Vous êtes sur la page 1sur 3

América

Latina, una
región de
carteles
Los acuerdos colusorios entre empresas tienen como objetivo
común engordar sus carteras a costa del bolsillo del ciudadano
de a pie. En América Latina, solo algunos países cuentan con
políticas estrictas para defender la libre competencia. ¿Qué
hacen las entidades regionales y las víctimas para frenar los
casos con las limitadas herramientas a su alcance?
La siguiente investigación periodística une los esfuerzos de IDL-
Reporteros y la plataforma de periodismo latinoamericano Connectas,
para presentar una radiografía de los carteles empresariales en América
Latina. Al menos 600 compañías fueron sancionadas en los últimos seis
años en el continente, entre 2012 y el primer semestre de 2017, por
acordar con sus competidoras prácticas como las de aumentar
artificialmente el precio de productos y servicios en perjuicio de los
consumidores, repartir mercados, e impedir la entrada de nuevos actores
que pudieran afectar sus ganancias.

Los datos fueron obtenidos de 14 instituciones estatales de competencia


de la región, que afirman que las multas aplicadas en este periodo suman
más de 2.600 millones de dólares; y abarcan los rubros como el papel,
azúcar, la harina, medicamentos, el cemento, gasolina, y servicios de
transporte terrestre, marítimo o aéreo, de salud. En la mayoría de los
casos, los consumidores no obtuvieron indemnización alguna luego de la
detección de las malas prácticas empresariales.

Los cambios en las políticas y legislaciones para la persecución de los


carteles empresariales se han intensificado de manera desigual en la
región. En algunos países se están desarrollando reformas estructurales
para lograr un mayor control de la oferta y demanda. Las organizaciones
civiles también tienen un trabajo determinante en el reclamo de
indemnizaciones y reparación de daños.

En Perú, la multa más alta impuesta hasta hoy por concertar precios fue
dada el mes pasado por el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección (Indecopi) a tres conocidas empresas en
el rubro de gas: Solgas, Lima Gas y Zeta Gas. Estas fueron sancionadas
con más de 22 millones de dólares por haber haber aumentado
artificialmente los precios de los balones de gas, entre 2008 y 2011, en
perjuicio de los consumidores.

Este especial, que a continuación presentamos, busca aportar con la


exposición de los principales casos y revelar la forma en cómo operan los
carteles empresariales en Perú y en el resto de la región.

Vous aimerez peut-être aussi