La función administrativa de integración de personal se define como ocupar
y mantener ocupados los puestos en la estructura de la organización mediante la identificación de los requerimientos de la fuerza de trabajo, inventario de las personas disponibles, reclutamiento, selección, colocación, ascensos, evaluación, planeación de carreras, compensaciones y capacitación o, de otro, modo, desarrollar tanto a los candidatos como a los titulares de los puestos para que realicen sus tareas con eficacia y eficiencia. Está claro que la integración de personal debe estar muy vinculada con la organización, es decir, con el establecimiento de estructuras intencionales de papeles y puestos. Muchos autores de obras sobre la teoría de la administración estudian la integración de personal como una fase de la organización. Sin embargo, por diversas razones aquí se ha identificado como una función administrativa aparte. Primero, la integración de personal en los papeles organizacionales incluye conocimientos y enfoques que usualmente no son reconocidos por los gerentes quienes conciben a menudo la organización como el mero establecimiento de una estructura de papeles y le dan poca atención a la ocupación de estos papeles. Segundo, el hecho de convertir la integración de personal en una función separada permite darle mayor énfasis al elemento humano en la selección, evaluación, planeación de carrera y desarrollo del gerente. Tercero, se ha ido reuniendo un importante acervo de conocimientos y experiencias en esta área. La cuarta razón de la separación de la integración de personal es que los gerentes a menudo pasan por alto el hecho de que esa función es su responsabilidad, no la del departamento de personal. Sin lugar a dudas, este departamento proporciona asistencia valiosa, pero compite a ellos llenar los puestos en su organización y mantenerlos ocupados con personas calificadas