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femoroacetabular:
técnica quirúrgica y resultados preliminares
Dr. Rodrigo Mardones 1,2, Dr. Alexander Tomic 1, Dr. Rafael Vega 1, Dr. Mario Orrego 2
RESUMEN: La articulación de la cadera puede ser origen de dolor y limitación funcional. Entre otros
diagnósticos se encuentra el pellizcamiento femoroacetabular . El diagnóstico de pellizcamiento de cadera
se ha visto asociado a rotura del labrum y artrosis precoz. El tratamiento de esta patología puede incluir
cirugía. El procedimiento a realizar depende del tipo de pellizcamiento y lesiones asociadas. Los distintos
procedimientos quirúrgicos han sido reportados por vía abierta. Al igual que en otras articulaciones, la vía
artroscópica presenta ventajas relativas haciéndola una opción atractiva por su menor índice de complica-
ciones. Una de las limitantes de la artroscopia es la dificultad técnica que esta plantea. Nuestro grupo ha
realizado 60 artroscopías de cadera para el tratamiento del pellizcamiento femoroacetabular con la técni-
ca aquí descrita. Se han obtenido buenos a excelentes resultados en 91.6% de los casos (55/60), en un
seguimiento a corto plazo. A pesar de las dificultades técnicas y complicaciones inherentes al proced-
imiento, la vía artroscópica se presenta como una buena alternativa de tratamiento de los pellizcamientos
femoroacetabulares pudiendo hacerse desinserción del labrum, acetabuloplastia, re-inserción y bumpecto-
mia cuando es necesario.
ABSTRACT: The hip can be a source of pain and physical impairment. Femoroacetabular impingement
is one of many diagnoses. Femoroacetabular impingement has been associated to labral tears and early
osteoarthritis. Treatment for this pathology may include surgery. The procedure will vary depending on
the kind of impingement and concomitant lesions. The different surgical procedures have been described
by non-arthroscopic approaches. As in other joints, the arthroscopic approach implies certain advantages,
making it an attractive choice considering its lower frequency of complications. One of the limitations of
arthroscopic procedures is the technical difficulty it implies. Our group has performed 60 hip arthroscopic
procedures for the treatment of femoroacetabular impingement with the technique described in this paper.
Good to excellent results have been obtained in 91.6% of the cases (55/60), in a short term follow up. In
spite of the technical difficulties and complications proper of the procedure, the arthroscopic approach
presents itself as a good alternative for the treatment of femoroacetabular impingement, allowing us to
perform labral detachment, acetabuloplasty, labral reattachment, and bumpectomy whenever it is
necessary.
la ausencia de daño labral. Ante cualquier resisten- tábulo anterior (porción inferior), y el otro por el re-
cia se debe comprobar que la aguja no tenga una di- pliegue capsular anterosuperior (porción superior).
rección demasiado proximal (generando un tope
acetabular o portal translabral) o distal (producien- 4. Portal anterior bajo visión directa
do una lesión de la cabeza femoral). La entrada de
solución salina de al menos 20cc y que esta refluya El segundo portal se marca externamente trazando
espontáneamente, comprueba la posición intraarti- una línea perpendicular al fémur en dirección medial
cular. El uso de radioscopia y la presencia de tope y una segunda línea perpendicular a ésta a la altura
medial al introducir el litinol demuestran una ade- de la EIAS. Se recomienda el posicionamiento del
cuada posición del portal. (Fig. 1 B, C, D.) portal 1cm distal a este punto. Se introduce la aguja
Se introduce el artroscopio de 70 grados y se proce- en dirección paralela a la dirección de la cámara po-
de a la visualización del triángulo de seguridad para sicionada en el portal anterolateral y en dirección ce-
posicionamiento bajo visión directa del portal ante- fálico medial (ángulo de entre 30 y 45 grados en am-
rior. Este triangulo esta compuesto en su base por la bas direcciones). Se posiciona aguja dentro del trian-
cabeza femoral, uno de sus lados por el labrum/ace- gulo de seguridad bajo visión directa.
5. Capsulotomía a portal anterior bular. En los casos en que existe retroversión acetabu-
lar, no es infrecuente observar una interfase labrum ace-
Una vez realizado el portal anterior se posiciona en tábulo en la cual existe marcado reblandecimiento y de-
éste una canula 5.0 o una hemicanula. Se procede a coloración del cartílago articular en el área que corres-
la capsulotomía de este portal a través de la canula ponde a la retroversión (Fig. 2 D). Resulta tremenda-
con el uso de un bisturí banano en una distancia de mente útil la ubicación del “stellar sign”, imagen pare-
entre 1 y 2cms. (Fig. 2 A) cida a una estrella que marca la posición 12 en el acetá-
bulo y cuya prolongación coincide con el borde lateral
6. Capsulotomía a portal lateral acetabular (Fig. 2 C). Existen ocasiones de retroversión
acetabular en que no se observa una clara desinserción
Una vez ampliado el portal anterior se traslada la cá- labral, si no imágenes que pueden observarse como
mara a éste, y se procede a verificar la posición ade- áreas enrojecidas en la base labral producto de la cons-
cuada del portal lateral bajo visión directa. A conti- tante impactación o de desinserción del cartílago articu-
nuación se realiza, mediante el uso de bisturí bana- lar desde el acetábulo manteniendo la unión con el la-
no, la capsulotomía de este portal en una distancia brum pero desconectado de la superficie acetabular. En
de entre 2 y 3 cms. En algunos casos pueden incor- casos de marcada retroversión o calcificación del la-
porarse ambos portales en la misma capsulotomía. brum, el espacio se aprecia disminuido con cierta sen-
Ambas capsulotomías permiten una mejor movili- sación de sobreposición acetabular periférica.
dad intrarticular y facilitan enormemente el inter-
cambio de instrumental a través de los portales sin 8. Marcado, acetabuloplastia y limpieza de labrum
necesidad de instrumentos accesorios. Además, per-
mite en el momento de la desinserción y reinserción Para el marcado acetabular y decisión de la magni-
labral adecuado acceso a todo el semicírculo labral tud de la acetabuloplastia, resulta fundamental el
(Fig. 2 B) asociar la imagen obtenida intraarticular y la plani-
7. Artroscopia diagnóstica intraarticular ficación preoperatoria en la radiografía de pelvis
AP. Con ella se puede tener una impresión aproxi-
Con la cámara en el portal anterior se procede a inicar mada de la cantidad de pared anterior a resecar (en-
la artroscopia diagnóstica. Para la porción central pue- tre 12 y 2 para una cadera derecha) y del tope de re-
de utilizarse la óptica de 30 grados con la cual se eva- sección lateral (entre 10 y 12 para una cadera iz-
lúa región del pulvinar y ligamento redondo, además de quierda). Muchos de estos pacientes tienen algún
la porción acetabular central. Con la óptica de 70 gra- grado de displasia, y respecto a la resección lateral
dos se permite una mejor visión periférica. Se evalúa debe tenerse especial cuidado de no dejar un ángulo
estado labral y estado de unión labrum/cartílago aceta- centro borde menor a 20-25 grados con el fin de evi-
tar inestabilidad posterior. Una vez definida el área etapas más avanzadas de la enfermedad esta altera-
de acetabuloplastía, se recomienda la limpieza del ción sobrepasa la región de la retroversión, lo que
borde capsular de labrum donde normalmente se en- debe tenerse presente para evitar una sobreresec-
cuentra abundante tejido inflamatorio. ción. La resección se realiza con una fresa circular
4.5 o con un acromionizer, que posee una base más
9. Desinserción de labrum ancha (Fig. 3 D). Normalmente una vez finalizada la
resección acetabular, se observa un grosor cartilagi-
Normalmente existe ya una zona de rotura de la- noso adecuado y un buen acople de éste al acetábu-
brum lo que facilita el incio de la desinserción. Se lo. La acetabuloplastía involucra resección de tejido
recomienda mejorar dicho espacio con la ayuda de óseo sobre el borde libre acetabular, que si bien no
un shaver curvo poco agresivo (Fig. 3 B). Bajo vi- necesariamente compromete área de contacto por
sión anterolateral y con un bisturí banano (se reco- ser supraarticular, es necesaria para la creación de
mienda utilizar uno nuevo y no el mismo de la cap- un adecuado lecho óseo cruento de reinserción (Fig.
sulotomía) se procede a la desinserción de labrum 3 A).
normalmente entre 10 y 2. Se recalca la necesidad
de realizar esta desinserción adosando el bisturí a la 11. Reinserción de Labrum
pared acetabular teniendo la sensación de un abridor
de lata (Fig.3 C) . Con esto se evita la amputación La reinserción de labrum se realiza con anclas bioab-
del labrum. Además en las áreas extremas (10 y 2) sorbibles 3.0 o pueden usarse anclas convencionales.
el labrum tiende a adelgazarse lo que claramente di- Normalmente se necesitan entre 1 y 4 anclas depen-
ficulta su desinserción. Finalmente cuando se trata diendo del tamaño de la desinserción. Deben mante-
de labrum displásico, este es generalmente redun- ner un espacio menor a 1cm entere cada una (Fig. 4
dante a manera de un menisco discoideo, por lo que B). Se obtiene un mejor ángulo de posición para el an-
puede ser necesario tallar la base de este para lograr cla a través del portal anterolateral. En ocasiones el
un mejor tamaño. ancla más medial puede ser colocada por el portal an-
terior o se puede colocar el ancla por el portal lateral
10. Acetabuloplastía y pasar la sutura hacia el portal anterior para permitir
una tracción medial del labrum. Se recomienda el po-
Una vez realizada la desinserción se procede a la sicionamiento de todas las anclas necesarias antes de
acetabuloplastía la que normalmente se realiza en comenzar la reinserción. Estas se ubican en el lecho
un tamaño de entre 3 y 6 mm. Muchas veces el área supraacetabular previamente preparado y con una di-
cartilaginosa comprometida esta delaminada y es un rección caudal con el fin de evitar penetrar la posición
buen marcador de la magnitud de la resección. En articular del acetábulo.
Para la reinserción del labrum existen 2 alternativas. ción de intstrumental por dicho portal. Una vez ter-
Si el tamaño y contextura del labrum es adecuado se minada la tracción la extremidad se coloca en fle-
recomienda un punto transfixiante a éste (Fig. 4 C). xión de 45-50 grados y abducción de 25-30. Nor-
De lo contrario, se recomienda abrazar el labrum a malmente en esta etapa se obtiene una adecuada vi-
modo de lazo sin necesariamente atravesarlo. Para sión periférica (Fig. 4 A). En ocasiones el fragmen-
el anudado y tensiones se recomienda no usar nudos to capsular distal puede interferir con la visión y se
corredores, pues se debe dirigir el nudo a la base del puede realizar una pequeña resección de este, o la
ancla para evitar la posición articular de éste. Se de- posición de un 3er portal intermedio, entre y distal a
be obtener una buena tensión interna y tracción de los ya existentes. Se procede a la visualización del
labrum, lo que normalmente es más difícil con un área de daño de la unión cabeza cuello anterolateral,
nudo deslizante. Se realiza un primer nudo derecho que puede observarse como un fibrilado superficial,
seguido del segundo en la misma dirección y previo una escotadura y margen osteofítico, o un bump. Se
apriete de este, un cierre con nudo inverso (Fig. 4 realizan pruebas funcionales de ROM y se procede
D). Se recomienda al menos 4-5 nudos por ancla. a marcar el área de resección.
Una vez reinsertado el labrum se procede a la prue-
ba de resistencia de este con un palpador. 14. Marcado Bumpectomía
12. Tratamiento de lesiones condrales Mediante las pruebas funcionales y la zona marcada
de daño, se puede marcar el área a resecar. Deben te-
En esta etapa, y previa liberación de tracción, se nerse en consideración 2 aspectos. Primero: evitar la
procede a tratar las potenciales lesiones condrales sobreresección proximal de la unión cabeza cuello,
observadas en la cabeza femoral y o acetábulo. En tendencia natural del tratamiento artroscópico de es-
nuestros pacientes hemos utilizado microfractura tas lesiones (Mardones et al AAOS). Resulta útil la
para el tratamiento de dichas lesiones (Foto cabeza visualización de una proyección axial verdadera que
y acetábulo) aunque se ha reportado el uso de OATS permite marcar el borde proximal anterior que coin-
y condrocitos autólogos sobre membrana colágena. cide con la curva de offset posterior de la cabeza fe-
(Fig. 6 A, B, C) moral. Segundo: Al girar la cámara a posterior y ro-
tar la cadera a interno, en ocasiones es posible ver el
13. Artroscopia periférica área de entrada de los vasos a la cabeza femoral. In-
dependiente de la magnitud del bump, dicha área
Bajo visión directa se procede a soltar la tracción y debe ser el límite de resección posterior para evitar
liberar la extremidad (camara en portal anterior) Se el daño de la vasculatura. En ocasiones la resección
recomienda el posicionamiento de un steinmann en puede ser suboptima, pues debe detenerse anterior a
el portal lateral para permitir la posterior introduc- la posición de dichos vasos (Fig. 6 C)
Mediante visión anterior y con instrumento en Bajo visión directa se evalúa la ausencia de pe-
portal anterolateral, se procede a la bumpecto- llizcamiento en flexión, rotación interna y abduc-
mía (Fig. 5 A). La magnitud y forma de ésta, es- ción rotación externa; comprobando ausencia de
ta determinada por el planeamiento preoperato- contacto anormal cabeza/acetábulo. En algunas
rio, y por el uso del offset posterior como molde ocasiones, en flexión y a pesar de la ausencia de
bajo visión directa en la radiografía axial verda- pellizcamiento, se puede terminar de regularizar
dera (Foto 5 B), y AP (Fig. 5 C). Con esto se evi- a nivel de cuello el borde distal de la resección.
ta una sobreresección y se garantiza una adecua- Si la resección ha llegado al límite latero/poste-
da posición de ésta. Cuando se realiza una aceta- rior marcado por la presencia del área de ingreso
buloplastía previa, la magnitud de resección de de los vasos, esta debe limitarse a pesar de aun
offset es menor a la necesaria en los casos de existir pellizcamiento en abducción rotación in-
CAM puro. Esto puede ser fácilmente evaluable terna. Si la resección ha llegado al limite del 30%
con la movilización de la extremidad, y compro- del diámetro de la unión cabeza cuello, esta tam-
bando bajo visión directa la ausencia de pelliz- bién debe detenerse independiente del ROM al-
camiento. canzado (Mardones et al JBJS).
Figura 6.
Figura 6 A. Izquierda.
Defecto osteocondral
en superficie de la ca-
beza femoral. 6 B. De-
recha arriba. Punzón de
microfractura. 6 C. De-
fecto osteocondral con
microfractura realizada.