¿EN QUE DÉCADA ENTRO MÉXICO A LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN?
México es un país abierto comercialmente al mundo. De esto no cabe duda. Muestra de
ello son los 12 acuerdos comerciales que México ha firmado desde la década de los noventa con 44 países en el globo. Dentro de estos, podemos destacar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en el mes de enero de 1994, o bien, el que tenemos con la Unión Europea desde el 1 de julio de año 2000. En esta historia de apertura comercial, podemos destacar también el Acuerdo de Asociación Económica (AAE) con Japón que entró en vigor el 1 de abril del año de 2005 y el Acuerdo de Libre Comercio con Perú que fue ratificado por el Senado mexicano recientemente. Estos Tratados de Libre Comercio (TLC), han contribuido a una mayor liberalización de nuestro comercio exterior lo que ha traído como consecuencia una mayor circulación de bienes y servicios y por supuesto, una creciente movilidad de capital (humano, financiero y productivo). Esto, naturalmente, ha cambiado el rostro de la economía mexicana y ha incorporado nuevos conceptos al léxico de los negocios que día a día se repiten en la mayoría de los medios de comunicación tal es el caso de: globalización, competitividad y diversificación. Si bien es cierto que nuestro país está inmerso en esta tendencia, no se han aprovechado las ventajas que ofrecen el mercado que tenemos abiertos para diversificar nuestro comercio exterior y la posibilidad de incrementar nuevas áreas (geo economía) al desarrollo de negocios internacionales. No es un secreto que más del ochenta por ciento de nuestro comercio exterior es con los Estados Unidos de Norteamérica y en menor medida con Canadá. Es aquí cunado la interrogante de ¿por qué no se han aprovechado las ventajas que ofrecen a los productos e inversionistas mexicanos los mercados que con mucho trabajo nuestros equipos de negociadores gubernamentales han abierto? Sin contar el mercado de Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) que representan alrededor de 347 millones de consumidores, hay un potencial de 753 millones de personas con los países con los que tenemos Tratados de Libre Comercio firmados. Sin la intención de llegar a una postura crítica de nuestras autoridades, me parece que el problema radica en dos aspectos básicos: la falta de conocimiento de los mercados y los escases de capital humano (profesionistas) debidamente capacitados para operar estrategias de penetración comercial definidas en los países en cuestión. Si bien es cierto PROMEXICO ha hecho un esfuerzo sin precedentes, es necesario contar con una mayor capacidad operativa (gestores comerciales internacionales) y por supuesto, una estrategia comercial hacia el exterior que pueda ser adaptable a la realidad de las industrias y sectores de la economía mexicana. Estos retos, podrían ser cubiertos, considero, si logramos una mayor inserción y capacitación de nuestros profesionistas orientados a este sector. De lograrse, estoy seguro que los estándares y la competitividad de nuestra economía en el entorno global ayudarían a sortear los desafíos y escenarios económicos de nuestro país en un siglo XXI.
(Clasicos Del La Historia de Mexico, Tome 2) Teresa de Mier-Historia de La Revolucion de Nueva Espana - Instituto Cultural Helenico Fondo Cultura Economica Mexico (1986) PDF