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CIENCIAS COGNITIVAS

REVISTA IIPSI
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
UNMSM
LA CIENCIA COGNITIVA Y EL ESTUDIO DE LA MENTE
NICOLAS MEDINA C.1
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS, PERÚ
(RECIBIDO EL 07/01/2008, ACEPTADO EL 30/05/2008)

CIENCIA COGNITIVA
La ciencia cognitiva es un campo interdisciplinario, de base empírica, preocupado por
el estudio de la naturaleza de la mente humana. Según Gardner, en ese estudio también
están comprometidos aspectos epistemológicos, motivo por el cual dicho autor definió la
ciencia cognitiva “como un empeño contemporáneo de base empírica para responder a
interrogantes epistemológicos de antigua data, en particular los vinculados a la naturaleza
del conocimiento, sus elementos componentes, sus fuentes, evolución y difusión” (Gardner,
1985, 1987; p. 21). En virtud de ello, se puede decir que la ciencia cognitiva es una nueva
forma de abordar el antiguo problema de la naturaleza del conocimiento humano, por
medio de la observación, la experimentación y la medición.

La ciencia cognitiva concibe que el conocimiento humano es un sistema que siempre está
recogiendo, almacenando, recuperando, transformando, transmitiendo y actuando sobre
la información. De modo que se supone que el ser humano debe poseer conocimiento para
actuar. En relación a la naturaleza del conocimiento, actualmente es motivo de discusión
entre los científicos cognitivos, pero en la mayoría hay ciertas coincidencias para considerar
un carácter representacional del conocimiento. En esa perspectiva, se puede decir que el ser
humano, como ser cognoscente, actúa sobre la base de sus representaciones. La experiencia
de un organismo en relación a determinados acontecimientos cargados de información,
dan como resultado la formación de una representación cognitiva, por medio de la cual se
facilita el uso de reglas para las representaciones, que permitirían inferir ciertas creencias
sobre el mundo, o sea, diseñar inferencias y construir hipótesis plausibles.

la ciencia
cognitiva considera otro aspecto significativo que también es motivo de debate, en este
caso se trata del asunto relativo al supuesto de que el conocimiento humano actúa como
un procesador de información, lo cual conduce a la concepción de la computadora como
modelo del pensamiento.

CONCEPTO DE MENTE
De acuerdo con el punto de vista de la ciencia cognitiva, la mente humana es un sistema
complejo que recibe, almacena, recupera, transforma y transmite información. Esas
operaciones sobre la información son llamadas computaciones o procesos de información,
que delinean la concepción de la mente desde una perspectiva computacional o de
procesamiento de la información. Esa orientación se basa en lo que más hace la gente,
que siempre está percibiendo, almacenando, recuperando, transformando, transmitiendo
y actuando sobre la base de un conjunto de información. Obviamente, esa información
proviene del mundo exterior. En ese sentido, se puede decir que existe un proceso de
transacción entre el organismo y el medio ambiente externo, en el que el organismo juega un
papel importante, ya que constituye el elemento fundamental que ejecuta el procesamiento
de la información proveniente del medio externo.
Aproximación histórica y conceptual a la
Neurociencia Cognitiva
CARLES ESCERA
Universidad de Barcelona

El objetivo: enfatizar la comprensión de ésta,


partiendo de la consideración de que la aproximación más apropiada era la de
estudiar sujetos humanos sanos con las técnicas de las ciencias del cerebro en
concordancia con los métodos de las ciencias cognitivas (Gazzaniga, 1984). Pero
probablemente no fue hasta 1982, según Posner y DiGirolamo (2000), cuando
se publicó el primer texto con este nombre: Cognitive neuroscience: Developments
towards a science of synthesis, de Posner, Pea y Volpe (1982), aparecido en un libro
sobre representaciones mentales (Mehler, Walker y Garret, 1982).

Cuatro son los ámbitos donde más espectacularmente está avanzando la Neurociencia
Cognitiva en la actualidad. En primer lugar, constantemente se están
produciendo avances tecnológicos, como los que han permitido hacer realidad la
reivindicación de varios autores, sobre la necesidad de combinar los métodos
propios de la disciplina, en especial los que proporcionan alta precisión espacial
(TEP y RMf) con los de mayor resolución temporal (PEs/MEG) (Fuster, 2000;
Müller y Mayes, 2001; Posner y DiGirolamo, 2000; Sarter et al., 1996). En efecto,
desde el trabajo pionero de Heinze et al. (1994), donde se combinaron TEP y
PEs para el estudio de la atención selectiva, y las propuestas metodológicas de
Luck (1999), han empezado a aparecer los primeros estudios donde se combinan
RMf y PEs, como por ejemplo en el de Rodríguez-Fornells, Rotte, Heinze, Nosselt
y Münte (2002) sobre bilingüismo. Por otro lado, con el desarrollo de aparatos
de resonancia magnética cada vez más potentes se está consiguiendo aumentar
la resolución espacial de la técnica hasta límites hace pocos años impensables,
como por ejemplo para cartografiar columnas de iso-orientación en el córtex
visual primario de gatos (Dae-Shik y cols., 2000) o de dominancia ocular en
sujetos humanos (Cheng, Waggoner y Tanaka, 2001).
Otra dirección actual de la Neurociencia Cognitiva corresponde a lo que se ha
dado en llamar la neurociencia cognitivo-social. Éste es un campo de investigación
emergente interdisciplinar (Miyashita y Farah, 2001), que busca entender
fenómenos conductuales en términos de la interacción de tres niveles: el nivel
social, en los factores motivacionales y sociales que influyen en la conducta y la
experiencia; el nivel cognitivo, que se interesa por los mecanismos del procesamiento
de la información que dan lugar a los fenómenos del nivel social, y el
nivel neurológico, que aborda los mecanismos cerebrales que sustentan el procesamiento
cognitivo (Ochsner y Lieberman, 2001). Ejemplos de investigación en
esta área son los estereotipos raciales (Phelps et al., 2000), las actitudes y el cambio
de actitud (Adolphs y Tranel, 1999), la percepción de la gente (Hoffman y
Haxby, 2000), o la interacción entre las emociones y la cognición, un ámbito de
investigación que está dando lugar también a un área temática propia (Lane y
Lynn, 2000).
Por otra parte, la Neurociencia Cognitiva está empezando a ocuparse de la
transferencia de los resultados obtenidos en investigación básica a ámbitos clínicos,
especialmente de la psiquiatría (Carter, 2001; Spitzer, 1997) o de los trastornos
del desarrollo (McMahon, 1999; Swanson, Castellanos, Murias, LaHoste y
Kennedy, 1998). Un claro ejemplo de esta dirección lo ofrece, según Müller y
Mayers (2001), el potencial de disparidad (MMN), con el cual venimos trabajando
desde hace ya unos cuantos años (véase, por ejemplo, Escera, 1997, 2001).
MMN es un componente del EEG que se ha utilizado ampliamente para comprender
los mecanismos neuronales de la atención auditiva (por ejemplo, Escera,
Alho, Schröger & Winkler, 2000), y como potente herramienta para investigar
alteraciones perceptivas (Escera, 2001; Näätänen, 1995) o plasticidad cerebral
(Kujala, Alho y Näätänen, 2001) en cierta clase de pacientes (Müller y Mayers,
2001). Su utilización en estos contextos, tanto de investigación básica como clínica,
constituye un claro ejemplo de “ciencia normal” (en sentido kuhniano):
MMM proporciona un indicador neuroeléctrico de la activación de ciertos
módulos de procesamiento cerebral, así como de la naturaleza de las representaciones
del sonido en el córtex auditivo (Näätänen, 2000; Näätänen, Tervaniemi,
Sussman, Paavilainen y Winkler, 2001; Näätänen y Winkler, 1999).

La tercera fuente de inspiración de la Neurociencia Cognitiva son las ciencias


de la computación. Éstas, y en particular la Inteligencia Artificial proporcionaron
a la Neurociencia Cognitiva, desde sus orígenes, el lenguaje para sus explicaciones
de la función cerebral (Kosslyn y Andersen, 1992). En efecto, si el propósito
de la Inteligencia Artificial es construir máquinas que se comporten inteligentemente,
el primer paso hacia este objetivo es caracterizar los procesos
elementales del comportamiento inteligente, para programar a continuación
jerarquías de estos procesos.
El proceso más simple en Inteligencia Artificial es la “computación”, el cual
se relaciona íntimamente con el de “mapeado”: una computación transforma una
entrada en una salida; además, puesto que tanto la entrada como la salida conllevan
información, la relación entre ambos puede caracterizarse mediante una función
matemática (transformación). Así, el concepto de computación, que comporta
el de “mapeado”, puede transferirse fácilmente de la máquina al cerebro,
como de hecho propusieron los fundadores de las ciencias de la computación
(McCulloch y Pitts, 1943; von Neumann, 1958; Wiener, 1948).
Formación de Hipótesis en Ciencia Cognitiva

(1)

Guido Vallejos, Ph.D (c)

La mente es un mecanismo computacional

. Apoyados en este

supuesto los cientistas cognitivos conciben la mente

literalmente

como un computador. Con lo anterior se quiere decir que los

procesos cognitivos de la mente son funcionalmente equivalentes a

un computador. La Inteligencia Artificial (en adelante,

IA

) concibe

un computador como un sistema formal automático. Un sistema

formal automático es un conjunto de procedimientos de

manipulación de símbolos regido por reglas (Haugeland 1985). La

noción de proceso computacional se entiende fundamentalmente

como la realización de dichos procedimientos sobre los símbolos

de manera efectiva. Un procedimiento es efectivo cuando en una

secuencia finita de pasos (operaciones) es posible alcanzar el

objetivo para el cual el procedimiento fue diseñado (Johnson–Laird

1983, 1988). Dicho procedimiento tiene como su expresión formal


un algoritmo o programa.

la concepción multidisciplinaria de la naturaleza de la

ciencia cognitiva

. Tal concepción se caracteriza no por buscar los fundamentos y características de

Guido Vallejos. Formación de Hipótesis en Ciencia Cognitiva. Cinta de Moebio. Nº3. Abril de 1998.
Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile.

una ciencia unitaria de la mente, sino por establecer los límites más difusos y generales dentro de

los cuales puedan tener cabida una variedad de teorizaciones e investigaciones empíricas sobre la

cognición. Esta forma de hacer filosofía de la ciencia cognitiva no será objeto de estas reflexiones,

puesto que lo que aquí me interesa destacar son aquellos intentos de reflexión sistematizadora
que

permitan alcanzar una comprensión adecuada de la estructura compleja de dicha ciencia.

GARCIA GARCIA, E. et al. (2007). Nuevas perspectivas científicas y


filosóficas sobre el ser humano. Madrid: Universidad Pontificia de Comillas
TEORIA DE LA MENTE Y CIENCIAS COGNITIVAS
Emilio García García
Dpto. Psicología Básica II. Procesos Cognitivos
Universidad Complutense. Madrid.
Caracterización de las ciencias cognitivas.
Las ciencias cognitivas estudian la cognición, los sistemas cognitivos, la inteligencia.
Comprenden un amplio conjunto de ciencias y disciplinas como las neurociencias,
psicología, psicolingüística, inteligencia artificial, etología, antropología y filosofía, entre
las
principales. La cognición entendida en sentido amplio hace referencia a procesos de
adquisición, elaboración, recuperación, y utilización de información para resolver
problemas.
El procesamiento de información, también en sentido amplio, es propio de la mente
humana,
la mente animal y la inteligencia artificial. Hombres, animales y máquinas en este sentido
son
sistemas informávoros y objeto de estudio de las ciencias cognitivas.

1991, 2000; Searle, 1996).


La estrategia funcionalista concibe los procesos mentales como estados internos que
median entre el input o entradas sensoriales y el output o salidas conductuales, que son
determinantes o causantes de la conducta. Tales procesos mentales pueden ser estudiados
prescindiendo de su soporte físico, su implementación o componente material, pues lo
importante es el estudio de la organización funcional de los procesos y no la materialidad
que
los realiza.
PSICOLOGÍA COGNITIVA

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