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Elementos de actuación profesional. Primer parcial.

Modulo I. Bolilla I

Régimen Jurídico de la Universidad Argentina: Dichas instituciones desarrollan sus


actividades en el marco de la ley Nº 24.521 de Educación Superior. Como parte de dicha ley se
creó la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CoNEAU) que se
encarga de la evaluación de universidades y la acreditación de sus carreras de grado y posgrado.

Principios Constitutivos:

 Preservar la herencia científico - cultural y promover la creación de nuevos


conocimientos relacionados con la problemática nacional y regional;

 Formar en el más alto nivel Académico a todos los que accedan a ella, para la
construcción de una sociedad más justa y solidaria;

 Garantizar las formas democráticas de distribución del conocimiento y el estímulo de la


conciencia crítica de sus estudiantes;

 Ejercer como institución un rol protagónico en el proyecto de país y de sociedad que las
fuerzas democráticas hubieren acordado promover.

Art 1º: La UNMDP es una institución pública académicamente autónoma y económica y


financieramente autárquica, integrada por facultades escuelas superiores institutos y centro de
investigación, departamentos, instituciones de enseñanza preuniversitaria, bibliotecas, centros
de información y otros organismos existentes o a crearse.
Son fines de la UNMDP:

A) Impartir la educación de acuerdo con lo establecido en el presente estatuto, buscando la


formación integral de los estudiantes sobre la base de una cultura humanística y crítica,
consolidando los valores democráticos y erradicando prácticas autoritarias.
B) Proponer el desarrollo humano y científico, fundado en bases éticas que priorice la
preservación del ambiente, el uso racional, prudente y equitativo de los recursos, y la defensa de
la dignidad y la libertad del hombre anteponiendo la ética a la técnica.
D) Garantizar el acceso a la información alentando y estimulando la participación de todos sus
miembros en las decisiones y el control de gestión, para el logro de la excelencia académica y la
contribución a la construcción de una ciudadanía más justa y comprometida.
E) Asegurar en su seno la más amplia libertad de expresión, respetando la pluralidad ideológica,
política, religiosa, étnica y de género, garantizando la libertad académica y de cátedra, la labor
interdisciplinaria y la jerarquización de todos sus integrantes.
F) Garantizar que la enseñanza impartida en esta universidad sea gratuita hasta el nivel de grado
inclusive, propendiendo a la gratuidad del posgrado.
J) Incentivar en igual grado la funciones de investigación y de extensión consideradas como
aspectos que deben integrarse y retroalimentarse en la labor académica con la enseñanza.

Art 2º: La UNMDP podrá impartir enseñanza en todos los niveles educativos, otorgará títulos
habilitantes para el ejercicio profesional, grados académicos, y certificados de estudio.

Art 3º: Es propósito de la enseñanza garantizar niveles deseables de logro en los siguientes
aspectos de formación de los estudiantes:

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 Una formación teórico-práctica de máxima calidad y significación social, que
contemple un interés prioritario por el abordaje de las problemáticas nacionales.
 Una visión de conjunto clara, integrada, actualizada y orgánica del cuerpo de
conocimiento que define la disciplina objeto de estudio, dentro de una perspectiva
universalista e interdisciplinaria
 Un posicionamiento critico ante su propia formación, reconociendo sus soportes
epistemológicos, sus raíces históricas, su evolución actual y las posibles tendencias
futuras.

Comunidad Universitaria: Está formada por los siguientes claustros: el personal docente, el
claustro estudiantil y los graduados.

ARTÍCULO 24.- El personal docente revistará en las siguientes categorías:


a) Profesores: Titulares, Asociados y Adjuntos;
b) Auxiliares: Jefes de Trabajos Prácticos, Ayudantes Graduados y Ayudantes Estudiantes.

ARTÍCULO 25.- El personal docente podrá revistar en las siguientes condiciones:


a) regular;
b) interino;
c) suplente;
d) adscripto;
e) a término;
f) libre;
g) extraordinario;
h) por convenio.

ARTÍCULO 27.- Son los responsables del planeamiento, desarrollo, coordinación, ejecución y
evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje; y propiciarán la formación y
perfeccionamiento de otros docentes de su Área o Departamento. Deberán integrar las
Comisiones Asesoras para las que sean designados. En los casos de dedicación mayor que
simple, deberán además realizar tareas de investigación, extensión, transferencia y/o gestión.

ARTÍCULO 29.- Los Profesores Titulares constituyen la jerarquía académica más alta. Los
Profesores Asociados constituyen la jerarquía académica que sigue inmediatamente a la de
Profesor Titular. Los Profesores Adjuntos constituyen la jerarquía académica que sigue
inmediatamente a la de Profesor Asociado. Esta estructura no implica dependencia respecto de
la jerarquía superior o equivalente

ARTÍCULO 30.- Para ser designado Profesor Titular se requiere contar con una amplia
trayectoria académica y/o de gestión universitaria acreditada, haber organizado y ejecutado
cursos, tener capacidad para la formación de discípulos y, en los casos de dedicación mayor que
simple, haber realizado actividades en dirección de grupos de investigación, extensión y/o
transferencia y/o haber participado en gestión.

ARTÍCULO 31.- Para ser designado Profesor Asociado se requiere haber realizado trabajos
originales en forma independiente, organizado y ejecutado cursos y, en los casos de dedicación
mayor que simple, capacidad de seleccionar contenidos o temáticas para llevar a cabo sus
tareas, planificar y ejecutar actividades de investigación, docencia, extensión y/o transferencia
y/o haber participado en gestión universitaria.

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ARTÍCULO 32.- Para ser designado Profesor Adjunto se requiere la capacidad de organizar y
ejecutar cursos de manera individual o en colaboración con otros profesores y, en los casos de
dedicación mayor que simple, la capacidad de planificar y ejecutar tareas de investigación,
docencia, extensión y/o transferencia y/o haber participado en gestión universitaria.

ARTÍCULO 33.- Los Jefes de Trabajos Prácticos constituyen la jerarquía más alta de los
docentes auxiliares. Participan en la elaboración de los trabajos teórico-prácticos y en su
ejecución y evaluación, bajo la supervisión de un Profesor. En los casos de dedicación mayor
que simple, deben realizar tareas de investigación, extensión, transferencia y/o gestión
universitaria. El Profesor a cargo del curso podrá solicitarle el dictado de clases teóricas.

ARTÍCULO 34.- Los Ayudantes Graduados participan en la elaboración de los trabajos teórico
prácticos y en su ejecución y evaluación, bajo la supervisión de un Jefe de Trabajos Prácticos o
un Profesor. En los casos de dedicación mayor que simple, deben realizar tareas de
investigación, extensión, transferencia y/o gestión universitaria.

ARTÍCULO 35.- Los Ayudantes Estudiantes colaboran en la elaboración de los trabajos teórico
prácticos y en su ejecución y evaluación, bajo la supervisión de un docente de categoría
superior. Para ser designado en esta categoría se requiere ser estudiante activo y haber aprobado
la asignatura en la cual se desempeñará.

ARTÍCULO 36.- Los Ayudantes Estudiantes se designarán por las pautas y procedimientos de
evaluación que fije el Consejo Superior y por el término de un (1) año.

ARTÍCULO 37.- Son docentes regulares aquellos cuya designación inicial como docente de
cualquier categoría sea efectuada por concurso público de antecedentes en docencia,
investigación, extensión, transferencia, gestión y/u otros que se consideren pertinentes; coloquio
y oposición.

ARTÍCULO 38.- Para ser designado docente regular se requiere poseer título expedido por una
Universidad debidamente reconocida del país o del extranjero. Si el aspirante no tuviere título 2
universitario, podrá ser designado sólo en caso de especial preparación, con el voto de las dos
terceras partes de los integrantes del Consejo Académico de la Unidad Académica de que se
tratare. La especial preparación se acreditará por trabajos que demuestren suficiente
conocimiento y experiencia en la disciplina.

ARTÍCULO 39.- Cuando vacare un cargo de docente regular, la autoridad competente deberá
expedirse sobre el llamado a concurso o su reasignación en la planta docente, en un plazo de
hasta ciento ochenta (180) días.

ARTÍCULO 40.- Por causas debidamente justificadas, el Consejo Académico de la Unidad


Académica de que se tratare, podrá designar docentes interinos. El acto de nombramiento
deberá contener el respectivo llamado a concurso y el plazo de designación, el que no deberá
exceder de dos (2) años y caducará si el cargo fuera cubierto por concurso.

ARTÍCULO 41.- Los requisitos para ser designado docente interino serán los mismos que los
exigidos para ser regular.

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ARTÍCULO 42.- Serán docentes suplentes aquellos que sean designados por el Consejo
Académico y/o quien correspondiere en los casos que no se tratase de Unidades Académicas, en
cargos surgidos por otorgamiento de licencias. El Consejo Superior fijará los criterios para la
aplicación de esta figura.

ARTÍCULO 43.- Serán docentes adscriptos aquellos que sean designados por el respectivo
Consejo Académico y/o quien correspondiere en los casos que no se tratase de Unidades
Académicas, para desempeñar funciones bajo un régimen de prestación voluntaria,
conjuntamente con el personal docente auxiliar. Deberán reunir los requisitos exigidos para ser
Ayudante Graduado o Ayudante Estudiante y contar con el aval de la asignatura y del Área o
Departamento. Su tarea tendrá como finalidad colaborar con los responsables de la asignatura
en las tareas docentes y/o en grupos de investigación y/o en grupos de extensión.

ARTÍCULO 44.- Los docentes adscriptos no tendrán remuneración y su designación como


tales será por un (1) período lectivo, y podrá ser renovada.

ARTÍCULO 51.- El personal docente podrá desempañarse con alguna de las siguientes
dedicaciones: exclusiva (40 hs), completa (30 hs), parcial (20 hs) o simple (10hs). Los docentes,
cualquiera sea su dedicación, podrán percibir ingresos adicionales a los que les corresponden
por su condición de tal, a través de convenios y/o subsidios que la Universidad desarrolle en el
marco del presente Estatuto. El Consejo Superior reglamentará el régimen horario de las
dedicaciones, así como, las incompatibilidades que correspondan.

ARTÍCULO 52.- Se establece la carrera docente, concebida como un sistema de preservación y


mejoramiento del personal docente de la Universidad, que consiste en:
a) ingreso: en todos los casos será por concurso público y abierto de oposición, antecedentes,
coloquio y propuestas de trabajo, cuya reglamentación estará a cargo del Consejo Superior. A tal
efecto intervendrán Comisiones Asesoras integradas por cinco (5) miembros: tres (3) docentes,
un (1) graduado y un (1) estudiante; quienes actuarán en igualdad respecto al valor de su voto y
se expedirán sobre los postulantes.
b) permanencia, promoción y aumento de dedicación: la permanencia del docente en su cargo
dependerá del resultado de las evaluaciones periódicas, las que serán reglamentadas por el
Consejo Superior. La promoción de cualquier tipo, así como la asignación de aumentos de
dedicación, sólo podrán realizarse a través de concursos públicos de oposición, antecedentes,
coloquio y propuestas de trabajo, abiertos o circunscriptos. Estos últimos serán reglamentados
por el Consejo Superior.
c) formación, perfeccionamiento, evaluación y control de gestión de la labor realizada: el
Consejo Superior deberá reglamentar e instrumentar mecanismos que posibiliten la formación y
perfeccionamiento del personal docente como así también la evaluación y control de gestión de
la labor realizada.

ARTÍCULO 53.- A los efectos de la participación en los órganos de gobierno podrán votar,
postularse y ser elegidos, sólo los docentes regulares conforme con las pautas establecidas en el
presente Estatuto. Los docentes interinos sólo podrán votar conforme con las pautas establecidas
al efecto en el presente Estatuto

ARTÍCULO 54.- Son docentes que realizan sus tareas en las Instituciones de Enseñanza
Preuniversitaria dependientes de la Universidad. El Consejo Superior reglamentará las
categorías, condiciones, dedicación y designación de estos docentes.

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ARTÍCULO 55. Son integrantes del cuerpo de estudiantes aquellos que se encuentren
realizando actividad académica de grado y/o posgrado en alguna de las Unidades Académicas
que conforman la Universidad. Los estudiantes podrán revistar en una de las siguientes
categorías:

a) activo;
b) pasivo;
c) Por convenio;
d) Vocacional.

ARTÍCULO 56. Son estudiantes activos aquellos que han cumplido con los requisitos de
inscripción al ciclo lectivo y registren actividad académica. El Consejo Superior normará las
condiciones de inscripción y la actividad académica exigida para revistar en la presente
categoría.

ARTÍCULO 57. Son estudiantes pasivos aquellos que, habiendo sido activos, no hayan
cumplido con los requisitos académicos reglamentados por el Consejo Superior para mantenerse
en esa categoría.

ARTÍCULO 58. Son estudiantes por convenio aquellos de otras Universidades que desarrollen
actividades académicas en esta Universidad en virtud de convenios vigentes y que cumplan con
las condiciones de regularidad establecidos en ellos.

ARTÍCULO 60. A los efectos de la participación en los órganos de gobierno podrán votar,
postularse y ser elegidos, sólo los estudiantes que revistan en la categoría de activos conforme
con las pautas establecidas en el presente estatuto.

Los estudiantes de Instituciones de Enseñanza Preuniversitaria no podrán elegir ni ser elegidos.

ARTÍCULO 62. La Universidad reconoce como integrantes del cuerpo de graduados a quienes
hayan concluido en ella una carrera de grado o posgrado y obtenido el título correspondiente.

ARTÍCULO 65. Las Facultades son las Unidades Académicas, administrativas y de gobierno
de una o varias carreras epistemológicamente afines. Son responsables del cumplimiento de los
objetivos curriculares necesarios para el otorgamiento de títulos académicos y/o profesionales,
como así también del control de las actividades de investigación, gestión, transferencia y
extensión que se desarrollen en su ámbito.

ARTÍCULO 66. Las Facultades estarán constituidas por Departamentos y/o Áreas y podrán
depender de ellas Institutos y/o Centros de Investigación, en tanto respondan a la afinidad
epistemológica referida.

GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD

ARTÍCULO 73. El gobierno de la Universidad es ejercido por la Asamblea Universitaria, el


Consejo Superior y el Rector.

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ASAMBLEA UNIVERSITARIA

ARTÍCULO 74. La Asamblea Universitaria es el máximo órgano de representación de la


Universidad, y se integra con doce (12) representantes, elegidos en número de seis docentes, dos
graduados y cuatro estudiantes por cada Unidad Académica (nueve) y por tres (3) representantes
del cuerpo de docentes de las Instituciones de Enseñanza Preuniversitaria y tres (3) del cuerpo
no docente. Los asambleístas durarán dos (2) años en sus funciones y podrán ser reelegidos
indefinidamente.

Son un total de 114 miembros, los cuales tienen voz y voto, y sesionan de modo no frecuente.

ARTÍCULO 75. Se reúne convocada por el Rector, por el Consejo Superior, con la aprobación
de mayoría absoluta de los miembros, o a requerimiento de un cuarto, por lo menos, de los
miembros de la Asamblea Universitaria.

ARTÍCULO 76. Será presidida por el Rector o por el Vicerrector en su defecto, o por el
Asambleísta que ella misma designe en caso de ausencia o impedimento de ambos. El
Presidente votará sólo en caso de empate. Si presidiera un Asambleísta, este retendrá su derecho
a voto y en caso de empate, su voto se computará doble.

ARTÍCULO 77. Son atribuciones de la Asamblea Universitaria:

A) Modificar el Estatuto Universitario. Toda modificación requerirá el voto de dos tercios de los
miembros presentes, número que en ningún caso podrá ser inferior a la mitad del total de los
miembros de la asamblea.
B) Elegir al Rector y al Vicerrector de la Universidad;
C) Suspender o separar al Rector o Vicerrector por las causas enumeradas en el artículo 84, con
el voto de, por lo menos, los dos tercios de sus miembros
D) Suspender o separar a cualquiera de sus miembros por las causas previstas en su reglamento
de funcionamiento, con el voto de, al menos, dos tercios de los miembros presentes
E) Crear, disolver, organizar y/o modificar Facultades, Escuelas Superiores e Instituciones de
Enseñanza Preuniversitaria

CONSEJO SUPERIOR

ARTÍCULO 78. El Consejo Superior está integrado por los Decanos de las Facultades y los
Directores de las Escuelas Superiores, un (1) representante del cuerpo docente, uno (1) del
cuerpo de estudiantes y uno (1) del de graduados por cada Facultad y Escuela Superior, el
Director y un (1) representante del cuerpo docente de cada uno de los Instituciones de
Enseñanza Preuniversitaria y dos (2) representantes del cuerpo no docente. Los consejeros
superiores durarán dos (2) años en sus funciones y podrán ser reelegidos indefinidamente.

Por cada facultad: Decano, 1 docente, 1 estudiante y un graduado


Escuela superior: Director y 1 docente, 1 estudiante y un graduado
Instituciones de Enseñanza Preuniversitaria: 1 director y docente
PND: 2 miembros
Todos tienen voz y voto.

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ARTÍCULO 79. El Consejo Superior será presidido por el Rector o el Vicerrector, que tendrá
voto sólo en caso de empate. En ausencia de ambos, 20 podrá ser presidido por el Decano que
cuente con la mayor antigüedad docente, quien conservará su derecho a voto y, en caso de
empate, su voto se computará doble.

ARTÍCULO 80. El Consejo Superior se reunirá en sesión ordinaria por lo menos una (1) vez
por mes y extraordinaria cada vez que sea convocada por el Rector, el Vicerrector o a pedido de
al menos un cuarto de sus miembros.
En este último caso, el Rector será el encargado de convocarla para ser realizada en un plazo
que no exceda los treinta (30) días una vez formalizada la solicitud. Sesionará de acuerdo con su
propio reglamento. Las sesiones serán públicas, mientras el Cuerpo no disponga lo contrario
mediante resolución fundada.

ARTÍCULO 81. Son atribuciones del Consejo Superior:

A) Ejercer el contralor de legitimidad de los actos administrativos que genere el Rector o los
Consejos Académicos.
D) Proponer a la Asamblea Universitaria la modificación del presente Estatuto
F) Disponer, en caso de grave conflicto o acefalia, la intervención de las Facultades.
H) Proponer a la Asamblea Universitaria la creación, disolución, reorganización y/o
modificación de Facultades, Escuelas Superiores e Instituciones de Enseñanza Preuniversitaria
K) Separar por el voto de los dos tercios de sus miembros a los docentes regulares, previa
sustanciación de juicio académico.
N) Confirmar la creación y el cierre de carreras;
Ñ) ratificar la aprobación y la modificación de los planes de estudio
T) Sancionar, modificar y reajustar el presupuesto anual de la Universidad

RECTOR Y VICERRECTOR

ARTÍCULO 82. El Rector y Vicerrector son los máximos representantes de la Universidad en


todos los actos civiles, administrativos y académicos. Para ser Rector o Vicerrector, se requiere
ser profesor regular de esta Universidad

ARTÍCULO 83. El Rector y Vicerrector duran en sus funciones el término de cuatro (4) años y
podrán ser reelegidos o sucederse recíprocamente por un (1) solo período consecutivo. Si han
sido reelectos o se han sucedido recíprocamente no pueden ser elegidos para ninguno de ambos
cargos, sino con el intervalo de un (1) período.

ARTÍCULO 84. El Rector y el Vicerrector deberán ser separados de sus cargos cuando se
verificare alguna de las siguientes causas:
a. abandono del cargo;
b. mal desempeño de sus funciones;
c. incapacidad declarada por sentencia judicial;
d. condena judicial firme por delito doloso.

ARTÍCULO 85. Son atribuciones del Rector:

a. dirigir la administración general de la Universidad;


b. convocar y presidir las sesiones de la Asamblea Universitaria, hacer cumplir sus resoluciones
e informar sobre ellas;
l. delegar en el Vicerrector parte de sus obligaciones y atribuciones

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ARTÍCULO 86. Corresponde al Vicerrector reemplazar al Rector en el ejercicio de sus
funciones en caso de ausencia transitoria por motivos de licencia, enfermedad, cuestiones
institucionales, viaje o fuerza mayor. Ejercerá dichas funciones por el tiempo que dure el
impedimento del Rector, asumiendo su 24 ejercicio sin necesidad de resolución previa. Deberá
comunicar esta situación al Consejo Superior para su conocimiento, dentro de los cinco (5) días
corridos.

ARTÍCULO 87. En caso de muerte, renuncia, inhabilidad o impedimento definitivo del Rector,
el Vicerrector asumirá su cargo hasta completar el mandato y deberá convocar a elección de un
Vicerrector para culminar el mandato, dentro de los treinta (30) días desde su asunción. Igual
obligación tendrá el Rector ante similares circunstancias que pudieran afectar al Vicerrector

CONSEJOS ACADÉMICOS

ARTÍCULO 88. Los Consejos Académicos se integran con seis (6) representantes del cuerpo
docente, cuatro (4) del cuerpo de estudiantes, dos (2) del de graduados y un (1) representante
del Personal no Docente. Este último contará con voz, sin la atribución de votar. Los consejeros
académicos durarán dos (2) años en sus funciones y podrán ser reelegidos indefinidamente. Si
alguno de los cuerpos quedara sin representación, se llamará a elecciones para completar
mandato.

ARTÍCULO 89. Las sesiones de los Consejos Académicos serán presididas por el Decano o
Vicedecano en su reemplazo, quien tendrá voto sólo en caso de empate. Ante la ausencia o
impedimento del Decano o Vicedecano, presidirá la sesión un consejero docente elegido por
mayoría simple de los miembros presentes, retendrá su derecho a voto y en caso de empate, su
voto se computará doble.

ARTÍCULO 91. Los Consejos Académicos se reunirán en sesión ordinaria por lo menos una
(1) vez por mes y extraordinaria cada vez que sea convocada por el Decano, Vicedecano o a
pedido de al menos un cuarto de sus miembros.

ARTÍCULO 92. Son atribuciones de los Consejos Académicos:

a. dictar disposiciones generales sobre el gobierno y administración de su Facultad;


b. constituirse como órgano de apelación de las resoluciones del Decano
c. aprobar, observar o rechazar los planes de estudio y sus modificaciones y elevarlos al Consejo
Superior para su ratificación;
e. autorizar la expedición de títulos de las respectivas profesiones y grados académicos
h. designar a los docentes de la Facultad;
j. suspender o separar al Decano y Vicedecano por causa fundada, por el voto de las tres cuartas
partes del total de los miembros que integran el Consejo;
*Elige al Decano
* Se encarga de las dificultades de los alumnos concernientes a las inscripciones tardías.

ARTÍCULO 93. El Decano y Vicedecano duran en sus funciones el término de cuatro (4) años
y deberán ser profesores regulares de la Facultad. Podrán ser reelegidos o sucederse
recíprocamente por un (1) solo período consecutivo. Si han sido reelectos o se han sucedido
recíprocamente no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos, sino con el intervalo de
un (1) período.

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ARTÍCULO 94. El Decano y el Vicedecano deberán ser separados de sus cargos cuando se
verificare alguna de las siguientes causas:
a. abandono del cargo; a. mal desempeño de sus funciones;
b. incapacidad declarada por sentencia judicial;
c. condena judicial firme por delito doloso.
Podrán ser suspendidos provisoriamente, cuando se decretare auto de prisión preventiva en
contra de sí y éste se encontrare firme.

ARTÍCULO 95. Son atribuciones del Decano:


a. presidir el Consejo Académico de la Facultad y ejecutar sus resoluciones;
b. representar oficialmente a la Facultad en todos sus actos y comunicados;
c. dictar disposiciones sobre el gobierno y administración de su Facultad, de acuerdo con las
ordenanzas y reglamentaciones vigentes;
d. expedir, conjuntamente con el Rector, los títulos de las profesiones y grados académicos;

ARTÍCULO 96. Corresponde al Vicedecano reemplazar al Decano en el ejercicio de sus


funciones en caso de ausencia transitoria por motivos de licencia, enfermedad, cuestiones
institucionales, viaje o fuerza mayor. Ejercerá dichas funciones por el tiempo que dure el
impedimento del Decano, asumiendo su ejercicio sin necesidad de resolución previa.

ARTÍCULO 115. La Universidad integrará su cuerpo electoral y órganos de cogobierno


mediante la forma de representación que surge del presente estatuto.

ARTÍCULO 116. La Universidad desarrollará sus procesos eleccionarios cada dos (2) o cuatro
(4) años, según corresponda, para todos los integrantes de los 33 órganos de cogobierno y
autoridades unipersonales.

ARTÍCULO 117. Las elecciones de integrantes de los órganos de cogobierno reconocidos en el


presente Estatuto, se realizarán cada dos (2) años. Los miembros elegidos asumirán sus
mandatos el primer día del mes de noviembre del año en que se realizó la elección.

ARTÍCULO 118. Las elecciones para ocupar los cargos Rector, Vicerrector, Decano y
Vicedecano serán cada cuatro (4) años y en coincidencia con el año de las elecciones de los
integrantes de los órganos de cogobierno. Los miembros elegidos asumirán sus mandatos el
primer día del mes de diciembre del año que se realizó la elección.

ARTÍCULO 129. El sufragio es secreto y obligatorio en todas las elecciones de representantes


de los cuerpos universitarios que se realicen. Su omisión injustificada constituirá falta grave que
analizarán los respectivos Consejos Académicos o Directivos.

ARTÍCULO 131. La Universidad reconocerá un Centro de Estudiantes y uno de Graduados en


cada Facultad, un Centro de Estudiantes en cada Institución de Enseñanza Preuniversitaria y una
Federación que agrupe a los Centros de Estudiantes. Todos ellos deberán ser reconocidos por el
Consejo Superior

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Modulo I. Bolilla II

DE LOS COLEGIOS DE ABOGADOS DEPARTAMENTALES

Ley 5177

ARTÍCULO 15°: En cada Departamento Judicial funcionará un Colegio de Abogados para los
objetos de interés general que se especifican en la presente ley.

ARTÍCULO 16°: Cada Colegio tendrá su asiento en el lugar donde funcionan los Tribunales a
que corresponda; se designará con el aditamento del Departamento Judicial respectivo y serán
sus miembros los abogados que ejerzan la profesión en el mismo.

ARTICULO 17°: No se admitirá la inscripción de un abogado en más de un (1) Colegio


Departamental. Cuando un abogado o procurador ejerciere su actividad en más de un
Departamento Judicial, pertenecerá al Colegio de aquél donde tenga, además, su domicilio real.

ARTICULO 18°: Los Colegios de Abogados Departamentales funcionarán con el carácter,


derechos y obligaciones de las personas jurídicas de derecho público no estatal, para el mejor
cumplimiento de sus fines.

ARTICULO 19°: Los Colegios de Abogados Departamentales, tendrán las siguientes


funciones:

1- El gobierno de la matrícula de los abogados y de los procuradores.


2- La defensa y asistencia jurídica de las personas que carezcan de recursos.
3- El poder disciplinario sobre los abogados y procuradores que actúen en su Departamento.
4- Asistir y defender a los miembros del Colegio, ejerciendo las acciones pertinentes,
administrativas y/o judiciales, para asegurarles el libre ejercicio de la profesión. Velar por el
decoro de los matriculados y afianzar la armonía entre éstos.
5- Fundar y sostener una biblioteca pública de preferente contenido jurídico.
11- Acusar a los funcionarios y magistrados de la Administración de Justicia, por las causales
establecidas en la legislación vigente. Para ejercer esta atribución, deberá concurrir el voto de
dos tercios de miembros que integran el Consejo Directivo.
12- Oponerse al ejercicio ilegal de la abogacía y de la procuración y denunciar a quien lo
hiciere.
19- Informar al Consejo de la Magistratura sobre el estado de matrícula y antecedentes
disciplinarios de los inscriptos en aquél.
Las facultades enunciadas en los incisos precedentes, no se entenderán como negación de otras
atribuciones que correspondan a la capacidad reconocida por la ley a las personas jurídicas, o se
relacionen con el ejercicio de la abogacía y procuración considerado como problema provincial
o nacional.

ARTICULO 20°: Cuando un Colegio de Abogados Departamental intervenga en cuestiones


notoriamente ajenas a las específicas y exclusivas previstas que la presente ley le asigna o no
hace cumplir las mismas, podrá ser intervenido por el Consejo Superior del Colegio de
Abogados de la Provincia a los efectos de su reorganización, mediante resolución fundada
debidamente documentada. El cargo de interventor recaerá en el Presidente del Colegio de
Abogados Departamental más cercano.

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ARTÍCULO 21°: Sin perjuicio de lo dispuesto en este capítulo, los abogados podrán ejercer
libremente el derecho de asociación y agremiación, con fines útiles.

ARTÍCULO 22°: Cada Colegio Departamental establecerá en su sede un consultorio jurídico


gratuito para personas carentes de recursos y asegurará la asistencia gratuita en las localidades
del respectivo departamento que por el número de habitantes y su importancia así lo justifiquen,
de acuerdo con el reglamento que al efecto se dicte. La consultoría y asistencia jurídica gratuita
son carga pública.

ARTICULO 23°: En el consultorio jurídico gratuito, así como en la asistencia de los carentes
de recursos ante los tribunales, podrá admitirse como practicantes a los estudiantes de derecho
que lo soliciten en el número, modo y condiciones que establezca el Consejo Directivo de cada
Colegio Departamental. No obstante lo expresado, en todos los casos, los practicantes serán
conducidos por un matriculado que será el responsable directo de su actuación.

ARTÍCULO 24°: Es obligación del Colegio Departamental fiscalizar el correcto ejercicio de la


función de abogado y el decoro profesional; a esos efectos se le confiere el poder disciplinario,
que ejercitará sin perjuicio de las responsabilidades civiles y penales y de las medidas que
puedan aplicar los magistrados judiciales.

ARTICULO 25°: Los abogados y procuradores matriculados en el Colegio quedan sujetos a


las sanciones disciplinarias del mismo, por las causas siguientes:

1- Pérdida de la ciudadanía, cuando la causa que la determinare importe indignidad.


2- Condena criminal.
3- Violación de las prohibiciones establecidas en el artículo 60.
4- Retención indebida de fondos o efectos pertenecientes a sus mandantes, representados,
asistidos o patrocinados.
5- Infracción manifiesta o encubierta a lo dispuesto en materia de aranceles y honorarios en la
ley que regula la materia
6- Retardos o negligencias frecuentes o ineptitud manifiesta y omisiones en el cumplimiento
de las obligaciones y deberes profesionales.
7- Violación del régimen de incompatibilidades establecidas en el artículo 3º. Violación a las
normas de ética profesional establecidas en el Código respectivo

ARTICULO 26°: Sin perjuicio de las facultades disciplinarias que se le otorgan al Tribunal de
Disciplina, el Consejo Directivo podrá decretar la suspensión provisoria en la matrícula a
aquellos profesionales que se encuentren imputados por delito doloso. Dicha suspensión sólo
podrá decretarse con el voto de las dos terceras partes de los miembros del Consejo cuando la
gravedad del delito y la verosimilitud de las pruebas así lo acrediten, y por simple mayoría
cuando exista acusación fiscal.

ARTICULO 28°: Las sanciones disciplinarias son:

1- Advertencia individual o en presencia del Consejo Directivo, según la importancia de la


falta.
2- Multa, hasta un importe equivalente a cien (100) jus arancelario.
3- Suspensión en la matrícula profesional, hasta dos (2) años.
4- Exclusión de la matrícula profesional.

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ARTICULO 33°: El proceso disciplinario no es susceptible de renuncia ni de desistimiento.
La suspensión del imputado o su exclusión de la matrícula no paralizan ni extinguen el
proceso. Solo se extingue la acción disciplinaria por fallecimiento del imputado o por
prescripción.

El abogado excluido de la matrícula profesional, por sanción disciplinaria, podrá ser


admitido en la actividad cuando hubieren transcurrido cinco (5) años de la resolución
firme respectiva.

ARTÍCULO 34°: Son órganos directivos de la institución:

a) La Asamblea.
b) Consejo Directivo.
c) El Tribunal de Disciplina.
El Consejo Directivo y el Tribunal de Disciplina serán elegidos por la Asamblea, y sus
miembros durarán cuatro años, renovándose por mitades cada bienio.

ARTICULO 36°: No serán elegibles ni pueden ser electores, en ningún caso, los abogados
inscriptos en la matrícula que adeuden la cuota anual establecida en el artículo diecinueve, ni los
que se encuentren suspendidos o excluidos de la matrícula por sanción disciplinaria, a la fecha
del acto eleccionario.

El voto es obligatorio y quién, sin causa justificada comprobada, no emitiese su voto sufrirá una
multa de cinco jus que le aplicará el Tribunal de Disciplina.

ARTICULO 37°: El Consejo Directivo deberá adoptar las medidas que estime pertinentes de
modo de facilitar el voto a los matriculados que no tengan domicilio en la ciudad asiento del
Colegio. Al efecto, la autoridad electoral podrá disponer que el presidente de la mesa
correspondiente al elector reciba el voto en forma anticipada durante los cinco días previos al
comicios, como así también la instalación de urnas en las localidades que por su importancia así
lo justifiquen, dentro del ámbito del respectivo Departamento Judicial.

DE LAS ASAMBLEAS

ARTICULO 38°: Cada año, en la fecha y forma que establezca la reglamentación, se reunirá la
Asamblea Ordinaria para considerar la Memoria, Balance y Presupuesto de Gastos y Cálculo de
Recursos, la fijación de contribuciones extraordinarias y los demás asuntos de competencia del
Colegio y los relativos al ejercicio de la profesión en general, incluidos en el Orden del Día.

El año que corresponda renovar autoridades se incluirá también en el Orden del Día la
pertinente convocatoria.

ARTICULO 39°: Se citará a asamblea extraordinaria cuando lo solicite por escrito no menos
de un quinto (1/5) de los miembros del Colegio, lo resuelva el Consejo Directivo o una
Asamblea Ordinaria, con los mismos objetivos señalados en el artículo anterior.

Cuando los miembros del Colegio excedan de dos mil (2.000) bastará con la firma de
cuatrocientos (400) profesionales.

12
ARTICULO 40°: La Asamblea funcionará con la presencia de más de un tercio (1/3) de los
colegiados inscriptos legalmente. Los abogados y procuradores jubilados podrán asistir con voz
pero sin voto. Será citada para una sola fecha. Si a la hora prevista no se reuniere el tercio
exigido, funcionará válidamente una (1) hora después con los miembros presentes. La citación
se hará personalmente y en un diario de la ciudad cabecera del Departamento Judicial, en este
caso, por un (1) día.

Ninguna Asamblea podrá tratar asuntos no incluidos en la convocatoria y en el orden del día
respectivo. Para que las decisiones sean consideradas válidas, se exige que hayan sido adoptadas
por un (1) voto más que los votos en contra computables.

Los integrantes del Consejo Directivo y el Tribunal de Disciplina serán elegidos en comicios en
los que el voto será secreto y obligatorio.

Cuando se oficialicen más de una lista, se consagrará ganadora la que obtenga mayor número de
votos, quedando elegidos todos sus candidatos si ninguna de las demás listas obtuvieran el
veinticinco (25) por ciento de los votos. Si hubiera una o más listas, que sigan en número de
votos a la ganadora, y que hayan obtenido no menos del veinticinco (25) por ciento de los votos
válidos emitidos, la distribución de los cargos se hará mediante el sistema proporcional.

Los consejeros suplentes llamados a sustituir a los consejeros titulares, serán los electos en el
mismo acto y pertenecientes a la misma lista que los titulares que deban reemplazar.

CONSEJO DIRECTIVO

ARTICULO 41°: El Consejo Directivo de los Colegios de Abogados se compondrá de un


Presidente y once miembros titulares, que durarán cuatro (4) años en sus funciones. En la
primera reunión que celebre el cuerpo se designarán los miembros de la mesa directiva por el
término de dos (2) años, y se proveerán los demás cargos que se consideren necesarios.

Se elegirán asimismo nueve (9) consejeros suplentes en los Colegios cuya matrícula de
profesionales en actividad de ejercicio exceda de un mil (1.000) y cinco (5) consejeros suplentes
en los restantes, con igual duración de mandato.

Para ser elegido miembro del Consejo se requiere tener domicilio real en el Departamento o
estudio instalado en el mismo con una antigüedad mínima, en ambos casos, de tres (3) años.

ARTICULO 42°: Corresponde a los Consejos Directivos:

1- Resolver los pedidos de inscripción.


2- Llevar la matrícula. Esta se organizará sobre la base de un doble juego de ejemplares, uno
de los cuales será remitido al Colegio de Abogados de la Provincia para su centralización y a los
fines del artículo 11.
3- Convocar las asambleas y redactar el orden del día.
4- Representar a los matriculados en ejercicio, dictando las disposiciones necesarias y
ejerciendo las acciones judiciales y administrativas pertinentes, para asegurarles el legítimo
desempeño de su profesión.
5- Defender los derechos e intereses profesionales legítimos, el honor y la dignidad de los
abogados, velando por el decoro e independencia de la profesión.
6- Cuidar que nadie ejerza ilegalmente la abogacía y la procuración y denunciar a quién lo
haga sin estar debidamente habilitado.

13
9- Establecer el monto y la forma de percepción de la cuota anual que deberán abonar los
colegiados, administrar los bienes del colegio, proyectar el presupuesto de gastos y cálculo de
recursos para someter a la consideración de la asamblea y fomentar su biblioteca pública.

ARTÍCULO 43°: El Presidente del Consejo Directivo, o su reemplazante legal, presidirá las
asambleas, mantendrá las relaciones de la institución con sus similares y con los poderes
públicos, ejecutará todo crédito por cuota o multa, notificará las resoluciones y cumplirá y hará
cumplir las decisiones del Colegio Departamental y del Colegio de Abogados de la Provincia

DEL TRIBUNAL DE DISCIPLINA

ARTICULO 45°: El Tribunal de Disciplina se compondrá de cinco (5) miembros titulares e


igual número de suplentes, elegidos en la forma establecida en el artículo 34. Para ser miembro
se requieren las mismas condiciones que para integrar el Consejo Directivo y, además, diez (10)
años de ejercicio profesional.
Los miembros del Consejo Directivo no podrán formar parte de este Tribunal.
El Organismo designará, al entrar en funciones un Presidente, un Vicepresidente y un
Secretario.
En ningún caso los procuradores integrarán el Tribunal de Disciplina.

ARTÍCULO 46°: Para la recusación y excusación de los miembros del Tribunal se aplicarán las
mismas causales que las establecidas para los Jueces en el Código de Procedimiento Criminal y
Correccional.

DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LA PROVINCIA

ARTÍCULO 47°: Los Colegios departamentales constituyen el Colegio de Abogados de la


Provincia de Buenos Aires.

ARTICULO 48°: El Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires funcionará con el


carácter, derechos y obligaciones de las personas jurídicas de derecho público no estatales, para
el mejor cumplimiento de sus fines. Tendrá su asiento en la ciudad de La Plata y sesionará en la
misma o en el lugar que determine el propio organismo.

ARTICULO 49°: La representación del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires


estará a cargo de un Consejo Superior, integrado por los Presidentes de los Colegios
Departamentales que funcionen en el territorio de la Provincia de Buenos Aires. Tendrán
carácter de Consejeros suplentes los Vice Presidentes 1º, de cada Colegio Departamental.

ARTICULO 50°: El Colegio de Abogados de la Provincia tendrá los siguientes deberes y


atribuciones:

a) Representar a los Colegios Departamentales en sus relaciones con los poderes públicos.
c) Propender al progreso de la legislación de la Provincia y dictaminar o colaborar con los
estudios, proyectos de Ley y demás trabajos de técnica jurídica que le solicitaren las
autoridades.
h) Fijar la contribución de los Colegios Departamentales, administrar sus fondos, proyectar
el presupuesto de gastos y cálculo de recursos para ser elevado a la asamblea, nombrar y
remover a sus empleados y cuantas más atribuciones sean conducentes al logro de los
propósitos de esta Ley.

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j) Fijar, de manera uniforme, el monto y forma de percepción de la cuota anual que deberán
abonar los colegiados.
p) Distribuir mensualmente entre los Colegios Departamentales los importes que se recauden
en concepto del derecho fijo creado por la Ley 8.480, previa deducción del porcentaje atribuido
al Consejo Superior y las retenciones que reglamentariamente correspondan.
Las atribuciones enumeradas no importan negar el ejercicio de otras que respondan al
cumplimiento de sus fines.

ARTÍCULO 51°: A los fines de la organización y funcionamiento del Colegio de Abogados de


la Provincia, el Consejo Superior de dicho organismo fijará el monto y la forma de contribución
que los Colegios Departamentales deberán destinar de la cuota anual que se establezca de
acuerdo al artículo 53.

ARTICULO 52°: El Consejo Superior designará de entre sus miembros un Presidente, un


Vicepresidente, un Secretario, un Tesorero, un Prosecretario y un Protesorero, que formarán la
mesa directiva.
Las decisiones del Organismo se tomarán por simple mayoría, teniendo el presidente doble voto
en caso de empate. Sin perjuicio de ello, se exigirá una mayoría especial de tres cuartas partes
de la totalidad de sus miembros, en los casos de elección de autoridades, representación de la
Institución, revocación de resoluciones anteriores y fijación de la cuota anual de matriculación.
Para sesionar, deberá contar con la presencia de la mitad más uno de sus miembros.

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Modulo I. Bolilla III

LEY 5177.

ARTICULO 1°: Para ejercer la profesión de abogado en el territorio de la Provincia de Buenos


Aires se requiere:
1- Tener título de abogado expedido por Universidad Nacional o privada reconocida, o por
universidad extranjera cuando las leyes nacionales le otorguen validez o estuviese revalidado
por Universidad Nacional.
2- Estar inscripto en la matrícula de uno de los Colegios de Abogados departamentales
creados por la presente Ley.

La profesión deberá acreditarse con el diploma original debidamente inscripto y legalizado, no


pudiendo suplirse por ningún otro certificado o constancia. Excepcionalmente, en el caso de que
no fuere posible su presentación, el Colegio podrá aceptar un certificado emitido por la propia
universidad que expidió el diploma, en el que deberá constar la fecha de su emisión y la de su
legalización en los Ministerios de Cultura y Educación y del Interior, ambos de la Nación,
respectivamente.

ARTÍCULO 2°: No podrán inscribirse en la matrícula y corresponderá la exclusión de la


misma de:

1- Los condenados a cualquier pena por la comisión de delito doloso, con sentencia firme,
hasta el término de la condena.
2- Los fallidos, hasta su rehabilitación. No obstante, cuando de las constancias de la causa no
surgieran evidencias de una conducta impropia que impidiese su admisión con anterioridad, el
fallido sólo podrá actuar como patrocinante, hasta tanto se resuelva su situación.
3- Los sancionados con la pena prevista en el artículo 28 inciso 4) de la presente. (Exclusión
de la matrícula profesional.)

ARTICULO 3°: No podrán ejercer la profesión de abogados por incompatibilidad:

Absoluta:

a) El Presidente y Vicepresidente de la Nación, el Jefe de Gabinete, los Ministros, Secretarios


y Subsecretarios nacionales y Defensor del Pueblo.
b) Los Gobernadores y Vicegobernadores de las provincias.
c) Los Ministros, Secretarios y Subsecretarios del Poder Ejecutivo Provincial, el Fiscal de
Estado y el Asesor General de Gobierno, al igual que sus reemplazantes legales, el Presidente y
vocales del Tribunal de Cuentas y los miembros del Tribunal Fiscal.
d) Los magistrados, funcionarios y empleados judiciales.
e) Los abogados y procuradores que no cancelen su inscripción como escribanos públicos,
doctores en ciencias económicas, contadores públicos, martilleros públicos, o cualquier otra
profesión o título que se considere auxiliar de la justicia.
f) Los abogados y procuradores, jubilados en ese carácter, y los escribanos que hubieren
ejercido como procuradores de conformidad lo dispuesto en el artículo 62º inciso 1) y se
hubieren jubilado como tales.

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Relativa:

g) Los abogados funcionarios de servicios policiales, penitenciarios y de todo organismo de


seguridad, en materia criminal y correccional.
h) Los abogados, para intervenir en procesos judiciales que tramiten ante el tribunal en que
se hayan desempeñado como magistrados o funcionarios, antes de haber transcurrido dos (2)
años desde que cesaron en el cargo. En tal supuesto, el tribunal, a pedido del profesional
alcanzado por la prohibición o de alguna de las partes, deberá remitir las actuaciones al que le
sigue en orden de turno.
i) Los legisladores nacionales y/o provinciales, mientras dure el ejercicio de sus mandatos,
en causas judiciales o gestiones de carácter administrativo en las que particulares tengan
intereses encontrados con el fisco.
j) Los intendentes y concejales municipales, mientras dure el ejercicio de su mandato, en
causas judiciales y gestiones de carácter administrativo, en que particulares tengan intereses
encontrados con el municipio.

En el caso previsto en el inciso f), si el profesional optase por ejercer la profesión previamente
deberá pedir la suspensión del beneficio previsional de que gozare.

ARTÍCULO 4°: Los funcionarios de orden administrativo, en actividad, diplomados en


Derecho, sólo podrán ejercer la profesión de abogados cuando las respectivas leyes o
reglamentos no lo prohíban.

ARTÍCULO 5°: Los abogados afectados por las incompatibilidades y prohibiciones de los
artículos anteriores, podrán litigar en causa propia o de su cónyuge, padres e hijos, pudiendo
devengar honorarios, con arreglo a las leyes, cuando hubiese condenación en costas a la parte
contraria.

ARTICULO 6°: El abogado que quiera ejercer la profesión presentará su pedido de inscripción
al Colegio Departamental del que formará parte. Para la inscripción se exigirá:

1- Acreditar identidad personal.


2- Presentar el diploma universitario original.
3- Manifestar si le afectan las causales de inhabilidad o incompatibilidad establecidas en los
artículos 2º, 3º y 4º.
4- Declarar su domicilio real, y el domicilio legal en que constituirá su estudio y servirá a los
efectos de sus relaciones con la Justicia y el Colegio.
5- Acreditar buena conducta y concepto público.

La buena conducta se acreditará mediante certificado expedido por el Registro Nacional de


Reincidencias y Estadística Criminal o el organismo que en el futuro cumpla sus funciones. El
concepto público y el domicilio se acreditarán en la forma que se determine en la
reglamentación.

ARTICULO 7°: El Colegio verificará si el peticionante reúne los requisitos exigidos para el
ejercicio de la profesión y se expedirá dentro de los quince (15) días de presentada la solicitud.

Ordenada la inscripción, el Colegio extenderá a favor del matriculado una credencial o


certificado habilitante en el que constará la identidad del abogado, su domicilio legal y registro
de inscripción, y la comunicará a la Suprema Corte de Justicia, a los Tribunales del respectivo
Departamento Judicial, al Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia y a la Caja

17
de Previsión Social para Abogados. Dicha credencial será de uso obligatorio y constituirá el
único modo de acreditar la condición de abogado habilitado ante las autoridades a las que se
presente.
En caso de existir alguna causa de incompatibilidad absoluta o relativa, de acuerdo a lo
normado en el artículo 3, se hará constar dicha circunstancia en el carnet.

ARTÍCULO 8°: El matriculado prestará juramento ante el Consejo Directivo, de desempeñar


lealmente la profesión de abogado, observando la Constitución y las leyes, así de la Nación
como de la Provincia; de no aconsejar ni defender causa que no sea justa, según su conciencia, y
de patrocinar gratuitamente a los pobres.

ARTICULO 9°: Podrá denegarse la inscripción cuando el abogado solicitante estuviese


afectado por alguna de las causales de inhabilidad del artículo 2º. A estos efectos, los Colegios
estarán facultados para solicitar, de oficio, los informes que se consideren indispensables.

También podrá denegarse la inscripción cuando se invocase contra ella la existencia de una
sentencia judicial definitiva que, a juicio de dos tercios de los miembros del Consejo Directivo,
haga inconveniente la incorporación del abogado a la matrícula.

En todos los casos, la decisión denegatoria será apelable por ante el Consejo Superior del
Colegio de Abogados de la Provincia, dentro de los diez (10) días hábiles de producida su
notificación, y deberá hacerse por escrito y en forma fundada.

ARTICULO 10°: El abogado cuya inscripción fuera rechazada, podrá presentar nueva
solicitud, probando ante el Colegio Departamental la desaparición de las causales que fundaron
la denegatoria.

En todos los casos, la denegatoria deberá ser comunicada a los restantes Colegios
Departamentales.

ARTICULO 12°: Los Colegios de Abogados Departamentales y el Consejo Superior del


Colegio de Abogados de la Provincia, en su caso, clasificarán a los inscriptos en la matrícula en
la siguiente forma:

1- Matriculados en ejercicio activo con domicilio real en el Departamento Judicial.


2- Matriculados en ejercicio activo, con domicilio real fuera del Departamento Judicial.
3- Matriculados en funciones o empleos incompatibles con el ejercicio de la abogacía.
4- Matriculados en pasividad.
5- Matriculados que se encuentran inhabilitados, suspendidos, excluidos o dados de baja para
el ejercicio profesional, cualquiera fuere su causa.
6- Abogados fallecidos.

ARTÍCULO 13°: De cada abogado se llevará un legajo especial donde se anotarán sus
circunstancias personales, títulos profesionales, empleo o función que desempeñe, domicilio y
sus traslados, todo cambio que pueda provocar una alteración en la lista pertinente de la
matrícula, así como las sanciones impuestas y méritos acreditados en el ejercicio de su
actividad.

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ARTICULO 56°: El ejercicio de la profesión de abogado comprende las siguientes funciones:

a) Defender, patrocinar o representar causas propias o ajenas, en juicio o proceso o fuera de


ellos, en el ámbito judicial o administrativo y en cualquier otro donde se controviertan derechos
o intereses legítimos.
b) Evacuar consultas y prestar todo tipo de asesoramiento en cuestiones en que se encuentren
involucrados problemas jurídicos. Dichas funciones le son propias y exclusivas, salvo lo
dispuesto en relación al ejercicio de la procuración.
En el desempeño de su profesión, el abogado será asimilado a los magistrados en cuanto atañe
al respeto y consideración que debe guardársele. Cometerá falta grave quién no respete esta
disposición, y su violación podrá dar lugar a la pertinente denuncia ante el superior jerárquico
del infractor, debiendo ser sustanciada de inmediato. El profesional afectado se encuentra
legitimado para la radicación e impulso de los trámites respectivos.
c) (Inciso incorporado por Ley 13419) Presentar con su sola firma los escritos de mero
trámite

ARTICULO 57°: Es facultad de los abogados y procuradores, en ejercicio de su función,


recabar directamente de las oficinas públicas, bancos oficiales o particulares y empresas
privadas o mixtas, informes y antecedentes, como así también solicitar certificados sobre hechos
concretos atinentes a las causas en que intervengan. Estos pedidos deberán ser evacuados por las
oficinas y entidades aludidas dentro del término de quince días. En las solicitudes, el profesional
hará constar su nombre, domicilio, carátula del juicio, juzgado y secretaría de actuación. Las
contestaciones serán entregadas personalmente al profesional, o bien remitidas a su domicilio,
según lo haya solicitado; no habiendo realizado ninguna solicitud en tal sentido, serán remitidas
al Juzgado de la causa.

Con la sola exhibición de la credencial profesional, el abogado o procurador podrá examinar y


compulsar actuaciones judiciales y administrativas, provinciales y municipales y registros
notariales. Cuando un funcionario o empleado de cualquier manera impidiera o trabare el
ejercicio de este derecho, el Colegio Departamental pertinente, a instancia del afectado, pondrá
el hecho en conocimiento del superior jerárquico de aquéllos, a los efectos que correspondan,
conforme a lo dispuesto en el artículo 56 y sin perjuicio de otras medidas a que hubiere lugar.

ARTÍCULO 58°: Son obligaciones de los abogados y procuradores:

1- Prestar su asistencia profesional como colaborador del Juez y al servicio de la justicia.


2- Patrocinar o representar a los declarados pobres en los casos que la ley determine y atender
el consultorio gratuito del Colegio en la forma que establezca el reglamento interno.
3- Aceptar los nombramientos que le hicieren los jueces o tribunales con arreglo a la ley, y las
misiones que le encomiende el Colegio, pudiendo excusarse solo por causas debidamente
fundadas.
4- Tener estudio dentro del Departamento Judicial en el que se encuentre matriculado, sin
perjuicio de su ejercicio profesional en otros Departamentos Judiciales.
5- Dar aviso al Colegio Departamental de todo cambio de domicilio, como así del cese o
reanudación del ejercicio profesional.
6- Guardar secreto profesional respecto de los hechos que ha conocido con motivo del asunto
que se le hubiere encomendado o consultado, con las salvedades establecidas por la Ley.

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7- No abandonar los juicios mientras dure el patrocinio.
8- Ajustarse a las disposiciones del artículo 73, cuando actuare en calidad de apoderado.

ARTÍCULO 59°: Aceptado el poder conferido, el abogado asume todas las responsabilidades
que las leyes imponen a los mandatarios, sujetándose a las reglas establecidas en el Código
Civil y Comercial sobre los contratos de esta clase. Estarán obligados a ejercer la
representación, hasta que hayan cesado legalmente en su cargo.

Las simples consultas se considerarán como locación de servicio.

ARTICULO 60°: Sin perjuicio de lo que disponen las leyes generales, está prohibido a los
abogados:

1- Patrocinar o asesorar a ambos litigantes en un juicio, simultáneamente o sucesivamente, o


aceptar la defensa de una parte, si ya hubiere asesorado a la otra.
2- Patrocinar y representar individual y simultáneamente a partes contrarias, los abogados
asociados entre sí.
3- Ejercer su profesión en un conflicto en cuya tramitación hubiere intervenido como
magistrado, funcionario judicial o administrativo.
4- Aceptar el patrocinio o representación en asuntos en que haya intervenido un colega, sin
dar previamente aviso a éste, excepto en casos de extrema urgencia y con cargo de
comunicárselo inmediatamente.
5- Sustituir a abogado o procurador en el apoderamiento o patrocinio de un litigante, cuando
ello provoque la separación de juez de la causa por algún motivo legal.
6- Procurarse clientela por medios incompatibles con la dignidad profesional.
7- Publicar avisos o realizar propaganda, por cualquier medio de difusión que pueda inducir a
engaño a los clientes u ofrecer servicios contrarios o violatorios de las leyes. La publicidad
profesional se habrá de limitar a su nombre, dirección del estudio, títulos científicos, horario de
atención al público, fuero, materia o asuntos a los que especialmente se dedique.
8- Requerir directamente o por terceras personas o intermediarios remunerados para obtener
asuntos.
9- Celebrar contratos de sociedad profesional con personas que no sean abogados o
procuradores.
10- Celebrar contrato de sociedad con quienes no posean título de abogado o procurador, o
integrar asociación o sociedad comercial que pueda tener por objeto exclusivo el ofrecimiento
de servicios jurídicos.
11- Constituir domicilio en oficinas públicas, excepto cuando se trate de funcionarios o
empleados públicos que litiguen en calidad de tales y específicamente con motivo de su función.

NOMBRAMIENTO DE OFICIO

ARTÍCULO 76°: Todo nombramiento judicial de oficio de partidores, tutores, curadores,


síndicos y, en general, cualquier designación que deba recaer en abogados, se hará entre los
inscriptos en las listas de nombramientos de oficio previstas en el artículo 12 de esta ley.

ARTÍCULO 77°: El abogado que al solicitar o ratificar su inscripción incurriera en falsedad o


inexactitud, respecto a las exigencias necesarias para la inclusión en la lista de nombramientos
de oficio, en cualquier momento que se pruebe, será eliminado de la misma y no podrá
integrarla hasta pasados cinco años.

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ARTÍCULO 78°: El cambio de domicilio real a otro Departamento Judicial o fuera de la
Provincia, hecho con posterioridad al nombramiento, deja sin efecto a éste, desde ese momento.

ARTÍCULO 79°: En cualquier tiempo los abogados de la matrícula podrán solicitar por escrito
en papel simple, al Consejo Directivo del Colegio de Abogados, la exclusión de uno o varios de
los componentes de las listas, ofreciendo la prueba de la existencia de causales que obstaculicen
al impugnado para el ejercicio de la profesión o para la inscripción en la lista de nombramientos
de oficio.

ARTÍCULO 80°: Presentada la denuncia en forma, la misma se sustanciará por el


procedimiento de las causas disciplinarias.

En el supuesto que el Tribunal de Disciplina considerase maliciosa la denuncia, podrá imponer a


su autor una multa equivalente a entre cinco (5) y veinte (20) jus.

ARTÍCULO 81°: Sin perjuicio de otras sanciones, si fuesen aplicables conforme al derecho
vigente, la exclusión resuelta por sentencia o por reconocimiento del interesado, inhabilitará a
éste por cinco años, para ser inscripto en las listas a que se refiere este título.

ARTÍCULO 82°: En todo tiempo la Suprema Corte de Justicia o las Cámaras de Apelaciones
podrán eliminar de las listas de nombramientos de oficio a los que se encuentren comprendidos
por las causas de inhabilidad previstas por la ley, por auto fundado, susceptible de reposición a
solicitud del interesado.

ARTÍCULO 83°: Todo nombramiento de oficio se hará por sorteo público en audiencia que
deberá ser notificada a las partes en juicio y al Colegio de Abogados Departamental,
señalándose a tal fin día y hora que serán anunciados en el tablero del Juzgado o Tribunal,
durante dos días por lo menos, bajo la pena de nulidad. Los Colegios por medio de sus
representantes y los profesionales individualmente podrán concurrir a la audiencia.

ARTÍCULO 85°: Efectuado el sorteo, la designación se comunicará al interesado dentro de los


cinco días en el domicilio constituido para la matrícula, y a los otros juzgados de la jurisdicción
para que sea eliminado de la lista.

El designado deberá aceptar el cargo, dentro de los tres días de serle notificado, transcurrido los
cuales, si no lo aceptare o lo renunciara sin justa causa a juicio del Juez o del Tribunal, será
excluido de la lista por dos años, a cuyo fin se comunicará a los Juzgados y Colegios. La
sustitución se hará por nuevo sorteo, siguiendo los trámites establecidos.

ARTÍCULO 86°: Se entenderá justa causa de excusación:

a) No ejercer la profesión en la localidad en que se verifique el nombramiento;


b) Enfermedad que impida el desempeño de la función para que fuere llamado;
c) Urgente necesidad de ausentarse;
d) Tener a su cargo dos o más defensas confiadas de oficio en materia criminal o el
patrocinio de dos o más declarados pobres.

ARTÍCULO 87°: Los abogados que aceptaren un nombramiento de oficio, no obstante deber
legalmente excusarse, o que aceptaren, a pesar de conocer que han sido designados en forma
ilegal, serán excluidos de la lista por dos años, contados desde la fecha de su designación, sin
perjuicio de los daños e intereses a que estén sujetos.

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La exclusión de la lista será tan sólo a los efectos de los nombramientos de oficio sin perjuicio
de las sanciones disciplinarias a que pudiera haber lugar.

ARTÍCULO 88°: Ningún abogado podrá ser sorteado por segunda vez, mientras la lista no
haya sido agotada; a medida que se vayan efectuando los sorteos, se eliminará de la lista al
abogado designado, hasta la terminación de aquella, después de lo cual se considerará
reproducida. Si ocurriere el caso subsistirá exclusivamente la primera designación.

ARTÍCULO 90°: Los nombramientos de administradores, liquidadores e interventores se harán


por sorteo de una lista especial de abogados y contadores, debiendo previamente el juez
determinar, conforme a la naturaleza del asunto, la lista de la que ha de hacerse el sorteo.

ARTÍCULO 91°: La infracción a lo dispuesto en los artículos anteriores respecto a los


nombramientos de oficio podrá constituir falta grave de los jueces encargados de su aplicación
a los efectos de la ley de enjuiciamiento de los magistrados, sin perjuicio de la responsabilidad
civil en que incurrieren hacia los interesados.

Honorarios profesionales:

Art 1º: Los honorarios de abogado y procuradores devengados en juicio, gestiones


administrativas, actuaciones extrajudiciales y tramites de mediación, deben considerarse como
remuneraciones por el trabajo personal del profesional, poseen carácter alimentario y se regirán
por las disposiciones de la presente ley, que es de orden público, en función de su necesaria
participación para el adecuado servicio de justicia, de aplicación exclusiva y excluyente en el
ámbito de la Provincia de Buenos Aires.

Art 2º: En defecto de contrato escrito, los honorarios que deban percibir los abogados y
procuradores por su labor profesional efectuado en juicio o en gestiones administrativas y por
prestaciones extrajudiciales o mediación, serán fijados en la forma que determine la presente
ley.
Será nulo todo pacto o convenio que tienda a reducir las proporciones establecidas en el arancel
fijado por esta ley, así como toda renuncia anticipada, total o parcial, de los honorarios. No
obstante, el profesional que hubiere renunciado celebrando el convenio, quedará sujeto a los
términos del mismo, en el caso, el Colegio de Abogados Departamental, tendrá acción para
reclamar del deudor de los honorarios la diferencia que resulte por aplicación de esta ley.

Art 3º: Los abogados y procuradores podrán acordar por contrato con sus clientes el monto de
sus honorarios por todas o algunas de las etapas do instancias del juicio, sin otra sujeción que a
otra ley.
El contrato será redactado en doble ejemplar, pudiendo celebrarse antes o después de iniciar el
juicio.
También se considerara valido el contrato ante confesión expresa, judicial o extrajudicial del
obligado al pago. En este último caso deberá estar debidamente inscripto en el registro de
instrumentos privados del colegio departamental.
Sin perjuicio de los honorarios acordados por sus clientes, los que se declaren a cargo de la parte
contraria corresponderán exclusivamente a los profesionales.
El contrato podrá ser presentado en el juicio por el profesional o por el cliente, en cualquier
momento en cuyo caso la regulación de honorarios deberá efectuarse con sujeción al mismo.
En los procesos previsionales y alimentarios, se podrá convenir honorarios hasta un 20% del
monto que perciba el beneficiario.

22
En las actuaciones judiciales y/o administrativas de índole laboral se podrá convenir honorarios
hasta un 20% del monto que perciba el beneficiario.
A pedido de parte interesada, el Colegio de abogados departamental registrará los convenios de
honorarios.

Art 4º: Los pactos de cuota litis no podrán exceder de una tercera parte del monto que perciba el
beneficiario del trabajo profesional, por todas sus instancias, cualquiera sea el resultado de la
litis y el número de acuerdos celebrados. De firmarse pactos con más de un profesional, los
honorarios se distribuirán de acuerdo a las etapas cumplidas y a lo dispuesto en el art. 16 de esta
ley.
Respecto de cuestiones patrimoniales en beneficio de un menor de edad o incapaz el profesional
podrá celebrar pacto de cuota litis con su representante legal.
Los pactos de cuota litis celebrados entre el profesional y sus clientes en los que el primero
participe del resultado aleatoria del litigio, tomando a su cargo los gastos correspondientes a la
actuación procesal, y asumiendo la obligación de responder por las costas causídicas, podrán
comprender hasta el 50% del resultado del juicio por todas sus instancias.

Artº5: Los contratos de honorarios deberán ajustarse a las pautas y porcentajes previstos en esta
ley.
Para el supuesto de pactarse honorarios que excedan los porcentuales contemplados en la ley,
serán reducidos a las escalas máximas.

Será nulo todo contrato sobre honorarios profesionales que:


A) No se celebre por abogados o procuradores inscriptos en la matricula al tiempo de convenirlo
B) Se realice en función que dure el asunto, excepto por la actuación extrajudicial del
profesional.

Art 6º: La revocación del poder o patrocinio no anulara el contrato sobre honorarios salvo que
ella hubiese sido motivada por culpa del abogado o procurador declarada judicialmente, en cuyo
caso aquel será regulado judicialmente, si correspondiere.
De existir pacto de cuota litis, la renuncia injustificada del profesional no lo eximirá de las
obligaciones que asumió respecto de las costas y gastos del proceso.

Art 7º: El profesional que hubiere celebrado contrato de honorarios y comenzado sus gestiones,
puede separarse del juicio en cualquier momento. En tal caso, quedara sin efecto el contrato y
sus honorarios se regularan judicialmente.

Art 8º: El profesional podrá solicitar regulación de sus honorarios de acuerdo al arancel en
cualquier estado del juicio. El pedido de percepción contra el cliente importará la resolución
“ipso iure” del contrato.

Art. 9: Instituyese con la denominación “Jus” la unidad de honorarios profesional, que


representa el 1,5% de la retribución que por todo concepto perciba el cargo de juez de primera
instancia en la provincia de Buenos Aires, con la sola excepción de la bonificación por
asignaciones familiares.

La SCJN suministrará mensualmente el valor resultante eliminando las fracciones decimales.

Art 10º: Los honorarios devengados o regulados son de propiedad exclusiva del profesional que
hubiere hecho los trámites pertinentes, quien podrá cederlos total o parcialmente, quedando a
cargo del cesionario el pago de los aportes previsionales correspondientes.

23
Por su carácter alimentario solo serán embargables hasta el 20% del monto a percibir.
Si la regulación no supera el salario mínimo vital y móvil los honorarios serán inembargables.

Art 11º: El abogado que intervenga en actuaciones judiciales realizadas en representación, o


patrocinio de ascendientes, descendientes, consanguíneos, a fines, hermanos, cónyuges, pareja
unida convivencialmente, cuyos honorarios fueren exclusivamente a cargo de aquellos, podrá
solicitar que no les sean regulados y, en este caso, el pedido se considerará renuncia definitiva a
la regulación y cobro de los honorarios respectivos.

Art 12º: El abogado en causa propia podrá percibir sus honorarios y gastos cuando la
contraparte hubiere sido condenada en costas.

Art 13º: Cuando en un juicio intervenga más de un abogado por una sola parte se considerará a
los efectos arancelarios, como un único patrocinio o representación y se regularan honorarios
individualmente en proporción a la tarea cumplida por cada uno.

Art 15º: Toda regulación de honorarios deberá ser fundada y cumplimentar, bajo pena de
nulidad, los siguientes recaudos:
A) Indicar el monto del juicio, cuando existiere;
B) Referenciar los antecedentes del proceso;
C) Precisar las pautas del artículo 16 que se han tenido en cuenta y detallar cada una de las
tareas realizadas por el profesional.
D) El monto deberá estar expresado en la unidad arancelaria “Jus”, al momento de hacerse
efectivo el pago.

Art 16º: Para regular honorarios se tendrá en cuenta:


A) El monto del asunto
B) El valor, merito y calidad jurídica de la labor desarrollada.
C) La complejidad y novedad de la cuestión planteada.
E) El resultado obtenido
F) La transcendencia de la resolución a la que se llegare, para casos futuros.
H) La transcendencia económica y moral que para el interesado revista la cuestión en debate.
I) La posición económica y social de las partes
J) El tiempo empleado en la solución del litigio, siempre que la tardanza no fuera imputable al
profesional.

Art 19º: Cada vez que el profesional reciba en forma directa dinero u otros bienes, que deban ser
imputados a honorarios, o cualquier otro concepto, por parte de su cliente deberá extender
recibo de acuerdo a las formalidades exigidas por los organismos de recaudación tributaria.

Art 21: En todos los procesos susceptibles de apreciación pecuniaria, por las actuaciones de
primera instancia o en tribunales colegiados de instancia única, hasta la sentencia, los
honorarios del abogado serán fijados entre el 10 y el 25% de su monto.
Cuando haya litisconsorcio la regulación se hará con relación al interés de cada litisconsorte.
Las regulaciones no superaran en total, el 40% que resulte de la aplicación de la escala
arancelaria indicada en este articulo.
En los procesos de jurisdicción voluntaria, a los fines de la regulación, se considera que hay una
solo parte.

24
25
Art 31: Por las actuaciones correspondientes a la segunda instancia del 25 al 35%; y por las
ulteriores instancias incluidos los recursos extraordinarios, se regulan por cada una de ellas del
30 al 40% de la escala aplicable al proceso que se trate.

Si la sentencia recurrida fuera revocada o modificada parcialmente, el tribunal de alzada deberá


adecuar de oficio las regulaciones por los trabajos de primera instancia, teniendo en cuenta el
nuevo resultado del pleito, y regulara seguidamente los honorarios que corresponda por las
tareas cumplidas en la alzada, aunque no hubiese mediado apelación de la regulación por parte
del profesional beneficiario.

Si la sentencia recurrida fuera revocada en todas sus partes a favor del recurrente los honorarios
de sus profesionales por los trabajos en esta instancia, se fijaran en el 40% de los
correspondientes a primera instancia. Para regular los honorarios de los letrados de la parte
vencida será de aplicación lo dispuesto por el segundo párrafo del art 26.

En los recursos de queja promovidos en la instancia ordinaria se fijará un mínimo de 5 jus; y en


los recursos promovidos ante instancias ulteriores el honorario mínimo será de 10 jus.

Normas de ética profesional:

Artículo 1º - Esencia del deber profesional. Conducta del abogado.

El abogado debe tener presente que es un servidor de la justicia y un colaborador de su


administración; que su conducta ha de estar caracterizada por la probidad y la lealtad, y por el
desempeño con dignidad de su ministerio; y que la esencia de su deber profesional es
consagrarse enteramente a los intereses de su cliente, y poner en la defensa de los derechos del
mismo su celo, saber y habilidad, siempre con estricta sujeción a las normas morales.
La conducta profesional supone, a la vez, buen concepto público de la vida privada del abogado.

Artículo 2º - Defensa del honor profesional.

El abogado debe mantener el honor y la dignidad profesional. No solamente es un derecho, sino


un deber, combatir por todos los medios lícitos, la conducta moralmente censurable de jueces y
colegas y denunciarla a las autoridades competentes o a los Colegios de Abogados.

Artículo 3º - Independencia

El abogado debe guardar celosamente su independencia frente a los clientes, los poderes
públicos, los magistrados y demás autoridades ante las cuales ejerza habitualmente; y en el
cumplimiento de su cometido profesional, debe actuar con independencia de toda situación de
interés que no sea coincidente con el interés de la justicia y con el de la libre defensa de su
cliente; si así no pudiera conducirse debe rehusar su intervención.

Artículo 4º - Desinterés

El espíritu de lucro es extraño fundamentalmente a la actividad de la abogacía.


El abogado, aunque debe defender su derecho a la digna retribución de su trabajo, debe tener
presente que el provecho es sólo un accesorio del fin esencial de la profesión y no puede
constituir decorosamente el móvil determinante de su ejercicio.

26
Artículo 5º - Respeto a la ley

Es deber primordial del abogado respetar y hacer respetar la ley y las autoridades legítimas.

Artículo 7º - Abusos de procedimiento. Perjuicios innecesarios.

El abogado debe abstenerse del empleo de recursos o medios que, aunque legales, importen una
violación a las presentes normas y sean perjudiciales al normal desarrollo del procedimiento.

Artículo 11º - Secreto profesional. Su extensión y alcance.

El abogado debe guardar rigurosamente el secreto profesional.


I) La obligación de la reserva comprende las confidencias recibidas del cliente, las recibidas del
adversario, las de los colegas, las que resulten de entrevistas para conciliar o realizar una
transacción, y las hechas por terceros al abogado en razón de su ministerio. En la misma
situación se encuentran los documentos confidenciales o íntimos entregados al abogado.
II) La obligación de guardar secreto es absoluta. El abogado no debe admitir que se le exima de
ella por ninguna autoridad o persona, ni por los mismos confidentes. Ella da al abogado el
derecho ante los jueces, de oponer el secreto profesional y de negarse a contestar las preguntas
que lo expongan a violarlo.
III) Ningún asunto relativo a un secreto que se le confíe con motivo de su profesión, puede ser
aceptado por el abogado sin consentimiento previo del confidente.

Artículo 12º - Extinción de la obligación de guardar secreto profesional.

I) La obligación del secreto profesional cede a las necesidades de la defensa personal del
abogado, cuando es objeto de acusaciones por su cliente. Puede, entonces, revelar tan sólo lo
que sea indispensable para su defensa y exhibir los documentos que aquél le haya confiado.
II) Cuando un cliente comunica a su abogado la intención de cometer un delito, la reserva de la
confidencia queda librada a la conciencia del abogado, quien, en extremo ineludible, agotados
otros medios, puede hacer las revelaciones necesarias para prevenir el acto delictuoso o proteger
a las personas en peligro.

Artículo 15º - Incompatibilidades

I) El abogado debe respetar las disposiciones legales que establecen las incompatibilidades de la
profesión, absteniéndose de ejercerla cuando se encuentre en algunos de los casos previstos.
II) Debe evitar, en lo posible, la acumulación al ejercicio de la profesión, de cargos o tareas
susceptibles de comprometer su independencia, insumirle demasiado tiempo o resultar
inconciliable con el espíritu de la abogacía, tales como el ejercicio del comercio o la industria,
las funciones públicas absorbentes y los empleos en dependencia que no requieran título de
abogado.
III) Es recomendable que el abogado evite, en lo posible, los mandatos sin afinidad con la
profesión, los depósitos de fondos y administraciones, y en general las gestiones que puedan dar
lugar a acciones de responsabilidad y rendición de cuentas.
IV) El abogado legislador o político, debe caracterizarse por una cautela especial,
preocupándose en todo momento de evitar que cualquier actitud o expresión suya pueda ser
interpretada como tendiente a aprovechar su influencia política o su situación excepcional. No
aceptará designaciones de oficio que no se hagan por sorteo.

27
Artículo 16º

El abogado no debe procurarse clientela por medios incompatibles con la dignidad profesional
ni recurrir directamente o por terceras personas o intermediarios remunerados, para obtener
asuntos. Tampoco debe celebrar contratos de sociedad profesional con personas que no sean
abogados o procuradores

Artículo 17º - Estudio. Decoro en la atención de la clientela

Debe estimarse que el Estudio es indispensable para la debida actuación del abogado en el
ejercicio de su profesión.
I) El abogado debe cumplir la obligación de tener Estudio, manteniendo dentro de la
jurisdicción departamental una oficina digna de la calificación de tal. En ella debe concentrar la
atención personal y predominante de sus asuntos y de los clientes, de modo que sirva para
determinar el asiento principal de su actividad profesional. El mismo Estudio puede serlo de dos
o más abogados, siempre que estén asociados o compartan la actividad profesional, lo que se
hará saber al respectivo Colegio.
II) El abogado que teniendo el asiento principal de su profesión fuera de la Provincia, actúe en
ésta y no establezca y atienda el Estudio en las condiciones expresadas, debe fijarlo a los efectos
de la ley y de la presente disposición en el Estudio de otro abogado, vinculado a su actividad en
la Provincia, lo que se hará saber al respectivo Colegio. El abogado vinculado contrae la
obligación de atender en su Estudio los asuntos y los clientes del otro abogado.
III) Cuando el abogado interviene accidentalmente en otro Departamento, debe constituir
domicilio y atender a sus clientes en Estudio de colegas de la jurisdicción, que solicitará le sea
facilitado a ese objeto en la medida más discreta posible.
IV) Sólo en casos justificados, puede el abogado atender consultas y entrevistar a los clientes
fuera de su Estudio o del de otro colega. Afecta al decoro del abogado hacerlo en lugares
públicos o concurridos, inadecuados a tal objeto.
V) El abogado no deberá dar su nombre para denominar un Estudio sin estar vinculado al
mismo.

Artículo 19º - Estilo

En sus expresiones verbales o escritas, el abogado debe usar la moderación y energía adecuadas,
tratando de decir nada más que lo necesario al patrocinio que se le ha confiado. En la crítica del
fallo o de los actos de un magistrado, y en las contestaciones y réplicas dirigidas al colega
adversario, debe mantener el máximo respeto, absteniéndose de toda expresión violenta o
agraviante. Debe tratar a los litigantes, testigos y peritos del juicio con la consideración debida.
La severidad en el trato que puedan imponer las exigencias de la defensa, no autoriza ninguna
vejación inútil o violencia impropia. El cliente no tiene derecho a pedir a su abogado que falte a
la parte contraria o que incurra en personalismos ofensivos.

Artículo 20º - Puntualidad

Es deber del abogado ser puntual con los tribunales y sus colegas, con los clientes y con las
partes contrarias, y ser preciso y directo en todo cuanto se expida.

28
Artículo 21º - Respeto y apoyo a la magistratura. Acusación de magistrados y funcionarios

Es deber de los abogados guardar a los magistrados el respeto y la consideración que


corresponden a su función social.
No siendo los jueces enteramente libres para defenderse, tienen derecho a esperar la ayuda del
foro contra las críticas injustas. Frente a motivos fundados de serias quejas contra un
magistrado, es derecho y deber de los abogados presentar la denuncia o acusación ante las
autoridades o ante sus Colegios. En tales casos, los abogados que los formulen deben ser
apoyados por sus colegas.
La presente norma se hace extensiva a todo funcionario ante quien deban actuar los abogados en
el ejercicio de su profesión.
Artículo 23º - Influencias personales sobre el juzgador. Comunicación privada con el juez.

El abogado no debe ejercer influencia sobre el juzgador, apelando a vinculaciones políticas, de


amistad o de otra índole, o recurriendo a cualquier otro medio que no sea el de convencer con
razonamiento.
Las atenciones excesivas con los jueces y familiaridades no usuales, deben ser prudentemente
evitadas por los abogados cuando, aun motivadas por relaciones personales, puedan suscitar
falsas o equivocadas interpretaciones de sus motivos.
El abogado debe abstenerse de comunicarse o discutir en privado con los jueces, respecto del
mérito de las causas sometidas a su decisión, salvo casos de justificada urgencia. Puede hacerlo
en el despacho de los magistrados, fuera de la actuación ordinaria de las causas, para urgir
pronunciamientos o reforzar oralmente sus argumentaciones. Pero en ninguna de ambas
hipótesis es admisible que en ausencia del abogado contrario, se aduzcan motivos y
consideraciones distintos de los que constan en autos.
Artículo 25º - Obligaciones para con el cliente

El abogado debe realizar plenamente la gestión y defensa de los intereses de su cliente. Ningún
temor a la antipatía del juzgador ni a la impopularidad, ha de detenerle en el desempeño de su
deber. El cliente tiene derecho a los beneficios de todos los recursos y defensas autorizados por
la ley, y debe esperar de su abogado que apele a todos esos recursos y defensas.
Artículo 28º - Aclaraciones al cliente. Conflicto de intereses

Es deber del abogado enterar al cliente de todas las circunstancias que puedan influir sobre él,
respecto de la elección de abogado.
Es contrario a la profesión representar intereses opuestos, excepto mediando consentimiento
unánime prestado, después de completa aclaración de los hechos. Dentro del sentido de esta
regla, existen intereses encontrados cuando se debe simultáneamente defender e impugnar una
misma medida.

Artículo 29º - Renuncia al patrocinio

Una vez aceptado el patrocinio de un asunto, el abogado no podrá renunciarlo sino por causa
justificada sobreviniente o anterior recién conocida, especialmente que afecte su honor, dignidad
o conciencia o implique incumplimiento de las obligaciones morales o materiales del cliente
hacia el abogado, o haga necesaria la intervención exclusiva de profesional especializado. Pero,
aun en este caso, debe cuidar que su alejamiento no sea intempestivo y perjudicial al cliente, y
en todos los casos, reservar las causas que lo hayan determinado a alejarse, cuando la revelación
pueda perjudicar al cliente.

29
Artículo 33º - Honorarios y anticipos. Controversias acerca de los honorarios.

El abogado debe ajustar la fijación y cobro de sus honorarios a las reglas de la ley.
Puede solicitar del cliente entregas a cuenta de honorarios o gastos, siempre que observe la
moderación adecuada a su ministerio.
Debe evitar los apremios y toda controversia con el cliente acerca de los honorarios, hasta
donde sea compatible con su dignidad y con el derecho a recibir justa retribución. Sólo debe
recurrir a la demanda contra su cliente para impedir la injusticia, la injustificada demora o el
fraude, y en tal caso se aconseja al abogado se haga representar o patrocinar por un colega.

Artículo 36º - Fraternidad entre los abogados. Deberes entre sí.

Entre los abogados debe haber fraternidad que enaltezca la profesión, y cada uno de ellos hacer
cuanto esté a su alcance para procurarla.
I) Los sentimientos hostiles que puedan existir entre los clientes, no deben influir en la conducta
y disposición de los abogados entre sí. Deben evitar los personalismos, respetar la dignidad del
colega y hacer que se la respete debidamente, impidiendo toda maledicencia del cliente hacia su
anterior abogado o hacia el patrocinante de su adversario.
II) La confianza, la lealtad y la hidalguía deben constituir la disposición habitual del abogado
hacia sus colegas, a quienes facilitará la solución de impedimentos momentáneos que no les
sean imputables, como ausencia, duelo, enfermedad u otros semejantes. Ningún apremio del
cliente debe autorizarlo a apartarse de las normas.
III) Los esfuerzos directos o indirectos, para apoderarse de los asuntos de otros abogados o
captarse clientes, son indignos de quienes se deben lealtad en el foro, pero es deber profesional
dar consejos adecuados a quienes buscan ayuda contra abogados infieles o negligentes. Es
recomendable, como norma general, informar previamente al colega imputado.
IV) Todos los abogados intervinientes deben considerarse con idéntico interés solidario en el
más rápido y económico desarrollo del proceso. Les alcanza el deber de no demorar el
cumplimiento de diligencias decretadas durante el litigio. Incurre en desconsideración para con
sus colegas el abogado que, pese a solicitación de otro profesional, espere las notificaciones o
intimaciones respectivas sin explicar las causas que justifiquen su demora.

Artículo 37º - Ayuda a los abogados jóvenes

Los abogados jóvenes han de utilizar en los primeros tiempos del ejercicio de la profesión,
como convenientes y en algunas circunstancias como necesarias, el consejo y la guía de
abogados antiguos de su Colegio, quienes deben prestar esta ayuda desinteresadamente y del
modo más amplio y eficaz. La omisión en reclamarlo por parte del abogado nuevo, será
estimada al considerarse las transgresiones en que incurra. Asimismo, la negación del auxilio en
la medida en que deba esperarse lo preste el abogado requerido, constituirá falta susceptible de
sanción disciplinaria.

Artículo 39º - Trato con la contraparte y testigos

El abogado no debe tener trato directo ni indirecto con la contraparte. Únicamente por
intermedio de su abogado deben ser gestionados convenios y transacciones.
Cuando el adversario no tenga patrocinante, esté iniciado o no el pleito, y el asunto requiera
razonablemente asesoramiento, el abogado debe exigirle dé intervención a otro abogado para
tratar convenios o transacciones.

30
El abogado puede entrevistar libremente a los testigos de una causa civil o penal en la que
intervenga, pero no debe inducirlos por medio alguno a que se aparten de la verdad.

Artículo 40º - Sustitución en el patrocinio

El abogado debe dar aviso al colega que haya intervenido en un asunto, antes de aceptar el
patrocinio o representación de la misma parte. El aviso previo no es necesario cuando el anterior
colega ha renunciado expresamente al patrocinio o mandato. Sin embargo, es recomendable que
el nuevo abogado haga saber al anterior su intervención en el asunto.

Artículo 42º - Aplicación e interpretación de estas normas. Alcance y cumplimiento.

Las Normas de Ética se aplican a todo el ejercicio de la abogacía. Los abogados inscriptos en
los Colegios departamentales de la Provincia quedan obligados a su fiel cumplimiento.

Artículo 43º - Regla general de interpretación

Los deberes particulares señalados no importan la negación o exclusión de otras reglas que, sin
estar especificadas, derivan imperativamente de las condiciones esenciales del ejercicio de la
abogacía.

Modulo I. Bolilla IV.

Acceso a la justicia es una expresión que puede tener variados significados. Sea el que elijamos,
lo cierto es que se trata de un derecho de todos los habitantes de la Nación y, en verdad, un
medio de fortalecimiento de la administración de Justicia y de la democracia como sistema de
gobierno.

Desde la propia Constitución Nacional encontramos preceptos que apuntan a este objetivo. El
Preámbulo se refiere, puntualmente, a "afianzar la justicia"; el art. 14, entre los derechos
concedidos a todos los habitantes de la Nación, menciona al de "peticionar a las autoridades"; y
el art. 18 establece ciertas garantías que no se extienden solamente a las cuestiones referidas al
debido proceso sustantivo, sino que se despliegan hacia las cárceles y la vida de los reos
detenidos en ellas.

A los fines de poder gozar de estas potestades, es necesario que, desde el propio Estado se
adopten políticas y acciones tendientes a facilitar el acceso a la justicia desde todos los ángulos
posibles.

Defensor oficial: Ley de Ministerio Publico Nº14442

ARTÍCULO 30.- Deberes y atribuciones del Defensor del Tribunal de Casación. Corresponde
al Defensor del Tribunal de Casación:

1. Organizar el funcionamiento de la dependencia a su cargo y proponer al Defensor


General de la Provincia los funcionarios auxiliares y empleados necesarios para
desarrollar su labor.

2. Continuar la defensa oficial actuando ante el Tribunal de Casación e interponer los


recursos que correspondan cuando lo estime conveniente y necesario. En los restantes
casos los interpondrá el Defensor Oficial, de acuerdo a sus funciones.

3. Dictar instrucciones generales relacionadas con su cometido específico.

31
4. Ejercer la potestad disciplinaria correctiva interna, según la reglamentación que dicte el
Defensor General.

ARTÍCULO 31.- Los Defensores Adjuntos ante el Tribunal de Casación, actuarán en la


Sala respectiva, con las facultades previstas en el artículo 30. Propondrán la designación de su
personal letrado y administrativo.

ARTÍCULO 32.- Corresponde al Defensor Departamental:

1. Ejercer la superintendencia del Ministerio Público de la Defensa, según delegación del


Defensor General de la Provincia.

2. Ejecutar la política general del servicio de Defensa para su departamento, realizando


todas las acciones conducentes para una eficaz prestación del mismo y la protección
integral del derecho de defensa.

3. Ejercer la dirección funcional y técnica de la Defensa Oficial en su departamento.

4. Organizar el funcionamiento del Ministerio de la Defensa y proponer al Defensor


General de la Provincia, los funcionarios auxiliares y empleados necesarios para
desarrollar su tarea.

5. Proponer al Defensor General de la Provincia, los Defensores Oficiales de su


Departamento Judicial, a quienes aquél asignará funciones de Adjunto de Defensor
Departamental.

6. Coordinar la labor de los Defensores Oficiales, Asesores de Incapaces, funcionarios


auxiliares y empleados, pudiendo a tal efecto organizar la asignación de causas,
mediante criterios equitativos de distribución; establecer guardias temporales y zonales
y convocarlos periódicamente a fin de elaborar líneas de acción que tiendan al
mejoramiento de cada área.

7. Designar a uno o más integrantes del Ministerio de la Defensa Oficial para que actúen
en un asunto determinado o en varios de ellos, con o sin desafectación de su tarea
habitual, reemplazarlos entre sí, formar equipos que trabajen conjuntamente o abocarlos
a un caso específico, procurando respetar el principio de unidad de la defensa.

8. Elevar periódicamente al Defensor General un informe estadístico de la labor de la


Defensa Pública.

9. Dictaminar en las cuestiones que corresponda resolver a la Cámara con


superintendencia delegada o no, y coordinar con ésta las cuestiones que interesen a los
locales y edificios ocupados por el Ministerio Público de la Defensa.

10. Supervisar el desempeño de los integrantes de la Defensa Pública de conformidad a las


leyes y reglamentos vigentes.

11. Ejercer la potestad disciplinaria correctiva interna, y sobre los órganos de la Defensa
Oficial y la Asesoría de Incapaces, según la reglamentación que dicte el Defensor
General de la Provincia de Buenos Aires

ARTÍCULO 33.- Deberes y atribuciones del Defensor Oficial. Corresponde al Defensor

32
Oficial:

1. Asesorar, representar y defender gratuitamente a las personas que carezcan de recursos


suficientes para hacer valer sus derechos en juicio, garantizando el acceso a la justicia.
Estará a su cargo la gestión necesaria para obtener el beneficio de litigar sin gastos y la
carta poder en la forma prescripta legalmente.

2. En los fueros criminal, correccional y de faltas, intervenir en cualquier estado del


proceso en defensa del imputado que carezca de defensor particular, según lo prescripto
legalmente. Representar a las personas ausentes citadas a juicio.

3. Impartir instrucciones generales y particulares.

4. Intentar acuerdos en su despacho cuando lo estime pertinente, a cuyo fin están


facultados para citar a las partes, celebrar acuerdos judiciales o extrajudiciales tramitar
homologaciones, resguardando el derecho de defensa.

5. Concurrir diariamente a su despacho.

6. En los fueros criminal y correccional representar a los imputados como particulares


damnificados en los que ellos sean denunciantes de delitos cometidos en su contra
durante el procedimiento penal.

7. Entrevistar periódicamente a sus asistidos en los lugares de detención.

ARTÍCULO 34.- Secreto profesional y deber de reserva. Se garantiza la comunicación


reservada entre el Defensor y el asistido o representado, evitando conflictos de interés.

Todos los miembros de la Defensa Pública deben guardar deber de reserva. Los Defensores y
Asesores Letrados están alcanzados por el secreto profesional.

ARTÍCULO 35.- Normas y deberes en la defensa. El Defensor debe tomar en consideración la


versión de los hechos de su defendido, debiendo buscar la solución del caso que resulte
técnicamente más beneficiosa para su asistido o representado. No puede obligar al asistido a la
elección de alternativas o procedimientos que deban depender de un acto libre de voluntad de
éste.

En el caso de la defensa penal debe controlar todo el proceso la investigación penal preparatoria
debiendo mantenerse siempre informado y realizar los requerimientos que correspondan.
Investigará de manera independiente, en caso de ser necesario, recolectando elementos de
convicción para la defensa.

ARTÍCULO 36.- Fueros de actuación de los Defensores Oficiales. Sin perjuicio de la


asignación específica a los fueros Civil y Comercial y de Familia o Criminal o Correccional que
determine la Ley, el Defensor General de la Provincia, cuando fundadas razones de urgencia o
de mejor servicio lo indiquen, podrá disponer, que en forma transitoria, los Defensores Oficiales
se desempeñen en forma exclusiva o indistintamente con relación a uno o más de tales fueros.

ARTÍCULO 37.- Principios de actuación del Ministerio Público de la Defensa. Los integrantes
del Ministerio Público de la Defensa de la Provincia de Buenos Aires ejercerán sus funciones
con arreglo a los siguientes principios:

33
1. Interés predominante de las personas defendidas

2. Autonomía funcional.

3. Probidad.

4. Actuación estratégica.

5. Transparencia.

6. Flexibilidad

7. Acceso a la Justicia.

8. Especialización y trabajo en equipo.

9. Responsabilidad diferenciada.

10. Calidad de atención.

Consultorio Jurídico gratuito del Colegio de Abogados

ARTICULO 19°: Los Colegios de Abogados Departamentales, tendrán las siguientes


funciones:

2- La defensa y asistencia jurídica de las personas que carezcan de recursos.

ARTÍCULO 22°: Cada Colegio Departamental establecerá en su sede un consultorio jurídico


gratuito para personas carentes de recursos y asegurará la asistencia gratuita en las localidades
del respectivo departamento que por el número de habitantes y su importancia así lo justifiquen,
de acuerdo con el reglamento que al efecto se dicte. La consultoría y asistencia jurídica gratuita
son carga pública.

ARTICULO 23°: En el consultorio jurídico gratuito, así como en la asistencia de los carentes
de recursos ante los tribunales, podrá admitirse como practicantes a los estudiantes de derecho
que lo soliciten en el número, modo y condiciones que establezca el Consejo Directivo de cada
Colegio Departamental. No obstante lo expresado, en todos los casos, los practicantes serán
conducidos por un matriculado que será el responsable directo de su actuación.

BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS.

El beneficio de litigar sin gastos ha sido establecido a favor de quienes, por insuficiencia de
medios económicos, no se encuentran en condiciones de afrontar el pago que necesariamente
implica la sustanciación de un proceso, otorgándosele los medios para sortear ese obstáculo y
asegurar propósitos de raigambre constitucional que garanticen la defensa en juicio y el
mantenimiento de la igualdad de las partes en el proceso (CSJN, "Lardel c. Provincia de Buenos
Aires", 17/3/98) y encuentra su último fundamento en el deber del Estado de remediar la posible
desigualdad que se crearía ante la eventualidad de que una de las partes carezca de bienes
suficientes para solventar su actuación judicial en defensa de sus derechos.

La tasa de justicia en el orden nacional es del tres por ciento del monto por el que se promueve
la demanda y habida cuenta que dichas sumas no necesariamente guardan relación directa con el

34
estado económico de quien las reclama, puede ocurrir que esa tasa resulte impagable por parte
de aquel que quiere litigar al exceder su capacidad de disposición de dinero.

Eso nos pone frente a una situación donde pareciera que sólo quienes cuentan con fondos
suficientes, son los que tendrán libre acceso a la Justicia, en tanto quienes se hallen en situación
de pobreza no podrán hacerlo, lo que resultaría violatorio de expresas garantías como las de
igualdad ante la ley y la debida defensa en juicio previstas en los artículos 16 y 18 de nuestra
Constitución Nacional.

Se trata de un proceso judicial de carácter rápido, se le aplica la vía del incidente y en el que
además se establece que cumplidos diversos requisitos que deben acreditarse junto con la
solicitud para constatar su "verosimilitud", se suspende, en forma provisoria, la obligatoriedad
del pago de la tasa de justicia sin necesidad de esperar a que se dicte sentencia.

El beneficio de litigar sin gastos otorga la posibilidad de litigar sin asumir el riesgo de pagar
tasa de justicia pero también exime al beneficiario del pago de la deuda que pueda surgir en
concepto de honorarios generados por el proceso en caso de rechazo de la demanda.

En el fuero laboral, el artículo 20º de la Ley de Contrato de trabajo dispone que:


Art. 20. —Gratuidad.
El trabajador o sus derecho-habientes gozarán del beneficio de la gratuidad en los
procedimientos judiciales o administrativos derivados de la aplicación de esta ley, estatutos
profesionales o convenciones colectivas de trabajo.
Sin perjuicio de ello, ya que la ley de procedimiento laboral 18.345 (modif. Ley 24.634) no
contiene normas específicas que regulen la cuestión atinente al beneficio de litigar sin gastos
para juicios laborales, son aplicables los artículos del CPCCBA.
Con el beneficio de litigar sin gastos, el trabajador procura exonerarse integralmente del pago
de costas en los juicios laborales, incluso respecto de los honorarios profesionales.

ARTÍCULO 78°: Procedencia. Los que carecieren de recursos podrán solicitar antes de
presentar la demanda o en cualquier estado del proceso, la concesión del beneficio de litigar sin
gastos

ARTÍCULO 79°: Requisitos de la solicitud. La solicitud contendrá:

1°) La mención de los hechos en que se fundare, de la necesidad de reclamar o defender


judicialmente derechos propios o del cónyuge o de hijos menores, así como la indicación del
proceso que se ha de iniciar o en el que se deba intervenir.

2°) (Texto según Ley 13911) El ofrecimiento de la prueba tendiente a demostrar la


imposibilidad de obtener recursos. Deberán acompañarse los interrogatorios para los testigos,
que no podrán ser menos de tres. El juez podrá conceder el beneficio, con el testimonio de dos
testigos, cuando ésta no sea la única prueba producida en el expediente y el monto o la
complejidad de la causa así lo aconseje.

ARTÍCULO 80°: Prueba. El juez ordenará sin más trámite las diligencias necesarias para que
la prueba ofrecida se produzca a la mayor brevedad y citará al litigante contrario o que haya de
serlo, quien podrá fiscalizarla.

ARTÍCULO 81°: Vista y resolución. Producida la prueba, se dará vista por cinco días comunes
al peticionario y a la otra parte. Acto seguido el Juez pronunciará resolución acordando el

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beneficio total o parcialmente o denegándolo. En el primer caso, la resolución será apelable en
efecto devolutivo.
No obstará a la concesión del beneficio la circunstancia de tener el peticionario lo indispensable
para procurarse su subsistencia cualquiera fuere el origen de sus recursos.

ARTÍCULO 82°: Carácter de la resolución. La resolución que denegare o acordare el beneficio


no causará estado.
Si fuere denegatoria, el interesado podrá ofrecer otras pruebas y solicitar una nueva resolución.
La que lo concediere podrá ser dejada sin efecto a requerimiento de parte interesada cuando se
demostrare que la persona a cuyo favor se dictó no tiene ya derecho al beneficio.
La impugnación se substanciará por el trámite de los incidentes.

ARTÍCULO 83°: Beneficio provisional. Hasta que se dicte resolución la solicitud de


presentaciones de ambas partes estarán exentas del pago de impuestos y sellados de actuación.
Esos serán satisfechos, así como las costas, en caso de denegación.
El trámite para obtener el beneficio no suspenderá el procedimiento, salvo que se pidiere en el
escrito de demanda.

ARTÍCULO 84°: Alcance. El que obtuviere el beneficio estará exento total o parcialmente, del
pago de las costas o gastos judiciales hasta que mejore de fortuna; si venciere en el pleito,
deberá pagar las causadas en su defensa hasta la concurrencia máxima de la tercera parte de los
valores que reciba.

ARTÍCULO 85°: Defensa del beneficiario. La representación y defensa del beneficiario será
asumida por el Defensor oficial salvo que aquél deseare hacerse patrocinar o representar por
abogado o procurador de la matricula. En este último caso, cualquiera sea el monto del asunto,
el mandato que confiera podrá hacerse por acta labrada ante el secretario.

Los profesionales podrán exigir el pago de sus honorarios al adversario condenado en costas y a
su cliente, en el caso y con la limitación señalada en el artículo 84°.

ARTÍCULO 86°: Extensión a otro juicio. A pedido del interesado el beneficio podrá hacerse
extensivo para litigar con otra persona, con citación de ésta y por el mismo procedimiento.

Modulo II. Unidad 1.

Derecho procesal amplio y estricto

Toda norma jurídica, desde el punto de vista formal, reconoce su fundamento de validez en la
circunstancia de haber sido creada por el órgano y de conformidad con el método específico
prescripto por una norma jerárquicamente superior. En ese orden de ideas la Constitución, que
se halla ubicada en el grado superior del ordenamiento jurídico, designa cuáles son los órganos
habilitados para crear normas generales y determina, asimismo, el procedimiento o
procedimientos que esos órganos deben observar a tal fin.

El derecho procesal puede ser definido como aquella rama de la ciencia jurídica que se refiere al
proceso en sentido amplio, entendiendo por tal a la actividad desplegada por los órganos del
Estado en la creación y aplicación de normas jurídicas generales o individuales. Ese derecho
procesal en sentido amplio sería susceptible de dividirse en: derecho procesal constitucional,
derecho procesal legislativo, derecho procesal administrativo y derecho procesal judicial.

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Sólo este último, sin embargo, reviste suficiente autonomía como para ser objeto de una
disciplina independiente con relación a los diversos sectores en que se divide el llamado
derecho material.

La disciplina que tradicionalmente se conoce como derecho procesal, estudia por un lado el
conjunto de actividades que tienen lugar cuando se somete a la decisión de un órgano judicial o
arbitral la solución de cierta categoría de conflictos jurídicos suscitados entre dos o más
personas (partes), o cuando se requiere la intervención de un órgano judicial para que
constituya, integre o acuerde eficacia a determinada relación o situación jurídica.
Es éste, sin duda, el sector más importante del derecho procesal, y dentro del cual, como se verá
oportunamente, corresponde ubicar la idea de proceso en sentido estricto.
También forma parte del derecho procesal, aunque a título secundario, el estudio de numerosas
actividades vinculadas con la organización y funcionamiento interno de los órganos judiciales,
cuyo objeto consiste en facilitar el desarrollo de las actividades precedentemente mencionadas.
Dentro de este sector se encuentran comprendidas las diversas funciones de orden
administrativo y reglamentario conferidas a los tribunales de justicia (designación, remoción,
etc., de funcionarios y empleados; expedición de reglamentos, etc.).

CONTENIDO DEL DERECHO PROCESAL

Muchas son las materias que, no obstante interesar al derecho procesal, pertenecen también a
otros sectores del conocimiento jurídico. Son notorias, por ejemplo, las interferencias de aquél
con el derecho constitucional (sistemas de designación de los jueces, delimitación de la
competencia federal, etc.) y con el derecho administrativo (nombramiento, situación, remoción,
etc., de los funcionarios y empleados judiciales).
Asimismo, es fácil advertir la existencia de zonas comunes entre el derecho procesal y el
derecho material, como son, entre otras, las referentes a las clases de acciones, a las pruebas y a
la cosa juzgada.

En general, existe acuerdo doctrinario en asignar al derecho procesal el estudio de las siguientes
materias:
I) Jurisdicción y competencia de los órganos judiciales, y régimen jurídico a que se hallan
sometidos los integrantes de estos últimos (facultades, deberes, etc., de los jueces y de sus
auxiliares). Desde el mismo punto de vista orgánico, también forma parte del derecho procesal
lo concerniente a la capacidad, designación y recusación de los árbitros y amigables
componedores.
2) Régimen jurídico de las partes y peticionarios y de sus representantes y asistentes. A este
punto se halla vinculado el estudio de la pretensión procesal y de la petición procesal
extracontenciosa, que constituyen, respectivamente, el objeto de los procesos contencioso y
voluntario.
3) Requisitos, contenido y efectos de los actos procesales y trámite del proceso a través de los
distintos procedimientos que lo integran.

Derecho Sustancial: Son las normas jurídicas que determinan las reglas de conducta destinadas
a los individuos, que regulan la vida en sociedad.

Derecho de Forma: regula los procedimientos a cumplirse ante los órganos judiciales quienes
aplicarán las normas jurídicas para la resolver los distintos casos puestos a su consideración. Es

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el mecanismo para hacer valer una norma del derecho de fondo cuando es violada o no
cumplida.

LAS RAMAS DEL DERECHO PROCESAL.


EL DERECHO PROCESAL CIVIL

En el derecho positivo argentino sólo cabe reconocer a dos tipos de procesos judiciales —el
civil y el penal— suficiente autonomía como para justificar la existencia de sendas ramas del
derecho procesal. Debe sin embargo repararse en que tal autonomía no implica negar la
coincidencia esencial que ofrecen el proceso civil y el proceso penal en aspectos básicos
referidos, entre otros, a los conceptos de jurisdicción, acción, pretensión, sujetos y actos
procesales.
El derecho procesal civil se ocupa del estudio de todos aquellos procesos cuyo objeto consiste
en una pretensión o petición fundada en el derecho privado (civil y comercial). En nuestro país,
sin embargo, es aún habitual incluir en el marco de aquella disciplina al proceso laboral o a
procesos judiciales originados en pretensiones fundadas en normas constitucionales,
administrativas y tributarias.

NATURALEZA Y CARACTERES DEL DERECHO PROCESAL

La doctrina acepta, corrientemente, la idea de que el derecho procesal se halla emplazado en un


ámbito secundario con relación al denominado derecho sustancial o material. Se arguye, en
apoyo de esa tesis, que las normas que regulan el proceso carecen de un fin en sí mismas y
constituyen sólo un medio para lograr la realización de los intereses tutelados por las normas
sustanciales.
Estas últimas serían, así, normas primarias, mientras que las normas procesales serían normas-
medio, instrumentales o secundarias.
Pese a su indudable mérito didáctico, esta tesis es susceptible de numerosas objeciones.

Para Palacios, el derecho procesal constituye una rama autónoma de la ciencia jurídica porque
opera dentro de un ámbito de conductas fundamentalmente distinto del que conceptualizan las
normas de derecho material.
La finalidad específica de las actividades que se cumplen en el proceso explica que los vínculos
jurídicos que surgen entre el juez y las partes, así como los requisitos y efectos de los actos
procesales, se encuentren regidos por principios propios, ajenos a los del derecho material.

El derecho procesal pertenece al derecho público. No obsta a ello la circunstancia de que los
preceptos aplicables a las relaciones jurídicas que se controvierten en el proceso civil
correspondan, como regla, al derecho privado, por cuanto la inclusión del derecho procesal
dentro de aquel cuadro de las disciplinas jurídicas está dada por la posición preeminente que en
el proceso asume el Estado a través de sus órganos judiciales.
Consecuencia de este carácter del derecho procesal es que las partes no se encuentren
habilitadas para regular el desenvolvimiento del proceso de acuerdo con su voluntad.

Interno y local: una de las características del derecho procesal actual reside en que, salvo
escasas excepciones, rechaza la aplicación de normas internacionales. Los tribunales aplican al
enjuiciamiento el derecho procesal que rige en el ámbito del poder soberano que los inviste,
como regla casi sin excepciones. La razón de esta reserva reside en la consideración de que la
administración de justicia es un atributo esencial de las soberanías nacionales.

LAS NORMAS PROCESALES

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Las normas procesales no se encuentran ubicadas exclusivamente en los códigos de
procedimientos y en las leyes sobre organización y competencia de los órganos judiciales.
También las hay en la Constitución Nacional, en los códigos de fondo a que se refiere el art. 75,
inc. 12 de dicha Constitución, y en los ordenamientos jurídicos nacionales y provinciales.
Carnelutti divide a las normas, desde el punto de vista de la finalidad a que sirven, en:

Materiales: componen inmediatamente un conflicto de intereses, imponiendo una obligación y


atribuyendo eventualmente un derecho (subjetivo).

Instrumentales: componen el conflicto mediatamente, atribuyendo un poder (de componerlo) e


imponiendo correlativamente una sujeción. (v.gr.: "Si un fundo está rodeado por otros, el juez
decidirá cómo haya de tener acceso a la vía pública").

La complejidad de la experiencia jurídica descarta la posibilidad de formular una distinción


categórica desde el punto de vista del funcionamiento de las normas. Pero atendiendo al
contenido de ellas, pueden denominarse normas materiales (en sentido estricto) a las que en
razón de mentar el modo o los modos de ser de la conducta preprocesal de las partes, son
invocadas por éstas como fundamento de sus pretensiones, peticiones o defensas.
Constituyen normas procesales, en cambio, aquellas que conceptualizan:

I) La clase de órganos habilitados para intervenir en los procesos, su competencia y los


derechos, deberes, etcétera, de las personas físicas que los integran;

2) La actuación de dichos órganos, de las partes de los auxiliares de aquéllos y de éstas y de los
terceros durante el desarrollo del proceso, así como los requisitos y efectos de los actos
procesales y el orden en que éstos deben cumplirse;

3) Cómo debe comportarse el órgano judicial (o arbitral), en oportunidad de dictar la sentencia


definitiva, para determinar el modo o los modos de ser de la relación o situación jurídica que
motivó el proceso.

Mientras las normas materiales regulan normalmente el qué de la decisión, o sea, el contenido
de la sentencia, las normas procesales determinan el quién y el cómo de dicho acto,
comprendiendo, desde luego, a la actividad que lo precede.
Pero tales consideraciones no excluyen la necesaria incidencia que también tienen las normas
procesales en el contenido de la decisión.

CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS PROCESALES

Las normas procesales han sido clasificadas desde distintos puntos de vista. Se distingue, por
ejemplo, entre normas orgánicas y normas procesales propiamente dichas, según que,
respectivamente, regulen la organización y competencia de los órganos judiciales o los actos del
proceso y el desarrollo del procedimiento. También entre normas procesales formales y
materiales: mientras las primeras regulan las condiciones de forma, tiempo y lugar de los actos
procesales, las segundas determinan los requisitos de capacidad y legitimación, el contenido y
los efectos de esos actos.

Mayor importancia práctica reviste la clasificación de las normas procesales en absolutas (o


necesarias) y dispositivas (u optativas o voluntarias).
Son normas absolutas aquellas que deben aplicarse siempre que concurra el supuesto para el que
han sido dictadas, de modo tal que el juez no puede prescindir de ellas aunque las partes lo
pidan de modo concordante.
Son normas dispositivas aquellas de cuya aplicación cabe prescindir, sea por mediar acuerdo
expreso de las partes en tal sentido, o ya sea por la omisión consistente en no poner de relieve su
inobservancia

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EFICACIA DE LAS NORMAS PROCESALES EN EL TIEMPO

I) Una ley procesal nueva no puede válidamente, por lo pronto, aplicarse a aquellos
procesos que, a la fecha de su entrada en vigencia, se encuentren concluidos por
sentencia firme.
II) Por el contrario, la nueva ley debe aplicarse a los procesos que se inicien con
posterioridad a su entrada en vigencia, prescindiendo del tiempo en que se
constituyeron las relaciones jurídicas sobre que ellos versen.
III) Los procesos en trámite pueden ser alcanzados por la ley nueva siempre que ello no
importe afectar a los actos procesales cumplidos, y que han quedado firmes bajo la
vigencia de la ley anterior.

EFICACIA DE LAS NORMAS PROCESALES EN EL ESPACIO

Las normas procesales se hallan sujetas al llamado principio de la territorialidad de la ley. Sólo
tienen vigencia, por lo tanto, dentro del ámbito territorial del Estado que las dictó, y se aplican
tanto a los procesos íntegramente tramitados ante los órganos judiciales de ese Estado cuanto a
las diligencias procesales particulares cumplidas por aquéllos a requerimiento de órganos
judiciales extranjeros.

Se rigen por la lex fori, en consecuencia, la organización y competencia de los órganos


judiciales y los diversos actos mediante los cuales se constituye, desarrolla y extingue el
proceso.

En lo que respecta a la aplicación de las leyes extranjeras, cabe recordar que sólo puede tener
lugar a solicitud de parte interesada, quien debe además probar su existencia.

LAS FUENTES DEL DERECHO PROCESAL CIVIL

a) Son fuentes del derecho procesal todos aquellos criterios de objetividad que, en razón de
expresar la valoración de la comunidad, o de sus órganos, acerca de una determinada realidad de
conducta, pueden ser invocados por los jueces para esclarecer el sentido jurídico de las
conductas que deben juzgar durante el desarrollo del proceso.
b) En escala decreciente de obligatoriedad constituyen fuentes del derecho procesal:
I) la ley, la costumbre y la jurisprudencia obligatoria;
2) la jurisprudencia no obligatoria;
3) la doctrina

Se utiliza el término ley para hacer referencia a la Constitución Nacional, en las leyes procesales
propiamente dichas y en los reglamentos y acordadas judiciales.
Corresponde agregar que mientras la ley y la costumbre son fuentes primarias, la jurisprudencia
y la doctrina constituyen fuentes secundarias, pues se hallan subordinadas a géneros legales o
consuetudinarios preestablecidos.

LA LEY.
LA CONSTITUCION NACIONAL

La Constitución Nacional contiene diversas normas atinentes a la administración de justicia, y


en general, a ciertos derechos y garantías que conciernen directamente a la regulación del
proceso civil.
Entre las primeras cabe citar las que disponen la obligación de las provincias de asegurar su
administración de justicia (art. 5o); la fe que merecen los procedimientos judiciales de cada
provincia en las demás (art. 7o); la incompatibilidad entre el cargo de juez federal y el de juez

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provincial (art. 34); la forma de designar a los magistrados judiciales (art. 99, inc. 4o); la
constitución y competencia del Poder Judicial de la Nación (arts. 108 a 117); la prohibición de
que el presidente de la República ejerza funciones judiciales (art. 109); la autonomía y
composición del ministerio público (art. 120), etcétera.

c) Entre las segundas cuadra mencionar las que establecen:


I) La supresión de los fueros personales (art. 16)
2) La prohibición de que nadie sea juzgado por comisiones especiales, ni sacado de los jueces
designados por la ley antes del hecho de la causa (art. 18)
3) La inviolabilidad de la defensa enjuicio de la persona y de los derechos

LAS LEYES PROCESALES

El código en vigor, con las modificaciones introducidas, consta de siete libros dedicados,
respectivamente, a las disposiciones generales, a los procesos de conocimiento, a los procesos
de ejecución, a los procesos especiales, a los procesos universales, al proceso arbitral, y a los
procesos voluntarios.

LOS REGLAMENTOS Y ACORDADAS JUDICIALES

A fin de facilitar el mejor funcionamiento de la administración de justicia, las leyes suelen


conferir a los tribunales superiores la facultad de dictar normas generales, destinadas a
complementar los textos legales referentes a ciertos aspectos de la organización judicial y a la
regulación de los procedimientos.
Según versen sobre diversas materias o sobre un punto determinado, tales ordenamientos de tipo
general se denominan respectivamente, reglamentos judiciales y acordadas reglamentarias,
aunque corresponde señalar que todos los reglamentos judiciales se dictan mediante
"acordadas". Éstas constituyen resoluciones judiciales, y se las llama así para diferenciarlas de
las sentencias, con las que, en ocasiones, tienen en común la circunstancia de configurar normas
''individuales".

LA COSTUMBRE

La costumbre —entendida como toda norma general creada espontáneamente a través de la


repetición de determinadas conductas, y a cuyo respecto media el convencimiento comunitario
de su obligatoriedad— se exterioriza, en el proceso civil, mediante las siguientes modalidades:

I) Por la remisión que a ella hacen las normas legales (costumbre secundum legem)
II) En la vigencia de ciertas "prácticas judiciales" desarrolladas en ausencia de
específicas reglamentaciones sobre aspectos secundarios del trámite procesal.
(costumbre praeter legem)
III) Por la caída en desuso de numerosas normas contenidas en los códigos y leyes
procesales, que terminan así por desaparecer de la vida jurídica (costumbres contra
legem).

LA JURISPRUDENCIA

Jurisprudencia significa, en su acepción más difundida, la forma concordante en que los órganos
judiciales se pronuncian en oportunidad de resolver casos similares. El conjunto de fallos así
dictados determina la creación de normas o reglas que, como expresión de valoraciones
vigentes, son utilizadas por los jueces para justificar el carácter jurídicamente objetivo que
deben revestir sus decisiones y constituyen por consiguiente, fuentes del derecho.
La jurisprudencia es una fuente subordinada a la ley, pues su función consiste en establecer
especies que se incluyen o excluyen del marco genérico de aquélla

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Distinto es el caso en que la ley, por razones de segundad jurídica y sin desconocer su carácter
de fuente primaria, disponga la obligatoriedad de la doctrina establecida en los fallos de
determinados tribunales (jurisprudencia obligatoria).

Existen dos modos de unificar la jurisprudencia: a iniciativa de alguna de las salas de una
cámara, o por medio del recurso de inaplicabilidad de la ley. En materia procesal, el primero de
los medios mencionados es el que mayores posibilidades ofrece a los fines de lograr la
uniformidad jurisprudencial, pues no revistiendo la mayor parte de las resoluciones judiciales de
índole estrictamente procesal el carácter de sentencias definitivas, el recurso de inaplicabilidad
de ley no es admisible respecto de ellas.

LA DOCTRINA

La doctrina de los autores carece de fuerza vinculatoria para el juez. El juez acude
voluntariamente a ella para encontrar el sentido objetivo del caso y señala en ella la
intersubjetividad necesaria, pero no se encuentra constreñido a ella por la comunidad directa o
indirectamente.

Modulo II. Bolilla II

Jurisdicción y competencia

Se utiliza “función pública procesal”, en reemplazo del vocablo “jurisdicción”, para encabezar
el estudio de la naturaleza y características que reviste la actividad que cumplen los órganos
judiciales y arbitrales como sujetos primarios del proceso.

La palabra jurisdicción tiene diversos significados. Se la utiliza, en primer lugar, para denotar
los límites territoriales dentro de los cuales ejercen sus funciones especificas los órganos del
estado, sean ellos judiciales o administrativos.
En segundo lugar, las leyes suelen emplear este vocablo a fin de señalar la aptitud o capacidad
reconocida a un juez o tribunal para conocer en una determinada categoría de pretensiones o
peticiones, confundiendo la jurisdicción con la competencia, que es la medida en que ella se
ejerce.
En tercer lugar también se utiliza el término jurisdicción con referencia al poder que, sobre los
ciudadanos, ejerce los órganos estatales.

Desde el punto de vista técnico, se considera como una de las funciones estatales, definiéndola
como aquella mediante la cual los órganos judiciales del estado administran justicia en los casos
litigiosos.

No toda la función jurisdiccional se halla encomendada a los órganos del poder judicial. Es
indiscutible que esa función la ejercen también numerosos organismos administrativos y el
propio órgano legislativo.
Los órganos administrativos la ejercen mediante sanciones que impone el Tribunal de faltas
cuando se infringen determinadas ordenanzas, o cuando el Tribunal de Cuentas de la nación
decide sobre la responsabilidad de quienes administran fondos nacionales.
Los órganos legislativos la ejercen por ejemplo en el caso del juicio político llevado a cabo por
el Senado.

Los órganos judiciales no siempre ejercen actividad jurisdiccional.

Concepto. La jurisdicción es el poder-deber que tiene el Poder Judicial o el Tribunal Arbitral de


resolver conflictos intersubjetivos de intereses de relevancia jurídica suscitados entre dos o más
personas. Para que el juez, en su carácter de 3º imparcial, pueda resolver el conflicto, debe

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seguir normas preestablecidas/preexistentes, aplicando la norma, la ley al caso concreto, hasta
arribar al dictado de una norma individual de conducta, llamada “sentencia” (laudo si es ante
Tribunal Arbitral) que adquiere calidad de cosa juzgada (es obligatoria, irrevocable e
inmodificable) y en su caso puede ser susceptible de ejecución (se puede lograr el cumplimiento
forzado de esa sentencia).

Elementos. (Atribuciones concurrentes de los jueces)

• Notio: facultad para conocer de una determinada cuestión litigiosa


• Vocatio: facultad para compeler a las partes para que comparezcan al proceso.
• Coertio: facultad de emplear la fuerza pública para el cumplimiento de las medidas ordenadas
dentro del proceso a fin de hacer posible su desenvolvimiento. Se ejerce sobre personas y
cosas.
• Judicium: facultad de resolver el litigio con efecto de cosa juzgada
• Executio: Facultad de ejecutar mediante el uso de la fuerza pública, la sentencia no acatada
espontáneamente por las partes, a fin de no tornar meramente ilusorias las facultades antes
mencionadas

Clasificación:

Desde el punto de vista del órgano habilitado para decidir el conflicto, la jurisdicción puede
dividirse en judicial y administrativa.
La jurisdicción administrativa consiste en la actividad que despliegan los órganos
administrativos tanto en la aplicación de sanciones a los administrados o a los funcionarios o
agentes de la propia administración, como en el conocimiento de las reclamaciones y recursos
que tienen por objeto asegurar el imperio de la legitimidad dentro de la esfera administrativa.
Esas decisiones son, en principio, revisables por los jueces y tribunales de justicia, salvo que
versen sobre materias privativas del poder administrador

Es aquella que cumple el Poder Ejecutivo a través de sus Tribunales u órganos descentralizados
que dependen de la Administración Pública, que resuelven conflictos entre la misma
administración pública y un particular, contribuyente.

 Parte de la doctrina (PALACIO) considera que la jurisdicción administrativa es una


función de carácter jurisdiccional, porque aunque carezca de un 3º imparcial, hay una
garantía de acceso a la justicia, la cual se da una vez agotada la vía administrativa y
apelando ante un órgano judicial.
 Para otros (ALVARADO VELLOSO) no es una verdadera función jurisdiccional ya que
carece del 3º imparcial.

Jurisdicción Contenciosa-Administrativa: Tiene lugar cuando existe un conflicto de


relevancia jurídica suscitado entre un órgano del estado (administración pública) y un particular;
el cual es resuelto por un 3º imparcial. Es la función jurisdiccional que cumple el Poder Judicial
resuelve conflictos entre un particular y el Estado. Este tipo de jurisdicción tiene por finalidad
revisar las decisiones emanadas del Estado como autoridad pública. En el orden nacional la
jurisdicción contenciosa administrativa corresponde a los Tribunales Federales. Quien revisa
estas decisiones es el Poder Judicial.

Jurisdicción arbitral: Esta jurisdicción especial es a iniciativa de las partes en conflicto, las
cuales recurren a los componedores que son los árbitros, quienes dirimen en las causas puestas
en su conocimiento y sus laudos equivalen a sentencias, que deben ser acatados por quienes se
someten a ello.

Jurisdicción voluntaria: El proceso de jurisdicción voluntaria se caracteriza porque no existe


en él conflicto a resolver (aunque puede transformarse, total o parcialmente en contencioso) y,
por consiguiente, no tiene partes en sentido estricto.

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Se distingue también porque el juez, al resolverlo, emite una declaración basada exclusivamente
en los elementos de juicio unilateralmente aportados por el peticionario o peticionarios, razón
por la cual dicha declaración no produce efectos de cosa juzgada respecto de terceros cuyos
derechos resulten eventualmente afectados por ella.

De acuerdo con el contenido de las resoluciones que en esos procesos pueden recaer, cabe
clasificar a los actos de jurisdicción voluntaria en los siguientes grupos:

I) Actos de constitución de derechos

2) Actos de homologación

3) Actos de constatación

4) Actos de autorización

Las decisiones que se dictan en los procesos de jurisdicción voluntaria no revisten carácter
jurisdiccional, por cuanto no suponen la existencia de un conflicto sino que importan la
expresión directa e inmediata de un proyecto comunitario por parte de los órganos judiciales.

Tutela jurisdiccional: Es la forma en que el estado garantiza la observancia, el cumplimiento,


de normas jurídicas que el mismo establece. Casos:

- Falta de certeza en el derecho.

- Trasgresión de la norma.

- Tutela jurisdiccional constitutiva.

- Tutela jurisdiccional cautelar.

Principios constitucionales:

Articulo 16 CN: La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no


hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y
admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del
impuesto y de las cargas públicas.

Articulo 18 CN: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces
designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí
mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la
defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la
correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué
justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la
pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la
Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y
toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella
exija, hará responsable al juez que la autorice.

Competencia:

Competencia: Es la capacidad o aptitud que la ley reconoce a un juez o tribunal para ejercer sus
funciones jurisdiccional con respecto a una determinada categoría de asuntos o durante una

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etapa del proceso. La competencia es la medida o alcance de la jurisdicción. Es la aptitud que la
ley determina a los jueces para que puedan ejercer su función jurisdiccional en determinada
categoría de asunto o etapa del proceso. La ley es quien reglamenta la competencia.

La competencia puede clasificarse sobre la base de tres criterios fundamentales: el territorial, el


objetivo y el funcional.
El criterio territorial se vincula con la circunscripción territorial asignada por la ley a la
actividad de cada órgano judicial.
La atribución de la competencia territorial contempla fundamentalmente la proximidad del
órgano judicial con el lugar en que se halla ubicado alguno de los elementos de la pretensión o
petición que constituye el objeto del proceso.

El criterio objetivo atiende a la naturaleza y al monto de las causas, y a él corresponden,


respectivamente, la competencia por razón de la materia y del valor.

El criterio funcional toma en cuenta la diversa índole de las funciones que deben cumplir los
jueces que intervienen en las distintas instancias de un mismo proceso (competencia funcional o
por el grado).
A estos cabe añadir el criterio personal (competencia ratione personae), emergente de la calidad
o condición de las partes (Nación, embajadores, cónsules, etc.), o de la vecindad o nacionalidad
de éstas.
Pero como consecuencia del doble orden judicial instituido por nuestra Constitución, cuadra
admitir una primera y fundamental división de la competencia en ordinaria y federal, que
representan, respectivamente, manifestaciones de la autonomía de las provincias y de la
soberanía de la Nación.

De tal manera, para establecer en un caso concreto a qué juez o tribunal corresponde el
conocimiento de un asunto, debe comenzarse por examinar si es de la competencia de la justicia
federal o de la justicia ordinaria; luego es preciso determinar la circunscripción territorial en que
ha de radicarse y, dentro de ella, la competencia por razón de la materia y del valor.

La competencia por razón del territorio ha sido regulada tanto por el CCYC como por las leyes
procesales, que establecen distintas reglas atendiendo a la circunstancia de que en el proceso se
hagan valer derechos personales o reales.

Competencia en el CPCCBA

ARTICULO 1°: Carácter. La competencia atribuida a los tribunales provinciales es


improrrogable. Exceptuase la competencia territorial en los asuntos exclusivamente
patrimoniales, que podrá ser prorrogada de conformidad de partes.

La competencia puede ser relativa o absoluta, según que admita o no ser prorrogada o
renunciada por las partes.

ARTICULO 2°: Prórroga expresa o tácita. La prórroga se operará si surgiere de convenio


escrito mediante el cual los interesados manifiesten explícitamente su decisión de
someterse a la competencia del juez a quien acuden. Asimismo, para el actor, por el hecho
de entablar la demanda; y respecto del demandado, cuando la contestare, dejare de
hacerlo u opusiere excepciones previas sin articular la declinatoria.

La prórroga de la competencia puede ser expresa o tacita. Es expresa cuando las partes,
mediante convenio escrito eligen al juez que ha de conocer en los litigios que se susciten entre
ellas con motivo de las obligaciones contraídas. Es tacita cuando las partes realizan actos que
implican renuncias a la competencia del juez determinado por ley.

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ARTICULO 3°: Indelegabilidad. La competencia tampoco podrá ser delegada, pero está
permitido encomendar a los jueces de otras localidades la realización de diligencias
determinadas.

ARTICULO 4°: Declaración de incompetencia. Toda demanda deberá interponerse ante el


juez competente, y siempre que de la exposición de los hechos resultare no ser de la
competencia del juez ante quien se deduce, deberá dicho juez inhibirse de oficio.

Consentida o ejecutoriada la respectiva resolución, se procederá en la forma que dispone


el artículo 8°, primer párrafo.

La competencia se determina con arreglo a las normas vigentes en oportunidad de iniciarse el


proceso, y atendiendo, asimismo, al estado de cosas existente en dicha oportunidad.
Debe estarse, por otra parte, a los elementos integrantes de la pretensión y no al contenido de las
defensas deducidas por el demandado, ya que éstas no alteran el objeto del proceso y sólo
inciden en la delimitación de las cuestiones litigiosas.

ARTICULO 5°: Reglas generales. Con excepción de los casos de prórroga expresa o tácita,
cuando procediere, y sin perjuicio de las reglas contenidas en este Código o en otras leyes,
será juez competente:

1°) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, el del lugar donde esté
situada la cosa litigiosa. Si éstas fuesen varias o una sola, pero situada en diferentes
jurisdicciones judiciales, será el del lugar de cualquiera de ellas o de alguna de sus partes,
siempre que allí tenga su domicilio el demandado. No concurriendo tal circunstancia, será
el del lugar en que esté situada cualquiera de ellas, a elección del actor.
La misma regla regirá respecto de las acciones posesorias, interdictos, restricción y límites
del dominio, medianera, declarativa de la prescripción adquisitiva, mensura y deslinde, y
división de condominio.

2°) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes muebles, el del lugar en que se
encuentren o el del domicilio del demandado, a elección del actor. Si la acción versare
sobre bienes muebles e inmuebles conjuntamente, el del lugar donde estuvieran situados
estos últimos.

3°) Cuando se ejerciten acciones personales, el del lugar en que deba cumplirse la
obligación, y, en su defecto, a elección del actor, el del domicilio del demandado o el del
lugar del contrato, siempre que el demandado se encuentre en él, aunque sea
accidentalmente, en el momento de la notificación
El que no tuviere domicilio fijo podrá ser demandado en el lugar en que se encuentre o en
el de su última residencia.

4°) En las acciones personales derivadas de delitos o cuasidelitos, el del lugar del hecho o
del domicilio del demandado, a elección del actor.

5°) En las acciones personales, cuando sean varios los demandados y se trate de
obligaciones indivisibles o solidarias, el del domicilio de cualquiera de ellos, a elección del
actor.

6°) En las acciones sobre rendición de cuentas, el del lugar donde éstas deban presentarse,
y no estando determinado, el del domicilio del obligado, el del domicilio del dueño de los
bienes o del lugar en que se haya administrado el principal de éstos, a elección del actor.

7°) En las acciones fiscales por cobro del impuesto, tasas o multas, y salvo disposición en
contrario, el del lugar del bien o actividad gravados o sometidos a inspección, inscripción o

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fiscalización; el del lugar en que deban pagarse o el del domicilio del deudor, a elección del
actor. Ni el fuero de atracción ni la conexión modificarán esta regla.

8°) En los procesos por declaración de incapacidad por demencia o sordomudez, el del
domicilio del presunto incapaz o, en su defecto, el de su residencia. En los de
rehabilitación, el que declaró la interdicción.

9°) En los pedidos de segunda copia o de rectificación de errores de escrituras públicas, el


del lugar donde se otorgaron o protocolizaron.

10°) En la protocolización de testamentos, el del lugar en donde debe abrirse la sucesión.


11°) En las acciones entre socios, el del lugar del asiento único o principal de la sociedad,
aunque la demanda se iniciare con posterioridad a su disolución o liquidación, siempre
que desde entonces, no hubieren transcurrido dos años.

12°) En los procesos voluntarios, el del domicilio de la persona en cuyo interés se


promuevan, salvo disposición en contrario.

EXCEPCIONES A LAS REGLAS DE COMPETENCIA: Conexión y fuero de atracción

Sea a raíz de una declaración de voluntad expresa o tácita de las partes o de una disposición
legal, las reglas generales en materia de competencia pueden sufrir excepciones, en forma tal
que se detraiga del conocimiento de un órgano judicial el conocimiento de una o de varias
causas que, de acuerdo con esas reglas, encuadran dentro de su competencia, y se las asigne al
conocimiento de un órgano distinto.
El desplazamiento de la competencia por disposición legal funciona en las hipótesis de conexión
y de fuero de atracción.

Conexión. Existe conexión, en sentido procesal, cuando dos o más pretensiones tienen en
común alguno de sus elementos objetivos (objeto o causa), o se hallan vinculadas por la
naturaleza de las cuestiones involucradas en ellas.
En caso de tener algún elemento objetivo en común, cabe hablar de una conexión sustancial que
produce un desplazamiento de la competencia fundado en la necesidad de evitar el
pronunciamiento de sentencias contradictorias. Es lo que ocurre en los casos de acumulación
subjetiva de pretensiones y de acumulación de procesos, los cuales comportan una excepción a
las reglas que gobiernan la competencia ordinaria por razón de la materia civil y comercial.

En el caso de la vinculación por la naturaleza de las cuestiones involucradas, se trata de una


conexión instrumental, la que produce el mismo resultado a raíz de la conveniencia práctica de
que sea el órgano judicial competente para conocer en un proceso determinado quien, en razón
de su contacto con el material fáctico y probatorio de aquél, también lo sea para conocer de las
pretensiones, accesorias o no, relacionadas con la materia controvertida en dicho proceso.

ARTICULO 6°: Reglas especiales. A falta de otras disposiciones, será juez competente:

1°) En los incidentes, tercerías, citación de evicción, cumplimiento de transacción


celebrada en juicio, ejecución de sentencia, regulación y ejecución de honorarios y costas
devengadas en juicio, obligaciones de garantía y acciones accesorias en general, el del
proceso principal.

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2°) En los juicios de separación de bienes y liquidación de la sociedad conyugal, el del
juicio de divorcio o nulidad de matrimonio.
3°) En la exclusión del cónyuge, tenencia de hijos, alimentos y litis expensas, el del juicio
de divorcio o nulidad de matrimonio, mientras durare la tramitación de estos últimos.
4°) En las medidas preliminares y precautorias, el que deba conocer en el proceso
principal.
5°) En el pedido de beneficio de litigar sin gastos, el que deba conocer en el juicio en que
aquel se hará valer.
6°) En el juicio ordinario que se inicie como consecuencia del ejecutivo, el que entendió en
éste.

Fuero de atracción. Razones de conveniencia práctica y el interés general de la justicia,


aconsejan que sea un solo juez quien entienda en ciertas cuestiones vinculadas a los bienes que
han de ser recaudados, liquidados y transmitidos bajo su dirección. De tal circunstancia deriva
el llamado fuero de atracción, en cuya virtud el juez que conoce en un proceso universal
(sucesión o quiebra), es competente para entender en las pretensiones relacionadas con el
patrimonio o los derechos sobre que versa dicho proceso.

Sucesión: ARTICULO 2336.-Competencia. La competencia para entender en el juicio


sucesorio corresponde al juez del último domicilio del causante, sin perjuicio de lo
dispuesto en la Sección 9a, Capítulo 3, Título IV del Libro Sexto.

El mismo juez conoce de las acciones de petición de herencia, nulidad de testamento, de los
demás litigios que tienen lugar con motivo de la administración y liquidación de la
herencia, de la ejecución de las disposiciones testamentarias, del mantenimiento de la
indivisión, de las operaciones de partición, de la garantía de los lotes entre los copartícipes
y de la reforma y nulidad de la partición.

Si el causante deja sólo un heredero, las acciones personales de los acreedores del causante
pueden dirigirse, a su opción, ante el juez del último domicilio del causante o ante el que
corresponde al domicilio del heredero único

Las pretensiones personales activas, y las pretensiones reales, en cambio, no se hallan incluidas
en el fuero de atracción del juicio sucesorio y se rigen por las reglas comunes.
El fuero de atracción de la sucesión concluye con la partición, ya que desde el momento en que
ella tiene lugar cada heredero queda desvinculado de los restantes y se juzga que ha recibido su
derecho del causante. No basta, pues, el hecho de haberse inscripto la declaratoria de herederos
o el testamento.

Quiebra: La declaración de quiebra —prescribe el art. 132 de la ley 24.522— atrae al juzgado
en el que ella tramita todas las acciones judiciales iniciadas contra el fallido por las que se
reclamen derechos patrimoniales, salvo los juicios de expropiación y los fundados en relaciones
de familia. El trámite de los juicios atraídos se suspende cuando la sentencia de quiebra se halle
firme.

El fuero de atracción del juzgado de la quiebra reviste mayor amplitud que en el proceso
sucesorio, pues comprende tanto las pretensiones personales como las pretensiones reales
deducidas contra el fallido

Cuestiones de competencia.

Existe cuestión de competencia cuando se desconoce a un juez, sea por alguna de las partes, o
por otro juez, la facultad de conocer en determinado proceso.
Dichas cuestiones pueden originarse mediante el uso de dos vías procesales denominadas
declinatoria e inhibitoria, aunque también cabe la posibilidad de que ellas sean planteadas de

48
oficio por los jueces.

Mediante la declinatoria el demandado se presenta ante el juez que lo citó y le pide un


pronunciamiento negativo acerca de su competencia, en tanto que por la inhibitoria, en cambio,
aquél se presenta ante el juez que cree competente, pidiéndole que así lo declare y remita un
oficio o exhorto inhibitorio al juez que está conociendo en la causa a fin de que se abstenga de
continuar conociendo de ella.
En ambos supuestos se requiere que no se haya consentido la competencia de que se reclama.
Además, la declinatoria y la inhibitoria se excluyen recíprocamente: la elección de una es
definitiva y obsta el planteamiento de la otra.
 Declinatoria: es el medio acordado por las leyes procesales para que el demandado
cuestione la competencia ya admitida por un juez. El demandado se presenta ante el
juez que está conociendo en la causa, le manifiesta y funda los motivos por los cuales
considera que tiene que apartarse y, deduciendo la excepción de incompetencia, le
solicita que cese (decline) en el conocimiento de la causa respecto de la cual lo
considera incompetente. Manifiesta y funda al juez los motivos por los cuales tiene que
apartarse de la causa.
 Inhibitoria: es el medio acordado por las leyes procesales para que el demandado
cuestione la competencia ya admitida por un juez: El demandado se presenta ante otro
juez que no esté conociendo del asunto pero al cual el demandado considera competente
y, deduciendo una demanda, solicitando que declara su competencia y reclame al juez
que está conociendo la causa todas las actuaciones, que se declare incompetente y cese
en su intervención.

ARTICULO 7°: Procedencia. Las cuestiones de competencia sólo podrán promoverse por
vía de declinatoria con excepción de las que se susciten entre jueces de distintos
departamentos judiciales, en las que también procederá la inhibitoria.

En uno y otro caso, la cuestión sólo podrá promoverse antes de haberse consentido la
competencia de que se reclama.

Elegida una vía, no podrá en lo sucesivo usarse de otra.

ARTICULO 8°: Declinatoria e inhibitoria. La declinatoria se substanciará como las demás


excepciones previas y, declarada procedente, se remitirá la causa al juez tenido por
competente.
La inhibitoria podrá plantearse hasta el momento de oponer excepciones o de contestar la
demanda si aquel trámite no se hallare establecido como previo en el proceso de que se
trata.

ARTICULO 9°: Planteamiento y decisión de la inhibitoria. Si entablada la inhibitoria, el


juez se declarase competente, librará oficio o exhorto acompañando testimonio del escrito
en que se hubiere planteado la cuestión, de la resolución recaída y demás recaudos que
estime necesarios para fundar su competencia.

Solicitará, asimismo, la remisión del expediente o, en su defecto, su elevación al tribunal


competente para dirimir la contienda.

La resolución sólo será apelable si se declarase incompetente.


ARTICULO 10°: Trámite de la inhibitoria ante el juez requerido. Recibido el oficio o
exhorto, el juez requerido se pronunciará aceptando o no la inhibición.

Sólo en el primer caso su resolución será apelable. Una vez consentida o ejecutoriada
remitirá la causa al tribunal requirente, emplazando a las partes para que comparezcan
ante él a usar de su derecho.

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Si mantuviere su competencia, enviará sin otra sustanciación las actuaciones al tribunal
competente para dirimir la contienda y lo comunicará sin demora al tribunal requirente
para que remita las suyas.

ARTICULO 11°: Trámite de la inhibitoria ante el tribunal superior. Dentro de los cinco
días de recibidas las actuaciones de ambos jueces, el tribunal superior resolverá la
contienda sin más sustanciación y las devolverá al que declare competente, informando al
otro por oficio o exhorto.
Si el juez que requirió la inhibitoria no remitiere las actuaciones dentro de un plazo
prudencial a juicio del tribunal superior, éste lo intimará para que lo haga en un plazo de
diez a quince días, según la distancia, bajo apercibimiento de tenerlo por desistido de su
pretensión.

ARTICULO 12°: Suspensión de los procedimientos. Durante la contienda ambos jueces


suspenderán los procedimientos sobre lo principal, salvo las medidas precautorias o
cualquier diligencia de cuya omisión pudiere resultar perjuicio irreparable.

ARTICULO 13°: Contienda negativa, y conocimiento simultáneo. En caso de contienda


negativa, o cuando dos o más jueces se encontraren conociendo de un mismo proceso,
cualquiera de ellos podrá plantear la cuestión de acuerdo con el procedimiento establecido
en los artículos 9° a 12°.

Modulo II. Bolilla IV. Sistema Judicial Argentino.

Es sabido que, tomando como modelo a la Constitución norteamericana de 1787, nuestra


Constitución creó un doble orden judicial. De acuerdo con ese régimen existen en el país, por un
lado, una justicia nacional que ejerce sus atribuciones en todo el territorio de la República con
respecto al conocimiento de los asuntos mencionados por el art. 116 de la Constitución
(competencia federal) y sin esa limitación en los lugares sometidos a la potestad del Gobierno
Nacional; y, por otro lado, una justicia ordinaria o común que ejerce sus funciones a través de
los órganos judiciales que cada provincia debe crear y organizar con prescindencia del gobierno
central (CN, arts. 5, 121,123 y 126) y cuya competencia abarca el conocimiento de todos los
asuntos regidos por el derecho común y local, con las limitaciones establecidas por el art. 75,
inc. 12 de la Constitución Nacional.

Competencia ordinaria

Artículo 5º.- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación
primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y
ejercicio de sus instituciones.
Artículo 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al
Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de
su incorporación.
Artículo 122.- Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus
gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del Gobierno
federal.
Artículo 123.- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el
Artículo 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden
institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Artículo 126.- Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden celebrar
tratados parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre comercio, o navegación interior o
exterior; ni establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni establecer bancos con

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facultad de emitir billetes, sin autorización del Congreso Federal; ni dictar los Códigos Civil,
Comercial, Penal y de Minería, después que el Congreso los haya sancionado; ni dictar
especialmente leyes sobre ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o
documentos del Estado; ni establecer derechos de tonelaje; ni armar buques de guerra o levantar
ejércitos, salvo el caso de invasión exterior o de un peligro tan inminente que no admita dilación
dando luego cuenta al Gobierno federal; ni nombrar o recibir agentes extranjeros.

Por razón del territorio. La competencia por razón del territorio ha sido regulada tanto por el
CCYC. como por las leyes procesales, que establecen distintas reglas atendiendo a la
circunstancia de que en el proceso se hagan valer derechos personales o reales (ver art 5
CPCCBA arriba)

Por razón de la materia. La competencia ordinaria de los tribunales de la Capital Federal se


halla fundamentalmente dividida en cinco materias: civil, comercial, laboral, seguridad social y
penal. El conocimiento de los asuntos vinculados a las tres primeras corresponde,
respectivamente, a los juzgados de primera instancia y cámaras de apelaciones en lo civil, en lo
comercial y del trabajo, en tanto que el de los asuntos relacionados con la seguridad social
compete exclusivamente a la cámara respectiva

Por razón del grado: La competencia funcional o por el grado supone la división del proceso
en diversas instancias, en cada una de las cuales el conocimiento del asunto se halla
encomendado a jueces distintos. El ordenamiento procesal nacional en materia civil, comercial,
laboral y contencioso-administrativo se halla estructurado sobre el sistema de la doble instancia,
en virtud del cual el conocimiento inicial del proceso corresponde a órganos unipersonales
(juzgados), cuyas resoluciones son susceptibles de recursos para ante tribunales colegiados
(cámaras de apelaciones). El principio, sin embargo, admite excepciones fundadas en el valor de
las causas, pues son irrecurribles las sentencias dictadas por los jueces federales y por los jueces
nacionales en lo civil y en lo comercial en los asuntos en los que el monto cuestionado no
exceda de determinada cantidad de pesos.
Dicho ordenamiento, asimismo, prevé la posibilidad de un tercer grado de conocimiento en el
supuesto excepcional del recurso ordinario ante la Corte Suprema y en los casos en que
proceden los recursos extraordinarios ante dicho tribunal y de inaplicabilidad de la ley ante las
cámaras nacionales reunidas en pleno. Pero corresponde tener presente que en estas tres últimas
hipótesis la competencia de los respectivos tribunales se halla, en principio, limitada a la
revisión de las cuestiones de derecho y no configura, por lo tanto, el ejercicio de una tercera
instancia.

El tribunal de segunda instancia no actúa como superior jerárquico del juez inferior, por cuanto
los recursos no tienen por objeto homologar lo actuado por este último sino perfeccionar el
conocimiento del asunto mediante la revisión de la sentencia recurrida, y su ulterior
modificación, anulación o confirmación.
Los tribunales de apelación no pueden fallar en segunda instancia sobre ningún capítulo que no
se hubiese propuesto a la decisión del inferior, salvo intereses, daños y perjuicios u otras
cuestiones derivadas de hechos posteriores a la sentencia de primera instancia, sobre ninguna
cuestión respecto de la cual no haya mediado agravio concreto del recurrente.
Los tribunales de apelación no pueden fallar en segunda instancia sobre ningún capítulo que no
se hubiese propuesto a la decisión del inferior, salvo intereses, daños y perjuicios u otras
cuestiones derivadas de hechos posteriores a la sentencia de primera instancia (CPN, art. 277),
ni sobre ninguna cuestión respecto de la cual no haya mediado agravio concreto del recurrente.
Competencia federal

La competencia federal es la facultad reconocida a los órganos que integran el Poder Judicial de
la Nación para ejercer sus funciones en los casos, respecto de las personas y en los lugares
especialmente determinados por la Constitución Nacional.

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La Constitución Nacional determina, en sus arts. 116 y 117, los asuntos cuyo conocimiento
incumbe a la justicia federal:

Artículo 75: Inc.12: Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y
Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las
jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales,
según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y especialmente
leyes generales para toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al
principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como sobre
bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las
que requiera el establecimiento del juicio por jurados.

Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el


conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la
Constitución, y por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el inc. 12 del Artículo 75: y
por los tratados con las naciones extranjeras: de las causas concernientes a embajadores,
ministros públicos y cónsules extranjeros: de las causas de almirantazgo y jurisdicción
marítima: de los asuntos en que la Nación sea parte: de las causas que se susciten entre dos o
más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes
provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.
Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las
reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a
embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la
ejercerá originaria y exclusivamente.

La competencia federal reviste los siguientes caracteres:

1) Es limitada, pues no puede ejercerse fuera de los casos expresamente enumerados en


las disposiciones constitucionales
2) Es privativa y, por lo tanto, excluyente de la de los tribunales de provincia.
3) Es improrrogable en el supuesto de ser procedente por razón de la materia

La competencia de los jueces federales con asiento en las provincias se halla reglamentada, en
las materias civil, comercial y contencioso-administrativa, por los arts. 2º de la ley 48 y 55 incs.
b), c) y d) de la ley 13.998 (decreto- ley 1285/58, art. 51).

ORGANIZACIÓN DEL PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN


Corte Suprema
El art. 108 de la Constitución Nacional determina que el Poder Judicial de la Nación será
ejercido por una Corte Suprema de Justicia y por los tribunales inferiores que el Congreso
estableciere en el territorio de la Nación.

La CSJN se compone de 5 jueces y actúan ante ella el procurador general de la nación, los
procuradores fiscales de la corte y los de defensores oficiales de este mismo tribunal.
Composición actual de la corte
RICARDO LORENZETTI (PRESIDENTE)
ELENA HIGHTON DE NOLASCO (VICEPRESIDENTA)
JUAN CARLOS MAQUEDA
HORACIO ROSATTI
CARLOS ROSENKRANTZ
La Corte Suprema tiene su asiento en la Capital Federal y designa a su presidente (decreto-ley
1285/58, art. 21). Por su parte, el art. 79 RJN dispone que el presidente de la Corte y los
vicepresidentes primero y segundo son elegidos por mayoría absoluta de votos de los jueces del
tribunal y duran tres años en el ejercicio de sus funciones.

52
Prescribe asimismo el art. 21 del decreto-ley 1285/58, que la Corte dictará su reglamento
interno (CN, art. 113) y el Reglamento para la Justicia Nacional, estableciendo las facultades de
superintendencia de la propia Corte y tribunales inferiores.
En los casos de recusación, impedimento, vacancia o licencia de alguno de los miembros de la
Corte Suprema, este tribunal se integra, hasta completar el número legal para fallar, mediante
sorteo entre los presidentes de las cámaras nacionales de apelación en lo federal en la Capital
Federal y los de las cámaras federales con asiento en las provincias.

La competencia de la Corte Suprema está actualmente reglamentada por el art. 24 del decreto-
ley 1285/58, con las modificaciones introducidas por las leyes 15.271, 17.116, 21.708 y 24.463.
Dicho tribunal tiene competencia originaria y apelada, habiendo sido establecida la primera,
como regla, atendiendo a las personas intervinientes en las causas y la segunda, teniendo en
cuenta las personas, la materia y la importancia del asunto

La Corte conoce originaria y exclusivamente:

1º En todos los asuntos que versan entre dos o más provincias y los civiles entre una provincia y
algún vecino o vecinos de otra o ciudadanos o súbditos extranjeros.
2º En los asuntos que versen entre una provincia y un Estado extranjero.
3º En las causas concernientes a embajadores u otros ministros diplomáticos extranjeros, a las
personas que compongan la legación y a los individuos de su familia, del modo que una Corte
de Justicia puede proceder con arreglo al derecho de gentes
4º En las causas que versen sobre privilegios y exenciones de los cónsules extranjeros en su
carácter público

La Corte tiene competencia apelada extraordinaria cuando conoce en las causas por vía del
recurso extraordinario y en los recursos directos deducidos con motivo de la denegatoria de
aquél.

Ejerce competencia apelada ordinaria con motivo de:

1º Los recursos ordinarios de apelación contra las sentencias definitivas de las Cámaras
Nacionales de Apelaciones, en los siguientes casos:
a) Causas en que la Nación directa o indirectamente sea parte, cuando el valor disputado en
último término, sin sus accesorios, sea superior a determinada cantidad de pesos;
b) Extradición de criminales reclamados por países extranjeros;
c) Causas a que dieren lugar los apresamientos o embargos marítimos en tiempo de guerra,
sobre salvamento militar y sobre nacionalidad del buque, legitimidad de su patente o
regularidad de sus papeles

2º Los recursos directos que sean consecuencia de la denegatoria de los recursos ordinarios de
apelación

3º Corresponde a la Corte Suprema conocer de:


a) Los recursos de queja por retardo de justicia en contra de las cámaras nacionales de
apelaciones
b) Las cuestiones de competencia y los conflictos que en juicio se planteen entre jueces y
tribunales del país que no tengan un órgano superior jerárquico común que deba
resolverlos, salvo que dichas cuestiones o conflictos se planteen entre jueces nacionales
de primera instancia, en cuyo caso serán resueltos por la cámara de que dependa el juez
que primero hubiese conocido. Decidirá asimismo sobre el juez competente en los casos
en que su intervención sea indispensable para evitar una efectiva privación de justicia

53
c) Los pedidos formulados por las entidades estatales cuando se dicten medidas cautelares
que en forma directa o indirecta afecten, obstaculicen, comprometan o perturben el
desenvolvimiento de actividades esenciales de dichas entidades

Justicia federal

El Poder Judicial de la Nación es ejercido por la C.S.J.N. y por los demás tribunales inferiores
establecidos por el Congreso en el territorio de la Nación en función de la potestad prevista en el
art. 75, inc. 20 de la C.N. (Art. 108, C.N.).

En uso de esa facultad, a partir de la ley 24.050,el Congreso Nacional dispuso la división del
territorio nacional en diecisiete (17) distritos judiciales federales: Comodoro Rivadavia, General
Roca, Bahía Blanca, Mendoza, Córdoba, Tucumán, Salta, Resistencia, Corrientes, Posadas,
Paraná, Rosario, Mar del Plata, Ciudad de Buenos Aires, San Justo, La Plata y San Martín.

Algunas jurisdicciones coinciden con la provincia a la que pertenecen, como es el caso de la


jurisdicción de Paraná –que coincide territorialmente con la provincia de Entre Ríos, a la que
pertenece—, mientras que otras abarcan varias provincias. Tal es el caso del distrito de Córdoba,
que excede los límites políticos de la aludida provincia homónima e incluye también a la
Provincia de La Rioja. Lo mismo ocurre con la jurisdicción de Tucumán, que incluye a la
provincia homónima y se extiende a las provincias de Santiago del Estero y Catamarca.

Además, se puede observar que existen jurisdicciones que no coinciden con los límites políticos
establecidos, sino que se encuentran agrupadas de tal manera por cuestiones de cercanía y
conveniencia.

A su vez, las provincias con mayor densidad poblacional, se encuentran divididas en múltiples
jurisdicciones judiciales –la provincia de Buenos Aires es parte de las jurisdicciones de La Plata,
San Martín, San Justo, Mar del Plata y el Este de la jurisdicción de Bahía Blanca—.

Por otra parte, se determinaron jurisdicciones territorialmente más extensas por motivos de la
baja densidad poblacional. Tal es el caso de la jurisdicción de Comodoro Rivadavia, que se
extiende sobre las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Cada uno de los diecisiete (17) distritos cuenta con una estructura judicial para satisfacer el
acceso a la justicia en aquellos casos que se susciten en la respectiva jurisdicción y lograr una
administración de justicia más eficiente y más accesible para los justiciables. De esta manera,
cada una de las aludidas jurisdicciones cuenta con diversos Juzgados Federales de Primera
Instancia distribuidos en la extensión territorial.

En la C.A.B.A. y en el conurbano bonaerense, la densidad poblacional genera no sólo que el


territorio se divida en una mayor cantidad de jurisdicciones, sino también que los juzgados
federales allí establecidos tengan una competencia más específica según la materia en la que
entienden: penal, electoral, civil, comercial, etc.

Por el contrario, en las jurisdicciones con menor densidad poblacional, los juzgados federales
suelen tener competencia múltiple, sobre todo asunto federal que se presente en la jurisdicción
de las diversas materias federales existentes.

Sin embargo, a medida que fue aumentando la litigiosidad en estas jurisdicciones, se han ido
creando nuevos juzgados federales, a fin de satisfacer la demanda por el servicio de justicia.

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Además, cada jurisdicción cuenta con una Cámara Federal del distrito (que actúa como superior
de aquellos juzgados) y Tribunales Orales Federales. Ante cada juzgado federal, Cámara Federal
o Tribunal Oral Federal intervienen dependencias del Ministerio Público Fiscal y de la
Defensoría Pública Oficial.

Poder judicial de la Provincia de Buenos Aires.

Ley 5897- Junio 2017

ARTÍCULO 1: La administración de justicia en la Provincia será ejercida por:

1. La Suprema Corte de Justicia

2. El Tribunal de Casación Penal

3. Las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial, de Garantías en lo Penal y en lo


Contencioso Administrativo

4. Los Jueces de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, de Familia, en lo Contencioso


Administrativo, de Garantías, de Garantías del Joven, de Responsabilidad Penal Juvenil, en lo
Correccional, de Ejecución en lo Penal y de Ejecución Tributaria

5. Los Tribunales en lo Criminal

6. Los Tribunales del Trabajo

7. Los Jueces de Paz

8. El Juzgado Notarial

9. El Cuerpo de Magistrados Suplentes.

10. El Tribunal de Jurados.

ARTÍCULO 2°: El Ministerio Público será desempeñado por el Procurador General de la


Suprema Corte de Justicia, por el Subprocurador General de la Suprema Corte de Justicia, por el
Defensor General de la Provincia, por el Subdefensor General, por los Fiscales de Cámaras, por
los Defensores Departamentales, por los Agentes Fiscales, Asesores de Incapaces, y Defensores
Oficiales.

ARTÍCULO 2° Bis: Son funcionarios del Poder Judicial los Consejeros de Familia con
desempeño en los Juzgados correspondientes, quienes deberán satisfacer los mismos requisitos
y condiciones que los miembros del Ministerio Público de Primera Instancia y tendrán Jerarquía
presupuestaria de Secretarios de Cámara.

ARTÍCULO 3°: Son profesionales auxiliares de la administración de justicia: los abogados,


procuradores, escribanos, médicos, ingenieros, agrimensores, contadores, martilleros públicos,
tasadores, traductores, intérpretes, calígrafos y peritos en general en las causas en que
intervengan en tal carácter como igualmente los profesionales integrantes del equipo técnico
auxiliar de los Juzgados de Familia.

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ARTÍCULO 4°: Los Tribunales y Jueces ejercerán su jurisdicción en el territorio
de la Provincia con la competencia que les atribuyen la Constitución, la presente Ley y las leyes
especiales.

ARTÍCULO 5°: Para los Fueros Civil y Comercial, de Familia, Contencioso Administrativo,
de Responsabilidad Penal Juvenil y Criminal y Correccional, se divide la Provincia en veintiún
(21) Departamentos Judiciales con las denominaciones que se enuncian a continuación:
Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús, Departamento Judicial Azul, Departamento
Judicial Bahía Blanca, Departamento Judicial Dolores, Departamento Judicial San Martín,
Departamento Judicial Junín, Departamento Judicial La Matanza, Departamento Judicial La
Plata, Departamento Judicial Lomas de Zamora, Departamento Judicial Mar del Plata,
Departamento Judicial Mercedes, Departamento Judicial Merlo, Departamento Judicial
Moreno-General Rodríguez, Departamento Judicial Morón, Departamento Judicial Necochea,
Departamento Judicial Pergamino, Departamento Judicial Quilmes, Departamento Judicial San
Isidro, Departamento Judicial San Nicolás de los Arroyos, Departamento Judicial Trenque
Lauquen, Departamento Judicial Zárate-Campana.

Doctrina: Los Departamentos Judiciales de la Provincia de Buenos Aires son las unidades
territoriales en las que se divide la Provincia de Buenos Aires a fin de su administración de
justicia. Dependen del ministerio de justicia del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Fueron creados por la ley provincial 5827 (y sus modificatorias)

ARTÍCULO 14: (Texto según Ley 13411) Departamento Judicial Mar del Plata:

a) Su asiento será en la ciudad de Mar del Plata y tendrá competencia territorial en los siguientes
partidos: Balcarce, General Alvarado, General Pueyrredón y Mar Chiquita.

b) (Texto según Ley 13479) Se compondrá de una (1) Cámara de Apelación en lo Civil y
Comercial, una (1) Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, una (1) Cámara de Apelación
en lo Contencioso Administrativo, catorce (14) Juzgados de Primera Instancia en lo Civil y
Comercial, dos (2) Juzgados de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo, seis (6)
Juzgados de Garantías, cinco (5) Juzgados en lo Correccional, dos (2) Juzgados de Ejecución,
un (1) Juzgado de Ejecución Tributaria, cuatro (4) Tribunales en lo Criminal, dos (2) Tribunales
de Familia, tres (3) Tribunales de Menores y un (1) Registro Público de Comercio;

El Ministerio Público estará integrado por: un (1) Fiscal de Cámaras Departamental, dos (2)
Adjuntos de Fiscal de Cámaras Departamental, once (11) Agentes Fiscales, dieciséis (16)
Adjuntos de Agente Fiscal; un (1) Defensor General Departamental, siete (7) Defensores
Oficiales, cuatro (4) de ellos con competencia exclusiva en lo Criminal y Correccional y tres (3)
para actuar en los Fueros Civil, Comercial y de Familia; siete (7) Adjuntos de Defensor Oficial,
cuatro (4) de ellos con competencia exclusiva en lo Criminal y Correccional y tres (3) para
actuar en los Fueros Civil, Comercial y de Familia, dos (2) Asesores de Incapaces y un (1)
Asesor de Incapaces con actuación exclusiva ante los Tribunales de Menores.

Rige lo dispuesto en la Ley 13.274 con relación a los miembros del Ministerio Público Fiscal
que la misma crea en su artículo 5º y que la Procuración General de la Suprema Corte de
Justicia dispuso para este Departamento Judicial.

56
ARTÍCULO 24: (Texto según Ley 14864) (Texto según Ley 14901) Los Tribunales de
Trabajo tendrán asiento: Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús: tres (3) en la Ciudad de
Avellaneda y tres (3) en la Ciudad de Lanús… Departamento Judicial Mar del Plata: seis (6) en
la Ciudad de Mar del Plata…

ARTÍCULO 25: Donde exista más de un Tribunal de Trabajo, el turno para la recepción de las
causas será fijado anualmente por la Suprema Corte.

ARTÍCULO 26: Los Tribunales de Trabajo ejercerán jurisdicción con la siguiente competencia
territorial:
13. Los de la ciudad de Mar del Plata sobre los partidos de Balcarce, General Alvarado,
General Pueyrredón y Mar Chiquita.

SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE BUENOS AIRES

ARTÍCULO 27: La Suprema Corte de Justicia se compondrá de siete (7) miembros y tendrá
jurisdicción en todo el territorio de la Provincia. Ante ella actuarán el Procurador General, el
Subprocurador General, el Defensor General y el Subdefensor General de la Provincia, así como
los demás integrantes del Ministerio Público legitimados para ello, cuando así correspondiere
con arreglo a la legislación vigente.

ARTÍCULO 28: Conforme a lo establecido en el artículo (*) 127° de la Constitución de la


Provincia, la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia se ejercerá por los Jueces del Tribunal
por el Término de un (1) año a contar desde la fecha en que respectivamente sean
designados. (*) Corresponde al actual artículo 162° de la Constitución Provincial.

Artículo 162 de CP BS AS.- La presidencia de la Suprema Corte de Justicia, se turnará


anualmente entre sus miembros, principiando por el de mayor edad.

ARTÍCULO 29: En caso de ausencia o impedimento accidental del Presidente, lo reemplazará


el Vicepresidente, que será designado en la misma fecha y por el mismo término que aquél.

Competencia, funcionamiento e integración.

ARTÍCULO 30: Las sentencias y las resoluciones interlocutorias del Tribunal se pronunciarán
siempre por un número de votos concordantes que representen la mayoría de los siete (7) jueces
que lo integran.

Los restantes actos, al igual que los acuerdos y resoluciones de superintendencia previstos en la
reglamentación que al efecto aprobare el Tribunal, podrán ser adoptados por el voto concordante
de un número inferior de jueces o por la mayoría de los miembros de las Salas en que aquél
fuere dividido, sin perjuicio de las atribuciones previstas en el artículo 62° de la presente Ley.

ARTÍCULO 31: En los demás casos en que deba integrarse la Suprema Corte de Justicia, por
vacancia, licencia, recusación, excusación u otro impedimento de alguno de sus miembros, se
seguirá el siguiente orden: Presidente del Tribunal de Casación Penal, vocales del Tribunal de
Casación Penal, presidentes de las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial del
Departamento Judicial de La Plata, vocales de las Cámaras de Apelación en lo Civil y
Comercial, presidente de la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo del
Departamento Judicial de La Plata, vocales de la Cámara de Apelación en lo Contencioso
Administrativo, y de Garantías en lo Penal en orden de turno; por los Jueces en lo Contencioso

57
Administrativos, de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, en lo Correccional y de los
Tribunales en lo Criminal que reúnan las condiciones necesarias para ser vocal de la Suprema
Corte; por abogados de la matrícula sorteados de las listas de conjueces.

ARTÍCULO 31 BIS.- (Texto Incorporado por Ley 12961 y modificado por Ley 13812) En
cualquier estado de su tramitación, si la Suprema Corte de Justicia considerare que los recursos
extraordinarios de nulidad, de inconstitucionalidad o de inaplicabilidad de ley o doctrina legal,
no reúnen los requisitos esenciales, que han sido insuficientemente fundados, que plantean
agravios desestimados por el mismo tribunal en otros casos análogos, o que la cuestión que
someten a su conocimiento es insustancial o carece de trascendencia, podrá rechazarlos con la
sola invocación de la presente norma y la referencia a cualquiera de las circunstancias
precedentemente expuestas.

En el caso de queja o recurso de hecho por denegación de cualquiera de los referidos recursos
extraordinarios, la Suprema Corte de Justicia podrá rechazarlos con acuerdo a lo dispuesto en el
apartado anterior.

La Suprema Corte de Justicia podrá hacer lugar a los recursos extraordinarios de nulidad, de
inconstitucionalidad o de inaplicabilidad de ley o doctrina legal, cuando hubiese estimado otros
recursos en casos sustancialmente análogos. En tal supuesto se considerará suficiente
fundamento la referencia a los precedentes aplicados y la cita del presente texto legal.

Con carácter excepcional, la Suprema Corte de Justicia podrá dar trámite a los recursos de
inaplicabilidad de ley que no superasen las limitaciones legales fijadas en razón del valor del
litigio o la cuantía de la pena, si según su sana discreción mediare gravedad institucional o un
notorio interés público, o bien si considerare indispensable establecer doctrina legal, siempre
que se tratare de dirimir cuestiones jurídicas relativas al derecho de fondo aplicable y el
recurrente hubiese formulado adecuado planteo en tal sentido.

ARTÍCULO 31 TER: La Suprema Corte de Justicia, en coordinación con el Ministerio de


Justicia, formulará el plan de infraestructura judicial.

ARTÍCULO 31 QUÁTER: Se declaran de utilidad pública a los fines de disponer su


expropiación todos los bienes inmuebles que sean indispensables para emplazar edificios o
complejos edilicios del Poder Judicial y que encuadren en las previsiones del plan de
infraestructura aprobado según el artículo 31 ter de la presente.

En los casos comprendidos en la declaración genérica de utilidad pública a que se refiere el


párrafo anterior, la Suprema Corte de Justicia queda facultada para individualizar los inmuebles
correspondientes y celebrar acuerdos directos con los propietarios. Si esas tratativas fracasaren y
se deba promover el pertinente juicio de expropiación, se dará intervención a Fiscalía de Estado.

ARTÍCULO 32: Sin perjuicio de lo dispuesto en la Constitución de la Provincia, son


atribuciones de la Suprema Corte de Justicia las siguientes:

a) Representar al Poder Judicial.

b) Nombrar y remover todos los funcionarios y empleados auxiliares de la administración de


Justicia a que se refiere el artículo (*) 126°, inciso 5 de la Constitución: disponer sus traslados,
como así también el de las oficinas del Poder Judicial. (*) Corresponde al actual art. 161°,
inciso 4) de la Constitución provincial.

58
c) Disponer la inspección, por intermedio de su Presidente o miembros que designe, de las
Cámaras de Apelación, Tribunales y Juzgados de cualquier clase, Registros Públicos, Archivos y
demás oficinas dependientes del Poder Judicial.

d) Observar la conducta de los Magistrados y funcionarios de la administración de justicia.

g) Recibir juramento de Magistrados y funcionarios.

h) (Texto según Ley 6928) Determinar la forma de reemplazo en caso de licencia, ausencia,
fallecimiento, renuncia, cesantía u otro impedimento de Magistrados, funcionarios y empleados,
hasta tanto se nombre titular.

j) Determinar la feria judicial y disponer asuetos judiciales cuando un acontecimiento


extraordinario así lo exija.

l) Establecer en todos los Departamentos Judiciales, los turnos judiciales y distribuir las causas
en los Juzgados, organizando al efecto Receptorías de Expedientes nuevos, las que estarán
dotadas de un Jefe y Segundo Jefe, quiénes deberán reunir las mismas condiciones que para ser
Secretario de Primera Instancia, y demás personal necesario.

p) Enviar anualmente al Poder Ejecutivo el proyecto de Presupuesto y la memoria del


movimiento general de los Tribunales y reparticiones bajo su superintendencia.

q) Proponer al Poder Ejecutivo las reformas de procedimiento a que se refiere el


artículo (*) 127° de la Constitución.

(*) Corresponde al artículo 165° de la Constitución de la Provincia

ARTÍCULO 32 bis: El Tribunal de Casación Penal se regirá en cuanto a su composición,


competencia y funcionamiento por las disposiciones de la ley de su creación número 11.982.

ARTÍCULO 2° (ley 11982): El Tribunal de Casación Penal estará integrado y funcionará con
una Presidencia y doce (12) Salas de dos (2) miembros cada una con la competencia material
definida en el artículo 20 de la Ley 11.922 y sus modificatorias.

La Presidencia tendrá asiento en la ciudad de La Plata, al igual que seis (6) de sus Salas, éstas
últimas con competencia territorial en los Departamentos Judiciales de La Matanza, La Plata,
Lomas de Zamora y Quilmes.

Las seis (6) Salas restantes tendrán asiento:

Dos (2) en la ciudad de San Martín

Dos (2) en la ciudad de Mercedes

Dos (2) en la ciudad de Mar del Plata, con competencia territorial en los Departamentos
Judiciales de Azul, Bahía Blanca, Dolores, Mar del Plata y Necochea.

ARTÍCULO 33: (Texto según Ley 12060) Las Cámaras de Apelación y las de Apelación y
Garantías estarán integradas por el siguiente número de miembros:
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b) (Texto según Ley 14901) Las de los Departamentos Judiciales de General San Martín,
Lomas de Zamora, Mar del Plata, Mercedes, Morón y San Isidro, en lo Civil y Comercial, por
siete (7) miembros, divididos en tres (3) Salas designadas numéricamente y compuestas de dos
(2) miembros cada una, con un Presidente común a todas éstas; y las de Apelación y Garantías
en lo Penal, por nueve (9) miembros divididos en tres (3) Salas designadas numéricamente y
compuestas de tres (3) miembros cada una.

ARTÍCULO 34: (Texto según Ley 11068) Las Cámaras de Apelación de los Departamentos
Judiciales de Azul, Bahía Blanca, General San Martín, Lomas de Zamora, Mar del Plata,
Mercedes, Morón y San Isidro, en la oportunidad de la designación de autoridades, también
constituirán sus Salas para el siguiente período anual.

Cada Sala designará su Presidente, con excepción de la que corresponda al Presidente del
Tribunal quien también ejercerá ese cargo en la Sala que integre.
Si no hubiese acuerdo entre Jueces de Salas para la designación de su Presidente, la
Cámara efectuará la elección por mayoría de votos.

ARTÍCULO 38: (Texto según Ley 13634) Las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial,
serán Tribunal de Alzada de los fallos y demás providencias recurribles dictados por los Jueces
de Primera Instancia en lo Civil y Comercial y de Familia de su respectivo Departamento.
Las Cámaras de Apelación y Garantías en lo Penal serán Tribunal de Alzada de los fallos y
demás providencias recurribles dictadas por los Jueces o Tribunales de la Responsabilidad
Penal Juvenil, Jueces de Garantías, Jueces de Garantías del Joven, de Ejecución en lo Penal y –
en su caso- del Tribunal en lo Criminal, del respectivo departamento, sin perjuicio de la
competencia a que se refiere el artículo 21° de la Ley 11.922.

ARTÍCULO 39: En los casos en que deba integrarse el Tribunal por vacancia, recusación,
excusación, impedimento o licencia, se practicará sorteo entre los que componen las demás
Cámaras de Apelación del mismo fuero y departamento.

Cuando se trate de la única Cámara Departamental, se hará en el orden siguiente: Jueces de


Primera Instancia, Agentes Fiscales y Asesores de Incapaces.

ARTÍCULO 41: Los asuntos sometidos a la competencia del Tribunal, serán distribuidos
proporcionalmente por sorteo semanal, entre las Salas o sometidos a la consideración y
juzgamiento de la Cámara en pleno si así correspondiera, notificándose a las partes su
resolución. Dentro de la Sala los asuntos se distribuirán, asimismo por sorteo.

LEY 12060

ARTICULO 1.- A los fines de su transformación en Juzgados de Garantías, Juzgados en lo


Correccional, Tribunales en lo Criminal y Juzgados de Ejecución, se disuelven en los distintos
Departamentos Judiciales todos los Juzgados de Primera Instancia en lo Criminal y
Correccional actualmente existentes, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 11 de la
presente.

ARTÍCULO 3.- Créanse los siguientes Tribunales en lo Criminal:

9) Cuatro (4) en el Departamento Judicial de Mar del Plata;

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ARTÍCULO 4.- Créanse los siguientes Juzgados en lo Correccional:

9) Cuatro (4) en el Departamento Judicial de Mar del Plata;

ARTÍCULO 5.- Créanse los siguientes Juzgados de Garantías:

9) Tres (3) en el Departamento Judicial de Mar del Plata;

ARTÍCULO 6.- Créanse los siguientes Juzgados de Ejecución:

7) Uno (1) en el Departamento Judicial de Mar del Plata;

ARTÍCULO 9.- (Texto Ley 12.142) Créanse los siguientes órganos del Ministerio Público:

dos (2) Adjuntos de Fiscal de Cámaras Departamental,


seis (6) Agentes Fiscales;
diez (10) Adjuntos de Agentes Fiscales;
un (1) Defensor Oficial y
cuatro (4) Adjuntos de Defensores Oficiales en el Departamento Judicial de Mar del Plata

ARTICULO 10.- Los Magistrados actualmente titulares de los Juzgados de Primera Instancia
en lo Criminal y Correccional disueltos por el articulo 1º pasarán a desempeñarse en el Juzgado
de Garantías, Juzgado en lo Correccional, Tribunal en lo Criminal o Juzgado de Ejecución del
respectivo departamento al cual originariamente pertenezcan, según lo determine el Poder
Ejecutivo al cual se faculta al efecto.

ARTICULO 11.- Los magistrados actualmente titulares de los Juzgados disueltos por el
artículo 1º, permanecerán en funciones y atendiendo las causas que tramitan en sus respectivos
Juzgados, hasta que asuman como Jueces en lo Correccional o Jueces de Garantías o vocales de
Tribunales en lo Criminal, según el caso; y continuarán haciéndolo con posterioridad y
simultáneamente con estas últimas funciones, hasta que tales causas queden a cargo de órganos
transitoriamente asignados al efecto y según la distribución que de las mismas disponga
oportunamente la Suprema Corte de Justicia.

A este último fin, funcionarán transitoriamente en los distintos Departamentos la cantidad de


esos Juzgados que a continuación se indica: tres (3) en el Departamento Judicial de Mar del
Plata

ARTICULO 13.- Las actuales Cámaras de Apelación en lo Criminal y Correccional pasarán a


denominarse en lo sucesivo "Cámaras de Apelación y Garantías en lo Penal".

LEY 13634

ARTICULO 1.- Serán aplicables a las causas seguidas respecto a niños, en cuanto no sean
modificadas por la presente Ley, las normas del Decreto-Ley 7425/68 (Código Procesal Civil y
Comercial) y de la Ley 11.922 (Código Procesal Penal).

ARTICULO 2.- Las audiencias y vistas de causa serán orales bajo pena de nulidad y se
practicarán con la presencia obligatoria de todas las partes, de acuerdo a los principios de

61
continuidad, inmediación, contradicción y concentración.

ARTICULO 3.- Los niños tienen derecho a ser oídos en cualquier etapa del proceso, a
peticionar, a expresar sus opiniones y a que éstas se tengan en cuenta en las decisiones que
afecten o hagan a sus derechos, considerando su desarrollo psicofísico. En el caso de los niños
por nacer ejercerá este derecho la madre. El Juez garantizará debidamente el ejercicio de este
derecho.

ARTICULO 4.- Todo proceso que tramite ante estos Fueros tendrá carácter reservado, salvo
para el niño, representantes legales o guardadores de hecho y las partes.

ARTICULO 5.- Queda prohibida la difusión de la identidad de los niños sujetos a actuaciones
administrativas o judiciales, cualquiera sea su carácter y con motivo de dichas actuaciones, en
informaciones periodísticas y de toda índole. Se consideran como informaciones referidas a la
identidad: el nombre, apodo, filiación, parentesco, residencia y cualquier otra forma que permita
su individualización.

ARTICULO 6.- El niño al que se atribuya haber infringido leyes penales o se acuse o declare
culpable de haber infringido esas leyes, debe ser tratado de manera acorde con el fomento de su
sentido de dignidad y valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las
libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño, la
importancia de promover su reintegración y que asuma una función constructiva en la sociedad.

ARTICULO 7.- La internación y cualquier otra medida que signifique el alojamiento del niño
en una institución pública, semipública o privada, cualquiera sea el nombre que se le asigne a tal
medida y aún cuando sea provisional tendrá carácter excepcional y será aplicada como medida
de último recurso, por el tiempo más breve posible y debidamente fundada.

FUERO DE FAMILIA

ARTICULO 8.- Disuélvanse en los distintos departamentos judiciales, todos los Tribunales de
Familia actualmente existentes, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 10, a efectos de su
transformación en Juzgados de Familia.

ARTÍCULO 9.- Créanse los siguientes Juzgados de Familia:

9) Seis (6) en el Departamento Judicial Mar del Plata.

ARTICULO 12. Los Juzgados de Familia estarán integrados por un (1) Juez de Primera
Instancia.

Cada Juzgado contará con un (1) Consejero de Familia y funcionará un Equipo Técnico Auxiliar
que asistirá interdisciplinariamente y colaborará con el Juez y el Consejero en las tareas y
funciones que éstos les asignen y con la dotación de personal que fije la Suprema Corte de
Justicia, quien deberá proveer la capacitación permanente del mismo, en la forma que estime
conveniente.

62
ARTICULO 15. Los procesos que tramiten ante los Juzgados de Familia se regirán por las
disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial, aplicándose la normativa del Libro VIII,
con las modificaciones que surgen de la presente Ley en todo aquello que fuera pertinente.

FUERO DE LA RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL

ARTICULO 18. (Texto según Ley 14765) El Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil estará
integrado por:

a) Tribunal de Casación.
b) Cámaras de Apelación y Garantías en lo Penal.
c) Tribunales de Responsabilidad Penal Juvenil.
d) Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil
e) Juzgado de Garantías del Joven.
f) Ministerio Público del Joven.

ARTICULO 19. A los fines de su transformación en Juzgados de Responsabilidad Penal


Juvenil y Juzgados de Garantías del Joven creados por esta Ley, se disuelven en los distintos
departamentos judiciales todos los Tribunales de Menores actualmente existentes, sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 89 de la presente.

ARTICULO 20. Créanse los siguientes Juzgados de Responsabilidad Penal Juvenil:

8) Dos (2) en el Departamento Judicial Mar del Plata

ARTICULO 21. Créanse los siguientes Juzgados de Garantías del Joven:

7) Dos (2) en el Departamento Judicial Mar del Plata;

ARTICULO 23. Créanse los siguientes órganos del Ministerio Público, especializados en el
Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil, en los Departamentos Judiciales que se detallan a
continuación:

Departamento Judicial Mar del Plata: Tres (3) Agentes Fiscales y tres (3) Defensores Oficiales.

ARTICULO 27. El Tribunal Penal de la Responsabilidad Penal Juvenil conocerá en los delitos
previstos en los artículos 79, 80, 119 párrafos 3° y 4°, 124, 142 bis, 165 y 170 del Código Penal,
y estará constituido por tres (3) Jueces de la Responsabilidad Penal Juvenil del respectivo
departamento judicial.

En los departamentos judiciales en los que no pueda conformarse el Tribunal por no haber tres
(3) Jueces de la Responsabilidad Penal Juvenil, el mismo se integrará con el Juez de Garantías
del Joven que no hubiese intervenido en el proceso.

Ley 12008 ARTÍCULO 1.- CLÁUSULA GENERAL DE LA MATERIA CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVA.

1.- Corresponde a los tribunales contenciosos administrativos el conocimiento y decisión de las


pretensiones que se deduzcan en los casos originados por la actuación u omisión, en el ejercicio
de funciones administrativas, de los órganos de la Provincia, los Municipios, los entes
descentralizados y otras personas, con arreglo a las prescripciones del presente Código.

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2.- La actividad de los órganos del Poder Ejecutivo, de los Municipios y de los demás entes
provinciales o municipales, se presume realizada en el ejercicio de funciones administrativas y
regidas por el derecho administrativo. Procederá esta presunción aun cuando se aplicaren por
analogía normas de derecho privado o principios generales del derecho.

ARTÍCULO 2º.- CASOS INCLUIDOS EN LA MATERIA CONTENCIOSO –


ADMINISTRATIVA. La competencia contencioso - administrativa comprende las siguientes
controversias:

1. Las que tengan por objeto la impugnación de actos administrativos, de alcance particular o
general, *y de ordenanzas municipales. * Lo subrayado corresponde al Texto Original de la
presente. La Ley 13101 que incorporó los incisos 8) y 9) al presente artículo, cuando
transcribe el mismo no lo menciona.

2. Las que se susciten entre prestadores de servicios públicos o concesionarios de obras


públicas y usuarios, en cuanto se encuentren regidas por el derecho administrativo.

3. Aquéllas en las que sea parte una persona pública no estatal, cuando actúe en el ejercicio
de prerrogativas regidas por el derecho administrativo.

4. Las que versen sobre la responsabilidad patrimonial, generada por la actividad lícita o
ilícita de la Provincia, los Municipios y los entes públicos.

5. Las relacionadas con la aplicación de tributos provinciales o municipales.

6. Las relativas a los contratos administrativos.

ARTÍCULO 7°: (Texto según Ley 13101) CONFLICTOS DE COMPETENCIA.

1. Los conflictos de competencia entre los jueces contencioso administrativos serán


tramitados por vía incidental y resueltos por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo con competencia territorial común, causando ejecutoria su decisión. Los
conflictos planteados entre un Juez Contencioso Administrativo o una Cámara de Apelaciones
en lo Contencioso Administrativo y un Tribunal de otro fuero, serán resueltos por la Suprema
Corte de Justicia, causando ejecutoria su decisión.

LEY 11653

ARTICULO 1- Los Tribunales del Trabajo de la Provincia de Buenos Aires tendrán a su cargo
la administración de la justicia laboral, en un todo de acuerdo con las disposiciones del presente
y de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

ARTICULO 2- Los Tribunales del Trabajo conocen:

a) En única instancia, en juicio oral y público, de las controversias individuales del trabajo
que tengan lugar entre empleadores y trabajadores, fundadas en disposiciones de los contratos
de trabajo, en convenciones colectivas, laudos con eficacia de éstas, disposiciones legales o
reglamentarias del derecho del trabajo y de las causas vinculadas con un contrato de trabajo
aunque se funden en normas del derecho común.

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b) En las acciones de las asociaciones sindicales con personalidad gremial, por cobro de
aportes, contribuciones y demos beneficios que resulten de convenciones colectivas de trabajo y
en aquellas acciones respecto de las cuales el régimen de las asociaciones sindicales establezca
la competencia local.

d) En las demandas de tercerías en los juicios de competencia de la justicia laboral.

e) En grado de apelación de las resoluciones definitivas dictadas por la asociación sindical,


que denieguen la solicitud de afiliación de los trabajadores o dispongan su expulsión, con
arreglo a las normas legales que rijan la materia.

f) En grado de apelación, de las resoluciones dictadas por las autoridades administrativas


provinciales del trabajo cuando las leyes pertinentes lo establezcan.

ARTICULO 3- Cuando la demanda sea iniciada por el trabajador por entablarse


indistintamente:

a) Ante el Tribunal del lugar del domicilio del demandado.


b) Ante el Tribunal del lugar de prestación del trabajo.
c) Ante el Tribunal del lugar de celebración del contrato de trabajo.

ARTICULO 4- Salvo disposición expresa de las leyes especiales, en los supuestos de los
incisos b), c), e) y g) del artículo 2, las acciones deben promoverse ante el Tribunal del
domicilio del demandado.

LEY DE MINISTERIO PÚBLICO Nº 14442

ARTÍCULO 1º.- Función. El Ministerio Público es el cuerpo de Fiscales, Defensores Oficiales


y Asesores de Incapaces que, encabezado por el Procurador General, actúa con legitimación
plena en defensa de los intereses de la sociedad y en resguardo de la vigencia equilibrada de los
valores jurídicos consagrados en las disposiciones constitucionales y legales.

ARTÍCULO 2º.- Funcionamiento y composición. El Ministerio Público está encabezado por el


Procurador General quien ejerce la superintendencia sobre los demás miembros del Ministerio
Público conforme el artículo 189 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires.

El Ministerio Público se compone por el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de la


Defensa como áreas funcionalmente autónomas.

ARTÍCULO 3º.- Principios. El Ministerio Público es parte integrante del Poder Judicial y goza
de la autonomía e independencia que le otorga la Constitución para el debido cumplimiento de
sus funciones.
Su organización es jerárquica y está regida por los principios de: unidad, flexibilidad y
descentralización.

ARTÍCULO 10.- (Texto según Ley 14613) Miembros del Ministerio Público. Son miembros
del Ministerio Público:

1. El Procurador General de la Suprema Corte de Justicia.


2. El Subprocurador General de la Suprema Corte de Justicia.
3. El Defensor General de la Provincia de Buenos Aires.
4. El Subdefensor General de la Provincia de Buenos Aires.

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5. El Fiscal y el Defensor del Tribunal de Casación.
6. Los Fiscales de Cámara y los Defensores Departamentales.
7. Los Adjuntos del Fiscal y del Defensor del Tribunal de Casación.
8. Los Agentes Fiscales y los Defensores Oficiales.
9. Asesores de Incapaces.
10. El Cuerpo de Magistrados Suplentes del Ministerio Público.

ARTÍCULO 20.- Superintendencia. El Procurador General de la Suprema Corte de Justicia es


responsable del adecuado funcionamiento del Ministerio Público, en cuyo ámbito ejerce las
funciones de superintendencia previstas por el artículo 189 de la Constitución Provincial.

Dicha facultad debe ser interpretada en forma concordante con los principios y garantías
previstos en la normativa constitucional, quedando incluidas solamente las cuestiones que no
afecten el normal desempeño e independencia de la función de defensa, el debido proceso y la
garantía de defensa en juicio.

ARTÍCULO 23.- Funciones del Defensor General. El Defensor General es responsable del
adecuado funcionamiento del Ministerio Público de la Defensa.
El Ministerio Público de la Defensa tiene potestades y atribuciones de definir políticas de la
defensa pública, y dictar instrucciones generales y particulares con autonomía funcional.
Ejercerá las acciones disciplinarias sobre sus miembros y dispondrá del personal afectado al
mismo.

ARTÍCULO 25.- Funciones del Subdefensor General. Corresponde al Subdefensor General:

1. Reemplazar al Defensor General en caso de vacancia, ausencia temporal o impedimento


legal, hasta el cese de dichas causales.
2. Ejercer funciones del Defensor General que éste le encomiende.

REGLAMENTO SOBRE EL REGIMEN DE RECEPTORIAS DE EXPEDIENTES,


ARCHIVOS DEL PODER JUDICIAL, Y MANDAMIENTOS Y NOTIFICACIONES.
Acordada 3397/08

Artículo 1. En el ámbito de la Suprema Corte de Justicia funcionará una Dirección General de


Receptorías de Expedientes, Archivos, Mandamientos y Notificaciones del Poder Judicial.

Artículo 2. La Dirección General tendrá su sede en la Ciudad de La Plata y de ella dependen los
Jefes de las Receptorías de Expedientes, de los Archivos, del Registro Público de Juicios
Universales, de las Oficinas de Mandamientos y Notificaciones y los Encargados de
Delegaciones de Mandamientos y Notificaciones.

Artículo 4. Organización Administrativa. La Dirección General:

a) Se organizará en tres áreas: 1) Receptorías de Expedientes y Registro Público de Juicios


Universales; 2) Archivos; 3) Oficinas y Delegaciones de Mandamientos y Notificaciones.
Cada una de ellas estará a cargo de un Abogado, que desempeñará las funciones indicadas
por la Dirección General bajo su control inmediato, pudiendo éste delegarles las
atribuciones que considere necesarias.

b) Tendrá una Mesa de Entradas que atenderá al público durante el horario judicial, estando a
su cargo la recepción, registro y posterior distribución del material conforme su contenido.

66
Asimismo tendrá a cargo la confección de los libros y demás constancias que se lleven en
dicho sector, a los fines de un adecuado control de las tareas.

c) Llevará, a través de sus Áreas, un registro correspondiente a las dependencias referidas en el


artículo 2, en el que se asentarán licencias, sanciones disciplinarias y todo movimiento del
personal.

d) Mantendrá un archivo clasificado de leyes, acordadas, disposiciones y consultas atinentes a


la Dirección General.

e) Realizará un compendio de los trabajos referentes a cada una de las dependencias a su


cargo.

f) Llevará un registro de las inspecciones y visitas que realice en las dependencias a su cargo,
así como de las quejas que contra ellos se presenten.

Artículo 30. Asiento y Jefatura de las Receptorías de Expedientes. En cada Departamento


Judicial funcionará una Receptoría de Expedientes a cargo de un Jefe Abogado, quien deberá
reunir las condiciones requeridas en el artículo 5.

Los Jefes de Receptorías tienen las facultades y obligaciones mencionados en el artículo 12


incisos a), b), c), d), e), f), g), h), i), j), k) y l) del presente Reglamento.

Asimismo deberán, dentro de los diez primeros días de cada mes, elevar a la Dirección General
por duplicado, planillas del movimiento mensual habido, referente a los siguientes puntos:

1 - Juicios iniciados;

2 - Cambios de radicación y de jurisdicción de expedientes en trámite;

3 - Cambios producidos en las carátulas de los juicios;

4 - Designación de Defensores de Pobres y Ausentes en causas en trámite;

5 – Informaciones sumarias ingresadas;

6 - Todo otro dato que estimen de interés estadístico.

Antes del 1º de marzo elevarán, también por duplicado, la estadística anual correspondiente a
idénticos temas.

Artículo 32. Mesas Receptoras de Escritos. En aquellas cabeceras departamentales donde


funcionaren Mesas Receptoras de Escritos, ellas quedarán a cargo del Jefe de la Receptoría de
Expedientes respectivo y actuarán de conformidad con el régimen fijado en el Anexo I

Artículo 34. Función primaria de las Receptorías de Expedientes. El ingreso, recepción y


posterior distribución diaria de causas que se inicien con destino a los fueros civil y comercial,
de familia, laboral y contencioso administrativo compete a las Receptorías de Expedientes de
cada Departamento Judicial, con las excepciones previstas en el presente Reglamento.

Las Receptorías serán responsables de la custodia del escrito de iniciación y la documentación


anexa hasta su entrega al órgano adjudicado.

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Artículo 36. Presentación en la Secretaría del Juzgado/Tribunal. Ingresarán directamente
por Secretaría del juzgado o tribunal, sin intervención de la Receptoría de Expedientes:

a) Los exhortos y oficios dirigidos al titular de un juzgado o tribunal determinado;

b) Procesos por internaciones. Los procesos previstos en el artículo 482, segundo


párrafo, del Código Civil ingresarán al órgano del fuero de Familia en turno;

c) Las causas presentadas fuera del horario de actividad de la Receptoría de


Expedientes en los términos del Acuerdo 3295/06.

d) Las apelaciones de resoluciones administrativas y las dictadas por las


asociaciones sindicales ingresarán directamente al Tribunal de Trabajo que se encontrare de
turno a la fecha del auto apelado;

e) Las acciones de amparo presentadas fuera del horario de actividad de la


Receptoría de Expedientes en los términos de la Resolución 1358 / 06 (mod. Resolución
1794 / 06).

f) Las impugnaciones regladas por el artículo 74 de la Ley 12.008 (Ley 13.325).

Artículo 67. Organización. Por cada Departamento Judicial se organizará un Archivo


Departamental. Asimismo, en los lugares que determine la Suprema Corte de Justicia, se crearán
y organizarán Archivos Regionales.

Artículo 68. Jefes. Cada Archivo estará a cargo de un Jefe Abogado quien deberá reunir las
condiciones requeridas en el artículo 104 de la Ley Orgánica del Poder Judicial 5827.

Artículo 69. Facultades y obligaciones. Los Jefes de los Archivos tienen las facultades y
obligaciones mencionados en el artículo 12, incisos a), b), c), d), e), f), g), h), i), j), k) y l) del
presente Reglamento.

Asimismo, elevarán a la Dirección General –trimestralmente, por duplicado y de acuerdo a las


modalidades que aquélla fije-, planillas del movimiento habido referentes a los siguientes
puntos:

1.- Oficios recibidos y diligenciados;

2.- Testimonios expedidos en actuaciones;

3.- Certificaciones efectuadas;

4.- Expedientes ingresados, extraídos, devueltos, desarchivados y destruidos;

5.- Consulta de expedientes y libros de sentencias;

6.- Cantidad de fotocopias expedidas;

7.- Todo otro dato que estimen de interés estadístico.

Artículo 70. Reemplazos. Los Jefes de los Archivos deberán concurrir diariamente a su
despacho.

68
En caso de ausencia, licencia, vacancia o impedimento de los Jefes de Archivos
Departamentales, serán reemplazados por los de las Receptorías de Expedientes del respectivo
Departamento Judicial. A falta o impedimento de éstos, por el funcionario letrado designado por
la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia o por la Cámara de Apelación en ejercicio de la
superintendencia, según corresponda.

En idénticos supuestos, los reemplazos de los Jefes de Archivos Regionales, serán resueltos por
la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia.

Capítulo II. Del funcionamiento.

Artículo 71. Formación del Archivo. Prohibición. Los Archivos se formarán con los
expedientes en estado de archivo, los paralizados según las pautas fijadas en el artículo 85 y
libros de sentencias a tenor de lo indicado en el artículo 106 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial 5827. Ese material permanecerá depositado en los Archivos Departamentales o
Regionales, según los casos, en locales adecuados a los que no tendrán acceso personas ajenas a
la repartición.

Queda prohibida la remisión a los Archivos de instrumentos del delito y efectos decomisados.

Artículo 72. Organización del material. El material de los Archivos será organizado
observándose siempre una clara distinción que posibilite la individualización fácil y rápida de
los expedientes y demás documentos.

En los Archivos Penales o Secciones destinadas a ese fuero, se registrarán y archivarán por
separado las que pertenecieran al fuero de Menores y las del fuero de Responsabilidad Penal
Juvenil.

Si la capacidad de un Archivo se colmase, el Jefe lo hará saber a la Dirección General que podrá
solicitar a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia que disponga la postergación de la
remisión del material archivable hasta que se cuente con el espacio necesario.

Artículo 142. Las Oficinas de Mandamientos y Notificaciones estarán integradas por un Jefe,
un Subjefe y la cantidad de Ujieres Oficiales de Justicia, Oficiales Notificadores, empleados
administrativos y personal de servicio que determine la Suprema Corte de Justicia.

Las Delegaciones estarán a cargo de un Encargado y la cantidad de Ujieres, Oficiales de


Justicia, Oficiales Notificadores, empleados administrativos y personal de servicio que
determine la Suprema Corte de Justicia.

A los fines previstos en este Reglamento, los Ujieres tendrán las mismas facultades y
obligaciones que los Oficiales de Justicia.

Artículo 143. Jefes y Encargados. Los Jefes de Oficinas deberán ser abogados. Para ser
designado Encargado será requisito el haber desempeñado el cargo de Oficial de Justicia durante
un mínimo de cinco años.

Los Jefes de Oficinas y Encargados de Delegaciones tienen las facultades y obligaciones


mencionados en el artículo 12 incisos a), b), c), d), e), f), g), h), i), j), k) y l) del presente
Reglamento, además de las que a continuación se enuncian:

69
a) Designar a los empleados que clasificarán y entregarán diariamente a los Oficiales las
diligencias recibidas, quienes harán planillas individuales para la distribución equitativa.

b) Devolver sin más trámite al Juez de la causa, las diligencias que correspondan realizarse
fuera de la jurisdicción territorial que compete a la Oficina o Delegación.

c) Devolver los mandamientos y cédulas que no fueran confeccionados en los formularios


autorizados al efecto, que no contengan debidamente asentados el nombre y apellido de la
persona requerida, domicilio y carácter del mismo, sello y firma del Juzgado o Tribunal
actuante o del profesional en su caso
d) Disponer la rotación de Ujieres, Oficiales de Justicia y Notificadores en las respectivas
zonas, comunicándose dicha circunstancia a la Dirección General

Modulo II. Bolilla IV.

La administración de justicia hallase confiada a determinados órganos del Estado, cada uno de
los cuales se compone de un conjunto o agregado de personas cuyas actividades concurren al
cumplimiento integral de la función judicial.
Las más trascendentes de esas actividades —que son las instructorias, ordenatorias y decisorias
— incumben al juez o, eventualmente, a varios jueces, según se trate, respectivamente, de un
órgano unipersonal (juzgado) o colegiado (tribunal).

No obstante la pluralidad de personas que es consustancial a la existencia de todo órgano


judicial, solamente en los jueces reside la potestad que imprime a dichos órganos un sentido
específico dentro de nuestro régimen institucional de división de poderes, potestad que consiste
en juzgar determinada clase de conflictos, sea originariamente o mediante revisión de lo
resuelto por funcionarios u organismos administrativos.

Los jueces nacionales revisten los siguientes caracteres

I) Son permanentes, pues el art. 18 de la Constitución Nacional ha proscripto los juicios por
comisiones especialmente designadas para un caso determinado. Esta calidad no apunta a los
jueces como personas físicas sino a los órganos que integran, ya que aquéllos pueden cambiar
por renuncia, jubilación, fallecimiento o remoción.
II) Son sedentarios, es decir, que sólo pueden cumplir sus funciones dentro de la circunscripción
territorial establecida como sede del respectivo juzgado o tribunal.
III) Son inamovibles por cuanto, sin perjuicio de la caducidad y duración limitada de sus
designaciones por razones de edad, conservan sus empleos mientras dure su buena conducta y
no pueden ser separados del cargo sino por juicio político (CN, arts. 99, inc. 4o y 110).
IV) Son letrados, pues constituye requisito de su designación la posesión del título de abogado
(CN, art. 111)

Designación y remoción de jueces nacionales

Respecto del modo de designación de los jueces nacionales corresponde distinguir, de acuerdo
con la reforma constitucional operada en 1994, según se trate de los magistrados de la Corte
Suprema de Justicia o de los que integran los tribunales inferiores.

Los primeros, en efecto, deben ser designados por el Presidente de la Nación con acuerdo del
Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública convocada al efecto (CN,
art. 99, inc. 4, párr. I).

70
También incumbe al Presidente de la Nación el nombramiento de los jueces integrantes de los
tribunales inferiores, aunque con la diferencia de que debe hacerlo sobre la base de una
propuesta en terna vinculante emitida (previo concurso público) por el Consejo de la
Magistratura, organismo compuesto por miembros, a saber:
•3 jueces nacionales elegidos D’Hont
•6 legisladores
•2 representantes de los abogados de la matricula federal por voto directo
•1 representante del poder ejecutivo
• 1 representante del ámbito científico y académico

Otra variante reside en el hecho de que cuando se trata de los jueces propuestos por el Consejo
de la Magistratura, el acuerdo del Senado, si bien debe prestarse en sesión pública en la que
corresponde tener en cuenta la idoneidad de los candidatos, no exige un quórum especial (CN,
art. 99, inc. 4°, párr. 2).

En relación con todos los jueces nacionales es sin embargo necesario un nuevo nombramiento
para mantenerlos en el cargo una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años. Asimismo
todos los nombramientos de magistrados cuya edad sea la indicada o mayor deben hacerse por
cinco años, y podrán repetirse indefinidamente por el mismo trámite (CN, art. 99, inc 4, párr. 3).

Para ser juez de la Corte Suprema de Justicia se requiere ser ciudadano argentino, abogado
graduado en Universidad Nacional, con ocho años de ejercicio y tener las calidades exigidas
para ser senador (CN, art. 111, y decreto-ley 1285/58, art. 4o), o sea: treinta años de edad, haber
sido seis años ciudadano de la Nación y disponer de una renta anual de dos mil pesos fuertes o
de una entrada equivalente (CN, art. 55)

Para ser juez de la Cámara Nacional de Casación Penal, de las cámaras nacionales de
apelaciones y de los tribunales orales se requiere ser ciudadano argentino, abogado con título
que tenga validez nacional, con seis años de ejercicio de la profesión o función judicial que
requiera el título indicado y treinta años de edad (decreto-ley 1285/58, art. 5o). Los mismos
requisitos de ciudadanía y título se requieren para ser juez nacional de primera instancia,
bastando cuatro años de ejercicio y veinticinco de edad (decreto-ley 1285/58, art. 6o).

Importa recordar que, conforme a lo prescripto en el art. 114, inc. Io de la CN, la selección de
los magistrados precedentemente mencionados, previa a su designación, debe realizarse
mediante concursos públicos.

Remoción: Los jueces nacionales de cualquier jerarquía sólo pueden ser separados de sus
cargos mediante el procedimiento del juicio político (CN, arts. 53, 110 y 115), el cual puede
intentarse "por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones o por crímenes
comunes"; debiendo incluirse, dentro del concepto de "mal desempeño", todos aquellos casos
que, sin tipificar una conducta delictiva, importen actitudes o hechos incompatibles con el
adecuado ejercicio de la función judicial (v.gr.: morosidad, negligencia, inhabilidad física o
mental, etc.).

De acuerdo con las pertinentes disposiciones constitucionales, cuando se trata de miembros de


la Corte Suprema, el derecho de acusación corresponde a la Cámara de Diputados, la que
previamente debe declarar haber lugar a la formación de causa por mayoría de dos terceras
partes de sus miembros presentes (art. 53). Al Senado corresponde juzgar enjuicio público (y
con las garantías procesales consiguientes) al acusado por la Cámara de Diputados, debiendo

71
sus miembros prestar juramento para este acto. El acusado no podrá ser declarado culpable sino
por mayoría de los dos tercios de los miembros presentes (art. 59). Su fallo, dispone el art. 60,
no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun declararle incapaz de ocupar ningún empleo
de honor, de confianza o a sueldo de la Nación. Pero la parte condenada quedará, no obstante,
sujeta a acusación, juicio y castigo, conforme a las leyes, ante los tribunales ordinarios.

Si se trata, en cambio, de los jueces de los tribunales inferiores de la Nación, la facultad de


decidir la apertura del procedimiento de remoción y de ordenar en su caso la suspensión de
aquéllos, así como la de formular la acusación correspondiente incumbe al Consejo de la
Magistratura (art. 114, inc. 5).
La potestad de decidir la remoción pertenece en cambio a un jurado de enjuiciamiento integrado
por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal, mediante fallo que es
irrecurrible y tiene el mismo efecto que el previsto respecto del fallo del Senado en el art. 60.

Prescribe asimismo el art. 115, párr. 3o de la CN, que corresponde archivar las actuaciones y, en
su caso, reponer al juez suspendido, si transcurren ciento ochenta días contados desde la
decisión de abrir el procedimiento de remoción sin que se haya dictado el fallo.

Designación y remoción de jueces ordinarios o locales o provinciales

CPBA: Artículo 175.- Los jueces de la Suprema Corte de Justicia, el Procurador y el


Subprocurador General, serán designados por el Poder Ejecutivo, con acuerdo del Senado,
otorgado en sesión pública por mayoría absoluta de sus miembros.

Los demás jueces e integrantes del ministerio público serán designados por el Poder Ejecutivo,
de una terna vinculante propuesta por el Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado
otorgado en sesión pública.

Será función indelegable del Consejo de la Magistratura seleccionar los postulantes mediante
procedimientos que garanticen adecuada publicidad y criterios objetivos predeterminados de
evaluación. Se privilegiará la solvencia moral, la idoneidad y el respeto por las instituciones
democráticas y los derechos humanos.

El Consejo de la Magistratura se compondrá, equilibradamente, con representantes de los


poderes Ejecutivo y Legislativo, de los jueces de las distintas instancias y de la institución que
regula la matrícula de los abogados en la Provincia. El Consejo de la Magistratura se
conformará con un mínimo de quince miembros. Con carácter consultivo, y por Departamento
Judicial, lo integrarán jueces y abogados; así como personalidades académicas especializadas.

Artículo 176.- Los Jueces letrados, el Procurador y Subprocurador General de la Suprema Corte
de Justicia conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta.

Artículo 177.- Para ser juez de la Suprema Corte de Justicia, Procurador y Subprocurador
General de ella, se requiere:

Haber nacido en territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo si hubiese nacido en país
extranjero, titulo o diploma que acredite suficiencia en la ciencia del derecho reconocido por
autoridad competente en la forma que determine la ley; treinta años de edad y menos de setenta
y diez a lo menos de ejercicio en la profesión de abogado o en el desempeño de alguna
magistratura. Para serlo de las Cámaras de Apelación, bastarán seis años.

72
Artículo 178.- Para ser juez de primera instancia se requiere: tres años de práctica en la
profesión de abogado, seis años de ciudadanía en ejercicio y veinticinco años de edad.

Artículo 181.- Para ingresar al Poder Judicial debe justificarse dos años de residencia inmediata
en la Provincia.

Artículo 182.- Los jueces de las Cámaras de Apelación y de Primera Instancia y los miembros
del Ministerio Público pueden ser denunciados o acusados por cualquiera del pueblo, por delitos
o faltas cometidas en el desempeño de sus funciones, ante un jurado de once miembros que
podrá funcionar con número no inferior a seis, integrado por el presidente de la Suprema Corte
de Justicia que lo presidirá, cinco abogados inscriptos en la matrícula que reúnan las
condiciones para ser miembro de dicho tribunal, y hasta cinco legisladores abogados.

Los legisladores y abogados que deban integrar el jurado se designarán por sorteo, en acto
público, en cada caso; los legisladores por el presidente del Senado y los abogados por la
Suprema Corte de Justicia, a cuyo cargo estará la confección de la lista de todos los abogados
que reúnan las condiciones para ser conjueces.

La ley determinará la forma de reemplazar a los abogados no legisladores en caso de vacante.

Artículo 183.- El juez acusado quedará suspendido en el ejercicio de su cargo desde el día en
que el jurado admita la acusación.

Artículo 184.- El jurado dará su veredicto con arreglo a derecho, declarando al juez acusado
culpable o no culpable del hecho o hechos que se le imputen.

Artículo 185.- Pronunciado el veredicto de culpabilidad, la causa se remitirá al juez competente


para que aplique la ley penal cuando corresponda.

Artículo 186.- La ley determinará los delitos y faltas de los jueces acusables ante el jurado y
reglamentará el procedimiento que ante él debe observarse.

Artículo 187.- Los jueces acusados de delitos ajenos a sus funciones serán juzgados en la
misma forma que los demás habitantes de la Provincia, quedando suspendidos desde el día en
que se haga lugar a la acusación.

Artículo 188.- La ley determinará el modo y forma como deben ser nombrados y removidos y
la duración del período de los demás funcionarios que intervengan en los juicios.

Consejo de la Magistratura de la Nación - Ley N° 24.937

ARTICULO 1º. — El Consejo de la Magistratura es un órgano permanente del Poder Judicial de


la Nación que ejerce la competencia prevista en el artículo 114 de la Constitución Nacional de
acuerdo a la forma representativa, republicana y federal que la Nación Argentina adopta para su
gobierno, para lo cual deberá observar especialmente los principios de publicidad de los actos
de gobierno, transparencia en la gestión, control público de las decisiones y elección de sus
integrantes a través de mecanismos no discriminatorios que favorezcan la participación popular.
Tiene a su cargo seleccionar mediante concursos públicos postulantes a las magistraturas
inferiores a través de la emisión de propuestas en ternas vinculantes, administrar los recursos
que le corresponden de conformidad con la ley 11.672 permanente de presupuesto de la Nación,
con la ley 24.156 de administración financiera y de los sistemas de control del sector público
nacional y con la ley 23.853 de autarquía judicial; y sus leyes complementarias, modificatorias

73
y vinculantes, y ejecutar el presupuesto que la ley le asigne a su servicio administrativo
financiero, aplicar sanciones disciplinarias sobre magistrados, decidir la apertura del
procedimiento de remoción, ordenar la suspensión y formular la acusación correspondiente y
dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial.
Composición (ver en Juez ↑)

ARTÍCULO 3º — Duración. Los miembros del Consejo de la Magistratura durarán cuatro (4)
años en sus cargos, pudiendo ser reelectos con intervalo de un período. Los miembros del
Consejo elegidos por su calidad institucional de académicos y científicos, jueces en actividad,
legisladores o abogados de la matrícula federal, cesarán en sus cargos si se alterasen las
calidades en función de las cuales fueron seleccionados, debiendo ser reemplazados por sus
suplentes o por los nuevos representantes que se designen conforme los mecanismos dispuestos
por la presente ley para completar el mandato respectivo. A tal fin, este reemplazo no se contará
como período a los efectos de la reelección.

ARTÍCULO 4º — Requisitos. Para ser miembro del Consejo de la Magistratura se requerirá


contar con las condiciones mínimas exigidas para ser diputado. No podrán ser consejeros las
personas que hubieran desempeñado cargo o función pública jerárquica durante la última
dictadura cívico-militar o respecto de quienes se verifiquen condiciones éticas opuestas al
respeto por las instituciones democráticas y los derechos humanos

ARTÍCULO 5º — Incompatibilidades e inmunidades. Los miembros del Consejo de la


Magistratura estarán sujetos a las incompatibilidades e inmunidades que rigen para sus
calidades funcionales. Los miembros elegidos en representación del Poder Ejecutivo, de los
abogados y del ámbito científico o académico estarán sujetos a las mismas inmunidades e
incompatibilidades que rigen para los jueces. Los miembros del Consejo de la Magistratura no
podrán concursar para ser designados magistrados o ser promovidos si lo fueran, mientras dure
su desempeño en el Consejo y hasta después de transcurrido un año del plazo en que debieron
ejercer sus funciones.

LEY 11868. Consejo de la magistratura de Bs As

ARTICULO 1°: (Texto según Ley 13553) Conformación: El Consejo de la Magistratura


tendrá su sede en la ciudad de La Plata y estará conformado por dieciocho (18) miembros. Los
miembros del Consejo, a excepción del Consejero representante de la Suprema Corte de
Justicia, permanecerán en sus cargos durante cuatro (4) años, con renovación parcial cada
bienio. Una vez constituido se sortearán por estamento los miembros que deban cesar en el
primer período.

ARTICULO 2°: (Texto Ley 12.892) Condiciones de los miembros: La designación como
Consejero permanente o con funciones consultivas, deberá recaer en personas que reúnan los
requisitos de los artículos 177 y 181 de la Constitución Provincial para ser juez de la Suprema
Corte, con excepción de los representantes de las Cámaras Legislativas quienes deberán reunir
los requisitos previstos en el artículo 182 de la Constitución Provincial.
ARTICULO 3°: (Texto según Ley 13553) Composición, Presidencia: El Consejo estará
integrado por un (1) Ministro de la Suprema Corte de Justicia, un (1) Juez de Cámara; un (1)
Juez de Primera o Única Instancia y un (1) miembro del Ministerio Público; seis (6)
representantes del Poder Legislativo; cuatro (4) representantes del Poder Ejecutivo y cuatro (4)
representantes del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires.

74
La Presidencia del Consejo será desempeñada por el Ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Provincia que lo integre.

ARTICULO 22°: Atribuciones: Además de las funciones y atribuciones enumeradas en el


artículo 175 de la Constitución Provincial, corresponde al Consejo:

1) Dictar su reglamento general.

2) Aprobar los títulos de los consejeros. En caso de advertir irregularidades o vicios en alguno
de ellos los remitirá al órgano del que emana con una memoria de las objeciones, quedando
librada la resolución final al propio Consejo.

3) Designar al Vicepresidente del Consejo.

4) Convocar a los Consejeros académicos.

5) Dividirse en Salas para la conformación de los jurados.

6) Designar al Secretario del Consejo, Prosecretario y auxiliares.

7) Convocar a concurso público de idoneidad, antecedentes y oposición para la provisión de


cargos vacantes.

8) Confeccionar y elevar las ternas al Poder Ejecutivo con carácter vinculante.

9) Preparar y ejecutar su propio presupuesto de gastos con las partidas que le asigne la Ley de
Presupuesto.

GARANTÍAS DE LOS JUECES

Como manera de asegurar la independencia de los jueces respecto de los otros poderes del
Estado, cuentan aquéllos con dos garantías: la inamovilidad y la intangibilidad de sus
retribuciones.
La inamovilidad significa, en términos generales, que los jueces no pueden ser separados de sus
cargos o cesar en el ejercicio de sus funciones sino cuando median algunas de las circunstancias
específicamente previstas por la Constitución o por la ley. Según los principales sistemas
conocidos, tales circunstancias pueden consistir en el vencimiento del período para el cual
fueron designados, en el cumplimiento de cierta edad, o en el propio comportamiento de los
magistrados, previamente calificado mediante un proceso de responsabilidad.

A raíz de la reforma que se introdujo en 1994 a la CN, ésta ha venido a consagrar un sistema
mixto en tanto establece, por un lado, que los jueces nacionales "conservarán sus empleos
mientras dure su buena conducta" (art. 110), pudiendo solamente ser removidos de sus cargos
mediante el llamado juicio político (arts. 53, 59 y 115) y, por otro lado, como se vio en el n° 72,
prevé la caducidad y duración limitada de las designaciones en función del cumplimiento de
determinada edad.

La garantía de la inamovilidad comprende, además, el derecho de los jueces a no ser


trasladados, sin su conformidad, a otra circunscripción territorial, aun en el caso de que el nuevo
destino asignado no comporte una disminución jerárquica.

Aparte de consagrar la garantía de inamovilidad el art. 110 de la Constitución Nacional dispone


que los jueces nacionales "recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley,

75
y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones".
Agrega, al respecto, el art. 2o del decreto-ley 1285/58, que la "compensación será uniforme para
todos los jueces de una misma instancia, cualquiera sea el lugar donde desempeñen sus
funciones".

Sanciones

Los jueces pueden ser sancionados por los tribunales superintendentes, a título de corrección
disciplinaria, por las faltas que cometieren en el desempeño de sus funciones, las que son
susceptibles de exteriorizarse en actos de irrespetuosidad hacia los tribunales superiores,
ofensivos al decoro de la administración de justicia, y de negligencia en el cumplimiento de sus
deberes.
Aparte de tales medidas disciplinarias, interesa recordar que el art. 167 CPCCBA sanciona con
multa que no puede exceder del 15% de su remuneración básica a los jueces de primera o
segunda instancia que no dictaren las sentencias definitivas dentro del plazo legal o del que
hubiese sido fijado a su pedido.

Código Procesal Civil y Comercial Buenos Aires. Artículo 167. Retardo de Justicia

Los jueces o tribunales que por recargo de tareas u otras razones atendibles, no pudieren
pronunciar las sentencias definitivas, dentro de los plazos fijados por este Código, deberán
hacerlo saber a la Suprema Corte con anticipación de 10 días al vencimiento de aquéllos. El
superior, si considerare admisible la causa invocada, señalará el plazo en que la sentencia debe
dictarse por el mismo juez o tribunal o por otros del mismo fuero cuando circunstancias
excepcionales así lo aconsejaren.

El juez o tribunal que no remitiere oportunamente la comunicación a que se refiere el párrafo


anterior y no sentenciare dentro del plazo legal, o que habiéndolo efectuado no pronunciare el
fallo dentro del plazo que se le hubiese fijado, perderá automáticamente la jurisdicción para
entender en el juicio y deberá remitir el expediente al Superior para que éste determine el juez o
tribunal que deba intervenir.

Será nula la sentencia que se dicte con posterioridad.

En los Tribunales Colegiados, el juez que hubiere incurrido en pérdida de jurisdicción deberá
pasar de inmediato el proceso a quien le sigue en orden de sorteo, en cuyo caso aquéllos se
integrarán de conformidad con lo dispuesto en la ley orgánica del Poder Judicial.

Las disposiciones de este artículo sólo afectan la jurisdicción del juez titular y no la que ejerza
interinamente por sustitución, en caso de vacancia o licencia del titular.

Al hacerse cargo del juzgado, luego de un período de vacancia, aquél podrá solicitar una
ampliación general de los plazos, proporcionada al número de causas pendientes.

Artículo 168: La pérdida de jurisdicción en que incurrieren los jueces de primera instancia o de
cámara, conforme a lo establecido en el artículo anterior, si se produjere tres veces dentro del
año calendario los someterá al proceso de la ley de enjuiciamiento.

Deberes del juez:

Art 34 CPCCBA: Son deberes de los jueces:

76
1) Asistir a las audiencias de prueba, bajo pena de nulidad, cuando cualquiera de las partes lo
pidiere con anticipación no menor de dos días a su celebración, y realizar personalmente las
demás diligencias que este Código u otras leyes ponen a su cargo, con excepción de aquellas en
las que la delegación estuviera autorizada.

En los juicios de divorcio y de nulidad de matrimonio, en la providencia que ordena el traslado


de la demanda se fijará una audiencia a la que deberán comparecer personalmente las partes y el
representante del Ministerio Público, en su caso. En ella el juez tratará de avenirlas sobre las
cuestiones relacionadas con la tenencia de hijos, régimen de visitas y atribución del hogar
conyugal.

2) Decidir las causas, en lo posible, de acuerdo con el orden en que hayan quedado en estado,
salvo las preferencias a los negocios urgentes y que por derecho deban tenerla.

3) Dictar las resoluciones con sujeción a los siguientes plazos:

a) Las providencias simples, dentro de los 3 días de presentadas las peticiones por las partes o
del vencimiento del plazo conforme a lo prescripto en el artículo 36, inciso 1, e inmediatamente,
si debieran ser dictadas en una audiencia o revistieran carácter urgente.

b) Las sentencias interlocutorias, salvo disposición en contrario, dentro de los 10 días ó 15 días
de quedar el expediente a despacho, según se trate de juez unipersonal o de tribunal colegiado.

c) Las sentencias definitivas, salvo disposición en contrario, dentro de los 40 ó 60 días, según se
trate de juez unipersonal o de tribunal colegiado. El plazo se computará, en el primer caso,
desde que el llamamiento de autos para sentencia quede firme, y en el segundo, desde la fecha
del sorteo del expediente.

4) Fundar toda sentencia definitiva o interlocutoria, bajo pena de nulidad, respetando la


jerarquía de las normas vigentes y el principio de congruencia.

5) Dirigir el procedimiento, debiendo, dentro de los límites expresamente establecidos en este


Código:

a) Concentrar, en lo posible, en un mismo acto o audiencia todas las diligencias que sea
menester realizar.

b) Señalar, antes de dar trámite a cualquier petición, los defectos u omisiones de que adolezca,
ordenando que se subsanen dentro del plazo que fije, y disponer de oficio toda diligencia que
fuere necesaria para evitar nulidades.

c) Mantener la igualdad de las partes en el proceso.

d) Prevenir y sancionar todo acto contrario al deber de lealtad, probidad y buena fe.

e) Vigilar para que en la tramitación de la causa se procure la mayor economía procesal.

6) Declarar, en oportunidad de dictar las sentencias definitivas, la temeridad o malicia en que


hubieren incurrido los litigantes o profesionales intervinientes.

Art 35: Facultades disciplinarias:

Para mantener el buen orden y decoro en los juicios, los jueces y tribunales podrán:

77
1) Mandar que se teste toda frase injuriosa o redactada en términos indecorosos u ofensivos.

2) Excluir de las audiencias a quienes perturben indebidamente su curso.

3) Aplicar las correcciones disciplinarias autorizadas por éste Código. El importe de las multas
que no tuviesen destino oficial establecido en el mismo, se aplicará al que le fije la Suprema
Corte de Justicia. Hasta tanto dicho tribunal determine quiénes serán los funcionarios que
deberán promover la ejecución de las multas, esa atribución corresponderá a los representantes
del Ministerio Público Fiscal ante los respectivos departamentos judiciales. La falta de
ejecución dentro de los 30 días de quedar firme la resolución que las impuso, el retardo en el
trámite, o el abandono injustificado, de éste, será considerada falta grave.

Art 36: Facultades ordenatorias e instructorias:

Aun sin requerimiento de parte, los jueces y tribunales podrán:

1) Tomar medidas tendientes a evitar la paralización del proceso.

A tal efecto, vencido un plazo, se haya ejercido o no la facultad que corresponda, se pasará a la
etapa siguiente en el desarrollo procesal, disponiendo de oficio las medidas necesarias.

2) Ordenar las diligencias necesarias para esclarecer la verdad de los hechos controvertidos,
respetando el derecho de defensa de las partes.

3) Corregir algún error material o suplir cualquier omisión de la sentencia acerca de las
pretensiones deducidas en el litigio, siempre que la enmienda o agregado no altere lo sustancial
de la decisión, y esta no hubiese sido consentida por las partes.

4) Disponer, en cualquier momento, la comparecencia personal de las partes para intentar una
conciliación o requerir las explicaciones que estimen necesarias al objeto del pleito. La mera
proposición de fórmulas conciliatorias no importará prejuzgamiento.

5) Decidir en cualquier momento la comparecencia de los peritos y de los testigos para


interrogarlos acerca de todo aquello que creyeren necesario.

6) Mandar, con las formalidades prescritas en éste Código, que se agreguen documentos
existentes en poder de las partes o de los terceros en los términos de los artículos 385 y 387.

7) Impulsar de oficio el tramite, cuando existan fondos inactivos de menores o incapaces, a fin
de de que los representantes legales de estos o en su defecto el Asesor de Menores, efectúen las
propuestas que estimen más convenientes en interese del menor o incapaz, sin perjuicio de los
deberes propios de dicho funcionario con igual objeto.

Art 37: Sanciones conminatorias:

Los jueces y tribunales podrán imponer sanciones pecuniarias compulsivas y progresivas


tendientes a que las partes cumplan sus mandatos, cuyo importe será a favor del litigante
perjudicado por el incumplimiento.
Las condenas se graduaran en proporción al caudal económico de quien deba satisfacerlas y
podrán ser dejadas sin efecto, o ser objeto de reajuste, si aquel desiste de su resistencia y
justifica total o parcialmente su proceder.

Recusación.

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Llámase recusación al remedio legal de que los litigantes pueden valerse para excluir al juez
del conocimiento de la causa, en el supuesto de que las relaciones o actitudes de aquél con
alguna de las partes o con la materia del proceso sean susceptibles de poner en duda la
imparcialidad de sus decisiones. La excusación tiene lugar, en cambio, cuando concurriendo las
mencionadas circunstancias, el juez se inhibe espontáneamente de conocer en el juicio.
El CPCCBA admite, sin embargo, la facultad de recusar a los jueces sin expresarse causa alguna
para ello, consagrando de tal manera un principio que si bien puede afectar en cierta medida la
celeridad de los juicios, representa muchas veces una verdadera garantía para el litigante,
particularmente cuando, pese a mediar una causa legal de recusación, la prueba de los hechos
pertinentes resulta dificultosa o imposible.

La facultad de recusar sin expresión de causa debe ejercerse, por el actor, al entablar la demanda
o en su primera presentación; y por el demandado en su primera presentación antes o al tiempo
de contestar la demanda, o de oponer excepciones en el juicio ejecutivo, o de comparecer a la
audiencia señalada como primer acto procesal (art. 14).

Aunque la ley se refiere al actor y al demandado, también pueden recusar sin causa quienes
lleguen a adquirir el carácter de partes en el proceso, como ocurre con el tercero coadyuvante
cuya intervención hubiese sido admitida, o con el presunto beneficiario de la transferencia de la
locación cuya validez se cuestiona en el juicio de desalojo.

ARTÍCULO 14°: (Texto según Decreto-Ley 8689/77) Recusación sin expresión de causa.
Los jueces de primera instancia podrán ser recusados sin expresión de causa.

El actor podrá ejercer esta facultad al entablar la demanda o en su primera presentación;


el demandado, en su primera presentación, antes o al tiempo de contestarla, o de oponer
excepciones en el juicio ejecutivo, o de comparecer a la audiencia señalada como primer
acto procesal.

Si el demandado no cumpliere esos actos, no podrá ejercer en adelante la facultad que


confiere este artículo.

Los jueces de la Suprema Corte de Justicia y de las Cámaras de Apelación no podrán ser
recusados sin expresión de causa.

ARTÍCULO 15°: Límites. La facultad de recusar sin expresión de causa podrá usarse una
vez en cada caso. Cuando sean varios los actores o los demandados, sólo uno de ellos podrá
ejercerla.

ARTÍCULO 16°: Consecuencias. Deducida la recusación sin expresión de causa, el juez


recusado se inhibirá pasando las actuaciones, dentro de las 24 horas, al que le sigue en el
orden del turno, sin que por ello se suspendan el trámite, los plazos, ni el cumplimiento de
las diligencias ya ordenadas.

La recusación sin causa, por lo tanto, determina el inmediato desprendimiento de los autos por
parte del juez recusado y su envío al juez que sigue en orden del turno, sin que el primero
pueda, bajo pena de nulidad, producir actuación alguna en el expediente, como no sea proveer
sobre la recusación. El juez recusado, sin embargo, tiene facultades para examinar la
oportunidad de la recusación y el carácter de parte de quien la deduce.

ARTÍCULO 17°: Recusación con expresión de causa. Serán causas legales de recusación:

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1°) El parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con
alguna de las partes, sus mandatarios o letrados.

2°) Tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el inciso
anterior, interés en el pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad con algunos de
los litigantes, procuradores o abogados, salvo que la sociedad fuese anónima.

3°) Tener el juez pleito pendiente con el recusante.

4°) Ser el juez acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, con excepción de los
bancos oficiales.

5°) Ser o haber sido el juez denunciador o acusador del recusante ante los tribunales, o
denunciado o acusado ante los mismos tribunales, con anterioridad a la iniciación del
pleito.

6°) Ser o haber sido el juez denunciado por el recusante en los términos de la ley de
enjuiciamiento de magistrados, siempre que la Suprema Corte hubiere dispuesto dar
curso a la denuncia.

7°) Haber sido el juez defensor de alguno de los litigantes o emitido opinión o dictamen o
dado recomendaciones acerca del pleito, antes o después de comenzado.

8°) Haber recibido el juez beneficios de importancia de alguna de las partes.

9°) Tener el juez con alguno de los litigantes amistad que se manifieste con gran
familiaridad o frecuencia de trato.

10°) Tener contra el recusante enemistad, odio o resentimiento, que se manifieste por
hechos conocidos. En ningún caso procederá la recusación por ataques u ofensas inferidas
al juez después que hubiese comenzado a conocer del asunto.

ARTÍCULO 18°: Oportunidad. La recusación deberá ser deducida por cualquiera de las
partes en las oportunidades previstas en el artículo 14°. Si la causal fuere sobreviniente,
sólo podrá hacerse valer dentro del quinto día de haber llegado a conocimiento del
recusante y antes de quedar el expediente en estado de sentencia.

ARTÍCULO 19°: Tribunal competente para conocer de la recusación. Cuando se recusare


a uno o más jueces de la Suprema Corte o de una Cámara de Apelaciones, conocerán los
que queden hábiles, integrándose el tribunal, si procediere, en la forma prescripta por la
ley orgánica del Poder Judicial.

De la recusación de los jueces de primera instancia conocerá la Cámara de Apelaciones


respectiva

ARTÍCULO 20°: Forma de deducirla. La recusación se deducirá ante el juez recusado y


ante la Suprema Corte o Cámara de Apelaciones, cuando lo fuese de uno de sus miembros.

En el escrito correspondiente, se expresarán las causas de la recusación, y se propondrá y


acompañará, en su caso, toda la prueba de que el recusante intentare valerse.

ARTÍCULO 21°: Rechazo “in limine”. Si en el escrito mencionado en el artículo anterior


no se alegase concretamente alguna de las causas contenidas en el artículo 17°, o si se

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presentase fuera de las oportunidades previstas en los artículos 14° y 18°, la recusación
será desechada, sin darle curso, por el tribunal competente para conocer de ella.

ARTÍCULO 22°: Informe del magistrado recusado. Deducida la recusación en tiempo y


con causa legal, si el recusado fuese un juez de la Suprema Corte o Cámara, se le
comunicará aquélla, a fin de que informe sobre las causas alegadas.

ARTÍCULO 23°: Consecuencias del contenido del informe. Si el recusado reconociese los
hechos, se le tendrá por separado de la causa.

Si los negase, con lo que exponga se formará incidente que tramitará por expediente
separado.

ARTÍCULO 24°: Apertura a prueba. La Suprema Corte o Cámara de Apelaciones,


integradas al efecto si procediere, recibirán el incidente a prueba por diez días.
Cada parte no podrá ofrecer más de tres testigos.

ARTÍCULO 25°: Resolución. Vencido el plazo de prueba y agregadas las producidas, se


dará vista al juez recusado y se resolverá el incidente dentro de 5 días.

ARTÍCULO 26°: Informe de los jueces de primera instancia. Cuando el recusado fuere un
juez de primera instancia, remitirá a la Cámara de Apelaciones, dentro de los 5 días, el
escrito de recusación con un informe sobre las causas alegadas, y pasará el expediente al
juez que sigue en el orden del turno para que continúe su substanciación. Igual
procedimiento se observará en caso de nuevas recusaciones.

ARTÍCULO 27°: Trámite de la recusación de los jueces de primera instancia. Pasados los
antecedentes, si la recusación se hubiese deducido en tiempo y con causa legal, la
Cámara de Apelaciones, siempre que del informe elevado por el juez resultare la exactitud
de los hechos, lo tendrá por separado de la causa.

Si los negare, la Cámara podrá recibir el incidente a prueba, y se observará el


procedimiento establecido en los artículos 24° y 25°.

ARTÍCULO 28°: Efectos. Si la recusación fuese desechada, se hará saber la resolución al


juez subrogante a fin de que devuelva los autos al juez recusado.

Si fuese admitida, el expediente quedará radicado ante el juez subrogante con noticia al
juez recusado, aun cuando con posterioridad desaparecieren las causas que la originaron.

Cuando el recusado fuese uno de los jueces de la Suprema Corte o de las Cámaras de
Apelaciones, seguirán conociendo en la causa él o los integrantes o sustitutos legales que
hubiesen resuelto el incidente de recusación.

ARTÍCULO 29°: (Texto según Ley 14365) Recusación maliciosa. Desestimada una
recusación con causa, se aplicarán las costas y una multa de un valor equivalente de hasta
quince (15) Jus por cada recusación, si ésta fuere calificada maliciosa por la resolución
desestimatoria.

Excusación:

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ARTÍCULO 30°: Excusación. Todo juez que se hallare comprendido en alguna de las causas de
recusación mencionadas en el artículo 17° deberá excusarse. Asimismo podrá hacerlo cuando
existan otras causas que le impongan abstenerse de conocer en el juicio, fundadas en motivos
graves de decoro o delicadeza.

No será nunca motivo de excusación el parentesco con otros funcionarios que intervengan en
cumplimiento de sus deberes.

ARTÍCULO 31°: Oposición y efectos. Las partes no podrán oponerse a la excusación ni


dispensar las causales invocadas. Si el juez que sigue en el orden del turno entendiese que la
excusación no procede, se formará incidente que será remitido sin más trámite al tribunal de
alzada, sin que por ello se paralice la sustanciación de la causa.

Aceptada la excusación el expediente quedará radicado en el juzgado que corresponda, aún


cuando con posterioridad desaparecieren las causas que la originaron.

ARTÍCULO 32°: Falta de excusación. Incurrirá en las causas previstas en la Constitución


Provincial para la remoción de los magistrados judiciales, el Juez a quien se probare que estaba
impedido de entender en el asunto y a sabiendas haya dictado en él resolución que no sea de
mero trámite.

ARTÍCULO 33°: Ministerio Público. Los funcionarios del Ministerio Público no podrán ser
recusados. Si tuviesen algún motivo legítimo de excusación, deberán manifestarlo al juez o
tribunal y éstos podrán separarlo de la causa, dando intervención a quien deba subrogado

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