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1.

El contacto es fundamental para tener a la otra otra parte enganchada a la


conversación,contacto visual y de vez en cuando también físico.

2. La aclimatación, la charla intrascendente,no son sólo son importantes a la hora


de establecerun rapport que dirían en la PNL. Es que además nos permiten
comprobar cómo se comporta la otra parte en esa situación en comparación con
aquellos momentos de la charla en que tocamos temas más profesionales,
tensos, o demás…

3. En relación con el punto anterior, y gracias a a esas comparaciones, podremos


detectar lo que llaman signos delatores: tics, comportamientos gestuales,
etc…que indican que la persona miente, está a la defensiva, etc..

4. El silencio es un arma poderosísima. Puede ser sumamente molesto,


desagradable, y precisamente por ello empujar a la otra parte a hablar.

5. Relacionado con lo anterior, es clave la escucha activa. Guamos la


conversación, pero no damos una conferencia. Generalmente salimos ganando si
la otra parte habla más que nosotros.

6. La entrevista, en función de su finalidad debe tener distintas fases de tensión.


Si empezamos arriba del todo ya hemos marcado un nivel, y será difícil obtener
algo positivo.

7. A veces son necesarias las pausas por el motivo anterior, y especialmente


también para dar tiempo a reflexionar a la otra parte.

8. Frente a alternativas duras, es necesario tener alguna salida que las suavice.

9. Es importante no dar soluciones mascadas a la otra parte. En vez de ello, y de un


modo un tanto socrático, con preguntas y sugerencias, hacer que el otro
extraiga las consecuencias que nosotros deseamos.

10. Como resultado del tipo de diálogo que acabamos de comentar, el éxito se
obtiene cuando la otra parte llega a las conclusiones que nosotros
queríamos y las asume como propias, teniendo la fe de que ha sido él el que
ha decidido. Eso supone una implicación máxima.

11. Incluso en situaciones muy duras, con intereses muy contrapuestos, te interesa
hacer que el otro sea parte de la solución, que colabore, y no parte del problema.
En definitiva, que cambie el rol de opuesto por el ayudante.

12. En caso contrario, si presionamos en exceso es muy posible obtener cierres


falsos, que nos digan que si por quitársenos de encima. A corto plazo igual
salimos satisfechos, pero estamos trabajando sobre bases falsas. Obtener un
cierre por el cierre no es nuestro objetivo.

Una parte fundamental del trabajo policial implica que el oficial dialogue con víctimas, testigos
y sospechosos. No importa si se trata
de un accidente de tránsito menor o de un asesinato: en el relato se esconde una verdad que el
agente querrá conocer para resolver el caso. La manera de abordar la charla dependerá de cada
situación en particular, tanto por lo sucedido como por el carácter de las partes, ya que no es lo
mismo entrevistar a un presunto violador que a una mujer o un niño.
Con el correr de los años han habido dos técnicas de interrogatorio policial que se han
destacado por sobre el resto. Se diferencian en la manera de observar las conductas
de los sujetos y en el método de manejo de la entrevista para provocar que la verdad
sea revelada. Estas son la kinésica y la de Reid.
TÉCNICA KINÉSICA
La entrevista kinésica reconoce e interpreta un amplio rango de conductas físicas y
verbales, conscientes e inconscientes, para establecer si un sujeto dice la verdad o
está mintiendo. Ningún signo por sí solo es prueba absoluta, sino que es el conjunto
de síntomas lo que puede permitir al investigador interpretar con cierto grado de
certeza si la persona se está comportando evasivamente o con falsedad.

Los elementos a los que se pone particular atención son los siguientes:

1. Conducta verbal. Hace hincapié en la forma de hablar: si hay vacilación en el


discurso, un silencio repentino o exceso de camaradería; si responde una pregunta
con otra pregunta o repitiendo la pregunta al comenzar la oración, o invocando el
nombre de Dios.
2. Respuestas divergentes. Las respuestas que se pueden dar en una entrevista
transitan por dos caminos de patrones conductuales. Si se consulta, por ejemplo, por
qué sus huellas estaban en el picaporte de la puerta que se violó, quien no tuvo que
ver con el hecho dirá que eso no es posible; mientras que alguien involucrado ofrecerá
algún tipo de excusa.
A veces el investigador hace preguntas falsas para tender trampas y conseguir una
admisión de culpabilidad. Esto no es ilegal. Por ejemplo, sostener que la persona fue
vista entrando a una habitación, aunque este dato no sea cierto.

3. Conducta no verbal. Los entrevistadores siempre ponen mucha atención al lenguaje corporal
ante las preguntas difíciles y van comparando las reacciones respecto a cómo responde a
preguntas normales o no amenazantes para ir registrando patrones.
Por ejemplo, si una persona tiene una posición relajada, pero ante una pregunta difícil
cruza sus brazos, se puede esperar un engaño. O si se frota la nariz cada vez que
niega su participación en el hecho y dicho gesto transcurre sólo en la entrevista y en
preguntas claves, entonces también probablemente esté mintiendo.

TÉCNICA REID
La técnica siempre comienza con una entrevista no acusatoria y cuando es el
momento apropiado se orienta la sesión hacia un interrogatorio, etapa que está
basada en nueve elementos.

1. Confrontación positiva. El investigador acusa de culpable al interrogado y espera la


reacción del sujeto para evaluarla, y continúa con otras inferencias que permitan
explicar y probar por qué y cómo cometió el delito. Se la conoce como una
‘declaración de transición’ para conseguir que el sujeto admita la culpa.
2. Desarrollo del tema. El investigador interpreta el tipo de personalidad del interrogado
y lo lleva a que se explaye sobre los aspectos temáticos que minimizan o justifican ese
tipo de delito. Una vez que la persona racionalizó lo sucedido y vio posibilidades de
que admita su responsabilidad, es más probable que confiese. Por ejemplo, hacer
hincapié en que otras personas habrían hecho lo mismo en su lugar.
3. Manejo de negaciones. El investigador intenta persuadir al interrogado de que no es
conveniente para él negar su implicación en los hechos. Ante un gesto como
queriendo llamar la atención, buscar la mirada del interrogador o abrir la boca, dando
la impresión de querer hablar, el oficial debería interrumpir la solicitud y expresar un
comentario desaprobatorio sobre el intento de negación. Agregar una expresión del
tipo: “Carlos, antes de que digas algo más déjame explicarte lo delicado que es este
asunto”, manteniendo la mano en alto en señal de detención y evitando el contacto
visual.
4. Objeciones inminentes. El interrogador debe racionalizar los argumentos del acusado
para desechar las excusas y razones del sujeto para negar su acusación.
5. Atención. El investigador siempre tiene que mantener la atención del interrogado. Si
aquél mantiene quieto, evita el contacto visual o cruza las piernas son señales de que
el sujeto está en otro asunto. Para captar su atención, el interrogador debe utilizar
técnicas invasivas de acercamiento físico, como ponerle la mano en el hombro, mover
la silla más cerca o moverse dentro de la línea de visión de la persona. También
utilizar técnicas verbales para dominar y controlar la atención del sujeto.
6. Pasividad. La conducta pasiva del sujeto puede tratarse de un indicador de que está listo para
admitir su culpabilidad. En estas circunstancias, el interrogador debería hacer un resumen de las
razones que tuvo la persona para cometer el delito y observar atentamente las reacciones de
aprobación o negación del sujeto.
7. Preguntas alternativas. El investigador hace una pregunta con dos respuestas
posibles, ambas incriminatorias. Por ejemplo: ¿Con el dinero pagaste lo que debías o
te lo gastaste en diversión? De un modo u otro admite culpabilidad.
8. Detallando eventos. Es necesario identificar las discrepancias y la falta de
concordancia en la historia que expresa el interrogado para aclarar los detalles
incriminatorios antes de establecer una admisión de culpabilidad completa. El método
apunta a utilizar palabras que bajen la carga emocional de los hechos. Preguntar
¿cuántas veces jalaste el gatillo?, en lugar de ¿cuántas veces le disparaste a
quemarropa?
9. Declaraciones escritas. Por último, es importantísimo que el sospechoso incluya en
una confesión escrita los detalles del delito, que solamente él puede conocer, y que la
declaración sea estructurada de manera tal que admita verdaderamente la culpabilidad
y que resultó de su voluntad natural de confesión, para evitar así un posterior rechazo
judicial.
OTRAS TÉCNICAS
Silencio: La mayoría de la gente se incomoda con el silencio y comienza a hablar
solamente para romper la tensión.
Empatía: Minimizar el sentimiento de culpa o la pena por una conducta ilícita cometida
para que le resulte menos difícil emitir una confesión. Por ejemplo, contando una
experiencia personal.
Apelar a las emociones y a la espiritualidad: La culpa les causa un gran peso en su
“alma” y el interrogador puede decir algo como: “Yo sé que eres una buena persona y
esto te está afectando. Si te libras de esa carga te sentirás mejor”.
Señalar signos de culpabilidad: Para incrementar la presión, demostrarle abiertamente
que está manifestando síntomas típicos de culpa.
Transmitir que se sabe todo: Después de hacer una pregunta, destacar que se sabe la
respuesta. Por ejemplo, alegando que se ha entrevistado a otras personas sobre el
asunto.
Ofrecer una oportunidad para mentir: Sugerir un escenario y situación que se sabe incierto
de antemano para escuchar si el sospechoso concuerda.
Un investigador deberá conocer, aprender y aplicar elementos de éstas y otras técnicas según
cuál le convenga en cada situación, desarrollando a la vez un estilo propio.
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