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INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LA BIBLIA

1-¿QUÉ ES LA BIBLIA?

En este trabajo vamos a despejar las dudas más frecuentes acerca de la Biblia, y obviamente la primera
pregunta que le surge a cualquier persona que se dedica al estudio de la escritura es justamente su definición, es decir,
lo primero que uno se pregunta y lo primero que debe quedar claro es ¿qué es la Biblia? La palabra Biblia viene del
griego: es un nombre en plural, ta Biblia, que significa los libros. Pasando por el latín se ha convertido en un nombre
femenino singular: La Biblia. Pero, más que un libro, la Biblia es una biblioteca. En efecto, nos encontramos ahí con
cierto número de obras muy diferentes entre sí, agrupadas en dos grandes conjuntos que llamamos testamentos, a
saber, el antiguo y el nuevo testamento (AT y NT) la palabra testamento en hebreo significa alianza y al pasar al latín
se tradujo por Testamentum. Así pues, la Biblia es el conjunto de libros que nos hablan de la alianza entre Dios y el
pueblo de Israel por medio de Moisés (AT) y que se llevó a plenitud en la persona de Jesús de Nazaret (NT). Como
hemos visto antes la Biblia es un conjunto de libros que hablan de la relación entre Dios y el pueblo de Israel, esto
nos debe hacer pensar que no es un libro que ha caído del cielo, lo han escrito seres humanos a lo largo de muchos
años. Aunque esto parezca elemental quiero dejarlo claro y decirlo con las palabras más sencillas porque pretendo
quitar de raíz todo ese “misterio” que ronda en torno a la escritura. Los predicadores le han insistido a la gente en el
tema de la inspiración divina. Lo cual no voy a negar, eso es verdad, pero si quiero aclarar bien en qué consiste que la
Biblia sea palabra de Dios y qué es eso de la inspiración divina de la escritura.
La Biblia es palabra de Dios en el sentido que ya lo indiqué antes, porque lo que narra es la relación de Dios
con el pueblo de Israel, al leer la escritura podemos conocer cómo es el actuar de Dios. De la inspiración divina por el
momento diré que, si está inspirada por Dios, pero que eso de la inspiración divina no es como mucha gente cree.
Vamos a ver, mucha gente cuando habla de la inspiración divina piensa que es una especie de luz que viene del cielo,
o creen que es algo extraño, sobrenatural, etc. Algunos hasta se imaginan que la inspiración divina es una especie de
trance o algo así, cuando se refieren a la inspiración divina. Cuando hablamos de que un libro determinado de la
Biblia está inspirado por Dios, simplemente lo que queremos decir es, que por la fe creemos que lo que ahí se cuenta,
ha sido una experiencia real de unas personas que, en la vida, en la historia, en lo cotidiano han descubierto la
voluntad de Dios. Y no debemos perder de vista que hablo de la vida, lo cotidiano, lo histórico, lo real. Así que nada
de imaginarse cosas raras o trances para referirnos a la inspiración divina. Esto quedará más claro cuando vayamos
explicando algunos textos claves. En otras palabras, la “inspiración divina” no es otra cosa que la capacidad
humana de descubrir la voluntad de Dios en la vida, pero no entiendan capacidad humana como esfuerzo humano,
sino esa sencillez de dejarse atrapar por Dios. Por eso se suele decir que es un regalo divino. Es decir, ocurre que
Dios se muestra al ser humano en la vida, en lo cotidiano, en las cosas sencillas, en la historia, en las relaciones
humanas, en la naturaleza etc. pero no todos los seres humanos lo descubren. Acá la clave es la sensibilidad ante la
vida. Y cuando hablo de la sensibilidad me refiero a todo aquello que nos mueve profundamente las entrañas, las

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tripas etc. Por tanto, la inspiración divina es la fe y la sencillez de las personas sinceras y buenas, que con su bondad y
su corazón limpio descubre lo que Dios quiere, descubren su voluntad.

¿CUANDO, ¿DONDE, COMO Y QUIENES ESCRIBIERON LA BIBLIA?

Estas preguntas son vitales porque nos ayudarán a comprenden lo que dije en el apartado anterior, a saber,
que la Biblia no ha caído del cielo, que no la ha escrito Dios en el cielo y una vez escrita se las lanza a los humanos
para que le conozcan y le sigan. La Biblia fue escrita por seres humanos, hombres y mujeres de un pueblo concreto
(el pueblo de Israel) en unos lugares concretos (El Medio Oriente) y en unas épocas concretas (dos mil años antes
que nosotros el nuevo testamento y tres mil años antes que nosotros el antiguo testamento) Me da la impresión que la
mayoría de los creyentes no terminan de caer en la cuenta de este asunto y por eso vienen las terribles malas
interpretaciones y abusos que se cometen contra la escritura. Vamos a ver unos ejemplos para que descubramos lo
grave del problema.
Al abrir los primeros capítulos del Génesis, uno se da cuenta que en esos capítulos se encuentran muchas
contradicciones y cosas que no encajan, si pensamos desde la lógica actual. Surgen preguntas y claro esas
contradicciones y esos vacíos son reales, pero eso no hace que el mensaje sea incierto o dudoso en su contenido. Me
explico. Lo que quiero decir es que hay contradicciones porque, en primer lugar, la Biblia no es un libro de ciencia
sino de fe, no hay que ir a buscar respuestas científicas a un libro religioso. En segundo lugar, hay contradicciones
porque quienes escribieron y colocaron los relatos tal como están ahora fueron los judíos, y judíos de hace muchos
años antes que nosotros. En tercer lugar, porque la Biblia no se escribió de un solo, como cuando se escribe una
carta, se escribió en un período de más de mil años, es decir, se fue escribiendo poco a poco. Entonces no
pretendamos imponer nuestros criterios occidentales, salvadoreños, y de esta época a un libro judío, antiguo y
religioso. Es imperativo que conozcamos la historia de Israel, algo del idioma judío y algunas cosas sobre la cultura de
los judíos, pero de los judíos antiguos, para poder aproximarnos al mensaje original de la escritura. Solo les voy a
formular unas preguntas y cuando vayan leyendo esos 4 primeros capítulos del génesis irán encontrando o
deduciendo las respuestas.
¿Por qué hay dos relatos de la creación? El primer relato está en génesis capítulo 1 versículos del 1 al capítulo
2 versículos 4 a. Es decir, todo el capítulo 1 y los primeros cuatro versículos del capítulo 2. No sé qué versión de la
Biblia está usando cada uno, pero al menos en la que yo tengo que es la Biblia de Jerusalén el versículo 4 está dividido
en dos partes, lo transcribiré para que quede más claro. Gen 2, 4 a “estos fueron los orígenes del cielo y la tierra
cuando fueron creados”, A continuación, el mismo versículo 4 b dice “el día en que hizo Yahvé Dios la tierra y
el cielo, (a continuación, sigue el versículo 5) “no había aun en la tierra arbusto alguno del campo y
ninguna hierba del campo había germinado todavía, pues Yahvé Dios no había hecho llover sobre la tierra,
ni había hombre que labrara el suelo”. Veamos, si en el capítulo 1 ha narrado el relato de la creación en seis días,
mas uno de descanso ¿Cómo es que en ese versículo 4 b que acabo de transcribirles dice que el día en que Dios hizo
la tierra y el cielo no había ni arbustos ni hombre para trabajar la tierra? Y todo el capítulo 1 ha dicho que Dios ha
creado el mundo y al ser humano. Y el capítulo 2 vuelve a dar otra versión de la creación, entonces ¿Cuál es la
verdadera? ¿Creó dos veces la tierra y al ser humano? ¿Por qué en una versión habla de una semana y en la otra ni se

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le da importancia al tiempo en el que Dios creó el mundo? En el segundo relato de la creación si nos fijamos bien, ni
siquiera aparecen los nombres de Adán y Eva. Es hasta el capítulo 3 versículo 20 cuando dice que “el hombre llamó
a su mujer Eva por ser ella la madre de todos los vivientes”. Y hay que esperar hasta el capítulo 4 versículo 25
para leer “Adán conoció….”El nombre de Adán aparece hasta ahora. Otro detalle importante, no existe ninguna
manzana en el relato, el texto habla del fruto del árbol del bien y del mal. Y estoy cansado de oír a la gente hablar de
la tal manzana.
Con respecto al tema de si somos creados o hemos evolucionado hay debate también, me meto a este tema
porque es inevitable en este punto de la lectura de estos primeros capítulos. Adán y Eva tuvieron tres hijos, los tres
varones, Caín, Abel y (Set capítulo 4 versículo 25) Abel fue asesinado por Caín, el tercer hijo es Set. Si regresamos al
capítulo 4 versículo 17 leemos “Conoció Caín a su mujer que concibió y dio a luz a Henoc”. ¿De dónde sale la
mujer de Caín? ¿De quién es hija?, ¿De qué otra pareja ha nacido? si los primeros humanos que Dios creó son Adán y
Eva. Y si es hija de Adán y de Eva y la Biblia no lo menciona, entonces Caín se casa con su hermana y entonces
comete incesto y el incesto es pecado. Con estos textos que claramente se contradicen basta para caer en la cuenta de
que la Biblia no debe ser leída e interpretada al pie de la letra, que lo que está escrito no es historia tal cual. Y eso no
significa que no tenga valor. Lo que hay que tener es cuidado, no se debe ir a buscar respuestas científicas a un libro
religioso.
Ese es justamente el gran error que comete mucha gente, se atascan en el inútil y absolutamente superado
debate de la creación y la evolución. Hay que decirlo sin ambages, somos producto de la evolución natural de la vida,
eso le toca demostrarlo a la ciencia y lo ha hecho hasta la saciedad. El problema de la creación es un problema
teológico, religioso y se debe enfocar de otra manera. También diré sin ambages que somos creación de Dios. La
evolución no niega la creación y el ser criaturas de Dios no nos impide haber evolucionado. A vuelo de pájaro les
adelanto lo que actualmente se dice sobre esto. La creación no fue un asunto de magia ni de fantasía, la creación
ocurrió justamente en el proceso evolutivo. La palabra creación tiene la misma raíz que criatura, y una criatura es la
que crea, inventa, descubre, de ahí la creatividad. Ahí justamente en ese ir creando, inventando, descubriendo, ir
siendo creativo es donde Dios ha infundido su Espíritu. Pues eso es lo que el ser humano ha hecho desde que existe
en la tierra. Y en esa creatividad humana es donde Dios ha soplado el aliento de vida creador. De momento
quedémonos con la idea clave: la evolución no niega la creación, hemos sido creados en la evolución. Dios nos ha
creado y somos sus hijos.

¿CUANDO SE ESCRIBIO LA BIBLIA?

Si regresan al título del apartado la pregunta es ¿cuándo, ¿dónde, ¿cómo y quiénes escribieron la Biblia?
Primero explicaré el cuándo. La Biblia comenzó a escribirse aproximadamente hacia el año 1000 antes de Cristo, si
sacan las cuentas verán que han pasado más de 3000 años, y eso es mucho tiempo. El Antiguo Testamento comenzó
a escribirse en la fecha antes mencionada, o sea hacia el año mil antes de Cristo. Aprovecho el dato para aclararles que
hay dos relatos de la creación porque a lo largo de esos mil años en los que se escribió el AT dos generaciones de
judíos por necesidades religiosas distintas, quisieron dar, por un lado, una explicación desde su fe y su contexto al
problema existencial de el origen humano. Y por otro lado dieron respuesta a otros problemas que el pueblo

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necesitaba, por ejemplo, necesitaban explicarse el problema del mal. Problema que aún no tiene solución, es decir no
se sabe de dónde viene el mal y porque hay mal en el mundo. El primer relato de la creación Gen 1, 1-2,4 a. (relato
de los siete días) narra de una forma, cómo los judíos creían que había sido el origen del mundo y de los seres
humanos. Por otra parte, ese relato se escribió, por último, y a la hora de organizar los textos, otra generación de
judíos muy posterior a los que escribieron los textos, decidieron ordenarlos tal como aparecen en nuestra Biblia. En
cambio, el que en la Biblia es el segundo relato de la creación que está en el capítulo 2 del génesis ese fue escrito casi
400 años antes que el relato de los 7 días. Me explico. El primer relato de la creación fue escrito aproximadamente
hacia el 589 antes de Cristo. Mientras que el segundo relato de la creación, el relato del jardín del Edén fue escrito
hacia el año 900 antes de Cristo, o sea casi 400 años antes que el relato de los 7 días. Para que se ubiquen vean la tabla
de siglos, años y épocas históricas que les he colocado al final, recordaran que para efectos prácticos los historiadores
decidieron contar en forma descendente, es decir de atrás hacia delante, mientras que el nacimiento de Cristo supone
el conteo de los años en forma ascendente. Me explico.
Por eso hay dos relatos de la creación, porque fueron escritos en dos momentos diferentes de la historia de
Israel, y cada uno fue escrito por un grupo de judíos de diferente época, por tanto, los problemas que tenía una
generación y la otra eran muy diferentes, y los relatos quieren dar respuesta a problemas concretos muy diferentes. El
AT se terminó de escribir más o menos hacia el año 100 antes de Cristo, significa que el AT tardó casi 900 años en
escribirse, no se escribió de un plumazo, y lo que narra es la historia religiosa del pueblo judío en esos más de 900
años. En cuanto al NT el período en el que se escribió es muchísimo más corto. Comenzó a escribirse hacia el año
50 después de Cristo y se terminó hacia el año 100 después de Cristo. A Jesús lo matan hacia el año 28 o 30 más o
menos, y el primer escrito del nuevo testamento es la carta a los Tesalonicenses, escrita hacia el año 50 después de
Cristo, es decir 20 años después de su muerte. Los evangelios son posteriores, el primer evangelio que se escribe es el
de Marcos y fue escrito hacia el año 70 después de Cristo, o sea 40 años después de su muerte.

¿DONDE SE ESCRIBIO LA BIBLIA?

Esto es más sencillo de explicar y de comprender, pero es de vital importancia la ubicación geográfica,
porque nos permite contextualizar adecuadamente las cosas, más adelante verán porqué. Bueno la Biblia en su
totalidad fue escrita en lo que hoy conocemos como Medio Oriente, si, ahí donde el ejército norteamericano está
matando inocentes día a día, para hacerse con las reservas de petróleo, bajo el pretexto de amenazas terroristas
islamistas. Solo que como es de suponer las cosas han cambiado mucho en estos tres mil años de historia. Incluso los
nombres de esos países han cambiado. Lo importante es que caigan en la cuenta que esos lugares poseen unas
condiciones geográficas muy diferentes a las nuestras (El Salvador). En El Salvador no hay desiertos de arena, nunca
hemos tenido ganado ovino (ovejas) ni siquiera sabemos lo que es tener las cuatro estaciones climatológicas. Como
ven las condiciones geográficas son muy diferentes y eso nunca se debe perder de vista, porque la geografía determina
mucho la cultura de los pueblos.
En El Salvador no tenemos cultura del vino, ni existe el pastoreo de animales como lo hacían aquellas gentes.
Y así podría mencionarles muchas más cosas que por las condiciones geográficas y sobre todo por el paso del tiempo
nos hacen diferentes. Por eso al leer la Biblia es indispensable tener algo de conocimiento del judaísmo. Es un error

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querer imponerle nuestras ideas a un texto antiguo, además un texto religioso, escrito por unas gentes que no
tenemos ni la más remota idea, sobre qué experiencias de Dios habían tenido. Es más, algunos textos del Nuevo
Testamento fueron escritos ya en Europa, por ejemplo, las cartas de San Pablo la mayoría fueron escritas en diversos
lugares de Europa, porque para esas fechas el naciente cristianismo ya había roto toda relación con el judaísmo y se
había expandido.
¿COMO Y QUIENES ESCRIBIERON LA BIBLIA?
Esto también es importante conocerlo, para ir dejando atrás toda ingenuidad y todo infantilismo religioso.
En primer lugar, quiero explicar hasta donde me sea posible, cuál fue el proceso histórico por el que pasó la escritura
de los libros sagrados, como es el mismo proceso para todos los libros de la Biblia creo que será más sencillo
explicarlo. Veamos, en primer lugar, todos los relatos que encontramos en la Biblia fueron escritos a partir de
experiencias religiosas concretas, y como saben una experiencia se puede contar de diferentes maneras, primero
porque depende quién la cuente, en segundo lugar, depende cómo la cuente y en tercer lugar depende para qué
público la cuente. Es decir, una misma experiencia no se siente, ni se aprende, ni se explica de igual modo por dos
personas o por dos grupos diferentes. Por ejemplo, si se fijan en los Evangelios son cuatro versiones de la misma
historia, unos cuentan unas cosas que otros omiten etc. Por otra parte, hay que pensar que en aquel tiempo esto de
escribir, que hoy a nosotros nos parece tan normal, para aquellas gentes no lo era. Es más, solo unos pocos podían
escribir y en algunos casos, ninguno del clan sabía hacerlo. Esto nos obliga a pensar que ninguno de los relatos del
Antiguo Testamento, ni de los Evangelios fue escrito en el momento en el que ocurrieron las cosas, no había nadie
dictando las cosas a otro. Lo que ocurría era que los grupos tenían sus experiencias de Dios, vivían simplemente, y los
más viejos retenían en su memoria dichas experiencias y se las transmitían a sus hijos y nietos por medio de relatos
orales, es decir, les contaban las cosas como contarle un cuento a un niño, pero lo que les contaban era experiencia de
Dios, palabra de Dios. Pero era palabra de Dios hablada, oral, el texto escrito vendría mucho tiempo después. Años
más tarde otra generación de creyentes quizá los nietos tenían uno o dos miembros de la tribu que sabían escribir, y
eran estos lo que por diversas necesidades decidían escribir esas historias sagradas que sus abuelos les habían contado,
como es normal pensar, el que escribe le imprime su propio estilo, sus ideas, su propia experiencia y lo que es más
importante, responde a una situación diferente, ya no es el mismo contexto de cuando era niño. Me explico.
Pero el proceso no termina aquí, bien podía ocurrir que años más tarde otra generación tuviera el texto
escrito en sus manos lo leyera y se fortaleciera espiritualmente con ese texto pero que las condiciones en las que
vivían eran tan diferentes que ese texto por muy palabra de Dios que fuera, se quedaba corto para responder a las
necesidades existenciales de dicho grupo. Entonces reescribían ese mismo texto adaptándolo a su propio contexto, a
sus problemas, en definitiva, a sus necesidades. Entonces es cuando escriben otro relato parecido o con la misma
temática, pero con notables diferencias. Por eso es que encontramos dos relatos de la creación, son textos escritos
por dos generaciones diferentes de judíos, los dos textos responden a problemas concretos diferentes y fueron
escritos para dar respuesta a esos problemas y los dos son palabra de Dios, aunque aparentemente se contradigan. Lo
mismo pasa con los evangelios, por eso encontramos dos relatos de la multiplicación de los panes ¿recuerdan? Por
eso hay dos versiones de la infancia y el nacimiento de Jesús, por eso hay dos relatos de las bienaventuranzas, por eso
hay dos textos del Padre Nuestro, por eso hay cuatro versiones de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús,
etc.

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Resumamos:
1- El ser humano vive, ama, odia, trabaja, forma familia, viaja, etc., en la vida concreta hay una o varias
experiencias en las que descubre la presencia de Dios, aprende a vivir de acuerdo con esa experiencia de Dios.
2- Siente la necesidad de transmitirlo a sus hijos para que vivan conforme a la voluntad de Dios, lo hace
narrando esas experiencias. Pero no es como contarles un cuento a los niños, le imprime seriedad y profundidad
humana, es la palabra de Dios que comienza a germinar en el corazón de las buenas personas, en la vida de aquellos
sencillos de corazón que le buscan sin cesar.
3- Los hijos o quizá los nietos han guardado en su memoria, en su corazón y en su diario actuar esas
enseñanzas de sus antepasados, porque están convencidos que Dios ha actuado en esas experiencias; acá es cuando
comienza a tomar fuerza el tema de la fe. Esa fe es la que les impulsa a escribir esos relatos, porque se han
convencido que esa es la forma de actuar de Dios y esos son los valores que el Señor quiere que conserven, por eso
deben escribirlos para que, una vez escritos, cobren carácter obligatorio y sean un referente para todo el clan, tribu,
pueblo etc. Es acá cuando aparecen ya los escritos.
4- Posteriormente esos escritos se convierten en el referente de vida y no solo hay que conservarlos sino que
se pueden interpretar y sacar más enseñanzas de sus páginas, de ahí que aparecen los duplicados, o los textos
corregidos, recortados o aumentados.
Más o menos así fue el proceso de escritura de la mayoría de los escritos de la Biblia, no se escribieron de un
tirón, ni los escribió una sola persona. Es fruto de miles de años de reflexión, oración y fe de muchos creyentes.

3-EL PROBLEMA DE LOS LIBROS

Como saben la Biblia, aunque es aceptada por el conjunto de todos los cristianos, entiéndase cristianos como
(católicos, luteranos, anglicanos, ortodoxos, evangélicos etc.) no todas la aceptan del mismo modo. Las diferencias
radican, sobre todo, al valorar el problema del idioma en el que cada escrito ha sido redactado. En el caso del Antiguo
Testamento, los judíos y los protestantes, reconocen sólo los libros escritos en hebreo, es decir 39 libros; mientras los
católicos añaden 8 libros más, escritos en griego, a estos 8 libros los católicos les llaman “deuterocanónicos”, ésta
palabra es un término compuesto, déutero en griego es segundo, canon significa regla, norma, orden. En ese sentido
la palabra deuterocanónico quiere decir del segundo canon o de la segunda regla. Entonces esos 8 libros fueron
introducidos cuando ya se habían escrito los otros 39 escritos en hebreo. Por eso se les llama del segundo canon o
deuterocanónicos. Estos libros son: Judit, Tobías, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, algunos pasajes
escritos en griego de Ester, Baruc, y la carta de Jeremías que en la Vulgata (la Biblia traducida al latín) son
un solo escrito.
Estos escritos no fueron aceptados por el judaísmo cuando en el año 90 después de Cristo los rabinos judíos
de Palestina decidieron cerrar el canon de escritos del Antiguo Testamento. Y no los aceptaron por la simple y
sencilla razón de haber sido escritos en una lengua extranjera, pagana, en este caso en griego. Para el judío más
conservador todo aquello que sea extranjero es impuro, por tanto, si esos libros no han sido escritos en hebreo no

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son considerados inspirados por Dios y por tanto rechazados del canon judío. A estos 7 libros los judíos y los
protestantes los llaman Apócrifos. La palabra apócrifo quiere decir escrito falso, o escrito oculto.
El Nuevo Testamento es idéntico para todos los cristianos. Fíjense que digo para todos los cristianos,
excluyo a los judíos por lo que todos sabemos. Al ser los responsables de la muerte de Jesús es evidente que no
creyeron en él y como ya dije antes, en el año 90 después de Cristo, los judíos más conservadores cerraron su canon,
es decir para los judíos, la Biblia es solo el Antiguo Testamento, sin contar los 7 libros deuterocanónicos. Por tanto,
para un judío el Nuevo Testamento no significa nada en materia de fe. Por eso al hablar del Nuevo Testamento se
comprenderá que se habla sólo de cristianos. El nuevo testamento consta de 27 libros. La biblioteca de los cristianos
consta entonces de 66 ó 73 libros, según a que denominación se pertenezca. Evangélicos 66 y católicos 74.

4-DIVERSAS CUESTIONES

Si uno quiere colocar unos libros en una librera puede seguir varios métodos, uno de ellos sería colocarlos de
acuerdo al tamaño de los libros, es decir, primero los más grandes, luego los de mediano tamaño y por último los más
pequeños. Otra forma sería colocarlos por temas, este sería un método menos estético que el anterior, pero mucho
más práctico. Otra forma sería la de seguir la evolución del pensamiento, es decir, colocarlos según el orden histórico
en el que fueron apareciendo. En el caso del Nuevo Testamento, el orden en el que están colocados los libros es el
mismo en todas las Biblias ya sea esta católica o evangélica. Pero en el caso del Antiguo Testamento es diferente. Los
judíos los ordenan del siguiente modo: La ley ó Torá (Pentateuco, primeros 5 libros, Gen, Ex, Lv, Nm, Dt) los
profetas ó Nebiim y estos a su vez se dividen en profetas primeros y profetas segundos, y los escritos ó Ketubim,
es decir los llamados libros históricos y los salmos. La mayoría de las Biblias adoptan el orden que tiene la Biblia
griega que ordena los libros en cuatro partes: pentateuco, libros históricos, profetas y libros sapienciales.

LAS LENGUAS
En cuanto a los idiomas en los que ha sido escrita la Biblia diremos que, para el caso del Antiguo Testamento
está escrito en hebreo, con algunas páginas en arameo, estas dos lenguas lo mismo que el árabe solo se escribe con
consonantes; es el lector el que tiene que añadir las vocales, según el sentido que él les dé a las palabras. Unos sabios
judíos llamados “Masoretas” del siglo VII de nuestra era, fijaron el sentido de un texto añadiendo las vocales bajo la
forma de puntitos por debajo y por encima de las consonantes. Por eso a ese texto hebreo ya con las vocales se le
llama “texto masorético”. El Antiguo Testamento fue traducido al griego a partir del siglo III antes de Cristo, en
Alejandría (ciudad situada al norte de Egipto, fundada por Alejandro Magno en el año 332 a.C.) Según la leyenda, 70
escribas, trabajando por separado, llegaron a la misma traducción. Por eso a la versión griega del antiguo testamento
se le conoce como Biblia de los LXX (en números romanos L = 50, X= 10, si hacen la cuenta, LXX= 70) por eso se
le conoce como la Biblia de los 70 por los 70 escribas que la tradujeron, también se le suele llamar “Septuaginta”.
Del Antiguo Testamento existen otras traducciones además del texto hebreo o masorético y de la septuaginta o Biblia
de los LXX. Están, por ejemplo, la traducción de Aquila, la de Símmaco, la de Teodoción, la traducción copta (el
copto es el idioma egipcio antiguo). Pero si hablamos de la Biblia cristiana, es decir AT y NT, hay otras
traducciones aparte de esas que mencioné antes. Por ejemplo, las más comunes son la versión griega, sobre todo se

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refiere a la versión griega cuando se habla del NT, ya que este fue escrito totalmente en griego, el dialecto común que
se hablaba en aquella época, y que es diferente del griego clásico. Pues a este griego común se le conoce como koiné.
Además de la versión griega está la versión latina conocida también como vulgata, que corresponde a la Biblia
traducida del hebreo y del griego al latín. Esta traducción fue hecha por San Jerónimo hacia finales del siglo IV y
comienzos del V después de Cristo. Todo esto tiene enorme importancia porque refuerzo algo que he dicho antes, la
Biblia no ha caído del cielo, ni ha sido escrita por Dios con su puño y letra, por otra parte, las biblias que han llegado
hasta nosotros, son traducciones de traducciones, es decir nos separan no solo miles de años, si no infinidad de
traducciones. Esto tiene su importancia, en el sentido de que los textos no nos han llegado íntegros, no estamos ante
los textos originales.
Imaginemos una experiencia religiosa de un pastor de ovejas en Israel hace 3000 años. Ese pastor cuenta la
experiencia a sus nietos 40 años después de lo sucedido, obviamente no recordará detalles, como fecha exacta, hora,
la ropa que vestía cuantas ovejas cuidaba en ese momento etc. les contará lo esencial de la experiencia, y quizá añada
alguna reflexión para sus hijos y nietos, como dándoles un consejo. 40 años más tarde uno de sus nietos ha tenido la
suerte de juntarse con alguien que conoce a otro que sabe escribir, le cuenta la historia del abuelo, pero además de la
historia en sí y de la reflexión del abuelo él ha aprendido muchas cosas más en su vida, y él mismo tiene otras
reflexiones de acuerdo a sus propias experiencias de fe. Al momento de contar la historia ya está enriquecida o
adulterada, según se vea. El que la escribe, como sólo él sabe escribir, seguramente omitirá cosas o agregará cosas
bien sea de su experiencia o de su imaginación de manera que el relato llame la atención al que lo lea, (que le ponga
imaginación no es malo, acá entendámosla como una forma de escribir el relato sin que éste sea aburrido) entones el
relato llevará componentes literarios, es decir, aquella experiencia ha sido adornada, enriquecida, y se escribirá en
forma de cuento, de fábula, de saga, poema, cántico, etc., cien años más tarde cuando esa experiencia ya es un escrito,
alguien quiere enseñárselo a sus hijos pero resulta que sus hijos han nacido en otro país y hablan otro idioma.
Recuerden que los judíos fueron desterrados varias veces a lo largo de su historia, y muchos nacieron en otros
contextos, aunque mantenían sus costumbres. Entonces esos escritos hay que traducirlos a otros idiomas. Y ahí es
donde se arma el lío. ¿Por qué? este asunto ya lo he insinuado antes. Pero hoy voy a ampliarlo lo más que pueda.
Vamos a meternos en el tema de los idiomas, como saben un idioma es una expresión cultural de un pueblo, es una
forma de comunicación en la que se transmiten valores, experiencias, costumbres, formas de pensar, formas de ser,
sentir etc. en definitiva es la forma propia en la que un colectivo de personas afines suele comunicarse. En este
sentido las palabras, frases, oraciones y relatos son medios de comunicación. Pero cada pueblo tiene una forma muy
peculiar de hablar incluso en los casos en los que en ambos pueblos o países se habla el mismo idioma. Por tanto, el
idioma es tan importante como relativo. Importante porque es la esencia del ser de cada pueblo, le proporciona
identidad, en definitiva, el idioma es una forma de cosmovisión, es decir una forma de pensar y ver el mundo, la vida
etc. Y el idioma es al mismo tiempo tan relativo precisamente por eso, porque es algo que no puede universalizarse.
Por ejemplo, lo que para nosotros en El Salvador representan las pupusas, no lo representa para ningún país del
mundo, ni la palabra, ni la comida, es algo de la cultura salvadoreña que a la hora expresar fonéticamente se dice
“pupusa” y solo los salvadoreños entendemos al 100 % el significado de esa expresión. En la actualidad hay objetos
que si son comunes a todos los países, aunque en cada idioma se les llame de diferente modo, por ejemplo los
vehículos, los aviones, un teléfono, el Internet etc. son cosas comunes a la cultura actual, pero hace 30 años Internet

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no existía o en los países desarrollados, estaba en pruebas. Pero si uno llega a un pueblo indígena de Guatemala
actualmente les puedo asegurar que en su vida han visto una computadora, y eso que viven en el mismo contexto
mundial que nosotros; en ese sentido no tienen ni la más remota idea de lo que puede ser el Internet y obviamente no
saben para que sirve, esto es solo un ejemplo. Pues si estas cosas pasan en la actualidad mucho más con aspectos que
se nos cuentan en la Biblia y que son rasgos culturales propios del judaísmo antiguo, costumbres normalmente
obsoletas y absolutamente superadas. Voy a citar unos ejemplos que espero les ayuden a comprender este asunto de
la diferencias culturales, históricas e incluso lingüísticas. Dt 25, 5- 10 en este texto encontrarán la ley del Levirato,
según la cual si en una familia unos hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin dejar hijos la mujer del difunto
debe casarse con el cuñado, o sea con el hermano del difunto, no puede ir a buscar un hombre de fuera para volver a
casarse. El texto sigue y espero que lo lean ustedes, a lo que quiero llegar es a lo siguiente, eso está escrito en la Biblia,
eso es palabra de Dios, eso está inspirado por Dios, ¿por qué no lo cumplimos? Ni los católicos ni los protestantes.
Actualmente en el mundo occidental eso es absurdo, en ninguna casa normal por muy católicos o muy evangélicos
que sean cumplen eso y no por eso están faltando a la palabra de Dios, es que sencillamente es una ley judía de hace
tres mil años de antigüedad y que me atrevería a decir que ni los mismos judíos actuales cumplen, porque es una ley
obsoleta, pasada de moda, que ha entrado en desuso.
Pero en el momento en que esa ley fue redactada era palabra de Dios para esos judíos concretos que querían
preservar la pureza racial y las costumbres del pueblo. Por eso la importancia de conocer la historia, la cultura y la
lengua. A la hora de estudiar la Biblia para no hacer que la Biblia diga cosas que nunca dice y para no ser un fanático
irresponsable. Así es como podremos tener una fe adulta, una fe madura y una fe real. Voy a poner un ejemplo más.
En ese mismo capítulo del Deuteronomio 25 versículo 11 y 12. Hay otra ley interesante según la cual si dos hombres
pelean y la mujer de uno de ellos interviene y agarra al otro por los testículos, a ella se le cortará la mano sin piedad.
Hoy nos puede parecer lo más tonto del mundo y creo que nadie en ningún país del mundo se regiría por esa ley. Y
podría seguir con los ejemplos, pero considero que con estos la cosa ha quedado clara.
Ahora quiero explicar algo que insinúe antes, y es siempre respecto al tema del idioma. El idioma o la lengua
de cada pueblo es uno de los componentes culturales más importantes, porque además de permitir que nos
comuniquemos y convivamos, nos permite tener una identidad como pueblo. Por medio del idioma podemos
entendernos, y eso nos proporciona identidad. Pero hay palabras que son propias de cada idioma y no tienen
traducción de una lengua a otra, por ejemplo, la palabra bolado en El Salvador se usa para designar a casi cualquier
cosa dependiendo del contexto en el que se use. (Pásame ese bolado, tengo un bolado pendiente, compre este bolado
barato, no me acuerdo como se llama ese bolado, etc.) Por eso lo del idioma es determinante para comprender
muchas cosas y sobre todo cuestiones de la Biblia, porque ya lo dije antes el idioma engloba la cultura, y en la cultura
se encuentra la forma de pensar, de ser, de hablar, de comer, de vestir, etc. de un pueblo. Y por eso hay palabras que
designan cosas propias de un pueblo, de una cultura, y por eso no tienen traducción de un idioma a otro. Eso
justamente ocurre con la escritura y la mayoría de cristianos cometen el abuso de leer la Biblia, pero con categorías
actuales, con esquemas mentales del mundo de hoy, para el caso que nos ocupa. En El Salvador mucha gente es
cristiana y lee la Biblia y la lee desde la mentalidad salvadoreña actual, la leen pensando en salvadoreño y eso es un
error y un abuso. Porque lo que leemos no es la prensa gráfica, ni los cuentos de cipotes que es literatura salvadoreña,
propia de nuestra cultura. Lo que leemos es un libro judío, un libro antiguo, un libro religioso, para el caso del

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Antiguo Testamento es además de ser un libro religioso es el equivalente a la constitución de la república, si
recuerdan los ejemplo que puse antes, lo que leíamos eran leyes. Es además de eso un libro traducido, primero del
hebreo, arameo y griego antiguo, de ahí paso al griego común la koiné de la que les hablé antes, del griego común
pasó al latín, que lo tradujo San Jerónimo (la Vulgata) de ahí en la época de la reforma protestante Martín Lutero
tradujo la Vulgata al alemán, años más tarde cuando el protestantismo se extendió por toda Europa cada país tradujo
ya sea del alemán o del latín la Biblia a su propio idioma; así es como ha llegado hasta el español, y del español
peninsular, o sea del español hablado en España todavía se ha tenido que traducir al español latinoamericano. Si se
piensa despacio esto, es más complicado de lo que cualquiera podría pensar. Sólo en este mini resumen hecho a toda
prisa podemos identificar hasta 6 traducciones para que la escritura nos llegue a nosotros.

¿Qué pasa con las palabras, frases o ideas que no se pueden traducir exactamente de un idioma a otro por las
diferencias culturales o temporales? Es decir, que ocurre con aquellas palabras que en hebreo antiguo designan una
cosa, pero que al momento de traducirlas al griego común el traductor se da cuenta que esa palabra no existe en el
idioma griego, ni en la mentalidad griega, ni en la cultura griega. El ejemplo más ilustrativo en este caso es el de la
palabra hebrea “Ruaj” es un término femenino, y significa aire, soplo divino, aliento de vida. Pero esa palabra en
griego no existe y ¿qué pasó al momento de traducir esa palabra al griego? Ocurrió que el traductor comenzó a buscar
un término equivalente, es decir buscó una palabra que se pareciera al significado de “Ruaj”, y la que encontró fue
“Psyché”. La psyché, es un término que se inventó el filósofo griego Platón cuando formuló su famosa teoría
dualista del ser humano (cuerpo opuesto al alma, lo material opuesto a lo inmaterial). Cuando la palabra Ruaj paso al
griego se le llamó psyché, pero al traducirla al latín se volvieron a encontrar con el mismo problema, esas dos palabras
no existían en el latín. En latín lo más parecido a esas dos palabras, (dado el significado que se le había dado) es la
expresión “Ánima” como sabemos, en español la palabra ánima, no existe, al traducir ánima al español la palabra que
usamos es “Alma”. Si caemos en la cuenta el termino hebreo era Ruaj, y explicaba antes que en hebreo es un término
femenino, y al traducirlo al español es “el alma”, o sea, le hemos agregado un determinante masculino. Otro ejemplo
es la palabra amor, en griego existen tres términos diferentes para designar al amor, “Eros”, “filia” y “ágape” las
tres se refieren al amor, pero se emplean en contextos diferentes. Eros es el amor de pareja, el amor erótico, el amor
sexual; filia designa al amor entre hermanos de sangre y el ágape es el amor misericordioso de Dios. Por tanto, ahí hay
un claro ejemplo de degeneración de una palabra. Me refiero al ejemplo del espíritu y el alma. Se ha tergiversado
totalmente no solo la palabra en sí, también su significado. Porque en hebreo Ruaj es soplo, aliento, viento, que
produce vida. En griego usaron la palabra psyché y el significado más genuino es el que le da Aristóteles que designa
la psyché como parte del sistema nervioso que el mismo Aristóteles no terminó de aclarar nunca.
Además, desde el punto de vista de la filosofía griega que fue en definitiva la que inventó la palabra alma,
todos los seres vivos la poseen, es decir según los griegos todo ser que posea vida tiene alma, así los animales y las
plantas como los seres humanos poseen alma. Por eso no podemos hablar desde el punto de vista bíblico, ni
teológico del alma. De hecho, desde el punto de vista científico el alma no existe, porque no hay manera de
objetivarla. Y desde el punto de vista religioso tampoco podemos afirmarla porque como ya he dicho, esa palabra no
aparece en la escritura, al menos en los textos originales. Y además hoy sabemos que esa palabra la inventaron los
filósofos griegos y ni ellos tenían claro a que designaban con esa palabra.

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CAPITULOS Y VERSICULOS

La división de la Biblia en capítulos y versículos es una cuestión que apareció mucho tiempo después, es
más, hay que esperar hasta el siglo XIII d. C para que la Biblia sea dividida tal y como la tenemos en la actualidad.
Algo similar hay que decir de los títulos que aparecen al principio de cada relato, por ejemplo, si vemos el evangelio
de Marcos en el capítulo 2 aparece el siguiente título: “curación de un paralitico” ese título ha sido colocado
muchísimo tiempo después para efectos prácticos, pero los textos originales no traían esos títulos. Al igual que he
mencionado el asunto de los capítulos y los versículos. Fue en 1226 que Esteban Langton dividió la Biblia en
capítulos para que la búsqueda de los pasajes fuera más práctica. El impresor Robert Estienne fue quien colocó los
versículos en 1551. Esta distribución en capítulos y versículos no siempre corresponde al sentido de los textos; esto
solo funciona para efectos prácticos. Con esos títulos, capítulos y versículos se nos hace más fácil ubicar y recordar
relatos concretos, pero no debemos olvidar que esos relatos tienen un sentido que no es necesariamente el que
determinan los capítulos y los versículos. Por ejemplo los capítulos 2,4 a y todo el capítulo 3 del libro del génesis
deben leerse juntos porque esos dos capítulos pertenecen al mismo relato, y si nos fijamos además de estar separados
por los números de los capítulos también tienen un título distinto cada capítulo, en el 2,4 a el título es “La prueba de
la libertad, el paraíso” y el título del capítulo 3 es “ La caída” y cualquiera puede pensar que son dos relatos
independientes, pero al momento de estudiar el relato y comprender su sentido deben leerse esos dos capítulos juntos
porque pertenecen al mismo relato. En ese sentido los títulos que aparecen al inicio de cada relato no son palabra de
Dios en el sentido estricto del término. Esos títulos sirven para identificar los relatos con mayor facilidad y poder
buscarlos sin perder mucho tiempo. Como dije antes, el asunto de los títulos, capítulos y versículos es solo por
cuestiones prácticas y se colocaron en el siglo XIII después de Cristo.

LECTURA Y ESTUDIO DE UN TEXTO

Existe una diferencia entre leer un texto y estudiar un texto. La lectura de un texto es la que solemos hacer en
la liturgia, culto, reuniones de oración y en la oración personal. Leer un texto es hacerle producir un sentido hoy para
mí. Es lo que suele hacer la inmensa mayoría de los cristianos cuando leen la escritura. Es lo que solemos llamar
lectura de fe, es decir, se lee un texto concreto y a partir de ahí reflexionamos acerca de lo que nos dice hoy. Eso está
muy bien y es necesario hacerlo, pero hay un par de inconvenientes en ese asunto. El primero es que corremos el
peligro de hacer que el texto diga cosas que no dice.
Si recordamos el ejemplo del segundo relato de la creación, nos daremos cuenta que mucha gente, no sé de
dónde han sacado lo de la manzana y, a más de alguno o alguna persona le escuché asociar el tema del pecado original
con el sexo, basándose precisamente en el relato del génesis. Y el pecado original no es tema de ese relato y menos el
tema de la sexualidad. Pues ese es el peligro del que hablo de hacer que el texto diga cosas que en realidad no dice.
Otro ejemplo clásico de esta distorsión es el tema de los 3 reyes magos, supuestamente la gente lo ha leído en los
evangelios, pues ni eran reyes y en la Biblia nunca, nunca, nunca aparecen los nombres. Y según la gente se llaman
Melchor, Gaspar y Baltasar. Yo no sé de dónde la gente se ha sacado esos nombres, porque yo he leído los cuatro

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evangelios completos muchas veces y nunca he leído semejante cosa. Por eso hablo del peligro de hacer que el texto
diga cosas que no dice.
El segundo peligro es la descontextualización que se hace de un relato, es decir, tengo la impresión que
mucha gente utiliza la escritura como si fuera un manual de moral, en el que hay una serie de normas que debemos
cumplir. O una especie de libro mágico en el que si se busca se encuentra solución a los problemas. La Biblia no es
libro de recetas en las que uno encontrará lo que se le venga en gana. En muchas ocasiones he escuchado
predicadores católicos y protestantes que destrozan y atropellan la palabra de Dios diciendo cosas que la Biblia nunca
dice ni insinúa. De hecho, en algunas misas he podido constatar como a veces se comete el error de leer textos y
forzarlos a decir cosas que él su contexto original nunca dicen. Por ejemplo, cuando hay bodas suelen leer, Juan 2,1-
11 y he oído a más de un sacerdote decir que con ese relato se instituye el sacramento del matrimonio. También he
escuchado que suelen citar Mt 19, 1-9 para hablar de la institución del matrimonio. En ninguno de los ejemplos
citados (Jn 2,1-11 y Mt 19,1-9) el tema central es el matrimonio, y menos su instauración. Me explico. El mensaje del
texto de las bodas de Caná es la primera manifestación de Jesús a sus discípulos. Y para el caso del relato de Mateo el
tema central de ese versículo es el tema del divorcio, no el matrimonio como muchos cree. En primer lugar, porque el
matrimonio es una institución sociológica, no es religiosa, otra cosa es que la religión se apropiara de dicha institución
y la dotara de formalidad y de espiritualidad para que los cristianos no abusen y arruinen el grupo que constituye la
base de la sociedad. En segundo lugar y para completar lo que he dicho antes, la institución social del matrimonio
existe desde hace mucho tiempo atrás y existe en todas las culturas. Es decir, miles de años antes que la Biblia se
escribiera ya existía el matrimonio, y existía en todas las culturas. Porque es una institución sociológica que sirve de
base para la formación de la familia y esta es como sabemos el núcleo de la sociedad. Por tanto ¿Cómo va Jesús a
inaugurar una institución que ya existía? Si antes que apareciera la Biblia escrita la gente de todas las culturas ya se
casaba, no podemos entonces decir que Jesús instituye el matrimonio. Lo que sí pudo hacer Jesús fue reinterpretar
desde Dios la institución y sobre todo las relaciones matrimoniales y familiares. Pero habría que buscar con lupa los
textos en los que podamos deducir esas cosas.
Por otra parte, los textos esos que he mencionado antes, para nada tienen la intención de hablarnos del
matrimonio, en el caso de Juan las “bodas” son absolutamente secundarias y circunstanciales. El tema del relato es
otro; es la manifestación de Jesús como el nuevo y definitivo testimonio de Dios, es presentar la nueva ley en
contraposición a la antigua, cambiar el agua en vino es justamente eso, el agua es el AT y el vino nuevo y bueno es
Jesús y su mensaje del Reino. En el caso del otro ejemplo que he puesto, Mt 19,1-9. El tema central es el “divorcio”
y no el matrimonio. Justamente lo que le preguntan a Jesús es el asunto de repudiar a la mujer, en cualquier caso.
Por tanto, el tema central de ese relato no es el matrimonio, sino el divorcio. Estos dos ejemplos espero que les sirvan
para caer en la cuenta de lo que explique antes, sobre la lectura de los textos. Decía que había dos peligros: 1- hacer
que el texto diga cosas que no dice. 2- sacar de contexto el relato.
Para no caer en esos peligros, es necesario antes de leer un texto, hacer un mínimo esfuerzo de estudio del
relato, una vez que hemos contextualizado el relato y tenemos más o menos claro de qué habla, entonces podemos
aplicarlo a la vida cotidiana. Como dije antes, la escritura no es ni un recetario ni un manual de moral. Por tanto, no
hay que ir a buscar respuestas en la Biblia ante nuestros problemas. Sobre todo, porque nos separan miles de años,
nos separa un idioma, una historia, una cultura y unas costumbres. La escritura nos debe servir para creer, para

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alimentar nuestra fe, los problemas debemos ser lo suficientemente maduros y adultos para resolverlos
nosotros mismos. Me explico. Para estudiar un texto existen muchos métodos de análisis, unos más complicados
que otros. Pero acá no pretendemos ser expertos, solo queremos tener una perspectiva un tanto más formal, más
seria de lo que la Biblia nos enseña. Por tanto, les voy a proponer un método sencillo y útil para la lectura de un
relato.
1- leer el relato de corrido y completo.
2- Leerlo una segunda vez, pero preguntándonos ¿de qué habla? Solo esa pregunta. Es decir,
que dice el texto, sin inventar manzanas ni nombres como Melchor y esas cosas.
3- Preguntarnos ¿qué tipo de relato es? Una parábola, una historia, una enseñanza, una saga,
una ley. Es decir, lo que buscamos con esto es contexto literario. Es decir, que tipo de literatura tengo
enfrente. No es lo mismo que lean el artículo 1 de la constitución de El Salvador y después lean los
miserables de Víctor Hugo, es literatura muy diferente. No es lo mismo leer la República de Platón y después
leer los hermanos Karamázov de Dostoievski. Hay que preguntarse qué tipo de literatura estoy leyendo.
4- Después ver los personajes, quien habla, quienes le escuchan. Si hay palabras que no son de
nuestra cultura averiguar su significado, si el texto menciona costumbres que no son como las nuestras hay
que enterarnos a que se refiere.
5- Aunque esto es más difícil, intentar averiguar el contexto histórico en el que fue escrito el
relato, esto nos sirve para saber que quería transmitir el autor del texto en ese momento.

LOS GENEROS LITERARIOS

Los géneros literarios son formas concretas de escribir, narrar, contar un relato. No nos vamos a detener a
hacer un análisis profundo del tema solo mencionaré unos elementos que nos servirán de apoyo a la hora de
comprender la escritura. En el ámbito de la literatura en general existen géneros y figuras literarias, que como dije son
formas, maneras de expresión. Por ejemplo, las novelas, los cuentos, las fábulas, las metáforas, las parábolas, las
epístolas, las cartas, los telegramas, los evangelios, los Apocalipsis, los oráculos, los poemas, los cánticos, los relatos
etiológicos, las alegorías, leyes, escritos programáticos, los mitos, las tesis, los ensayos, etc. En la Biblia encontramos
muchos de estos géneros y sub géneros. Y como es normal no todos los géneros literarios se deben interpretar del
mismo modo, porque no es lo mismo leer una ley o un cuento, no es lo mismo leer una parábola que una carta. Cada
género literario se deberá entender e interpretar de modos diferentes. Y esto aplica tanto para el que escribe como
para el que lee el escrito. La carta de amor de una pareja de novios no se escribe ni se entenderá igual que una ley. Son
formas de escribir muy diferentes y por eso necesitamos saber qué tipo de literatura tenemos enfrente para poder
encontrar el sentido.

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IMPORTANCIA DE LA HISTORIA EN LOS ESTUDIOS BIBLICOS

IMPORTANCIA DE LA HISTORIA

El objetivo de este trabajo es comprender la importancia que tiene la historia, para el conocimiento de la
realidad. Comprender nuestro presente sería imposible sin la historia y sin la memoria. Es decir, sin conocimiento del
pasado no se puede comprender el presente. Y la comprensión del presente es la comprensión de la realidad, de la
vida. Y la vida es lo político, lo social, lo económico, lo religioso, lo sexual, la salud, la enfermedad etc. Esta realidad
actual no ha caído del cielo, tiene historia, pero pocos la conocen, por eso hasta en cuestiones de fe es indispensable
tener algunas nociones de historia. En otras palabras, sin la historia no sería posible la evolución humana ya que toda
experiencia del pasado necesariamente nos sirve para mejorar el presente, y eso nos ocurre a todos los seres humanos
en todos los ámbitos de la vida, incluyendo la fe, aunque la mayoría de gente ni se lo plantee, ni sean conscientes de
ello. Por ejemplo, cuando nos encontramos con una situación nueva en nuestra vida, consciente o inconscientemente
nuestra memoria nos remite al pasado, para buscar una situación similar. De no encontrarla y vernos encerrados en
dicho contexto buscamos ayuda en otras personas y casi siempre hay alguien que ha vivido una situación similar o ha
visto a otras personas pasar por lo mismo, de tal manera que la solución o al menos luces para enfrentarnos a lo
novedoso siempre la buscaremos en el pasado, es decir en la historia. Después de la muerte y resurrección de Jesús
¿Dónde creen que los discípulos buscaron los recuerdos de su convivencia con Jesús? En la memoria histórica.
Incluso el mismo Jesús cuando enseña suele comenzar recordándole a la gente lo que dice el Antiguo Testamento, es
decir, se remite a la historia del pueblo de Israel, recordemos que el Antiguo Testamento no es otra cosa que la
narración de la relación entre Dios y el pueblo judío, en otras palabras, “es la historia de Israel contada en
perspectiva de fe”.
Todo en esta vida, desde las cosas más simples hasta las más complejas no aparecen de la nada, tienen una
historia. Basta remitirnos a nosotros mismos para darnos cuenta que si perdiéramos la memoria por un accidente o
por enfermedad común, nuestra vida entera se vería afectada drásticamente por la pérdida de la identidad. Es decir,
somos lo que somos en este momento gracias a nuestra memoria histórica. Y por memoria histórica entenderemos
todo lo que somos, pensamos, sentimos, nuestra familia, amigos, vecinos, nuestros objetos más personales, nuestros
gustos, nuestra cultura, nuestro idioma, nuestra manera de ver el mundo, nuestra afectividad y por supuesto nuestra
relación con Dios, o sea, nuestra fe. Pero aun en el supuesto de que no perdamos la memoria, para vivir es
indispensable nuestro pasado, sea bueno o malo, justo o injusto, feliz o doloroso. Todo lo que el ser humano ha
logrado hasta ahora es gracias a la experiencia y conocimiento que se tiene del pasado. Pongamos por ejemplo toda la
tecnología de la que hoy disponemos, hace 30 años en El Salvador ni se soñaba con los celulares ni computadoras
que facilitaran el trabajo, ni con un mp3, ni televisión de plasma. Y hoy son cosas que nos parecen tan familiares,
pero esas cosas no aparecieron de la nada, a las empresas de comunicación e informática les ha llevado mucho tiempo
crear esos aparatos y han hecho muchos experimentos para llegar a perfeccionar dichos aparatos. Y lo han hecho a
partir de los modelos tradicionales, es decir, hace 30 años ya había teléfonos, y en los círculos más ricos había
computadoras, y televisores, y había satélites que proporcionaban información sobre el mundo y había aparatos para
escuchar música. Pero eran muy primitivos en comparación con los actuales, eran el antecedente histórico de toda la

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tecnología actual. Me explico. La historia es el vehículo sobre el que nos subimos para hacer el viaje al pasado, ya sea
nuestro pasado personal, o nuestro pasado como pueblo, como especie humana etc.

HISTORIA ¿PARA QUÉ?

Antes de responder a la pregunta del para qué de la historia, vamos a definirla, porque antes de saber para
qué sirve tenemos que saber ¿qué es la historia? La historia es la disciplina o ciencia más difícil de definir porque de la
definición que demos de historia dependerá lógicamente toda la posterior reflexión que hagamos.
Es decir, si la concebimos como una simple disciplina que se dedica a recopilar datos del pasado caeremos en el error
que han caído muchos, de concluir que es aburrida y que no sirve para nada. Además, en el plano epistemológico es
casi imposible emprender una investigación o reflexión sin la referencia histórica pertinente. En otras palabras, sin un
conocimiento básico de historia de la humanidad, cualquier saber, incluido el teológico, deja muchas dudas y hasta
puede convertirse en una simple especulación sin fundamento. “La historia es la disciplina o ciencia que se
encarga de estudiar los procesos sociales, económicos y políticos de la humanidad, desde su aparición en la
tierra hasta nuestros días, se encarga de estudiar el pasado de la humanidad”. Ahora veremos para qué sirve la
historia, es decir, vamos a descubrir su utilidad práctica, para no volver al error de que es aburrida y que no sirve para
nada.

a) Para comprender mejor el presente.


Todo lo que hoy nos rodea, desde las cosas materiales hasta la experiencia de Dios que ni se ve ni se toca.
Todo tiene un pasado, una historia, y sin ese pasado no serían posibles las cosas presentes. Del conocimiento que
tengamos del pasado va a depender la comprensión del mundo actual. Hoy el hipócrita mundo occidental de la
opulencia y el despilfarro se rasga las vestiduras por las atrocidades del mundo y la religión musulmana más radical. Y
solo basta echar una ojeada a la historia para darse cuenta que, sobre todo Europa ha estado en conflicto con el
mundo árabe desde hace mucho tiempo. Lo que pasa es que para las generaciones actuales que no conocen la historia
creen que ese conflicto con el mundo árabe surgió con la caída de las torres gemelas en el 2001. Fue en el siglo VII
D.C. que las invasiones árabes se produjeron en España. Y desde entonces el mundo occidental representado por
Europa ha estado en conflicto con el mundo y la religión musulmana. Solo basta buscar algunas palabras del
castellano para darnos cuenta de la influencia del mundo árabe en la lengua española. Muchas de las palabras
articuladas en el español actual, son de origen árabe, y como es normal, esas palabras que para nosotros son tan
familiares porque nos las transmitieron los españoles en la conquista y las pronunciamos con naturalidad, solo por
medio de la historia nos damos cuenta de que tienen origen árabe por ejemplo: almohada, aceite, aceituna, arroz,
alfalfa, alcachofas, ajonjolí, almacén, albóndigas, jarabe, azucena, jazmín, azúcar, alcohol, alguacil, alcalde,
aldea, achaque, alcurnia, algodón, alcoba, alfombra, almanaque, alquimia, albañil, azulejos, al cantaría,
alfiler, aduana, alcancía, etc. Muchas de esas palabras forman parte de nuestro lenguaje cotidiano, es decir son
parte de nuestro presente, pero tienen historia, nos remiten al pasado, nos demos cuenta o no.

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b) Para superar la alienación de este mundo
La alineación es una categoría filosófica que implica la alteración y deformación de la conciencia de
los individuos, implica salirse de su propia conciencia y adoptar una ajena. Es una categoría que surge en el
siglo XIX, en el contexto de la deshumanización que sufría la población en Europa a causa de la industrialización y la
idolatrización del capitalismo. Hoy existe alienación en todos los ámbitos de la vida, en lo político, lo económico, en
la educación, en la religión, etc. En otras palabras, la alineación es la deformación de la realidad objetiva. De hecho, la
palabra en su sentido etimológico procede del latín alienatio- onis. Y significa hacer ajena una cosa. En ese sentido
una persona está alienada racionalmente cuando no piensa por su cuenta, cuando al ver la realidad la niega, ignora o
simplemente ni se percata de ella. Por ejemplo, en el Salvador y en el mundo la gente que no es consciente de la
miseria y las desgracias humanas de millones de seres humanos y se atreven a decir que las cosas en este mundo están
bien, son unos alienados, no ven la realidad. Y eso puede pasar con la religión, con la política etc.
Y la historia al revelarnos el pasado de todo lo que ocurre, nos crea conciencia del mundo, nos abre los ojos,
nos quita la venda y nos muestra las mentiras de la sociedad hipócrita en la que vivimos. Entonces alienación es la
acción y efecto de alienar, es un proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia
hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición. El resultado de este proceso es un trastorno
intelectual, tanto temporal o accidental como permanente. Otra forma más sofisticada de alienación es la que
provocan las instituciones en las colectividades. Ya sean estas, instituciones políticas, gubernamentales, económicas,
religiosas, medios de comunicación etc., estas alienaciones de carácter institucional, son las más peligrosas, sobre
todo, cuando conducen a la gente al fanatismo y de estas las dos más peligrosas son las instituciones políticas y las
instituciones religiosas. Porque son capaces de adormecer, cegar, entorpecer a la gente a tal modo que mucha gente
por aferrarse a sus ideales políticos o su fanatismo religioso está dispuesta incluso a matar. Basta ver la actualidad del
medio oriente, por ejemplo, en la que día a día mueren miles de personas en Irak a causa del fanatismo religioso de
los musulmanes y de la brutalidad político- militar del ejército de los Estados Unidos y sus aliados.
No seamos ingenuos, la guerra de Irak ha sido producto de las ideas religiosas de los musulmanes más
radicales y de la prepotencia y brutalidad de las ideas políticas del gobierno de Estados Unidos. Ambos fanatismos,
ambas formas de idolatría están provocando actualmente la muerte de casi 200 personas diarias en Irak, y si esas
cosas las dejamos pasar de largo, si no nos importan, si al menos no nos hacen pensar, es que no somos humanos y
por ello no podemos llamarnos seguidores de Jesús, no podemos atrevernos a llamarnos cristianos. Y habría que decir
que estamos alienados ideológicamente. Esta alienación a la que me refiero pasa en las iglesias protestantes como en
la Iglesia Católica, cada vez que por ideas inculcadas fanáticamente la gente pierde su identidad como persona y su
capacidad de pensar por su cuenta, entonces la alienación le gana la partida a la racionalidad.

c) Para no repetir los errores del pasado


No sé cuánto deba ahondar en este asunto que parece bastante obvio, no solo a nivel intelectual sino, a nivel
de toda la vida. Los seres humanos somos animales racionales y al igual que el resto de especies aprendemos en
primer lugar por las vivencias adquiridas, con nuestras diferencias individuales y los condicionamientos de nuestro
entorno familiar y cultural vamos construyendo el edificio de nuestra personalidad, es decir que desde que nacemos
hasta el momento de nuestra muerte estamos en constante aprendizaje. El aprendizaje no es lo mismo que la

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educación formal. El aprendizaje es la adquisición de una nueva conducta en un individuo a consecuencia de
su interacción con el medio externo. Por lo tanto, aprendemos siempre, en todo momento, durante toda la
vida, seamos o no, conscientes de ello. A diferencia del aprendizaje, la educación formal o instrucción sólo es
posible mediante las instituciones educativas. Es decir, es la manera formal de racionalizar el aprendizaje. En ese
sentido diremos que el ser humano aprende de dos modos a nivel de vivencias y a nivel formal. Pero en ambos casos
se verá obligado a mirar hacia el pasado para responder a las preguntas que su presente le plantea, ya sea a nivel
existencial o a nivel racional. Y aquí es cuando la historia, el pasado, las vivencias o las investigaciones anteriores nos
sirven como referencia para tomar decisiones, formar criterio, reforzar o desechar ideas; incluso algunas veces alguna
idea novedosa siempre ha tenido, aunque sea a nivel nocional un antecedente histórico en el que deba arraigarse. La
importancia que esto tiene es que, al recurrir al pasado, al rescatar la memoria histórica tenemos la posibilidad de
conocer lo que otros han pensado o han hecho respecto a lo que andamos buscando o preguntándonos. Con esa
referencia nunca partimos de cero y tenemos la oportunidad de no repetir los errores anteriores. Y hablo de
oportunidad porque no siempre el ser humano aprende de los errores del pasado. Precisamente esa capacidad de
aprender del pasado es la que nos ha posibilitado muchos avances científicos y tecnológicos de los que actualmente
disponemos. Con estas tres grandes razones ya podemos tener una idea clara de la importancia de recurrir a la historia
como herramienta de comprensión del presente, como instrumento crítico ante la alienación intelectual y como
elemento de aprendizaje formal o informal ante errores del pasado.
Nos queda un asunto pendiente respecto a la historia, se trata de pensar en el reverso de la historia, ya que en
todos los ámbitos de la vida cuando se trata de contar acontecimientos históricos, lo que nos cuentan es la historia
oficial, es decir historia que emana de instituciones, ya sean estas políticas, económicas, educativas, religiosas etc. Lo
que quiero decir es que la historia como saber científico y las historias cotidianas que se suelen contar, nunca toman
en cuanta, a las víctimas, a los vencidos, a los pobres, a los nadie. Siempre en los libros de historia se cuenta la
experiencia del vencedor, del poderoso, de rico, y eso pasa en todos los ámbitos de la vida y nos parece normal. Por
eso es necesario comenzar a pensar en eso que se me ha dado por llamar el “reverso de la historia”. Porque así se
sacará a luz el lado oculto y oscuro de las cosas. Y eso evidentemente es peligroso, porque a los poderes de este
mundo y al fanatismo no les gusta, porque entre otras cosas sería sacar a luz verdades, y la verdad es incómoda,
molesta, estorba y en este mundo en el que vivimos hacemos todo lo posible por evadir la verdad, porque solo así
evadimos la realidad. Y esa actitud y forma de pensar es contraria al evangelio y a Jesús de Nazaret, que dijo que “Y
conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. Jn 8,32

DIVISION DE LA HISTORIA:

Los historiadores no logran ponerse de acuerdo a la hora de clasificar o dividir las diferentes épocas
históricas, por esa razón es que al buscar en los manuales de historia encontraremos opiniones encontradas sobre este
asunto. Acá nos interesa hacernos una idea lo más sencilla posible sobre este problema, así que sin dejar de lado el
rigor académico intentaremos hacer una clasificación que nos permita “ubicarnos” en el pasado, una clasificación lo
más práctica posible de tal manera que al adentrarnos en el estudio formal de la teología y del saber bíblico podamos
“contextualizar”, “ubicar” lo que a lo largo de la historia ha ocurrido:

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La Edad Antigua. Va desde la invención de la escritura, aproximadamente hacia el año 3000 a.C. hasta la
caída del Imperio Romano de Occidente, a fines del siglo V d.C. La Edad Media. Se desarrolla desde la caída del
Imperio Romano de Occidente hasta el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, a finales del siglo XV d.C.
La Edad Moderna. Desde el descubrimiento de América (fines del s. XV) hasta el inicio de la Revolución Francesa (a
finales del siglo XVIII. La Edad Contemporánea. Desde la Revolución Francesa (fines del s. XVIII) hasta la
actualidad La Historia del Tiempo Presente. Estudia el periodo que abarca desde la Segunda Guerra Mundial (en
1945) hasta la actualidad. Solo para recordar cosas sencillas que quizá ya saben pero que a veces se olvidan, les anexo
a continuación una lista con los principales números romanos, que se suelen usar en historia para designar los siglos.
Tampoco olviden que en la antigüedad el tiempo se suele contar en forma descendente, es decir de más a menos
hasta el nacimiento de Cristo, y a partir de ahí se suele contar en forma ascendente, es decir, de menos a más. Espero
que estos datos les sirvan para ubicarse históricamente.

I-1 II-2 III-3 IV-4 V-5 VI-6 VII-7 VIII-8 IX-9 X-10
XI-11 XII-12 XIII-13 XIV-14 XV-15 XVI-16 XVII-17 XVIII-18 XIX-19 XX-20

UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE ISRAEL

El pueblo de Israel o tierra santa como solemos llamarlo, está ubicado en la actual Palestina. Esto es en el
medio oriente, cerca del actual Irak. A esa zona los historiadores lo llaman también creciente fértil. Israel limita al
norte con Líbano, al noreste con Siria, al este con Jordania, al sur con el desierto de Arabia, al suroeste con Egipto y
al oeste con el mar mediterráneo. Posee dos grandes lagos que son el mar muerto y el Lago de Galilea, El río Jordán
sirve de frontera natural con Jordania. Es un país relativamente pequeño con una extensión geográfica de 21.946
Km2. Israel en la antigüedad servía como corredor para moverse de Europa hacia África y Asia y viceversa, por lo
que se convertía en una zona muy inestable a nivel político. Por otra parte, esto de servir de paso obligado entre los
grandes países también le trajo al pueblo judío algunos beneficios como el enriquecimiento cultural. Es un país cálido
y de poca vegetación, es desértico en el interior, pero tiene la ventaja de poseer una larga franja de mar. Por lo que la
vida humana pese al clima del desierto, ha sido posible. Al ser un país pequeño también es comprensible que los
habitantes peleen constantemente por el poco territorio fértil, esto genera constantes intervenciones de los dirigentes
para resolver las disputas.

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BREVE RESEÑA HISTORICA DE ISRAEL EN EL AT.

Para comprender la historia de Israel es necesario caer en la cuanta que es un pueblo marcado por la
mentalidad del medio oriente y eso significa que, Israel a lo largo de la historia entra en contacto con los pueblos
vecinos, lo que supone un enriquecimiento cultural. Hablar de riqueza cultural supone que se ha entrado en contacto
con la literatura, el idioma, las costumbres, la legislación y los dioses de los demás pueblos. La mentalidad egipcia
estaba moldeada por el país. El egipcio vive en una región luminosa; si experimenta cierta angustia al atardecer, sabe
que el sol volverá a aparecer cada mañana, venciendo los poderes de la noche. Divinizado bajo diferentes nombres, el
Sol es el primero de los dioses y el faraón Akenatón le compuso un himno hacia el año 1350 y parece que el autor del
salmo104 se inspiró en él. El Nilo tiene algunas crecidas, pero también estas ocurren en fechas fijas y proporcionan el
limo fértil y el agua necesaria para la vida. Por todo ello el temperamento del egipcio es naturalmente optimista. Sus
dioses son buenos; velan por los hombres. Tras la muerte, hay una vida nueva y resplandeciente para el ser humano.
Sin duda la mentalidad egipcia influyó en algunas formulaciones de fe de Israel. La mentalidad mesopotámica es por
el contrario, fundamentalmente pesimista. El habitante de esas regiones vive en unos valles donde las inundaciones
son imprevisibles y provoca a veces auténticos diluvios, de los que se han encontrado numerosas evidencias
arqueológicas en esa zona. Es muy probable que el relato del diluvio del génesis fuera tomado como modelo para la
Biblia. También los dioses mesopotámicos, en su conjunto, son caprichosos y están en constante lucha entre ellos. El

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hombre se presenta como un ser mortal y temeroso que procura evadir la cólera de los dioses. En la literatura
babilónica es donde más parecido encontramos con la Biblia debido a la influencia que los pueblos de babilonia
ejercieron sobre Israel. Los relatos babilonios que más influyeron en la Biblia son: el poema del Enuma Elish, La
epopeya de Gilgamesh y la epopeya de Atra Asis. También el pensamiento cananeo influyó en el mundo bíblico, pero
esto no era conocido, hasta que en 1929 se descubrió una biblioteca en la ciudad de Ugarit, actual Siria.
Para comprender la Historia de Israel debemos situarnos unos 3000 años antes de Cristo. Israel no existía
como pueblo en esa época, lo que había en esa región eran un grupo de tribus de pastores nómadas y agricultores,
que no tenían ningún vínculo entre ellos, ni familiar, ni tenían una organización política común. Estas tribus estaban
en constante movimiento, en busca sobre todo de agua para sobrevivir. Estas tribus de pastores al ser nómadas se
vieron en la necesidad de bajar hasta Egipto debido a una gran sequía que asoló a toda la región, pero al entrar en
contacto con el Nilo comenzaron quedarse en esa zona. Al imperio egipcio no le gustó tener intrusos en su territorio
y es ahí cuando esclavizan no solo a los nómadas que habían bajado hasta Egipto, sino que, también ejercen la
dominación sobre todo el creciente fértil, esclavizando también a las tribus de agricultores que vivían en Canaán.
Hacia el año 1250 ocurre el éxodo, es decir, la liberación de los esclavos nómadas, pero también son liberados los
agricultores que vivían en Canaán. Después de huir de Egipto el grupo de pastores nómadas que habían sufrido la
esclavitud, llegan a territorio cananeo y al caer en la cuenta que la liberación era un acontecimiento común a todos
(pastores y agricultores) deciden formar una liga que reunió a las que nosotros conocemos como las tribus de Israel.
Una vez liberados y conducidos a través del desierto por sus jefes, llegan y “conquistan” el territorio de Canaán. En
este momento es que nace el pueblo de Israel, en torno a la conciencia de haber sido esclavos que habían sido
liberados por el mismo Dios, ya que cada tribu tenía sus propias divinidades. A partir de esta toma de conciencia
progresiva va a comenzar a formarse la fe en Yahvé. El naciente pueblo hebreo tendrá la necesidad de organizarse
políticamente y a nivel jurídico, entonces tendrán la necesidad de contar con los jueces para que organicen las leyes
que regirán al pueblo, también se organizarán a nivel religioso. En principio toda la responsabilidad de la organización
del pueblo recaerá sobre la figura de los jueces.
Hacia el año 1000, David toma Jerusalén y la convierte en capital de un reino que agrupa las tribus del sur y
las del norte. Más tarde su hijo Salomón se encargará de organizar el reino. Hay, pues, una tierra, un rey y un templo
donde se hace presente Dios. Comienza también la literatura, se ponen por escrito los recuerdos del pasado: el éxodo
se convierte en la experiencia fundamental en la que el pueblo descubre que Dios es liberador, salvador. Se escribe la
historia de los patriarcas, señalando cómo la promesa de Dios a Abrahán se realizó en David. Al morir Salomón, en el
930, su reino se divide en dos: al sur, el reino de Judá, con la capital en Jerusalén; al norte el reino de Israel, con la
capital en Samaria. Desde el reinado de Salomón se comienzan a poner por escrito diversas tradiciones sobre la
historia del pueblo. Es en este momento cuando se comienza a escribir la Biblia.
En el siglo VIII predican algunos profetas del reino del sur o reino de Judá: Amós, Isaías y Miqueas. Israel
rompió con el reinado de David y aceptó otro rey. El reino conoció una gran inestabilidad dinástica. Frente al rey
surge el profeta como Yavista fiel, que anima al pueblo a guardar la fe en el Dios de Moisés, combatiendo la religión
cananea que honraba a los Baales. Se ponen por escrito algunas tradiciones paralelas a veces a las de Judá. Aparecen
profetas como Elías, Eliseo u Oseas. En el 722, los asirios ponen fin al reino de Israel, con una feroz invasión. En el
587 es destruida Jerusalén por el rey Nabucodonosor, y los judíos son deportados a Babilonia. Durante medio siglo,

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el pueblo vive en el destierro; lo ha perdido todo: su tierra, su rey, su templo. ¿Perderá también su fe en Dios?
Algunos profetas como Ezequiel y un discípulo de Isaías, reaniman al pueblo. Los sacerdotes le hacen releer al pueblo
su historia para que encuentre sentido al sufrimiento.
En el 539 a.C., el fundador del Imperio persa, Ciro II el Grande, conquistó Babilonia. Al año siguiente,
publicó un edicto en el que otorgaba la libertad a los judíos. Aproximadamente 42.000 miembros de la comunidad
babilónica prepararon su regreso a Palestina, llevándose consigo todos sus bienes, además de las donaciones de los
que se quedaron en Babilonia y, tal como dice la tradición, regalos del propio emperador. Liderada por un príncipe de
la casa de David llamado Zorobabel, la expedición se dirigió a Jerusalén. El país aún estaba desolado debido a los
estragos causados por las guerras caldeas. El desaliento que sintieron en ocasiones los inmigrantes debido a la enorme
magnitud de la tarea que tenían ante sus ojos fue superado gracias a la labor de dos líderes religiosos, los profetas
Ageo y Zacarías, quienes enarbolaban con fuerza la dimensión espiritual de sus esfuerzos, tal y como había predicho
Ezequiel antes que ellos. Los judíos se concentraron en la reconstrucción del Templo, hecho que consumaron en el
año 516 a.C. Para la tradición judía, esta fecha marca el verdadero fin del exilio babilónico, cuya duración fue, pues,
de setenta años (586-516 a.C.) El sumo sacerdote fue elegido gobernante de la provincia de Judá o Judea, que desde
entonces se transformó en una teocracia. Las labores de reconstrucción fueron lentas y, aproximadamente en el
445 a.C., Nehemías (protegido del rey Artajerjes I de Persia, quien reinó entre 465-425 a.C.) recibió autorización
expresa para reconstruir la ciudad. Bajo su dirección Jerusalén volvió a ser una gran ciudad. Durante este periodo la
comunidad babilónica, habiendo oído noticias referentes a la falta de disciplina religiosa en Jerusalén, decidió enviar a
Esdras, un famoso maestro y escriba, para que introdujera las necesarias reformas religiosas. A mediados del siglo IV,
Judea se había convertido en un país organizado según unas estrictas doctrinas religiosas, y dominado por una casta
sacerdotal muy poderosa. La Torá (o ‘Ley’, es decir, el Pentateuco) rigió la vida cotidiana de los judíos; durante este
tiempo, los escribas y los maestros de la Ley dieron su forma definitiva a las Sagradas Escrituras.
A finales del siglo IV a.C., siendo emperador Alejandro Magno, Macedonia se transformó en la potencia dominante
del mundo antiguo. Después de que los macedonios dominaran a los persas en el 331 a.C., Judea pasó a ser una
provincia más del imperio alejandrino. Según la tradición, Alejandro se mostró especialmente benévolo con los
judíos, y cientos de ellos emigraron a Egipto después de la fundación de Alejandría. Bajo el nuevo imperio, y con el
incremento de las oportunidades comerciales, los judíos emigraron a diversas colonias repartidas por todo el mundo
conocido: a las costas del mar Negro, las islas griegas y las costas del mar Mediterráneo. Esta migración fue de tales
proporciones que comenzó a ser designada con el término diáspora (del griego, ‘dispersión’). Muy lejos ya de Judea,
centro de la vida judía, los emigrantes abandonaron paulatinamente el uso de la lengua hebrea y adoptaron en su lugar
el griego, lengua común a todo el imperio, así como las costumbres y usos griegos. Durante el siglo III a.C., se tradujo
el Pentateuco a esta lengua, versión (la Septuaginta) que se vería ampliada más tarde con otros libros de la Biblia
hebrea. Con el tiempo se iría convirtiendo en la norma para todos los judíos de la diáspora.
El helenismo, tanto en lo que se refiere al sistema de vida como a la cultura, tuvo una fuerte influencia sobre
la comunidad judía. A la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), la hegemonía de la cultura y civilización griegas se
convirtió en una amenaza para los judíos. El imperio de Alejandro se dividió entre sus generales. Tolomeo I Sóter, a
quien había correspondido Egipto, invadió Judea. El territorio judío tenía un valor estratégico importante en la ruta

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del comercio con Arabia, hecho que dio origen a múltiples conflictos entre los egipcios y los Seléucidas sirios. En el
198 a.C. el rey Antíoco III de Siria venció a aquéllos en la batalla de Panion y se anexionó Judea.
Los Seléucidas comenzaron a reemplazar el judaísmo por el helenismo mediante una campaña que se
intensificó durante el reinado de Antíoco IV Epífanes, quien en el 168 a.C. ilegalizó la religión judía y, dentro del
Templo, reemplazó el altar de Yahvé por uno de Zeus. Ese mismo año los judíos comenzaron una rebelión liderada
por el sacerdote judío Matatías y por sus hijos, los Macabeos, que terminó en la derrota de los sirios. La dinastía de
los Asmoneos o Macabeos alcanzó el liderazgo y sus miembros fueron reyes de un Estado judío independiente.
Bajo su reinado, los judíos concentraron todas sus fuerzas en lograr mantener su religión pura, libre de influencias
extranjeras. Los dos grupos más importantes del momento, saduceos y fariseos, diferían entre sí, tanto en los aspectos
políticos como religiosos. Durante esta época, aparecieron otros grupos, como los esenios, comunidad religiosa judía
que mantuvo un sistema de vida monástico en asentamientos de tipo comunal. Los Asmoneos establecieron el
Sanedrín, una especie de tribunal supremo o consejo de Estado, compuesto por 71 líderes y sabios judíos, que fijaba
la legislación civil y religiosa. El reino logró gran expansión mediante conquistas: bajo el gobierno de Juan Hircano, se
incorporaron Samaria y Edom, territorios conocidos como Idumea, cuyos habitantes fueron obligados a aceptar el
judaísmo. Lo mismo que sus predecesores, el reino judío de los Asmoneos tuvo que enfrentarse a conflictos
generalizados entre las distintas facciones. Durante el siglo I a.C. se libró una guerra civil entre los hermanos
Hircano II y Aristóbulo II, que rivalizaban por el trono de Judea. Antípatro, un idumeo que simulaba apoyar a
Hircano, se confabuló con el general romano Pompeyo el Grande para que le ayudara a resolver la crisis a su favor,
comprometiéndose a hacer de Judea un Estado dependiente del Imperio romano. Las legiones romanas entraron en
Jerusalén en el año 62 a.C.; y en el 47 a.C. el reino de Judea pasó a estar bajo el control absoluto del ahora procurador
Antípatro. Su hijo Herodes el Grande se convirtió en rey en el año 37 a.C.

Gabriel Hernández.

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