Vous êtes sur la page 1sur 12

ROL SOCIAL DEL RESCATE ARQUEOLOGICO: su aporte a la construcción de identidad *

Lic. Bárbara Manasse

* Traducción del Trabajo Final del Curso de Posgrado: "Etnicidad y Nacionalismo: perspectivas sociales y
arqueológicas" dictado por la Dra. Sian Jones (Univ. de Southampton) 7-11 / 7.1995
Fac. Cs. Naturales – Universidad Nacional de La Plata

" Yet all historians, whatever their objectives,


are engaged in this process inasmuch as they contribute,
consciously or not, to the creation,
dismantling and restructuring of images of the past
which belong not only to the world of specialist investigation
but to the public sphere of man as a political being.
They might as well be aware of this dimension of their activities."
Hobsbawm, 1983: 13

Independientemente de que a mi criterio la arqueología, como cualquier otra disciplina


científica social, tiene una responsabilidad con la sociedad viva, me interesa analizar la relación
que se establece entre el trabajo científico y la población local en el caso particular del rescate
arqueológico. Esto es, trabajar sobre el nexo entre la "academia" y los "procesos socio-políticos"
más amplios. La reflexión girará sobre el uso potencial del conocimiento arqueológico en la
construcción de identidades modernas.
Como ejemplo tomaré un rescate arqueológico que se está llevando a cabo en un área
semi-urbanizada en el Valle de Tafí, al oeste de la provincia de Tucumán.

Arqueología de rescate
Si partimos de que la arqueología de rescate o de salvataje tiene su origen y función en
"rescatar" evidencias e información de un determinado espacio cognoscitivo (con significado
arqueológico sobre el pasado local); que ese espacio o campo cognoscitivo es entendido por la
sociedad actual como un "recurso patrimonial (cultural)", que se halla en riesgo de destrucción, es
claro que este tipo de investigación científica está directamente relacionado con el presente.
En gran cantidad de casos, y en aquél particular que nos sirve de ejemplo, los recursos
arqueológicos ven amenazados su integridad física y su potencial informativo por factores de
origen antrópico. El ideal del "desarrollo" ha llevado a una intensiva intervención en áreas con
escasa ocupación humana: apertura de áreas para la agricultura, construcción de viviendas de
veraneo, hoteles, countries, etc. Estas acciones destructivas responden a intereses económicos y
sociales que, tratándose de "decisiones" de índole finalmente política, se enfrentan como tales a

1
las políticas de administración de los recursos culturales. De allí, que debemos concluir que el
trabajo de rescate arqueológico tiene connotaciones de orden político y social.
El equipo de investigación tendrá que interactuar con los agentes de la administración de
los recursos patrimoniales, siendo necesaria muchas veces una intervención directa en las
políticas culturales, sus decisiones y su accionar. El equipo de investigación también tendrá que
establecer relaciones con los agentes que originan el riesgo destructivo a fin de delinear sus
propias estrategias de trabajo.
Es de suma importancia entonces reconocer, tanto en la práctica como en la teoría, que la
práctica arqueológica se inserta en un contexto "no-ascéptico" desde el punto de vista político e
ideológico, que se trata de una relación subjetiva; que el investigador que coordina el rescate y la
preservación es ante todo un sujeto histórico. Es necesario por ello, tomar posiciones explícitas
que orienten la forma de trabajo: ¿Qué tipo de decisiones se van a tomar, cómo, cuando?, etc. A
su vez, también entran en juego aspectos tales como el derecho del arqueólogo, como ser
humano o como profesional, de acceder e intervenir en el manejo de esos recursos culturales; ó,
por ejemplo, las preguntas de ¿Para qué se pretende rescatar estos recursos culturales? , y
¿Para quiénes se pretende rescatar estos recursos culturales?. ¿Quién selecciona qué es lo que
se va a preservar, porqué, cómo, para qué, para quién?.
La decisión de proteger o rescatar un patrimonio se debe apoyar en razones claras y
explícitas, reconociendo su trasfondo de carácter ideológico y su rol en el presente. De hecho, un
resto arqueológico sólo ser considerado patrimonio (es decir algo "valorado") en tanto pueda, a
través de su re-significación, cumplir un nuevo rol (usos y/o significados) en la actualidad.
Esto implica que cualquier acción del investigador deberá partir de un análisis y la
comprensión de las problemáticas locales actuales (sociales, económicas, políticas y culturales),
en donde la forma de percibir el pasado y su incidencia en el comportamiento y formas de
comprensión y explicación actuales deben tener un espacio preponderante.

Breves consideraciones sobre la problemática actual de la región del rescate arqueológico


(Análisis preliminar).
El Valle de Tafí, al igual que gran parte de los Valles Calchaquíes y otras regiones del
noroeste argentino, se caracteriza por la división social existente entre la población "nativa" y
aquella "no-nativa". Estas categorías no son ciertamente estáticas, pero parecen sostener como
principio una confrontación entre "nacidos y criados" en el Valle y la "gente de abajo" (de la gran
llanura que se extiende al este de los cordones montañosos que conforman la región de valles
calchaquíes). La confrontación tiene connotaciones sociales, políticas y económicas, que se
reflejan en una asimetría e inequidad social. Aunque la categoría de "gente de abajo" es extensiva
a residentes relativamente permanentes, turistas y veraneantes, se reitera la identificación por
oposiciones jerárquicas del tipo de: patrón / peón; terratenientes / ocupantes de tierras;
empleadores / empleados; con estudios / sin estudios; con poder político y económico / sin poder
político y económico, etc.

2
Estas oposiciones sirvieron para sostener un ordenamiento social que parece surgir en el
siglo XVIII con el establecimiento de las grandes estancias ganaderas en el Valle de Tafí 1 o aún
antes, con los primeros asentamientos españoles en el Valle. La persistencia de relaciones
clientelares con el patrón de las estancias en donde trabajaba la escasa población de la región,
permitió la perduración de condiciones sociales que ya habían perdido vigencia varias décadas en
otras regiones del país (noroeste, particularmente).
La población nativa desarrolló por generaciones actitudes de sumisión ante los
terratenientes, ocupando lugares de "segunda" a nivel social, cultural y político o económico. El
respeto a los conocimientos de los patrones y sus familias (siempre gente de afuera y de alto
status social) se complementaba antiguamente con el reconocimiento de una sabiduría local
tradicional que era transmitida de sus abuelos a sus padres y de éstos a los hijos. Esta
transmisión era oral y se enseñaba a través del acompañamiento en las diversas tareas
cotidianas. Estos conocimientos y valores no eran desconocidos por los patrones, pero tampoco
eran impartidos fuera del ámbito familiar. La población nativa no tuvo mayor acceso a la
enseñanza formal, ya que sólo muy tardíamente se introdujo la práctica de la escolaridad en el
Valle y en tiempos no tan remotos sólo se dictaba la mitad del ciclo primario. Aún hace poco
tiempo atrás los niños faltaban a la escuela o directamente la abandonaban para poder cumplir
con el trabajo que se les exigía (desde la familia o de la estancia). La capacidad de enfrentar la
vida y el trabajo no era medida por su instrucción formal, por su creatividad o capacidad de
gestión, sino por los conocimientos de las tareas de campo. El patrón, único gran generador de
puestos de trabajo, compensaba el grado de obediencia y servilidad, no la formación cultural.
Al presente, la organización social de la región ya no gira de igual forma alrededor de la
vida de las estancias. Se ha interrumpido la sujeción laboral y, por ende, también las relaciones
de dependencia con los mismos; disminuyó el empleo en la zafra cañera 2 y, como fenómeno más
reciente se puede referir la inserción del valle en la dinámica del turismo nacional e internacional.
La nueva forma de vida exige cambios importantes en las condiciones y características
sociales y culturales nativas. Nuevos desafíos requieren nuevas respuestas. Sin embargo, la
sociedad local presenta síntomas de una resolución muy compleja y costosa, desde ambas
perspectivas (social y cultural). Se han producido quiebres generacionales significativos,
estrechamente ligados a la inserción de la región en la "vida moderna" (léase: con características
esencialmente urbanas). Estos procesos se ven acompañados por una descalificación de los
valores, conocimientos y prácticas de la población nativa (por "ellos" y por los "otros") o, aún, de
sus capacidades personales y grupales de decisión, aprendizaje y gestión, y de una
sobrevaloración de lo "no-nativo" (por "ellos" y por los "otros"). Se llega a sentir desprecio o
vergüenza por el origen vallisto, como si fuera sinónimo de ignorancia, torpeza o ingenuidad.
Estas consideraciones son alimentadas desde los establecimientos educativos, donde hasta el
personal jerárquico reta de "indio" o "colla" al niño que ha cometido un error o se ha comportado
indebidamente. Por el contrario, se impone la imitación de un modelo de comportamiento urbano
con tal obsecuencia que, por ejemplo se enseña a leer con palabras como "sofá", "escritorio" o
"living" a niños que viven en ámbitos hogareños con costumbres mobiliares y de organización
espacial totalmente diferentes..., o también con "maletín", como elemento que porta el padre que
sale a trabajar a la oficina, cuando los padres de los niños salen con la pala y el pico o quizás, con
el tractor del patrón... Se promueve la sustitución de la memoria individual y los relatos orales por
un patrimonio único, con pocos contactos con la realidad, en un marco de referencia simplificado
y ritualizado.
Un diagnóstico preliminar parece sugerir que la identidad local aún se halla fuertemente
definida por la interacción / confrontación social con la población "de abajo". Esta situación genera
serias dificultades para la inserción exitosa de estas poblaciones en el nuevo mundo laboral
(social, político y también económico) que deben enfrentar.
Ahora, para comprender el espacio en el cual se va a insertar la actividad científica
arqueológica, a través del rescate, es también necesario analizar el significado del "Pasado" para
la población de la región.

3
Las distintas regiones del noroeste argentino sólo han demostrado un relativo interés por
su pasado colonial y prehispánico. Existe, y existió con mayor fuerza aún en el pasado, un aire de
estigma alrededor del mismo, en particular en lo referido a las poblaciones dominadas por los
españoles. Luego de las primeras décadas del siglo XIX, con la independencia política de la
Argentina, ello se hace extensivo a la desvalorización del sector social subalterno como sujetos y
protagonistas de la historia nacional y regional.
Investigadores actuales señalan que la historia regional, los efectos de la colonización y la
circulación del conocimiento y la información, parecen ser fundamentos de la relación entre
estigma social y olvido del pasado (Lorandi, 1989). Volvemos a acercarnos a lo propuesto
anteriormente sobre las expectativas personales de los trabajadores empleados en las estancias.
Sólo un individuo que desconoce es suficientemente dócil para realizar los más diversos
trabajos... Una persona que desvaloriza su capacidad cultural acepta y acata las condiciones de
vida impuestas y las más diversas órdenes...
La población nativa del Valle carece de un manejo de información sobre el pasado local.
Su acceso al mismo es escaso, reduciéndose a la versión histórica que se imparte en el ámbito
escolar y a algunos relatos orales, a los cuales se les da cada vez menor trascendencia.
Desconocen los procesos históricos que dieron lugar a la ocupación española del valle de Tafí,
como también aquellos que dieron lugar a la fundación de las primeras estancias y a la gran
perduración en el tiempo de las mismas. Conocen solo parcialmente el origen y la procedencia de
algunos de los integrantes de su familia, pero rara vez los conciben como protagonistas del
pasado local. Sus apellidos no figuran en los libros, como así tampoco sus obras.
Por otro lado, también se desconoce el significado que los abundantes vestigios
arqueológicos existentes en el Valle pueden tener para la conformación de una historia local. El
pasado prehispánico se resume en unos "menhires" (monolitos que son conocidos desde los
comienzos de la arqueología en el noroeste argentino) realizados por gente que habitó el Valle en
los primeros siglos de la era cristiana. Es sumamente escaso lo que se conoce sobre el pasado
aborigen más reciente. Predomina la idea de que el Valle estuvo despoblado en tiempos
inmediatamente anteriores a la conquista española, o después de la expulsión de los Jesuitas.
Menor aún es la información que se maneja sobre la suerte corrida por las poblaciones
aborígenes luego de las mismas. El pasado prehispánico es prácticamente inexistente en la
educación vallista, asimilándose su nativo a los de la llanura tucumana o en el mejor de los casos
a los de los valles calchaquíes.
La historia de la región tiene como protagonistas principales y prácticamente exclusivos a
los diversos terratenientes, que se fueron sucediendo a lo largo del tiempo en el Valle: "quién" se
caso con "quién", y por ello heredó las tierras de "quién", y luego las vendió a "tanto" a tal otro
fulano, etc., etc. En este espacio intelectual rara vez entra el poblador nativo de la región. La
bibliografía que hace referencia al pasado de los nativos es sumamente escasa y además suele
hacer uso de información poco actualizada. El "pasado" propio, local, del nativo se reduce al
rango temporal que se puede manejar por referencia oral.
Continuando nuestro diagnóstico podríamos aventurarnos a señalar que la información
que se maneja sobre el pasado local permite conformar una versión histórica que, por un lado,
voluntaria o involuntariamente, favorece a los terratenientes actuales (y a los primeros
terratenientes españoles), porque:
a.- éstos aparecen como legítimos dueños de las tierras con un acceso irrestricto a los
recursos, ya que
b.- existiría una continuidad de ocupación a lo largo del tiempo en tierras que fueron
consideradas "vacías" de gente 3, y
c.- son ellos los protagonistas de la historia del valle de Tafí;

y, consecuentemente, por otro desfavorece a la población nativa (actual y pasada), porque:


a.- no se maneja información sobre la presencia de población nativa en los momentos de
la conquista española ni tampoco luego de la expulsión de los jesuitas,
4
b.- no se conoce el origen y la historia de los distintos grupos sociales que fueron
conformando la mano de obra necesaria para el funcionamiento de las estancias ganaderas y de
los ingenios azucareros ligados a éstas,
c.- no hay datos que permitan defender sus derechos a una parcela de tierra para
mantener a sus familias,
d.- sus condiciones culturales son tan atrasadas, de acuerdo a esta visión etnocentrista,
que no podrían subsistir por su cuenta, sin un padrinazgo político y económico,
e.- se los excluye de la historia local, ellos no tuvieron ningún rol activo en la historia!!

Desde la arqueología el panorama tampoco es mucho más alentador. Los arqueólogos


han venido centrando su interés en los momentos tempranos de ocupación local (alrededor del
comienzo de la era cristiana), correspondiendo a aquellas culturas, que por medio de los
"menhires" y tallas en piedra, significan algo así como una "edad de oro" del Valle, por su
importancia en la gestación de las primeras prácticas ceremoniales centralizadas en el noroeste
argentino. ¿Qué es lo que pasa luego del primer milenio de la era en el Valle?, nunca fue
sistemáticamente estudiado. Y aunque existen algunas referencias al respecto, no se realizaron
relaciones históricas con los procesos de apropiación de tierras y recursos del siglo XVI en
4
adelante . La asepcia científica tradicional de la arqueología, impidió también aprovechar los
conocimientos generados para una posible evaluación presente en el seno de la sociedad vallista
actual sobre las condiciones, características y potencialidades culturales pasadas 5. También
impide establecer nexos de orden cultural con esos grupos aborígenes, ya que fueron
transformados en "entidades culturales" identificadas por características alfareras o por sus tallas
en piedra, elementos que tienen escasísimo contacto con aquellos que pudieran ser
identificatorios por las poblaciones actuales.
Por último, la constante relación establecida por los arqueólogos (de origen y dependencia
cultural o política) de los pueblos aborígenes que ocuparon estas zonas del noroeste argentino
con aquellos "más antiguos y poderosos" de la región andino-peruana y boliviana los sigue
ubicando en la categoría de "sociedades sub-desarrolladas".
La renuncia cultural, o aún peor, la desvalorización y negación de su pertenencia a la
cultura tafinista parece ser la estrategia que la población nativa está utilizando para intentar
alejarse de la marginación social, para ingresar en la sociedad moderna. Por otra parte, ello
condice con la ideología asimiladora y homogeneizante de las políticas culturales propias de esta
globalización mundial, que tienen también hondas raíces en la América Latina de los latifundistas.
De este modo, la estrategia se ve apoyada por la desvalorización, desprestigio y desacreditación
que la población "moderna" urbana expresa frente a las características culturales vallistas.

5
De hecho, podríamos asegurar que la población nativa del Tafí del Valle (junto a las de
otras zonas aledañas con situaciones comparables) se halla en un proceso de cambio que
indefectiblemente involucra la re-evaluación y definición de su identidad, la re-significación y
construcción de sus tradiciones y, por ende la re-estructuración y re-dimensión de su pasado.
En 1989 planteábamos, juntamente con Espinoza e Yssa, la hipótesis de que el manejo de
información sobre el pasado social, político, económico local permitiría comprender algunas
características socio-culturales actuales de la población y, ofrecería herramientas importantes
para poder explicar parte de los problemas, que se enfrentan en la actualidad en el Valle y
planificar acciones futuras que tiendan a su resolución (Espinoza, Manasse e Yssa, 1989).
Se ha señalado, que el manejo de información sobre el pasado propio, se ve dificultado
porque no se cuenta con herramientas cognoscitivas que permitan la construcción de un marco
de referencia que, partiendo del pasado y en constante retroalimentación, pueda dar
explicaciones a la realidad actual (por ejemplo Bolsi, Madariaga y Batista, 1992). Este es uno de
los objetivos que, a nuestro criterio, pueden ser llevados adelante por la investigación
arqueológica.

Rescate arqueológico - construcción de identidad


Retomando ideas expresadas más arriba, como investigadores nos consideramos sujetos
sociales e históricos, con una formación teórica y una posición ideológica. Reconocemos a su vez
que nuestras acciones tienen implicaciones políticas e ideológicas.
El análisis recién expuesto nos permite visualizar una serie de situaciones y condiciones
que se hallan en relación directa con nuestro accionar y nuestros objetivos de trabajo. Las
evidencias arqueológicas en riesgo de destrucción se hallan en tierras que, habiendo sido
usufructuadas por generaciones por la población nativa son vendidas en condiciones y costos que
sólo pueden afrontar familias acaudaladas, en su gran mayoría foránea al Valle; o también, a
empresas hoteleras.
A nivel de la población local y aún de sus autoridades municipales, no existe una
conciencia sobre el valor potencial de los recursos arqueológicos. La especificidad y complejidad
de los temas estudiados por los arqueólogos, además de los lenguajes que utilizan también han
colaborado para que los lugareños difícilmente puedan apropiarse y valorizar este patrimonio
cultural, a pesar de haber habitado por generaciones en contacto con el mismo. Esta situación
parece haber promovido en la población local una actitud de desinterés y distanciamiento
respecto a los diversos objetivos y fundamentaciones empíricas de los investigadores del pasado;
dando vía libre además a la constante y avasalladora destrucción de yacimientos arqueológicos,
en pos de la "modernización" del Valle.
Menos aún están en capacidad de defender y luchar por la preservación de esas

6
evidencias del pasado local, que les permitirían construir sus tradiciones con mayor
independencia de la sociedad moderna. ¿Qué valor puede tener el patrimonio arqueológico para
los tafinistos, considerando el carácter de estigma que ha adoptado el pasado nativo local?
De hecho, el rescate arqueológico tuvo que ser promovido por acción profesional.
Llamando la atención a los terratenientes, a las autoridades provinciales, al sistema universitario
nacional y por su intermedio a la comunidad científica, así como también a los nuevos propietarios
de los lotes. Esa promoción significó y significa una constante labor de concientización,
información e ilustración.
¿Cuál es la importancia que nosotros, como estudiosos del pasado, vemos en las
evidencias arqueológicas del área del rescate? Más allá de que se trate de grandes yacimientos,
de los cuales se carece de mayor información, hay algunos aspectos que los hacen interesantes
tomando en cuenta la problemática señalada más arriba:
- se trata de espacios de carácter doméstico, sin mayores evidencias de la actividad
ceremonial que fue identificatoria de los grupos humanos que ocuparon el Valle, en esa especie
de "edad de oro"; los restos parecen responder a las actividades domésticas cotidianas;
- hay evidencias de prácticas de sistematización de suelos para la actividad agrícola u
hortícola, que hoy han sido completamente dejadas de lado dando lugar a importantes procesos
erosivos;
- hay indicadores de ocupaciones prehispánicas tardías de importancia, poco
anteriores al contacto con los conquistadores españoles...; no podemos desechar la posibilidad de
hallar evidencias del momento del contacto hispano-indígena.

Estos elementos pueden ser aprovechados para la construcción de una tradición con
raíces en el pasado local, pero con nexos claros con el presente. La propuesta sería:
* recabar información sobre momentos prehispánicos tardíos cercanos al contacto
hispano-indígena; insertar esta información en el marco de la historia regional, pero identificando
las particularidades propias del Valle de Tafí;
* enfatizar elementos que puedan ser útiles (por ejemplo, uso de recursos naturales) ó
pueden dar mayor valor a la "condición de aborigen"; trabajar sobre la racionalidad socio-
ecológica de las culturas que habitaron estas regiones y compararlas con la lógica occidental del
uso de los recursos naturales;
* trabajar sobre elementos que faciliten el nexo entre el pasado y el presente por su
cotidianeidad, comunión de intereses, lugares geográficos conocidos...
* aportar elementos desde la arqueología (en el mismo rescate o en investigaciones en
regiones comparables) que puedan servir / funcionar como nuevos elementos referentes para la

7
construcción de identidad; y aportando elementos para revertir la situación consolidada en la
visión eurocentrista y estereotipada
* enfatizar el valor informativo del registro arqueológico y trabajar sobre su potencial de
apropiación.
Ello obviamente implica una re-significación social de los restos arqueológicos, tarea que
nos compete en particular a los profesionales que estamos trabajando en este proyecto de
rescate. Esa re-significación requiere de una efectiva apropiación de la información (lo que fu‚, lo
que es, lo que significó y lo que puede significar), es decir debe hacerse posible un análisis crítico
y la posibilidad de aprovechar y hacer uso de la información en función de las necesidades,
prioridades y formas propias de concebir la realidad. Consideramos, que el pasado prehispánico
del Valle de Tafí pasará a ser "Patrimonio Cultural - Arqueológico" para los habitantes de la zona
siempre y cuando se produzca esa capacidad de apropiación productiva.
Nuestros fines, de lograrse condiciones de preservación u otras formas de valoración
(reconstrucción, exposiciones diversas, integración arquitectónica), serían de carácter
eminentemente didáctico - educacional, en particular para la población local. Son esos fines,
además, los que van a determinar los "criterios de relevancia" dentro del trabajo planteado en el
marco de este proyecto.
Partiendo de una concepción dinámica de la "cultura" y del "patrimonio", nuestro "rescate"
no tiene fines de carácter conservador. El rescate es frente al cambio, pero también con el
cambio, perdiendo así su condición conservadorista estanca. Se pretende rescatar información
que pueda insertarse en el presente. En este caso particular, que permita aportar información
sobre el pasado que sirva como referente para la construcción de la tradición local y regional, y
para re-dimensionar, re-pensar su identidad.-

NOTAS
1.- En la segunda mitad del siglo XVIII la Compañía de Jesús, fue expulsada del territorio
americano por la corona española. Los jesuitas ocuparon el Valle de Tafí desde las primeras
décadas de ese siglo, y éstas tierras fueron rematadas luego de su expulsión. Los aborígenes que
habían sido convocados por la Orden Jesuita huyeron hacia los cerros colindantes y al monte. El
valle fue dividido en seis grandes estancias, otorgadas a familias de prestigio de la provincia de
Tucumán.
2.- Los dueños de las estancias del Valle de Tafí, también lo eran de varios de los ingenios
azucareros más importantes de la provincia. El arreglo con los peones era el usufructo de un
pedazo de tierra (para vivienda, cultivos y sostenimiento de ganado menor) a cambio de trabajo
para la estancia y en el invierno en la zafra.

8
3.- Condición necesaria para que la Corona española otorgara la tierra al español que
quisiera darle usufructo.
4.- Existen tan sólo referencias en algunos trabajos (González y Nuñez Regueiro 1960,
Tarragó 1974, etc.), uno de los cuales, por ejemplo señala que los grupos "tafíes" (entidad de
carácter étnico) que son mencionados en algunos documentos de la ‚poca de la conquista y
colonia española, no serían originarios del valle homónimo, destacando además su escaso
número. Aunque no haya sido la intención de estos investigadores, estas interpretaciones de la
documentación legitiman la apropiación de las tierras por los españoles. Otro tipo de
interpretación sí señala el origen de estos pueblos en el Valle de Tafí, sino también su expansión
en valles aledaños... (Bixio y Berberián 1988, Cruz 1991-2).
5.- Aunque un grupo de investigadores intentó llevar adelante experiencias de empleo de
técnicas agrícolas prehispánicas con cultivos autóctonos, ellas han fallado por completo, al
implementar estrategias occidentales de siembra y mantenimiento, sin prestar atención a que la
gente de la zona aún utiliza las prácticas tradicionales que sostenían aquél tipo de agricultura.

BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA (complementada la considerada en el curso)


AMBROSETTI, J.B., l897: "Los monumentos megalíticos del Valle de Tafí (Tucumán)"
Boletín del Instituto Geográfico Argentino tomo XVIII
ARANTES, A.A., 1984: Produzindo o passado. Estratégias de construçao de patrimonio cultural.
Edit. Brasiliense
BARABAS, A. y BARTOLOME, M., 1991: "La recuperación de la historia" México Indígena nº 22
Nueva Epoca
BIXIO, B. y E. BERBERIAN, 1988: "Modos de ocupación y explotación económica del Valle de
Tafí en los siglos XVI y VII" en: BERBERIAN, E., l988: Sistemas de asentamiento prehispánicos
en el Valle de Tafí Edit.Comechingonia. Córdoba.
BOLSI, A., M.MADARIAGA y A.BATISTA, 1992: "Sociedad y naturaleza en el borde andino: el
caso de Tafí del Valle" Estudios Geográficos Tomo LIII nº 208 Julio-Sept.pp.383-417
BRUMFIELD,E.M., 1994: "Making history in Xaltocan"
CRUZ, R.D., 1990-2: "La "construcción" de identidades étnicas en el Tucumán colonial: los
amaichas y tafíes en el debate sobre su "verdadera" estructura étnica" Relaciones de la S.A.A.
XVIII: 65-92.
ESPINOZA,., B.MANASSE y N.G.YSSA, 1989: "Uso del pasado para un desarrollo integral"
Jornadas-Taller "El uso del Pasado" Univ.Nac.La Plata.
GONZALEZ, R., 1989: "El patrimonio cultural y la investigación en la Argentina" en: Antropología y
Política Cultural, Patrimonio e Identidad Ed.R.Ceballos. Buenos Aires.

9
GONZALEZ, A.R. y V.A.NUÑEZ REGUEIRO, 1960: "Preliminary report in archaeological research
in Tafí del Valle, NW Argentine." Akten des 34º Internationalen Amerikanistenkongress Viena
GARCIA CANCLINI, N., 1987: "¿Quiénes usan el patrimonio? Políticas culturales y participación
social" Simposio sobre Patrimonio y Política Cultural para el siglo XXI, México, octubre de 1987.
HOBSBAWM, E., 1983: " Introduction. Inventing Traditions." en: HOBSBAWM & RANGER 1983
The invention of Tradition Cambridge University Press
LAYTON, R., 1988: Who needs the past? Indigenous values and archaeology. London Unwin
Hyman
LORANDI, A.M., 1989: " Patrimonio, cultura nacional e ideología" Jornadas - Taller "El Uso del
Pasado" La Plata
LOPEZ MAZZ, J.M., 1992: "La reconstrucción del pasado. La identidad nacional y la labor
arqueológica: el caso uruguayo" en: POLITIS,G. Arqueología en América Latina Hoy Colección
Textos Universitarios - Biblioteca Banco Popular
MANASSE, B., 1993: "Algunas preguntas y respuestas sobre la arqueología argentina"
Panel:Utilidad de la Arqueología y el Patrimonio Arqueológico 2 y 3 junio de 1993. Escuela de
Arqueología UNCa.
MANASSE, B., 1994 (a): "Rescate Arqueológico en Los Cuartos, este de Tafí del Valle, Provincia
de Tucumán." Proyecto de Investigación presentado a la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la
UNCa.
,1994 (b): "Algunos replanteos sobre la práctica arqueológica: Rescate en el Valle
de Tafi, Tucuman, Argentina." Trabajo presentado al VI Congreso Nacional de Antropología
Social, julio 1994 Olavarría, Buenos Aires.
,1994 (c): "Consideraciones preliminares para un rescate arqueológico en el este del
Valle de Tafí, Provincia de Tucumán" Trabajo presentado a las IV Jornadas Regionales de
Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales 26 al 29 de Octubre de 1994 S.S.de Jujuy
,1995: "Proyecto de Arqueología de Rescate en Los Cuartos, este de Tafí del
Valle" Shincal, en prensa
y P.ARENAS, 1994: " Habitat y turismo en Tafí del Valle (Prov. de Tucumán)"
IV Congreso Regional "El NOA y su Ambiente" 9 al 11 de noviembre de 1994 S.F.d.V.de
Catamarca
y M. RABEY, 1992: "El pasado en el conocimiento popular andino"
Revista de Antropología No. especial
NAVARRO HARRIS, X., 1995: "Protección del patrimonio arqueológico mapuche: una tarea
urgente" Pentukun Nº2 Chile
PANAMEÑO, R. y E.NALDA, 1979: "Arqueología ¿ para quién?"
Nueva Antropología año III Nº12 México

10
RINGUELET,R., 1987: Procesos de contacto interétnico Ed. Búsqueda Bs.As.
SANOJA OBEDIENTE, 1989: "La política cultural y la preservación del patrimonio nacional de
América Latina" Arqueología de Rescate Wilson y Loyola eds. The Preservation Press
Washington
SCHAVELZON, D. ,1990: "Hacia un modelo teórico para la conservación del patrimonio cultural"
en: SCHAVELZON La conservación del patrimonio cultural en América latina. Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo UBA, Inst.Arte Americano e Investigaciones Estéticas "J.M.
Buschiazzo"
SMITH,L,1994: "Heritage management as postprocessual archaeology? Antiquity 68 :300-309
TAINTER,J.A. y J.LUCAS,1983: "Epistemology of the significance concept" American Antiquity 48
(4): 707-719
THOMPSON " Concepto de Triage en Arqueología: determinación del significado de bienes
culturales" Arqueología de Rescate Wilson y Loyola eds. The Preservation Press Washington

11
SOCIAL ROLE OF RESCUE ARCHAEOLOGY:
its contribution to modern identity construction
Lic. Bárbara Manasse

Este es el trabajo final del Curso de Posgrado: "Etnicidad y Nacionalismo: perspectivas


sociales y arqueológicas" dictado por la Dra. Sian Jones de la Universidad de Southampton ( 7-11
de julio de 1995 Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata). En el
mismo trato de analizar la relación que se establece entre el trabajo científico y la población local
en el caso particular del Rescate Arqueológico. Esto es, trabajar sobre el nexo entre la
"academia" y los "procesos socio-políticos" más amplios, partiendo del presupuesto de que el
investigador que coordina el rescate y las acciones de preservación es ante todo un sujeto social
e histórico. La reflexión gira sobre el uso potencial del conocimiento arqueológico en la
construcción de patrimonio y de identidades modernas, en el ámbito del noroeste argentino.
Tomo como ejemplo un rescate arqueológico que estoy llevando a cabo en un área semi-
urbanizada en el Valle de Tafí, al oeste de la provincia de Tucumán, dejando en evidencia la
relación directa que se crea entre nuestro accionar y sus implicancias políticas e ideológicas.
Después de un análisis de la situación actual del patrimonio arqueológico local, explicito los
objetivos de este tipo de rescate y las estrategias del trabajo propuesto.
Partiendo de una concepción dinámica de la "cultura" y del "patrimonio", nuestro "rescate"
no tiene fines de carácter conservador. El rescate es frente al cambio, pero también con el
cambio, perdiendo así su condición conservadorista estanca. Se pretende rescatar información
que pueda insertarse en el presente. En este caso particular, que permita aportar información
sobre el pasado que sirva como referente para la construcción de la tradición local y regional, y
para re-dimensionar, re-pensar su identidad.-

12

Vous aimerez peut-être aussi