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SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción popular
Expediente: 19592-2017-40-AP
Departamento: La Paz
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Como emergencia de dichas normas, el Colegio Médico de Bolivia, a través de un
Consejo Médico Nacional Extraordinario, efectuado el 12 de abril de 2017,
determinó ordenar un paro médico nacional de veinticuatro horas, fijando para el
efecto el 20 del indicado mes y año, esto en protesta por las disposiciones legales
antes mencionadas, alegando que las mismas eran inconstitucionales y contrarias
a sus estatutos orgánicos.
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legalización de la medida ahora cuestionada (paro en la atención del servicio
médico), permitir que sólo servicios de emergencia funcionen, ya que el
mencionado derecho a la salud pública está regido por el principio de integralidad.
I.1.3. Petitorio
Nadia Alejandra Cruz Tarifa en representación legal del accionante, David Alfonso
Tezanos Pinto Ledezma, Defensor del Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia, a
tiempo de ratificar el contenido de la acción popular, añadió lo siguiente:
a) Aparte de los paros que realizaron, cuyos perjuicios fueron detallados ya en la
acción presentada, ahora la parte demandada mediante sus representantes,
anunciaron un próximo paro de setenta y dos horas, plegado a otros sectores, lo
que constituye una huelga de solidaridad prohibida por el art. 119 de la Ley
General del Trabajo (LGT), lo que provocará sin duda alguna la desatención
nuevamente de miles de bolivianos; b) La acción popular ahora planteada, no
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tiene un efecto sólo restitutorio, sino sobre todo de carácter preventivo, pues se
debe evitar las futuras suspensiones o paros de servicios médicos, ya que está en
riesgo el bien jurídico del derecho a la salud, y si bien pareciera que este es un
derecho subjetivo; sin embargo, se debe poner énfasis que también se está
solicitando la protección a la salubridad pública, definida por la SC 1970/2011-R
de 7 de diciembre; c) El derecho a tener un servicio de salud que se preste de
manera ininterrumpida se ve afectado por este tipo de actos, lo que afecta
también al principio de continuidad a la accesibilidad como componente del
derecho a la salud; empero, la Defensoría del Pueblo no pretende vulnerar el
derecho de huelga, por los siguientes elementos: Los derechos no son absolutos,
como así lo reconoce el art. 32.2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, que es parte del bloque de constitucionalidad, mismo que sostiene que
los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás y por
la exigencia del bien común; por lo que, no se puede pensar que el derecho a la
huelga es el que prevalece sobre cualquier otro derecho; d) Cuando existe una
colisión entre los derechos a la salud, al trabajo y las manifestaciones del derecho
al trabajo, tiene que haber una interpretación al respecto, sobre la prevalencia de
estos derechos, así la ”SCP 0046/2015“ señaló que, si bien las personas tienen
derecho al trabajo el límite del mismo es no afectar al bien común, como al
interés colectivo, de lo que se infiere que el trabajo debe estar a la obligación de
la salud de los usuarios, que constituyen en este caso, en un interés colectivo; por
lo que, debe limitarse el mismo en interés de los demás. El Sistema
Interamericano nos señala en qué casos se puede limitar derechos; por lo que, da
una serie de estándares, como por ejemplo, el mandato de que el servicio de
salud debe ser prestado de manera ininterrumpida, lo que es una primera
restricción; e) El art. 37 de la CPE, establece que es función suprema del Estado,
el derecho a la salud, pues no es subordinado ni concurrente; es decir, que
ninguno puede estar por encima ”o a la igual“ (sic) del mismo, ya que tiene
relación directa con el derecho a la vida, como bien jurídico protegido en nuestro
país; por su parte el art. 36 de la Norma Suprema, sostiene que es indeclinable la
protección de la salud; por lo que, no puede hablarse de una colisión de derechos,
sobre la base de actos ilegales, ya que dicha huelga es un acto ilegal; por lo que,
cabe señalar que la Defensoría del Pueblo en momento alguno está pidiendo que
los médicos no ejerzan su derecho a la protesta, sino que no corten con los
servicios de salud, porque los ciudadanos son los más perjudicados, entrando a
una lógica de que sus demandas tienen que ser atendidas en desmedro de
terceros; además existe una prohibición expresa de esta interrupción, que no es
solo la visión del Estado Plurinacional Bolivia, y que está establecido en el art. 118
de la LGT; aparte de ello se tiene el ”Decreto“ (sic) que prohíbe la suspensión de
los servicios de sanidad; por lo que, no se está pidiendo que se implemente una
medida que no esté señalada por una norma, en su componente de derecho
colectivo; y, f) La Defensoría del Pueblo interpone esta acción popular justamente
para pedir la tutela de derechos colectivos, impetrando que se cumpla con la
previsión contenida por el art. 38.II de la CPE, y que tal decisión obligue a todos
los médicos del Estado Plurinacional de Bolivia, ya que la SC 1018/2011-R de 22
de junio, destacó que la legitimación pasiva de la acción popular obedece a que
cuando se esté cuestionando a un ente colegiado, basta con accionar al
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representante legal que agrupa a todos los entes colegiados; por lo que, no es
necesario identificar a todos los que componen el órgano colegiado, lo que
claramente está establecido dentro de los art. 1 y 2 del Estatuto del Colegio
Médico de Bolivia; por lo que, esta acción popular de carácter preventivo debe ser
concedida, determinando la prohibición de interrupción de los servicios médicos
en las medidas de protestas asumidas.
Anibal Cruz Senzano, Presidente del Colegio Médico de Bolivia, a través de sus
abogados en audiencia, de manera oral, sostuvo lo siguiente: 1) Se debe dejar en
claro que no hubo movilización ni medida de presión alguna que esté relacionada
con el DS 3174 y el certificado médico aludido; por otra parte, en la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) se pueden encontrar los lineamientos de
exigencias de los trabajadores y exigencias de sectores como el de salud y
respecto a las medidas como es un paro, en el caso que se persiguieran fines
políticos o intereses que no estén relacionados con el sector mismo, llevarían a la
conclusión de que dicha medida de presión sería ilícita; sin embargo, ello no
ocurre dentro del presente caso, ya que los profesionales piden la abrogación de
los DDSS 3091 y 3092, con referencia el primero a la creación de la Autoridad de
Fiscalización y Control del SINSA, y el segundo referido a la libre afiliación,
desafiliación, reafiliación, en el Sistema Nacional de Seguro a corto plazo,
relacionado también a la Ley 922 de 1 de marzo de 2017; por lo que, dentro de
ese marco se encuentran las exigencias del Colegio Médico de Bolivia y otros
profesionales de salud; 2) La acción popular como toda acción de defensa, no
tiene como objeto el legislar o declarar la ilegalidad de cosas que ocurran a
futuro, sino de ciertos derechos, como el de salubridad, para protegerlo de
posibles amenazas, pero las amenazas no en carácter abstracto, sino contra
medidas concretas; empero, ahora se la plantea contra un paro de cuarenta y
ocho horas y ahora contra un posible paro de setenta y dos horas, medida que no
tiene resolución alguna; 3) El Comité Interinstitucional, que está conformado
además del Colegio Médico de Bolivia, por la Confederación de Universidades de
Boliviana (CEUB), el Seguro Social Universitario, la Confederación de Rentistas y el
Consejo Nacional de Salud (CONAS), entre otros, de manera conjunta,
determinaron este tipo de medidas de presión; por lo que, no son tuición del
Colegio Médico de Bolivia; en tal sentido, la acción popular está mal dirigida, pues
el mencionado Colegio carece de medidas de coerción sobre sus afiliados y más
aún sobre el Sistema de Salud Pública, al margen que dicho ente colegiado no
ofrece ningún servicio referido a salubridad, ya que por su cuenta éste no
administra hospital alguno, no forma parte de los sindicatos, ni de las instituciones
dentro de cada uno de los subsistemas y tampoco tiene intereses directos sobre el
Sistema Privado de Salud; por lo que, en ese entendido el Sistema de Salud no
puede por su cuenta, interrumpir el servicio de salud, ya que no es trabajador, no
es una entidad estatal, ni propietario y menos administrador de tales servicios;
4) Es importante recordar que quienes pararon fueron los del Sistema de
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Seguridad Social y el Sistema de Salud Pública, como algunos hospitales,
consultorios y servicios del Sistema Privado; por lo que, ellos tendrían que estar
aquí convocados; por otra parte, el paro de cuarenta y ocho horas ya concluyó y
no existe constancia de que se convoque a otro paro de actividades; por lo que,
esta acción tutelar no tendría razón de ser; 5) Se mencionan informes en el que
reflejan servicios colapsados y principalmente alerta sobre los servicios de
emergencia, haciendo énfasis en los días en que hubo paro, pero si visitaran el
Hospital de Clínicas en días laborales, se encontrarían con una realidad similar a
los días de paro, tal crisis en el Sistema de Salud no es responsabilidad del
Colegio Médico de Bolivia o a consecuencia de un paro, eso es debido a la mala
administración ocurrida a lo largo del tiempo, porque no se priorizó como se debe
la salud; este es otro tema por el que se fue al paro, pues se exige una ley del
SINSA que responda a la realidad nacional, hecho también reflejado en la reunión
de entes gestores; 6) La jurisprudencia aludida por la Defensoría del Pueblo, en
momento alguno se refiere sobre la ininterrupción del servicio de salud, pero si
habla bastante de que son los Órganos del Estado los que deben alcanzar las
condiciones adecuadas para dar un buen servicio; es decir, se alude a la
obligación del Estado de no interrumpir el tratamiento, en lo concerniente a temas
como es la adquisición de medicamentos sin trámites burocráticos; por lo que, se
estaba prohibiendo el acceso a la salud de los asegurados en el Sistema
Obligatorio de Salud de corto plazo, un caso era de la enfermedad del sida y otro
de cáncer, jurisprudencia que nada tiene que ver con lo que se pretende en este
caso; y, 7) El accionante afirma que la presente acción no tiene por objeto el
restringir el derecho a la huelga, lo que evidentemente es mentira, y sus
argumentos no son ciertos, ya que si bien en la OIT se sostiene que hay temas
que pueden ser excluidos, se menciona efectivamente los servicios de salud, pero
no como una prohibición total, que sólo se da respecto a las autoridades en
función pública, pero se menciona los servicios esenciales en el sentido estricto
del término, en el que el servicio de emergencias médicas y la medicina crítica son
áreas que jamás deben ser interrumpidas, mientras que los servicios de consulta
(salvo los crónicos o paciente con seguimiento) pueden ser reprogramados, sin
poner en riesgo la vida de las personas; es claro que la OIT restringe algunas
medidas de presión, pero no prohíben este derecho, pero la acción presentada
tiene por finalidad innegable la de prohibir totalmente el ejercicio de su derecho a
la huelga.
Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Daniela Crespo Vidaurre, Roger Lidio Chuquimia
Mamani y Mary Elizabeth Velasco Bautista, todos servidores públicos dependientes
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, en representación legal de
Héctor Andrés Hinojosa Rodríguez, Ministro de esa cartera, citado como tercer
interesado, a través del memorial cursante de fs. 735 a 739, manifestaron que:
i) El 13 de abril de 2017, mediante nota, Ariana Campero Nava, en su calidad de
Ministra de Salud del Estado Plurinacional de Bolivia, solicitó se declare ilegal el
paro del sector salud de veinticuatro horas, programado para el 20 del mismo mes
y año, por ser responsabilidad del Ministerio de Salud como ente rector, el velar
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por la continuidad de los servicios de salud y la atención oportuna a la población
boliviana; mediante Informe MTEPS-DGTHSO-FRGR 13/17 de 21 de ese mes y
año, emanado de la Dirección General de Trabajo, Higiene y Seguridad
Ocupacional dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, por
el que señala que la medida dispuesta por el Colegio Médico de Bolivia, carece de
legalidad por cuanto no se habrían agotado los medios de conciliación y arbitraje
previstos en la norma, considerándose el movimiento como ilegal; razón por la
cual, siendo función de la Dirección General de Trabajo, Higiene y Seguridad
Ocupacional, declarar mediante resolución administrativa la legalidad o ilegalidad
de las huelgas a nivel nacional, emitió la Resolución Administrativa (RA) 082-17
de 21 de abril de 2017, por la que se declaró ilegal el paro de veinticuatro horas
del 20 de similar mes y año, en virtud a lo establecido por los arts. 38 de la CPE,
1 inc. d) del DS 1958 de 16 de marzo de 1950, 1 del Decreto Ley (DL) 2565 de 6
de junio de 1951; y, 105 y 118 de la LGT, siendo la misma notificada al Ministerio
de Salud y al Colegio Médico de Bolivia, el 25 de abril de 2017; ii) El 16 de mayo
de igual año, Ariana Campero Nava, en su calidad de Ministra de Salud del Estado
Plurinacional de Bolivia, solicitó se declare ilegal el paro del sector salud de
cuarenta y ocho horas, dispuesto por el Colegio Médico de Bolivia, que al ser de
las mismas características del paro de veinticuatro horas, se declaró su ilegalidad
mediante la RA 097-17 de 19 de ese mes y año, notificándose al Colegio Médico
de Bolivia el 24 del mes y año señalados; y, iii) Si bien la huelga o paro de
actividades, constituye un derecho reconocido por la Constitución Política del
Estado, al ser el medio fundamental que disponen los trabajadores para la
defensa de sus intereses tanto económicos como sociales, en el marco de la
libertad sindical, el mismo se halla reconocido como un derecho de segunda
generación en tratados internacionales de alcance universal, como el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; es decir, que antes
se encuentran derechos de primera generación, que merecen un respeto y
atención prioritaria que no pueden ser desconocidos durante el ejercicio de la
libertad sindical.
Por su parte, la Ministra de Salud, Ariana Campero Nava, por intermedio de sus
representantes legales, en audiencia señaló: a) El Colegio Médico de Bolivia al
determinar el paro médico cumplido el 20 de abril de 2017, y luego determinar
paro los días 17 y 18 de mayo de igual año, suspendió al menos seis mil
atenciones y dejó pendientes unas ochocientos cincuenta cirugías; situación que
perjudica en gran medida a la población que requiere cuidado médico y si bien se
atendieron emergencias, el servicio se vio colapsado. Además, los pacientes con
enfermedades crónicas que requieren tratamiento no fueron atendidos por
emergencia, habiéndoles indicado que retornen a la conclusión del paro, lo cual
vulnera el derecho a la salud, tomando en cuenta que el servicio de salud debe
ser ininterrumpido; b) Existe una amenaza de un nuevo paro de setenta y dos
horas y si bien no existe un pronunciamiento del Colegio Médico de Bolivia, los
comunicados de prensa señalan que el Presidente de dicho ente colegiado,
declaró a los medios de comunicación, según informa la prensa de 26 de ese mes
y año, que conjuntamente con los entes de seguridad social se decretó dicha
medida, además que en la mesa de trabajo que se acordó con dicho Colegio para
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el 26 de similar mes y año, por la tarde no se hizo presente su representante;
c) Los dos paros que fueron realizados, fueron declarados ilegales por el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social; d) El derecho a la huelga como
medida de protesta tiene limitantes, pues está restringido para la prestación de
servicios esenciales, como es el tema de la salud pública; y, e) El Colegio Médico
de Bolivia goza de representatividad al ser la entidad que aglutina a los
profesionales médicos, quienes se oponen a la norma que aprueba la creación de
una autoridad que podrá regular la atención a la población.
I.2.4. Resolución
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del interés general, la primacía del orden jurídico y los factores de seguridad,
moralidad y salubridad pública, que no pueden verse sacrificados en aras de un
ejercicio arbitrario o abusivo de prerrogativas individuales; por lo que, los
derechos fundamentales pueden ser limitados en función al interés social, algo
que también está determinando por la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, que dispone que los derechos de cada hombre están
limitados por los derechos de los demás; 4) Tanto la Constitución Política del
Estado como los instrumentos internacionales de protección de los derechos
humanos, que forman parte del bloque de constitucionalidad, no se limitan a
proclamar el conjunto de derechos, libertades y garantías de los seres humanos,
sino que también hacen referencia explícita de las restricciones o limitaciones de
su ejercicio, estableciendo en su caso, las condiciones particulares en las cuales es
posible que el Estado, a través de sus órganos del poder público, aplique la
restricción al ejercicio de los derechos y libertades sin lesionarlos; 5) En el
presente caso se presentaron las Resoluciones Administrativas (RRAA) 082/17 y
097-17 expedidas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, las que
declararon como ilegales los paros de veinticuatro y cuarenta y ocho horas; por
otra parte, se presentó una fotocopia legalizada de la reunión de entes gestores,
Colegio Médico de Bolivia, ”ENTUB, FENAJURESUB, CEUB, y SESSUB“ (sic) el 25
de mayo de 2017, en el que se indica que a partir del 31 de igual mes y año, se
asumirán medidas de hecho, hasta la abrogación del DS 3091 y la Ley 922; por lo
que, se instruye al Colegio Médico de Bolivia suspender toda negociación con el
Ministerio de Salud; por otra parte, los demandados acreditaron que gestionaron
la conciliación y arbitraje conforme lo indica el art. 159 del Reglamento de la Ley
General del Trabajo; y, 6) Cursa informe técnico de atención con referencia al
paro de salud convocado por el Colegio Médico de Bolivia, en el que se advierte
que las cirugías reprogramadas por el paro de cuarenta y ocho horas, llegaba a la
cifra de ochocientos cincuenta a nivel nacional, mientras que un número de seis
mil personas no habrían sido atendidas, lo que demuestra la magnitud de los
perjuicios ocasionados en las condiciones de salubridad en el Sistema Público de
Salud, condiciones desfavorables que por lógica consecuencia podría repetirse en
caso de verificarse el ejercicio de nuevos actos, similares a los acaecidos el 17 y
18 de mayo de 2017.
II. CONCLUSIONES
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hospitalarios y de seguridad social del país, realizado el 17 y 18 de mayo de
2017 (fs. 36 a 44).
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seis mil personas a las que se les privó de atención en los dos días de paro
(fs. 258 a 260).
Del contenido del art. 135 de la CPE, se tiene que esta acción de defensa
se encuentra destinada a la protección de los derechos e intereses
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colectivos. Al respecto, la SC 1018/2011-R de 22 de junio, refiriéndose al
ámbito de tutela de la acción popular, sobre los derechos protegidos,
concluyó: ”Consiguientemente, a partir de una interpretación sistemática
del art. 135 de la CPE, se debe concluir que la acción popular protege,
además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses difusos
-ambos contenidos bajo el nomen iuris ‟Derechos Colectivos„- y, en ese
sentido, cualquier persona perteneciente a colectividad o comunidad
afectada puede presentar esta acción que, como su nombre indica, es
popular.
Cabe aclarar que los intereses de grupo no encuentran protección en la
acción popular, pues, como se tiene señalado, en esos casos no existe un
interés común -colectivo ni difuso-, sino un interés individual que, en todo
caso, podrá ser tutelado a través de la acción de amparo constitucional,
previa unificación de la representación.
La acción popular instituida por el art. 135 de la CPE, procede contra todo
acto u omisión de las autoridades o de personas individuales o colectivas
que violen o amenacen con violar derechos e intereses colectivos,
relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza.
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La legitimación pasiva, conforme lo ha entendido la jurisprudencia de este
Tribunal, es la coincidencia que se da entre la autoridad o particular que
presuntamente causó la vulneración o la amenaza y aquélla contra quien
se dirige la acción (SSCC 0325/2001-R y 0984/2002-R, entre otras).
Conforme a dicho criterio, en la acción popular, de acuerdo al art. 135 de
la CPE, antes citado, se tendría que presentar la acción contra las
autoridades o personas individuales o colectivas que vulneraron o
amenazaron vulnerar los derechos protegidos por esta acción de defensa.
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Este Tribunal a través de la SCP 1560/2014 de 1 agosto, refiriéndose a la
salubridad pública, señaló que: ”A partir del paradigma del ‟Vivir Bien„
(art. 8 de la CPE), el derecho a la salubridad pública supone el
derecho de todos los habitantes de una comunidad a pedir y
recibir por parte del Estado las siguientes prestaciones básicas y
necesarias mínimas, que conlleven una vida saludable, como son,
entre otras: 1) La garantía de acceso a los servicios de salud
(art. 18 de la CPE); 2) Condiciones saludables y seguras de todo espacio
público o privado en el que los habitantes desarrollan su vida cotidiana, ya
sea trabajo (arts. 46 de la CPE), educación (arts. 88 y 89 de la CPE ),
recreación (art. 104 y ss. de la CPE), servicios y consumo (art. 75 de la
CPE); 3) Condiciones de salubridad en el hábitat, es decir, del medio en el
que vive, (art. 19 de la CPE) y la prohibición de contaminación ambiental
hídrica, atmosférica, acústica, etcétera; 4) Saneamiento básico, que
incluye el acceso a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado,
electricidad, gas domiciliario (art. 20 de la CPE); 5) Vivienda adecuada
(art. 19 de la CPE); 6) Alimentación sana (art. 16 de la CPE); y,
7) Centros penitenciarios con ambiente adecuado para personas privadas
de libertad (art. 74 de la CPE); entre otros.
(…)
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febrero de 2009, se incorporó el Ministerio de Salud, asignándole entre
otras competencias, las siguientes: formular, promulgar y evaluar el
cumplimiento de los programas de salud en el marco del desarrollo del
país; regular, planificar, controlar y conducir el Sistema Nacional de Salud,
conformado por los sectores de seguridad social a corto plazo, público y
privado con y sin fines de lucro y medicina tradicional; vigilar el
cumplimiento y primacía de las normas relativas a la salud pública;
garantizar la salud de la población a través de su promoción, prevención
de las enfermedades, curación y rehabilitación; ejercer la rectoría,
regulación y conducción sanitaria sobre todo el sistema de salud; y,
formular, desarrollar, supervisar y evaluar la implementación del modelo
de atención en salud.
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y posteriormente otra medida similar de cuarenta y ocho horas que se
llevó a cabo el 17 y 18 de mayo de igual año, que según las verificaciones
que realizó el Defensor del Pueblo en los diferentes centros hospitalarios y
establecimientos del seguro social a corto plazo del país, tuvieron una
atención limitada a los servicios de emergencia. Estos paros fueron
declarados ilegales por la Dirección General de Trabajo, Higiene y
Seguridad Ocupacional, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social.
Por otra parte, la amenaza de paro de setenta y dos horas que motivó la
interposición de la acción popular objeto de análisis, provino de un Comité
de Defensa de la Seguridad Social a corto plazo, conformado por las
representaciones sindicales de las diferentes Cajas de Salud y centros
hospitalarios públicos; entidades que constituyen personas jurídicas de
derecho público y que están bajo la tuición del Ministerio de Salud, de
ninguna manera fue una medida impuesta por el Colegio Médico de
Bolivia, que como se dijo anteriormente, es una entidad que no tiene
tuición ni autoridad alguna sobre los demás entes públicos de salud;
consecuentemente, carece de legitimación pasiva para ser demandado en
la presente acción, pues si bien integró el Comité de Defensa referido, no
tiene autoridad alguna sobre los funcionarios públicos que acataron el
paro y tampoco cuenta con facultades o se encuentra dentro de sus
posibilidades dejar sin efecto el paro anunciado, pues tampoco es
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competencia de dicho Colegio brindar el acceso a la salubridad pública a la
población, al ser ésta una responsabilidad del Estado a través del
Ministerio de Salud.
POR TANTO
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