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L UCA
P ACIOLI
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D E L A S C U E N TA S
Y L AS ESCRITURAS
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D E L AS C UENTAS Y L AS E SCRITURAS
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LUCA PACIOLI
ISBN 978-84-96648-27-2
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9 788496 648272
aeca
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LUCA PACIOLI
D E L A S C U E N TA S
Y LAS ESCRITURAS
Título Noveno, Tratado XI de su
por
Editado por
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CONTABILIDAD Y ADMINISTRACIÓN
DE EMPRESAS (AECA)
◆
Reservados todos los derechos.
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro,
ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna
forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico,
por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso
previo y por escrito de los titulares del Copyright.
1ª edición
ISBN: 84-86414-54-7
Depósito legal: M. 6587 - 1994
Presentación de la 2ª edición
ISBN: 978-84-96648-27-2
Depósito legal: M. 25462 - 2009
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Indice
INTRODUCCIÓN ................................................................... 11
Fallecimiento .............................................................. 43
LA OBRA DE PACIOLI........................................................... 51
Sus escritos, en general................................................ 53
Tractatus XI particularis
de computis et scripturis.............................................. 71
Acusaciones de plagio
y de falta de originalidad ........................................... 90
DE COMPUTIS ET SCRIPTURIS,
por Luca Pacioli (reproducción fotográfica) ....................... 237
V
A modo de presentación
de la segunda edición:
«De las Cuentas y las Escrituras»
y el Encuentro Internacional
Luca Pacioli
de Historia de la Contabilidad
C
orría el año 1992 y la Comisión de Historia de la Contabilidad de
AECA, patrocinada por el Ilustre Colegio Central de Titulados Mer-
cantiles y Empresariales, había sido recién presentada en sociedad
en un Encuentro, memorable por muchos conceptos, celebrado en la Resi-
dencia “La Cristalera” de la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la direc-
ción y organización de Jorge Tua, a la sazón Vicerrector de dicha Universi-
dad. Poco después, Leandro Cañibano, actual Presidente de Asociación
Española de Contabilidad y Administración de Empresas, me propuso que
tradujera al español el Tractatus Particularis De Computis et Scripturis in-
cluido en la Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Propor-
tionalita de Luca Pacioli: deseaba que AECA publicara el Tratado, en-
tonces prácticamente desconocido en nuestro país, al cumplirse en
1994 el Quinto Centenario de su aparición. Acepté encantado, porque
me proporcionaba la oportunidad de conocer a fondo dicha obra y,
además, porque pensaba que era muy oportuno que España contara
con una traducción del primer texto publicado sobre la contabilidad
por partida doble.
IX
A modo de presentación
* * *
X
A modo de presentación
XI
A modo de presentación
XII
A modo de presentación
XIII
A modo de presentación
* * *
XIV
A modo de presentación
XV
A modo de presentación
XVI
A modo de presentación
* * *
XVII
A modo de presentación
XVIII
A modo de presentación
XIX
A modo de presentación
* * *
XX
A modo de presentación
XXI
Estudio Introductorio
sobre la Vida y Obra
de Luca Pacioli
por
13
ESTUDIO INTRODUCTORIO Introducción
4 Véase sobre esta interesante cuestión el corto pero esclarecedor artículo de Ray-
mond de Roover: “The Commercial Revolution of the Thirteen Century”, en Bulle-
tin of the Business Historical Society, 1942, núm. XVI, págs. 34-39, y también el tra-
bajo posterior del mismo autor, que refleja, tal vez mejor que ninguna otra de sus
obras, su visión general y su gran profundidad como historiador económico: “The
Organization of Trade”, escrito para la Cambridge Economic History of Europe, vol.
III, 1965. En mi trabajo: “La Historia de la Contabilidad y los primeros tiempos de la
partida doble en España”, en Técnica Económica, Madrid, Número extraordinario
con motivo del Centenario del Ilustre Colegio Central de Titulares Mercantiles 1881-
1981, págs. 103-121, se ofrece una presentación general y resumida de la significa-
ción que la Revolución Comercial del siglo XIII tuvo en el surgimiento de la partida
doble y de los cambios que esa Revolución originó en las prácticas y la organiza-
ción comercial de la época.
14
Introducción ESTUDIO INTRODUCTORIO
15
ESTUDIO INTRODUCTORIO Introducción
7 Para Balduin Penndorf estos pasajes de la Summa que tratan de materias mercanti-
les son también muy interesantes, “da sie eine gute Ergänzung für einige Stellen der
Abhandlung über die Buchhaltung bilden. Sie haben aber auch für die Ge-
schichte des kaufmännischen Rechnens und für die Wirtschaftsgeschichte erhebli-
chen Wert”, o sea, “pues constituyen un buen complemento de algunas partes del
tratado sobre contabilidad. Tienen también un valor considerable para la historia
del cálculo mercantil, así como para la historia económica”. Ver Luca Pacioli: Ab-
handlung über die Buchhaltung 1494. Nach dem italienischen Original von 1494
ins Deutsche übersetzt und mit einer Einleitung über Die italienische Buchhaltung
im 14. und 15. Jahrhundert und Paciolis Leben und Werk versehen von Balduin
Penndorf, Stuttgart, 1933, pág. 60.
16
Introducción ESTUDIO INTRODUCTORIO
8 Luca Pacioli tuvo relación, mayor o menor, con todos los Papas que ocuparon el
solio pontificio durante su vida activa, como veremos en el curso de este estudio.
Estos Papas por orden cronológico fueron los siguientes:
Pablo II. Llamado en el siglo Pietro Barbo. Nació en Venecia en 1417 y murió en
Roma en 1471. Ocupó la sede pontificia desde 1464 hasta 1471. Se opuso al hu-
manismo pagano y modificó las cláusulas del capitulado de convenciones, que
había sido aprobado por los cardenales reunidos en el Cónclave que le eligió.
Sixto IV. Su nombre era Francesco della Rovere y pertenecía a una prestigiosísima
familia. Nació en Celle (Liguria) en 1414 y murió en Roma en 1484. Ocupó el solio
desde 1471 a 1484. Fue nombrado superior general de la orden de San Francisco
en 1464 y cardenal en 1467. Fue un verdadero Papa del Renacimiento; protegió las
artes, embelleció a Roma con ricas edificaciones, entre otras un puente sobre el Tí-
ber; mandó construir la Capilla Sixtina y enriqueció la Biblioteca Vaticana. Introdu-
jo la Inquisición en España y nombró Inquisidor general a Torquemada.
Inocencio VIII. Se llamaba Giovanni Battista Cibo y nació en Génova el año 1432,
muriendo en Roma en 1492. Fue Papa desde 1484 hasta 1492. Durante su ponti-
ficado se puso fin a la Reconquista española, con la toma de Granada por Isabel
y Fernando, a los que concedió el título de Reyes Católicos.
Alejandro VI. Era español y se llamaba Rodrigo de Borja. Nació en Játiva hacia
1431 y murió en Roma en 1503. Ocupó el solio pontificio desde 1492 hasta 1503.
Fue padre de los célebres César y Lucrecia Borja o Borgia, que tuvo, junto a otros
tres hijos más, de su matrimonio con Vanozza dei Cattanei. Fue arzobispo de Va-
lencia. Expidió en 1493 las llamadas Bulas Alejandrinas dividiendo el Nuevo Mun-
do entre Portugal y España mediante el establecimiento de una Línea de Demar-
cación, que posteriormente fue rectificada por el Tratado de Tordesillas de 7 de
junio de 1494, firmado por los Reyes Católicos, por parte española, y por Juan II,
por parte portuguesa. El Papa Alejandro VI hizo condenar a Savonarola y cooperó
en la caída de las casas de Sforza, Orsini y Colonna. Instituyó en 1501 la censura
de los libros y patrocinó a los artistas Bramante, Miguel Angel, Rafael, etc.
Pío III. Llamado Francesco Tedeschini Piccolomini, sobrino de Pío II. Nació en
Siena, en 1440, y murió en Roma, en 1503. Estaba enfermo de gota y su reinado
sólo duró unos días, desde el 22 de septiembre hasta el 18 de octubre de 1503.
Julio II. Se llamaba Giuliano della Rovere y era sobrino del anterior Papa Sixto IV.
Nació en Albissola, cerca de Savona, el año 1443, y murió en Roma en 1513. Fue
Papa desde 1503 hasta 1513. Con la ayuda de España y Suiza logró expulsar a
los franceses de Italia. Se le considera como el Papa más enérgico de toda la his-
toria. Fue un gran mecenas y protector de las artes. Protegió especialmente a
Bramante, Rafael y Miguel Angel, a quien encargó que esculpiera su tumba, que
se encuentra inacabada en la iglesia de San Pietro in Vincoli, en Roma, con la fa-
mosa estatua de Moisés.
León X. Se llamaba Juan de Médicis y era hijo de Lorenzo el Magnífico. Nació en
Florencia en 1475 y murió en Roma el año 1521. Ocupó la sede pontificia desde
1513 hasta 1521. Hombre del Renacimiento protegió a los artistas y, en especial,
a Miguel Angel y Rafael, que embellecieron el Vaticano por orden suya. Dio fin
al quinto concilio de Letrán en 1517. Excomulgó a Lutero en 1520 con la bula
Exurge Domine y luchó al lado del emperador Carlos V contra el rey francés
Francisco I.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Introducción
9 Una amplia biografía de Luca Pacioli desde el punto de vista matemático la ofrece
H. Staigmüller, bajo el título: “Luca Paciouli”, en la Zeitschrift für Mathematik und
Physik, año 34, Historisch-literarische Abteilung, págs. 81 ss. y 121 ss. Leonardo
Olschki, en su libro: Geschichte der Neusprachlichen Wissenschaftlichen Literatur,
tomo I, Heidelberg, 1919, págs. 153 ss., presenta una interesante evaluación cientí-
fica de la obra de Pacioli. También M. Cantor: Vorlesungen über Geschichte der
Mathematik, tomo II, Leipzig, 1913, ofrece valiosa información sobre el papel de
Pacioli en la historia de las matemáticas. G. Loria, por su parte, estudia la importan-
cia de Pacioli en el desarrollo de la geometría en su: Storia della Geometria Des-
crittiva dalle origini ai nostri giorni, Milán, 1921, mientras L. Vagneti se preocupa
de las aportaciones de nuestro fraile en el campo de la perspectiva desde un punto
de vista arquitectónico: “De naturali et artificiali perspectiva”, en Studi e Documenti
di Architettura, Florencia, año 1979, núms. 9 y 10.
10 Una extensa y prácticamente completa bibliografía de los trabajos publicados hasta
ese momento sobre Luca Pacioli se ofrece en el excelente libro de R. Emmett Tay-
lor: No Royal Road. Luca Pacioli and his Times, University of North Carolina Press,
Chapel Hill, 1942, aunque desde entonces se han publicado numerosos trabajos so-
bre nuestro autor. De hecho, el libro de Taylor es el único estudio biográfico sobre
Pacioli que cita expresamente Federigo Melis, junto al de Fernando Vieira Gonçal-
ves da Silva: “Luca Pacioli: O homen e a obra”, en Revista de Contabilidade e Co-
mercio, Oporto, tomo XVI, 1948, págs. 5-27. Ver Federigo Melis: Storia della Ragio-
neria, obra citada, pág. 621.
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Introducción ESTUDIO INTRODUCTORIO
19
Vida y entorno
de Luca Pacioli
Nacimiento y entorno familiar
L
uca Pacioli nació en la ciudad de Sansepolcro, una población si-
tuada a orillas del río Tíber perteneciente a la provincia de Arez-
zo, en los confines sudorientales de la Toscana, muy cercana a
las lindes con la Umbria, por el sur, con Las Marcas, por el este, y con
la Emilia, por el norte; situada, pues, prácticamente en el centro del
triángulo formado por las ciudades de Florencia, Perusa y Urbino, a
pocos kilómetros de la ciudad de Arezzo, capital de su provincia.
23
ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
que pudiera surgir sobre si el citado fray Luca era realmente Luca Pa-
cioli. En efecto, el indicado testamento comienza en latín de la siguien-
te manera: “Ego frater Lucas bartolomei de patiolis de burgo sancti se-
pulcri ordinis minorum et sacre theologie humilis professor...” 12
24
Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
18 Robert Haulotte y Ernest Stevelinck ofrecen en su obra: Luca Pacioli: Sa vie. Son
oeuvre, Vesoul, 1975, págs. 30 ss., una gama prácticamente completa de los dife-
rentes nombres dados a Luca Pacioli por los distintos autores, siguiendo los pasos
de R. Emmett Taylor: “The Name of Pacioli”, en The Accounting Review, enero de
1944, págs. 69-76, y de John B. Geijsbeek: Ancient Double-Entry Bookkeeping. Lu-
cas Pacioli’s Treatise (A.D. 1494 -the earliest known writer on bookkeeping) repro-
duced and translated with reproductions, notes and abstracts from Manzoni, Pie-
tra, Mainardi, Ympyn, Stevin and Dafforne, Denver (Colorado), 1914. En todas
estas formas, dejando aparte las acabadas en “olus”, de clara filiación latina, se
aprecia la existencia de dos tipos de variantes, las terminadas en “o” y las acaba-
das en “i”. A este respecto, los citados autores se adhieren a la teoría que sobre el
significado y empleo de las mismas formula Federigo Melis, en el sentido de que
en la Toscana se daba corrientemente la existencia y uso simultáneos de las dos
formas de un mismo apellido, correspondiendo en principio la forma terminada
en “i” a un plural que denotaba la pertenencia al clan familiar, fuera o no precedi-
da de la contracción dei, es decir, de los, como era al principio. Así Luca Pacioli
quiere decir Luca de los Pacioli, y en este sentido hay que tomar esta forma de
expresión. Cuando se usaba el apellido solo, sin nombre, se empleaba la forma
terminada en “o”, o sea, Paciolo. Lo mismo ocurría en otros múltiples casos, co-
mo, por ejemplo, Macchiavello y Nicola Machiavelli, o Buonnarroto y Michelange-
lo Buonnarroti (Ver Federigo Melis: Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 409,
nota 78). De esta manera, Haulotte y Stevelinck, lo mismo que hace Melis, usan
una u otra forma según corresponda, de acuerdo con su teoría. Raymond de Roo-
ver se ocupó también de este problema de la correcta expresión del apellido de
Luca Pacioli en su artículo: “Paciolo or Pacioli”, en The Accounting Review, enero
de 1944, págs. 58-59, y abril de 1944, pág. 193, quitando importancia a la cues-
tión, aunque prefiriendo usar la forma de Paciolo.
19 Ver R. Emmett Taylor: “Luca Pacioli”, en Studies in the History of Accounting, edi-
tados por A.C. Littleton y B.S. Yamey, Londres, 1956, pág. 175. En su obra No Ro-
yal Road. Luca Pacioli and his Times, University of North Carolina Press, Chapel
Hill, 1942, pág. 9, Taylor dice que 1445 es el año corrientemente aceptado como
el del nacimiento de Pacioli.
20 Ivano Ricci: Fra Luca Pacioli. L’uomo e lo Scienziato, Sansepolcro, 1940.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
de Akira Nakanishi han logrado, sin embargo, precisar más el año del
nacimiento de Pacioli, situándolo en 1447.21
26
Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
25 Esta relación fue puesta ya de manifiesto por el pintor, arquitecto e historiador del
arte Giorgio Vasari en su famosa obra Le vite de’ più eccellenti architetti, pittori, et
scultori italiani, da Cimabue insino a’ tempi nostri, publicada por primera vez en
Florencia en 1550, y ha sido aceptada por la gran mayoría de estudiosos, entre
ellos por Ernest Stevelinck que, en un principio, afirmaba que el joven Luca Pacioli
fue alumno de Piero della Francesca (ver el libro del que es coautor con Robert
Haulotte: Luca Pacioli: Sa vie. Son oeuvre, obra citada, pág. 35). Sin embargo, más
tarde cambia de opinión, comentando que: “La vocación de matemático parece na-
cida en ‘la edad en que sus uñas todavía eran tiernas’, según explica el propio Lu-
ca, de forma que no sería ciertamente en el taller del pintor donde aquél pasaría su
juventud”. Más adelante dice que “esto es suficiente para poner en tela de juicio la
afirmación de Vasari, quien, sin ninguna prueba, convierte a Piero en maestro de
su joven compatriota” (Ernest Stevelinck: “Luca Pacioli y Piero della Francesca”, en
Técnica Contable, año XXXVII, núm. 436, abril de 1985, págs. 155 s.)
26 Véase R. Gene Brown y Kenneth S. Johnston: Paciolo on Accounting, New York,
1963, pág. 11.
27 Federigo III, conde de Montefeltro y duque de Urbino, era hijo natural de Guido
Antonio. Nació en 1410 y murió en 1482. Cuando en 1444 sucedió en el ducado de
Urbino a su hermanastro Antonio fue muy bien acogido por sus súbditos, dadas
sus dotes de valeroso militar y hábil gobernante. Una de sus hijas casó en 1474 con
Giovanni della Rovere, sobrino del Papa Sixto IV, que fue quien concedió a Federi-
go el título de duque de Urbino. Cuando en 1474, al frente de las tropas de Floren-
cia, entró en Volterra, del espléndido botín conquistado tomó para sí tan sólo una
magnífica biblia hebrea, con la que enriqueció su notable biblioteca que contenía
una importante colección de clásicos griegos y latinos, de obras de teología, de li-
teratura medieval y de humanistas de principios del Renacimiento. Fue un hombre
muy versado en las ciencias y en las artes, gran protector de unas y otras. Se hizo
construir un magnífico palacio que fue la admiración de los contemporáneos.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
38 Robert Haulotte y Ernest Stevelinck: Luca Pacioli. Sa vie. Son oeuvre, obra citada,
pág. 40.
39 R. Gene Brown y Kenneth S. Johnston: Paciolo on Accounting, obra citada, pág. 13.
40 “E questo era quando eravamo al secolo. Ma da poi che labito indegnamente del
seraphyco san francesco ex voto pigliammo...”, es decir, “y esto era cuando estába-
mos en el siglo. Pero desde que, por un voto, tomamos indignamente el hábito
del seráfico San Francisco...”. Summa de Arithmetica, Geometria, Proportione &
Proportionalita, folio 67 rº.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
con buenos ojos las correrías de Pacioli y el que éste ejerciera su do-
cencia en ambientes profanos y en universidades no religiosas.55
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
bre de 1492, día del descubrimiento de América, por lo que este pasaje
de la Summa tuvo que ser escrito con anterioridad.61
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
A finales de siglo, Milán fue conquistado por el rey francés Luis XII
y Ludovico el Moro fue hecho prisionero. Luca Pacioli y Leonardo da
Vinci optaron por abandonar la ciudad para dirigirse a Venecia, pero an-
tes de llegar se detuvieron y se asentaron en Mantua. Parece que en esta
población, Pacioli compuso un libro llamado De ludis in genere o, sim-
plemente, Schifanoia, que dedicó a los marqueses de Mantua, Giovanni
Francesco Gonzaga e Isabella Extense.74 En este libro, que Pacioli califica
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
Fallecimiento
91 Ivano Ricci: Fra Luca Pacioli: L’uomo e lo Scienziato, obra citada, pág. 23.
92 Ibídem, obra citada, págs. 23 s.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
Por otra parte, el abad del convento de la Santa Croce, Mario Fran-
chi, le explicó a Nakanishi que antes de insertar esta nota en el libro,
figuraba inscrita en una página anterior una simple anotación: “S. Se-
polcro - P.M. Luca Pacioli”, sin explicar ningún detalle ni indicar el año
del fallecimiento. Debe decirse que el libro de defunciones examinado
por el profesor Nakanishi correspondía al día 19 de junio y recogía los
nombres de los monjes que habían fallecido ese día, cualquiera que
fuese el año, pues es costumbre de ese monasterio llevar un Necrolo-
gium por separado para cada día del año, al objeto de recordar en la
misa del día a todos los monjes que hubiesen fallecido en esa jornada,
no importa de qué año. De esta manera, según apunta Nakanishi, du-
rante siglos se habrá rezado por el alma de Luca Pacioli en la misa di-
cha cada día 19 de junio por los monjes franciscanos del monasterio
de la Santa Croce, de Florencia.93
Hay que decir, sin embargo, que este Necrologium no era el origi-
nal, pues había sido preparado durante los años 1930 y 1931 por un
Provincial anterior, a partir de un libro antiguo que quedó destruido en
la inundación que sufrió el sótano del convento en 1966 debido al des-
bordamiento del río Arno.
93 Akira Nakanishi: “On the Life of Luca Pacioli”, obra citada, págs. 54 ss.
94 V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 168.
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
cioli había sido enterrado bajo el altar de la capilla, aunque los docu-
mentos que lo atestiguaban se habían perdido durante la invasión de
los ejércitos napoleónicos. No obstante, a pesar de todos sus esfuerzos,
Nakanishi no pudo encontrar la tumba de Pacioli.
95 Akira Nakanishi: “On the Life of Luca Pacioli”, obra citada, pág. 57.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
por cuanto se supone que Jacopo Barbari conoció a Pacioli y que fue
el mediador de una visita que Durero realizó a Pacioli en la ciudad de
Bolonia.99 Sin embargo, la palabra vigennis que figura en la firma pare-
ce referirse al hecho de que el pintor tenía a la sazón veinte años, lo
cual descartaría totalmente a Barbari. Algún autor, sin embargo, ha su-
gerido que la citada expresión podría referirse no a la edad del pintor,
sino a su lugar de nacimiento, por ejemplo, Vigano o Vige, aunque
también aventura la opinión de que la pintura podría ser obra de un
pintor y arquitecto que durante estos años estuvo trabajando en la cor-
te del duque de Urbino, llamado Jacopo Barocci.100
Sea como fuere, la pintura, que unas veces se ha llamado Una lec-
ción de matemáticas, y otras Retrato de Luca Pacioli con Guidobaldo
de Montefeltro, que es el título que lleva actualmente, representa a un
monje franciscano, Luca Pacioli, como figura central, puesto de pie de-
lante de una mesa cubierta con un tapete verde, de cara al espectador,
con un puntero en su mano derecha, señalando un dibujo geométrico
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
trazado con tiza sobre una pizarra colocada sobre la mesa. Su mano iz-
quierda reposa sobre un libro abierto. Su actitud es la de estar expli-
cando una cuestión geométrica a un auditorio situado frente a él. El
borde de la pizarra lleva escrita la inscripción Euclides. A la derecha
del cuadro, sobre la mesa, al lado del libro abierto, se halla un grueso
volumen cerrado, en cuyo canto se lee: Li. R. Luc. Bur., que debe in-
terpretarse según Margaret Daly Davis como Liber Reverendi Luca Bur-
gensis.103 Encima del libro se halla un dodecaedro de madera, haciendo
referencia, sin duda, al hecho de que Pacioli realizó modelos de cuer-
pos sólidos regulares. Aparte de estos objetos, sobre la mesa se en-
cuentran también una esponja, un transportador de ángulos, un peda-
zo de tiza, una pluma con su tintero, un estuche, un compás y el trozo
de papel que se ha indicado con la firma del artista.
Hay que indicar, por otra parte, que en la cifra que indica el año
en que fue pintado el cuadro, el número 5 aparece cubierto por una
mosca, de forma que la exactitud de dicho año resulta dudosa, a pesar
de la generalidad con que se acepta. Un examen de la pintura con ra-
103 Margaret Daly Davis: Piero della Francesca’s Mathematical Treatises, Rávena,
1977, págs. 69 ss. Citado de Basil S. Yamey: Arte e Contabilità, obra citada, pág.
273.
104 Margaret Daly Davis: Piero della Francesca’s Mathematical Treatises, obra citada,
pág. 69. Citado de Basil S. Yamey: Arte e Contabilitá, obra citada, pág. 273.
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Vida y entorno de Luca Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO Vida y entorno de Luca Pacioli
ser meros apuntes que poco pueden ilustrar sobre la imagen de nues-
tro autor.
Por otra parte, debe señalarse para finalizar este capítulo que exis-
ten diversidad de bustos modernos de Pacioli, debido a un concurso
que se convocó al objeto de premiar uno de ellos y de elegirlo para
presidir el vestíbulo principal de la nueva Escuela de Comercio, inau-
gurada en Fidenza, una localidad de la Emilia, cerca de Parma. De to-
dos ellos da cumplida referencia Ernest Stevelinck.111
108 Ernest Stevelinck: “The Many Faces of Luca Pacioli: Iconographic Research over
Thirty Years”, obra citada, págs. 3 s.
109 Luca Pacioli: Abhandlung über die Buchhaltung 1494. Nach dem italienischen
Original von 1494 ins Deutsche übersetzt und mit einer Einleitung über Die ita-
lienische Buchhaltung im 14. und 15. Jahrhundert und Paciolis Leben und Werk
versehen von Balduin Penndorf, obra citada, págs 53 ss.
110 Ernest Stevelinck: “The Many Faces of Luca Pacioli: Iconographic Research over
Thirty Years”, obra citada, pág. 6.
111 Ibídem, págs. 7 ss.
50
La obra de Pacioli
Sus escritos en general
D
e una forma u otra, se tiene noticia de que Luca Pacioli escri-
bió varios trabajos, aunque algunos de ellos no fueron publi-
cados, conservándose de forma manuscrita, y otros se han
perdido definitivamente o no han podido ser localizados hasta el mo-
mento. De la mayor parte de ellos, si no de todos, se ha hablado ya en
las páginas anteriores.
112 Compárese con la relación ofrecida por R. Gene Brown y Kenneth S. Johnston:
Paciolo on Accounting, obra citada, págs. 5 ss.
113 Ver págs. 28 s.
114 Véase pág. 32.
53
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
115 V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra citada, págs. 18 s.
116 Ver página 32.
117 Ibídem.
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
De Divina Proportione
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
132 V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra citada, págs. 26 s.
133 Ver Augusto Marinoni: Luca Pacioli e il “De Divina Proportione”, obra citada,
pág. 8.
134 Ver nota núm. 66, en la página 37.
59
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
que Dios ordenó al mundo que aquel que poseyera alguna virtud o
capacidad, debía comunicarla a los demás. Vivamente impresionado
por esta exhortación, “cobró aliento en la playa desierta”, dice Pacioli
poéticamente, tomando prestado para su pluma el verbo de Dante, co-
mo tanto gustaba de hacer, y se dispuso a emprender la redacción de
“questo breve compendio e utilissimo tractato detto De Divina Propor-
tione”.135
60
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
136 De Divina Proportione, reproducción en facsímile citada, folio LX rº. Ver también
el trabajo, ya citado, de Augusto Marinoni: Luca Pacioli e il “De Divina Proportio-
ne”, pág. 13, en el que nos apoyamos en esta breve descripción de la obra de
Pacioli.
137 A Augusto Marinoni parece que le disgustan particularmente estas expresiones,
que no eran sino parte de las inesquivables fórmulas cortesanas de esos tiempos.
Ver su: Luca Pacioli e il “De Divina Proportione”, págs. 14 s.
138 De Divina Proportione, reproducción en facsímile citada, folio LXXXII vº.
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139 Ver Federigo Melis: Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 621. Ya Emil Lud-
wig Jäger se mostraba convencido de este hecho, pues comenta que “a pesar de
que Pacioli no fuera el primero en introducir el álgebra en Italia ni en traducir
los Elementos de Euclides, ello no obstaba para que pudiera ser el más grande
matemático de su tiempo”. Ver su obra ya citada: Lucas Paccioli und Simon Ste-
vin, pág. XIII.
140 Augusto Marinoni: Luca Pacioli e il “De Divina Proportione”, obra citada, pág. 6.
141 Ver págs. 37 s.
142 Existe una edición facsimilar completa de esta primera edición de la Summa pu-
blicada por Guanda Editore, Parma, 1970, bajo el cuidado de Carlo Antinori, que
comprendía sólo 200 ejemplares numerados. Posteriormente se ha hecho otra re-
producción en Japón, también con un número limitado de ejemplares.
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
143 Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni & Proportionalita, obra citada, fo-
lio 76 rº, de la segunda parte.
144 Pierre Jouanique me comentó privadamente esta circunstancia que le resultaba
chocante, y que encaja perfectamente con la impresión general que me produce
la Summa, de acuerdo con lo que se verá. Por otra parte, Jouanique se interesó
por saber qué había llevado a Pacioli a la localidad de Forlimpopoli donde com-
puso el epigrama citado; a estos efectos dirigió un escrito a la alcaldía de dicha
población, pero no obtuvo ningún resultado. Igual le ocurrió a Ernest Stevelinck
que se interesó asimismo por la cuestión a instancias de Jouanique.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
145 Este tipo de indicaciones o referencias impresas, llamadas signaturas, fue em-
pleado por primera vez en Colonia, en el libro Praeceptorium de Nider, impreso
por Johann Koelhoff en 1472. Ver Albert Labarre: “Les incunables: la présentation
du livre”, en Histoire de l’Edition française, París, Promodis, 1982, pág. 203. De-
bo el conocimiento de este trabajo a la amabilidad de mi buen amigo Pierre
Jouanique.
146 Este sistema, llamado registro de palabras, fue el primero que se utilizó para faci-
litar la ordenación de los pliegos. Apareció en Italia hacia el año 1470. Ibídem.
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147 Atti dell’Accademia Pontificia de’ Nuovi Lincei, tomo XVI, año XVI, 1862-1863,
Roma, 1863, sesión 2ª, del 4 de enero de 1862, págs. 103-126.
148 Enrico Narducci: Intorno a due edizioni della Summa de Arithmetica di Fra Luca
Pacioli. Nota di..., Tipografia delle Scienze Matematiche e Fisiche, Roma, 1863.
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incluso, que en algún caso no todos los pliegos fueran reimpresos, si-
no sólo los que hubieran sido objeto de rectificación, por conservarse
todavía ejemplares de los demás. El hecho de que los impresores fue-
ran también normalmente los vendedores de sus libros, pero no sus
encuadernadores, de forma que en muchos casos los compradores re-
cibían los libros en pliegos sueltos, podría haber introducido un ele-
mento adicional de diversificación.152
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formal del texto. Es en este capítulo donde Luca Pacioli especifica que
el método contable que va exponer es el que se usa en Venecia, pues,
a su juicio, es el más recomendable de todos, y sus planteamientos
pueden aplicarse a cualquier otro método que quiera utilizarse.
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El capítulo 32º explica cómo debe realizarse el cierre del libro Ma-
yor y cómo deben traspasarse los saldos al libro nuevo, después de
haber punteado sus partidas con los asientos del Diario y de haber
efectuado otras comprobaciones diversas. Se expresa también el signi-
ficado de los errores que puedan encontrarse al llevar a cabo estas
comprobaciones y el modo de subsanarlos.
El capítulo 34º abunda sobre la forma de cerrar las cuentas del Ma-
yor viejo, al tiempo que explica con todo detalle la forma de estable-
cer el balance del libro Mayor o summa summarum como lo llama Pa-
cioli. Indica con especial minuciosidad la forma de cerrar las cuentas
diferenciales, que según se comenta no hace falta llevar al nuevo Ma-
yor, ya que se saldan por traspaso a la cuenta de Pérdidas y Ganan-
cias. Esta se salda, a su vez, como ya se había dicho antes, con la
cuenta de Capital, que deberá ser la última cuenta en cerrarse de todos
los libros Mayores. La cuenta de Capital se podrá traspasar al libro Ma-
yor nuevo por el saldo, por las sumas o, incluso, partida por partida.
La summa summarum es la comprobación definitiva de que el libro
Mayor ha sido bien llevado y bien cerrado, y está exento de errores, lo
cual ocurre cuando la suma del debe es igual a la del haber.
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154 Trato de esas ambigüedades y puntos oscuros que contiene el Tratado de Luca
Pacioli, que a menudo han ocasionado no pocas dudas y quebraderos de cabeza
a los traductores y estudiosos verdaderamente interesados, en mi trabajo “Com-
ments on Some Obscure or Ambiguous Points of the Treatise De Computis et
Scripturis by Luca Pacioli” en curso de publicación en The Accounting Historians
Journal. Originalmente, este trabajo constituyó una ponencia presentada en el
16th Annual Congress of The Europcan Accounting Association, celebrado en
Turku, Finlandia, los días 28 a 30 de abril de 1993.
155 Emil Ludwig Jäger en el estudio introductorio a la traducción que hace del Trata-
do de Luca Pacioli, que es la primera traducción realizada a un idioma extranje-
ro, comenta ya que, por lo que se sabe, Pacioli fue el primero en exponer la
Teoría de la Contabilidad por partida doble “und zwar in einem nahezu vollen-
deten Zustande”, es decir, “y ello de una forma casi perfecta”. Ver su obra ya ci-
tada: Lucas Paccioli und Simon Stevin, pág. VII.
156 Ver su obra, ya citada: Paciolo on Accounting, pág. XIII.
157 La falta de un supuesto práctico completo es uno de los reproches que con más
insistencia se le han hecho a Pacioli. Más adelante se volverá sobre la cuestión.
Zerbi define De Computis et Scripturis como una “tardía elaboración de Fray Luca
Paciolo, muy posterior a las primeras y más significativas manifestaciones de la
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Sea como fuere, y aun con las limitaciones técnicas visibles hoy a
la luz de la moderna teoría contable, lo cierto es que el Tratado de Pa-
cioli, pese a la circunstancia ya comentada de encontrarse, con sus 26
páginas, prácticamente perdido en un grueso volumen de 600, encon-
tró una excelente acogida específica en los medios contables, hasta el
punto de que, según se ha indicado, parece que llegó a hacerse una ti-
rada aparte del mismo bajo el título de La Scuola Perfetta dei Mercanti,
publicada en Toscolano por Paganino de Paganini el año 1504.
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163 Véase Karl Peter Kheil: Über einige ältere Bearbeitungen des Buchhaltungs-Trac-
tates von Luca Pacioli, Praga, 1896. Se cita de la traducción española, efectuada
por Fernando López y López: Historia de la Contabilidad, Alicante, 1902, pág. 9.
164 Autor de una obra titulada Quaderno doppio col suo giornale secondo il costume
de Venetia, publicada por primera vez en Venecia el año 1534. Sobre la gran si-
militud que guarda esta obra con el Tratado de Pacioli ver Ernst Ludwig Jäger:
Lucas Paccioli und Simon Stevin, nebst einigen jüngeren Schriftstellern über
Buchhaltung, obra citada, pág. XV, y F. A. Bonalumi: Sullo Svolgimento del Pen-
siero Computistico in Italia, Novara, 1880, pág. 18.
165 Casanova publicó el año 1558 en Venecia una obra titulada Specchio lucidissimo,
que según Kheil no es más que una copia de las obras de Manzoni y Giovanni
Antonio Tagliente, al que tampoco le era desconocido el Tratado de Pacioli. Ver
Karl Peter Kheil: Historia de la Contabilidad, obra citada, pág. 14.
166 El libro de Jehan Ympyn: Nieuwe Instructie Ende bewijs der looffelijcker Consten
des Rekenboecks ende Rekeninghete te houdene nae die Italiaensche maniere, fue
publicado en doble edición, flamenca y francesa, en Amberes, el año 1543, por
su viuda, Anna Swinters, algunos años después de la muerte del autor. Sin em-
bargo, en el título se indica que el libro no es original, pues se trata de una tra-
ducción al flamenco de un texto italiano, llevada a cabo por Jehan Ympyn. En el
prólogo, Ympyn precisa que el autor del original es Giovanni Paolo di Bianchi,
de Perugia, un hombre de gran reputación “que ha mostrado más diligencia en
esta materia que nadie”. Pese a las intensas investigaciones y rastreos efectuados
desde entonces, sobre todo por Vittorio Alfieri y Vincenzo Vianello no se ha po-
dido descubrir ningún rastro de este Di Bianchi. Por otra parte, entre los nom-
bres citados por Ympyn como autores de los que ha aprendido contabilidad, en-
comia especialmente al broeder (hermano) Lucas de borgo sancti sepulcri. De
hecho la estructura del manual que traduce es muy semejante a la del tratado de
Pacioli, según comenta Federigo Melis (Storia della Ragioneria, obra citada, pág.
657). Vincenzo Vianello había ido más lejos, pues después de estudiar la edición
francesa del libro de Ympyn dice que los 29 capítulos que componen la parte
teórica de la obra no son sino una traducción fiel del Tratado de Luca Pacioli
(Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 62). Raymond de
Roover se ha ocupado especialmente del libro de Ympyn en sus trabajos: Jan
Ympyn; essai historique et technique sur le premier traité flamand de comptabi-
lité, 1543, Amberes, 1928, y “Een en ander over Jan Ympyn Christoffels, den
schrijver van de eerste Nederlandsche handleiding over het koopmansboekhou-
den”, en Tijdschrift voor geschiedenis, núm. 52, 1937. Posteriormente Basil S. Ya-
mey se ha ocupado del tema de la autoría y de las fuentes del tratado publicado
por Ympyn, en su trabajo: “The Authorship and Sources of the Nieuwe Instruc-
tie”, en O. Kojima y B. S. Yamey, editores: Ympyn: A Notable and very Excellente
Woorke, 1549, Kyoto, 1975.
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
167 Autor de un libro titulado Zwifach Buchhalten, sampt seine Giornal des selben
Beschlus auch Rechnung zuthun &c., publicado en Nürnberg el año 1549. En es-
te libro se percibe con toda claridad la influencia de las obras de Pacioli y de
Manzoni. Karl Peter Kheil: Historia de la Contabilidad, obra citada, págs. 109 ss.
168 Se dice que Hugh Oldcastle publicó en Londres el año 1543 un libro titulado: He-
re ensueth a profitable treatyce called the instrument or boke to learne to knowe
the good order of the kepyng of the famous reconyng, called in latyn Dare and Ha-
bere, and in Englyshe Debitor and Creditor. Sin embargo, de este libro no se co-
noce ningún ejemplar y se sabe de su existencia simplemente porque 45 años
más tarde John Mellis lo reproduce en un volumen que edita, completando y am-
pliando la obra de Oldcastle, así como por su inclusión en un catálogo, publicado
en 1779, de los libros propiedad de un tal Edward Rowe Mores. Según la mayoría
de los investigadores, el libro de Oldcastle no es, prácticamente, más que una
mera traducción del Tratado de Pacioli. Ver Richard Brown: A History of Accoun-
ting and Accountants, Edimburgo, 1905, pág. 344. Ver también la interesante po-
nencia dedicada a este tema y presentada por Juan José Lanero Fernández, Enri-
que López González, Alicia Rodríguez Pérez y Secundino Villoria Andreu en The
Sixth World Congress of Accounting Historians, Kyoto, 20th-22th August 1992, ba-
jo el título: Translation in English Accounting Historiography of the 16th Century.
169 James Peele publicó el año 1553 en Londres un libro sobre contabilidad titulado:
The maner and fourme how to kepe a perfecte reconyng, after the order of the
moste worthie and notable accompte, of Debitour and Creditour. Los plantea-
mientos hechos por el autor, autorizan a pensar que se inspiró en el Tratado de
Pacioli. En cualquier caso, Peele conocía bien la contabilidad a la italiana y su
obra presenta numerosos puntos de semejanza con el libro de Manzoni. Ernest
Stevelinck: La Comptabilité à travers les Âges, Bruselas, 1970, págs. 34 ss.; Juan
José Lanero Fernández et alter: Translation in English Accounting Historiography
of the 16th Century, obra citada.
170 El título de la obra de John Mellis en la que se reproduce el libro de Hugh Old-
castle es: A briefe instruction and maner how to keepe bookes of Accomptes after
the order of Debitor and Creditor, & as well for proper Accompts partible, etc. By
the three bookes named the Memorial, Journall & Leager. Fue publicado en Lon-
dres el año 1588. El libro se limita, según las manifestaciones de Mellis, a repro-
ducir la obra de Oldcastle, añadiendo un modelo de inventario, de Diario y de
Mayor. Véase el libro de Arthur H. Woolf, que abunda en la opinión de Richard
Brown: A Short History of Accountants and Accountancy, Londres, 1912, págs.
131 s. Sin embargo, Juan José Lanero Fernández y sus compañeros, en la ponen-
cia citada, manifiestan que el libro de Mellis, aparte de las adiciones, no contiene
una reproducción exacta del texto de Oldcastle, pues incorpora algunas ideas
nuevas tomadas de su propia experiencia y del libro de Weddington: A breffe
instruction, and manner, howe to kepe, marchantes bokes, of accomptes. After the
order of debitor and creditor, publicado en Amberes en 1567, y de las obras de
James Peele: The maner and fourme how to kepe a perfecte reconyng, after the or-
der of the moste worthie and notable accompte, of Debitour and Creditour, Lon-
dres, 1553, y The Pathe waye to perfectness, in th’ accomptes of Debitour and Cre-
ditour, Londres, 1569. Ver Juan José Lanero et alter: Translation in English
Accounting Historiography of the 16th Century, obra citada.
171 En efecto, como comenta José María González Ferrando, Antich Rocha conocía
la obra de Luca Pacioli, pues ello se pone de manifiesto a través de las citas que
hace en su libro Arithmetica. José María González Ferrando: “Antich Rocha y la
primera obra impresa en España sobre la contabilidad por partida doble”, en
Técnica Económica, núm. 5, mayo de 1958, y núm. 3, mayo de 1960.
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182 Robert Haulotte y Ernest Stevelinck: Luca Pacioli: Sa vie. Son oeuvre, obra citada,
págs. 14 ss. Ver también Ernest Stevelinck: La Comptabilité à travers les Âges,
Bruselas, 1970, pág. XI.
183 La transcripción de Vincenzo Gitti, con las mismas notas y observaciones, fue re-
producida por Giovanni Massa el año 1911 en su Opere antiche di Ragioneria,
Milán, Amministrazione de “Il Monitore dei Ragionieri”.
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
della Francesca, Vasari dice lo siguiente: “Y aquel que con todas sus
fuerzas debía procurar mantenerle la gloria y acrecentar su nombre y
su fama, pues había aprendido de él todo cuanto sabía, actuando no
como discípulo agradecido y fiel, sino como enemigo cruel y maligno,
se lo usurpó todo, dando a la luz bajo nombre propio, es decir, de fray
Luca del Borgo, el fruto de todas las fatigas de aquel buen viejo”.189
Esta misma acusación fue recogida pocos años más tarde por Igna-
zio Danti, que en 1583 en el prólogo a Le due regole di prospettiva pra-
tica, de Iacomo Barozzi da Vignola, decía: “El primero en el tiempo y
el que con mejor método y forma ha escrito sobre ello es el maestro
Piero della Francesca del Borgo de San Sepolcro, del cual tenemos hoy
tres libros escritos a mano, excelentemente dispuestos..., aunque F. Lu-
ca los hizo imprimir bajo su nombre”.190
189 Giorgio Vasari: Le Vite de’ piú eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da
Cimabue insino a’ tempi nostri, obra citada, vol. I, pág. 338. El texto de la segun-
da edición, publicada asimismo en Florencia el año 1568 presenta algunas ligeras
modificaciones, ampliando y afirmando aún más la acusación: “Y aquel que de-
bía procurar con todas sus fuerzas acrecentar su gloria y su nombre, pues había
aprendido de él todo cuanto sabía, como enemigo cruel y maligno intentó anular
el nombre de Piero, su preceptor, y usurpar para sí mismo el honor que sólo a él
le correspondía, publicando bajo nombre propio, es decir, el de fray Luca del
Borgo, el fruto de todas las fatigas de aquel viejo. Y llegado Piero a la vejez y la
muerte, después de haber escrito muchos libros, el dicho maestro Luca, se apro-
pió de ellos y los hizo imprimir como propios, llegándole a las manos después
de la muerte del maestro”. Citado de V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della
Ragioneria, obra citada, pág. 68.
190 ”Il primo di tempo e che con migliore metodo e forma ne abbia scritto è stato ma-
estro Piero della Francesca dal Borgo a San Sepolcro, del quale habbiamo hoggi
tre libri scritti a mano, eccellentissimamente disegnati... se bene F. Luca gli
stampò poi sotto suo nome”. Le due regole della prospettiva pratica di M. Iacomo
Barozzi da Vignola con i comentarij del R.P.M. Egnatio Danti dell’Ordine dei
Predicatori, matematico dell Studio di Bologna, Roma, F. Zanetti, 1583. Ver Luca
Pacioli: Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportinalità. Distinc-
tio IX - Tractatus XI (Tractatus de computis et scripturis). Trascrizione del Prof.
Carlo Antinori, separata de la Rivista Bancaria - Minerva Bancaria, obra citada,
págs. 6 s.
191 Véase, por ejemplo, V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, págs.
70 ss.
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bajo “Der vermisste Traktat des Piero della Francesca über die fünf re-
gelmässigen Körper”,192 en donde se demuestra que la parte tercera de
la obra De Divina Proportione, publicada en Venecia el año 1509 por
Luca como propia, con el título Libellus in tres partiales tractatus divi-
sus, no es más que la traducción literal al italiano del manuscrito de
Piero: Libellus de quinque corporibus regularibus.193
Aun otros autores de nuestros días, con una fidelidad sin límites al
Padre de los tratadistas contables, como lo llama Federigo Melis,194 lle-
gan incluso a considerar la posibilidad de que Luca Pacioli cediera a
Piero della Francesca el manuscrito redactado en Zara en 1481, para
que éste, aquejado ya de su ceguera, pudiera ofrecerlo, una vez tradu-
cido al latín, como obra propia a Guido Ubaldo de Urbino y justificar
así la protección y mecenazgo de que era objeto. Una vez muerto el
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195 Ernest Stevelinck: “Luca Pacioli y Piero della Francesca”, obra citada, pág. 158.
196 El indicado manuscrito de Piero della Francesca, que se encuentra en la Bibliote-
ca Laurenziana, de Florencia, ha sido publicado por G. Arrighi, bajo el título:
Trattato d’Abaco, Pisa, 1970.
197 Ver Margaret Daly Davis: Piero della Francesca’s Mathematical Treatises, obra ci-
tada.
198 Girolamo Cardano: Practica Arithmeticae et Mensurandi Singularis, Milán, 1539,
libro 2º. Citado de V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra
citada, pág. 74.
199 Niccoló Tartaglia: General trattato dei numeri i misuri, vol. II, libro 1, Venecia,
1556, capítulo “Cosa sia l’aritmetica”. Citado de V. Vianello: Luca Paciolo nella
Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 74.
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ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
aritmética, sin mencionarla más que una o dos veces de modo inciden-
tal”.200 No obstante, debe decirse que si es cierto que Pacioli, efectiva-
mente, usa profusamente de la obra del Pisano, no es menos cierto
que no le regatea reconocimientos, dentro del marco habitual en esa
época, que no era dado a la cita formal y concreta. De esta manera,
Leonardo Pisano es nombrado en la Summa como fuente prioritaria de
conocimientos no una o dos veces, sino nueve en total: una en el su-
mario, cinco en las cuatro primeras partes y tres en la última o Tracta-
tus Geometrie.
200 Targioni Tozzetti: Relazioni di viaggi, vol. 2º. Citado de V. Vianello: Luca Paciolo
nella Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 74.
201 Cito del microfilm incluido en la Goldsmiths’ Library, Reel 1, Núm. 3, que repro-
duce el ejemplar poseído por Augustus De Morgan, en el que consta una nota
manuscrita de fecha 27 de abril de 1852 comentando que Francesco di Dino era
el nombre del impresor y que existían tres ediciones de la obra: una sin fecha, la
correspondiente al volumen en el que se escribía la nota y otra de fecha poste-
rior. Esta edición posterior corresponde posiblemente a la del año 1497.
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
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ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
207 Leonardo Fibonacci, llamado el Pisano, nació según parece en Pisa hacia el año
1180 y murió en esa misma ciudad en 1250. Según él mismo explica, de niño vi-
vió en Africa, en la ciudad de Bugía, donde su padre ejercía de notario en la
aduana. Allí conoció los números indios o arábigos. Viajó después, por razones
de negocio, por Egipto, Siria, Grecia, Sicilia y la Provenza. Se detuvo en Constan-
tinopla a finales del siglo XII, manteniendo conversaciones con los matemáticos
de aquella ciudad. En 1202 escribió su obra más importante, el Liber abaci, un
tratado de aritmética y álgebra que alcanzó gran prestigio y difusión, y del que
existen varios ejemplares. Introdujo en Europa el sistema de numeración arábigo.
Después escribió otras obras más: Pratica geometriae, Liber quadratorum, Flos
super solutionibus quarumdam quaestionum ad numerum et ad geometriam vel
ad utrumque pertinentium, De modo solvendi quaestiones avium et similium, Li-
bro de merchadanti detto di menor guisa, etc.
208 De estos tres últimos. que actuaban en Pisa a finales del siglo XIV financiados
por el gobierno de la ciudad, nos da noticia Tito Antoni en su trabajo: “Las es-
cuelas de ábaco en Pisa en el siglo XIV”, obra citada.
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209 Federigo Mellis: Storia della Ragioneria, obra citada, págs. 608 ss.
210 Signatura núm. 3.307.
211 Signatura L.IV.21
212 De este códice, así como del códice XXXV, titulado Trattato dabacho, compues-
to por Jacopo di Lorenzo di Jacopo Marsuzini, que se conserva también en la Bi-
blioteca Marciana de Venecia, trató Vincenzo Vianello de forma amplia en su ar-
tículo “Antichi Codici e libri di computisteria e di scrittura doppia”, en Rivista di
amministrazione e contabilità, Como, mayo de 1895.
213 Signaturas E.5.5.14 y L.IV.21.
214 Aparte de Federigo Melis, Vincenzo Vianello da también amplia información so-
bre los maestros del ábaco y sus textos. Ver su trabajo, repetidas veces citado:
Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, págs. 77 ss.
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215 Vittorio Alfieri: La Partita doppia applicata alle scritture delle antiche aziende
mercantili veneziane, Turín, 1891.
216 Publicado como separata de tres artículos aparecidos en el Bollettino del Collegio
dei Ragionieri di Milano, año 1892.
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217 Francesco Patritio nació el año 1529 en la isla de Cherso y estudió en Padua. Se
estableció después en Ferrara, donde dio clases sobre Platón, siendo considerado
uno de los primeros representantes de la escuela neoplatónica. Viajó por toda
Italia, así como por Francia, España y países orientales, visitando Venecia en mu-
chas ocasiones. El Papa Clemente VIII le nombró profesor de filosofía en la Uni-
versidad de Roma, ciudad en la que murió el año 1597.
218 Traicte de la marchandise et du parfaict marchand, traduit de l’italien de Benoist
Cotrugli Raugean, par Jean Boyron, oeuvre tres-necessaire a tout marchand,
Lyon, 1582.
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219 Karl Peter Kheil: Benedetto Cotrugli Raugeo. Ein Beitrag zur Geschichte der Buch-
haltung, Viena, 1906, págs. 22 s.
220 V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 132.
221 ”Stellenweise sind darin solche Andeutungen enthalten, dass darüber kaum ein
Zweifel bestehen kann”. Karl Peter Kheil: Benedetto Cotrugli Raugeo. Ein Beitrag
zur Geschichte der Buchhaltung, obra citada, pág. 24.
222 Véase, a título de ejemplo, Federigo Melis: Storia della Ragioneria, obra citada,
págs. 604 ss.; o Ernest Stevelinck y Robert Haulotte: “Galerie des Grands Auteurs
Comptables”, en Documentation Commerciale et Comptable, Bruxelles, núm.
143, noviembre de 1956. Entre los estudiosos españoles, ha mostrado especial
preocupación por el tema Fernando Martín Lamouroux, que lo trata en su texto:
Contabilidad, Salamanca, 1987, págs. 306 ss.
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225 Benedetto Cotrugli Raguseo: Il libro dell’arte di mercatura. A cura di Ugo Tucci,
Venecia, Arsenale Editrice, 1990.
226 Ugo Tucci manifiesta que aunque los dos manuscritos están estrechamente em-
parentados, no parece que el uno se derive del otro, sino que ambos proceden
de un modelo común. Benedetto Cotrugli Raguseo: Il libro dell’arte di mercatu-
ra. A cura di Ugo Tucci, obra citada, pág. 18.
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banda dextra dello libro lo de’ dare, et dalla sinistra lo de’ havere”, es
decir, “cada cuenta tiene que tener anotaciones en los dos lados del
folio, o sea, a la derecha del libro el debe, y a la izquierda el haber”.227
227 Esta inversión de los lados en que se sitúan el debe y el haber se encuentra tam-
bién en algunos autores posteriores, como Cardano, según es bien sabido.
103
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228 ”Più vuole affare uno mercatante che uno giudice di leggie”, dice Cotrugli. Ver su
libro ya citado: Il libro dell’arte di mercatura. A cura di Ugo Tucci, pág. 135.
229 Ibídem, pág. 175, nota 7.
230 Luca Pacioli: Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni & Proportionalita,
obra citada, folio 198 vº.
231 Véase mi trabajo sobre este tema “Benedetto Cotrugli, precursor de Pacioli en la
exposición de la partida doble”, en Cuadernos de Estudios Empresariales, ním. 2,
Madrid 1992, pág. 93.
232 Ver, por ejemplo, Joseph-H. Vlaemmick: Historia y doctrinas de la contabilidad
obra citada, pág. 124. Basil S. Yamey insiste en ese punto en su excelente análisis
del contenido del Tratado De Computis et Scripturis de Pacioli: “Pacioli’s pionee-
ring exposition of double-entry bookkeeping: a belated review”, obra citada, pág.
572.
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La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que los manuscritos locali-
zados en Florencia no constituyen el original de la obra, sino simples
copias. El hecho de su existencia da pie para pensar que el texto de
Cotrugli tuvo alguna difusión en su momento y que es posible, inclu-
so, que se hicieran copias de copias, por lo que la introducción de va-
riaciones durante el proceso no resultaría demasiado extraña. De esta
manera, no hay razón para descartar la posibilidad de que las adicio-
nes, mutilaciones y variaciones observadas en el texto impreso en rela-
ción con los manuscritos estuvieran contenidas en la copia que sirvió
de base para la impresión.234
105
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
106
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
el autor de este manual, que a su juicio no podía ser otro que Troylo
de Cancellariis, el más famoso y acreditado de los maestros del ábaco
veneciano, que se sabe que enseñó entre los años 1421 y 1454.
Guiado por esta idea y basado tanto en las analogías como en las
diferencias existentes entre el tratado publicado por Hugh Oldcastle,
de acuerdo con la transcripción que del mismo hace John Mellis, pues
no ha llegado hasta nosotros ningún ejemplar del libro de Oldcastle,
como se ha dicho anteriormente, y el Tratado De Computis et Scripturis
de Pacioli, que se asemejan extraordinariamente, Fabio Besta llegó a la
conclusión de que ambos estaban plagiados prácticamente en su totali-
dad de una fuente común, es decir, del manuscrito supuestamente es-
crito por Troylo de Cancellariis.238
107
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
239 Se dice que los ejemplos de asientos de Mayor que ofrece Pacioli al final de su
Tratado son de tipo toscano por dos razones fundamentalmente: En primer lu-
gar, porque los apellidos utilizados, Forestani, Foraboschi y Cavalcanti, son típi-
camente toscanos. En segundo lugar, porque la indicación de las cuentas de con-
trapartida no se hace a la veneciana, como en los ejemplos que se insertan en el
texto, sino a la manera toscana. Por otra parte, como indico en un reciente traba-
jo, también la moneda de cuenta utilizada en la columna de cantidades era la
empleada en Florencia, “Luca Pacioli’s treatise De Computis et Scripturis: A com-
posite or a unified work?», en curso de publicación en la revista ABFH Accoun-
ting, Business and Financial History.
240 Richard Brown: A history of accounting and accountants, obra citada, págs, 117, 126 s.
108
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
a las relaciones con las oficinas públicas de Venecia, que Pacioli trata
en sus capítulos 17, 18 y 24, y que en cambio no había razón para que
Troylo de Cancellariis dejara de considerar.
Por otra parte, Federigo Melis, que es quien, al igual que había he-
cho antes Balduin Penndorf, rebate los argumentos de Besta de la for-
ma expuesta, manifiesta que no percibe una diferencia idiomática en-
tre el tratado contable de Luca Pacioli y el resto de la Summa, pues las
expresiones venecianas a que se refiere Besta son exclusivamente las
relativas a los términos contables, así como a algunos bienes inventa-
riados, a algunos oficios o profesiones, y también a algún nombre pro-
pio.241
241 Federigo Melis: Storia della Ragioneria, obra citada, págs. 623 ss. Balduin Penn-
dorf había rebatido ya previamente los argumentos de Besta de forma parecida.
Ver Luca Pacioli: Abhandlung über die Buchhaltung 1494. Nach dem italieni-
schen Original von 1494 ins Deutsche übersetzt und mit einer Einleitung über
Die italienische Buchhaltung im 14. und 15. Jahrhundert und Paciolis Leben
und Werk versehen von Balduin Penndorf, obra citada, págs. 65 ss. Basil S. Ya-
mey hace un buen resumen de la discusión en su trabajo: “Fifteenth and Six-
teenth Century Manuscripts on the Art of Bookkeeping”, en Journal of Accoun-
ting Research, vol. V, año 1967.
109
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
Otra circunstancia que ha dado pie para suponer que Luca Pacioli
había copiado su Tratado De Computis et Scripturis de un manuscrito
anterior es el comentario que, según se ha apuntado anteriormente,243
hace Jehan Ympyn de que su obra es la traducción del manuscrito ita-
liano de un tal Giovanni Paulo di Biancy o di Bianchi, hombre de gran
reputación, que dedicó a la enseñanza de la contabilidad más esfuer-
zos y diligencia que ningún otro.244 El manuscrito del citado Di Bianchi
no ha podido ser localizado, ni siquiera se ha conseguido hallar nin-
gún rastro de su supuesto autor, a pesar de las intensas búsquedas rea-
lizadas. Sin embargo, lo que resulta claro es que una buena parte de la
obra de Ympyn no es más que una traducción del Tratado de Pacioli,
capítulo a capítulo. Por ello ha surgido la idea de que tanto dicho Tra-
tado como la obra de Ympyn pudieran haberse nutrido de una fuente
común, el desconocido escrito de Di Bianchi. Complica más la cues-
tión el hecho de que, como se ha visto, Jehan Ympyn no se recatara
de citar al broeder Lucas como uno de los autores de cuyas obras ha-
bía recibido enseñanza. Haulotte y Stevelinck hacen reparar, por otra
parte, en el hecho, que ya había indicado Kheil, de que en los ejem-
plos que utiliza Ympyn en su obra aparecen unos personajes llamados
Nicolás y Pierquin Forestain, de apellido extrañamente parecido al del
Lodovico di Piero Forestani que aparece en los ejemplos de asientos
de Mayor que Luca Pacioli consigna al final de su Tratado.245
242 Juan José Lanero Fernández et alter: Translation in English Accounting Historio-
graphy of the 16th Century, obra citada. Por su parte, Basil S. Yamey había ad-
vertido ya sobre algunas de estas circunstancias en su trabajo “Oldcastle, Peele
and Mellis: A Case of Plagiarization in the Sixteenth Century”, en Accounting
and Business Research, vol. IX, año 1979.
243 Ver nota 166 en página 84.
244 Karl Peter Kheil: Historia de la Contabilidad, obra citada, pág. 18.
245 Robert Haulotte y Ernest Stevelinck: Luca Pacioli: Sa vie. Son oeuvre, obra citada,
págs. 56 s.
110
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
Sea como fuere, lo cierto es que todo son puras conjeturas y que
tampoco en este caso hay ningún rastro de la existencia de un manus-
crito anterior del que Luca Pacioli hubiera podido copiar.
111
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
247 Esta es la opinión también de Raymond de Roover: “Aux origines d’une techni-
que intellectuelle: La formation et l’expansion de la comptabilité à partie double”,
en Annales d’Histoire Economique et Sociale, año 1937, vol. IX, pág. 279 s.
112
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
decir, obviamente, —hay que decirlo una vez más— que el fraile de
Sansepolcro no pudiera haberse inspirado en escritos anteriores al re-
dactar sus líneas.
248 De esta manera, Carlo Antinori, en su versión del Tratado de Luca Pacioli al ita-
liano moderno, incluye los apartados relativos a las cosas que conviene anotar
en el libro de los mercaderes y a las cosas que deben anotarse en el Memorán-
dum, así como los ejemplos finales de asientos, como partes del capítulo 36º,
que estructura a este objeto de la siguiente manera: “Capitolo XXXVI. Riepilogo
ovvero riassunto di tutto il presente Trattato affinché con poca fatica si possano
ricordare le cose dette: A-Sommario di regole e modi per tenere i libri mercantili;
B-Cose che conviene mettere nei libri dei mercanti; C-Cose che devono essere mes-
se per memoria del mercante”. A continuación, incorpora, sin ningún título ni se-
paración formal con respecto a la parte C, las abreviaturas de monedas y medi-
das de peso, y acto seguido los ejemplos finales. A este respecto, debe
recordarse que el título general que Antinori da al capítulo 36º es el que, efecti-
vamente, figura en la Tabla de Materias ofrecida por Pacioli. Sin embargo, en el
propio capítulo, como epígrafe del mismo, Pacioli consigna el título que Antinori
da a la parte A.
113
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
114
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
251 Basil S. Yamey ha destacado la confusión y las dificultades que esta circunstancia
pudo crear en su momento entre los que se acercasen al libro con ánimo de
aprender a manejar la partida doble. Ver su artículo ya citado: “Pacioli’s pionee-
ring exposition of double-entry bookkeeping: a belated review”.
115
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
La traducción
252 Federigo Melis: Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 628.
116
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
Libri, por su parte, añadía que las obras de Pacioli estaban escritas
tan bárbaramente que merecían, sin duda, el calificativo que les había
dado Annibale Caro, el célebre traductor de la Eneida y embajador an-
te el emperador Carlos V, al llamarlas “cenizas de orfebre”, pues en su
miseria se escondían verdaderas joyas de oro.255
253 V. Vianello: Luca Paciolo nella Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 63.
254 Ibídem, págs. 64 s.
255 Giuseppe de Sallusti: Storia dell’origine e de’ progressi delle Matematiche di più
autori riunita in commentarij a forma di cronaca, Roma, 1846. Citado de Federi-
go Melis: Storia della Ragioneria, obra citada, pág. 628.
256 Fra Luca Paciolo: Tractatus de Computis et Scripturis. Trattato de’ Computi e delle
Scritture. Con Prefazione e note. Edito per cura del Prof. Vincenzo Gitti, obra citada.
257 Luca Pacioli: Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni et Proportionalità. Dis-
tinctio IX - Tractatus XI (Tractatus de computis et secripturis). Trascrizione del Prof.
Carlo Antinori, separata de la Rivista Bancaria - Minerva Bancaria, obra citada.
117
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
118
La obra de Pacioli ESTUDIO INTRODUCTORIO
267 Pierre Jouanique: Benedetto Cotrugli retrouvé. Ver también la obra que él mismo
cita: Bernhard Bischoff: Paléographie de l’Antiquité romaine et du Moyen Age oc-
cidental, París, 1985, pág. 190.
268 En mi trabajo ya citado, “Comments on Some Obscure or Ambiguous Points of
the Treatise De Computis et Scripturis by Luca Pacioli”, comparo, en estos casos,
las interpretaciones dadas por los diferentes traductores con la mía propia, expli-
cando las razones por las que creo que ésta es la más apropiada.
119
ESTUDIO INTRODUCTORIO La obra de Pacioli
269 Dizionario del cittadino ossia Ristretto storico teorico e pratico del Commercio,
Stamperia Remondini, 1765.
270 Enciclopedia del negoziante, ossia gran dizionario del Commercio, Industria, del
Banco e delle Manifatture, Venecia, Ed. Giuseppe Antonelli, 1841.
271 Florence Edler: Glossary of Mediaeval Terms of Business. Italian Series 1200-
1600, Cambridge, Mass., The Mediaeval Academy of America, 1934.
120
Bibliografía citada
AGOSTI, A.: “De viribus quantitatis’ di Luca Pacioli”, en Periodico di Ma-
tematica, Bolonia, 1927.
ANTINORI, Carlo: “Il Trattato dalla ‘Summa’ del Paciolo”, en Summit. Gli
speciali di Summa. Supplemento al n. 40 di Summa, noviembre de
1990.
ARRIGHI, G.: “Piero della Francesca e Luca Pacioli. Rassegna della ques-
tione del plagio e nuove valutazioni”, en Atti della Fondazione
Giorgio Ronchi, vol. 23, año 1968.
Atti dell’Accademia Pontificia de’ Nuovi Lincei, tomo XVI, año XVI,
1862-1863, Roma, 1863, sesión 2ª, del 4 de enero de 1862, págs.
103-126.
BALDI: Vite dei matematici. Nunca fue publicada la obra en vida del au-
tor (1553-1617). La parte relativa a la vida de Pacioli fue incluida
por Baldassare Buoncompagni en su trabajo: “Intorno alle vite ine-
123
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
124
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
125
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
Dizionario del cittadino ossia Ristretto storico teorico e pratico del Com-
mercio, Stamperia Remondini, 1765.
126
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
GARCÍA, Francisco: Del tratado utilissimo y muy general de todos los con-
tractos quantos en los negocios humanos se suelen offrecer, Valen-
cia, 1583.
GITTI, Vincenzo: Gli scrittori classici della Partita doppia, Turín, 1877.
127
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
HARZEN, E.: “Über den Maler Piero degli Franceschi und seinen ver-
meintlichen Plagiarius, den Fraziskanermönch Luca Pacioli”, en Ar-
chiv für die zeichnenden Künste, Leipzig, 1856, II.
128
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
129
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
JÄGER, Emil Ludwig: Lucas Paccioli und Simon Stevin, nebst einigen
jüngeren Schriftstellern über Buchhaltung. Skizzen zur Geschichte
der kaufmännischen, staatlichen und landwirtschaftlichen Buch-
führung, Stuttgart, 1876
JÄGER, Emil Ludwig: Der Traktat des Lucas Paccioli von 1494 über den
Wechsel, Stuttgart, 1878.
JORDAN, M.: “Der vermisste Traktat des Piero della Francesca über die
fünf regelmässigen Körper”, en Jahrbuch der Königlich-preussi-
schen Kunstsammlungen, vol. I, año 1880, págs. 112-119.
JOUANIQUE, Pierre: “La regla ‘Quien recibe, debe’: Una herencia de anti-
gua raigambre en la contabilidad moderna”, en Técnica Contable,
año XXXIX, núm. 461, mayo de 1987.
KHEIL, Karl Peter: Benedetto Cotrugli Raugeo. Ein Beitrag zur Geschichte
der Buchhaltung, Viena, 1906.
KIRSHNER, Julius y Anthony MOLHO: “The Dowry Fund and the Marriage
Market in Early Quattrocento Florence”, en The Journal of Modern
History, Vol. 50, l978, págs. 403-438.
130
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
KIRSHNER, Julius y Jacob KLERMAN: “The Seven per Cent Fund of Renais-
sance Florence”, en Banchi pubblici, banchi privati e monti di
pietà nell’Europa preindustriale. Amministrazione, tecniche opera-
tive e ruoli economici. Atti del Convegno, Genova, 1-6 ottobre 1990,
nella sede della Società Ligure di Storia Patria, Génova, 1991, págs.
367-396.
LORIA, G.: Storia della Geometria Descrittiva dalle origini ai nostri gior-
ni, Milán, 1921.
LUZZATO, Gino: “Il debito pubblico nel sistema finanziario veneziano dei
secoli XIII-XV”, en Studi di Storia economica veneziana, Padua,
1954, págs. 211-224.
131
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
MELIS, Federigo: “Note di storia della banca pisana nel Trecento”, en Fe-
derigo Melis: La banca pisana e le origini della banca moderna,
Florencia, 1987.
MELLIS, John: A briefe instruction and maner how to keepe bookes of Ac-
compts after the order of Debitor and Creditor, & as well for proper
Accompts partible, etc. By the three bookes named the Memorial,
Journall & Leager, etc., Londres, 1588.
132
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
133
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
PEELE, James: The maner and fourme how to kepe a perfecte reconyng,
after the order of the moste worthie and notable accompte, of Debi-
tour and Creditour, Londres, 1553.
134
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
135
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
TAYLOR, R. Emmett: No Royal Road. Luca Pacioli and his Times, Univer-
sity of North Carolina Press, Chapel Hill, 1942.
136
Bibliografía citada ESTUDIO INTRODUCTORIO
YAMEY, Basil S.: “The Authorship and Sources of the Nieuwe Instructie”,
en O. Kojima y B. S. Yamey (editores): Ympyn: A Notable and very
Excellente Woorke, 1549, Kyoto, 1975.
YAMEY, Basil S.: “The Index to the Ledger: Some Historical Notes”, en
The Accounting Review, vol. 55, núm. 3, julio de 1980.
137
ESTUDIO INTRODUCTORIO Bibliografía citada
138
De las Cuentas
y las Escrituras
por
Luca Pacioli
Traducción de
La tercera parte principal contiene las reglas, los modos, los me-
dios y las vías de llevar las cuentas y las escrituras de los mercaderes,
en general, así como de una tienda o establecimiento, en particular, de
forma suficiente y bastante para llevarlos en todo el universo, a la ma-
nera especial de Venecia, que es aplicable a cualquier otro caso que se
desee. Merced a lo contenido en ella, se sabrá llevar adecuadamente
un libro Mayor, con su Diario y Borrador, que es siempre el origen y la
raíz de todos los libros y escrituras que los comerciantes tienen en to-
dos los lugares del mundo, como verás en el lugar correspondiente,
por el orden seguido en la tabla o índice colocado al principio de di-
cho tratado, con especificación de los capítulos. En esta parte, dividi-
da, como se ha dicho, en capítulos, se trata del modo de hacer el ba-
lance del libro Mayor; de cómo se anotan las partidas en el debe y en
el haber; de los dos términos que se usan en el Diario, es decir, Por y
A, y lo que significan; del pase de los asientos del Diario al Mayor, así
como del modo de cancelar las partidas del Diario con dos rayas: una
para el deudor y otra para el acreedor; y de la anotación de los folios
del Mayor, que se consignan en el margen del Diario y que indican el
número de los folios del Mayor donde se pasan los acreedores y los
deudores, gracias a lo cual, como verás, se podría reconstruir exacta-
mente el libro Mayor, si se perdiera, con los mismos folios que tenía el
primero. Al final del tratado, se consigna un resumen de todas las es-
crituras y anotaciones.
1 El Summario de la terça parte principale comienza al final del reverso del folio
cuarto, sin numerar, de la Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni & Propor-
tinalita y termina en el anverso del folio siguiente. Ofrece un resumen del conteni-
do del Tratado De Computis et Scripturis.
141
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
TABLA DE MATERIAS 2
2 La Tavola del Quaderno está inmediatamente antes del inicio de la Distinctio no-
na, Tractatus XI, Particularis de Computis & Scripturis, y comienza al final del re-
verso del folio 197, terminando al principio del reverso del folio 198.
142
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
143
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
144
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
145
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
146
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
147
TÍTULO NOVENO. TRATADO XI.
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS 4
Capítulo I
149
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
150
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
El que quiera saber, pues, cómo llevar con el debido orden un li-
bro Mayor con su correspondiente Diario, esté atento a lo que aquí di-
ligentemente se dirá. Y para que se entienda bien el proceso, supon-
dremos el caso de un mercader que da comienzo a sus negocios, e
iremos indicando cómo debe actuar ordenadamente para llevar sus
cuentas y anotaciones, de manera que pueda encontrar cada cosa en
su sitio, pues de no hacerlo así, vendría a caer en grandísimo trabajo y
confusión de toda su hacienda: Iuxta comune dictum ubi non est ordo
ibi est confusio (pues, como afirma el dicho común: donde no hay or-
den, todo es confusión).
151
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo II
152
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo III
MODELO DE INVENTARIO
CON TODAS LAS FORMALIDADES REQUERIDAS
153
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
154
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
155
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
12 Así hemos traducido los términos campi, staoire y panora del original, aunque en
las traducciones consultadas no hay unanimidad a este respecto.
13 La Cámara de los Empréstitos era un organismo público de Venecia que se ocupa-
ba del servicio y amortización de la deuda pública veneciana, y que estaba organi-
156
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
15ª partida. Por otra parte, soy deudor en total de tantos ducados,
tantos a Fulano de Tal y tantos a Zutano, y nombrarás a tus
acreedores uno por uno, con expresión de si existen justifican-
tes acreditativos, indicando si los hubiera si son documentos
privados o escrituras notariales, así como de quién, y el cómo,
el día, el lugar, etc., pues estos extremos pueden resultarte úti-
les en caso de juicio o aun sin que lo haya.
zado por barrios o distritos, disponiendo de una oficina en cada una de las seis
circunscripciones en que se dividía Venecia. La Cámara de los Empréstitos alcanzó
su forma definitiva en el período 1224 a 1252 y parece que, aparte de sus funcio-
nes de gestión de la deuda pública, admitía también cuentas y depósitos de par-
ticulares a los que prestaba un servicio de caja y transferencia. Ver Florence Edler:
Glossary of Mediaeval Terms of Business. Italian Series 1200-1600, Cambridge,
Mass., 1934, pág. 58, así como Gino Luzzatto: “Il debito pubblico nel sistema fi-
nanziario veneziano dei secoli XIII-XV”, en Studi di Storia economica veneziana,
Padua, 1954, págs. 211-224.
14 La expresión utilizada por Pacioli es deve dare, es decir, debe dar. Esta expresión
es también la que se usa en los asientos deudores del Mayor, que he traducido
simplemente por debe, de acuerdo con lo que se estilaba en aquella época en los
libros de cuentas castellanos. La expresión correspondiente que emplea Pacioli
para el haber es deve avere, que se ha traducido por ha de haber, que era asimis-
mo la usada en los libros castellanos.
157
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo IV
Y así irás indicando con diligencia todas las cosas que poseas, tan-
to en bienes muebles como inmuebles, una a una, aunque fuesen diez
mil, y de qué condición y calidad son, así como lo que tengas en ban-
cos y en préstamos. Pues para el buen orden conviene que lo indiques
todo en este Inventario con todas las características y señales posibles,
y con nombres y apellidos, ya que para un mercader las cosas nunca
pueden estar lo suficientemente claras, debido a los infinitos casos que
pueden darse en el comercio, como aprende en seguida cualquiera
que se dedique a él. Pues como bien dice el refrán, se necesitan más
saberes para ser un buen comerciante que para ser doctor en leyes. En
efecto, ¿quién puede enumerar los casos y las partidas que les llegan a
los mercaderes por mar o por tierra, tanto en tiempos de paz y abun-
dancia como en tiempos de guerra y necesidad, tanto en tiempos de
salud como de enfermedad? Los mercaderes deben saber en todo mo-
mento lo que tienen que hacer con sus mercancías, tanto en los mer-
cados como en las ferias, que se celebran ora en uno, ora en otro país
o ciudad. Por eso, el comerciante se parece al gallo, que es el más vi-
gilante de todos los animales, pues ya sea invierno o verano nunca de-
ja de vigilar, ni siquiera por la noche, sin tomarse un momento de re-
poso. También se dice esto de Filomena, es decir, del ruiseñor,15 que
canta toda la noche, pero ello no es cierto más que en verano, cuando
hace calor, pero no en invierno, como la experiencia demuestra. Asi-
mismo, hay quien dice que el comerciante debería tener cien ojos en
la cara y que, aun así, no le bastarían para saber todo lo que tiene que
hacer y decir, aunque esto solamente puede entenderlo quien lo haya
tenido que experimentar.16
158
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Así lo dicen los venecianos, los florentinos, los genoveses, los na-
politanos, los milaneses, los anconitanos, los brescianos, los bergamas-
cos, los aquilanos, los sieneses, los luqueses, los perusinos, los urbinos,
los forolinos, los cagliareses, los ugobinos, los castellanos, los borgue-
ses y los fulignatos, junto con los pisanos, los boloñeses y ferrareses,
los mantuanos, los veroneses, los vicentinos, los paduanos, los traneses,
los leceos, los barenses y los betontos, vecinos todos ellos de repúbli-
cas que ostentan la primacía del comercio en Italia, aunque el principa-
do le corresponde sobre todo a la excelsa ciudad de Venecia, junto con
la de Florencia, ya que ellas son las que dictan las normas y las reglas
que rigen en todas partes y que todos tienen que conocer. Pues como
bien dicen las leyes municipales: Vide licet vigilantibus et non dormien-
tibus, Jura subveniunt, o sea, las leyes no ayudan a los que duermen,
sino a los que velan. Y así en los divinos oficios de la Santa Iglesia se
canta que Dios ha prometido la corona a los que permanecen vigilan-
tes. Y esta misma enseñanza es la que le da Virgilio a Dante, cuando en
el canto 24 del Infierno, tratándole de hijo, le exhorta a que soporte las
fatigas por las cuales se llega a la cima de la virtud:
159
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
mo ante los ojos y nunca dejarás de oír misa por la mañana, pues recuer-
da que no por asistir a ella harás menos camino ni por la caridad dismi-
nuirán tus riquezas, como dice el santo verso: Nec charitas opes, nec mis-
sa minuit iter. Y a esto mismo nos exhorta el Salvador en el Evangelio
según San Mateo, cuando dice: Primum quaerite regnum Dei, et haec
omnia adjicientur vobis. Buscad primero, cristianos, el reino de los Cie-
los, y todas las otras cosas temporales y espirituales las conseguiréis des-
pués fácilmente, pues vuestro Padre celestial conoce perfectamente vues-
tras necesidades. Y creo que con esto tendrás suficiente para saber
establecer correctamente el Inventario y las demás cosas necesarias.
Capítulo V
160
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo VI
18 En este contexto, Luca Pacioli además de llamar a este libro por el nombre que
habitualmente le da, Memoriale, lo llama también, alternativamente, Squartafoglio
o Vachetta.
161
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
En este libro, así como en todos los demás, deberá ponerse antes
que nada una señal en la cubierta, por la parte de fuera, de manera
que cuando, por el transcurso de los negocios, se haya llenado de
anotaciones o cuando, pasado cierto tiempo, quieras abrir otro libro,
puedas distinguir uno de otro. Pues, en efecto, en diversos lugares se
acostumbra a veces a cerrar los libros cada año, aunque no estén com-
pletamente llenos o sean nuevos, y se abren otros, como después se
verá. Y, si se quiere proceder con el debido orden, en este segundo li-
bro habrá que poner una señal distinta a la del primero, de manera
que en cualquier momento se puedan localizar las anotaciones con
presteza. A este mismo objeto se pone también el año. Entre los verda-
deros católicos se acostumbra a señalar el primer libro con el glorioso
signo del que huye nuestro enemigo espiritual y ante el que tiembla
justamente toda la caterva infernal, es decir, con la señal de la Santa
Cruz, con la cual en tus tiernos años comenzaste a aprender el alfabe-
to.21 Y, en este caso, los libros siguientes los señalarás por orden con
19 La expresión que emplea Pacioli para indicar esta acción es la de cavar fore o
fora, es decir, sacar afuera, que es una expresión usada también en Castilla en esa
época, haciendo referencia a que la cantidad se sacaba fuera del cuerpo del asien-
to, para colocarla en la columna de cantidades.
20 La denominación que emplea Pacioli para designar al tenedor de libros es la de
quaderniere, es decir, el encargado de llevar el Quaderno o libro Mayor. En Casti-
lla pasaba algo parecido, pues, en ocasiones, se le llamaba caxero, o sea, el en-
cargado de llevar el libro de Caxa, como en aquella época se denominaba el Ma-
yor.
21 Curiosamente, cerca de trescientos años después, los contables del Banco Nacio-
nal de San Carlos, antecesor directo del Banco de España, señalaron el primer li-
bro Mayor de su Teneduría General, correspondiente al año 1783, con este mismo
signo de la cruz, lo que demuestra la pervivencia de estas costumbres piadosas:
“Libro maior † de la Tened.a General del Banco Naz.l de S.n Carlos”, libro 69, Ar-
chivo Histórico del Banco de España. Madrid.
162
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo VII
163
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
quieres escribir o hacer escribir por mano de Fulano de Tal para regis-
trar ordenadamente todos tus negocios, diciendo en qué moneda los
quieres llevar, es decir, en lire de picioli 24
o lire de grossi, o bien en
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cambiase la persona que se declaró que iba a llevar los libros, conven-
drá hacerlo constar también en la citada oficina. El escribano inscribirá
todos los extremos declarados en los libros registro de la oficina, indi-
cando cómo en tal día presentaste tales y tales libros, señalados con tal
signo, llamado el uno así y el otro asá, de los cuales el uno tenía tan-
tos folios y el otro tantos, y que estos libros habrían de ser llevados
personalmente por ti o por mano de Fulano de Tal, aunque en uno,
llamado Borrador, o bien Vacchetta o según otros Scartafaccio, podría
efectuar anotaciones cualquiera de los miembros de la casa por las ra-
zones ya indicadas. Después, dicho escribano consignará todos estos
extremos de su propia mano, en nombre de la oficina, en el primer fo-
lio de tus libros, dando fe de ellos, y estampará el sello de la oficina
en testimonio oficial que te servirá en todos los juicios que pudieran
producirse.
Esta costumbre debe ser muy ensalzada, lo mismo que los lugares
que la observan, pues de hecho muchos mercaderes llevan dos juegos
de libros: uno que muestran al comprador y otro que enseñan al ven-
dedor, y, lo que es peor todavía, juran y perjuran tanto sobre el uno
como sobre el otro, práctica que es absolutamente reprobable. La pre-
sentación de los libros en la citada oficina hace menos fácil mentir y
defraudar al prójimo.
Capítulo VIII
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo IX
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muy general de todos los contractos quantos en los negocios humanos se suelen of-
frecer, Valencia, 1583, Capítulo 22, De las ventas licitas o illicitas por razon del fin: y
particularmente de las baratas, o mohatras, págs. 586 a 603.
28 La expresión empleada por Luca Pacioli es exactamente la siguiente: “overo per as-
segnatione de ditta”. El término ditta significa actualmente, en italiano, razón so-
cial, empresa o firma. Algunos traductores han traducido la expresión por letra de
cambio o giro, como hacen por ejemplo R. Gene Brown y Kenneth S. Johnston
que dicen simplemente en inglés “by draft”, y otros por orden de pago contra una
empresa, como Ernst Ludwig Jäger, que la traslada al alemán diciendo: “Anweisung
einer Firma”. Sin embargo, originalmente, con anterioridad a los tiempos de Luca
Pacioli, el término ditta o detta tenía otro significado específico, el de una orden
de pago oral —de ahí el nombre de ditta— dada a un banco por el cliente o paga-
dor en presencia del beneficiario, como explica Federigo Melis: “una girata orale,
pronunciata dal beneficiario alla presenza del trattario, a somiglianza di quanto
avveniva fra girante e giratario di conto presso le banche di giro”. (Ver su trabajo:
“Una girata cambiaria del 1410 nell’Archivio Datini di Prato”, en Federigo Melis: La
banca pisana e le origini della banca moderna, Florencia, 1987, pág. 303). Precisa-
mente, a propósito de esta cuestión se originó hace algunos años una conocida e
interesante polémica entre Abbot P. Usher y Raymond de Roover, por un lado, y
Federigo Melis, por el otro, pues los primeros tendían a pensar que en la Italia del
siglo XIV todas las órdenes de pago a los bancos debían ser transmitidas oralmente
y requerían necesariamente la presencia de las dos partes. Melis, por el contrario,
defendía que, aunque ésta fuera la costumbre corriente, ello no excluía la existen-
cia de órdenes de pago escritas, antecedente de los modernos cheques, que po-
dían ser entregadas al banco por mensajeros o, incluso, por los propios beneficia-
rios, sin que fuera necesaria la presencia de los ordenantes.
En nuestro caso, parece que la interpretación correcta de las palabras de Pacioli
tiene que ser la de libranza u orden de pago escrita contra un banco, mientras que
la modalidad de pago por banco que el autor cita posteriormente, en el capítulo
XIX, al lado de la de la ditta, en una nueva relación de formas de pago de las
compras más amplia que la que presenta aquí, debe de referirse al abono directo
en cuenta, por traspaso desde la cuenta del pagador. Volveremos sobre ello en ese
momento. De cualquier forma, no puede descartarse totalmente que el término
ditta, tal como lo emplea Pacioli, pudiera significar en algún caso simplemente una
libranza, con independencia de quién fuera el librado.
Por otra parte, y a título de curiosidad, diremos que la práctica de la ditta en su
sentido original de orden oral, empleada también en el caso de las órdenes de
transferencia bancaria de cuenta a cuenta, incluso cuando la cuenta del abonado
no se llevaba en el mismo banco, se conocía todavía en Castilla a comienzos del
siglo XVII, como se refleja en el célebre manuscrito de Juan López Ossorio relativo
a las ferias de Medina del Campo, terminado según parece en 1616, aunque referi-
do a los buenos tiempos de las ferias, 40 ó 50 años antes. En efecto, dice así López
Ossorio: “El que había de pagar a quien debía, llegábase al Banco con quien tenía
armada cuenta, y decía: —Debe Pedro, por Juan tantos mil maravedís, que le da
por obligación—. Y si era por cédula de cambio, decían lo mismo. Y si la persona
que cobraba esta partida tenía su cuenta en el mismo Banco, quedábase allí, y
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo X
31 Las palabras que emplea Pacioli son la siguientes: “al Borgo Sansepolcro nostro.
Mercatello. Santangnilo. Cita de Castello. Furli etc.” Normalmente la traducción da-
da por los traductores ha sido la de: “en nuestro mercadillo de Borgo Sansepol-
cro…” Sin embargo, Pierre Jouanique me hace notar la posibilidad de que el térmi-
no Mercatello se refiera a la población de este nombre, situada a orillas del río
Metauro, precisamente en la confluencia de los torrentes Meta y Auro que dan ori-
gen a dicho río. Creo que el ilustre historiador francés de la contabilidad tiene toda
la razón, teniendo en cuenta la colocación del signo ortográfico de separación, así
como el hecho de que todas las poblaciones citadas se encuentran próximas unas
de otras. En efecto, el nombre de Santangelo puede referirse a dos poblaciones:
Santangelo in Lizzola, cerca de la costa y de Pesaro, y Santangelo in Vado, a orillas
del mismo río Metauro; Città di Castello se encuentra cerca de Sansepolcro, hacia
el sur; y Forli, la más lejana, se halla al norte, cerca de Rávena.
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Capítulo XI
32 A pesar de que Pacioli habla de unas virgolette, término italiano que en su acep-
ción moderna significa “comillas”, Fabio Besta ya indica en su conocida obra La
Ragioneria (vol. III, pág. 376) que el significado antiguo de virgolette era el de dos
líneas o rayitas. Basil S. Yamey hace referencia también a este hecho, especificando
que dichas rayitas eran oblicuas, en su artículo “Two Typographical Ambiguities in
Pacioli’s ‘Summa’ and the Difficulties of its Translators”, aparecido originalmente en
Gutenberg-Jahrbuch, Maguncia, 1974, y reimpreso posteriormente en Basil S. Ya-
mey: Essays on the History of Accounting, Nueva York, 1978. Efectivamente, en el
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo XII
supuesto contable incluido por Domenico Manzoni en su Quaderno doppio col suo
giornale, ya citado, se utilizan dos rayitas oblicuas delante del término A para sepa-
rar la cuenta deudora de la acreedora. Lo mismo se hace en la obra de Alvise Casa-
nova Specchio lucidissimo, asimismo citada, así como en la de Angelo Pietra In-
drizzo degli Economi, impresa en Mantua el año 1586. De cualquier forma, debe
advertirse que Luca Pacioli no consigna en este pasaje dos rayitas oblicuas, sino
verticales, y que luego, pese a sus palabras, en la formulación de los asientos que
ofrece en su texto como ejemplos prácticos, no utiliza ningún tipo de rayitas, ni
verticales ni oblicuas, sino simplemente uno o dos puntos. Sea como fuere, si-
guiendo el ejemplo de Pacioli, Johann Gottlieb, tanto en su libro Ein Teutsh vers-
tendig Buchhalten, publicado en 1531, como en el siguiente Buchhalten, zwey
künstliche unnd verstendige Buchhalten, aparecido en Nuremberg el año 1546, uti-
liza en los supuestos que ofrece de asientos de Diario dos líneas verticales, en la
forma que indica Pacioli, para separar la enunciación de las cuentas del debe y del
haber. Igual hace Wolffgang Schweicker en su obra Zwifach Buchhalten, sampt si-
nem Giornal, des Selben Beschlus, auch Rechnung zuthun etc., impresa en Nurem-
berg el año 1549. Según explica Schweicker, en el momento de componer su libro
se encontraba residiendo en Venecia. Lo anterior hace suponer que, a este objeto,
se utilizaban tanto las rayas verticales como las oblicuas. El hecho de que Pacioli
usara en los ejemplos prácticos uno o dos puntos, en lugar de las dos rayitas que
él mismo indica, se debería posiblemente a motivos de facilidad tipográfica.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
L. S. G. P.
6º Por edredones de pluma: A dicho, por tantas plumas, etc., y
describes la partida tal como está en el Inventario, que montan y
valen L. S. G. P.
7º Por jengibre ordinario: A dicho, por tantos bultos, etc., que
describirás tal como se contiene en el Inventario, y que de acuer-
do con la estimación corriente montan y valen tantos ducados
L. S. G. P.
35 La expresión empleada literalmente por Pacioli es la de: “tu lanciarai la prima let-
tera”, es decir, “tú lancearás la primera letra”, haciendo referencia al gancho o
punta de lanza que hacen aún hoy los contables al puntear las partidas o las can-
tidades. También Florence Edler hace referencia a este término con el mismo sig-
nificado. Ver su obra ya citada: Glossary of Mediaeval Terms of Business, páginas
148 s. En cualquier caso, pese a sus palabras, el punteo anunciado por Pacioli no
aparece en el lugar indicado.
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XIII
36 A pesar de que Pacioli distingue en el título, como se ve, entre índice simple y do-
ble, luego en el texto del capítulo no ofrece ninguna explicación de esta cuestión,
aunque en la traducción se ha procurado salvar esta omisión. Karl Peter Kheil ex-
plica la diferencia entre el índice simple y el índice doble, al ocuparse del texto de
Jehan Ympyn. En el índice simple, se destina simplemente una página del cuader-
no para cada letra del alfabeto y en ella se consignan las cuentas cuyo epígrafe o
nombre de pila de los titulares comienza por esta letra, indicando los respectivos
folios. En esa página, los títulos de las cuentas se van inscribiendo sin ningún or-
den, a medida que se van abriendo en el libro Mayor. En cambio, en el índice do-
ble, dentro de la página o doble página destinada a cada letra, se relacionan, a su
vez, todas las letras, con un espacio reservado a cada una de ellas, formando una
subdivisión alfabética. Las cuentas se inscriben en la subdivisión que les correspon-
da atendiendo a la primera letra del apellido, si se trata de una cuenta personal, o
de la segunda palabra de su título, en otro caso. Ver Karl Peter Kheil: Historia de la
Contabilidad, Alicante, 1902, pág. 71 ss. Más recientemente, Basil S. Yamey se ocu-
pó de la cuestión de los índices del Mayor en su artículo: “The Index to the Ledger:
Some Historical Notes”, en The Accounting Review, vol. 55, núm. 3, julio de 1980,
tema al que también se ha referido de pasada, con su habitual sentido del detalle y
la minuciosidad, José María González Ferrando en su trabajo: “Bartolomé Salvador
de Solórzano, adelantado de la ‘Contabilidad Aplicada’ en España”, en Revista Es-
pañola de Financiación y Contabilidad, vol. XX, núm. 68, julio-septiembre de
1991, págs. 727 ss. Por otra parte, en el libro de Jehan Ympyn Christoffels: Nieuwe
Instructie, ya citado, se contiene un ejemplo de índice doble.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo XIV
En primer lugar, tienes que saber que de cada partida que hayas
asentado en el Diario tendrás que pasar siempre dos en el Mayor, esto
es, una en el debe y otra en el haber, porque en el Diario se necesitan
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
las dos partes para hacer una partida: la del deudor, que se introduce
por la expresión Por, y la del acreedor, que se indica por el término A,
como ya se ha dicho.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XV
JHS M.CCCC.LXXXXIII
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Una vez hayas pasado esta partida, cancelarás el asiento del debe
en el Diario en la forma antes indicada y después, para pasar el Capital
en el haber, dirás lo siguiente:
JHS M.CCCC.LXXXXIII
Capital de mí, Fulano de Tal, ha de haber el día 8 de noviembre
por Caja, por el contado que poseo en ella el presente día, en
oro y monedas de varias clases, en total, folio 1
L.10.000 S.0 G.0 P.0.40
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XVI
45 Como dice Vincenzo Gitti, la cita del puente de Rialto hace referencia al centro de
la ciudad de Venecia, que era donde se encontraban y reunían los mercaderes en
tiempos de Pacioli. Aún ahora hay un mercado allí.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XVII
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
quiera con la cual tuvieses que ver por alguna razón, procura que te
den siempre los oportunos comprobantes, tanto del debe como del ha-
ber, con todo el detalle y la claridad posibles, y que estén escritos de
puño y letra por los escribanos de dichos lugares. Y custódialos siem-
pre, de la misma manera que te indicaré para las escrituras y cartas,
porque en tales entidades se suele mudar a menudo de escribano, y
todos quieren llevar los libros a su modo, cada cual según su método,
criticando siempre a los anteriores, que según ellos no llevaban bien
los libros. Y todos piensan que su sistema es mejor que el de los de-
más, de forma que en las tales oficinas se cruzan y se disponen a ve-
ces las partidas de tal manera que no se corresponden las unas con las
otras. ¡Desgraciado del que tiene que ver con los tales escribanos! De
forma que guarda muy bien los comprobantes en tu casa o bajo el cui-
dado del encargado de tu negocio, pues puede que los escribanos que
decimos actúen con absoluta buena fe, pero no por ello resulta menos
peligrosa su ignorancia.
Lo mismo harás con las cuentas que lleves con los recaudadores
de impuestos de las cosas que vendas y compres,49 o embarques y
desembarques, como se acostumbra a hacer en Venecia, donde la ma-
yor parte de la gente mantiene una extensa cuenta con la oficina de la
Messetaria,50 unos al 2, otros al 1 y otros al 4 por 100, haciendo refe-
48 Los luoghi o loca eran unos títulos valores uniformes, de un valor nominal de 100
liras, rentando todos el mismo tipo de interés, que se introdujeron en el año de
1407, en la drástica reforma de las finanzas genovesas llevada a cabo ese año, pa-
ra reconvertir y unificar la deuda pública, y poner fin al sinnúmero de deudas y
préstamos de diversa clase contraídos por el municipio. La agrupación de sus pro-
pietarios dio origen a la Casa u Officium Sancti Georgii. Ver Giuseppe Felloni: “I
primi banchi pubblici della Casa di San Giorgio (1408-45)”, en Banchi pubblici,
banchi privati e monti di pietà nell’Europa preindustriale. Amministrazione, tecni-
che operative e ruoli economici. Atti del Convegno, Genova, 1-6 ottobre 1990, nella
sede della Società Ligure di Storia Patria, Génova, 1991, págs. 225-246.
49 Los recaudadores de impuestos que cita Pacioli son, en concreto, los gabellari y
los datiari.
50 Como indica Vincenzo Gitti, por Messetaria o Messetteria se entendía originalmente
un impuesto que gravaba la compraventa de mercancías en Venecia. En efecto, se-
gún explica G. Orlandini en su trabajo Officiali alla Messettaria, Venecia, 1898, este
impuesto fue instituido en el siglo XIII y tomó nombre de los messeti o misseti, es
decir, de los mediadores o intermediarios, posiblemente porque era recaudado o
devengado a través de su intervención en las operaciones. La palabra italiana mes-
seti se deriva, a su vez, de la expresión griega messitès, con el mismo significado de
corredores, intermediarios. En principio, el impuesto sólo gravaba la compraventa
de bienes muebles, pero más tarde, en 1338, se extendió también a los bienes in-
muebles. Era pagado a partes iguales por el comprador y por el vendedor, y afecta-
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
ba únicamente a las compraventas en las que, al menos, una de las parte fuera de
origen veneciano o residiera en la ciudad de Venecia o en el territorio de la repú-
blica. En la época final de ésta, su importe ascendía al 3 por 100 en caso de com-
praventa de bienes ubicado en Venecia y al 2 por 100 si los bienes estaban situa-
dos en Tierra Firme. El establecimiento de este impuesto dio lugar a la creación del
organismo encargado de su recaudación, la Messetaria. En el siglo XVI, sus compe-
tencias fueron reducidas, pues la recaudación del impuesto en relación con las
compraventas de mercancías y bienes muebles se traspasó al Ufficio di Entrata da
Terra. A la Messetaria le siguió correspondiendo tan sólo la competencia de recau-
dar el impuesto en las compraventas de molinos, terrenos, valles, presas, casas,
aguas, bosques, naves y aparejos de navegación, etc. El número de magistrados de
la Messetaria, llamados Visdomini, que tradicionalmente había sido de cuatro, se
redujo a tres en 1400, aumque en 1401 se restableció el antiguo número de cuatro.
En el Archivo de Estado de Venecia, existe una sección denominada “Officiali alla
Messetteria”, que consta de unas cuatrocientas piezas y legajos. Ver A. da Mosto:
L'Archivio di Stato di Venezia. Indice generale storico, descrittivo, analitico, Roma,
1937, I, pág. 198. Como en seguida veremos parece que los sensari o corredores a
los que se refiere Pacioli prestaban sus servicios por cuenta de la Messetaria o, en
todo caso, en íntima conexión con ella, pues estaban obligados a comunicarle las
operaciones en las que intervenían facilitando de esta manera la recaudación del
impuesto y un servicio de registro y de fe pública.
51 La expresión que utiliza Pacioli para designar este libro matriz es la de “la mare”,
o sea, “la madre”.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo XVIII
Así que cuando quieras tener cuenta con dichas oficinas, procede-
rás de la siguiente forma. A la Cámara de los Empréstitos le adeudarás
todos los capitales que impongas, al tanto por ciento que sea, indican-
do en qué distrito los impusiste. Y, del mismo modo, si un día compra-
ses más de lo que vendieses, pues allí se vende mucho, tanto por ti
como por otros, como bien sabe el que frecuenta el Rialto, te cerciora-
rás bien de a quién se le abonan los fondos, y en dónde. Asimismo,
cuando retires tu dinero acreditarás siempre a la Cámara por los im-
portes dispuestos, y eso lo harás día a día, y distrito por distrito.
Con la oficina de la Messetaria llevarás la cuenta de esta manera:
cuando compres alguna mercadería a través de corredor, acreditarás el
2, el 3 ó el 4 por 100 de todo su importe a la dicha oficina, cargando
dicho porcentaje a la mercancía por la cual pagas. Y advierte que con-
viene que el comprador retenga siempre al vendedor la parte que le
corresponda de esta cantidad cuando efectúe el pago de la mercancía,
bien sea al contado o bien de cualquier otra manera, porque la indica-
da oficina no quiere andar reclamando el porcentaje que le correspon-
de, y que conoce perfectamente por la nota que le pasan los corredo-
res de las operaciones efectuadas, con el cómo, el qué y el cuándo.
Ello representa, por otro lado, una ventaja considerable para las partes
cuando entre ellas surge alguna diferencia, como a veces sucede, pues
como dice el refrán popular: El que no actúa, no yerra, y el que no ye-
rra, nunca aprende. De esta manera, cuando las partes quieren aclarar
alguna cuestión, no tienen más que recurrir a la anotación registrada
por el corredor, la cual tiene el carácter de fe pública, otorgado por
decreto oficial, lo mismo que si se tratase de un instrumento notarial.
Llegado el caso, el digno Consulado de Mercaderes se rige la mayoría
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
de las veces por el contenido de estas anotaciones para dictar sus sen-
tencias. Digo, por consiguiente, que, si compras algún género, no de-
bes olvidarte del pago a la Messetaria y de retener la mitad de su im-
porte al vendedor. Esto es, si el género tiene que pagar el 4 por 100 a
la oficina según el decreto promulgado por el gobierno, tú le deduci-
rás al vendedor el 2 por 100, de forma que con esta deducción recibirá
lo que le corresponde. Y tú quedarás obligado a pagarlo todo a la ofi-
cina, de manera que la acreditarás en tu libro por el total, y adeudarás
la mercancía comprada, como se decía, porque la oficina en cuestión
no quiere saber nada del que vende, sino del que compra.
Después, a estos compradores, mediante presentación del corres-
pondiente resguardo en el puesto de salida, se les permite sacar del
país tanta mercancía cuanta hubieran liquidado a la Messetaria, y pue-
den sacarla por tierra o por mar, tanta como quieran sacar en el día.
Por eso, conviene mucho que los mercaderes lleven bien la cuenta con
la dicha oficina, pues así sabrán siempre cuánta mercancía pueden sa-
car, porque no les dejan sacar mayor cantidad de la que compraron, a
menos de que paguen los correspondientes derechos a la Messetaria.
A continuación te pongo un ejemplo de cómo debe registrarse en
el Diario y en el Mayor una de estas compras. En primer lugar, escribi-
rás simplemente esto en el Borrador:
Yo, o bien nosotros, en el día arriba indicado, he comprado del
señor Zuan Antonio de Mesina tantas cajas o tantos panes de
azúcar de Palermo, cuyo peso neto en total, sin embalajes, cajas,
cuerdas ni paja, es de tantas libras, que al precio de tantos ducados
el ciento, importan tantos ducados, y le deduzco tantos ducados,
gruesos, picioli, por la parte que le corresponde de la Messetaria, a
razón de tantos por ciento. Corredor señor Zuan de’ Gagliardi,
valen tantos ducados g. p. netos, que pagamos al contado.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
53 Las palabras que emplea Pacioli son: de’ quali al presente li n’o contati duc. tanti,
es decir, “de los cuales al presente le he contado tantos”, giro que ilustra a la per-
fección sobre el origen de la expresión moderna “pagar al contado”, es decir, pa-
gar contando el dinero que se entrega.
191
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Esto sería si este asiento fuera el primero del folio, pero si hubiera
ya alguno anterior, te bastaría con poner lo siguiente:
Tal día, por el señor Zuan d’Antonio de Mesina, por tantos
panes, que pesan tantas libras, e importan, f. 4 L. S. G. P.
Esta misma partida se pasaría del siguiente modo al haber del Mayor:
Señor Zuan d’Antonio de Mesina ha de haber en tal día de
noviembre por azúcar de Palermo, tantos panes, que pesan en
neto tantas libras, y que al precio de tantos ducados el ciento,
importan, descontada la Messetaria, tantos ducados, de los
cuales debo darle al presente de contado tantos ducados, y para
el resto me concede de plazo hasta fines de agosto venidero.
Corredor señor Zuan de’ Gagliardi, valen, f. 4 L. S. G. P.
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Capítulo XIX
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Cuando tengas que hacer el pago parte por banco y parte en li-
branza, entrega primero la libranza y luego por el resto haces el abono
por banco para mayor seguridad; esta misma precaución la toman mu-
chos, y hacen bien, cuando tienen que pagar parte al contado y el res-
to por banco, para completar el pago, que primero asientan el pago al
contado. Y si debes pagar parte por banco, parte en género, parte por
libranza y parte al contado, adeuda la cuenta del vendedor por todos
estos conceptos, con abono a cada uno de ellos, cada uno por su or-
den. Y si acaeciera que tuvieses que pagar la compra de otra manera,
procede de forma análoga.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo XX
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Capítulo XXI
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Capítulo XXII
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En el Mayor dirás:
Gastos de mercaderías, deben en tal día por la Caja, valen, f. tal
L. S. G. P.
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201
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
cer. Por eso, dejaremos esta cuestión y diremos ahora el modo de lle-
var las cuentas de una tienda, tanto en el caso de que la des a gestio-
nar a otro, como en el de que la lleves personalmente por ti mismo, y
ésta es una cosa que te recomiendo que aprendas, pues es algo muy
interesante y digno de ser sabido; así que fíjate bien.
Capítulo XXIII
202
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
203
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XXIV
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Y harás que los banqueros te den unas líneas por escrito en un fo-
lio para mayor seguridad, y si haces más imposiciones en el día harás
lo mismo. Cuando saques el dinero, será el banquero quien te hará es-
cribir a ti el recibo, y así las cosas estarán siempre justificadas. Es ver-
dad que algunas veces no se piden estos recibos, pues, como se ha di-
cho, los libros de un banco son siempre públicos y oficiales. Pero
siempre es bueno tener precaución, ya que, como dijimos anterior-
mente, para un comerciante las cosas nunca están lo suficientemente
claras y justificadas. También podrías llevar la cuenta a nombre del
dueño o de los socios del banco, pues es lo mismo. Nombrando el
banco, como se ha hecho antes, se incluye al dueño y a sus socios. Si
quieres llevar la cuenta con el dueño, dirás: Por señor Girolimo Lipa-
mani, del Banco, añadiendo y socios, cuando los tuviera, A Caja, y
completarás el asiento en igual forma que el de antes.
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
L. S. G. P.
206
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Por otra parte, si actúas como banquero tendrás que recordar que,
al liquidar las cuentas con tus clientes o acreedores, deberás hacerles
devolver los papeles, documentos y escritos de propia mano que les
hubieras dado. A estos efectos, cuando entregues estos documentos, in-
dícalo siempre en el Mayor, al objeto de que no te olvides de ello y
puedas, así, reclamarlos y destruirlos en su momento, no vaya a ser que
alguien venga después con ellos a pedirte algo. Y hazte dar siempre re-
cibos cumplidos de todo, como acostumbran a hacer los que tratan en
cambios, pues la costumbre es que si tú vienes, por ejemplo, a Venecia
desde Ginebra con una letra de cambio sobre esta plaza, contra el se-
ñor Giovanni Francesco Baldi, de Florencia, y asociados, para que te
paguen a la vista, a una fecha determinada o a tu conveniencia, diga-
mos 100 ducados, en reembolso de un importe equivalente que tú en-
tregaste allí al que libró la letra, los indicados señor Giovanni y asocia-
dos, al aceptar la letra y pagarte dicho dinero, te harán escribir de puño
y letra dos recibos de un mismo tenor, y si no supieras escribir, lo ten-
dría que hacer un tercero por ti o un notario. No se contentarán con
uno, porque este uno deberán enviarlo al banquero de Ginebra que les
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
giró la letra diciendo que te pagaran por su cuenta los dichos 100 duca-
dos y que hicieran honor a su firma, como cortésmente han hecho, en
prueba de lo cual le remiten el recibo escrito de tu mano. El otro recibo
lo conservarán ellos, de forma que cuando pasen cuentas con él, no
pueda negárselo, y que tampoco tú puedas negarlo cuando vuelvas
allá, quejándote de él o del señor Giovanni, pues si así lo hicieras, te
mostraría dicho recibo escrito de tu propia mano y no sabrías qué de-
cir. Todas estas precauciones son necesarias por la poca honestidad que
hay hoy en día. Esta operación dará origen a dos partidas en los libros
de las partes, una en el del señor Giovanni haciendo deudor al que le
ha librado la letra de cambio, y otra en el del corresponsal de Ginebra
haciendo acreedor al señor Giovanni del importe de los 100 ducados,
una vez haya llegado a sus manos el indicado recibo. Y éstos son la
forma y el orden correctos que siguen los cambiadores de todo el mun-
do para que sus negocios se desarrollen con la adecuada claridad y jus-
tificación. De la misma manera, tú podrás, por tu parte, asentar todas
las cosas con mucha diligencia, si te tomas la debida molestia.
Capítulo XXV
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
entrada y salida, y lo cierran al tiempo del balance por traspaso a los li-
bros principales, uniendo su saldo al del resto de las operaciones. Esta
práctica no es rechazable en sí misma, pero da algo más de trabajo.
Capítulo XXVI
209
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XXVII
59 La última frase parece que no está completa en el original, por lo que no es se-
gura la interpretación que le hemos dado. Carlo Antinori, en su traducción al ita-
liano moderno, adopta también esta interpretación. Lo mismo hacen otros traduc-
tores.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XXVIII
212
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Martino debe en tal día, por sí mismo, por saldo puesto más atrás
en el haber para cancelar la cuenta, valen, f. 30 L. S. G. P.
Esto mismo harás con todas las cuentas que tuvieras que arrastrar
a un folio nuevo, posterior, engarzándolas del modo indicado, sin de-
jar ningún espacio en blanco entre ellas y las anteriores, porque las
cuentas se han de colocar siempre en el lugar que les corresponde, si-
guiendo el mismo orden en que se originaron, por su día y año, de
manera que nadie te pueda calumniar.
Capítulo XXIX
213
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XXX
214
Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo XXXI
215
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XXXII
Una vez bien aprendidas las cosas dichas en las páginas anteriores,
es preciso hablar ahora de la forma de pasar de un Mayor a otro nue-
vo cuando quisieras cambiar de libro, bien porque el anterior estuviese
completo, bien por cierre anual de las cuentas, como suele hacerse en
lugares importantes, en donde los grandes mercaderes cambian siem-
pre de libros cada año, al llegar el año nuevo.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
bra a decir en otros sitios, en la misma partida del Diario. Pon cuidado
en no poner nunca el punteo en ninguna partida tú solo, sin que lo
ponga él, o viceversa, porque de ello podrían seguirse grandes errores,
pues puntear una partida quiere decir que está registrada correctamen-
te, en debida forma. Y esto mismo lo tienes que hacer cuando presen-
tes la cuenta a un deudor, antes de entregársela, pues antes de hacerlo
deberás haber conferido y punteado las partidas del extracto con las
del Mayor y Diario, así como con las de todos los otros sitios donde
hubieras podido registrarlas, como antes se dijo en el capítulo 30.
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
64 Me hace observar Pierre Jouanique que esta palabra latina Ideo, que normalmente
los traductores omiten en sus versiones, introduce una petición de intercesión. En
efecto, en algún lugar que otro, Pacioli pide a sus lectores que recen por él. En
éste, lo mismo que en el párrafo final del capítulo 35, se limita a consignar la pri-
mera palabra de la fórmula final del Confiteor en latín: Ideo precor… et vos fratres,
orare pro me ad Deum Dominum nostrum, es decir, “Por eso ruego… y a voso-
tros hermanos que intercedáis por mí ante Dios Nuestro Señor”.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Capítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
219
DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
das las partidas de cada cuenta, las del debe y las del haber, comple-
tando siempre la suma menor, como te dije anteriormente al hablar del
arrastre de las cuentas, pues este traspaso a un nuevo Mayor es similar
en todo a aquel arrastre, con la única diferencia de que, en aquel caso,
el saldo se llevaba a un folio posterior del mismo Mayor, mientras que
en el nuestro se lleva a otro libro; consiguientemente, en aquel caso el
folio que se indicaba como referencia era uno del mismo libro, mien-
tras que ahora se indica un folio del libro siguiente. De esta manera,
en el traspaso de un libro a otro, se pone la partida del saldo una sola
vez en cada Mayor. Y esta prerrogativa la tienen en el Mayor sólo las
partidas de saldo y cierre, pues en todos los demás casos, como habrás
observado, las partidas tienen que tener su contrapartida en el mismo
libro.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Por esta cuenta de Capital, que conviene que sea siempre la última
cuenta que se cierre en todos los libros Mayores, podrás saber, a cuán-
to asciende toda tu hacienda, pues reúne los débitos y los créditos que
llevaste al Mayor A. Acto seguido, saldarás y traspasarás esta cuenta de
Capital del Mayor de la Cruz al Mayor A, igual que hiciste con las
otras. Este traspaso lo podrás hacer por el saldo o por las sumas de de-
be y haber, o incluso, si quieres, partida por partida. Pero lo más co-
rriente es pasar la cuenta por sus sumas, porque ellas recogen todo el
Inventario. Y al hacerlo, acuérdate de indicar los folios. Luego asenta-
rás todas las cuentas del Mayor A en el Índice nuevo, cada una en su
sitio, siguiendo las instrucciones que te di anteriormente en el capítulo
5, de forma que, cuando lo necesites, puedas localizar siempre con fa-
cilidad las cuentas que recogen tus negocios.
65 Basil S. Yamey advierte que este pasaje y el que inmediatamente le sigue constitu-
yen uno de los puntos más oscuros de la obra de Pacioli, habiendo creado serias
dificultades a los estudiosos y, sobre todo, a los traductores, que han tenido que
optar por interpretarlos a su buen saber y entender. Ver su artículo ya citado: “Pa-
cioli’s pioneering exposition of double-entry bookkeeping: a belated review”,
págs. 573 ss. Sin embargo, parece evidente que Pacioli, al hablar de que se anota-
rá en el haber de la cuenta de Capital el saldo acreedor de la cuenta de pérdidas
y ganancias, al lado de las otras partidas del Activo, se refería al momento en que,
al pasar el Inventario, se habían abonado estas cuentas en el haber de Capital. Así
parece que lo entiende también Carlo Antinori en su versión del Tratado de Pacio-
li al italiano moderno. En lo que se refiere al traspaso de la cuenta de Capital al li-
bro nuevo, del que se habla en el párrafo siguiente, me ha parecido que la inter-
pretación correcta, que daba todo su sentido a las palabras de Pacioli, era la de
ofrecer las tres posibilidades dichas: traspaso de la cuenta partida por partida; tras-
paso de las sumas del debe y del haber; y, finalmente, traspaso del saldo. Téngase
en cuenta, con respecto a la posibilidad de traspasar la cuenta de Capital al nuevo
libro Mayor partida por partida, que no estaba previsto hacer Inventario al co-
mienzo de cada ejercicio, sino solamente al inicio de los negocios. Véase, por otra
parte, mi trabajo ya citado: “Comments on Some Obscure or Ambiguous Points of
the Treatise De Computis et Scripturis by Luca Pacioli”.
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
ma summarum, y lo mismo harás con las del haber, cuyo total tam-
bién llamarás summa summarum, pero mientras la primera será la
summa summarum del debe, la segunda será la summa summarum
del haber. Ahora bien, si estas dos summe summarum son iguales, es
decir, si suma lo mismo la del debe que la del haber, ello querrá decir
que tu libro Mayor se ha llevado bien y que está correctamente cerra-
do, por la razón ya explicada en el capítulo 14. Si una de dichas sum-
me summarum fuera mayor que la otra, se pondría en evidencia que
existe un error en tu Mayor, error que tendrás que ponerte a buscar
con diligencia, empleando para ello toda la potencia del ingenio que
Dios te ha dado, así como los conocimientos aritméticos y contables
que habrás aprendido a fondo. Pues estos conocimientos, como decía-
mos al principio del presente tratado, son sumamente necesarios al
buen comerciante, porque si éste no fuera buen contable y no hiciera
bien sus cuentas desarrollaría su actividad a tientas, como si estuviera
ciego, de lo cual podría seguírsele grave daño. De forma que esfuérza-
te en ser un buen contable y un buen contador, a base de estudio in-
tenso y dedicación, pues la manera de llegar a serlo te la he ofrecido
plenamente y a tu comodidad en esta excelente obra, con todas las re-
glas e instrucciones necesarias debidamente ordenadas, las cuales po-
drás encontrar con toda facilidad gracias a la tabla dispuesta al princi-
pio. Aparte de ello, tal como te prometí en el capítulo 12, haré más
adelante un resumen de las cosas dichas para que te acuerdes mejor
de ellas, resumen que será como un sumario de lo más esencial que
contiene este tratado, cosa que sin duda te será de mucha utilidad. Y a
cambio, te acordarás de rezar por mí al Altísimo, para que yo pueda
seguir mi trabajo, mejorándolo siempre en alabanza y gloria suya.
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
Capítulo XXXV
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
Debe tenerse en cuenta también que cuando las cartas que man-
des sean importantes, tendrás que registrarlas previamente en un libro
especial, reservado a este solo objeto. En este registro, si la carta es de
gran importancia se deberá copiar al pie de la letra; esto sucede con
las letras de cambio, o con las que den cuenta del envío de género o
dinero, etc. En otros casos, se indica solamente lo esencial, a título de
recordatorio, diciendo, por ejemplo: en este día hemos escrito a Fula-
no que por Zutano le enviamos tal cosa, según nos pidió y encargó
por la suya de tal fecha, que está guardada en la bolsa tal. Y después
de sellar la carta que se envía y de poner la dirección, muchos acos-
tumbran a consignar su señal por fuera, para que se vea que es una
cosa de mercaderes, a los que se debe mucha consideración, porque
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
ellos son los que mantienen las repúblicas, como al principio de este
tratado te decía. Y a este mismo objeto de reverencia y consideración
los eminentísimos cardenales consignan en la parte de fuera su distin-
guido nombre, para que nadie pueda alegar que no sabía de quién era
la carta. Con el mismo propósito, pero con mucha mayor rotundidad,
el Santo Padre deja abiertas adrede las suyas, como sucede con las bu-
las, los privilegios, etc., aunque las cosas más íntimas y de mayor con-
tenido las pone bajo el sello del pescador. Después, todas las cartas,
mes a mes, y año a año, las atarás en mazos o legajos, y las colocarás
ordenadamente en un armario o alacena que sea segura, pues como
recibes cartas cada día, es conveniente que las guardes ordenadas para
que puedas encontrarlas en seguida cuando las necesites. No quiero
decir nada más sobre este asunto, porque sé que de sobras lo habrás
entendido.
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Capítulo XXXVI
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Todas las joyas y mercaderías que fueran tuyas, por haberlas gana-
do, o porque te hubieran sido legadas en testamento, o por haberlas
recibido en donación, las valorarás en dinero contante una a una, por
separado. Asimismo las anotarás en el Mayor asentando una partida
para cada cosa, de forma que a cada una la harás deudora diciendo:
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Por tantos dineros que se estima que vale tal cosa que poseo en el día
de hoy, y que abono en mi cuenta en éste a tal folio. Y acreditarás tu
cuenta, es decir, a ti mismo, por el importe de cada partida. Pero, ad-
vierte que estas partidas no deben ser menores de diez ducados cada
una, ya que las cosas pequeñas y de poco valor no se meten en el Ma-
yor.
Todos los bienes inmuebles que poseas, como son casas, propie-
dades, tiendas, has de hacerlos deudores. Así, estimarás lo que a tu jui-
cio vale la casa en dinero contante y sonante, y la harás deudora de
dicho importe, abonándotelo a ti mismo en tu susodicha cuenta. Y lue-
go harás deudoras a las propiedades una a una, por separado, esti-
mando lo que valen, y te harás acreedor a ti mismo, en la indicada
cuenta. Y como te he dicho al hablar de las reglas, todos los asientos
deben contener tres cosas, a saber: el día, el importe y la causa.
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
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do, con espacio suficiente para poder añadir más si hiciera falta, y al
margen se indicará las que se hubiesen perdido, o vendido, o regalado
o desgastado. Y no incluirás entre estas cosas aquellas de poco valor.
De igual manera, dejarás constancia de todas las cosas de latón por se-
parado, y lo mismo las de estaño, las de madera, las de cobre, las de
plata y las de oro, dejando siempre algunos folios en blanco para po-
der añadir más cosas, si fuese necesario, y también para dar noticia de
lo que faltase.
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Liras Sueldos Dineros Picioli Libras Onzas Dineros Granos Quilates Ducados
Florines grandes
MCCCC.LXXXXIII
Lodovico di Piero Forestani debe el día 14 de noviembre de 1493,
L. 44, S. 1, D. 8, por dinero en efectivo que se llevó prestado, y lo
pongo al haber de Caja, a folio 2
L. 44 S. 1 D. 8
74 Los ejemplos que siguen los pone Pacioli en su tratado en dos columnas, la de
la izquierda para el debe y la de la derecha para el haber, simulando un libro
Mayor. Juega con cuatro cuentas, por este orden: la de Lodovico di Piero Fores-
tani, con dos asientos en el debe y uno en el haber; la de la Caja en manos de
Simone d’Alesso Bombeni, con un asiento en el debe y dos en el haber; la de
Martino di Piero Foraboschi, con un asiento en el debe y otro en el haber; y, fi-
nalmente, la de Francescho d’Antonio Cavalcanti, también con un asiento en el
debe y otro en el haber. El debe y haber de las cuatro cuentas se presenta en-
frentado, con una pequeña separación entre cuenta y cuenta, de forma que pue-
da verse con facilidad el juego entre ellas. Los importes de los asientos, aparte
de estar consignados en el texto, se sacan fuera, a la columna de cantidades, de
acuerdo con las explicaciones que da Luca Pacioli en su Tratado. Como se ha
indicado en una nota anterior, la unidad monetaria de cuenta utilizada en estos
asientos no es la empleada en los ejemplos ofrecidos en los treinta y cinco capí-
tulos primeros, sino otra distinta, utilizada mayormente en Florencia, es decir,
las liras, los sueldos y los dineros. Este sistema era asimismo puramente imagi-
nario, es decir, sin existencia real, y se usaba sólo para expresar los importes
monetarios en los libros de los mercaderes. Hasta 1584 no se acuñó en Florencia
la primera lira real, a iniciativa de Cósimo I, en forma de pieza de plata; hasta
ese momento se había venido usando el florín de oro como moneda de elevada
cuantía. Ver W.-A. Shaw: Histoire de la monnaie 1252-1894, obra citada, pág.
246. Por otra parte, el texto de los asientos varía ligeramente de unos a otros,
sin duda para ilustrar el hecho de que no tenía que ajustarse a un modelo rígi-
do. Sin embargo, debe observarse que, en general, la redacción y disposición de
los asientos es diferente de la que se da en los ejemplos incluidos en el texto
del Tratado, según ha sido señalado por varios autores, que indican que los
asientos de este ejemplo práctico final han sido dispuestos a la manera toscana.
De igual forma, de acuerdo con lo que Pacioli recomienda en la parte final de
su obra, las explicaciones de la cuenta de Caja omiten la razón de las operacio-
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Traducción DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS
L. 18 S. 11 D. 6
L. 62 S. 13 D. 6
L. 18 S. 11 D. 6
L. 20 S. 4 D. 2
L. 20 S. 4 D. 2
L. 44 S. 1 D. 8
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DE LAS CUENTAS Y LAS ESCRITURAS Traducción
L. 18 S. 11 D. 6
L. 18 S. 11 D. 6
L. 62 S. 13 D. 6
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De Computis
et Scripturis
por
Luca Pacioli
(Reproducción fotográfica)
E
n esta reproducción se ofrecen los textos de la primera edición
de la Summa de Arithmetica, Geometria, Proportioni & Propor-
tionalita que han sido objeto de traducción. En primer lugar,
aparecen los folios 4 vº y 5 rº, sin numerar, del comienzo del volumen,
donde consta el Sumario de la terça parte principale. A continuación
figuran, sin solución de continuidad, los folios numerados desde el 197
vº, donde comienza la Tavola del Quaderno, hasta el 210 vº, en que
termina el Tratado.
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