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Auto descripciones:
Regularmente me inquietan los latidos de mi corazón.
Los pequeños disgustos me ponen nervioso y me irritan.
Frecuentemente siento miedo repentino sin ninguna razón.
Me preocupo en forma continua y me siento deprimido.
Con frecuencia tengo síntomas de cansancio y fatiga totales.
Siempre es difícil para mí el tomar decisiones.
Parece que siempre le temo a algo.
Todo el tiempo me siento que no podré sobreponerme a mis problemas.
Me siento bajo tensión de manera constante.
Curso: muchos individuos con trastorno de ansiedad generalizada se consideran ansiosos
o nerviosos de toda la vida. Aunque más de los que acuden a la consulta manifiestan que el
trastorno empezó en la segunda infancia o la adolescencia, no es raro que el trastorno se
inicie a partir de los 20 años de edad. El curso es de carácter crónico, pero fluctuante, con
frecuentes agravamientos coincidiendo con periodos de estrés.
Curso: la edad de inicio del trastorno de angustia varia considerablemente, lo más típico
es que el inicio tenga lugar entre el final de la adolescencia y la mitad de la cuarta década
de la vida, lo que podría indicar una distribución de tipo bimodal, con un pico de incidencia
al final de la adolescencia y otro pico de menor entidad en la mitad de la cuarta década de
la vida. Un numero reducido de casos puede iniciarse en la segunda infancia, y el trastorno
también puede aparecer, aunque es poco frecuente en mayores de 45 años. Las
descripciones retrospectivas que efectúan los individuos visitados en los centros
asistenciales sugieren que el curso típico es de carácter crónico, con altas y bajas. Algunas
personas presentan brotes episódicos separados por años de remisión, mientras que otras
presentan permanentemente un cuadro sintomático intenso. Aunque la agorafobia puede
aparecer en cualquier momento, suele hacerlo en el primer año de las crisis de angustia
recidivantes. El curso de la agorafobia y su relación con el curso de las crisis de angustia
con variables. En ocasiones una disminución o remisión de las crisis de angustia es seguida
de cerca por una disminución correspondiente de la evitacion y ansiedad agorafobias. Otras
veces la agorafobia adquiere un carácter crónico independiente de la presencia o ausencia
de crisis de angustia. Algunos individuos manifiestan que disminuyen la frecuencia de las
crisis de angustia evitando exponerse a ciertas situaciones. Los estudios de seguimiento
efectuados en personas tratadas en centros de asistencia terciaria, sugieren que, al cabo de
6-10 años de tratamiento, cerca del 30% de los individuos se encuentra bien, entre el 40 y el
50% han mejorado, pero siguen con algunos síntomas, y el 20-30% restante sigue igual o
incluso peor.
Fobias: las personas que padecen fobias tienen miedos que se relacionan con objetos,
personas o situaciones específicos. Con frecuencia, las fobias se desarrollan en forma
gradual o empiezan con un ataque de ansiedad generalizada. Las fobias son trastornos
comunes que afectan a las mujeres con una frecuencia del doble que a los hombres. El
índice de este trastorno es mas alto entre los afro estadounidenses que entre los blancos o
los hispanos. Por lo regular, las fobias empiezan antes de la edad adulta y es probable que
se vuelvan crónicas. Las fobias se pueden agrupar en tres tipos principales: fobias simples,
fobias sociales y agorafobia.
De manera tradicional, las fobias reciben su nombre por medio de prefijos griegos que
representan el objeto al que se teme, como lo muestran los siguientes ejemplos:
Acrofobia: miedo a las alturas.
Agorafobia: miedo a los lugares abiertos y los escenarios poco familiares.
Acuafobia: miedo al agua
Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
Xenofobia: miedo a los extraños.
Fobias simples: son el tipo de fobia que ocurre con mayor frecuencia. Incluye distintos
miedos irracionales, como el miedo intenso por cierto tipo de animal o a estar en un lugar
cerrado. Las fobias simples pueden surgir de un miedo anterior o una situación que produce
ansiedad que originalmente comprendía al tipo de persona o situación que más tarde se
relaciona con la fobia. Los procedimientos que emplean la estrategia del condicionamiento
clásico de aparear él estimulo fóbico con una respuesta de no-ansiedad, también se utilizan
con éxito para el tratamiento de las fobias simples.
Curso: la media de edad de inicio varia en cada tipo de fobia especifica. Tiende a seguir
una distribución bimodal, con un primer pico de incidencia en la segunda infancia y un
segundo pico en le mitad de la tercera década de la vida. Para la fobia ambiental, el inicio
suele situarse en la segunda infancia, si bien muchos casos nuevos de fobia a las alturas
aparecen al principio de la edad adulta. La segunda infancia también suele constituir la
edad de inicio en la fobia animal y en la fobia a la sangre-inyecciones-daño.
Entre los factores que predisponen a la aparición de fobia especificada cabe citar los
acontecimientos traumáticos, crisis de angustia inesperadas en la situación que se convertirá
en temida, observación de otros individuos que sufren traumatismos o muestran temor, y
trasmisión de informaciones. Los objetos o situaciones temidos tienden a implicar aspectos
que ciertamente pueden o han podido representar una amenaza en algún momento de la
historia de la humanidad. Las fobias generadas por acontecimientos traumáticos o por crisis
de angustia inesperadas acostumbran a aparecer de forma particularmente aguda. Las fobias
de origen traumático no presentan una edad de inicio característica. Las fobias que persisten
durante toda la época adulta rara vez suelen remitir.
Fobias sociales: el miedo y la vergüenza intensos que son incapacitantes al tratar con
otras personas caracterizan a las fobias sociales. Estas fobias son el tipo menos común de
fobias específicas. Los temores a sonrojarse en una situación social o comer en presencia de
otras personas son dos fobias sociales que son especialmente difíciles de tratar con éxito.
Curso: la fobia social suele aparecer típicamente a mediados de la edad adulta, a veces
con el antecedente infantil de timidez o inhibición social. Algunos individuos sitúan el
inicio del cuadro al principio de la segunda infancia. La aparición del trastorno puede
seguir bruscamente a una experiencia estresante o humillante, o bien puede hacerlo de
forma lenta e insidiosa. El curso de la fobia social acostumbra a ser crónico o continuo. A
menudo persiste durante toda la vida, si bien a veces remite total o parcialmente en el
transcurso de la edad adulta. La intensidad del trastorno y sus consecuencias en la actividad
diaria del individuo dependen principalmente de los acontecimientos vitales estresantes y
de las exigencias sociales del lugar o la profesión.
Técnicas de autoayuda interpersonal para las personas que padecen una fobia social:
Responder a los síntomas de ansiedad mediante la aproximación, en lugar del retiro.
Saludar a las personas en forma apropiada, estableciendo contacto con la vista.
Escuchar con detenimiento a las personas y elaborar una lista mental de los posibles
temas de conversación.
Demostrar que desea hablar; iniciar una conversación. (hacer preguntas es más fácil,
ya que atrae la atención hacia la persona que se espera que conteste)
Hablar en voz alta sin murmurar.
Tolerar algunos silencios.
Esperar las señales de las demás personas para decidir donde sentarse, cuando tomar
una bebida y sobre que hablar.
Aprender a tolerar la critica al presentar controversia en forma deliberada en un
punto apropiado.
Las características más comunes del trastorno obsesivo-compulsivo son las siguientes:
La obsesión o compulsión penetra con insistencia y persistencia en la conciencia del
individuo.
Un sentimiento de amenaza ansiosa ocurre si por alguna razón se evita el
pensamiento o acto.
La obsesión o compulsión se experimenta como si fuera algo extraño para sí mismo;
es inaceptable e incontrolable.
El individuo reconoce la calidad absurda e irracional de la obsesión o compulsión.
El individuo siente la necesidad de resistirse a ellas.
Trastorno por estrés agudo: se caracteriza por síntomas parecidos al trastorno por
estrés postraumático que aparecen inmediatamente después de un acontecimiento altamente
traumático.
Curso: los síntomas del trastorno por estrés agudo se experimentan durante o
inmediatamente después del trauma, duran como mínimo 2 días y, o bien se resuelven en
las 4 primeras semanas después del acontecimiento traumático, o bien él diagnostico debe
ser sustituido. Cuando los síntomas persisten mas de 1 mes, puede estar indicando él
diagnostico de trastorno por estrés postraumático si se cumple la totalidad de sus criterios
diagnósticos. La intensidad, duración y proximidad de la exposición al acontecimiento
traumático son los factores más importantes en relación con la posibilidad de presentar un
trastorno por estrés agudo. Existen algunas pruebas que demuestran que la calidad del
apoyo social, los antecedentes familiares, las experiencias durante la etapa infantil, los
rasgos de la personalidad y los trastornos mentales preexistentes pueden influir en la
aparición del trastorno por estrés agudo. Este trastorno puede aparecer en individuos sin
ningún factor predisponente, sobre todo cuando el acontecimiento resulta muy traumático.
El contexto en que aparecen los síntomas de ansiedad puede indicarse mediante el empleo
de las siguientes especificaciones:
De inicio durante la intoxicación: debe utilizarse si se cumplen los criterios
diagnósticos de intoxicación por una sustancia y los síntomas aparecen durante el
periodo de intoxicación.
De inicio durante la abstinencia: debe utilizarse si se cumplen los criterios
diagnósticos de abstinencia de una sustancia y los síntomas aparecen durante o poco
después del síndrome de abstinencia.