Vous êtes sur la page 1sur 12

Teoria humanista de la personalidad

La teoría humanista de la personalidad, hace hincapié en el hecho de que los humanos están motivados
positivamente y progresan hacia niveles mas elevados de funcionamiento.
Dice que la existencia humana es algo más que luchar por conflictos internos y crisis existenciales.
Cualquier teoría de la personalidad que subraye la bondad fundamental de las personas y su lucha por alcanzar
niveles mas elevados de conociendo y funcionamiento entra dentro del grupo de teoría humanística de la
personalidad.

Ya vimos como Freud, pensaba que la personalidad era el resultado de la resolución de los consientes y de los
inconscientes de las personas, además de las crisis del desarrollo.

Muchos de sus seguidores modificaron sus teorías, uno de ellos fue, Alfred Adler, quien apreciaba una perspectiva
muy distinta de la naturaleza humana de la que tenia Freud.

Adler, escribió sobre las fuerzas que contribuyen a estimular un crecimiento positivo y a motivar el
perfeccionamiento personal. Es por eso que en ocasiones se considera a Adler como el primer teórico humanista
de la personalidad.

Teoria de la personalidad según Maslow

Maslow no se centra en casos clínicos, sino que define personas sanas.

Su esfuerzo va dirigido a desarrollar los potenciales, la capacidad de escoger y la creatividad de las personas.

La teoría de la personalidad de Maslow parte de unos supuestos básicos que ya nos definen su modelo de
persona.

1.- Cada uno nace con una naturaleza interna de base biológica que es hereditaria natural y personal.

2.- La naturaleza interna de cada persona es en parte particular y en parte común a la especie.

3.- Es posible estudiar científicamente esta naturaleza y descubrir como es.

4.- Maslow habla de que la naturaleza humana es buena por si misma y que las reacciones violentas no forman
parte de la naturaleza humana sino que son reacciones de vida a la frustración de nuestras necesidades
elementales y que lo mejor que podemos hacer para evidenciarlas es darnos cuenta que no es mala.

Teoría de la personalidad según Carl Rogers

Rogers se interesó en el estudio del individuo en sí mismo. Para esto desarrolló una teoría de la personalidad
centrada en el yo, en la que se ve al hombre como un ser racional, con el mejor conocimiento posible de sí mismo
y de sus reacciones, proponiendo además el autoconocimiento como base de la personalidad y a cada individuo
como ser individual y único.

Rogers en su teoría de la personalidad le otorga una importancia fundamental a dos constructos, que serán la
base de ésta, tales constructos son el organismo y el sí mismo.

El organismo, sería el centro de cualquier experiencia que incluya todo aquello que ocurre internamente en el
organismo. El modo como el individuo se comporta depende del campo fenoménico, es decir, la realidad subjetiva
y no de las condiciones estimulantes (realidad externa. Según la teoría de Rogers todas las personas tienden a
confrontar sus experiencias simbólicas con el mundo objetivo, esta verificación de la realidad le proporciona al
sujeto un conocimiento confiable del mundo el cual le permite conducirse adecuadamente en la sociedad, sin
embargo en algunas ocasiones estas verificaciones pueden ser incorrectas, lo cual conlleva al individuo a tener un
comportamiento carente de realismo.

Él si mismo por otra parte sería una parte del campo fenoménico que poco a poco se va diferenciando y que en
definitiva representa lo que la persona es. Además del sí mismo como tal, existe un si mismo ideal que representa
lo que la persona desearía ser.

La Teoría de la Personalidad que propuso Carl Rogers

La psicología humanista es una de las corrientes de pensamiento más importantes de la psicología.


Desde ella, gente como Abraham Maslow (con su popular Pirámide de Maslow) o Rollo May
defendieron una visión positiva del ser humano, según la cual todos somos capaces de
convertirnos en el tipo de personas que deseemos.

La teoría de la personalidad de Carl Rogers es un ejemplo de este optimismo vital llevado a la


psicología y la filosofía. Veamos en qué consiste esta teoría.

La persona, según el humanismo

Ciertas corrientes de la psicología han estado asociadas a una visión pesimista del ser humano. Por
ejemplo, el psicoanálisis de Sigmund Freud presenta una explicación de la psique en la que los
deseos inconscientes y su choque con las normas sociales gobiernan nuestro comportamiento, y el
conductismo norteamericano ha sido acusado de presentar a las personas como máquinas que
reaccionan ante estímulos externos.

Sin embargo, los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas ideas sobre los
procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo
de sus vidas. Según ellos, ni los factores biológicos ni los ambientales son determinantes en
nuestro comportamiento, y no nos "arrastran" irremediablemente hacia ciertos tipos de
comportamiento. En resumidas cuentas, no eran deterministas.

En concreto, Carl Rogers creía que la personalidad de cada persona se desarrollaba según el modo
en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos vitales, sus metas.

Esta idea de que el desarrollo personal y el modo en el que el individuo lucha por llegar a ser como
se quiere ser es una idea central de la psicología humanista, pero para Carl Rogers tiene especial
importancia, porque para él es a través del desarrollo personal como se forma el carácter y el
modo de ser.

Carl Rogers y la teoría de la personalidad altamente funcional


Carl Rogers propone la idea de que la personalidad de cada individuo puede analizarse según el
modo en el que se acerca o se aleja a un modo de ser y vivir la vida al que él pone la etiqueta de
persona altamente funcional.

Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-
actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales.
Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en
funcionamiento. De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para
Carl Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las
circunstancias constantemente.

¿Cómo es la persona altamente funcional?

Según Carl Rogers, los rasgos de la personalidad que definían a las personas altamente funcionales
están definidos según las siguientes cinco características.

1. Apertura a la experiencia

La personalidad de la personas altamente funcional es, según Carl Rogers, muy abierta a la
experiencia, en un sentido amplio. No adopta una actitud defensiva por defecto ante lo
desconocido, sino que prefiere explorar nuevas posibilidades. Es por eso que este tipo de
personalidad se define por la aceptación de las emociones asociadas a lo que se está viviendo, la
no evitación de las "emociones negativas" y la adopción de actitudes receptivas ante situaciones
que no son claramente peligrosas.

2. Estilo de vida existencial

Esta característica tiene que ver con la tendencia a asumir que es uno mismo quien ha de otorgar
sentido a las experiencias que se viven en cada momento, a través de un proceso de creación de
significado. De este modo, se deja que el modo de vivir el día a día sea espontáneo, creativo, sin
intentar que todo lo que se percibe encaje a la fuerza en esquemas preconcebidos. El estilo de
vida asociado a este tipo de personalidad, para Carl Rogers, se caracteriza por evitar la tendencia a
prejuzgar.

No se analiza el presente como algo que debe ser explicado totalmente por las vivencias del
pasado, sino que se vive plenamente.

3. Confianza en uno mismo


Para Carl Rogers, el hecho de abrazar una manera libre de vivir la vida conlleva fiarse del propio
criterio y la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente. La idea es
que, como nadie conoce mejor que uno mismo la propia manera de vivir la vida, no se tiende a
apoyarse en códigos de comportamiento impuestos desde instancias externas.

4. Creatividad

El hecho de que las personas altamente funcionales de Carl Rogers sean enemigas de los dogmas y
las convenciones hace que miren más allá de lo considerado como "normal". Esto proporciona las
bases necesarias para que puedan desarrollar su creatividad.

5. Libertad de elección

El modo de ser creativo e innovador de la personalidad altamente funcional teorizada por Carl
Rogers hace que estas personas sean capaces de encontrar nuevas opciones de comportamiento
allí donde aparentemente solo hay unas pocas. Esto define el carácter inconformista de este tipo
de personalidad, que es capaz de resolver paradojas en las que hay una aparente contradicción
entre las opciones que a priori parecen disponibles.

6. Carácter constructivo

Este tipo de personalidad muestra una gran facilidad para dar respuesta a todas las necesidades
de manera equilibrada, de manera que las crisis son aprovechadas como oportunidades para
construir nuevas oportunidades y encontrar maneras de alcanzar niveles de bienestar.

7. Desarrollo personal

El desarrollo personal es el motor vital de las personas altamente funcionales. Se vive como un
proceso de cambio constante, en el que nunca se alcanza una meta final definitiva sino que se va
pasando de una etapa a otra.

Críticas y observaciones a la teoría de Rogers

Las características y definiciones que Carl Rogers utiliza para definir a las personas altamente
funcionales son muy abstractas y altamente ambiguas, ya que ceñirse a conceptos muy rígidos iría
en contra de su idea de que una personalidad basada en la auto-actualización y el desarrollo
personal fluye constantemente y escapa a las convenciones.

Sin embargo, esto también le ha ganado muchas críticas: a fin de cuentas, prácticamente todo el
mundo puede sentirse identificado con los rasgos que se atribuyen a las personas altamente
funcionales, siguiendo la lógica del efecto Forer.
Solo cada persona es capaz de juzgar hasta qué punto es útil o inspirador tener estas
características como referencia.

La teoría de la personalidad de Abraham Maslow

A lo largo de la historia de la psicología, son muchos los psicólogos que han formulado teorías de
la personalidad. Uno de los conocidos es Abraham Maslow, junto a Carl Rogers, por ser máximos
exponentes de lo que se conoce como la tercera fuerza de la psicología, el humanismo. Esta
corriente surgió en contraposición con el Psicoanálisis y el Conductismo.

A diferencia de estas escuelas, el humanismo ve a la persona desde una visión holística y positiva,
donde el centro de atención es es la experiencia subjetiva del sujeto. Las personas son seres
activos que tienen la capacidad de desarrollarse, y su instinto básico y su dignidad residen en la
confianza que se tienen en sí mismos.

Artículo relacionado: ”60 frases de Abraham Maslow (y las necesidades humanas)”

Quién fue Abraham Maslow

Abraham Maslow era un psicólogo estadounidense que nació en Brooklyn (Nueva York) el 1 de
abril de 1908. Sus progenitores eran judíos no ortodoxos de Rusia que llegaron a la tierra de las
oportunidades con la esperanza de lograr un mejor futuro para sus hijos. Abraham Maslow nunca
fue un tipo muy sociable, y ya desde niño, se refugió en los libros.

Antes de interesarse por la psicología, primero estudió derecho en la City College de Nueva York
(CCNY). Tras casarse con Berta Goodman, su prima mayor, se mudó Wisconsin para asistir a la
universidad de esa ciudad. Fue aquí donde comenzó a estudiar psicología. Trabajó con Harry
Harlow, famoso por sus experimentos con crías de mono y el comportamiento del apego. Tras
graduarse y doctorarse en esta disciplina, volvió a Nueva York para trabajar con E.L. Thorndike en
la Universidad de Columbia, donde empezó a interesarse en la investigación de la sexualidad
humana. En este periodo de su vida, comenzó a dar clases en el Brooklyn College y entró en
contacto con muchos psicólogos europeos que llegaban a Estados Unidos, por ejemplo, Adler o
Fromm.

La teoría humanista de Rogers

La psicología humanista es, sin duda, una de las corrientes de pensamiento más importantes de la
psicología. Pero para saber de qué trata, es necesario conocer el trabajo de otra gran figura de
esta escuela. Es difícil entender el humanismo sin Rogers y Maslow. Por eso, antes de profundizar
en las propuestas teóricas de Maslow, vamos a adentrarnos en la teoría de Rogers.

Si el psicoanálisis freudiano veía a la persona desde sus conductas problemáticas y el conductismo


visualizaba a la personas como seres pasivos, es decir, que no tenían demasiadas opciones de
influir en el entorno. La visión de Carl Rogers y el humanismo, en cambio, era totalmente distinta,
porque el ser humano es visto como un individuo activo y dueño de su propia realización. Para
Rogers, una persona que presta atención al proceso de valoración orgánica es una persona
plenamente funcional o autorrealizada.

Rogers pone énfasis en la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo de sus vidas.
Según éste, la personalidad de las personas puede analizarse según como se acerca o se aleja de lo
que considera un individuo altamente funcional.

La persona que es plenamente funcional, es decir, más sana, cuando posee una serie de
características. Son las siguientes:

Vivencia existencial: Las personas con apertura a la experiencia tienen más posibilidades de vivir
en plenitud.

Confianza orgánica: Estas personas confían en su experiencia interna para guiar la conducta.

Experiencia de libertad: La persona tiene libertad para elegir.

Creatividad: La persona se muestra creativa y siempre encuentra nuevas alternativas para vivir.
Son mentalmente inflexibles.

Puedes profundizar en las ideas de Rogers en este artículo: ”La Teoría de la Personalidad que
propuso Carl Rogers”

La teoría de la personalidad de Maslow

Maslow añade a la teoría de Rogers su concepto de las necesidades. La teoría de este psicólogo
gira en torno a dos aspectos fundamentales: nuestras necesidades y nuestras experiencias. En
otras palabras, lo que nos motiva y lo que buscamos a lo largo de la vida y lo que nos va
ocurriendo en este camino, lo que vamos viviendo. Es aquí donde se forma nuestra personalidad.
De hecho, Maslow es considerado uno de los grandes teóricos de la motivación.

La teoría de la personalidad de Maslow tiene dos niveles. Uno biológico, las necesidades que
tenemos todos y otro más personal, que son aquellas necesidades que tienen que son fruto de
nuestros deseos y las experiencias que vamos viviendo.

Sin duda, Maslow se asocia al concepto de autorrealización, porque en su teoría habla de las
necesidades que tenemos las personas de desarrollarnos, de buscar nuestro máximo potencial. Y
es que, según éste, las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para ser lo que
quieran ser, y tienen la capacidad capacidad para perseguir sus objetivos de manera autónoma y
libre.

En cierto modo, el modo en el que un individuo enfoque su autorrealización se corresponderá al


tipo de personalidad que manifieste en su día a día. Eso implica que para Maslow la personalidad
está relacionada con los aspectos motivacionales que tienen que ver con los objetivos y las
situaciones que vive cada ser humano; no es algo estático que permanezca en el interior de la
cabeza de las personas y se manifieste unidireccionalmente, de adentro hacia afuera, tal y como
podría criticarse de algunas concepciones reduccionistas y deterministas de este fenómeno
psicológico.

Las implicaciones de esto son claras: para estudiar la personalidad hay que conocer también el
contexto en el que habitan las personas y el modo en el que este responde a las necesidades
motivacionales de los individuos. Centrarse simplemente en administrar varios test para obtener
una puntuación no nos da una visión acertada sobre esto, ya que se parte de un sesgo al
considerar que la personalidad es lo que pueda ser captado por estas pruebas de recogida de
datos. Se trata de un punto de vista parecido al que aplican al ámbito de las capacidades mentales
psicólogos como Howard Gardner y Robert J. Sternberg, críticos con la concepción psicométrica de
la inteligencia.

La personalidad autorrealizada

Maslow piensa que alcanzar las necesidades de autorrealización está en las manos de todo el
mundo, sin embargo, son pocos los que lo consiguen. Las personas que logran satisfacer sus
necesidades de autorrealización son personas autorrealizadas. Ahora bien, Maslow afirma que
menos del 1% de la población pertenecen a esta clase de individuos.

Las personas autorrealizadas se caracterizan porque:

Muestran un nivel alto de aceptación de sí mismos

Perciben la realidad de manera más clara y objetiva

Son más espontáneas

Piensan que las causas de los problemas son externas

Disfrutan de la soledad

Tienen una mentalidad curiosa y creativa

Disfrutan de experiencias cumbre

Generan ideas genuinas

Tienen un gran sentido del humor

Poseen un gran espíritu crítico y se rigen por valores éticos

Son respetuosas y humildes

Son tolerantes, no tienen prejuicios y disfrutan de la presencia de los demás

Si quieres saber más sobre este tipo de personas, puedes leer nuestro artículo:

”13 características de las personas autorrealizadas según Abraham Maslow”


La teoría de la pirámide de necesidades humanas

Maslow es famoso por su teoría de la Pirámide de Necesidades porque, según él, las necesidades
siguen una jerarquía, de más básicas a más complejas, y su pirámide está construida por cinco
niveles.

En la base de esta figura se encuentran las primeras y en la parte más alta las segundas. De abajo
arriba éstos son los distintos niveles de necesidades:

Necesidades fisiológicas: comer, respirar, beber...

Necesidades de de seguridad: seguridad física, empleo, ingresos...

Necesidad de afiliación: casarse, ser miembro de una comunidad...

Necesidades de reconocimiento: respeto de los demás, estatus, reputación...

Necesidades de autorrealización: desarrollo moral, espiritual, búsqueda de una meta en vida...

Las necesidades han de ir cubriéndose para poder aspirar al nivel superior. Por ejemplo, si no
tenemos las necesidades fisiológicas cubiertas no podemos aspirar a las necesidades de afiliación.
En el nivel superior se encuentran las necesidades de autorrealización. Es esta jerarquía la que
según Maslow marcaba el modo en el que la personalidad se adapta a las circunstancias,
dependiendo de cada situación vivida. Se trata, en definitiva, de una concepción de la
personalidad que abarca aspectos psicológicos muy extensos y que va más allá del enfoque
psicométrico que dominaba en su época.

Pirámide

La pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica que inquiere acerca de la motivación
y las necesidades del ser humano: aquello que nos lleva a actuar tal y como lo hacemos. Según
Abraham Maslow, un psicólogo humanista, nuestras acciones nacen de la motivación dirigida
hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales pueden ser ordenadas según la
importancia que tienen para nuestro bienestar.

Es decir, que Maslow proponía una teoría según la cual existe una jerarquía de las necesidades
humanas, y defendió que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos
desarrollamos necesidades y deseos más elevados. A partir de esta jerarquización se establece lo
que se conoce como Pirámide de Maslow.

Abraham Maslow introdujo por primera vez el concepto de la jerarquía de necesidades en su


artículo “A Theory of Human Motivation” en 1943 y en su libro “Motivation and Personality”. Más
tarde, el hecho de que esta jerarquía soliese ser representada gráficamente en forma de pirámide
hizo que el núcleo de la teoría pasase a ser conocido como pirámide de Maslow, cuya popularidad
es notable incluso hoy en día, décadas después de que fuese propuesta por primera vez.
Quizás te interese: "Las 7 principales corrientes de la Psicología"

La Pirámide de Maslow

Mientras algunas escuelas existentes a mediados del siglo XX (el psicoanálisis o el conductismo) se
centraban en conductas problemáticas y en el aprendizaje desde un ser pasivo y sin demasiadas
opciones de influir en el entorno más de lo que este influye en él, Maslow estaba más preocupado
en aprender sobre qué hace a la gente más feliz y lo que se puede hacer para mejorar el desarrollo
personal y la autorrealización.

Como humanista, su idea era que las personas tienen un deseo innato para autorrealizarse, para
ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad para perseguir sus objetivos de manera
autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Sin embargo, los diferentes objetivos que se
persiguen en cada momento dependen de qué meta se han conseguido y cuáles quedan por
cumplir, según la pirámide de necesidades. Para aspirar a las metas de autorrealización, antes han
de cubrirse las necesidades anteriores como la alimentación, la seguridad, etc. Por ejemplo, solo
nos preocupamos de temas relacionados con la autorrealización si estamos seguros que tenemos
un trabajo estable, comida asegurada y unas amistades que nos aceptan.

En la Pirámide de Maslow, desde las necesidades más básicas hasta las necesidades más
complejas, esta jerarquía está compuesta por cinco niveles. Las necesidades básicas se ubican en
la base de la pirámide, mientras que las necesidades más complejas se encuentran en la parte alta.
Las cinco categorías de necesidades de la Pirámide de Maslow son: fisiológicas, de seguridad, de
afiliación, de reconocimiento y de autorrealización; siendo las necesidades fisiológicas las de más
bajo nivel, y subiendo niveles en el orden indicado.

Quizás te interese: "Los 31 mejores libros de Psicología que no puedes perderte"

Tipos de necesidades

En la pirámide de Maslow, este investigador habla acerca de las necesidades instintivas y hace una
distinción entre necesidades “deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de
reconocimiento) y de “desarrollo del ser” (autorrealización). La diferencia existente entre una y
otra se debe a que las “deficitarias” se refieren a una carencia, mientras que las de “desarrollo del
ser” hacen referencia al quehacer del individuo. Satisfacer las necesidades deficitarias es
importante para evitar consecuencias o sentimientos displacenteros.

Las necesidades del “desarrollo del ser”, por su parte, son importantes para el crecimiento
personal, y no tienen que ver con el déficit de algo, sino con el deseo de crecer como persona.

Así pues, la pirámide de Maslow tiene 5 niveles de necesidades:

1. Necesidades fisiológicas
Incluyen las necesidades vitales para la supervivencia y son de orden biológico. Dentro de este
grupo, encontramos necesidades como: necesidad de respirar, de beber agua, de dormir, de
comer, de sexo, de refugio. Maslow piensa que estas necesidades son las más básicas en la
jerarquía, ya que las demás necesidades son secundarias hasta que no se hayan cubierto las de
este nivel.

2. Necesidades de seguridad

En esta parte de la pirámide de Maslow se incluyen las necesidades de seguridad son necesarias
para vivir, pero están a un nivel diferente que las necesidades fisiológicas. Es decir, hasta que las
primeras no se satisfacen, no surge un segundo eslabón de necesidades que se orienta a la
seguridad personal, al orden, la estabilidad y la protección. Aquí figuran: la seguridad física, de
empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud, etc.

3. Necesidades de afiliación

Maslow describe estás necesidades como menos básicas, y tienen sentido cuando las necesidades
anteriores están satisfechas. Ejemplos de estas necesidades son: el amor, el afecto y la
pertenencia o afiliación a un cierto grupo social y buscan superar los sentimientos de soledad.
Estas necesidades se presentan continuamente en la vida diaria, cuando el ser humano muestra
deseos de casarse, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, ser miembro de una
iglesia o asistir a un club social.

4. Necesidades de reconocimiento

Tras cubrir las necesidades de los tres primeros niveles de la Pirámide de Maslow, aparecen las
necesidades de reconocimiento como la autoestima, el reconocimiento hacia la propia persona, el
logro particular y el respeto hacia los demás; al satisfacer dichas necesidades, la persona se siente
segura de sí misma y piensa que es valiosa dentro de la sociedad; cuando estas necesidades no son
satisfechas, las personas se sienten inferiores y sin valor.

Según Maslow existen dos necesidades de reconocimiento: una inferior, que incluye el respeto de
los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, y dignidad;
y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo sentimientos
como autoconfianza, competencia, logro, independencia y libertad.

5. Necesidades de autorrealización
Por último, en el nivel más alto se encuentran las necesidades de autorrealización y el desarrollo
de las necesidades internas, el desarrollo espiritual, moral, la búsqueda de una misión en la vida, la
ayuda desinteresada hacia los demás, etc.

Críticas a la Pirámide de Maslow

Pese a que algunas investigaciones dan soporte a la teoría de Abraham Maslow, la mayoría de los
datos recopilados en muchas investigaciones no parecen ir en la misma línea que la pirámide de
Maslow. Por ejemplo, Wahba y Bridwell (1986) concluyen que hay poca evidencia para demostrar
la jerarquía postulada por Maslow. Además, la Pirámide de Maslow también ha recibido críticas
por ser difícil de probar su concepto de autorrealización, ya que es muy abstracto. Muchos de los
conceptos y categorías descritas en la pirámide de las necesidades de Maslow son demasiado
ambiguas como para poder ser estudiadas científicamente.

En un estudio publicado en 2011, investigadores de la Universidad de Illinois pusieron a prueba la


pirámide de Maslow y descubrieron que la satisfacción de las necesidades de la pirámide
correlacionaba con la felicidad de la persona. Pero esta investigación, al contrario que la teoría de
Maslow, concluyó que las necesidades de reconocimiento y autorrealización también eran
importantes pese a que no estuvieran cubiertas las necesidades más básicas. Por lo tanto,
cuestionaba la secuencialidad que Maslow propuso en su teoría: no hacía falta tener cumplidas
necesidades básicas para aspirar a alcanzar los objetivos relacionados con las necesidades más
refinadas.

Por otro lado, la investigación de Maslow estaba basada en una muestra de individuos muy
pequeña y, potr lo tanto, poco representativa. La crítica a su metodología hace referencia a que él
mismo eligió a las personas que consideraba autorrealizadas, tras leer sobre ellos o hablar con
ellos y llegar a conclusiones acerca de lo que es la autorrealización. De hecho, las personas a las
que Maslow entrevistó a la hora de realizar su pirámide de necesidades difícilmente pueden
representar a la mayoría de la población humana, ya que eran personas pertenecientes a la
cultura occidental, ricas o muy influyentes. Algunas de las personas a las que investigó son Albert
Einstein o Eleanor Roosvelt. La pirámide de Maslow fue creada a partir del estudio de los casos
excepcionales, más que de lo que resulta normal en las poblaciones humanas.

La relevancia y el legado de esta teoría

Independientemente de estas críticas, la pirámide de Maslow representa un aporte importante en


un cambio de visión dentro de la psicología y contribuyó a establecer una tercera fuerza dentro de
la profesión (las otras dos fuerzas principales eran el psicoanálisis y el conductismo). Su enfoque
con respecto a la psicología y de la vida en general inspira entusiasmo, ya no parte del supuesto de
que las personas son seres pasivos, ni se centra en las conductas patológicas. La pirámide de
Maslow ha tenido una gran repercusión no solamente en la psicología, sino que también ha sido
importante en el mundo empresarial (especialmente en el marketing, pero también en el mundo
de los Recursos Humanos) o en el deporte, por ejemplo.
La Psicología científica actual debe seguir investigando sobre qué es aquello que nos motiva y nos
lleva a aspirar a objetivos, y puede que la pirámide de Maslow no sea un constructo que permita
explicar bien cómo actuamos, pero por lo menos es un primer ladrillo en este tipo de estudios y
puede ser utilizado como referencia.

Vous aimerez peut-être aussi