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Daniela Garrido Brown.

HIS4008

Discusión Bibliográfica.

Referencias:

CÉSAIRE, Aimé (2006). Discurso sobre el colonialismo. Madrid: Akal.

FANON, Frantz (2009). Pieles Negras, Máscaras Blancas. Madrid: Akal.

TROUILLOT, Michel-Rolph (1995). “Una historia impensable: la revolución haitiana como un no-
evento”. En: Silencing the Past. Power and the Production of History. Boston: Beacon Press, pp.70-
107. Traducción del inglés original de Manuel Talens.

El lenguaje, la negritud y el colonialismo.


La llamada “crisis de las humanidades” post segunda guerra mundial, pone en
cuestionamiento la influencia de la filosofía y los discursos hegemónicos dentro de la
historiografía, replanteando la forma en la que la historia está escrita y transformando la
disciplina, en la búsqueda de una renovación ideológica, que permita encontrar una
nivelación entre el discurso y la praxis. Estos cuestionamientos permiten el surgimiento de
los estudios culturales en la década de los 50’s, marcados por los procesos migratorios de las
colonias y el auge del capitalismo, problematizan directamente las categorías de análisis
como raza y género formadas en base a construcciones históricas.
La construcción de raza como una categoría ligada a las formas de dominación y
jerarquización, en función a las tonalidades de la piel, nace con los procesos de colonización
y la visión moderna que Europa articula de sí misma, en base a esto es que la presente
discusión bibliográfica pretende debatir las marcas del colonialismo y la función implícita de
la dialéctica dentro de las formas coloniales con relación a la cuestión de raza, para lograr
identificar cuál es la relación que se establece entre el lenguaje, la negritud y el colonialismo.
Con este fin utilizaremos los textos Discurso sobre el colonialismo de Aimé Césaire, Pieles
Negras, Máscaras Blancas de Frantz Fanon y Una historia impensable: la revolución
haitiana como un no-evento de Michel-Rolph Trouillot.
En este último, el autor nos presenta como la revolución haitiana fue impensable para
su época, desafiando las ideas que Europa tenía de los procesos coloniales, así como de raza
y esclavitud que desencadenan distintas formas de ocultamiento y silenciamiento de la
revolución como tal. Con esto Trouillot nos plantea cómo los arquetipos que construyen la
imagen del negro influyen de manera directa en cómo percibimos y escribimos la historia.
Según lo señala Fanon, estos arquetipos son un producto directo del colonialismo, el que a
través de la dialéctica sobrevive, obstruyendo la descolonización y liberación del negro. Es
preciso para comprender los procesos de colonización, entender que “[..] nadie coloniza
inocentemente, que tampoco nadie coloniza impunemente; que una nación que coloniza, que
una civilización que justifica la colonización y, por lo tanto, la fuerza, ya es una civilización
enferma, moralmente herida […]”1. La colonización, por tanto, según nos señala Césaire,
deshumaniza y desciviliza al hombre, impacta de tal manera que destruye la cultura existente
produciendo una ruptura en la civilización nativa del territorio colonizado, y es esta ruptura,
la que aún perdura a través de la dialéctica y las prácticas coloniales, que arrastran hasta el
día de hoy, los territorios presuntamente libres.
Césaire señala que un régimen de dominación que coarta la autodeterminación de un
pueblo como lo es el colonialismo, mata la potencia creadora de este mismo, lo que afecta
directamente a su cultura, el colonialismo irrumpe en la estructura que da forma a la cultura
de un pueblo, golpeando fuertemente tanto la organización política de este como su lengua.2
El lenguaje de un pueblo es parte de su cultura, por tanto, “hablar es […] asumir una cultura,
soportar el peso de una civilización”3. Al hablar de la colonización, no podemos pensarla
como un choque cultural igualitario, puesto que la colonización es dominación, no existe una
interacción pasiva, sino todo lo contrario, el colonizador se apropia de la cultura, destruye su
originalidad, trae su propia lengua y esta la impone frente al colonizado, en el caso del negro
antillano, este se verá enfrentado al francés, mientras que el dialecto tomará una connotación

1
CÉSAIRE, Aimé. Discurso sobre el colonialismo. Madrid: Akal, 2006, p. 17.
2
Ibid. p. 49.
3
FANON, Frantz. Pieles Negras, Máscaras Blancas. Madrid: Akal, 2009, p. 49.
negativa, y es aquí donde vemos como el negro se vuelve prisionero de sus arquetipos y
cómo el colonialismo no se erradica por completo, Fanon señala que existe aún, en cierta
medida, un comportamiento condescendiente del blanco hacia el negro, que es diferente
frente a un alemán o ruso, estos últimos son civilizados, tienen cultura, un pasado histórico a
diferencia del negro, un alemán, aunque no domine el francés no es tratado de igual forma,4
el color determina inteligencia, capacidad, humanidad y el lenguaje se vuelve parte de esto,
el francés es civilización y el dialecto no, pero el negro desea mostrar lo contrario y al luchar
en contra de estos arquetipos se vuelve contra sí mismo, contra su identidad, he intenta
igualarse al blanco, se ilustra para demostrar al blanco que es civilizado, abandona el dialecto,
desea hablar francés como medio para demostrar su humanidad.
La negritud para Césaire está conformada por estos arquetipos, no pertenece al orden
biológico, sino a una suma de experiencias que han caracterizado y definido de una forma al
humano,5 representa una toma de conciencia,6 una búsqueda de identidad,7 es el apoderarse
de sus propios arquetipos, cambiarles el significado, volver a hacer suyo el lenguaje, generar
nuevamente una armonía cultural y junto con ello la unidad, que permita la reconstrucción
del pueblo colonizado. No existe por tanto el negro sino como una construcción del lenguaje
echa con la finalidad de legitimar los procesos de esclavitud y colonización, podemos decir
entonces, que la lucha del negro por igualarse al blanco surge desde el colonialismo, “[…]
yo empiezo a sufrir por no ser un blanco en la medida en la que el hombre blanco me impone
una discriminación, hace de mí un colonizado, me arrebata todo valor, toda originalidad
[…]”.8
La construcción de narrativas históricas relacionadas a los procesos de colonización
ha también contribuido con la permanencia de estos arquetipos. El silenciamiento de la
revolución haitiana que señala Trouillot es un claro ejemplo de esto, existe una
incomprensión y un desentendimiento que no permite comprender como una revolución, lo
que sucede en Haití, se le resta importancia a las resistencias, las que se tratan como
acontecimientos individuales, restándoles así su contenido político. El autor reconoce dos

4
Ibid. p. 58-59.
5
CÉSAIRE, Aimé. Op cit. p. 86.
6
Ibid p. 87.
7
Ibid. p. 90
8
FANON, Frantz. Op cit. p. 102.
tropos o sistemas de silenciamiento que se presentan en la historiografía, al primero le llama
fórmulas de borrado y en esta se trata de borrar directamente el hecho de una revolución, que
se ve reflejado por ejemplo en los textos escolares, el segundo tropo intenta eliminar el
contenido revolucionario de diversos acontecimientos a través de formas explicativas.9 Estos
silenciamientos responden a que una revolución de esclavos como Trouillot lo señala era
impensable, y lo era debido a estos discursos hegemónicos de raza y esclavitud, el negro no
podía organizar resistencias “[…] ya que reconocerlas hubiese significado reconocer la
humanidad del esclavizado”10.
La idea del progreso surgida desde la ilustración trae consigo la posibilidad de la
perfección del hombre que pone en cuestionamiento la esclavitud, no por razones morales,
sino más bien, prácticas “el Otro occidentalizado parecía cada vez más rentable en Occidente
si se convertía en un trabajador libre”11. La obtención de la libertad que Fanon entiende, es
más una sedición, el blanco ya no considera necesario al negro y lo libera, esto se condice
con los discursos ya señalados, la idea que tiene el negro de libertad es según lo señala el
autor, una idea de libertad blanca, “el negro ignora el precio de la libertad, porque no ha
combatido por ella”12.
Podemos señalar entonces, tal como Césaire lo expone, que en los colonizadores
existe una descivilización, una barbarie que destruye sin remordimientos toda una cultura, que
los discursos y arquetipos que surgen con estos procesos influyen de manera directa en cómo
percibimos hechos como la revolución haitiana presentada por Trouillot, llegando a ser
impensables, silenciándolos y marcando las formas en la que se ha escrito la historia, de las
que el negro se intenta desencadenar, construyendo una identidad, una negritud, que se revela
pero que a pesar de eso, y como Fanon plantea, aún se encuentra presa de estas marcas del
colonialismo presentes en la dialéctica, y es precisamente esta la relación que se establece
entre el lenguaje, la negritud y el colonialismo, una especie de efecto dominó, donde el
colonialismo desata un huracán que arremete contra una cultura, destrozando su estructura a

9
TROUILLOT, Michel-Rolph. “Una historia impensable: la revolución haitiana como un no-evento”.
En: Silencing the Past. Power and the Production of History. Boston: Beacon Press, 1995. Traducción
del inglés original de Manuel Talens. p. 378.
10
Ibid. p. 364.
11
Ibid. p. 361.
12
FANON, Frantz. Op cit. p. 182.
través del lenguaje, permitiéndole perdurar en el tiempo, marcando las relaciones sociales
del negro, reduciéndolo a un mosaico cultural.13 Con esto, admitimos que las marcas del
colonialismo perduran en la actualidad en aquellas naciones que parecen haber encontrado
soberanía y que la destrucción cultural, económica y social que el colonialismo generó en
estas naciones, es irreconstruible, pero no así una identidad, esto es lo que debemos propiciar,
que el negro no sea más prisionero de sus arquetipos, sino lo contrario, que este encuentre en
ellos una vuelta y se apropie de estos, los haga suyos, que el negro no esté sublevado más al
blanco sino a sí mismo, que se le permita crear nuevamente y que encuentre a través del
lenguaje su propia identidad.

13
ÉSAIRE, Aimé. Op cit. p. 56.

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