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Los nacionalistas
Una de las consecuencias más importantes de la crisis de 1930 fue el profundo cambio que se
produjo en los sistemas ideológicos y en las creencias dominantes en la Argentina. Se produce un
desgaste del pensamiento liberal. Este se caracterizaba por: A) la confianza en el progreso con-
tinuo del país, que acompañaba al progreso general de la civilización, cuyo ejemplo era Europa. B)
en lo político, la defensa de la democracia republicana C) en lo cultural, la adopción de pautas
culturales europeas, preferentemente francesas e inglesas D) en lo económico, el libre
intercambio de bienes y capitales a nivel local e internacional E) en lo social, la movilidad de las
personas en cuanto a la posibilidad de ascenso en los niveles de vida.
En el plano de las ideas y de los movimientos políticos, el fenómeno más saliente fue el
surgimiento de distintas organizaciones nacionalistas que nunca llegaron a ponerse de acuerdo y
unirse en un único movimiento.
Los nacionalistas restauradores rechazaban los principios de la Revolución Francesa y afirmaban
como valores la patria, la religión, la tradición, la familia, la raza. Proponen un orden
social jerárquico, pensaban que la sociedad debe ser guiada por una minoría seleccionada
y apelaban a la figura del jefe o del caudillo de masas. Incluso llegaron a organizarse en cuerpos
armados, como la Legión Cívica. Habían tendencias de las más diversas: elitistas,
antidemocráticas, católicas, hispanistas, pro fascista y pro nazis. Muchos de sus líderes y
propagandistas estuvieron ligados al gobierno de Uriburu.
Antiimperialismo
Otra vertiente nacionalista, de menor peso en la década de 1930, fue la del nacionalismo
popular. Para estos el actor central debía ser el "pueblo", entendido como la gran mayoría de
la población. También centraban su denuncia en el papel que el imperialismo inglés tuvo en los
problemas argentinos aliados a la rapacidad de una clase dominante nacional rapaz (burguesía
terrateniente). Uno de los núcleos que alcanzaría mayor influencia era la Fuerza de Orientación
Radical de la Joven Argentina (FORJA), un grupo surgido de la UCR que contó entre otros,
con Jauretche, Scalabrini Ortiz y Manzi.
ECONOMÍA
El impacto de la crisis mundial en Argentina
El desarrollo de la política y de la economía argentina durante la década infame guarda
estrecha vinculación con la crisis mundial.
La producción disminuyó y el comercio internacional se redujo. Cayeron también los precios de
los productos. No se pudo contar con préstamos, refinanciaciones, ni inversiones extranjeras
para contrapesar las pérdidas (ya que los países centrales estaban también en crisis).
Frente a la crisis, los países centrales disminuyeron sus compras de materias primas y
alimentos a los países periféricos. No teníamos suficientes compradores para nuestras
materias primas (carnes y cereales). Argentina vio cómo disminuían los precios de sus
exportaciones, se cerraban los créditos, se agotaba el dinero disponible para pagar las compras y la
deuda externa (porque no había dinero), y se reducían los ingresos del Estado, que dependían, en
gran medida, de los impuestos al comercio internacional.
La situación provocó el deterioro del nivel de ganancia de los terratenientes, ya que eran los
propietarios de aquellos productos primarios que se vendían al exterior.
Al paralizarse la actividad económica la consecuencia fue desocupación y miseria
Reorganización financiera
Se creó el Banco Central en 1935, para regular la cantidad de dinero que podía circular
y controlar-respaldar a los bancos privados. Su capital era integrado por el Estado y por
capitales en su mayoría extranjeros lo cual demuestra la tendencia de defensa sectorial que esta
institución podía tener.
Obras públicas
Para reactivar la economía, el gobierno de Justo encaró un programa de obras públicas, tanto de
grandes edificios para la administración pública como de la infraestructura necesaria para el
transporte y comercialización agropecuaria: rutas, para el creciente tráfico automotor, la Avda.
Gral. Paz y 9 de Julio en Buenos Aires, y elevadores de granos.Se construyó el Colegio Militar
de El Palomar, el Hospital Militar de Campo de Mayo, las Escuelas de Aviación de Córdoba y
demás edificios militares, confirmando a su vez el papel de las Fuerzas Armadas en la
sociedad.
Petróleo y siderurgia
El presidente Justo (1932-38) encargó al general Saviola organización de la industria
siderúrgica, área estratégica cuyo desarrollo reclamaba el ejército: es importante para este ya
que es base de la industria armamentística.
En el área petrolera 1932 se exceptuó a YPF del pago de impuestos sobre los equipos que
importaba a cambio de contribuir con un 10% de sus ganancias para el Estado. En 1935
un impuesto semejante se aplicó a las compañías extranjeras.
Transporte terrestre
Norteamericanos y británicos competían. Si bien los acuerdos con Gran Bretaña favorecían a
los ferrocarriles y a la Corporación de Transportes en manos inglesas, el transporte automotor,
controlado por los norteamericanos, se desarrolló. Creció la presencia de Ford en nuestro
país y la General Motors presentó sus Chevrolet, mientras la Firestone fabricaba cubiertas. No
sólo los automóviles ampliaron el mercado automotor: los colectivos se multiplicaban y
empezaban a competir con los tranvías. Justo apoyó con entusiasmo el programa
de extensión de la red vial, financiado con un impuesto al combustible; para manejar los
fondos y organizar el sistema creó la Dirección Nacional de Vialidad. Entre 1934 y 1943 se
construyeron 11300 kilómetros de caminos.
SOCIEDAD
Repercusiones de la crisis en la sociedad
Los primeros años de la década del '30 estuvieron marcados por el desempleo, la miseria, la re-
ducción de los salarios y la disminución del consumo familiar, secuelas de la crisis económica.
La crisis afectó tanto a los trabajadores rurales como a los industriales que fueron despedidos o
vieron disminuir sensiblemente sus salarios. En los grandes centros urbanos, como Buenos Aires
y Rosario se formaron grandes villas de viviendas precarias, construidas con latas y cartón, en
las que se asentaron muchas familias empobrecidas, provenientes del campo y de la misma
ciudad.
Junto a las condiciones de marginalidad a las que eran empujados los sectores populares urbanos,
en las grandes ciudades se incrementó de manera notable la criminalidad. Además de la
delincuencia individual fueron tomando auge importantes bandas organizadas al estilo de la
mafia italiana. La ciudad de Rosario, que había atraído a un gran número de inmigrantes
mostró la acción de grupos cuyos principales negocios eran los secuestros extorsivos, la
prostitución y el juego clandestino. La delincuencia también estaba asociada al poder político.
Algunos dirigentes utilizaban pistoleros tanto para controlar sus negocios
clandestinos particulares como para manejar a su antojo los actos comiciales fraudulentos.
La recuperación económica, manifiesta desde 1933, fue acompañada por un descenso del desempleo
y un crecimiento de las migraciones internas.
Migraciones internas
Se comenzó a despoblar el campo. Muchos pobladores rurales de la región pampeana y de
otras provincias interiores abandonaron sus lugares de residencia ante la falta de trabajo
o la reducción de los salarios para trasladarse a la ciudad. Además, la ciudad (conocida
desde el campo por medio de la radio), con su gran actividad, atraía como un imán. Vivir
en la ciudad podía ser mucho más excitante y se podía elegir entre gran variedad de
oficios.
Se instalaban en Rosario, Córdoba, pero sobre todo en Buenos Aires, ciudades donde se
concentrarían las industrias con la consecuente demanda de mano de obra. Este fenómeno
alteró la vida y el espacio urbanos de ciudades no preparadas para recibir un aumento explosivo de
población. A la ciudad tradicional la fue rodeando un cinturón cada vez más espeso de
viviendas precarias, muchas veces apenas de chapa y cartón donde los recién llegados se
iban mezclando con los antiguos trabajadores empobrecidos por la crisis, ya más
arraigados. En las villas de emergencia las condiciones de hacinamiento eran graves, los
servicios públicos (luz, transporte, agua corriente, pavimento) tampoco estuvieron a la altura de
las necesidades de los nuevos contingentes urbanos.
La clase obrera
La clase obrera creció, siguiendo el avance de la industrialización. La afluencia de una gran
cantidad de trabajadores de origen rural a la actividad industrial provocó un profundo
cambio en la composición de la clase obrera argentina. Los nuevos obreros, provenientes del
interior no tenían experiencia gremial y política. Se mezclaban con los viejos obreros, en su
mayoría de origen europeo, que si estaban organizados en sindicatos y muchos participaban en
partidos políticos.
La situación de los trabajadores no varió demasiado. Las condiciones de trabajo eran
fijadas por los patrones. No había convenios de trabajo, por lo que los empresarios
podían manejarse con arbitrariedad.
A partir de 1935 se podría decir que había más fábricas, más actividad, más empleos... pero los
salarios seguían muy bajos. Los obreros, ya más seguros de sus puestos, protestaban por medio
de huelgas. Pero los empresarios, apoyados por el gobierno conservador, no hacían concesiones.
Poco a poco, los obreros iban teniendo más y más claro qué era lo que necesitaban y cuáles
eran las grandes injusticias, y de esa manera volvían a fortalecerse los sindicatos. Especialmente
la Confederación General del Trabajo (CGT), creada en 1930 y reorganizada en 1936, donde se
agrupaban sindicatos tradicionales, como el de los ferroviarios y otros más nuevos, como los
textiles o los de la carne.
En 1930, el movimiento obrero se diferenciaba en dos sectores. Por un lado, el sector apolítico
(que se apoyaba en los sindicatos y que no creía en la eficacia de los partidos obreros),
representado por sindicalistas y anarquistas. Y por otro el sector político, que sostenía la
necesidad de organizar partidos obreros para luchar por la defensa de los intereses de los
trabajadores, representada por socialistas y comunistas. El derrocamiento de Yrigoyen y la
instauración de la dictadura militar de Uriburu (que reprimió con dureza a las organizaciones
obreras) plantearon asus dirigentes la necesidad de unificar el movimiento obrero. La dictadura
tuvo un fuerte impacto negativo sobre el movimiento obrero. Los anarquistas y los comunistas
fueron víctimas de una represión feroz y hasta entonces desconocida y que obligó a los
militantes a vivir en la clandestinidad. Los anarquistas nunca pudieron recuperarse y su influencia
comenzó a declinar cada vez más. Los comunistas retomaron su actividad sólo después del
alejamiento de Uriburu. A pesar de sus diferencias ideológicas, en 1930 la COA (Central
sindicalista) y la USA (Central socialista) se unificaron y organizaron la Confederación General
del Trabajo (CGT).
Frente a los problemas sociales los gobiernos oscilaron entre la represión y la indiferencia.
La persecución política y sindical fue la primera reacción frente a las demandas de los
trabajadores. Se produjeron numerosas deportaciones de obreros extranjeros, y los
encarcelamientos y la tortura fueron prácticas habituales. La ley marcial (mediante la cual se
aplicaba la pena de muerte), el estado de sitio (suspensión de las garantías constitucionales) y una
política de represión generalizada fueron el signo político de estos tiempos. Las actividades
sindicales eran vistas como hechos delictivos peligrosos para los intereses del Estado.
Principios de los 30
Pronto, la alianza que llevó adelante el golpe se dividió en dos líneas. Una, encabezada por el
general Justo, congregaba a los partidarios de una restauración del orden político anterior a 1916.
El presidente Uriburu, acompañado por un núcleo nacionalista buscaba transformar el orden
político, de acuerdo con las ideas de los regímenes fascistas queestaban creciendo en Europa.
En 1931 se realizó una elección para gobernador de Buenos Aires. Según las expectativas
del gobierno, debía triunfar el Partido Conservador de la provincia, lo que mostraría la
popularidad del presidente. Sin embargo, se impuso elradicalismo. El gobierno no podía aceptar
el triunfo y anuló la elección. Dada la carencia de apoyos, Uriburu buscó retirarse de la
presidencia: el resultado electoral frustró el proyecto de Uriburu. En adelante, la línea política fue
marcada por Agustín P Justo, quien al frente de la fórmula oficialista de la Concordancia -
alianza integrada por conservadores, socialistas independientes y radicales antipersonalistas- y
con la adhesión del Ejército, triunfó en las fraudulentas elecciones y gobernó entre 1932 y
1938. Esta alianza representaba los intereses de la burguesía agraria.Para estas elecciones se
prohíbe la participación de la UCR.
El fraude patriótico
Lo ideal era los conservadores era volver a un sistema que se pareciese a la demo cracia,
pero sin correr ningún riesgo recurriendo incluso a la trampa. Se organizó el
llamado "fraude patriótico", definición creada desde el poder. Significaba que el objetivo
de salvar a la patria justificaba el uso de métodos ilegales.Pensaban que la gran mayoría
del pueblo era demasiado ignorante para saber elegir, de modo debía "simular la
participación en la elección de autoridades". Los que tomaban decisiones desde el
gobierno entonces obtienen y mantienen el poder solamente a través del engaño.
Los dueños del poder tenían un sistema de líderes locales que les "hacían" las
votaciones. Barceló, el intendente de Avellaneda, y su hombre fuerte Ruggeri -Ruggerito,
como lo llamaba todo el mundo- fueron tal vez los más famosos. Eran dueños de la
municipalidad, de la policía, de la Justicia, de los clubes de fútbol, de las casas de juego,
de los prostíbulos. Cambiaban votos por empleos públicos, por regalos, por mirar para otro
lado cuando se cometían robos, hasta por camas de hospital. Coleccionaban libretas de enrola-
miento, no había muerto que no votara y pedían que el voto fuera "cantado". Las libretas de
enrolamiento eran retenidas por los patrones y usadas por gente de su confianza; se daban las
papeletas del partido en sobres cerrados a los votantes, quienes a la salida del comicio
debían entregar como prueba el sobre que les entregaban en la mesa electoral. El otorgamiento
de "favores", la simple "invitación" a un almuerzo de empanadas y vino antes o después de
la votación, o la tradicional intimidación eran prácticas habituales que iba a costar mucho
desarraigar de las costumbres electorales. Y, si alguien se oponía había de matones a sueldo
para torturas, asesinatos y castigos variados.
La oposición
Partido socialista y Partido demócrata progresista
El Partido Socialista y los demócratas progresistas (muy fuertes en Santa Fe) se
constituyeron en la principal oposición de los conservadores. Los
socialistas fueron oposición en un régimen fraudulento. Ambos partidos aumentan su caudal
electoral al no participar de elecciones la UCR.
La mayor parte de las leyes sociales propuestas por los socialistas en el Congreso no fueron
aprobadas debido a la oposición de los conservadores que eran mayoría.
La Unión cívica radical
En 1935, los radicales, dirigidos por Marcelo T. de Alvear decidieron presentarse
en elecciones. Sabían que había fraude y que de ningún modo iban a poder ganar pero les
pareció que podía valer la pena conseguir algunos diputados y concejales. Alvear prefería
llegar a un acuerdo con los conservadores antes que enfrentarlos. Eso hizo que muchos
militantes radicales perdieran confianza en su partido; no les parecía bien esa especie de
negociación.
La política conservadora y en particular la firma del Tratado Roca-Runciman en 1933
revitalizaron las corrientes nacionalistas en el radicalismo, a la vez que se oponían al liderazgo
de Alvear. En este contexto surge FORJA. Las posiciones políticas se centraron en: a) la denuncia
del imperialismo británico —criticaron duramente el Pacto Roca-Runciman— b) se opusieron al
fraude c) hasta 1940, FORJA intentó cambiar la orientación alvearista del radicalismo desde
adentro, pero finalmente se apartaron de la UCR d) mantuvieron una actitud neutralista frente a la
Segunda Guerra Mundial. Hacia 1945, muchos de sus integrantes se incorporaron al peronismo.
El Partido Comunista
Fueron duramente perseguidos y reprimidos en toda la década, por lo que su labor política se
vio muy difícil. No participó en las elecciones de este periodo, ya que fue declarado ilegal por
los gobiernos conservadores.