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El autor indica que a partir del siglo XII, con la expansión del alfabetismo y la escritura en
lugares de Europa como Italia, Francia e Inglaterra, comenzaron a expandirse nuevos tipos
de producción escrita, como las cartas, registros, libros de cuentas y de familia, y manuales
técnicos.
1. A mano
2. Mecánica
3. Informática
Por otro lado, el autor señala que la escritura se encuentra relacionada con las instancias de
poder y control. De ahí hace un listado de las categorías de alfabetizados:
“La pecia” era un sistema de reproducción libraria en el que se realizaban varias copias de
un texto a la vez con distintos escribas. Los textos auténticos se depositaban en los
Paleografía Primavera 2018
Gamez Rivera Jeimmy
Luna Brenis Ma. del Rayo
Ramírez Berttolini Beatriz del Carmen
Rosas Vázquez Lucia
Téllez Aguilar Vania
Reporte de lectura módulo 2
1 de febrero de 2018
establecimientos especializados para ello, sin encuadernar y divididos en fascículos
autónomos. En las copias se reproducían los fragmentos que se consideraran necesarios
para la lectura.
Respecto a los sistemas gráficos utilizados a través de la historia, los que han sido más
difundidos son el latín y el árabe. Las funciones que tiene el sistema de escritura son
registrar textos y datos para conservar la memoria, y también comunicarlos para que otros
puedan utilizarlos en el presente y el futuro. Así que ambas se encuentran interconectadas,
pues la conservación implica la capacidad de ser revisados y analizados conforme pasa el
tiempo.
En la producción de textos escritos, los dos aspectos más significativos son: las actitudes
físicas y mentales, sus finalidades, escenarios, situaciones, tiempo e instrumentos; el otro es
la capacidad técnica, preparación cultural, rol social (en casos de reproducción). De esa
manera, el primero es relevante para el conocimiento de la cultura escrita, pues remite al
proceso previo a la escritura, a la manera en que este es dado. En cambio, el segundo habla
acerca de la mecánica del proceso como tal.
Los factores para fijar la escritura son: la variedad de materiales, técnicas e instrumentos; el
alfabetismo y la capacidad de lectura; el mercado librero; y la conservación institucional de
la escritura. Estos dos últimos fungen como mecanismos de control de la escritura pues
delimitan aquello que es correcto distribuir.
Las causas que pueden provocar la pérdida de textos son: destrucciones físicas –desastres
naturales, guerras-, causas materiales indirectas -cambios en procesos materiales y gráficos-
, causas culturales -censura, ideología y esnobismo-, renovaciones del canon librario –
Paleografía Primavera 2018
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Luna Brenis Ma. del Rayo
Ramírez Berttolini Beatriz del Carmen
Rosas Vázquez Lucia
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tradición y ruptura de acuerdo a distintos factores sociales e históricos-, formas de miedo, y
el azar –descubrimientos-.
De acuerdo con Albert d’Haenens, y contrapuesto a lo dicho por Pezzat, se debe realizar
una Paleografía de la lectura y el peritaje de las escrituras mediante la observación del
trazado y su evolución, y no el modo de trazar y su historia.
Los copistas eran los encargados de reproducir manualmente los textos; su labor era
comparada con la de los artistas, puesto que dibujaban las letras mediante movimientos
cortos. Realizaban una escritura con mano ligera y tenían el dominio del “ars bene
scribendi”. El acto de copia era a través de la lectura, memorización, escritura y vuelta al
original. Su lugar de trabajo era aislado, se sentaban en pupitres y utilizaban atriles. Un
elemento constitutivo de estas personas es que su nivel sociocultural era alto.
Por otra parte, los cajistas se dedicaban a la realización del texto impreso mediante el
diseño, la creación organización de la forma del espacio textual. Estos trabajaban en un
lugar cerrado y compartido entre varios, quienes se encargaban de distintas fases del
proceso. Su nivel sociocultural era anónimo y colectivo.
El tipo de errores que podían realizar los copistas eran en la lectura, dictado o en el orden
gráfico y fonético. En cambio, los cajistas podían tener errores como gazapos y letras
invertidas.
En el s. XV, las diferencias entre el libro manuscrito y el impreso eran que en la creación
del primero interviene una sola persona, mientras que en el segundo trabaja un conjunto de
individuos; además se utilizaban distintas técnicas para la realización de cada uno, aunque
en realidad existió un proceso de imitación del manuscrito en el impreso en la composición.
El libro científico ilustrado cobra auge en los siglos XVI y XVII debido a que servía como
una herramienta didáctica. Además era posible que llegara a un mayor número de personas,
al mismo tiempo que sirvió para ampliar la visión de los lectores sobre su mundo.