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UNIVERSIDAD PARTICULAR

DE CHICLAYO
Arquitectura y Urbanismo

Practica de campo N. 8

Curso:
Construcción III

Tema:
Piso de Terraza

Alumnos:
Ipanaque Calderón Diana
Vargas Vaca Reiner joel
Junio–2016
PISO DE TERRAZA

Proceso constructivo:
Lo primero es comprobar el estado de
la superficie sobre la que vamos a
poner el suelo. Así, con una mezcla
de mortero podemos ir reparando y
rellenando los posibles desperfectos.
En este momento, deberemos
controlar con
el nivel la inclinación del suelo, de
manera que evitemos posteriormente que el agua se acumule. Así, por
ejemplo, en una terraza, deberemos colocar el suelo con una inclinación
que permita que el agua caiga hacia el canalón.
Después, debemos limpiar bien la zona. Una vez limpia, tenemos que dejar
secar, pues no debe haber ningún tipo de humedad, para evitar que haya
zonas que no queden bien unidas por el desgaste.
En el caso de que las baldosas vayan a ir sobre
un terreno de arena, debemos preparar y nivelar la superficie y, a
continuación, colocar un filtro geotextil que impedirá que crezcan las
raíces de las plantas. Encima de este filtro colocaremos una capa de unos
4 centímetros de grosor de arena, que compactaremos bien, y sobre la que
irá la mezcla de mortero-cola.

Una vez tenemos la superficie


preparada, llega el momento de
comenzar con la instalación. Así, lo
fundamental es elegir el material de
agarre, para lo que debemos tener en
cuenta el tipo de material que vamos a
colocar, así como las condiciones
meteorológicas a las que está sometida la zona donde nos encontramos.
Así, lo más común es emplear morteros-cola de altas prestaciones o con
ligantes mixtos, que resisten bien a la humedad y, por tanto, son idóneos
para pavimentos en exteriores. Además,
permiten fijar las baldosas con
una capa fina. Sin embargo, también
podemos realizarlo con cemento, que es
un material de capa gruesa.
Una vez tenemos preparado el material,
podemos comenzar a colocar
las baldosas. Así, empezaremos por los bordes y, para ello, debemos dejar
una junta de un ancho aproximado de 8mm. Para ello, podemos ayudarnos
de juntas perimetrales que nos marquen la separación.

De este modo, con una llana vamos extendiendo la mezcla de mortero-


cola por zonas, y colocando las baldosas, rematando con ayuda de
un martillo de goma. Así, entre las baldosas colocaremos las crucetas o
juntas de colocación, que son las que van a evitar las deformaciones dadas
por la tensión y la dilatación entre las baldosas. Para ello, elegiremos unas
juntas de mínimo 5 mm de ancho.

Cuando hayamos terminado de instalar


todo el suelo,
dejaremos secar aproximadamente unas
24 horas antes de comenzar a rellenar
las juntas. Pasado ese tiempo,
emplearemos mortero de cemento-cola y
una llana de goma para hacerlo.
Importante es que, antes de rellenar las juntas, limpiemos bien los huecos
y eliminemos cualquier resto del material de agarre o suciedad que impida
que el relleno se adhiera bien. Además, una vez hayamos rellenado la
junta, limpiaremos los restos, antes de que se seque, con agua y una
esponja.

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