“la solidaridad es la ternura de los pueblos” – Gioconda Belli
Los derechos humanos son las facultades, prerrogativas y libertades fundamentales que tiene una persona por el simple hecho de serlo, sin los cuales no puede vivir como tal. En 1979, los derechos humanos fueron clasificados en tres generaciones, los cuales estaban fundamentalmente asociados a la igualdad, la libertad y la fraternidad. Cada una de estas surgieron a través del tiempo como efecto de algunos eventos ocurridos en la historia, es así como las revoluciones burguesas del siglo XVIII dieron lugar a la primera generación, conocidos también como derechos civiles y políticos; las revoluciones socialistas dieron lugar a los derechos sociales y culturales, o de segunda generación, y por último la revolución anticolonialista, dio lugar a los derechos de tercera generación. El proceso descolonizador de los años 60 del siglo XX implicó cambios en la sociedad internacional y, podemos decir que también en el ordenamiento jurídico internacional (derecho internacional). Esto ha propiciado también que la teoría de los derechos humanos evolucione hacia los problemas y necesidades de los nuevos países que accedieron a la independencia, en su mayor parte, países en vías de desarrollo. Salvo el derecho al patrimonio común de la humanidad, ninguno de estos nuevos derechos ha sido reconocidos universalmente por un tratado internacional obligatorio. El reconocimiento de estos se ha producido, en gran medida, a través de resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Estos derechos se conocen también como derechos de solidaridad, los cuales han consolidado los derechos colectivos de los pueblos, puesto que estos protegen al individuo como parte de un pueblo o nación. Además, estos derechos suponen una mayor participación por parte del gobierno para lograr que efectivamente sean respetados, sabemos que estos derechos en virtud de su carácter colectivo, es decir que son de las personas, acoge a todos los grupos étnicos, laborales, sociales o se podría decir de cualquier otra naturaleza a los cuales pertenezcan.
Sabemos que los derechos en esta categoría no pueden ser ejercidos
individualmente, sino únicamente por grupos de personas, estos derechos no requieren solo la necesidad de crear un apoyo institucional por parte del Estado, pero, como en el caso de derechos de segunda generación, deben restringir la primera generación de derechos, a través de una llamada "discriminación positiva", en el sentido de que estos derechos, como los derechos de cualquier minoría, requieren una limitación de los derechos de generación. Es así como la ley ambiental permite que los grupos sociales vivan en un ambiente saludable, limpio, sin agentes nocivos para la salud, pero al mismo tiempo, implica una serie de limitaciones de los derechos de primera o segunda generación, como poseer un bosque o el derecho al trabajo. Sí, es verdad, para nosotros es curioso, con respecto al derecho al medio ambiente es el salto que tiende a hacer al estado legal de los seres humanos, y esta doctrina sobre el derecho ambiental, habla acerca de estos derechos como "derechos de las generaciones futuras". Apreciamos que estos deben verse dentro de la tendencia de afirmación de los derechos de la cuarta generación de derechos, porque en este momento, los derechos de las generaciones futuras son solo algunos desarrollos que intentan cristalizar en forma de derechos de solidaridad.