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MAESTRÍA EN EDUCACIÓN VII COHORTE

ENSAYO
LA INCLUSIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LA DIVERSIDAD.

MARÍA ELIZABETH OSORIO RUIZ

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA

FACULTAD DE EDUCACIÓN

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
PEREIRA 201

LA INCLUSIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE LA DIVERSIDAD.

“Inclusión es ver las diversidad como oportunidad para generar realidades que
incentiven la colaboración y la participación; y conduzcan a la potenciación de
individuos y grupos.

Contribuir a disminuir la brechas existentes de exclusión social es una necesidad


imperante, puesto que, son estos comportamientos y actitudes que lastiman el
ser de quien padece en carne propia la injustica y el rechazo por ser diferente o
diverso, de los que creen que están en el lado de la normalidad, además, dicho
comportamiento genera muchos más conflictos sociales. Compete pues hoy en
día, ser reflexivos frente a la responsabilidad social que se tiene como seres
humanos –con todo lo que la palabra implica- cuando se hace referencia a lo
humano se apela a la características de lo racional, reflexivo, crítico, analítico,
consiente de sus responsabilidades, sensible, empático, coherente con los
principios éticos y morales. Debe ser preocupación de todos asumir procesos
de equidad y justicia reflejados realmente en las prácticas sociales.

La educación puede propiciar espacios no sólo de reflexión y desensibilización


frente a la discriminación, además puede y debe ella misma, transformarse para
no ser generadora de rechazo hacia lo no conocido, lo diferente, lo diverso, debe
ser ella, la principal generadora de procesos de inclusión, es allí, donde se
permean las demás esferas que afectan al ser humano, aunque estaría mal
expresar que es la única responsable, si es la más indicada para empezar a
asumir cambios no solo coyunturales sino estructurales, al interior de las prácticas
educativas. Es decir, que la principal tarea está en que la vida de aula, la vida
educativa, genere y permita que aquellos más vulnerables por su condición
diversa accedan a la educación, no para ser señalados con una atención
individualizada por ser los diferentes, raros, no normales o crear meramente
espacios de socialización, dicha tarea implica ir más allá implica “​ver las diversidad
como oportunidad para generar realidades que incentiven la colaboración y la
participación; y conduzcan a la potenciación de individuos y grupos”​.

A nivel mundial existen políticas de inclusión que si bien han servido para dar a
conocer el problema no han sido suficientes para erradicar el fenómeno de la
discriminación que afecta a todos los países del mundo y que permea todas las
culturas existentes en mayor o en menor medida sin importar su condición social,
académica o económica. Por eso, múltiples investigaciones y estudios hechos
por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) tienen como base
reglamentaria los pactos mundiales para elaborar los fines Educativos 2021.
Como lo cita Guerrero en la nota editorial de ​Inclusión social y derecho a la
educación​: “La disposición internacional más extensa y de mayor alcance sobre el
derecho a la educación es el artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales 1, este apartado reconoce el derecho de toda
persona a la educación, la que debe ser: disponible, accesible, aceptable y
adaptable.” (Aprobado por el Estado colombiano, en diciembre de 1968, mediante
Ley 74 de 1968) y las Metas Educativas 2021, “…la educación puede contribuir a
reducir las desigualdades sociales, es también necesaria una mínima equidad
social que asegure las condiciones básicas para el aprendizaje y para que la
educación sea éxitosa.”​ (Tedesco, JC; López, N. 2004:48), ​entonces, todos los
niños deben recibir educación sin importar su condición social, económica o con
necesidades educativas diversas.

En Colombia, de acuerdo al artículo 65 de la Constitución Política Colombiana


plantean la educación como derecho fundamental y en la Ley General de
Educación, de manera particular en el Título III "Modalidades de atención
educativa a poblaciones", Capítulo 1 "Educación para personas con limitaciones o
capacidades excepcionales", Artículo 46 "Integración con el servicio educativo",
menciona: "La educación para personas con limitaciones físicas, sensoriales,
psíquicas, cognoscitivas, emocionales o con capacidades intelectuales
excepcionales, es parte integrante del servicio público educativo". Si bien aquí se
pretende generar un proceso de justicia social, aún se refleja más como proceso
de integración que como inclusión, aunque ya se han emitido decretos que
reglamentan la ley en aspectos de inclusión y que apuntan a favorecer el
paradigma inclusivo.

Se debe reconocer que a pesar de tener un pacto firmado desde 1968 y cada vez
ir adoptando políticas más inclusivas, pasando por diversas definiciones, de lo que
implica ver y reconocer la diferencia, y sumado a ello, las perspectivas teóricas e
investigativas, lo que hace, que el termino de inclusión haya pasado a lo largo de
este tiempo por varias definiciones que no se mencionaran pero que
evidentemente lo eufemismos con que se le nombren no cambiarán la realidad;
quizá haga alguna diferencia en verla y reconocerla como necesidad apremiante
de generar realmente contextos educativos, sociales, culturales y laborales más
equitativos, mas no, ha sido suficiente, ni lo será, porque realmente estas por si
solas son palabras carentes de sentido, son palabras muertas, si no trastoca la
sensibilidad y genera cambios de actitud en quienes son los responsables de
enseñar el respeto por la inclusión para que realmente se genere una cultura de
igualdad de oportunidades para la diversidad.

Surge pues el interrogante de cuál es la manera, lo que implica entender la


inclusión como lo expresa Guerra (2009, 4(3): 5-8).

“La inclusión, entendida como la igualdad de oportunidades de


acceso a la educación, es un enfoque reciente en la política
sectorial del Estado colombiano. Evidencia de ello es que uno de
los objetivos de la Revolución Educativa, adelantada desde el
2002 por el gobierno de Colombia fue establecer mecanismos para
hacer efectivos los derechos a la educación, la participación y la
igualdad de oportunidades para todos los niños, niñas, jóvenes y
adultos, independiente de sus características personales, socio
económicas o culturales.” (2009, 4(3): 5-8)

Es por ello que, la inclusión educativa comprende un cambio de paradigmas en


diversos aspectos: compromiso político y gubernamental, adecuaciones
curriculares, capacitación de los maestros, apoyo de y a los padres de familia y
sobre todo, comprender que no es enseñarles a las personas con discapacidad o
en situación de vulnerabilidad integrados dentro de un aula y vistos como
“problema” una carga más para el docente por necesitar actividades diferentes o
aislados en un rincón de ésta para que no afecte a los otros y los otros no los
discriminen, es realmente, ser conscientes de que todos hacemos parte de ese
porcentaje diverso, todos tenemos potencialidades, capacidades, habilidades,
emociones y comportamientos más aceptados por la sociedad, pero que a su
vez, nacemos con deficiencias, unos para lo social, otros para lo matemático, lo
artístico, lo motor; y otros, en situaciones de vulnerabilidad, lo económico, lo
cultural, etc. A si como lo expresa Arnaiz:

“La diversidad está presente en el ser humano desde el momento


que cada persona tiene sus propias características evolutivas,
distintos ritmos de aprendizaje que en interacción con su contexto
se traducen en distintos intereses académicos-profesionales,
expectativas y proyectos de vida, especialmente, a partir de la
etapa de la educación secundaria. Además de estas
manifestaciones, podemos encontrar otras de carácter individual,
como pueden ser las deficiencias intelectuales, físicas, sensoriales,
altas capacidades, o aquellas otras que se manifiestan en
contextos socioculturales desfavorecidos o relacionados con las
minorías étnicas y culturales.”

Es imperante, generar una cultura inclusiva y de respeto por la diferencia


reconocer que ésta es inherente al ser humano y que una manera de iniciar el
proceso de resignificación y de restitución de derechos a las personas que por
sus condiciones físicas, cognitivas o culturales han sido objeto de discriminación,
es la adecuación de un lenguaje más digno, más humano, más coherente con lo
diverso y que refleje el respeto a las culturas existentes y permita la
socialización, la participación activa de todos y todas en igualdad de condiciones.

Se necesita entonces, que las políticas gubernamentales se reflejen en proyectos


viables y ejecutables, direccionados a favorecer la educación de calidad que
asegure la igualdad en el acceso al conocimiento, con instituciones educativas
que incluyan estudiantes de diferentes contextos socioculturales y con diversas
capacidades y prácticas de vida, son elementos clave para avanzar hacia la
construcción de ambiente sociales más justos y educativos.
Visto desde esta perspectiva, la inclusión destaca la importancia del trabajo
colaborativo en el aula, la escucha activa, el dialogo reflexivo , la cooperación
entre pares, la generación de un clima de confianza y aceptación para favorecer
ambientes propicios para el aprendizaje significativo, acoge a las personas con
discapacidad o en situación de vulnerabilidad, pero como lo dijo un nativo
americano es un círculo más grande se refiere a toda la diversidad en la que
caben todos los seres humanos.

Se considera que la atención a la diversidad necesita una transformación en la


vida escolar, iniciando en reflexionar su papel como promotor de bienestar y
convivencia, esto para adecuar el currículo, no para la realización de diseños
individualizados, sino, para pensar y desarrollar prácticas educativas que sirvan
a todos teniendo como eje rector que la diversidad es lo que une al ser humano y
así fomentar en los estudiantes en el respeto a las diferencias, convivir y
fortalecer la comprensión y la solidaridad; entonces se habla de la equidad en la
educación, como lo señala Rosa Blanco:

Una escuela inclusiva es en esencia una escuela democrática y


plural que acoge a todas las personas de la comunidad, sin
mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, y
transforma su cultura, organización y propuesta pedagógica
para que todos los estudiantes participen y tengan éxito en
su aprendizaje. (2009.p. 96)

Muchos autores sensibilizados frente al proceso de inclusión y desde sus mismas


reflexiones sobre las prácticas educativas y las dificultades que allí se presentan
reconocen la corresponsabilidad, de todos en los procesos de inclusión, como
Rosa Blanco señala:

“Atender la diversidad del alumnado es una tarea compleja que requiere un perfil
diferente del docente y un trabajo colaborativo entre diferentes actores de la
comunidad educativa –docentes entre sí, docentes y familias, alumnos- y otros
profesionales que puedan complementar la acción de los docentes y ampliar su
capacidad para lograr la plena participación y aprendizaje de todos”. (2011 p. 56).

Se requiere generar cambios en las instituciones, en las actitudes de los


docentes y en las prácticas educativas para poder prosperar en la inclusión
educativa, es necesario sensibilizar a toda la comunidad educativa, puesto que la
principal barrera para la inclusión más que el desconocimiento de metodologías y
estrategias para el proceso educativo, son las percepciones que se tienen sobre
la inclusión.

Por último, la escuela “de la inclusión desde la diversidad” es para todos, en


cuanto a ingreso, asistencia, calidad, pertinencia, eficiencia, equidad , que
favorezca el desarrollo de habilidades, potencie competencias y permita incluirse
a nivel educativo, social, cultural y laboralmente; que identifique cada persona
como ser sagrado, único, diverso que es digno de respeto, tolerancia y
reconocimiento.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Ainscow, Mel. Desarrollo de escuelas inclusivas. Narcea Ediciones. p .303

Blanco, Rosa. Revista participación educativa Nº18. Estudios e investigaciones.


Educación inclusiva en América Latina y el Caribe. (2011)

Blanco, Rosa. Estudios e Investigaciones. Educación inclusiva en América Latina y


el Caribe. Organización de Estados Americanos. (2004)

Ley General de Educación. Colombia. ( 1994 ).

Arnaiz, P. (1996). Las escuelas son para todos. ​Siglo Cero​, Vol. 27 (2), 25-34.

Damm, X. (2009). Representaciones y actitudes del profesorado frente a la


integración de Niños/as con Necesidades Educativas Especiales al aula
común. ​Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, 3​(1), pp. 25-35

Ministerio de Educación Nacional. Subdirección de poblaciones y proyectos


intersectoriales. Programa de educación inclusiva con calidad .2007

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