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EXTRAORDINARIOS

Este grupo de cuentas es utilizado para registrar los activos que las instituciones
bancarias acepten en cancelación o pago parcial de créditos a su favor, o bien los que
por el mismo concepto le sean adjudicados, en virtud de acción judicial promovida contra
sus deudores.

Estos activos son improductivos porque no generan de forma habitual o generalizada


productos para las instituciones bancarias, la mayoría originan gastos, derivados de las
etapas del proceso administrativo de la gestión, para cumplir con la normativa vigente y
la conversión en activos productivos.

Toda clase de operaciones activas de las entidades bancarias se pueden transformar en


activos extraordinarios, de allí que entre esta clase de activos se encuentren bienes
muebles, inmuebles e intangibles.

De acuerdo con el instructivo emitido por la Superintendencia de Bancos, para la


recepción de la información mensual de cartera de créditos, los activos que los bancos
pueden aceptar en garantía de financiamiento otorgados son los siguientes:
1. Hipotecas
2. Bienes inmuebles embargados
3. Bienes inmuebles fideicomitidos
4. Prenda agraria-ganadera
5. Prenda industrial
6. Vehículos automotores
7. Otras garantías mobiliarias
8. Fideicomisos de garantía sobre prendas
9. Fideicomisos de garantías sobre otras garantías mobiliarias
10. Bonos de prenda
11. Obligaciones propias
12. Obligaciones emitidas o garantizadas por el Estado de Guatemala
13. Obligaciones emitidas o garantizadas por el Banco de Guatemala
14. Obligaciones financieras emitidas por bancos, sociedades financieras o entidades
fuera de plaza, autorizadas para operar en Guatemala.
15. Certificados de depósito a plazo emitidos por bancos, sociedades financieras o
entidades fuera de plaza, autorizados para operar en Guatemala.
16. Cartas de crédito stand-by emitidas por entidades sujetas a la vigilancia e
inspección de la Superintendencia de Bancos de Guatemala.
17. Garantías, fianzas o avales emitidos por entidades sujetas a la vigilancia e
inspección de la Superintendencia de Bancos de Guatemala.
18. Cédulas hipotecarias garantizadas por el Instituto de Fomento de Hipotecas
Aseguradas (FHA).
19. Cédulas hipotecarias garantizadas por una entidad afianzada para operar en
Guatemala.
20. Títulos valores emitidos por otras entidades privadas con calificación de riesgo
dentro del grado de inversión.
21. Acciones emitidas por otras entidades privadas en calificación de riego dentro del
grado de inversión.
22. Acciones emitidas por empresas constituidas en Guatemala.
23. Deuda soberana de países fuera de la región centroamericana con calificación de
riesgo dentro el grado de inversión.
24. Deuda soberana de países de la región centroamericana con calificación de riesgo
igual o mejor a la de Guatemala.
25. Cartas de crédito stand-by emitidas por bancos de países fuera de la región
centroamericana con calificación de riesgo dentro del grado de inversión.
26. Garantías o avales emitidos por bancos de países fuera de la región
centroamericana con calificación de riesgo dentro del grado de inversión.
27. Cartas de crédito stand-by emitidas por bancos de la región centroamericana con
calificación de riesgo que denote una alta capacidad de pago o cumplimiento de
sus obligaciones en los plazos previstos.
28. Garantías o avales emitidos por bancos de la región centroamericana con
calificación de riesgo que denote una alta capacidad de pago o cumplimiento de
sus obligaciones en los plazos previstos.

ADMINISTRACION DE LOS ACTIVOS EXTRAORDINARIOS

De acuerdo a la práctica, algunas entidades bancarias, no asignan una cantidad


suficiente de recursos para la gestión de activos extraordinarios y, los controles físicos y
lógicos que establecen para medir y monitorear estos, no corresponden a valor o cuantía
de los recursos que se encuentran invertidos en los mismos.

La gestión y el control de activos extraordinarios está encaminada a la administración y


a la obtención del máximo rendimiento de los bienes que las instituciones bancarias
acepten en cancelación total o parcial de créditos a su favor o bien que les hayan sido
adjudicados por acción judicial promovida contra sus deudores.

Estos activos debe ser gestionados y controlados porque no se encuentren libres de


riesgos, por ejemplo: los bancos se verían afectados si los precios mobiliarios e
inmobiliarios experimentan una brusca y drástica caída lo que vendría a afectar su
rentabilidad. En cuanto a la gestión de los riesgos a que se encuentran expuestas las
entidades bancarias, la Ley de Bancos y Grupos Financieros, Decreto 19-2002 del
Congreso de la Republica de Guatemala, regula lo siguiente:

“ARTICULO 55. RIESGOS. Los bancos y las empresas que integran grupos financieros
deberán contar con procesos integrados que incluyan, según el caso, la administración
de riesgos de crédito, de mercado, de tasas de interés, liquidez, cambiario, de
transferencia, operacional y otros a que estén expuestos, que contengan sistemas de
información y un comité de gestión de riesgos, todo ello con el propósito de identificar,
medir monitorear, controlar y prevenir riesgos.”

GESTION DE RIESGOS

La gestión de riesgos es la fijación de criterios de aceptación de los riegos que se desean


gestionar dentro de las instituciones, de acuerdo con su ámbito de actividad y con los
objetivos de rentabilidad y solvencia perseguidos a través del análisis y evaluación de los
riesgos existentes en cada instante a nivel global de manera individual por cada unidad
de negocios. En el presente caso se enfocan los riesgos que se pueden identificar en el
entorno de los activos extraordinarios y se refieren a los siguientes:

Riesgo de Liquidez, es el riesgo de un estancamiento en la venta de los activos


extraordinarios con el cual los recursos inmovilizados en activos extraordinarios dificulten
la gestión financiera y de tesorería de las entidades bancarias.

Riesgo de Mercado, es decir, el riesgo de que se produzcan cambios adversos en el


entorno económico que podrán causar un declive en los precios de los activos. Que los
activos estén situados en zonas peligrosas que originen pérdida de valor.

Riesgo legal, las entidades bancarias están expuestas al riesgo legal y como
consecuencia la posibilidad de sufrir pérdidas por:
- Incapacidad legal para ejecutar los derechos que se suponía otorgaban los
documentos suscritos en relación con las garantías.
- Falta de documentación adecuada.
- Compensación económica a terceros (proveedores, Estado, etc.) como consecuencia
del incumplimiento de la ley. Dichas compensaciones pueden materializarse en
indemnizaciones, multas e impuestos no previstos inicialmente.
Riesgo Operacional, se define como la posibilidad que se produzca una perdida
financiera debido a acontecimientos inesperados en el entorno operativo y tecnológico
de las entidades. Dentro del riesgo operacional incluye una variedad de riegos tales
como:
- Deficiencias de control interno
- Fallos en los sistemas de información
Estos riesgos surgen por la carencia de personal y tecnología, o por contar con personal
poco calificado o escaso y por la falta de apoyo tecnológico, adecuado, lo cual puede
afectar la gestión de los activos extraordinarios ya que estos pueden ser subvaluados o
sobrevalorados, lo cual trae problemas de credibilidad y solvencia para las instituciones
bancarias.

EL CRÉDITO BANCARIO EN GUATEMALA

Para comprender de una mejor forma la concepción del crédito bancario, es necesario
definir en primera instancia el concepto de lo que es crédito: “Capacidad de comprar u
obtener un préstamo, respaldada por una promesa de pago dentro de un período,
algunas veces vagamente especificado, después de la entrega”.

En consecuencia, una operación de crédito se refiere a la confianza que se deposita en


una o varias personas al proporcionar una cantidad de dinero, con la promesa de una
compensación adicional y proporcional a lo recibido, es decir que es el cambio de un bien
presente por un bien futuro. Por lo anterior, se puede definir al crédito bancario, como al
acto mediante el cual una parte (banco), que tiene a su cargo el manejo de fondos propios
y de terceras personas, otorga a otra (usuario o interesado) una cantidad de dinero en
préstamo a determinado plazo a una tasa de interés dada y garantía previamente
pactadas y formalizado en un contrato.

La concesión de créditos representa la actividad más importante para las instituciones


bancarias y para el país, al disponer de recursos para el financiamiento de la actividad
económica, es por ello que se requiere que dicha actividad conlleve la existencia de
normas y procedimientos y controles orientados a velar por el buen desarrollo en las
concesiones de los créditos, en sus etapas de colocación, administración y cancelación.
Por lo indicado, la actividad principal de los bancos la constituye el crédito bancario.

El Reglamento para la Administración del Riesgo de Crédito, Resolución de la Junta


Monetaria No. JM-141-2003 del 24 de octubre de 2003, lo denomina como “activos
crediticios” y lo define así: “Son todas aquellas operaciones que impliquen un
riesgo crediticio para la institución, directo o indirecto, sin importar la forma
jurídica que adopten o su registro contable, tales, como: préstamos, documentos
descontados, documentos por cobrar, pagos por cuenta ajena, deudores varios,
financiamientos otorgados mediante tarjeta de crédito, arrendamiento financiero o
factoraje, y cualquier otro tipo de financiamiento o garantía otorgada por la
institución”.

CLASIFICACIÓN DE LOS CRÉDITOS BANCARIOS

Para la clasificación de los créditos bancarios es conveniente tener criterios de


diferenciación en cuanto a la garantía, monto y plazo del préstamo.

SEGÚN LA GARANTÍA
La garantía constituye el soporte del crédito. Sirve como respaldo del cumplimiento por
parte del deudor para con la institución bancaria. La garantía es importante, debido a que
en un momento dado el deudor no pueda responder con la obligación pactada, el banco
tendría que hacer uso de la garantía para recuperar el capital prestado con sus
respectivos intereses. Las garantías constituidas a favor de los bancos pueden ser:

Garantía fiduciaria
Es aquella garantía que se exige cuando se otorgan créditos generalmente a corto plazo.
Estos financiamientos están garantizados con el compromiso de cancelarlos que
adquiere el deudor. Este tipo de préstamos se respalda con la firma del deudor.
Normalmente existe colateralmente la obligación de un codeudor el cual se convierte en
forma solidaria en prestatario ante el banco otorgante.

Garantía hipotecaria
Es la garantía que se otorga cuando el deudor recibe un préstamo es de carácter
inmobiliaria a favor del banco prestatario (terrenos, fincas, casas, etc.). Representa una
fuente principal de respaldo sobre la obligación constituida, normalmente son concedidos
a largo plazo

Garantía prendaria
Este tipo de crédito se caracteriza por las garantías sobre bienes muebles que el deudor
endosa a favor del banco, para asegurar el cumplimiento de la obligación, representando
una garantía real y tangible.
Garantía con bono de prenda
Es la garantía que se otorga por parte del deudor, pero en este caso intervienen también
los Almacenes Generales de Depósito, pues éstos como instituciones auxiliares de
crédito velarán porque la prenda en garantía se encuentre depositada físicamente en sus
instalaciones o en bodegas habilitadas por ellos. Estas instituciones como auxiliares de
crédito tienen facultades legales para emitir los certificados de depósito y los bonos de
prenda.

Los certificados de depósito, son títulos representativos de la propiedad de las


mercaderías en depósito en donde los Almacenes actúan como depositarios y los
respectivos dueños como depositantes. Los bonos de prenda representan el contrato de
mutuo celebrado entre el dueño de las mercaderías o productos y el prestamista que
puede ser un banco, con la consiguiente garantía de los artículos depositados.

Según la modalidad de la entrega

Crédito de entrega inmediata


También conocido como crédito a mutuo, consiste en que el banco desembolsa el
préstamo en una sola partida.

Crédito de entrega gradual


Este consiste en que el banco hará varias entregas al deudor hasta la utilización completa
del crédito, el usuario o deudor puede realizar amortizaciones parciales al capital
adeudado pero su margen por girar no se puede recuperar.

Crédito en cuenta corriente


Al igual que el crédito descrito en el apartado anterior, el banco hace entrega del dinero
en varias partidas, pero el deudor a la vez puede hacer amortizaciones parciales cuando
lo estime oportuno.

Por su plazo
Atendiendo al tipo de garantía que se presente y al análisis que la institución haga, así
será el plazo en que se conceda el préstamo.

Crédito a corto plazo


Es aquel crédito en el que se espera recuperar el capital con sus respectivos intereses
en un plazo de seis meses hasta un tiempo máximo de un año.

Crédito de mediano plazo


Es el crédito concedido a un plazo mayor de un año y menor de cinco.

Crédito de largo plazo


Es el crédito concedido a plazo mayor de cinco años. Este normalmente está garantizado
por hipoteca.

Otros tipos de créditos


El sistema financiero se ve en la necesidad de diversificar los productos que ofrece; en
tal virtud, existen otros tipos de crédito diferentes a los tradicionales.

El reporto
Este tipo de crédito consiste en que el interesado en adquirir un préstamo debe poseer
títulos-valores, emitidos por el Estado o instituciones financieras privadas. “En virtud del
reporto, el reportador adquiere por una suma de dinero la propiedad de títulos de crédito,
y se obliga a transferir al reportado, la propiedad de otros tantos títulos de la misma
especie en el plazo convenido, contra reembolso del mismo precio, que podrá ser
aumentado o disminuido de la manera convenida.
El reporto se perfeccionará por la entrega cambiaria de los títulos”. (9:84)

Tarjetas de crédito
Es el crédito que se caracteriza por ser una operación de carácter tripartito en donde
interviene:
• La entidad emisora.
• El establecimiento afiliado.
• Y el tarjetahabiente (deudor).

En el contrato la emisora se compromete a abrir una línea de crédito revolvente al cliente


o deudor, quien hace uso al momento de adquirir bienes y/o servicios o retiros en efectivo
en establecimientos habilitados y autorizados por la emisora de la tarjeta de crédito.

Arrendamiento financiero

Este tipo de crédito representa una opción adicional de financiamiento, flexible y rápido,
que tiene la ventaja de no requerir una fuerte inversión inicial, permitiendo de esta forma
ampliar y consolidar el capital de trabajo.

Este crédito se formaliza mediante un contrato por medio del cual una persona
(arrendador), adquiere a petición de su cliente (arrendatario) determinados bienes que le
entrega en arrendamiento por una remuneración que incluye el precio de adquisición del
bien y los gastos incurridos para poner el bien en condiciones de ser utilizado, más el
interés devengado a la tasa pactada. El arrendatario tendrá la opción de comprar los
bienes arrendados al vencimiento del contrato.

Factoraje
Este consiste en que una entidad adquiere en propiedad la cartera de créditos mercantiles
de otra empresa, asumiendo el riesgo de recuperación. Las partes que intervienen en un
contrato de factoraje son:

• Empresa que adquiere la cartera de créditos.


• La empresa adherente, que es la que emitió las facturas y que las vende por necesidad
de liquidez.
• El deudor quien no forma parte del contrato; representa un papel fundamental para su
ejecución.

Productos crediticios
Los productos crediticios son el medio a través del cual se ofrecen las diferentes clases
de crédito. Ellas incluyen préstamos y líneas de crédito para lo siguiente:
• Desarrollo de bienes raíces y construcción para proyectos residenciales, comerciales e
industriales.
• La adquisición de mercancías de capital, planta, maquinaria y equipo.
• Productos de importación, de exportación y de pre-exportación.
• Préstamos para agricultura.
• Financiamiento de distribuidores para automóviles.
• Descuentos o préstamos contra factoraje (compra de deudas contables).
• Financiamiento hipotecario.
• Cartas de crédito documentales.
• Garantías y cartas de crédito standby.
• Compra y venta de divisas.

Legislación aplicable a la actividad crediticia

Derivado que la mayor parte de los fondos con que los bancos satisfacen las necesidades
crediticias de sus clientes, provienen de terceras personas, la colocación de los mismos
está ampliamente regulada con el propósito que la recuperación de los fondos esté
asegurada.

En consecuencia, los aspectos legales y disposiciones que los regulan, se encuentran


contenidas en las siguientes leyes:
• Constitución Política de la República de Guatemala.
• Código de Comercio, Decreto 2-70 del Congreso de la República.
• Ley de Bancos y Grupos Financieros, Decreto 19-2002 del Congreso de la República.
• Ley Orgánica del Banco de Guatemala, Decreto 16-2002 del Congreso de la República.
• Ley de Sociedades Financiera Privadas, Decreto Ley 208.
• Ley de Almacenes Generales de Depósito, Decreto 1746 del Congreso de la República.
• Código Civil, Decreto No. 106.
• Resoluciones de la Junta Monetaria.
• Resoluciones de la Superintendencia de Bancos.
• Internamente por las políticas crediticias dictadas por cada banco del sistema y sus
reglamentos.
• La legislación en general del país.

CARTERA DE CREDITOS

Este es el principal activo de riesgo y generalmente el más representativo en los balances


de las entidades bancarias, debido a que registra el volumen de operaciones activas
derivadas de la actividad de intermediación financiera.

CONCESION DE CREDITOS

Todos los créditos concedidos tienen un riesgo inherente de convertirse en activos


extraordinarios, desde el momento en que son otorgados a los solicitantes, los cuales
pueden contratar a: corto, mediano y largo plazo, desde las operaciones de comercio
exterior de 30 días hasta los préstamos hipotecarios de 20 o más años de duración.
Desde el análisis de la capacidad de pago del cliente para la concesión de préstamo
hasta la recuperación del último valor adecuado de capital e intereses, los bancos deben
dar seguimiento oportuno al mismo, con el propósito de evitar que se incremente su
riesgo de crédito, visto éste como la posibilidad existente de que el deudor incumpla con
los pagos pactados de la forma acordada, en las fechas fijadas.
PROCESO Y LOS RIESGOS EN LA CONCESIÓN DE UN CRÉDITO

Es sabido que una de las operaciones más habituales que realizan las entidades
financieras es la concesión de créditos y, con ellos, es inevitable que vayan asociados
ciertos riesgos.

Uno de ellos es el fraude de identidad. Y es que el 80% de fraudes tienen como finalidad
la apertura de cuentas bancarias y solicitud de créditos al consumo que, una vez
aprobados, son difíciles de detectar y muy complicado de recuperar el importe.

Por eso, es primordial que como paso previo a la concesión de la operación, las entidades
financieras conozcan quiénes son sus clientes con seguridad. Para ello, la correcta
identificación es uno de los principales puntos a tener en cuenta, puesto que la
criminalidad económica dispone cada vez de mejores recursos.

En este sentido, la entidad, si quiere ofrecer un servicio de garantía, tendrá que balancear
entre dos cuestiones: facilitar al cliente un proceso ágil en la concesión del crédito sin
que por ello quede desprotegida la identidad de ese cliente en la contratación del servicio
financiero.

Además, junto a la solicitud de los documentos de identificación, la entidad deberá


también comprobar la solvencia. Para ello, se hace fundamental el análisis de la situación
económico-financiera del cliente a través de sus ingresos personales y patrimonio.

Y aunque cada entidad tiene modelos y políticas de riesgo específicas adecuadas a su


clientela, hay otras variables relacionadas con las características del crédito en sí (plazo,
cuantía o modalidad) que tampoco deben obviarse.

Y es que como señala el responsable del Servicio de Prevención del Fraude de ASNEF,
Fabián Zambrano, la amenaza más importante procede de “grupos organizados que
actúan estratégicamente para engañar a los departamentos de análisis de riesgos de
bancos, cajas de ahorros y establecimientos financieros de crédito”.

Afortunadamente, como refleja la Encuesta sobre fraude y delito económico 2014


realizada por PwC, existe una creciente preocupación en las organizaciones por el fraude
económico, y se observa una mayor implantación y efectividad de medidas de detección.

Así, la utilización de técnicas basadas en tecnologías de análisis predictivo de datos está


jugando un papel importante en el campo de la prevención y detección del fraude, como
es el caso de la Plataforma Confirma.

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