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Datos y Estadísticas
Su función es dar al argumento un carácter científico, comprobable.
Consiste en aportar datos numéricos, cifras, estadísticas,
u otros datos verificables (no tienen por qué ser numéricos).
Da lo mismo que los afectados sean cien mil o quinientos mil. Es igual que
representen el 2 ó 3 por ciento del total de jóvenes entre 15 y 24 años. La
anorexia es una enfermedad que provoca la alarma social y que amenaza con
ser la más estúpida de las epidemias del siglo XXI
Es necesaria una presión social sobre las televisiones, públicas y privadas,
para que no den cabida en sus programas a quienes defienden, promueven o
imponen modelos de belleza que incitan a la anorexia. Lo mismo cabe decir de
diseñadores, publicistas y anunciantes. (Todos estamos de acuerdo en que la
moda promociona la anorexia).
Y no miremos sólo la paja en el ojo ajeno... (refrán)
No todo el mundo actúa así, pero la cosa abunda (cantidad frente a calidad)
“Señores miembros y responsables de Europa, es a su solidaridad y a su
bondad a las que apelamos por el socorro de África.” (argumento moral)
ARGUMENTOS AFECTIVOS (persuaden)
Cita
Es lógico que mi amiga Carmen Martín Gaite reaccione contra las multinacionales que
mueven continuamente la máquina de comernos el coco, para sacarnos el dinero. Así
es. Pero hay más. Por debajo de negocios y propaganda, como en la canción de Luis
Eduardo Aute, ”queda la música”. («Los Beatles», Andrés Amorós)
Analogía
¿Qué dirían los ecologistas si, desde hace veinte años, la tasa de fecundidad de
las ballenas hubiese bajado hasta llegar a menos de la mitad necesaria para
asegurar la renovación de la especie? (“Los niños europeos, especie en peligro")
Experiencia personal
Sólo quería referirme ahora al hecho de que la destreza material para escribir
está terminando, quedará limitada a breves y urgentes anotaciones. Y aún así,
yo mismo poseo un aparatito de bolsillo en el que apunto señas, teléfonos,
citas… (Lázaro Carreter).
Contraste de ideas
No resulta fácil aceptar desde una perspectiva antisexista, la hipotética
conveniencia de volver a los tiempos en que los chicos y las chicas se educaban
por separado, tal y como parece sugerirse en determinados foros de debate
sobre temas educativos. Desde luego, las razones que se avanzan, aunque
respondan a problemas reales, no justifican semejante paso atrás; bien al
contrario (“Chicos y chicas”, El País)