Vous êtes sur la page 1sur 1

El estrés y su influencia en nuestra vida.

Quizás muchas veces a lo largo de nuestra vida y en nuestro vivir cotidiano nos digamos a nosotros
mismos que sería mejor no tener estrés o muchos de los malestares tanto psíquicos como físicos los
atribuimos al estrés. Pero, es válida la pregunta: ¿Es posible una vida sin estrés? La respuesta es
NO. El estrés, al que podemos definir como una reacción psicofísica ante una situación que nos
desborda en nuestra capacidad de respuesta puede ser:
- un estrés normal o “saludable” que es aquel en el cual experimentamos una situación que nos
provoca un desborde o desequilibrio, el cual puede ser momentáneo, pero del cual nos podemos
reacomodar y seguir adelante. Este estrés puede considerarse como el motor o impulso que nos
permite hacer cosas y también comporta cierto aprendizaje de distintas maneras de responder ante
situaciones diversas.
- hay también un estrés patológico que es aquel en el cual la situación o evento estresante supera
ampliamente nuestra capacidad de respuesta y genera un estado de desequilibrio tal, que nos resulta
difícil recomponernos.
Muchas veces también es una situación de estrés repetida en el tiempo lo que finalmente hace que
nos sintamos desequilibrados, desbordados y que muchas veces se traduce en síntomas físicos,
psíquicos y las más de las veces en ambos.
Por supuesto, la capacidad de responder a las situaciones de estrés sin que se provoquen grandes
desequilibrios depende de muchos factores, pero principalmente de nuestros propios mecanismos de
afrontamiento, los cuales podríamos decir que se han generado a lo largo de la historia de nuestra
propia vida y está en las distintas experiencias que hemos vivido, en la forma de responder que
hemos aprendido a lo largo de nuestra vida y en otros factores intervinientes más.
Sin duda, esto es posible de modificar adquiriendo nuevas formas de enfrentar las situaciones
estresantes mediante un nuevo aprendizaje. También existen mecanismos para atenuar las
situaciones estresantes o en todo caso más bien para atenuar los efectos de las situaciones
estresantes.
Sin duda estos mecanismos son variados, entre ellos podemos encontrar situaciones que nos
protegen de alguna manera frente al estrés.
Una vida social y de relación satisfactoria nos coloca sin duda en mejores condiciones de afrontar el
estrés.
El deporte y la realización de ejercicio físico prepara nuestro cuerpo y nuestra mente para enfrentar
el estrés cotidiano de una mejor forma.
Es también muy importante el mantener determinadas rutinas y hábitos saludables como ser: un
buen descanso, pausas activas durante la realización de nuestro trabajo sobre todo si el mismo es de
tipo sedentario. También contribuye en forma positiva el mantener hábitos de alimentación
saludable tanto en lo referente a la calidad de los alimentos que consumimos como en lo atinente a
la cantidad de los mismos.

Vous aimerez peut-être aussi