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ANÁLISIS DE LA PELICULA: EL CISNE NEGRO (2010)

CAMILA MURILLO FÚQUENE


11 DE NOVIEMBRE DE 2017

El siguiente es un análisis de la película “el cisne negro” a la luz de los conceptos del
psicoanálisis que son en este contexto útiles para entender lo que sucede en el transcurso de
la película con Nina Sayers (el personaje principal). Para retomar algunos de estos conceptos
es importante señalar que debemos conocer algo de la historia del sujeto, la cual no se muestra
en la película explícitamente, indagando a partir de algunos datos de la película, el padre de
Nina no aparece en ninguna parte de la película por lo que se puede decir que su madre (que
también era bailarina) quedó en embarazo como resultado de un encuentro casual, tuvo que
decidir en su momento si continuar con su embarazo o seguir con su carrera y finalmente
decidió tener a la niña.

La madre de Nina fue una mamá sobreprotectora e incluso intrusiva con su hija, puso muchos
de sus deseos y metas, es decir, la construcción del ideal del yo de la madre, cuando nació su
hija lo proyectó en ella. Desde corta edad introdujo a Nina en el ballet, lo que exigía mucha
disciplina y tiempo, por lo que Nina se desarrolló como una niña disciplinada, aislada de su
entorno social y muy protegida por su madre; uno de los conflictos que hay allí tiene que ver
con el complejo de Edipo y cómo se resuelve, en este caso Nina no creció con la figura o
función de un padre, solamente con una madre que prácticamente llenaba todos los roles
hasta un punto en donde eclipsaba la vida de su hija y por tanto la manera en la que ella
establecía vínculos con otras personas.

En referencia a lo anterior, podemos ver que un primer elemento de análisis es Nina y la


relación con su madre, podemos decir que hay una relación ambivalente entre ellas que por
un lado es de apego, cuidado, amor y por otro lado, de “odio” ya que Nina se encuentra
asediada ante las intrusiones de su madre; de esta relación se observa que la protagonista está
fijada en unas etapas de su desarrollo sexual, en primer lugar, la etapa sádico-anal en cuanto
hay una serie de conflictos entre la opresión o el sometimiento que tiene la madre sobre la
hija y las ganas y el deseo que tiene Nina por salir y liberarse de este asedio, esto lo podemos
ver ante las acciones de ella cuando quiere salir de fiesta y hacer lo que su madre espera que
no haga, o cuando se encierra en su cuarto y aún más cuando entra en el episodio psicótico y
la lastima a toda costa para salir de su cuarto, también cuando echa a la basura peluches y
elementos infantiles que tiene en su habitación, lo que indica una serie de conflictos con el
contener y el expulsar.

La relación entre Nina y su mamá es también ambivalente en cuanto a que su madre cuida y
protege a Nina pero por otro, tiene envidia de que escale puestos más altos que los que ella
llego a alcanzar, hay pulsiones de amor pero también de odio y destrucción, esto se puede
observar cuando ella le lleva el pastel y Nina lo rechaza, cuando descubre que tiene heridas
en la espalda etc, su “preocupación” porque la obra sea una presión negativa para su salud
no es más que un síntoma de la envidia que le produce que su propia hija alcance puestos
más altos que ella y aún más que ella haya tenido que abandonar su carrera por el nacimiento
de Nina.

Lo anteriormente descrito puede verse como uno de los conflictos centrales en los que la
psiquis de Nina se encuentra, el conflicto entre las ideas represivas de su madre que están
permeadas en toda la estructura psíquica del yo y el superyó acerca de ser una “niña buena”
es decir, estar pura, ser disciplinada, hacer caso ante las demandas de su madre y, por otro
lado, su lado “rebelde”, varias características soportan este argumento, por ejemplo, la madre
viste y desviste a Nina, su cuarto está pintado todo de rosa y tiene aspecto de una habitación
de niña pequeña aún con peluches, siempre fijado a una etapa infantil; estas ambivalencias
que están presentes en la vida de Nina forman una gran metáfora en la película acerca del
cisne negro y el cisne blanco que es el papel que Nina consiguió y que la llevará a la cúspide
de su carrera, pero tiene un largo reto en discusión en tanto Nina representa muy bien el papel
de lo “bueno”, la pureza, la delicadeza y la ternura, pero no logra interpretar el lado “negro”
o “malo”, es decir, el de la oscuridad, la seducción, lo prohibido.

Respecto al lado del cisne negro podemos observar el erotismo y el autoerotismo como
elemento que hace parte del cisne malo, elemento que podemos considerar como represivo
por ir en contra de los valores y cosas que se esperan de una “niña buena” es por ello que
cuando el director de la película le pide a Nina explorar su propio cuerpo, las acciones
autoeróticas que emprende como la masturbación aparecen como prohibidas o que su madre
no aprueba, aquí también se puede observar parte del conflicto entre los deseos sexuales
reprimidos y la realidad externa que es ser la “dulce niña” de mamá. El erotismo también es
sinónimo en este caso de pulsiones de destrucción o muerte.

Lo que muestra la película de trasfondo es cómo surge en Nina un grave episodio psicótico
en medio de los esfuerzos que hace por dominar, “sacar” o aceptar el lado del cisne negro
que lleva en sí. Uno de los primeros síntomas que presenta tiene que ver con su cuerpo: las
heridas en su espalda, que la madre menciona que se hace desde pequeña (lo que indica que
pueden ser resultado del conflicto que genera la intrusión de la madre en su yo) y que a pesar
de no haber aparecido antes, un evento estresor (la obra) marca la intensificación o
reaparición de este síntoma. Otra de las formas en las que el inconsciente se expresa es por
medio de los sueños: ella soñando ser el cisne blanco, amenazada por una fuerza oscura que
muestra los deseos y anhelos de Nina pero al mismo tiempo el miedo y aversión por descubrir
su lado “oscuro”.

Otra de las referencias importantes y de los conflictos que tiene Nina es que le quiten su papel
en la obra, ya que ser la protagonista hace parte de un goce y un placer que supone llenar o
alcanzar el ideal del yo y al ver amenazado este puesto empieza a funcionar una serie de
mecanismos de defensa, lo podemos observar por medio de la identificación proyectiva por
ejemplo, cuando entra al camerino de Beth (la anterior protagonista y preferida de la obra) y
se sienta a mirarse en su espejo y se lleva algunos de sus objetos personales como el labial y
una caja de cigarrillos en la cual, sentándose en su lugar, usando sus cosas se siente como
Beth, es decir, como la protagonista el rol central y la “consentida” del director.

Al observar que Beth salió y fue echada de la compañía empieza a tener ideas paranoides
sobre amenazas de su puesto en la obra es decir, empieza a tener miedo acerca de la
posibilidad de que le pase lo mismo que le pasó a Beth; otra de las cosas que suceden y son
eventos detonadores de la psicosis fue el accidente de Beth, que tiene varios significados
condensados, sus piernas rotas (elemento del cuerpo central en el ballet) y la decadencia que
supuso salir de la obra por no servir más en su contexto. Uno de los síntomas que se puede
tomar en cuenta tiene que ver con el “enamoramiento” que tiene Nina hacia su profesor, que
se puede concebir como otro de sus síntomas en tanto hay una serie de afectos que se
desarrollan en la relación profesional en donde la mujer idealiza a ese profesor como alguien
más experimentado, con talento, alguien a quien debe impresionar.

Los síntomas de la psicosis se expresan de varias formas: la más evidente es la presencia de


alucinaciones en donde se ve a sí misma en su lado “malo u oscuro”, estas alucinaciones
muestran que Nina no puede diferenciar su realidad interna, es decir, todos sus deseos,
fantasías, miedos, con su realidad externa, hay unas rupturas con su realidad en tanto empieza
a ver imágenes de sí misma y de otros de manera alterada. Una de las alucinaciones más
evidentes tiene que ver con su compañera Lilly, ella representa en la película el rol de una
mujer seductora, espontánea y “suelta”, justamente lo que Nina no logra alcanzar en su
interpretación.

Finalmente, otra de las características de la psicosis tiene que ver con la integración con la
identidad y la diferenciación de yo y no-yo, en un punto de la película, especialmente en la
presentación final, no es posible distinguir qué es realidad y qué hace parte de las
alucinaciones de Nina, alucinaciones que representan miedos pero también deseos, deseos
que ella misma no logra ubicar en un plano consiente; la diferenciación del yo y no-yo se da
como algo muy interesante sobretodo en la piel: cuando la piel se construye como el limite o
lo que mantiene “presa” a Nina, de la piel empiezan a brotar las alas y distintos colores que
hacen que Nina complete en su alucinación la otra parte que le faltaba, el lado negro, oscuro
y seductor y también como las laceraciones en la piel representan estos síntomas y conflictos.
***

Referencias:
Protozoa Pictures, Phoenix Pictures, Cross Creek Pictures (productores), Heyman, M. Heinz,
A (guionistas) Aronofsky, D. (director) (2010) Black swan. Estados Unidos.

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