigos. Muchos han
tratado de quemarla, de prohibirla y de ponerla fuera de la ley desde los emperadores romanos hasta el
comunismo o el Islam. Voltaire, el destacado incrédulo francés que murió 1778, dijo que cien años después de su
época el cristianismo sería borrado de la existencia y pasaría a la historia. ¿Pero qué fue lo que sucedió?
Solamente 50 años después de su muerte, la Sociedad Bíblica de Génova usó la misma prensa y casa de él para
producir montones de Biblias.
3) Supervivencia en medio de la crítica:
Fue el libro más sujeto a crítica, burla y escepticismo a lo largo de los siglos. Una y otra vez se quiso demostrar
por la arqueología que estaba equivocada. Pero otras tantas, se tuvo que reconocer que era la verdad. Cuanto
más criticada, más personas creen en ella y la aman.

E. Única en sus enseñanzas:


1) Profecía: No hay otro libro como la Biblia con una impresionante amplitud de profecías acerca de diferentes
pueblos, personas, ciudades y, sobre todo, de la venida de Uno llamado el Mesías, que se haya cumplido en una
perfección inimaginable.
2) Historia: El AT es el escrito histórico más antiguo existente. No existe otra tradición a nivel mundial, a través de
todas las culturas, que tenga el conocimiento tan exacto de su pasado.
3) Personalidades: L.S.Chafer decía: “La Biblia no es la clase de libro que el hombre escribiría si pudiera, o que
podría escribir si quisiera hacerlo”. La Biblia trata con mucha franqueza acerca de los pecados de sus
personajes. No se trata de encubrir, tapar u obviar ningún detalle negativo de los personajes que aparecen.

F. Única en su influencia sobre la literatura circundante:


Cleland B. McAfee escribe: “Si se destruyeran todas las Biblias en todas las grandes ciudades, el Libro podría ser
restaurado en todas sus partes esenciales a partir de las citas de ella en las estanterías de la Biblioteca pública
de la ciudad. Existen obras, provenientes de casi todos los grandes escritores literarios, dedicadas especialmente
a mostrar la gran influencia que la Biblia ha tenido sobre ellos”.

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El historiador Philip Schaff describe la singularidad de ella y al Salvador que ella presenta: “Este Jesús de
Nazaret, sin dinero ni armas, conquistó más millones que Alejandro, César, Mahoma y Napoleón. Sin ciencia y
sin erudición, derramó más luz sobre las cosas divinas y humanas que todos los filósofos y eruditos combinados.
Sin la elocuencia de las escuelas, habló tales palabras de vida como nunca antes o después fueron dichas, y
produjo efectos que yacen más allá del alcance del orador o poeta. Sin escribir ni una sola línea, puso en
movimiento más plumas, y proporcionó temas para más sermones, oraciones, discusiones, volúmenes de
erudición, obras de arte, y cánticos de alabanza que el ejército completo de grandes hombres de los tiempos
antiguos y modernos”.

G. Única en los cambios logrados en las personas:


¿Cuántas personas cuyas vidas estaban destruidas por la maldad cambiaron radicalmente su conducta después
de leer en sus páginas? Innumerables pudieron salir de los vicios al observar sus hojas. ¿Y a cuántos
desesperados les dio ánimo?

Conclusión: Lo anterior no es una prueba de que la Biblia sea cierta, pero es una prueba de la singularidad.
Frente a esta aplastante evidencia, si se fuera inteligente, se leería el libro que ha atraído la atención de millones
de personas más que ningún otro en el mundo entero.

II. LA REVELACIÓN DE DIOS

Históricamente, las dos vías por las cuales Dios ha iniciado la revelación de Sí mismo se han denominado
revelación general y revelación especial.

1. DEFINICIÓN
A. La revelación general comprende todo lo que Dios ha revelado en el mundo que nos rodea, aun al hombre.
También se la llama Teología Natural. La revelación general provee evidencias de la existencia de Dios.

B. La revelación especial incluye los varios medios que Él usó para comunicar Su mensaje en lo que fue
codificado en la Biblia. Algunas veces la revelación especial es llamada teología revelada. Esta revelación da por
sentada la existencia de Dios.

2. LA REVELACIÓN GENERAL
La Revelación general justamente es eso: general. Es general en su alcance (todas las personas y en todos los
tiempos), geografía (abarca la tierra entera), metodología (emplea medios universales: el sol que sale para todos
o la conciencia humana y también el juicio para aquel que la rechaza).

A. Las vías de la revelación de Dios:


1) Por medio de la creación: Como existe la creación, hay evidencia que hubo un efecto que lo originó. (Sl.19:1-6;
Ro.1:18-32).
2) Por medio de la historia: A lo largo de la historia se ve el actuar de Dios. Por ejemplo, cuando la maldad llega a
un punto máximo, sobreviene el juicio. La historia de la preservación de Israel es uno de los indicios más
evidentes.
3) Por medio de la organización: El propósito, el orden, el diseño que observamos en el mundo, exige que haya
habido un diseñador. Por ejemplo, Pablo utiliza un argumento así en Hechos 14:17 al hablar del ciclo de la lluvia
como evidencia de Dios.
4) Por medio de la constitución del hombre: Como existe el hombre que es un ser moral, inteligente, y viviente,
debería existir un ser de características semejantes que lo haya creado. El hombre es el único ser que se puede
hacer las preguntas: “¿de dónde vengo?” y “¿adónde voy?”. Además tiene constitución espiritual y naturaleza
religiosa. Las fuerzas inanimadas, materiales o inconscientes, no pueden haber producido al hombre. La
evolución no puede producir el alma, la conciencia o los instintos religiosos. Los ídolos sin vida no generan seres
vivientes. (Sl.94:9; Ro.2:14,15).
5) Por medio del Ser: Dios existe porque el concepto de Él existe. En todos los rincones del mundo está la idea
de un ser superior, por lo cual también debe existir.

Teniendo la revelación general el incrédulo no tiene excusa. Si la rechaza cae bajo el justo juicio divino (Ro.1:18-
20).
Para el creyente, esta revelación le da base para evangelizar a aquellos que no conocen las Escrituras
(Hch.14:15-17; 17:23-31). Por otro lado confirma su fe, sabiendo que ésta no está basada en fábulas sino en la
realidad. Por lo tanto su fe no es vana.

B. Objeciones:

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Es evidente que la revelación general no es suficiente. En esta clase de revelación no hay mensaje de salvación,
ni invitación a la comunión personal con Dios. A lo sumo se llega a admitir la existencia de Dios y, acaso, ciertas
señales de Su providencia, pero seguimos ignorando quién es y lo que es para nosotros. Nuestro razonamiento
finito no alcanza para comprender y explicar lo infinito. A causa de su condición caída el hombre no acierta a
obtener un conocimiento correcto de Dios, antes al contrario, pervierte siempre cualquier atisbo de la Divinidad
(Ro.1:21-25). El pecado pervierte el entendimiento y convierte en ineficaz el testimonio de la revelación general.
De ahí que surgen tantas religiones diferentes que aplican la revelación divina bajo un razonamiento oscurecido
por el pecado. Esto es nuestra culpa y, además, trae como consecuencia el juicio de Dios. Entonces el testimonio
de la revelación general se convierte, en el fondo, en un testimonio que nos acusa.

Pero esto no nos debe desesperar porque sabemos que para los que realmente buscan a Dios, Él no está lejos
(Hch.17:24-27). Por ejemplo, el etíope ya buscaba a Dios, por lo cual Dios le envió un Felipe (Hch.8:26-40).
Esto nos debe motivar a alcanzar a aquellos que todavía no escucharon hablar de Dios y también a involucrarnos
en las misiones de alguna forma.

El otro gran peligro surge cuando la revelación especial es dejada de lado para hacerle lugar a la revelación
general pervertida por el pecado. De ahí llegamos al sincretismo de la Teología Liberal del campo protestante,
asociada a un creciente universalismo católico. Uno de los mayores exponentes de esta corriente es Raymond
Paniker, quien ya en mayo de 1967 escribía: “En última instancia, toda religión está misteriosamente dirigida a
Cristo y éste, sorprendentemente, actúa en cada una de ellas. Todo hombre que vive su religión, aún sin saberlo,
está unido a Cristo”. Siguiendo el curso de esta corriente, lamentablemente se llega a una religión general.

3. LA REVELACIÓN ESPECIAL
La revelación especial fue dada a algunas personas en momentos especiales
Dios no sólo se revela por medio de la naturaleza sino que se ha revelado también, de una manera especial, en
ciertos hechos de la historia, culminando en la obra y persona de Jesucristo. Precisamente, uno de los títulos
más expresivos que se dan a Cristo es “el Verbo”, la Palabra. En efecto, Cristo es la Palabra encarnada. Y de la
misma manera que la palabra es el medio por el cual expresamos nuestros pensamientos, Cristo es el medio por
el cual Dios nos ha revelado sus pensamientos divinos (Jn.1:18).
Hay una revelación especial de Dios por medio de intervenciones y mensajes directos al hombre. Pero ¿cómo
podemos conocer esta revelación? Si Dios habló en el pasado de diferentes maneras y en varias ocasiones,
¿cómo la podemos conocer hoy? Sobre todas las cosas, ¿qué conocimiento puedo tener de la Palabra
encarnada, de Jesucristo, si no hubiera quedado registrada de algún modo que la hiciera permanente?
La respuesta evidentemente es la Biblia. Allí tenemos registradas las intervenciones especiales y las revelaciones
de Dios. Por ende, la revelación final que tenemos de todo lo necesario de parte de Dios la encontramos en la
Biblia.
El efecto de la revelación especial es como un lente que nos permite leer de nuevo y correctamente en el libro de
la naturaleza, además de abrir nuestros ojos a la gran salvación que Dios ha obrado en Cristo. Éste es el centro y
la meta de toda revelación.

A. Auto-revelación: Tenemos que resaltar que todo lo que sabemos de Dios nos es dado por Dios mismo. Si no
fuera por el hecho que Él quiere que le conozcamos, esto sería completamente imposible por nuestra parte
(Hb.1:1-3). J.I.Packer, en su libro “Conociendo a Dios” dice: “...el conocer a Dios es cuestión de gracia. Es una
relación en la que la iniciativa parte invariablemente de Dios – como debe serlo, por cuanto Dios está tan
completamente por encima de nosotros y por cuanto nosotros hemos perdido completamente derecho a su favor
por haber pecado. No es que nosotros nos hagamos amigos de Dios; Dios se hace amigo de nosotros, haciendo
que nosotros lo conozcamos a Él mediante el amor que Él nos manifiesta” (Gá.4:9).

B. Formas de revelación:
 La suerte: Pr.16:33; Hch.1:21-26.
 El Urim y Tumim: Ex.28:30; Nm.27:21; Dt.33:8; 1S.28:6.
 Sueños: Gn.20:3,6; 31:11-13,40,41; Joel 2:28.
 Visiones: Is.1:1; 6:1; Ez.1:3.
 Teofanías: Gn.16:7-14; Ex.3:2; 2S.24:16; Zac.1:12.
 Ángeles: Dn.9:20,21; Lc.2:10,11; Ap.1:1.
 Profetas: 2S.23:2; Zac.1:1; Ef.3:5.
 Eventos: Miq.6:5; Ez.25;7; Jn.1:14.
 Jesucristo: Jn.1:14; 14:9.
 La Biblia: 2Ti.3:15-17; 2P.1:19-21.

C. La revelación es progresiva: Es evidente que la Revelación que tenemos en las Escrituras fue entregada por
Dios en forma progresiva, es decir, se dio en etapas, en incrementos variables, a diferentes personas, en
diferentes momentos. Lo que ahora tenemos en la Escritura completa es el resultado de un proceso que culminó
en la persona de Jesucristo. Reconocer la naturaleza progresiva de la voluntad de Dios en las Escrituras no

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niega la unidad de las mismas, ya que tienen un sólo autor, Dios mismo, si bien eligió expresarse a través de
personalidades de los varios escritores humanos. Lo agregado en cada etapa no contradice lo revelado
anteriormente, sino que lo expande y profundiza.

D. La revelación está completa: Es evidente que surja la pregunta de si todavía hay revelación de Dios en la
actualidad fuera de la Biblia.
Tenemos que tener en cuenta que el AT, en general, estaba preparando el camino hacia el Salvador. En el NT se
nos relata Su vida, ministerio y muerte y con esto la culminación de las escrituras del AT. La revelación de Dios
llegó a su máxima expresión en la persona y obra de Cristo (Ef.1:8-10; Jn.1:18; Col.1:15; 2:9; Jn.19:30). La
revelación de Dios llegó a su culminación y fin en la persona y obra de Cristo: “en estos postreros días nos ha
hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo... el cual siendo el resplandor de su gloria, y la imagen
misma de su sustancia...” (Hb.1:1,2) . En Juan 17:4 Jesús mismo dice: “...he acabado la obra que me diste...”. El
contexto de este versículo deja muy claro que esa obra era la de revelar el conocimiento de Dios (Ver
especialmente Jn.17:3,6,7).
Pero, ¿qué de lo escrito por los apóstoles? Ya en Juan 14:16,26; 15:26,27, más temprano en esa misma noche,
Jesús había comisionado a Sus discípulos a escribir lo que Él había manifestado. El Espíritu Santo fue prometido
para hacerles recordar lo que Él había mostrado y enseñado, y garantizar la veracidad de lo documentado por
ellos. Este proceso fue completado durante sus vidas, y el Canon del NT fue el producto final. Pablo afirma haber
recibido su revelación directamente de Cristo (Gá.1:1; Ro.16:25,26; Ef.3:1-11). Esta autoridad fue reconocida por
los otros apóstoles (Gá.1:15-24; 2P.3:15,16).

¿Qué del Apocalipsis?


El tono de todo el libro se dirige hacia el final de los tiempos y la consumación del programa de Dios. Detalles
que antes fueron sellados (Dn.12:4,9) ahora son revelados, ya que el tiempo está cerca (Ap.22:10). Esta
revelación es de la misma fuente y naturaleza que la del AT (Ap.22:6). Además, el libro termina con una tremenda
advertencia, la de no añadirle palabras a esta profecía (22:18). Aunque se refiere principalmente al Apocalipsis,
es evidente que se extiende a todo el NT y a las profecías en general.

¿No se pueden esperar nuevas profecías entonces?


Definitivamente no habrá nuevas profecías que sean necesarias para algún aspecto del plan de la salvación
presente ni futura porque:
1) La acción de hablar por inspiración está completa, terminada una vez para siempre (Hb.1:1,2). Este pasaje nos
enseña:
 La única voz que se debe escuchar es la de Dios.
 El respeto que el lector tiene del AT.
 Dios habló en otros tiempos a través de varios métodos, que ya no usa, habiendo hablado por el Hijo (Jn
17:4,7,8,20: “...he acabado la obra que me diste...”; Hb.2:3,4: “...nos fue confirmada (aoristo pasivo:
acción completa) por los que oyeron...”; 1Co.15:8: “...al último de todos... me apareció a mí...”).
2) El mensaje de Cristo fue entregado “...una vez... a los santos” (Judas 3). La frase: “...una vez dada...” es
enfática. Aparentemente la tendencia de las “revelaciones nuevas” llevó a Judas a advertir de los falsos
maestros.
De la misma forma Efesios 2:20 dice que la Iglesia está edificada “...sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas...”. Evidentemente el fundamento para cualquier edificio se pone una sola vez.
El grito de la Reforma fue: “Sola Escritura”.
3) Fue prohibido añadir a las profecías de Cristo y los apóstoles (Ap.22:18). Apocalipsis fue el último libro escrito
(96 d.C.) y admitido en el Canon del NT.
4) Jesús enseñó que toda la verdad sería enseñada por el Espíritu Santo y por Sus apóstoles (Jn.14:26; 16:13).
Las promesas: “...os guiará a toda verdad...” y “...os hará saber las cosas que habrán de venir” no son separables
ni aplicables a todo el mundo.

Conclusión: Pretender recibir revelación adicional desmerece la revelación completa y perfecta en Cristo Jesús.
Es hablar sin la autoridad de Cristo, lo que Dios no dejará sin castigo (ver Jer.23).

III. LA INSPIRACIÓN
1. TEORÍAS ERRÓNEAS SOBRE LA INSPIRACIÓN
A. Teoría Naturalista
La Biblia es un producto humano, vacío de elementos sobrenaturales y por lo tanto, dado a error. Esta teoría es
desarrollada por racionalistas, infieles y ateos.
Objeción: ésta no es una teoría sobre la inspiración, sino más bien una negación de la misma.

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B. Teoría de la Intuición
La inspiración es un desarrollo más elevado de esa visión interna natural de la verdad que todos los hombres
poseen en alguna medida. Este punto de vista clasificaría a las Escrituras junto con otros grandes trabajos de
autores tales como Shakespeare, Tennyson, etc, colocándola en la misma categoría.
Objeción: lo que declara ser inspiración en realidad no lo es pues, si así fuera, entonces lo que un hombre podría
estar inspirado a decir, otro podría estar inspirado a calificarlo de falso. El Veda, el Corán y la Biblia no pueden
ser todos verdad porque esto presupone una contradicción que anula la validez de la inspiración.

C. Teoría de la Iluminación o Teoría de la Gracia


Inspiración es la intensificación y elevación de las percepciones religiosas del cristiano. Entonces la Biblia es el
resultado de las meditaciones de hombres piadosos.
Objeción: había inclusive autores que no entendían completamente lo que escribían (1P.1:10-12). Aparte de esto,
ningún autor, por más espiritual que fuera, estaba exento de pecado, por lo tanto no habría iluminación perfecta.

D. Teoría Parcial
Sugiere que sólo ciertas partes de la Biblia fueron inspiradas. La opinión corriente es que sus verdades
espirituales son dadas por Dios, pero que los detalles históricos, geográficos, cronológicos y científicos no lo son.
Incluidos en este punto de vista están aquellos que enfatizan que la Biblia “contiene” la Palabra de Dios en
contraste con “ser” la Palabra de Dios. También están incluidos aquellos que confieren a las palabras de Cristo
una autoridad por encima del resto de las Escrituras.
Objeción: si solamente partes de la Biblia son inspiradas, ¿quién puede determinar cuáles son esas partes?

E. Teoría del Concepto o del Pensamiento


Los pensamientos de la Escritura son inspirados, pero las palabras mismas no lo son. Dios les dio a varios
autores el mensaje y luego dejó que ellos se expresaran de la mejor manera que pudieran: la expresión humana
del concepto divinamente dado.
Objeción: las Escrituras afirman su inspiración hasta en las mismas letras. Por otro lado, no habría exégesis
válida si no fuera así.

F. Teoría Mecánica o del Dictado


Los escritores de la Biblia actuaron como secretarios mecánicos copiando cada palabra tal cual Dios se las
dictaba.
Objeción: aunque en ocasiones Dios sí dictaba, los hechos no comprueban esta teoría. En sus escritos se
reflejan las diferencias individuales entre los escritores. El carácter austero de Moisés, la naturaleza poética de
David, el amor de Juan, están claramente estampados en sus mensajes.

2. EL TESTIMONIO DE LA BIBLIA MISMA SOBRE SU INSPIRACIÓN


A. El testimonio del AT mismo:
1) En todas partes testifica ser Palabra de Dios. Más de 2000 veces encontramos esta afirmación en el AT.:
 En la Ley aparece más de 700 veces (Ex.4:10-12; 24:4). 17 de los 36 capítulos de Números comienzan
con “Y Jehová le dijo a Moisés...”.
 Los profetas: “Un profeta es, en el sentido escritural del término, un orador que habla por otro en su
nombre y con su autoridad, así que no es el orador sino la persona por la cual él actúa la responsable de
la veracidad de lo que se dice” (Hodge, comp. Ex.4:14-16 y 7:1). El mismo oficio de profeta es una
afirmación de que Dios está hablando:
- Isaías (20 veces);
- Jeremías (alrededor de 100 veces), 1:4,9,10;
- Ezequiel 1:3.
 Profetas menores: al principio de casi todos sus libros se hace esta afirmación.
 Los escritos:
- Salmos;
- 2 Samuel 23:1,2;
- Job 1:7; 38:1.
2) El testimonio de una parte del AT a otra parte:
 Salmo 1:2 a la ley (comp. Sl.119);
 1 Reyes 16:34 a Josué 6:26;
 Daniel 9:2 a Jeremías 25:11; 29:10;
 Zacarías 7:12 a los profetas mayores.

B. El testimonio de Cristo sobre el AT:


Para el creyente, el testimonio de Cristo sobre la validez y exactitud de las Escrituras del AT debería ser
suficiente para comprobar que ésta es, en todos sus detalles, la Palabra inspirada de Dios. Es digno de destacar
que Jesús comenzó su ministerio usando el AT (Mt.4:4) y lo terminó de la misma manera (Lc.24.46).

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1) Uso general de las Escrituras:
 Increpando a Satanás (Mt.4:4,7,10).
 Increpando a los líderes (Mr.12:24).
 Enseñanzas generales (Mr.11:17).
 Enseñanzas concernientes a Sí mismo (Jn.5:39).
2) Su confianza en las Escrituras: (Lc.24:25; Jn10:35; 5:39; Mt.19:4).
3) Testimonio específico de Cristo respecto de los milagros en el AT
 Jonás (Mt.12:40).
 Conversión de Nínive (Mt.12:41).
 Creación del hombre (Mt.19:3-6).
 Elías y la sequía (Lc.4:25).

C. Testimonio de los escritores del NT:


1) Citas del AT en el NT.
El NT de Wescott y Hort (griego) muestra 1076 referencias del AT o alusiones al mismo:
Mateo (100 referencias de 27 libros del AT), Marcos (56), Lucas (86), Juan (21), Hechos (108), Romanos (74),
1 Corintios (29), 2 Corintios (21), Gálatas (13), Efesios (22), Filipenses (6), Colosenses (4), 1 Tesalonicenses (7),
2 Tesalonicenses. (9), 1 Timoteo (2), 2 Timoteo (4), Tito (3), Santiago (18), Hebreos (98), 1 Pedro (31), 2 Pedro
(5), Judas (5), Apocalipsis (384). La carta a Filemón y las de Juan no tienen cita alguna.
2) Todos los libros del AT son citados o mencionados en el NT excepto 8 que son: Esdras, Nehemías, Ester,
Eclesiastés, Cantares, Abdías, Nahum y Sofonías. Pero aún así podría haber alusiones a los mismos.
3) Uso del AT por parte de los apóstoles:
 Base para el mensaje del evangelio: Hch.2:16, 25, 29-31, 34.
 Predicando la muerte y resurrección: 1Co.15:3,4; Hch.3:25; 17:3; 26:22.
 Alentando a los convertidos para estudiar: Hch.17:11.
4) Importancia atribuida por los apóstoles al AT: Ro.3:2; 4:23,24; 15:4; 1Co.10:11; 2 Ti.3:16.
5) Afirmaciones directas respecto a la inspiración: Mr.12:36; Lc.1:70; Hch.1:16; 4:25; 28:25; Hb.3:7.
6) Para el NT vemos el testimonio y la provisión de Cristo (Jn.16:12-15):
 Expresamente declaró que dejaría “...muchas cosas...” sin revelar (v.12).
 Prometió que esta revelación sería completada después que el Espíritu Santo viniese, y que tal
revelación adicional incluiría nuevas profecías (v.13).
 Eligió ciertas personas para que recibieran las revelaciones adicionales y para ser testigos de ellas
(Mt.28:19; Jn.15:27; Hch.1:8; 9:15-17).
 Les dio a las palabras de ellos, cuando hablaban por Él en el Espíritu, precisamente la misma autoridad
que la Suya (Mt.10:14-15; Lc.10:16; Jn.13:20).

3. PASAJES SOBRE LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA


A. 2 Timoteo 3:16
Pablo explica a Timoteo las ventajas de haber aprendido desde pequeño la verdad salvadora de Dios. La
aprendió de buenos maestros (v.15), y tuvo las “Sagradas Escrituras” (v.16). Éstas son la garantía de su
salvación.
1) Lo que abarca: “toda la Escritura”. Se puede traducir también “cada Escritura”, pero en ambos casos diría lo
mismo: que todas y cada parte de la Escritura es inspirada.
El término “Sagradas Escrituras” del versículo 15, abarca por lo menos todo el AT. Era un término muy usado por
los judíos de su tiempo (se da con frecuencia en los escritos de Filón y Josefo) refiriéndose a la totalidad del AT.
El NT usa el término “escrituras” 51 veces y siempre en referencia a alguna parte de la Biblia, tanto del AT como
del NT (Lc.4:21; 24:45; Jn.10:35; 1Ti.5:18; 2P.3:16). Las dos últimas son importantísimas. En el pasaje de
Timoteo, Pablo atribuye el término “Escrituras” al texto del AT en unión con un pasaje del NT (Dt.25:4; Lc.10:7), y
Pedro a todos los escritos de Pablo. De esto podemos concluir, con toda seguridad, que la inspiración divina se
extiende a todos los textos canónicos, tanto del AT como del NT.
2) El origen o procedencia: “es inspirada por Dios” (gr.theopneustos) = “Dios + soplado, respirado”. Todo radica
en el “soplo” o “aliento” de Dios. El mismo aliento que hizo del hombre un ser viviente inspiró a los autores de Su
Palabra. Esto significa que los autores humanos escribieron el texto, pero la Biblia se originó como una acción de
Dios, que la espiró.
3) El efecto y propósito: toda la Biblia es útil. En el versículo 15 vemos que es útil para alcanzar la salvación, y en
el 16 para diferentes aspectos necesarios para la edificación o santificación. Nos enseña cómo vivir.

B. 2 Pedro 1:19-21
1) La comparación: en los versículos anteriores (16-18) se presentan los mismos apóstoles como testigos
presenciales de la verdad de Cristo.
En los versículos 19 al 21 se indica que “la palabra profética” es todavía “más segura”, porque recoge el
testimonio no sólo de una generación sino de muchos siglos. Demuestra la superioridad del texto escrito sobre la
propia experiencia personal y, sobre todo, porque es “palabra profética”, es decir, se trata de la palabra de
hombres inspirados por Dios.
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2) La “profecía” o la “palabra profética” no debe ser necesariamente limitada a las porciones proféticas. En la
división judía de las Escrituras (Ley, Profetas y Salmos) como hemos visto, no sólo entra lo que nosotros
entendemos por profetas (Josué, Jueces, Samuel, Reyes, etc.).
Pero si vamos a la definición de profeta veremos algo más. El profeta en el concepto bíblico no es, primeramente,
el que predice el futuro sino el que transmite el mensaje de parte de Dios. En esta definición entrarían todas las
Escrituras.
3) El origen de la profecía:
a) Negativamente hablando “ninguna profecía de la Escritura... fue traída por voluntad humana”. No vino por
propia iniciativa del hombre.
b) Positivamente, “...sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Este
“inspirar” en realidad debería decir “llevados”, “movidos” o “impulsados”. La ilustración es el barco a vela llevado
por el viento de popa, como lo fue el barco de Pablo antes de naufragar en las costas de Malta. Los hombres
seguían activos pero no podían hacer nada para cambiar el rumbo o destino del barco.

O sea, los escritores de la Biblia escribieron de parte de Dios, fueron tomados por el Espíritu Santo de manera
total y absoluta, y conducidos a la meta elegida por Dios.
Esto también tiene un segundo e importantísimo significado: a pesar de ser hombres pecadores y con falencias,
esta palabra es completamente segura, inerrante (sin error), porque es dada por inspiración divina. Por lo tanto,
Dios nos dio una Biblia completamente veraz en su texto original.

C. 1 Corintios 2:13
En este pasaje Pablo señala que la revelación de Dios llegó a nosotros en palabras. Esto contrarresta la
suposición de algunos que la inspiración solamente tiene que ver con los pensamientos que Dios quería que
supiéramos, y no con las palabras que expresaron estos pensamientos.
Esto nos lleva otra vez a la inerrancia de las Escrituras. Las palabras mismas son inspiradas. A esto se le llama la
inspiración verbal (Otros pasajes en donde se puede comprobar esto son: Mt.5:18; 22:31,32; Jn.8:58; 1Co.2:13;
Gá.3:16; 1Ts.2:13; He.12.27).

D. Juan 10:34,35
“la Escritura no puede ser quebrantada”. Nótese el contexto del versículo: Cristo se está defendiendo del cargo
de blasfemia. En defensa acude a la cláusula del Salmo 82:6.
Aunque Cristo cita de los Salmos, lo llama “vuestra ley”. Lo hace en el sentido de que todo el AT tiene autoridad
legal valedera.
El término “quebrantada” es el mismo que se usa con respecto a los 10 mandamientos (Mt.5:19) y la ley en
general (Jn.7:23) que no puede ser anulada. Debe ser aceptada tal cual está.
Es interesante notar que Cristo se refiere solamente a una cláusula del AT. Concluimos que la autoridad de las
Escrituras comprende hasta las mismas formas de expresión de sus cláusulas más casuales.

4. DEFINICIÓN DE INSPIRACIÓN
Después de ver lo anterior llegamos a la siguiente conclusión acerca de lo que es e incluye la inspiración de las
Escrituras:
“Dios supervisó a los autores humanos de la Biblia, para que ellos compusieran y grabaran sin error Su mensaje
a la humanidad en las palabras de los escritos originales” C.C.Ryrie

Cinco elementos importantes


1) El elemento divino: que Dios el Espíritu Santo supervisó el proceso garantizado de transmisión
fidedigna de Su mensaje.
2) El elemento humano: que los autores humanos escribieron de acuerdo con sus propios estilos, de
acuerdo al ambiente, entrenamiento, vocabulario y de acuerdo a sus personalidades. No eran robots o
taquígrafos de Dios (inspiración orgánica).
3) El resultado: de esta doble autoría surgió que la verdad de Dios fue escrita sin error, siendo por lo
tanto la verdad (Jn.17:17).
4) El alcance: se extiende a todas las Escrituras (inspiración plenaria) y a la selección de las palabras
por los escritores (inspiración verbal).
5) El enfoque: se dirige y se aplica sólo a los manuscritos originales, no a las copias o las traducciones,
por más precisas que sean.

Para pensar
 De una forma prodigiosa Dios hizo posible que Su Palabra llegara a nuestras manos. Dudar de la
inspiración sería dudar de la omnipotencia de Dios. Más bien, ¡alabémosle!
 Si toda la Escritura es inspirada por Dios ¿qué estás haciendo para absorber más de ella?
 Dado que toda la Palabra es “útil”, ¿hay partes que pasas por alto en tu estudio personal?
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IV. LA ILUMINACIÓN
Como hemos visto, tenemos en nuestras manos el texto bíblico revelado e inspirado. Pero para que realmente
impacte en nuestra vida y no sea simplemente un libro de literatura, necesita de otra intervención divina. Dios no
habría dedicado tanta atención en hacernos llegar Su Palabra, sin proveernos también el medio por el cual
podamos comprender las profundidades de ella. Para ello nos ha dado la iluminación.
El apóstol Pablo escribe al respecto (1Co 2:9 – 3:3): “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído
oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios
nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino
el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos,
no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual
a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga
todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 3:1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a
espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no
erais capaces, ni sois capaces todavía,
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y
andáis como hombres?”

1. DEFINICIÓN Y GENERALIDADES DE LA ILUMINACIÓN


Las cosas reveladas (no el cielo como muchas veces se expone) se comprenden por medio del Espíritu de Dios.
Un texto o libro inspirado por el Espíritu Santo, sólo puede ser comprendido en profundidad por medio de la
acción del Espíritu Santo en el lector de las Escrituras. Éste se encuentre en el más sencillo hijo de Dios. Por lo
tanto, la iluminación es la colaboración sobrenatural que el lector recibe del Espíritu Santo para comprender el
mensaje divino.
La diferencia entre inspiración e iluminación radica en el hecho el autor inspirado ha recibido la influencia
necesaria de Dios para transmitir y escribir un mensaje, y con la iluminación el lector comprende por la acción del
Espíritu Santo lo que Dios quiso manifestar.
Algunas características de la iluminación son:
- Generalmente la iluminación la recibe el creyente renacido (Jn.3:3).
- La iluminación suele acrecentarse continuamente. A medida que el creyente se deja llenar por el Espíritu, va
recibiendo más y más iluminación.
- Puede suceder que se lea o escuche la Palabra, pero reciba la iluminación de un texto recién más adelante
(Dn.12:9-10; Jn.12:16).
- Mientras vivamos por fe y no por vista, tenemos necesidad de un aumento de iluminación. Al momento sólo
conocemos en parte, pero llegará el momento del conocimiento en plenitud (1Co.13:12).
- Dado que no todos los creyentes tienen la misma iluminación, puede ser que haya diferentes opiniones acerca
de temas secundarios. Pero lo bueno es saber que (Fil3.15,16): “Así que, todos los que somos perfectos, esto
mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. 16 Pero en aquello a que hemos
llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.” Apliquemos aquello que ya hemos entendido.
- La iluminación no se encuentra limitada sólo a la comprensión del mensaje o la letra de la Biblia. Por el mensaje
comprendido y aplicado, sigue la mayor revelación – la de Dios mismo. Jesús dijo (Jn.14:21): “El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y
me manifestaré a él.” Y podemos añadir, que toda iluminación de las Escrituras tiene como objetivo que seamos
transformados cada vez más a la semejanza de Cristo (2Co.3:14-18).
- El Espíritu actúa en doble sentido en la persona que escucha o lee la Palabra: 1) ayuda a creer y 2) ayuda a
comprender el sentido del texto. Lutero decía: “La Biblia no puede ser comprendida por talento o estudio. Sólo se
basa en la influencia del Espíritu Santo.” Zwinglio escribía: “Aún si recibieran el Evangelio de Jesucristo
directamente de un apóstol, no pueden actuar de acuerdo a él, si no les enseña vuestro Padre celestial y los
atrae hacia él por su Espíritu.”
Por esta misma razón, el Evangelio, la Palabra es incomprensible, sí, aún locura para el inconverso (1Co.2:14).
Aun el conocimiento de hebreo o griego, la gramática, el trasfondo histórico, etc, no alcanzan para comprender
las profundidades reveladas porque se han de discernir espiritualmente.

2. LOS LÍMITES DE LA ILUMINACIÓN


1) Confundir inspiración con iluminación: Existen aquellos que creen tener una mayor iluminación por la cual se
arrogan recibir también la inspiración como la tenían los apóstoles, profetas o escritores de la Biblia, por lo cual

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se sobreponen a la Palabra. Esto se ve en algunas escuelas rabínicas, la iglesia católica, pero también se da en
el ámbito evangélico.
2) Otra limitación es el misticismo que tiende a poner su supuesta “luz interior” en lugar de la iluminación, por lo
que se empiezan a independizar de las Escrituras, colocando revelaciones propias por encima de la bíblica.
Tengamos muy presente, que si Jesús en su estadía necesitaba, buscaba y era diligente en la cercanía a la
Palabra, ¡cuánto más nosotros!
3) Tiene que haber fe. Sólo las ovejas oyen la voz del Pastor (Jn.10:3,4). En el tiempo de Jesús de los religiosos
incrédulos fue dicho “que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan…” (Mc.4:12). Les explicaba
a sus discípulos, pero oscurecía el entendimiento de los que lo habían desechado. De ahí resulta, que a uno el
mensaje lo impacta y otro lo deja impávido.
El creyente, en líneas generales, es iluminado por el Espíritu a lo largo de toda su vida, pero también depende
mucho cuánto de la iluminación percibida ha puesto en práctica para seguir recibiendo. Aún a los discípulos
camino a Emaús Jesús les tuvo que reconvenir: (Lc 24:25) “¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo
lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su
gloria?” Al no profundizar en las Escrituras, no se cree, lo cual limita para recibir iluminación. Por esta razón, en
varios lugares se nos exhorta: “El que tenga oídos para oír oiga” (Lc.14:35; Ap.2 y 3).
4) Pero la gran limitación de la iluminación es la carnalidad y pecado. Es evidente que algunos reciben más que
otros de las profundidades de Dios. Esto se debe en gran parte, a que el ministerio del Espíritu Santo puede ser
limitado u obstruido por el pecado o la falta de espiritualidad en la vida del creyente. El creyente espiritual
“discierne todas las cosas”. En cambio el carnal tiene necesidad que se empiece con las cuestiones básicas en
vez de recibir el alimento sólido (1Co.2:15; 3:1-3). Por esta razón nuestras iglesias muchas veces son jardines de
infantes con peleas de niños a los cuales siempre de nuevo hay que darles la mamadera en vez que empiecen a
comer por sí mismos y alimentarse con las riquezas de las profundidades bíblicas.

3. LA CONTRAPARTE DE LA ILUMINACIÓN
En lugar de iluminación también existe la ceguera que proviene del endurecimiento del corazón. Llega un punto
que aun recibiendo la Palabra no son capaces de captarla. Esto sucedió en el tiempo de Faraón que endureció
su corazón y llegó el punto que la nube iluminaba a Israel, pero oscurecía todo para los egipcios. Más tarde, el
pueblo de Israel en el AT muchas veces endureció su corazón y ya no podía captar las verdades de Dios
(Is.29:10-13). En el tiempo de Jesús (Jn.9:39) sucedió lo mismo; y aún hoy en nuestro tiempo, es visto en el
inconverso (2Co.4:3,4; 2Ts.2:10-12). Esto es demasiado serio. Jesús dijo: (Jn.12:48) “El que me rechaza, y no
recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.”

4. CÓMO RECIBIR LA ILUMINACIÓN


Al habernos hecho llegar Su revelación por medio de la inspiración, es el mayor deseo de Dios iluminarnos Su
Palabra para hacerla comprensible. Para ello tenemos que acercarnos libre de pecado, en humildad y orar con el
salmista (Sal 119:18) “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.” Es indudable que el Señor oirá esta
oración y nos irá iluminando por Su Espíritu si tenemos presente 3 condiciones:
- Meditar continuamente en Su Palabra: (Sal.119:19,20,47,48,97,148,173)
- Dejar que la Palabra penetre y nos juzgue (2Ti.2:25,26).
- Obedecer y aplicar todo lo que el Espíritu Santo nos ha señalado.

REFLEXIÓN
Algo extraordinario ha sucedido. Dios se complació en entregarnos Su propia Palabra en forma escrita. La
tenemos en nuestras manos. El Espíritu Santo nos ilumina para que comprendamos las maravillosas verdades,
conozcamos cada vez más a Dios y seamos transformados cada vez más a la imagen de Cristo. Más allá de toda
terapia, filosofía, religión, cultura o educación, la Biblia es la única que trae verdadera luz espiritual al alma
humana. Ahora la pregunta es: ¿qué hago yo con ella? ¿La leo? ¿La estudio? ¿La medito? ¿La aplico a mi vida,
o sea la obedezco? ¿La comparto?
Que nuestra actitud frente a la Palabra sea la del salmista: “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas
cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”.
Que nuestro anhelo sea: (Sal 119:48) “Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, y meditaré en
tus estatutos”.
¿Quiénes de los que estamos aquí, está dispuesto a hacer lo que hizo Esdras en un contexto de apostasía y
apatía espiritual similar a nuestros tiempos? “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de
Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. ” (Esd.7:10). Entonces
experimentaremos lo que dice Salomón: (Pr.4:18) “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que
va en aumento hasta que el día es perfecto”. ¡Qué esto sea realidad en nuestra vida!

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

V. LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS

15
1. SU IMPORTANCIA
La Biblia es constantemente cuestionada. Esto no es para sorprenderse. Desde el principio el Tentador ha dicho:
”¿Conque Dios ha dicho?”. Hoy en día hay cuatro áreas principales donde se suele cuestionar lo que dice la
Biblia:
 La veracidad científica de la creación y del diluvio.
 La historicidad de los eventos de la vida de Israel antes de 1000 a.C. (el reinado de David).
 La historia de Jonás y el pez.
 Los milagros de Cristo y de los apóstoles.
Frente a los ataques a la Biblia, es necesario afirmar y clarificar la doctrina de la inspiración porque afecta todo lo
demás que uno cree. Si la Biblia no es de confianza en lo que relata de la historia, ¿cómo confiar acerca de lo
que dice de Dios y de la salvación? Si no es correcto referente a la ciencia, ¿cómo puede ser confiable referente
a lo moral?
Por ejemplo, si no se acepta que Génesis 1 al 6 relata hechos históricos, entonces la caída de Adán no explica la
presencia del pecado en la raza humana, tampoco la necesidad de la salvación y por ende, la innecesidad de la
venida de Cristo. Entonces, se puede llegar a la conclusión de que el hombre es básicamente bueno y no
necesita ser salvo. La muerte de Cristo es, por lo tanto, solamente un ejemplo de altruismo y auto-negación.
Negar la veracidad de las Escrituras finalmente lo lleva a uno al agnosticismo y a la inmoralidad.
“El asunto es claro: ¿es verdad la Biblia y sin error dondequiera que habla, inclusive cuando toca la historia y el
cosmos, o es, en algún sentido, sólo revelacional cuando toca temas religiosos? Esa es la cuestión”.

2. SU ALCANCE
La inerrancia trata de los manuscritos originales. McDowell y Stewart dicen:
“Es de monumental importancia para identificar el grado de inspiración incluir todos los libros de las Escrituras,
todas las partes de los libros, y todas sus palabras tal como fueron dadas en el original. No se incluyen las copias
de manuscritos, ni las traducciones que son reproducciones.
Ningún manuscrito ni traducción alguna son inspirados; sólo lo es el original. Sin embargo, para fines prácticos, sí
son inspirados puesto que, con el gran número de manuscritos disponibles para escrutinio hoy en día, la ciencia
de la crítica textual puede darnos un texto suficientemente representativo del original. Por lo tanto, podemos estar
seguros de que al leer la Biblia recibimos la Palabra de Dios”.

3. SU BASE BÍBLICA
A. La naturaleza del profeta como vocero de Dios
Los profetas fueron fieles a las palabras de Dios (Ex.4:30; Nm.22:18; Dt.4:2; Jer.26:2).

B. Las Escrituras como autoridad divina


 El “Está escrito” aparece 92 veces en el NT (Mt.4:4,7,10).
 No puede ser quebrantado (Jn10:35).
 Es eterna (Mt.5:17,18).

C. Las Escrituras como Palabra de Dios


 Es la “palabra de Dios” (Jn.10:35; He.4:12).
 Es el “soplo” o “aliento” de Dios (2Ti.3.16).
 Son los “oráculos de Dios” (Ro.3:2; Hch.7:38).

D. Las escrituras como verdaderas


Son de confianza (Sl119:160; Pr.30:5,6; Jn.17:17).

E. La Biblia es histórica y científicamente verdadera


Cristo apoyó la veracidad del AT (Mt.12:40; 19:4; 24:34-39; Jn.3:14).

F. Lo que la Biblia dice, lo Dios dijo = dijo la Escritura


que dice Dios y viceversa Gn.12:3 Gá.3:8
Ex.9:16 Ro.9:17

Dijo la Escritura = Dios dijo


Gn.2:24 Mt.19:4,5
Sl.95:7 He.3:7
Sl.2:1 Hch.4:24,25
Is.55:3 Hch.13:34
Sl.16:10 Hch.13:35
Dt.32:43 He.1:5,6
Sl.104:4 He.1:5-7
Sl.45:6,7 He.1:8,9
Sl.102:25-27 He.1:10-12

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G. La analogía de Cristo y las Escrituras
 Los dos tienen aspectos humanos y divinos.
 En los dos, el aspecto humano es sin defecto (He.4:15; Jn.17:17).

4. JESÚS AFIRMÓ SU INERRANCIA


Jesús se defendió de las tentaciones del diablo usando las Escrituras (Mt.4:1-11). Cuando discutió con los
saduceos los corrigió usando las Escrituras (Lc.20:27,38). En muchas ocasiones eran su apoyo para defender
sus acciones (Mr.11:15-17; Mt.26:53,54).
Cristo vio su vida como el cumplimiento de las Escrituras. Comenzó su ministerio público citando Isaías 61:1,2 y
declarando: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Lc.4:18,19,21). En el Sermón del Monte
declaró que vino no “para abrogar la ley o los profetas” sino “para cumplir” (Mt.5:17). Dijo a los lideres religiosos:
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que
dan testimonio de mi” (Jn.5.39). A los discípulos en el camino a Emaús: “Y comenzando desde Moisés, y
siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lc.24:27).
Es evidente que Cristo tenía las Escrituras en muy alta estima, dando por sentado su veracidad aún hasta el
punto más pequeño de la gramática.

5. LA IGLESIA HA CREÍDO EN LA INERRANCIA


Hasta los tiempos modernos, la Iglesia siempre ha creído en la inerrancia. Aunque ésta no es un argumento de
tanto peso como las dos anteriores, de igual manera tiene su lugar. Seríamos arrogantes en pensar que sabemos
mejor que todos los cristianos que nos han precedido y desechar su testimonio.
A. Ireneo de Lión (II d.C.): “Quede asegurado que las Escrituras son en verdad perfectas, puesto que fueron
habladas por la Palabra de Dios y Su Espíritu”.

B. Augustín de Hipona (IV d.C.): “He aprendido a considerar que sólo las Escrituras son inerrantes”.
En una carta a Jerónimo escribe: “He aprendido a dar (a las Escrituras) tal honor y respeto como para creer
firmemente que ni uno de sus autores haya errado en escribir cualquier cosa... (Entonces) si encuentro algo en
estos libros que parece contrario a la verdad, decido que: o el texto está corrupto, o el traductor no siguió lo que
fue realmente dicho, o que no lo alcancé a entender”.

C. Martín Lutero sobre el AT: “Ruego y advierto a cada cristiano piadoso no tropezar con la simplicidad del
lenguaje y de las historias que encuentra allí. No debe dudar que, cuan simples que parecen, son las mismas
palabras, obras, juicios y hechos de la alta majestad, poder y sabiduría de Dios”.

D. Juan Calvino: “Este es el principio que distingue nuestra religión de todas las otras: que sabemos que Dios
nos ha hablado. Y estamos completamente convencidos de que los profetas no hablaron por iniciativa propia,
sino que siendo órganos del Espíritu Santo, solamente hablaron lo que habían sido comisionados del cielo a
comunicar. Quienquiera que desee aprovechar las Escrituras, primeramente debe dejar esto por sentado: que la
Ley y los Profetas no son una doctrina entregada según la voluntad y placer de los hombres, sino dictados por el
Espíritu Santo... Debemos a la Escritura la misma reverencia que a Dios; porque ha procedido de Él solamente, y
no tiene nada perteneciente al hombre mezclado con ella”.

6. EL CARÁCTER DE DIOS EXIGE LA INERRANCIA


Detrás de los argumentos anteriores yace la verdad de que si cada dicho en la Biblia es de Dios, y si Dios es un
Dios de verdad - como la Biblia declara que es - entonces la Biblia tiene que ser totalmente verídica o inerrante.
Dios es verdadero, no puede mentir (Nm.23:19; Ro.3:4; Tito 1:2; Hb.6:18; 1Jn.1:5,6,10).
Al reconocer errores en la Biblia, necesariamente empaña también el carácter de su Autor. ¿Puede Dios mentir?
¿Daría un mensaje equivocado sobre temas trascendentes y eternos? Tal vez algunos dirán que sí. Pero
concordemos con lo que dijo Pablo: “Antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso”.

7. CONCLUSIÓN
El debate sobre inerrancia es de fundamental importancia. Por más de cien años la Biblia ha sido atacada
directamente por el erudismo liberal y fue respondida. Últimamente, ha sido también atacada indirectamente por
sus supuestos amigos, quienes confiesan que es la Palabra de Dios, pero con errores. Se debe reconocer esto
por lo que es: la incredulidad. Es una sutil amenaza que socava el cimiento de la fe cristiana.
Juan Wesley dijo: “Si hay algunos errores en la Biblia, pueden haber miles. Si hay una sola mentira en ese libro,
no vino del Dios de la Verdad”:
Podemos concluir con las palabras de J.I.Packer: “Sólo la verdad puede tener autoridad; sólo una Biblia inerrante
puede ser utilizada... en la manera en que Dios quiere que sea usada”.
“...Su texto es palabra por palabra dada por Dios; su mensaje es una unidad orgánica, la Palabra infalible de un
Dios infalible, una red de verdades reveladas centradas en Cristo”.
“La única actitud correcta para nosotros es confesar que nuestras obras son viles y nuestra sabiduría necedad, y
que recibamos con gratitud la justicia perfecta y las Escrituras perfectas de Dios que en Su misericordia nos da.
Cualquier otra cosa es una orgullosa afrenta a la gracia divina. Y la Teología evangélica es obligada a oponerse a
la actitud que subestima el regalo de Escritura y presume corregir la inerrante Palabra de Dios”.
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VI. EL CANON
Al declarar que cierta colección de libros - que surgieron de las experiencias de Israel primeramente y luego de la
de la Iglesia del primer siglo - constituyen “la Palabra de Dios escrita”, hemos de esperar que alguien diga:
¿cómo pueden saber esto? ¿Quién hizo la elección de los libros considerados inspirados y por qué tiene validez?
¿No valen lo mismo los escritos sagrados de la India, Persia, del Corán, etc.? Por lo tanto es importante estudiar
de cómo se llegó a lo que es nuestra Biblia en la actualidad.

1. DEFINICIÓN
El término griego “canon” proviene de una raíz que significa “caña”. Designa una vara para construir algo recto y
derecho, como las reglas de los carpinteros o albañiles. También la regla de las proporciones de la figura humana
y de las construcciones arquitectónicas se incluye en el concepto de “Canon”. En una aceptación pasiva el
“Canon” designa aquello que ha sido aceptado como regla de fe y práctica. En el caso concreto del NT, el Canon
designa el catálogo de los libros sagrados admitidos por la iglesia cristiana. La palabra “Canon” aparece en la
Biblia en Gálatas 6:16, Filipenses 3:16, donde significa que “la nueva creación” es el Canon para el nuevo pueblo
de Dios, “la regla”, la norma del cristiano (2Co.10:13-16).
Orígenes (siglo III d.C) utilizó el vocablo para indicar una “regla de fe”, o sea la norma por la cual hemos de medir
y evaluar. De allí llegó a tener el significado de “lista” o “índice”. Es a partir del Sínodo de Laodicea, del año 363
d.C., que el término “Canon” se aplica definitivamente a la normativa de las Escrituras.

Así, cuando hablamos del “Canon de las Escrituras” nos referimos a la lista de los libros reconocidos
como inspirados por Dios y usados por la Iglesia de Jesucristo. En oposición al Canon de la Escritura se
encuentran los llamados “apócrifos”.

2. NECESIDAD DE UN CANON
Entre las causas que hicieron necesaria la formación de un Canon de las Escrituras consideramos aquí 5:
A. El mandamiento divino de conservar los escritos sagrados. Dios mismo mandó conservarlos, mandamiento
que obedecieron los sacerdotes, Josué y Samuel, así como los profetas y los escribas (Dt.10:4,5; 17:18; 31:26;
Is.30:8; Josué 24:26; 1S.10:25; Ro.3:2).
Un imperativo similar deben de haber sentido los primeros cristianos al conservar los escritos apostólicos (Pedro
conocía las epístolas de Pablo: 2P.3:16).

B. Las guerras y persecuciones originaron la destrucción de gran cantidad del patrimonio literario de los judíos y
cristianos. Estos tenían que saber cuáles de todos ellos eran inspirados y velar para que no se perdiera ninguna
parte de ellos. En cuanto a los judíos, muchos estuvieron dispuestos inclusive a morir bajo las persecuciones de
Antíoco Epífanes con tal de no quebrantar uno solo de los requisitos de la ley mosaica. ¿Cuánto no estarían
dispuestos a sacrificar con tal de guardar su Tesoro, la Palabra de Dios?
En el año 303 d.C. Diocleciano mandó confiscar los libros sagrados de los cristianos. Hubo muchos mártires.
¿Quién iba a morir por lo que era un simple libro religioso? Otra vez había necesidad de saber cuáles escritos
eran canónicos.

C. La proliferación de los libros apócrifos en el período intertestamentario y hasta en los mismos días de los
apóstoles. Los cristianos se veían en la necesidad de distinguir cuidadosamente entre los libros canónicos y los
que no lo eran. Había necesidad de contar con el verdadero Canon del NT para contrarrestar el efecto pernicioso
de las enseñanzas de Marción, hereje que por el año 140 había formado su propio Canon consistente sólo en un
evangelio incompleto de Lucas y 10 epístolas de Pablo.

D. También era necesario tener el Canon NT para saber qué libros constituían la norma de fe y conducta, porque
algunas iglesias usaban libros apócrifos en la lectura bíblica y en la enseñanza.

E. Por la gran expansión del cristianismo a diferentes países había necesidad de traducción de la Escritura a los
diferentes idiomas de los pueblos evangelizados. Para hacerlo tenían necesidad del Canon.

3. EL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO


En Romanos 3:1,2,4 encontramos un texto clave para demostrar el interés por un Canon de parte del pueblo de
Israel: “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío?, ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras.
Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios...sea Dios veraz y todo hombre mentiroso”.
Aunque fueran perseguidos o partieran por sus propios intereses, siempre iban acompañados de sus escritos:
“Porque Moisés desde generaciones antiguas tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es
leído cada sábado” dice Jacobo (Hch.15.21).
Los judíos se convirtieron en “el pueblo del Libro”.

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Con toda probabilidad, fueron Judas Macabeo y sus allegados quienes dieron estructura a los libros proféticos y
a los “Ketubim”, al dividir en dos grupos los diferentes documentos canónicos que coexistían con los mosaicos.
Eso habría tenido lugar alrededor de los años 164 a.C. Muy importante sobre el particular es el testimonio de
2ªMacabeos: 14,15: “...Reunió Judas todos los libros dispersos a causa de la guerra que hemos padecido, y
ahora los tenemos a mano. Si los necesitáis, enviadnos alguien que os los lleve”.

Después de la destrucción de Jerusalén en 70 d.C. y con esto la dispersión, los judíos se vieron forzados a
buscar algo que mantuviera su unidad e identidad como nación. Ya que no podían reunirse para celebrar el culto
en el Templo de Jerusalén, seguían reuniéndose en sus sinagogas para la lectura de las Escrituras y la oración.
Sin embargo, por la cantidad de libros religiosos, tuvieron que analizar cuáles eran Escritura y cuáles no.
En el año 90 d.C. un grupo de destacados rabinos se reunieron en Jamnia, en la costa de Fenicia, para tratar el
tema del Canon ya existente. El lugar de los libros de Ester, Eclesiastés y Cantar de los cantares fue discutido,
pero fueron al final aceptados como Escritura. Pero en la práctica, el Canon del AT ya estaba determinado antes
de la venida de Cristo.

Como ya vimos, lo realmente relevante es el testimonio de Jesucristo. Aunque Cristo no estuviera de acuerdo con
las tradiciones orales de los fariseos (Mt.15; Mr.7), su actitud era bien distinta hacia el Canon del AT. Dijo: “Estas
son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está
escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas, y en los salmos” (Lc.24:44). Es interesante observar que se
refiere a las tres divisiones de las Escrituras hebreas.
Con excepción de Rut, Cantar de Cantares y Ester, el NT ratifica claramente la canonicidad de la Biblia hebraica.
Los cristianos de Berea fueron alabados por su interés en comprobar a través de las Escrituras del AT las nuevas
enseñanzas que traían los apóstoles (Hch.17:11). Esto evidentemente señala la aceptación plena del AT como
Canon por la Iglesia primitiva.
Los Padres de la Iglesia aceptaron (exceptuando a Agustín, quien incluyó los libros apócrifos) los mismos 39
libros que fueron reconocidos por los judíos como Escritura.
La Iglesia protestante sigue las pisadas de la Iglesia de los primeros siglos, y de los reformadores del siglo XVI,
aceptando el Canon judío como inspirado.

4. EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO


El Canon del NT se formó dentro de un período de tiempo mucho más corto que el del AT por ser la culminación,
la cima de éste. El NT fue compuesto en la segunda mitad del primer siglo (alrededor de 51 años, 45-96d.C.).

El factor principal para determinar la canonicidad de los libros del NT fue la inspiración de Dios, y su prueba
principal era su calidad de apostólico. Por esto, no se quiere decir que necesariamente los escritores tenían que
ser apóstoles, sino que tenían autoridad apostólica o la aprobación de un apóstol. (Como hemos visto más arriba)
Cristo había prometido que el Espíritu Santo iba a guiarles a toda verdad (Jn.16:13), indicando la inspiración de
sus escritos. Se afirma también que la Iglesia está edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas”
(Ef.2:20). En Hechos 2:42 leemos que uno de los elementos que unían a la recién nacida Iglesia era “la doctrina
de los apóstoles” .
La lista más antigua de la cual tenemos conocimiento de nuestros 27 libros del NT, tal cual hoy la conocemos,
data del 367 d.C. formulada por Atanacio de Alejandría en su epístola de Pascua de Resurrección.
Otro dato interesante es la inmensa cantidad de citas del NT por los escritores cristianos. Dean Burgon, en su
gran índice de citas patrísticas, descubrió 22.534 citas del NT sólo en los escritos de Justino Mártir, Ireneo,
Clemente de Alejandría y Orígenes. El profesor Johnstone ha mostrado en sus “Principios de evidencia en la
investigación crítica”, que hacia el principio del tercer siglo, en nuestra era, había unos 2 millones de cristianos en
el mundo y que la creencia de autores como Ireneo, o Clemente o Terturliano, de que el NT era de autoridad
divina era aceptada por todo el mundo cristiano de aquel tiempo.
El sínodo de Hipona (393 d.C.) reconoció los 27 libros que hoy tenemos en nuestro NT. Esto luego fue
promulgado en el Concilio de Cartago (397 d.C.). Desde esta época no ha habido seria oposición al Canon
neotestamentario.

5. PRUEBAS DE CANONICIDAD
Habían diferentes pruebas que se hacían para aceptar un escrito en el Canon de la Biblia. Se formulaban las
siguientes preguntas:
A. ¿Es autoritativo? ¿Proviene de la mano de Dios?
B. ¿Es profético o apostólico? ¿Fue escrito por un hombre de Dios?
C. ¿Es auténtico? Los padres de la Iglesia trabajaron sobre el modus operandi de que “si estás en duda,
deséchalo”. Tenía que concordar con el resto de la Biblia (Hch.17:11, Gá.1:9).
D. ¿Es dinámico? ¿Tiene el poder de Dios que transforma vidas? ¿Es una realidad prometida por Dios?
(Is.55:10,11; Hb.4:12)
E. ¿Fue recibido, reunido, leído y usado? ¿Fue aceptado por el pueblo de Dios? No era necesario que lo
aceptaran los incrédulos o herejes porque, de todas formas, no lo podían comprender (1Co.2:14). Todo lo que es
instituido por Dios, Dios tiene el cuidado de revelárselo a los suyos. Este papel le cupo al Espíritu Santo.

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6. EL SIGNIFICADO DEL CANON PARA LA IGLESIA
La relación entre la Iglesia –el pueblo de Dios– y la Escritura –Palabra de Dios– es la siguiente, según
comprobamos el alcance del Canon para todas las generaciones hasta que vuelva Cristo:
A. La Iglesia confesó, pero no otorgó la canonicidad de los libros inspirados.
B. La Iglesia informó al mundo, y sigue informándole, tocante al fundamento sobre el cual se apoya. Pero ella no
formó dicho fundamento.
C. La Iglesia fue la editora, pero no la autora del Canon. Puso en circulación los escritos que había recibido
primero.
D. El Canon fue reconocido, no formado
E. El Canon debe controlar la Iglesia, no la Iglesia el Canon.
F. El Canon es una norma cerrada: ha sido dado una vez por todas en el cumplimiento de los tiempos. No habrá
otra revelación hasta la segunda venida de Cristo.
G. La autoridad precede a la canonicidad. Los escritos bíblicos están en el Canon porque son inspirados. No
tienen autoridad por encontrarse en el Canon, sino por tener autoridad se encuentran en él.
H. La Iglesia es el fruto del Canon. El Canon es la autoridad divina y constituye la regla infalible, suprema y
definitiva por la que debe regirse el cristiano y la Iglesia, en todo lo que atañe a su fe y a su conducta.

7. LOS LIBROS APÓCRIFOS


A. Definición: El significado de apócrifo es “escondido u oculto”. Los apócrifos son los catorce o quince libros o
añadiduras a ciertos libros, que no se encuentran en el Canon hebreo, y sí en el Canon alejandrino (la
Septuaginta). Fueron escritos en los primeros siglos antes de Cristo. La mayoría de ellos son aceptados por la
Iglesia Católica como parte de la Biblia. Debe insistirse en que no se encuentran en el AT hebreo, sino que fueron
añadidos a la traducción griega conocida como la Septuaginta. (LXX). Fue Jerónimo en el siglo IV el primero en
nombrarlos de esta manera.
Se denomina como “apócrifos” a todo escrito que habiendo pretendido o pretendiendo todavía la
canonicidad no es inspirado y, por lo tanto, no es reconocido por el pueblo de Dios.

B. ¿Por qué se consideran apócrifos?


1) Porque contienen doctrinas falsas y fomentan prácticas que están en desacuerdo con la Escritura inspirada
como la justificación del suicidio, la oración por los muertos, la limosna como medio de expiar el pecado, que el
fin justifica los medios, supersticiones y magia.
2) Abundan en inexactitudes e incoherencias históricas y geográficas.
3) Recurren a tipos literarios y despliegan una artificialidad en las materias y en el estilo que no guarda relación
con la Escritura inspirada.
4) Carecen de los elementos distintivos que le dan a la genuina Escritura su carácter divino, tal como el poder
profético y poético y el sentimiento religioso.
5) Ni uno solo de los escritores del NT cita porción alguna de los apócrifos, hecho que constituye un vigoroso
argumento en pro de la tesis protestante.
6) No hay ninguna evidencia en el testimonio antiguo que apoye su inclusión:
 Filón, filósofo judío, citó a menudo el Canon hebreo, pero nunca los apócrifos como inspirados.
 Josefo, historiador del primer siglo, excluye explícitamente los libros apócrifos.
 Los eruditos de Jamnia (90 d.C.) no los reconocieron como canónicos.
 Ningún Canon o concilio de la Iglesia cristiana durante los primeros 4 siglos reconoció los apócrifos.
Incluso, muchos de los Padres de la Iglesia hablaron en contra de estos libros.
 Jerónimo, erudito y traductor de la Vulgata los rechazó. Disputó el tema con Agustín. Bajo presión tradujo
algunos de los libros apócrifos al latín. Después de su muerte, estos libros fueron agregados a la Vulgata
desde la antigua versión latina.
 Muchos eruditos católicos durante la Reforma rechazaron los apócrifos, asimismo todos los
reformadores. Lutero relegó los apócrifos a una sección separada en su Biblia; decía que eran “buenos y
útiles para leer”, pero no como base de la doctrina. Calvino excluyó por completo los apócrifos. La
Reforma mantuvo el principio de que la Biblia, y solamente ella, es el medio de información, doctrina y
ética. Los reformadores, según queda indicado, rechazaron los apócrifos como parte de la Biblia. Más
tarde, como parte de la Contrareforma, el Concilio de Trento (1546) reconoció los apócrifos como
canónicos.

C. ¿Cuáles son los libros apócrifos?


1) Los libros apócrifos del AT son: 1º Esdras, 2º Esdras, Tobías, Judit, Adiciones a Ester, La Sabiduría de
Salomón, Eclesíastico o Sabiduría de Sirac, Baruc, Adiciones a Daniel, La oración de Manasés (comp.2Cr.33:19),
1ªMacabeos y 2ª Macabeos.
2) Los del NT son muchísimos, pero los principales son los siguientes: Protoevangelio de Santiago, La Asunción
de María, La Natividad de María, diferentes Evangelios según: Tomás, los Hebreos, de los Egipcios, de Marción,
de los Ebionitas, de Pedro, del seudo Mateo, de Nicodemo, de José el Carpintero y el Evangelio árabe de la
niñez; le siguen los Hechos de: Pablo, de Pedro, de Andrés, de Tomás, y de Juan; y las Epístolas: de Jesús a

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Abgaro, de Pablo a los Laodicenses, de Pablo a Séneca, de Pedro a Santiago, y La Epístola perdida de Pablo a
los Corintios.

Para meditar:
 Gracias al Canon tenemos hoy una revelación de Dios completa y suficiente. Es completa porque no le
falta ningún libro, y suficiente porque no necesita de ningún otro. Todo lo necesario para la Salvación de
nuestras almas lo encontramos en la Palabra de Dios.
 Si Dios se encargó de revelar Su voluntad a diferentes personas, también se encargaría de que cualquier
persona, aún muchos años después, supiera cuál era Su Palabra.
 Si Dios se dio tanto trabajo para que Su Palabra llegara a nuestros días y a nuestras manos de forma
íntegra y segura, ¿qué valor le doy a esta Palabra?

VII. LA CREDIBILIDAD DE LA BIBLIA


Vimos hasta ahora lo que la Biblia misma dice de sí, la inspiración y la formación del Canon. En este capítulo se
tratará de demostrar la credibilidad de la Biblia por los hallazgos hechos por la investigación de los textos y los
descubrimientos arqueológicos. Esto no es lo mismo que inspiración, pero nos confirma aún más la veracidad de
la Biblia.
1. COMPARACIÓN CON OTROS TEXTOS ANTIGUOS
Todos los textos antiguos han sido copiados y vueltos a copiar infinidad de veces. De algunos de ellos se han
hecho traducciones. Esto también incluye las diferentes porciones de la Biblia. Como es de suponer, por el largo
transcurso entre el original y la copia que se encuentra en nuestras manos, fácilmente se podrían haber filtrado
errores de copiado, omisiones o añadiduras. Pero los estudiosos Geisler y Nix al comparar los documentos del
N.T. y las obras antiguas, concluyeron que el N.T. sólo contiene un 0,2% de texto en duda. En contraposición,
otros textos antiguos como “La Ilíada o el poema épico de la India el Mahabharata, han sufrido una corrupción
textual de 5% y 10% respectivamente.
F.F.Bruce dice al respecto de este tema: “No existe un cuerpo de literatura antigua en el mundo que goce de tal
riqueza de buena atestación textual como el N.T.”. Podemos añadir también las palabras de J.Harold Greenlee
quien sostiene que “…el número de manuscritos del N.T. que tenemos a nuestra disposición es
abrumadoramente mayor que los que hay de cualquier otra obra de literatura antigua.
F.J.Hort, el cual estudió el texto del N.T. durante 28 años afirma con toda justicia: “en la variedad y plenitud de la
evidencia sobre la cual descansa el texto del N.T., éste queda como un caso excepcional y ventajosamente único
entre los escritos en prosa de la antigüedad.”

En cuanto a la transmisión del A.T. a nuestro tiempo, los especialistas están asombrados acerca de la prodigiosa
exactitud de las copias a lo largo de miles de años. Tomando el tema de los reyes de Israel como ejemplo, el
especialista Robert Dick Wilson afirma: “Hay alrededor de cuarenta de estos reyes que vivieron desde el 2.000
a.C hasta el 400 a.C. Cada uno aparece en orden cronológico… con referencia a los reyes del mismo país y con
respecto a otros reyes de otros países… posiblemente no podría caber en la imaginación una evidencia más
fuerte de la precisión substancial del A.T. que esta colección de reyes”. Matemáticamente, es de una posibilidad
en 750.000.000.000.000.000.000.000 que esta precisión fuese una mera circunstancia. Añade también: “La
prueba de que las copias de los documentos originales han sido transmitidas con substancial corrección durante
más de 2.000 años no puede ser negada.”

2. LA CONFIRMACIÓN ARQUEOLÓGICA
El muy reconocido arqueólogo judío Nelson Glueck escribió: “Puede declararse categóricamente que ningún
descubrimiento arqueológico ha contradicho alguna referencia bíblica”. Declara que el registro histórico de la
Biblia es de una “casi increíble precisión” por ser respaldado por los hallazgos arqueológicos.
La crítica bíblica siempre ha cuestionado la veracidad de los hechos históricos y lugares de los cuales habla la
Biblia. Una y otra vez arqueólogos ateos se han propuesto demostrar que los detalles históricos o geográficos de
los relatos bíblicos eran incorrectos. Pero otras tantas veces tuvieron que reconocer el error de sus suposiciones
y la veracidad de los detalles históricos de la Biblia. Cada vez más, la Biblia es tomada en serio como fuente
histórica.
Merrill Unger llega a la conclusión de que “la arqueología del A.T. ha redescubierto naciones enteras, ha
resucitado pueblos importantes, y de la manera más asombrosa ha llenado las lagunas históricas, haciendo
inmensurables añadiduras al conocimiento de los contextos bíblicos.”

Bastan algunos ejemplos del relato bíblico comprobados por la arqueología:


- La arqueología demostró que los antecesores de Israel vinieron de la Mesopotamia.
- Varios especialistas en lenguas (filólogos) llegan a la conclusión del origen común de todas las lenguas.
- Se comprobó que los muros de Jericó cayeron para fuera, en contra de lo que sucedía usualmente,
facilitando la conquista de la ciudad por el ejército israelí (Jos.6:20).

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- Existe evidencia sobrada acerca de la existencia de los reinos de Asiria, Egipto, Edom, Moab, Amón,
Babilonia, Medo-Persa, Griego, Romano, etc.
- Infinidad de detalles, nombres, lugares, situaciones, oficios e inclusive construcciones que aparecen en
los relatos del N.T., han sido comprobados como veraces. Por ejemplo en Romanos 16:23, Pablo hace
mención del tesorero de la ciudad llamado Erasto. Se ha encontrado un embaldosado en la ciudad de
Corinto con la inscripción que Erasto había donado estas lozas. Casi todas las ciudades que aparecen en
el libro de Hechos se han encontrado. Inclusive el Enlosado donde fue juzgado Jesús, por muchos años
una incógnita, ha sido hallado.
Habría una cantidad impresionante de ejemplos más. La realidad es que la Biblia está históricamente probada.

VIII. LAS TRADUCCIONES Y VERSIONES DE LA BIBLIA


1. LAS TRADUCCIONES
Como ya hemos visto, los textos originales de la Biblia fueron escritos en tres idiomas: hebreo, arameo y griego.
Para que los que confiesan creer en Cristo tuvieran acceso a la Palabra de Dios había tres posibilidades:
 la tradición oral, la que sería muy deficiente,
 el aprendizaje de los idiomas originales de parte de todos los creyentes (lo que es completamente
irrazonable), o
 la traducción de la Biblia a las diferentes lenguas. Evidentemente se eligió esta última.
Indudablemente hay problemas al traducir. Es inevitable que se pierda algo de la esencia. Pero entonces
¿todavía podemos considerar el producto como revelación especial? A esto respondemos afirmativamente. Hay
diferentes razones:
A. Una razón práctica: Hay una imposibilidad prácticamente absoluta de que todos los cristianos que hay en el
mundo aprenden los idiomas originales. Por lo tanto es necesario traducirlos a las lenguas en uso.
B. Una razón bíblica: Dios al dar la revelación en tres idiomas, de alguna manera señala el camino a seguir por la
Iglesia porque la verdad de Dios no puede encerrarse en uno de ellos. Cuando el AT es citado en el NT, no suele
ser traducción directa sino que los escritores usaron en su mayoría la traducción al griego del AT ya existente
conocida como la Septuaginta.
C. Una razón teológica: Nuestra fe no se basa en sacramentos sino en la enseñanza bíblica, y el ejemplo que
tenemos de los creyentes de Berea (Hch.17:11) nos anima a analizar la Palabra expuesta, si está de acuerdo con
la escrita. Para eso hay que tenerla en el idioma local. Por otro lado ¿cómo podríamos hacer “discípulos a todas
las naciones” en otra lengua?
D. Dios ha ordenado a todos sus hijos que lean las Escrituras, y esto sólo es posible por medio de la traducción.
E. El pueblo de Dios tiene que estar armado contra el diablo, y esto sólo es posible si las Escrituras están
traducidas a su propio idioma.
F. Las Escrituras han de leerse públicamente para beneficio del pueblo, y esto sólo es posible mediante la
traducción.
G. Cristo enseñó a su pueblo en su idioma, como lo hicieron también los apóstoles en el día de Pentecostés.
Luego la Iglesia tiene que instruir en el lenguaje de la población en que existe.

2. LAS VERSIONES DE LA BIBLIA


El término técnico que se le da a las traducciones es “versiones”. Hay versiones antiguas, medievales y
modernas.
A. Los Tárgumes: Tras el cautiverio babilónico y el dominio persa, muchos núcleos de población judía se
quedaron asentados fuera de Israel. Con el tiempo ya no entendían bien la lectura de la Ley y de los Profetas,
hecho en hebreo en las sinagogas, por lo que surgieron unas explicaciones orales del texto hechas en arameo.
Estas fueron reunidas, más tarde, por escrito y se llaman Targums. Se conocen unos diez, siendo el principal el
de Onkelos (60 a.C.). Existen Targumes de la mayor parte del AT (excepto Daniel, Esdras y Nehemías).

B. La Septuaginta: La primera y más antigua traducción de todo el AT apareció en círculos judíos de Alejandría
(Egipto) entre los años 260 al 150 a.C. Fue vertida al griego por muy diversos traductores y se conocen bajo el
nombre de Septuaginta o versión de los Setenta (LXX). Dicho nombre se debe a una leyenda según la cual 72
traductores (6 por cada tribu de Israel) hubieron llevado a cabo este trabajo. El valor de la Septuaginta radica en
el hecho de que sería ampliamente usada por la iglesia primitiva. De cada 7 citas del AT que encontramos en el
Nuevo, seis son tomadas literalmente de la versión de los LXX. Lucas y el escritor de Hebreos fueron los que
más la utilizaron. Sirvió de base para la predicación apostólica, a la extensión del Evangelio. Asimismo su texto
fue utilizado para las demás versiones antiguas del Viejo Testamento: Vulgata, Vetus latina, Peshita, copta,
etíope, armenio, gótico, árabe, georgiano, eslavónico, etc.
Los títulos que hoy le damos a los libros del AT proceden en parte de la LXX (parcialmente de la Vulgata, que es
la traducción latina de la LXX).
Con el tiempo los cristianos la adoptaron, llegando a colocarla junto al NT griego para así constituir la Biblia
griega completa.

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C. La Vulgata: En el siglo II d.C., cuando el latín sustituyó al griego como lengua internacional, comenzaron a
aparecer traducciones latinas. Con el pasar de un siglo o dos, y conforme se extendió el empleo del latín, las
versiones latinas crecieron en cantidad pero llegaron a ser tan variadas y difíciles que Dámaso, obispo de Roma,
encargó a un gran erudito de los siglos IV y V la producción de un texto latino estable. Éste fue traducido del
hebreo, del latín antiguo y del griego. Es muy significativo que haya usado el texto hebreo, lo que no era
costumbre. Este hombre se llamó Jerónimo. Su versión se llamó la Vulgata. Su nombre significa: “común” (de
vulgar) e incluye tanto el AT como el Nuevo. Sigue siendo la Biblia oficial de la Iglesia Católica Romana, aunque
no se le otorgó reconocimiento oficial hasta el Concilio de Trento en 1546.

D. Versiones Siríacas: El siríaco es un idioma emparentado con el arameo empleado en Edesa y la


Mesopotamia hasta que el árabe lo suplantó. En esta lengua se originaron varias versiones: El Diatessaron de
Taciano (II d.C); la Siríaca antigua (II d.C.); Siríaca Peshitta (IV d.C.); Versión Filoxenia (principios del siglo VI);
Palestina Siríaca (cerca del siglo IV hasta VI d.C.).

E. Versiones coptas (siglos III y IV d.C.). El copto era el idioma de los primitivos cristianos egipcios. Tenía
caracteres similares al griego. Los cristianos produjeron la Biblia en diversos dialectos coptos.

F. Otras versiones antiguas: Gótica (antiguo germano del siglo IV); Armenia (IV), Georgiana (antiguos pueblos
de Georgia, cerca de los mares Negro y Caspio, alrededor del siglo V); Etíope (IV o V); Nubia (entre Egipto y
Etiopía de fecha desconocida); Sogdiana (Asia Central y de fecha desconocida); Eslavo antiguo (cerca del siglo
IX); y Árabe antiguo (del siglo XIII en adelante).

3. LA BIBLIA EN CASTELLANO
Mucho antes de la invención de la imprenta, España poseía las Sagradas Escrituras, primero en latín y luego en
español. Pero el problema era que al ser copias a mano eran muy caras, y sólo algunos privilegiados la podían
tener. Aparte de esto el analfabetismo era tan grande que muy pocos sabían leer. Pero lo que más impidió la
extensión de la Biblia en español fueron las constantes prohibiciones y persecuciones por tener una Biblia en
lengua común. Las reiteradas prohibiciones hacen entender que ya desde el siglo XIII se conocía en Cataluña la
Biblia en lengua vulgar. Por entonces ya los valdenses y albiguenses habían ganado adeptos en España.
A. Biblias Alfonsinas (XIII): El más antiguo ejemplar de la Biblia en español se conserva en el museo de El
Escorial. Es la llamada Biblia Prealfonsina, una de las obras de Alfonso X (1221-1284). Obra del mismo Rey
Sabio es la Biblia Alfonsina, parte de la Grande y General Estoria. Alfonso X, en colaboración con sabios
moros y judíos, escribió obras en las cuales la lengua castellana fue depurando su estilo y alcanzando inusitado
esplendor. De este modo, la Biblia influyó en la evolución de nuestro idioma en aquellos días.

B. Traducciones de judíos conversos: Los siglos XIV y XV vieron un gran auge en cuanto a producciones
bíblicas. R.Salomón, judío convertido al catolicismo, produjo una traducción paralela: una columna de la Vulgata
junto a otra de la traducción española, hecha directamente del hebreo.
El rabí Mosé Arrangel invirtió 9 años para hacer un lujoso códice de vitela bellamente ilustrado y caligrafiado. Lo
terminó en 1430 y se llamó la Biblia de la casa de Alba.
Una traducción que se ha perdido en las persecuciones del “Santo Oficio” fue la del judío Martín de Lucena.
En 1498 los Reyes Católicos decretaron la expulsión de los judíos. Éstos se llevaron a España en su corazón, y
aún conservan amorosamente su idioma. En el exilio continuaron produciendo traducciones españolas del AT,
publicadas principalmente en Amsterdam (Holanda) y en Ginebra (Suiza).
Luego en España siguieron tres siglos de represión antibíblica con lo cual se limitó mucho la elaboración de
nuevas versiones aunque se siguieron haciendo algunas.
Fuera de España, bajo mayor libertad, varios judíos siguieron con su labor de traducción. Dos de ellos Jom Tob
Athías (conocido como Duarte Pinel) y Jerónimo Vargas, bajo el patrocinio del Duque Hércules II de Ferrara
producen en 1533 la Biblia de Ferrara (AT).

C. Las Biblias protestantes en Español: La Reforma encontró bien abonado el terreno español, según hemos
visto por la gran difusión de las Sagradas Escrituras debida en gran parte al pueblo judío.
En el siglo XVI Juan de Valdés tradujo los Salmos, Romanos y Corintios.
Bajo la influencia de Meláncton, y naturalmente en el extranjero, Francisco de Enzimas en 1543 tradujo el NT.
Dedica su traducción al emperador Carlos V con la cita de Josué 1:8, buen consejo para todo gobernante.
Entre 1556 y 1557 Juan Pérez de Pineda publicó en Ginebra su bella traducción del NT y los Salmos. Juan
Pérez de Pineda dedicó toda su vida a esparcir la Palabra de Dios, y para contribuir en la empresa aun después
de morir, dedicó por testamento todos sus bienes a la impresión de una Biblia completa en español.
Casiodoro de Reina, perseguido por la inquisición huyó a Basilea donde se imprime su obra “La Biblia del Oso”
en 1569. Se trata de la primera traducción castellana completa de la Biblia, hecha sobre los textos originales, y
constituye un notable documento de nuestra lengua. Se llama “del Oso” porque en su portada se encuentra la
figura de un oso empinado, que chupa un panal de miel silvestre. Debajo está impreso, en letras hebreas y
castellanas este pasaje de Isaías 40: “La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre”.

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A pesar de la rigurosísima censura de libros, se sabe que varios centenares de estas Biblias penetraron en la
Península entre 1570 y 1630.
Cuidadosamente revisada por Cipriano de Valera, en 1602 apareció en Amsterdam, la 2ª edición de la Biblia del
Oso, bajo el título de: “La Biblia”. Contiene el AT y el NT revisados y conferidos con los textos hebreos y griegos
y con diversas translaciones.
En su exhortación al cristiano lector, dice Cipriano de Valera: ”Nuestro buen Dios y Padre, que tanto desea y
procura nuestra salvación, y que ninguno de nosotros se pierda por ignorancia, sino que todos vengamos al
conocimiento de la verdad, y que así seamos salvos, nos manda muy expresamente, y no en un lugar, sino en
muchos, que leamos la sagrada Escritura, que la meditemos, escudriñemos y rumiemos...”.
Hoy en día, la “Reina-Valera” sigue siendo la versión bíblica de mayor circulación en todo el mundo hispano.

Al finalizar la Edad Media, la lectura de la Palabra de Dios en lengua común fue prohibida. Ahí se entró en los
oscuros siglos de persecución de la Palabra (XVI – XVIII). Se registraron numerosas quemas públicas de Biblias,
como las de Valencia (1488), de Sevilla (1490), y de Salamanca (1492). Se prohibió la lectura de la Palabra a no
ser en griego, hebreo, latín o caldeo. Este veto fue renovado y confirmado por el concilio de Trento. Esta noche
bíblica duraría 223 años. En julio de 1757 esta prohibición fue levantada, con tal que las versiones leídas fueran
autorizadas por la “Silla Apostólica”. Pero todavía demoró un cuarto de siglo hasta que esta ley fue válida en
Castilla y Aragón.
Esto produjo una verdadera avalancha de nuevas traducciones, de manera que entre 1784 y el principio de la
guerra de la Independencia surgieron 26 versiones nuevas.
De ahí en más surgieron infinidad de versiones protestantes, y desde 1922 se editaron 52 versiones católicas
entre las cuales se destacan la “Biblia Nácar-Colunga” (1944), “Bover-Cantera”, “Ediciones Paulinas” (1964),
“Biblia de Jerusalén” (1967), entre otras.

Las persecuciones a las versiones evangélicas seguían después de la guerra civil. En 1940 fueron confiscados y
destruidos los 110.000 ejemplares existentes en la Sociedad Bíblica Madrileña. Operación que se repitió en 1956
con 35.000 ejemplares del NT y Salmos, aparte de constantes incautaciones y censura.

Fuera de España se siguieron publicando versiones:


- 1953: “Versión Latino-Americana del NT”.
- 1960: Revisión de la “Reina-Valera”. Importante retoque idiomático que removió muchas expresiones y
palabras anticuadas, pero que no quiso aprovechar los últimos avances de una sana crítica textual.
- 1966: Nuevo Testamento versión popular: “Dios llega al hombre”.
- 1972: “El Nuevo Testamento Viviente”, una paráfrasis bastante libre.
- 1973: NT de la “Biblia de las Américas”. Sigue el texto griego Nestlé (en su 23ª edición), intentando
trasladar al castellano de Reina-Valera los avances de las mejores revisiones inglesas.
- 1979: tras el Evangelio de Juan, aparece el NT de la llamada “Nueva Versión Internacional”. Busca
conjugar tanto la fidelidad a los originales como la calidad de estilo de la traducción sobre el principio de
la “total autoridad e inerrancia de las Escrituras, consideradas como la Palabra de Dios en forma escrita”.
- 1979: Revisión 1977 de la Reina-Valera parece hecha con criterios dispares.
- La Biblia al día. Es una Biblia en paráfrasis.
- Después se hicieron otras revisiones a la Reina-Valera 1989, 1995 y 2000.
- 1992 “Dios habla hoy”
- 1999: Se completa la “Nueva Versión Internacional”

“La hierba se seca, y la flor se cae; mas la Palabra del Señor permanece para siempre”
1P.1:24,25

Instituto Bíblico Jorge Müller


Esteban Beitze

IX. RESUMEN: LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA


Dios ha obrado y ha hablado en medio de la historia a los hombres; ha llamado y usado a hombres (profetas y
apóstoles) como instrumentos de Su revelación a la humanidad. Éstos, movidos por el Espíritu Santo, hablaron
de parte de Dios y luego pusieron por escrito el mensaje divino de que fueron hechos depositarios. De esta
manera la Revelación ha quedado garantizada y preservada para todos los seres humanos de todos los tiempos.
¿Con qué finalidad? Con un objetivo salvífico: la revelación culmina en Jesucristo, quien no es solamente la
Palabra expresiva del Padre sino el Redentor y hoy, dicha Revelación y dicha Redención nos llegan únicamente
a través del Registro inspirado por Dios: La Biblia. La suprema finalidad de la Biblia es dar testimonio de Cristo y
conducir a los hombres a la salvación y a la comunión que Dios les brinda en Jesucristo.
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Creemos pues que la Biblia es fidedigna en todas sus partes porque es el producto del “soplo de Dios” (lo que
llamamos inspiración) y, por consiguiente, su enseñanza es infalible, es inerrante.
La Biblia misma afirma ser Palabra de Dios y lo demuestra por la historia, las profecías cumplidas, hallazgos
arqueológicos, etc.
De forma milagrosa, Dios cuidó que su Palabra llegara a nuestras manos, por un lado, por la inusitada cantidad
de textos antiguos, y por otro, de forma impresionantemente correcta, a pesar de la cantidad de años y medios
frágiles humanos y mecánicos para trasmitirlos.
Dios proveyó de personas capacitadas para su traducción a los diferentes idiomas, a pesar de fuerte oposición.
La Biblia nos demuestra una impresionante unidad a lo largo de sus 2 Pactos y 66 libros. Hay unidad estructural,
histórica, profética, doctrinal, moral y espiritual.
Como si lo anterior no alcanzara, la Biblia transforma a los individuos por su poder salvador y su poder edificador.
La Biblia también transforma a los pueblos, como vemos en el pueblo de Israel y ejemplos de la historia en
Europa y América.
Tuvo una influencia impresionante en la vida pública y cultural de muchas naciones.
La Biblia es Palabra de Dios, aunque escrita por hombres, se nos es iluminada por el Espíritu Santo para nuestro
entendimiento. Aunque es variada y compleja, es una unidad. Es el medio para obtener la salvación y llevar una
vida acorde a la voluntad de Dios. La Biblia nunca deja al hombre donde lo encuentra, porque le concede
privilegios, le abre oportunidades, y crea responsabilidades. Siendo de origen divino, habla con autoridad
soberana, y si la echamos de lado será a costa de nuestro hundimiento presente y eterno. Apliquémosla a la vida
y veremos que es más que suficiente para la fe y para la vida.

Si la Biblia es lo que dice ser, entonces hemos de leerla, meditarla y apropiarnos de su contenido.

“Dichosos más bien...los que “Bienaventurado el que lee,


oyen la palabra de Dios y la y los que oyen las palabras
obedecen” de esta profecía, y guardan
Lc.11:28 (NVI) las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca”
Ap.1:3

“Nunca se apartará de tu
boca este libro de la ley, sino “¡Cuán bienaventurados son
que de día y de noche los de camino perfecto, los
meditarás en él, para que que andan en la ley del
guardes y hagas conforme a Señor!
todo lo que en él está ¡Cuán bienaventurados son
escrito; porque entonces los que guardan sus
harás prosperar tu camino, y testimonios, los que de todo
todo te saldrá bien” corazón le buscan!”
Josué 1:8 Sl.119:2 (B.A.)

Bibliografía

 Teología Básica – Charles C. Ryrie (Unilit 1993)


 Introducción a la Teología T.I – J.Grau (CLIE 1973)
 Apuntes de Bibliología – Dr. G. Wasserzug-Traeder (Llamada de Medianoche 1989)
 Apuntes de Bibliología – Palabra de Vida (2000)
 Apuntes de Bibliología – Pablo Wright (IBEM 2003)
 El mensaje del Antiguo Testamento – Raymond Browin – Ed.Certeza
 El mensaje del Nuevo Testamento – F.F.Bruce – Ed.Certeza
 Nuevo Manual Bíblico – Merrill F.Unger – Ed.Portavoz E.
 ¿Cómo llegó la Biblia hasta nosotros? Copilado por Pedro Puigvert – (Clie 1999)
 Introducción a la Biblia – FLET (Unilit 1996)
 Evidencia que exige un veredicto – Josh McDowell (Vida 1982)
 Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado – Vila-Escuain (Clie 1985)
 Estudios de Doctrina Bíblica – Ernesto Trenchard (Portavoz 1976)
 El libro siempre nuevo – José Silva Delgado (Vida 1983)
 Conociendo a Dios – J.I.Packer
 Los dones vigentes – Apuntes de Don Fanning

25
 El Canon de la Sagrada Escritura – Brooke Foss Westcott (Clie 1987)
 ¿Es la Biblia Palabra de Dios? – W.Graham Scroggie (Clie 1984)
 Teología Sistemática – Chafer (Ed.Españolas 1986)
 Inspiration und Autorität der Bibel (Inspiración y autoridad de la Biblia) – René Pache (Brokhaus – 1968)

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Esteban Beitze

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