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Personajes de la obra[editar]

 Orgón: Gran burgués parisiense, que goza de una buena situación económica y social. Es una
persona autoritaria, lleva las riendas de su casa y hace observaciones pertinentes a los
miembros de la familia. No obstante, gracias a la influencia de Tartufo, se presenta como un ser
idiota e intratable. Con Tartufo en la casa, carece de autoridad y de voluntad, además de buen
sentido. Está casado con Elmira. Es el único en la casa, además de su madre, Madame
Pernelle, que no se da cuenta de la evidente farsa del Tartufo. A pesar de ser un hombre
bastante inteligente y sensato, es muy temeroso de los castigos divinos, sobre todo del castigo
de acudir al infierno tras una vida pecaminosa. Por eso cree ciegamente en todo lo que dice
Tartufo, aunque esto vaya en contra de los intereses de su familia. De hecho, por su ceguera
con respecto a Tartufo, llega a expulsar a Damis de su propia casa, a planear el casamiento de
su hija Mariana con Tartufo, e incluso a cambiar la herencia para que toda fuera a parar a
manos del falso beato. Durante los cuatro primeros actos, Orgón es un muñeco en manos de
Tartufo, y apenas sale de su engaño, lo vemos pasar al extremo opuesto: es un hombre
colérico, exagerado y muy cómico (especialmente en la escena de debajo de la mesa, mientras
escucha al Tartufo hacer proposiciones indecentes a su mujer Elmira).

 Dorina: es la fiel criada de la casa de Orgón. A pesar de ello, tiene mucha confianza con la
familia, y gracias a ello puede entrometerse en la vida de esta, así como en el conflicto
ocasionado por Tartufo. No responde al arquetipo de criada inculta y malhablada, sino que es
muy inteligente y perspicaz, por lo que sus consejos y comentarios son muy acertados e
irónicos, de gran comicidad, debe de ser un personaje divertidísimo de interpretar, ya que
además de sus gestos y miradas al público, también se expresa en un lenguaje típico del
pueblo llano, añadiendo aún más comicidad a la escena. Su presencia es vital en la obra, pues
es ella la que maquina el engaño hacia Tartufo, con el objetivo de desenmascararlo. Es la
primera en darse cuenta de las intenciones de Tartufo con respecto a la familia, hacia Orgón,
hacia Elmira, etc. Es alegre, simpática, valiente, y durante toda la obra actúa como la portavoz
del sentido común.

 Tartufo: en la versión a comentar, el personaje del Tartufo es algo así como un bufón
falsamente devoto (de hecho, Molière iba vestido de juglar o de bufón al interpretarlo,
provocando una escena aún más rocambolesca), pero el papel es algo ambiguo, pues es
representado más bien como un cura o un fraile de la época, que incluso tiene un ayudante. En
las versiones posteriores, Tartufo pasa a ser un falso devoto en lugar de un sacerdote debido a
que la Iglesia se quejó ya que lo consideraba una ofensa.
Tartufo es el personaje principal de la obra, pues en torno a él se desarrolla toda la trama. Aparece
en esta tardíamente, pero aun así sabemos como es por los comentarios que hacen los otros
personajes. Desde el primer momento, por su malicia e hipocresía se nos hace odioso,
verdaderamente odioso. Por sus engaños, es un hombre bastante listo y rastrero, que no duda en
engañar y aprovecharse de los inocentes que creen en su palabra. Tiene un aspecto de bufón que
hace reír al público, pues sus comentarios acerca de su supuesta pobreza no se corresponden en
absoluto a su buen estado de salud (de hecho, es descrito por Dorina como gordo, colorado, con
mucho apetito, etc.)

 Damis: el hijo de Orgón. Es un personaje que dice todo lo que piensa, muy apasionado, a
veces resultando excesivo (Dorina teme que pueda echar a perder todo el plan ideado para
desenmascarar a Tartufo), pero ante todo leal a su familia, y de buen corazón. Su padre,
dejándose llevar por la ira, echa de casa a Damis, porque piensa que su hijo lo ha traicionado al
ultrajar a Tartufo. Se da a entender que pueda estar enamorado de la hermana de Valerio y que
por ello apoya la relación entre éste y Mariana.

 Mariana: la hija de Orgón. Es joven y bella, por ello su padre decide casarla con Tartufo, a
pesar de que ella estaba previamente comprometida con Valerio, el verdadero amor de su vida.
Es muy obediente, sobre todo con los mandatos de su padre, y en ningún momento se rebela
con firmeza sobre la idea de casarse con el falso beato, pues desobedecería la orden de su
amado padre Orgón. De hecho, es Dorina y su madre Elmira las que se manifiestan más en
desacuerdo con el imperativo de Orgón. No participa demasiado en la obra.

 Valerio: el novio de Mariana. Cuando se entera de que Orgón planea casarla con Tartufo se
ofende y decide dejarla, pero Dorina logra poner paz entre ambos.

 Cleanto: Es el cuñado de Orgón, hermano de la primera esposa de éste. Es soltero, o por lo


menos en la obra no se menciona lo contrario. Es muy calmado, al contrario que Damis, y por
sus comentarios es de extremada inteligencia. Tiene una mentalidad muy analítica, racionalista
y metódica. Sus consejos son muy apreciados por la familia, en todos los ámbitos, tanto en
política y economía con Orgón, como con otro tipo de consejos. Junto a Dorina, es de los
personajes más inteligentes y sensatos de la obra. Aun así, gracias a la ceguera de Orgón,
llega a pelearse con él porque no quiere ver la realidad tal y como es. Por otra parte, es quizás
el personaje menos cómico o gracioso de la obra, pues siempre actúa con gestos calmados y
con comentarios largos y exentos de pasión.

 Madame Pernelle: la madre caprichosa de Orgón. Es de ideología muy tradicional y bastante


retrógrada. Se muestra de acuerdo en todo momento con la presencia de Tartufo en la casa,
incluso cuando al final tanto Orgón como el resto de la familia han desenmascarado a Tartufo,
sigue apoyando sus actos. La comicidad de este personaje reside precisamente en eso, en el
aspecto de ancianidad que expresa, mezclado a los comentarios típicos de abuela entrometida.
Por ejemplo, una escena muy graciosa en la que Madame Pernelle participa es cerca del
principio, donde critica los comportamientos de los miembros de la casa de Orgón de forma
autoritaria, a la par de cómica.

 Flipota: La empleada de Madame Pernelle. Sale en el Acto Primero, y no habla.

 Leal: Alguacil que aparece en el acto quinto, escena IV. Es el alguacil que es mandado por
Tartufo para decir a Orgón que Tartufo era el dueño de su casa y por lo tanto él debía desalojar
el lugar. Se caracteriza por ser una persona muy educada y correcta para hablar.

 Elmira: segunda esposa de Orgón, mucho más joven que él. Se presenta como una mujer con
criterio propio, sensata y moderada a la vez que resuelta y con capacidad para tomar
decisiones y luchar por la defensa de su familia. Rechaza claramente la hipocresía tanto como
las posiciones de víctimas en las mujeres.

TEMAS
Intenciones de Molière

Al escribir esta obra, Molière ataca un bastión muy influyente: los falsos devotos. Entre

ellos se encuentran hombres religiosos sinceros pero también manipuladores

conscientes del poder que puede proporcionarles su devoción. Este segundo grupo es

el que el autor ataca.

Con la situación doméstica que Molière refleja en el Tartufo quiere reflejar al mismo

tiempo la situación política en Francia: Luis XIV, monarca absolutista de poder no

discutido (comparable al de un padre de familia), estaba rodeado de una serie de

personas que se dieron cuenta de que la única manera de mandar en Francia era

acercarse al rey e influirle, presentándose como personas de pleno sentir religioso y

moralidad intachable.

Molière quería que la autoridad real se ejerciese y se alejase a esas personas, que fueron

las que no permitieron la representación del Tartufo (ni siquiera bajo el título El impostor),

por lo que tuvo que alterar su obra en varias ocasiones. De hecho, el último acto enseña

cómo la familia sólo puede apelar a una fuerza exterior. Él quería que eso, trasladado al

plano político, simbolizase que sólo el rey y la justicia real podían resolver los problemas

del pueblo francés.

El rey lo comprendió y levantó la prohibición de la obra en 1669.

ESPACIO

La comedia se desarrolla en parís.


Se lleva a cabo en la casa de Orgón. La cual tenía una sala, una galería, un comedor, una estancia
etc.
Se tenían criados que servían a la gente de buena posición.
Eran comunes los lacayos.
Se le tenía mucho miedo a los castigos que pudiera imputar Dios o el cielo si se hacía algo malo.
Era común que los padres decidieran el hombre con quien su hija se casaría.
La gente era muy apegada a su religión, había muchos devotos.
Existían los coches, las diligencias y las postas.
Al entrar en “el gran mundo” se les hacían honores en asientos plegables; en el carnaval, se les daba
un baile con una gran banda, con cornamusas, Fagotín y marionetas.
Existían los magistrados y funcionarios de alta y mediana clase.
Existía la Compañía del Santísimo Sacramento los cuales visitaban a la gente necesitada como los
presos para repartirles limosnas.
Los caballeros siempre llevaban un pañuelo en el bolsillo.
Tartufo o el impostor (Le Tartuffe ou l'Imposteur) es una comedia en cinco actos escrita
en versos alejandrinos por Molière y estrenada el 12 de mayo de 1664

Tras algunas vadas, Molière trató de representar su obra con el título de Panulfo o el
impostor en agosto de 1667. Pero tras la primera representación, el responsable de la
policía prohíbe de nuevo la obra con el argumento de que "no es el teatro el sitio para
predicar el Evangelio". El arzobispo de París, Hardouin de Péréfixe, llega a amenazar
con la excomunión a cualquiera que represente o escuche la obra, a la que acusa de ser
un virulento ataque a la religión.

Hay que esperar hasta febrero de 1669 para que Luís XIV de Francia autorice a Molière
a representar su obra, que recupera además su título original de Tartufo.

El personaje Tartufo describió de manera tan excelsa al ser hipócrita que este nombre
es utilizado ahora en el Diccionario de la Real Academia Española para definir a la
persona hipócrita y falsa.
ALGUNAS CARACTERISTICAS DE LA OBRA
El autor sabe muy bien cómo manejar el tono dramático de cada escena. Con frecuencia, opone
una situación cómica a una patética o trágica, o bien introduce una escena patética en medio de
un momento cómico (como la escena de Orgón escondido).
Utiliza algunos elementos de comunicacion no verbales como: * Expresión facial* La mirada*
La postura * Los gestos * Apariencia personal.
DATO CURIOSO
La versión modificada de la obra es la que llega a nosotros, lectores del siglo XXI, donde
encontramos a Tartufo como un beato, ya no sacerdote sino laico, pero con la misma hipocresía
y capacidad de manipulación de la versión anterior. Aún después de la modificación, siguió
causando escándalo, pues Moliere retrata sin miramientos en Tartufo a un personaje falso que es
capaz de todo para conseguir sus objetivos.
FINALIDAD DE LA OBRA
El propio autor insistirá repetidamente en el tema e intención de su obra: la crítica de los falsos
devotos, de los hipócritas que se presentan bajo la apariencia de personas con fuertes valores
cristianos y que esconden otros intereses. De este modo pretendía Molière, al crear un cuadro de
costumbres de la época y una obra satírica, darle un significado moral y erradicar uno de los
vicios de la sociedad francesa de su tiempo.

FIGURAS LITERARIAS
CACOFONIA

TARTUFO: -Como os explicaba, vuestro escrúpulo es fácil de destruir. Aquí estáis segura de un
pleno secreto y el mal no consiste nunca sino en el escándalo que promueve. Sí; el escándalo del
mundo es lo que produce la ofensa; y no es pecar, pecar a calladas.

ELMIRA (Después de toser una vez más): -Ya veo que es necesario prepararse a ceder, que debo
otorgarlo todo y que, a no mediar esto, no me cabe persuadir. Desastroso es, sin duda, llegar a eso y
muy a pesar mío lo hago; pero, puesto que se obstinan en reducirme a ello, puesto que no se cree en
nada de lo que digo, y se quieren testimonios más convincentes, menester es resolverse y contentar.
Si mi consentimiento entraña alguna ofensa, recaiga sobre quien me fuerza a tal violencia. La culpa
en verdad no es mía.

TARTUFO:-No merece la pena que nos tomemos ese cuidado. Es hombre, hablando entre nosotros,
fácil de conducir por las orejas. De todas nuestras pláticas él no hará sino elogios; que le he puesto en
el punto de verlo todo y no creer nada.
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