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Cicatriz permanente, muralla, membrana cada vez más permeable, zona de fricción, conflicto e intercambio. Herida,
horizonte de promisión, umbral mítico de renacimiento y muerte, foso y pórtico entre mundos. La línea entre México
y Estados Unidos es, sin contradicción, todo eso y más: la quintaesencia misma de la frontera. Los vastos territorios
que a la vez separa y enhebra definen una de las áreas de mayor tensión y desigualdad, y al tiempo de mayor po-
tencialidad económica y riqueza cultural del planeta. Todo ello forma parte del entorno cotidiano de una generación
para la que lo fronterizo o el límite son un lugar y una forma de vida absolutamente concretos e inconfundibles. El
Cuaderno da a conocer hoy la obra de algunos de los jóvenes autores que están aprendiendo a transformar en poesía
el potencial que electriza la gran divisoria americana, y se asoma también al trabajo de cinco artistas visuales
que han hecho de la dura y compleja realidad mexicana, tan conflictiva en todo el país como en la propia fron-
tera, la materia prima de su obra. [Sobre estas líneas: Mensajes (2007-2011), de Edgardo Aragón (Oaxaca, 1985)]
2 TERRITORIO DE ENCRUCIJADA
Experiencias
del cerco
La periferia del círculo registra en
Espacio Líquido la realidad mexicana
a través de la obra de cinco artistas
La periferia del círculo Los tres esperan que, a cambio,
Edgardo Aragón, Ricardo Cuevas, alguien haga algo por ellos fuera
José Jiménez Ortiz, Begoña de la cárcel. En mitad de una serie
Morales y J. A. Vega Macoleta de paisajes semirrurales y despo-
Espacio Líquido blados, varios niños juegan extra-
ños juegos que sugieren ritos de
P
JUAN CARLOS GEA iniciación, oscuros ceremoniales
erseguida por algo o al- en los que, por lo general, uno de
guien, una muchacha ellos se ve amenazado, rodeado,
corre sin descanso por intimidado. La mirada de alguien
las calles desiertas de su se pega a las paredes de un aparta-
ciudad sólo para desembocar en mento de una colonia de viviendas
la soledad aún mayor que la espe- sociales y las recorre con un incó-
ra en los suburbios y los descam- modo sonido de fricción ciñéndo-
pados. Un preso deambula por el se a su rugosa superficie, delimi-
recinto del penal evitando las zo- tando una y otra vez el pequeño
nas prohibidas, territorios reser- espacio de la sala. Hay un libro
vados a los guardianes o a la acti- cerrado que espera su lector pero
vidad de los cárteles, y toma nota cuyo texto, al abrirlo, se desvanece
de su recorrido; otro se concentra como un fantasma.
en sí mismo, atento al círculo de La situación real o virtual del
voces de los compañeros que lo encierro, la experiencia del cer-
circundan en el espacio cerrado co y las distintas reacciones ante
del presidio, y las transcribe en aquello que confina (enfrentarlo,
un complejo gráfico; otro recuen- romperlo, escapar, negociar…)
ta sus cicatrices, recuerda cómo definen el factor común entre to- José Antonio Vega Macoleta (México, D. F., 1980). Time Divisa
las adquirió y escribe sobre ellas. dos esos personajes, [página 4 •]
Domingo, 19 de febrero del 2012 / LA VOZ DE ASTURIAS El Cuaderno
«EL DESIERTO NO ES PARA COBARDES» 3
Alfredo Espinosa Aguirre (.../...) un cacto da lo mismo espinas que flores luminosas
acá amor y sexo se escriben con la misma mano
(Ciudad Delicias, Chihuahua,1954) libro de arena el corazón se desmorona
para emprender el viaje
Música letal en el avance de las dunas
el viento se descubre
El traqueteo de una AK-47, su música letal, —el desierto nunca se detiene
rafaguea la flor del árbol seco. Nadie avanza en los círculos concéntricos de la sed
sabe cómo se llamaba esa muerta la sed que no ha de saciarse
Las ambulancias aúllan por las calles, la policía más que en lenguas amorosas
acordona la zona: un bebé acribillado, porque acá el amor es algo duro
y con el tiro de gracia es algo de otro mundo
Los gladiolos se abren como siempre es un asunto que sólo en tus labios
Aparecen cadáveres en las cajuelas de los autos puede resolverse
en los tambos de basura, en lotes baldíos, el desierto está donde mismo siempre
en sacos, descabezados, torturados, descoyuntados, y nunca es el mismo
un cementerio de gemidos, canciones es la medida del temple de los hombres
arrancadas al corazón. El país es un mapa agujerado, el espejo del coraje
una cruz de ceniza. Sólo la mariposa traspasa porque para amar es necesario ser osado
la escena del crimen. El sicario desayuna tarde, hay que pasar cuarenta días con sus noches
agita el café con el movimiento de esas caderas, y resistir las tentaciones
el periódico chorrea y se estremece. La silla del político el desierto pone a prueba tu resistencia
se apoya en el fango, el desfile fúnebre pasa tu amante forma de estar en el mundo
silencioso, van juntos, rotos, los corderos y los machos en el desierto no hay nada y lo tienes todo
cabríos, y la sangre en el hocico de los lobos no hace falta cargar maletas
¿Debo añadir que las encuestas favorecen al príncipe, todo lo que hace falta es un corazón maleable
la bolsa está a la alza y los pájaros aún gorjean? una mujer que te acompañe aunque no esté contigo
porque ella vivirá en tu sangre si el desierto lo decide
acá en Torreón el sol es un asunto en serio
Carlos Reyes Ávila y las mujeres son sirenas de bruñido bronce
si vienes algún día no te asustes no te escames
(Torreón, Coahuila, 1976) así es el mundo en el desierto
vivimos demasiado cerca de dios y del diablo
El desierto no es para cobardes hay que sólo echar un ojo a la laguna
para ver la forma en que se dibuja
En el desierto todo tiene el mismo nombre tu sombra sobre la arena
Dios y el diablo viven juntos descubrirás
y andan de puntillas correteándose las sombras que si tienes miedos
tentación solar el nombre de tu cuerpo (.../...) el desierto no ha sido creado para ti.
De mesa en mesa, entre acordes y cantos, junto a voces felices A mitad de los 80’s mi familia estrenó vajilla de filos dorados
Martha sirve vino blanco y cerveza en el Little Longhorn Bar de Barnet St. denso decorado de flores.
dice que sirve tragos desde que ella se acuerda en los bares de Austin Nunca comimos juntos.
y pienso que quizá lo hacía en 1979 cuando yo muy joven soñaba
en viajar desde Juarez City y venir a infiltrarme en la clase de J. L. Borges Por esos mismos años me vestía de camuflaje
sería mucho decir que Martha Harding le sirvió una copa a Borges desde las botas hasta la boina.
pero seguro lo hizo con alguno de sus muchos discípulos Coleccionaba cartitas de baseball como un junkie
como ahora lo hace conmigo, y eso es todo lo que tengo en común miraba las caricaturas con fe de ciego.
con el viejo profesor argentino que nos enseñó a leer un poco
nunca pude venir a Austin con Borges pero mi consuelo es que llegué al fin Marcos, el mayor, hacía casas al otro lado
qué pobre es el consuelo del corazón cuando el hubiera es todo su remedio ocho horas diarias por quinientos dólares semanales.
6 HISTORIAS DE LA HISTORIA
• christa w olf pasión a la irritación y viceversa, • david remnick
sin acabar de creerse del todo el
DE ÁNGELES Y PALMERAS monumental tinglado conceptual DEL GULAG A LA PERESTROIKA
que Wolf se construye para huir, tal
Un intento de Wolf por sacudirse la mancha vez, de la vergüenza. No debe de ser
Una monumental e intachable reconstrucción
de su colaboración con la Stasi fácil ejercer de conciencia crítica de la caída del Imperio soviético
de un país durante tanto tiempo
y, de repente, encontrarte con que
CHRISTA WOLF escritas desde Estados Unidos por ese país ya no existe. En todo caso, DAVID REMNICK cuidadosamente envuelta en la
La ciudad de Los Ángeles o El una anónima exiliada, el diálogo uno siempre sospechó que lo que La tumba de Lenin (Los últimos retórica triunfalista habitual,
abrigo de Dr. Freud constante con los descendientes individualizaba a la RDA, en con- días del Imperio soviético) Gorbachov deslizó una acerba
Traducción de Carmen Gauger norteamericanos de las familias traste con los demás Estados de su Trad. de Cristóbal Santa Cruz crítica a los excesos del estali-
Alianza, 2011, 464 pp., 21 ¤ judías que lograron huir de la per- entorno, era un cierto tufillo hege- Debate, 2011, 865 pp., 28,90 ¤ nismo y formuló una invitación
L T
secución nazi: todo ello pretende liano, y hay mucho de sentir hege- a releer la historia «con ojos jui-
a ciudad de Los Ángeles o ilustrar un contexto, mostrar el liano en La ciudad de Los Ángeles: odos los grandes imperios ciosos». En la práctica, y así fue
El abrigo del Dr. Freud fue compromiso de la autora con la su melancolía es la de un sujeto his- nacen con pretensión de percibido, una invitación a sacar
el último libro que Christa RDA como consecuencia lógica tórico enfrentado a una realidad eternidad. Y, más pronto a la luz las verdades ocultas por
Wolf entregó a la imprenta. Ca- del rechazo del nazismo antes que poshistórica. El drama, inevitable. o más tarde, todos perecen. La siete décadas de adherencias
bría considerarlo un Los ángeles son Unión Soviética no fue una ex- ideológicas. Algo parecido había
testamento, no sólo seres fungibles, y sus cepción a esta regla histórica y, intentado llevar a cabo Jruschov
por su condición de relaciones con la lite- tras setenta años de hegemonía, a finales de los años cincuenta.
última obra (su auto- ratura, delicada. Han
ra fallecería un año demostrado ser muy
después), sino tam- útiles como iconos
bién, y muy especial- para abordar el des-
mente, por el afán de moronamiento del
recapitulación que «socialismo real» (así
recorre sus páginas: Kundera, en El libro
hay mucho en ellas de de la risa y el olvido).
confesión, pero tam- También Wolf recurre
bién, inevitablemen- a ellos, ya desde el pro-
te, de reconstrucción. pio título (el título ori-
Reinvención del per- ginal, donde no apa-
sonaje Christa Wolf, rece el topónimo Los
un personaje tal vez Ángeles), pero aquí pereció en apenas cuatro. David Baku (Azerbaiyán), septiembre de 1991
incómodo o contro- adquieren una fisono- Remnick, periodista norteameri- © Anatoly Sapronenkov/AFP/Getty Images
vertido, pero que no merecía, en mía espectral, como si la pureza, cano de origen ruso, corresponsal
cualquier caso, semejante ejerci- su rasgo distintivo, hubiese de ser en Moscú durante los años claves En aquella ocasión, el «aparato»
cio de automutilación. aquella que adornó la trayectoria de la Perestroika, ha contado ese supo reaccionar y la tímida aper-
Los hechos: Christa Wolf fue de los intelectuales que comba- proceso en un libro que llega a los tura fue conjurada a tiempo. Es-
objeto de acerbas críticas cuando tieron el nazismo: Brecht, Eisler, lectores españoles con bastante ta vez iba a ser distinto.
en 1992 se hizo público que había Thomas Mann, los grandes nom- retraso (se publicó originalmen- Remnick parte de esos prime-
colaborado con la Stasi. A distan- bres propios del exilio alemán en te en 1993, obteniendo el Premio ros días del deshielo impulsado
cia, desde Los Ángeles, la autora aquella «Weimar bajo palmeras» Pulitzer) pero sin haber perdido por Gorbachov y su equipo y re-
asistió durante varios meses al cuyas huellas Wolf rastrea en una su emocionante amenidad. corre el relativamente corto ciclo
descuartizamiento de su figura California sacudida aún por las Se puede señalar como el prin- que lleva al fallido golpe de estado
pública, y de esa experiencia nace consecuencias del asesinato de cipio del fin de la Unión Soviética de agosto del 91 —promovido por
La ciudad de Los Ángeles, en cuyas Rodney King. El resultado es un el discurso que Mijaíl Gorbachov los sectores más reaccionarios
páginas, más que una explicación, como un ideal político asumido libro de memorias fragmentado y pronunció el 2 de noviembre de del régimen—, que supone el fin
lo que hallamos es una negación voluntariamente y desplegado tenuemente recorrido por la per- 1987 en el Kremlin, durante la de la carrera política del propio
más o menos matizada de esa acu- en una trayectoria vital de más de cepción de que podría haber un celebración del septuagésimo Gorbachov, la consagración de
sación, pero también la asunción cuatro décadas. hilo conductor entre tanto tema aniversario de la Revolución de Yeltsin como nuevo líder y la di-
de la mancha moral en ella implí- Así las cosas, La ciudad de Los disperso que la autora no ha sabi- Octubre y ante la plana mayor del solución definitiva del Imperio
cita. La evocación de la infancia, Ángeles deja un regusto amargo. El do o no ha querido desenmadejar. régimen y los líderes comunis- soviético, incluyendo la ilegali-
la transcripción de ciertas cartas lector (este lector) pasa de la com- ¢ XANDRU FERNÁNDEZ tas mundiales. En su alocución, zación del Partido [página 7 •]
Ernesto Junco (fragmento) Favila (fragmento) Juan Manuel Puente (fragmento) Paco Abril Edgardo Aragón
Colectiva Favila/Kíker + Discípulos Juan Manuel Puente. Mirar, Paco Abril. Con alma de papel La periferia del círculo
Panorámica sobre algunos de Hasta el 29 de febrero, la obra de pensar el horizonte La galería inaugura su nuevo local El encierro es el tema compartido
los artistas de esta joven galería: dos consagrados junto con dos Hasta el 3 de marzo, una selección en la calle de Jacobo Olañeta con de los mexicanos Edgardo Aragón,
Ernesto Junco, Jorge Flórez, Helena de sus respectivos alumnos, Jorge de pinturas recientes de Juan una colección con el propio Paco Ricardo Cuevas, Jiménez Ortiz,
Toraño, Noé Baranda... da Silva y Eva Barona. Manuel Puente. Abril el 2 de marzo, a las 19.30 h. Begoña Morales y Vega Macoleta.
C
de gran estructura sustentada encontrado lectores en culturas
sobre cimientos de barro, una onfieso que he leído Cróni- distintas. Los cuatro experimen-
«república bananera con armas cas de Jerusalén (Astibe- tan, a su modo, con uno de los len-
nucleares». Remnick viaja hasta rri, 2011), de Guy Delisle, guajes que más se ha desarrollado
el último rincón de la república mirando las viñetas por encima en los últimos tiempos.
más periférica y entrevista a todo del hombro. Esa actitud, sin duda Aunque en Crónicas de Jerusa-
el mundo: la anciana con botas equivocada, se debía a dos hechos. lén predomine la narración lineal,
de goma que cultiva un pequeño Por un lado, a que he estado varias dividida según los meses del año
huerto en Kazajistán, el preboste veces en Jerusalén; por otro, a que que la familia Delisle pasa en Is-
de Moscú que bebe vodka en su he leído todos los cómics que ha rael, en algunos momentos quedan
lujosa dacha, el espía americano publicado Delisle. Mi experiencia en suspenso el relato del narrador
desertor, el historiador repre- viajera se ha interpuesto por vez y los diálogos de los personajes, y
saliado, el héroe de guerra, los primera entre su relato y mi lectu- el mutismo invade la página. Ese
conspiradores, las víctimas, los ra, porque en las ocasiones ante- tiempo en silencio, intermitente,
olvidados… El resultado es una riores el autor canadiense me ha- es una de las virtudes del álbum.
obra rigurosamente documental bía descubierto zonas del mundo Lo encontramos en el relato de las
que se lee casi como una novela que me eran desconocidas: Pyon- vacaciones en lugares cercanos:
(mayormente, una novela de te- gyang (2005), Shenzen (2006), paréntesis de desconexión de una
rror) y que recuerda a veces los Crónicas birmanas (2008). Aho- realidad desquiciada. Otra virtud
prodigiosos retratos y entrevis- ra, en cambio, me retrataba una es, sin duda, su penetración tanto
tas de Truman Capote. Remnick ciudad familiar. Y, para acrecentar en la geografía de la ciudad como
«los deja hablar» y ellos mismos mi suspicacia, lo hacía con los mé- en las contradicciones del país. De-
se retratan. todos habituales en su obra: la au- lisle acaba descubriendo las vías
Aunque prólogo y epílogo torrepresentación caricaturizada, de acceso a todos los rincones de
vienen a suplir brevemente esa la ironía light, la segmentación en Jerusalén que se niegan a ser ob-
ausencia, se echa de menos un microhistorias cotidianas, muchas vios para el turista, y visita tanto
análisis más amplio de las conse- de ellas compartidas con su com- los monumentos que aparecen en
cuencias del derrumbe y la deriva pañera y sus hijos, el recurso de la las guías como los que, por haber
posterior de Rusia en manos de entrevista y la apropiación de los sido abandonados o por quedar
personajes como Putin, no me- formatos propios del cuaderno de en coordenadas geopolíticamen-
nos grotesco que algunos de sus viaje, como el esbozo naturalista. te complejas, no son registrados
antecesores. Lamentamos, pues, De modo que decidí, precipitada- por ellas. Sin necesidad de asumir
tras cerca de novecientas páginas, mente, que Delisle se estaba repi- riesgos de corresponsal de guerra
que «se acabe la película», y eso ya tiendo. Tal vez, sobre todo, porque ni de negociar entrevistas de alto
resulta bastante expresivo del para mí era una ciudad repetida. con voluntad de in- y guionista que sí se nivel, simplemente viviendo en
vehemente interés que suscita. No se puede evaluar una obra novar, de hecho ni si- caracteriza por la am- un lugar durante un año, Delisle
Aparte de deplorar las numero- desde fuera de las reglas que ella quiera parece verse bición artística, que retrata el extremismo ortodoxo,
sas erratas que manchan la edi- misma propone, desde el exte- a sí mismo como un cultiva vinculando el el sinsentido del muro de Cisjor-
ción española, pocas más tachas rior de la poética y de las inten- artista. Un artesano, cómic con el periodis- dania, la militarización de la vida
pueden ponérsele a esta monu- ciones del autor. Pese a haber ga- sí, sin duda, que se mo de investigación. cotidiana, la violencia constante,
mental reconstrucción de uno nado con este libro el premio al dibuja a sí mismo, Si comparamos el úl- el desencuentro entre palestinos
de los periodos más apasionan- mejor álbum del año pasado en el una y otra vez, tra- timo libro de Delisle e israelíes, las costumbres religio-
tes y convulsos de la historia del prestigioso Festival de Angulema, bajando. Pero no un con Notas al pie de sas, la dimensión histérica de la
siglo XX. ¢ JOSÉ LUIS PIQUERO Delisle no me parece un artista experimentador, ni Gaza (Mondadori, historia. ¢ JORGE CARRIÓN
Luis Acosta (fragmento) Illán Argüello Gavin Owen Farreras Francisco Velasco (fragmento)
Luis Acosta. Postcard Illán Argüello. Theredproject Blas-Junco-Owen Farreras. Exposición antológica Francisco Velasco. Europa-
Desde el 23 de febrero al 31 Hasta el 23 de febrero, Argüello La galería reparte su espacio hasta el Hasta el 17 de marzo, repaso a la Europeos. Ficción y realidad.
de marzo. Relecturas pictóricas de conjuga sobriedad y potencia 23 de febrero entre las instalaciones trayectoria del artista de 1962 al A partir del 23 de febrero,
hitos de la arquitectura y explosivas plástica con la arquitectura en el de Blas, la pintura de Ernesto Junco y 2011. grabados para lanzar una mirada
simetrías de inspiración floral. centro de sus paisajes. el vídeo de Gavin Owen. crítica sobre una Europa en crisis.
De 11.30 a 14 y de 17.30 a 21.30 h De 10.30 a 14 y de 17 a 21 h De 10 a 14 y de 16 a 20.30 h De 11.30 a 14 y de 17.30 a 21.30 h De 11.30 a 14 y de 17.30 a 21 h
• c/Instituto, 23, Gijón • c/ Asturias, 12, Oviedo • c/Postigo Bajo, 13, Oviedo • c/Menéndez Valdés, 21, y • c/ Márques de Santa Cruz, 10,
) 984 197 926 ) 985 242503 ) 985 218 813 Casimiro Velasco, 12, Gijón Oviedo ) 985 218 482
gema@gemallamazares.com info@galeriacaicoya.com | www. galeria@galeriatexu.com ) 985 34 49 43 info@galeriavertice.com
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8 El Cuaderno LA VOZ DE ASTURIAS / Domingo, 19 de febrero del 2012
LECCIONES DE OSCURIDAD
La «obscena belleza» del documental de Werner Herzog sobre el incendio
de los pozos de petróleo en la guerra del Golfo, hace veinte años
PABLO GARCÍA GUERRERO texto. Habla un extraterrestre. Llega a la
En el desierto de Kuwait, las tropas en re- Tierra en su nave-helicóptero. Atraviesa
tirada sobre tanques rusos dirigidas por el fuego y el humo. Le fascina la armonía
la perfidia de Saddam prendieron fuego de la destrucción.
a los pozos de petróleo cuya defensa tan Al final del documental/ovni: humo,
dulcemente habían ocultado George muerte, y los bomberos americanos, su-
Herbert Walker, González Márquez, pa- dor, fuerza, el brillo metálico de sus cas-
ra apoyar la intervención que restaurara cos, apagan un pozo y lo vuelven a encen-
la libertad del emir. Tuvimos que volver der, para seguir teniendo trabajo. El clin
más tarde para terminar el trabajo. clin de la máquina no puede detenerse.
Largas columnas de fuego, negros la- Werner Herzog. Lektionen in Finsternis
gos de petróleo inútil, muerte, destruc- (1992, 50 minutos, Canal + Francia y Ca-
ción, esqueletos de hierro, desolación, y nal + España, género «ciencia ficción»
en las calles del emirato, lejos del hedor, para IMDb). «Obscena belleza», dijeron.
y en los márgenes de las autopistas con Lo criticaron porque era aséptico, no ha-
Mercedes, sin acceso a los restaurantes blaba del antes ni del por qué. No habla-
de langosta y daiquiri, a las putas de lu- ba de Alá, ni del emir, ni del Mal, ni de la
jo, a las gafas Ray-Ban y al aire acondi- Libertad. Porque no aparecía Saddam.
cionado para los guerreros del capital, Tampoco las putas.
hombres tuertos, mujeres violadas, No entienden: allí, bajo la arena muer-
tiernos brazos de niños amputados, ta, bajo todas las arenas, el fuego nunca
represión, cárcel, respeto, fe, orden, se- ha dejado de arder. ¢
guridad, no hay más Dios que Dios, Alá Campos petrolíferos de Ahmadi (Kuwait). Fotografías de Steve McCurry (<www.stevemccurry.com>)
Akbar, el clin clin de la máquina regis-
tradora y unos bomberos americanos Lo criticaron porque era aséptico, no hablaba del antes ni del por qué. SEMANAL DE CULTURA DE LA VOZ DE ASTURIAS
para apagar setecientos pozos ardiendo. COORDINADOR: Juan Carlos Gea
El emir está tranquilo. No hablaba de Alá, ni del emir, ni del Mal, ni de la Libertad CONSEJO EDITORIAL: Miguel Barrero, Juan Cueto, Álvaro
¿Qué queda de aquello? El fuego se Díaz Huici, Jordi Doce, Julio César Iglesias, Elena de
Lorenzo Álvarez, Jaime Priede
ha apagado, los bomberos volvieron a Werner Herzog (Múnich, 1942, Agui- el desierto. Entrevistó a mujeres. No pisó REALIZACIÓN EDITORIAL: Ediciones Trea, S. L.
su casa y el cuello de Saddam se rompió rre, Fritzcarraldo, Mi enemigo íntimo, las los restaurantes de langosta. Ni pisó a las REDACCIÓN: Ediciones Trea, S. L. Polígono Industrial
ayer en el golpe seco de la horca. Quedan iguanas de su Teniente corrupto contra putas. Volvió al estudio. Montó. Dejó que de Somonte, c/ María González la Pondala, 98, nave D,
33393 Gijón • Tel.: 985 303 801
los tuertos, los huesos de los brazos am- Abel Ferrara) viajó a Kuwait tras la reti- fluyeran los fotogramas acompañando elcuaderno@trea.es • www.trea.es
putados en la arena, arena muerta ellos rada de Saddam. Mientras ardían los po- la música (no es pop: Mahler, Prokofiev, DISEÑO GRÁFICO: Pandiella y Ocio
mismos. Y queda el emir. zos. Contrató un helicóptero. Sobrevoló Schubert y, claro, Wagner). Y escribió un EDITA: La Voz de Asturias, S. A. c/ Lila, 6. 33002 Oviedo
Tel.: 985 101 500 • www.lavozdeasturias.es