Vous êtes sur la page 1sur 5

Libro arena

El encuentro con nuestro pasado es algo atorrante y atemorizante que deja


un sinsabor en la memoria y nos hace pensar en lo improbable que son los
sucesos de la vida misma, los sueños son tal vez la forma más extraña de
experiencia, pero sin duda muy enriquecedora; el pensar de una persona
varía con sus sueños y sus experiencia soñadas, pero cómo saber qué es
sueño y que es realidad. La misma duda surge del pensar cómo actuar y
reaccionar al encuentro consigo mismo y preguntarnos ¿es un sueño o es la
realidad? De qué modo saberlo si ciertas cosas siguen siendo un misterio
para el entendimiento humano, tal vez una buena manera sería tratar de
recordar dicho suceso y poner lo aprueba para saber qué tan realista resulta
ser.

En la búsqueda de pasiones y experiencias nuevas encontramos a menudo


momentos mágicos y encuentros inolvidables que marcan nuestra alma y
nuestra forma de ver la vida. Las experiencias son una de las armas innatas
para establecer la realidad que nos rodea y poder entender y aguardar las
que nos esperan, como es el caso de conocer un ser aparentemente dócil y
frágil, pero desconociendo su forma de ser y su manera de ver el mundo,
aunque con certeza surge la curiosidad de saber cómo es y como entenderla.

Existen ciertos momentos en donde nos sentimos tan conectados a dicho ser,
qué pensamos que todo es un sueño, entonces recurrimos a la exploración
con el fin de diferenciarlo de todo aquello que no suele ser real y así poder
sentar un poco las bases de dicha realidad.

El amor y la atracción son el tipo de experiencias que se usan para entender


la vida misma, aunque con un grado de magia que nos hace pensar lo
estrecha qué es la línea que separa lo real de lo irreal; también en la claridad
de la vida podemos encontrarnos con la verdad de la compañía humana, que
es cierto modo nos ayuda establecer el tipo de persona que somos, sin dejar
aparte nuestra manía denegar que necesitamos la sociedad para vivir y que
también estamos codificados hacerle útil a dicha sociedad que sin duda es tal
vez la única cosa clara que se tiene en el momento de la existencia;
pertenecer a una organización y escalonar en la misma, crea una sensación
de satisfacción que aunque es negable no es insentible de ahí nuestra
capacidad para evolucionar y convertirnos en seres con capacidad inherente
de explicar sucesos y acontecimientos casi como si fuéramos entes
superiores a nosotros mismos. Dichas pasiones dictaminan el rumbo de
nuestra vida y logran hacernos reflexionar acerca de los logros y metas que
pueden ser obtenidas a lo largo del tiempo.
Aunque a pesar de ser un ser pensante y con una inteligencia Superior, el
humano carece de tiempo de vida ya que nuestro transcurso en el universo
no superan ni el siglo y cabe la pregunta de que si lo que hacemos es
suficiente. Pero como la oscuridad en la noche, esto es algo que depende de
la perspectiva con la que se observe y sin duda alguna de los intereses que
se deseen.

En nuestra ansiedad de entender el mundo, tratamos de extraer las riquezas


intelectuales que tienen los individuos de nuestra sociedad, como es el caso
del congreso de Don Alejandro, una organización en donde su objetivo es el
entendimiento de las dudas más inquietantes para el ser humano y que cada
integrante da una representación de bien sea su país, su género o su
condición, pero sin limitar las representaciones a cada uno de los integrantes,
siendo así una idea un poco arcaica para lo que tal vez mal denominado
congreso universal.

Al tratar de analizar los acontecimientos del pasado y del presente, es posible


encontrarnos con una aberración al fin de la vida y esto nos hace pensar en
lo frágiles y lo débiles qué somos sin importar cómo lo prolongues la muerte
siempre llegará, logrando que las personas cercanas al círculo social piensen
en por qué y también en el cómo.

Una de las características más emblemáticas de la muerte es que nos acoge


en soledad, sin duda dejando atrás todo aquello que alguna vez nos dio vida
y nos ayudó a ser útiles, pero de forma inmediata también nos libera de ese
sentimiento de no querer dejar de serlo.

El sentido de la muerte se basa en el descanso del cuerpo y el desapego de


los bienes que alguna vez tuvieron importancia para nosotros, como es el
caso de Edwin Arnett, que sin descanso siempre busco solucionar y plantear
ideas nuevas para una sociedad que nada le sorprende, pero con su muerte
nos deja una gran enseñanza. Que lo único que es netamente nuestro, es
nuestra misma muerte ya que todo aquello material puede cambiar de manos
sin previo aviso.

Un claro ejemplo de la vida y la muerte, se puede encontrar en un manuscrito


que puede consultarse en la universidad de Leiden, en la cual se encuentra la
historia de una secta, en donde se viven las discordancias de la vida y el mal
uso de la muerte en la guerra del entendimiento de la fe cristiana. La
complejidad de dicho entendimiento, nos lleva a la separación de los seres y
nos permite crear una organización en dónde eventualmente se evalúen los
pensamientos fundamentales entre la ciencia y la iglesia cristiana y logrando
así abrir puertas a el raciocinio de la verdad.
En la cacería del conocimiento, se son libradas muchas batallas las cuales
como es bien sabido siempre hay momentos en donde la fidelidad de un
séquito es indispensable y nos hace reflexionar acerca de lo poderosa que
puede ser la confianza, ante el que está derrumbado y el que está edificado.
El caso del derrumbado la confianza y la fe de sus seguidores le ayuda a
levantarse y empezar a edificarse como persona y maestro, mientras que
para el edificado es un arma de doble filo que permite por una parte estar
estable pero siempre corriendo el riesgo de carecer o tener demasiada
confianza lo cual lo llevaría a ser derrumbado.

En la oscura soledad de la cual creemos ser partícipes todos los humanos,


nos encontramos con gran frecuencia en viajes que nos llevan a conocer
personas cuyas costumbres y condiciones las han alejado de toda civilización
y nos deja la incertidumbre del pensamiento “el hombre sirve a la sociedad
y la sociedad sirve al hombre” pero al hablar con dichas personas
entendemos que su vida se limita a una condición de desapego total y sin
importar cuanto se quiera insistir son seres con una gran cantidad de
argumentos para su propio aislamiento. Tal vez uno de los más fuertes sea la
comodidad que les brinda la soledad y también la paz que la misma genera.

Al abarcar la idea del infinito, tal vez la manera obsoleta se entiende que es
algo que no tiene comienzo y no tiene fin, algo tan grande que es
simplemente una explicación vacía y poco práctica para aclarar la existencia.
Un buen ejemplo de esto lo encontramos en el relato del Libro de arena, que
en cierta manera es un libro infinito ya que es imposible encontrar inicio o
encontrar final, pero eso conlleva a una orientación un poco más profunda de
lo que es el infinito ya que al ser un libro con contables páginas, lleva a
pensar que el infinito es contable lo cual causa alguna discordancia con lo
que se piensa el infinito, llevando a pensar al lector que es esto es algo
demoníaco y a su vez a querer desaparecer esa idea destructiva de la razón.

La humanidad misma del ser pensante, nos hace reflexionar acerca de lo que
es relativo y lo que es absoluto, nos brinda todo tipo de herramientas para
poder entender dichos aspectos, pero los humanos casi siempre carecemos
del conocimiento y en cierta manera obtenerlo nos causa algo de miedo. Es
por ello que a ciertas conclusiones les tenemos pánico y por qué no decirlo
temor.

El libro de arena, nos ayuda a entender por medio de relatos y anécdotas


como es el miedo a lo desconocido nos hace humanos.
RESEÑA DEL LIBRO DE ARENA

LUIS HORACIO JARAMILLO B.


COD. 070200302011

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

MATESTAD

SOCIOHUMANISTICA
B-2015

Vous aimerez peut-être aussi