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Rev Clin Esp.

2015;215(8):458---467

Revista Clínica
Española
www.elsevier.es/rce

REVISIÓN

Neumonía adquirida en la comunidad


M. Falguera ∗ y M.F. Ramírez

Servicio de Medicina Interna, Hospital Universitari Arnau de Vilanova, Lleida, España

Recibido el 1 de mayo de 2015; aceptado el 2 de junio de 2015


Disponible en Internet el 15 de julio de 2015

PALABRAS CLAVE Resumen El presente artículo no revisa únicamente aquellos aspectos de la neumonía adqui-
Neumonía adquirida rida en la comunidad fundamentales para la práctica clínica diaria, sino que incide en los temas
en la comunidad; polémicos, y aporta la información más novedosa disponible. Se considera la neumonía adqui-
Factores de riesgo; rida en la comunidad en un sentido amplio, sin excluir ciertas variantes que, durante los últimos
Epidemiología; años, algunos autores han llegado a deslindar, como la neumonía asociada a cuidados sanitarios.
Manifestaciones Esta última no es más que la misma enfermedad que incide en pacientes más frágiles, con un
clínicas; mayor número de factores de riesgo, compartiendo ambas un planteamiento global común.
Diagnóstico; © 2015 Elsevier España, S.L.U. y Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Todos los
Biomarcadores; derechos reservados.
Pronóstico

KEYWORDS Community-acquired pneumonia


Community-acquired
pneumonia; Abstract This article not only reviews the essential aspects of community-acquired pneumonia
Risk factors; for daily clinical practice, but also highlights the controversial issues and provides the newest
Epidemiology; available information. Community-acquired pneumonia is considered in a broad sense, without
Clinical excluding certain variants that, in recent years, a number of authors have managed to delineate,
manifestations; such as healthcare-associated pneumonia. The latter form is nothing more than the same disease
Diagnosis; that affects more frail patients, with a greater number of risk factors, both sharing an overall
Biomarkers; common approach.
Prognosis © 2015 Elsevier España, S.L.U. y Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). All rights
reserved.

Introducción 3-20 casos por 1.000 habitantes/año, con una tendencia al


alza1,2 . Existe una relación indiscutible entre incidencia de
La incidencia de neumonía adquirida en la comunidad NAC y mayor edad, consumo de tabaco o alcohol, bajo
(NAC) en adultos se sitúa, según estudios recientes, entre peso (índice de masa corporal < 16) y, probablemente, obesi-
dad mórbida y estrecho contacto con niños1---4 . Asimismo, la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las enfer-
∗ Autor para correspondencia. medades cerebrovasculares, la infección avanzada por el
Correo electrónico: falguera@medicina.udl.cat (M. Falguera). virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y probablemente
http://dx.doi.org/10.1016/j.rce.2015.06.002
0014-2565/© 2015 Elsevier España, S.L.U. y Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Todos los derechos reservados.
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las enfermedades cardiovasculares incrementan el riesgo con NAC. A nadie con cierta experiencia se le escapa que
entre 2-4 veces1,5 . una simple disminución en el nivel de consciencia en una
Con cierta cautela podemos mencionar la relación que persona mayor puede ser debida a una neumonía; lo mismo
han hallado algunos autores entre NAC y un ambiente labo- sucede ante un paciente con fiebre sin manifestaciones
ral sujeto a polvo y cambios bruscos de temperatura o respiratorias19 . Sin embargo, la ausencia de datos clínicos
una higiene dental deficitaria, si bien parecen razonables6 . específicos nos obligará siempre a descartar otras opcio-
La relación estacional entre la neumonía por Legionella y nes diagnósticas. La presencia de dolor pleurítico o una
periodos cálidos está perfectamente documentada, pero un semiología muy evidente podrán ser de gran utilidad1,19,20 .
estudio reciente establecía además relación con condicio- La radiografía de tórax confirma el diagnóstico clínico,
nes climáticas lluviosas, mientras que el periodo invernal con hallazgos que resultarán fáciles de reconocer en pacien-
condicionaría un aumento de la incidencia de neumonía tes jóvenes, sin enfermedades respiratorias previas y ante
neumocócica7 . radiografías realizadas en buenas condiciones19 . No obs-
Un intenso debate se ha abierto en relación con determi- tante, no siempre nos hallaremos ante tales circunstancias.
nados fármacos y el aumento o el descenso en la incidencia Además, condensaciones de pequeño tamaño, que son difíci-
de NAC. La polémica no está resuelta pero, quizás única- les de apreciar en una radiografía simple, resultan evidentes
mente dejando al margen del posible papel pernicioso de si practicamos una tomografía computarizada torácica. La
los corticoides inhalados y el consumo de benzodiacepinas, ecografía torácica se configura como una técnica diagnóstica
la evidencia no juega en favor del incremento de riesgo que alternativa en manos expertas y permite además detectar la
pueden suponer los inhibidores de la bomba de protones o presencia de derrame pleural con mayor precisión21 .
de la reducción del mismo atribuible a los inhibidores de la La diferenciación entre pacientes con cuadro clínico
angiotensina II y estatinas5,8---13 . típico o atípico (según la presencia o ausencia, respectiva-
Capítulo aparte merece la neumonía aspirativa que, mente, de 3 o más de las siguientes manifestaciones: inicio
como su nombre indica, precisa la existencia de unos brusco, escalofríos, dolor pleurítico, expectoración puru-
factores favorecedores en su desarrollo, perfectamente lenta, semiología franca y leucocitosis) no tiene utilidad
establecidos desde hace décadas; a saber, el alcoholismo, las predictiva absoluta, pero se correlaciona con una mayor o
enfermedades neurológicas o gastrointestinales que dificul- menor probabilidad de agentes bacterianos convencionales
tan el tránsito intestinal alto y las condiciones que suponen o atípicos, y sigue siendo de utilidad práctica, particular-
un descenso del nivel de conciencia14 . mente para pacientes con NAC poco grave22,23 .
Las esperanzas puestas en la vacuna neumocócica polisa- Al margen de estas variables clínicas generales, diferen-
cárida, disponible desde hace décadas, se han visto en gran tes patógenos se han correlacionado con hallazgos clínicos
parte frustradas por múltiples estudios que le atribuyen, a o epidemiológicos específicos (tabla 1). Estudios recientes
lo sumo, un ligero beneficio en cuanto a parámetros indi- muestran que Streptococcus pneumoniae (S. pneumoniae)
cadores de gravedad, pero no en relación con la incidencia continúa siendo el agente etiológico más frecuente seguido,
o mortalidad15 . Los excelentes resultados publicados tras la dentro de las bacterias convencionales y particularmente
vacunación masiva de la población infantil con la vacuna entre personas con enfermedades de base, de Haemophilus
conjugada han renovado las esperanzas para la población influenzae (H. influenzae), Staphylococcus aureus (S.
adulta. Estudios preliminares sugieren que la vacuna anti- aureus), Moraxella catarrhalis, Pseudomonas aeruginosa
neumocócica consigue una reducción significativa de las (P. aeruginosa) y otros bacilos Gram negativos1,19 . Estos
infecciones neumocócicas causadas por los serotipos vacu- últimos, P. aeruginosa y bacilos Gram negativos entéricos,
nales, pero tiene un menor impacto sobre la incidencia aparecen con frecuencia en pacientes con NAC grave, inmu-
global de NAC16 . De forma similar, los beneficios derivados nodepresión, EPOC avanzada, bronquiectasias o tratados
de la vacuna antigripal están fuera de discusión, aunque con corticoides por vía sistémica, si bien se han documen-
parecen limitados17 . tado casos de neumonía por P. aeruginosa o Acintobacter
Aproximadamente entre un 30-40% de los pacientes con spp. en personas previamente sanas24,25 .
NAC requieren hospitalización y un 2-10% ingreso en una Entre los agentes denominados atípicos, Mycoplasma
unidad de cuidados intensivos (UCI). La tasa de mortalidad pneumoniae (M. pneumoniae) constituye el prototipo de
global durante el ingreso es de un 2,7%, cifra que se incre- microorganismo responsable de cuadros clínicos con escasa
menta considerablemente si incluimos el periodo inmediato sintomatología, que afecta a personas jóvenes y provoca
posterior (8% a los 90 días, 21% a los 12 meses y 36% a los 5 un cuadro clínico subagudo de escasa gravedad; si bien se
años)1,2,18 . Todo ello repercute en un gasto sanitario global han descrito episodios graves o fulminantes1,26 . Su carác-
muy elevado, particularmente en lo que respecta a los gas- ter epidémico, a veces dentro de un mismo grupo familiar,
tos en hospitalización que suponen más de un 90% del coste es un hecho bien reconocido que a menudo no se tiene en
total. cuenta27 . Chlamydophila pneumoniae, Chlamydophila psit-
taci y Coxiella burnetii completan el espectro de estos
agentes, con mayor o menor importancia relativa según los
Diagnóstico clínico estudios epidemiológicos en función de las pruebas diagnós-
ticas practicadas, la existencia de brotes epidémicos o las
La historia clínica resulta la pieza clave en el diagnóstico de regiones geográficas consideradas19,28 .
la enfermedad. La presencia de 2 o más síntomas o signos Una mención aparte merece Legionella pneumophila,
clínicos (fiebre, tos, expectoración, disnea, dolor pleurítico agente asociado a cuadros clínicos graves, que requieren
y signos físicos característicos) se considera imprescindible con frecuencia ingreso en UCI y que puede asociarse a mani-
en cualquier trabajo de investigación que analice pacientes festaciones clínicas particulares. Algunos centros cuentan
460 M. Falguera, M.F. Ramírez

con escalas predictivas con cierta exactitud para dicha se le atribuía previamente, incluso al margen de los pacien-
etiología29 . La presencia de alteraciones neurológicas o tes con neumonía espirativa34 . Por su parte, S. aureus se
gastrointestinales o de hiponatremia constituirían factores caracteriza por causar cuadros clínicos graves, con infiltra-
que se han relacionado habitualmente con este patógeno, dos bilaterales, a menudo cavitados y asociados a derrame
junto a las características epidemiológicas ya referidas pleural e infección previa por el virus influenza; la poten-
(tabla 1)1,30 . cial resistencia a meticilina aumenta la relevancia de este
La importancia de los virus como causa directa de NAC microorganismo35 .
está fuera de toda discusión tras la reciente pandemia cau- Finalmente, en los últimos años han aparecido diversos
sada por el virus influenza H1N1, responsable de procesos estudios que comparan la NAC con la tuberculosis pulmo-
multilobares muy graves. Sin embargo, incluso en tales nar. Esta última se caracteriza por un cuadro clínico más
casos, la asociación con otras bacterias patógenas, princi- solapado, de larga evolución, a veces afebril, asociado a
palmente S. pneumoniae y S. aureus resultó habitual31 . Los anorexia y pérdida de peso y con clara predilección por
estudios basados en técnicas diagnósticas moleculares ele- afectar a los lóbulos superiores36 .
van notablemente la frecuencia con que se aíslan virus en
los pacientes con NAC, pero la relación real entre el virus y
la afectación pulmonar resulta más cuestionable. La presen- Exploraciones complementarias
cia de manifestaciones extrapulmonares, tales como cefalea
o rinorrea, o una imagen parcheada bilateral sugieren una Biomarcadores
etiología vírica32 .
En personas infectadas por el VIH, S. pneumoniae es la Durante la última década, numerosos estudios han valorado
etiología más frecuente cuando la inmunidad es acepta- la utilidad diagnóstica y pronóstica de los biomarcadores en
ble, y Pneumocystis jirovecii cuando la inmunodeficiencia la NAC. La proteína C reactiva se ha utilizado para diferen-
es intensa (linfocitos CD4 por debajo de 200/mm3 )33 . La ciar neumonía de otras infecciones respiratorias, incluyendo
importancia relativa de los anaerobios y la flora orofarín- tuberculosis, que expresan valores más bajos; asimismo, se
gea está en discusión y su papel podría ser superior al que ha utilizado para diferenciar la NAC de etiología bacteriana

Tabla 1 Microorganismos responsables de neumonía adquirida en la comunidad y su correlación con características clínicas y
epidemiológicas específicas
Microorganismos Datos epidemiológicos Datos clínicos y radiológicos

Streptococcus pneumoniae El más común en cualquier circunstancia. Cuadro clínico típico: escalofríos, esputo
Predominio invernal herrumbroso, dolor pleurítico, leucocitosis
Haemophilus influenzae Personas con enfermedades de base, Cuadro clínico típico: escalofríos, esputo
particularmente fumadores y pacientes con herrumbroso, dolor pleurítico, leucocitosis
EPOC
Staphylococcus aureus Drogadicción, infección previa por virus Cuadros muy graves con infiltrados bilaterales,
influenza cavitaciones y derrame pleural. Bacteriemia
frecuente
Staphylococcus aureus Centros sociosanitarios con elevada tasa de Cuadros muy graves con infiltrados bilaterales,
resistente a meticilina colonización, antibioticoterapia previa, cavitaciones y derrame pleural. Bacteriemia
hospitalización reciente frecuente
Bacilos Gram negativos y Inmunosupresión, pacientes con EPOC Cuadro clínico muy grave con shock séptico.
Pseudomonas aeruginosa avanzada, tratamiento con corticoides Cavitación radiológica
sistémicos o bronquiectasias
Anaerobios y flora de la Pacientes con neumonía aspirativa (alteración Infiltrado cavitado con esputo maloliente.
cavidad oral del nivel de conciencia o de la deglución), Presencia de empiema o derrame pleural
alcoholismo o mala higiene bucal complicado
Mycoplasma pneumoniae Personas jóvenes sin enfermedades de base. Cuadros clínicos generalmente leves y poco
Brotes en comunidades o familiares sintomáticos (cuadro clínico atípico)
Chlamydophila pneumoniae Afecta por igual a todos los subgrupos de Cuadro clínico sin características particulares
población
Coxiella burnetii Más frecuente en zonas montañosas; contacto Cuadros pocos sintomáticos o síndrome febril
con el ganado sin focalidad. Alteración hepática
Legionella pneumophila Predominio estival, relación con periodos Cuadros clínicos graves. Alteraciones
lluviosos. Brotes epidémicos neurológicas y gastrointestinales (diarrea),
hiponatremia
Virus Brotes epidémicos. Durante las pandemias se Síntomas de las vías respiratorias altas y
afectan con preferencia personas obesas y cefalea. Infiltrado multilobar parcheado
embarazadas
EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Neumonía adquirida en la comunidad 461

de la vírica o la causada por microorganismos atípicos, predictivo los valores de pH, pCO2 e incluso de vitamina
que también se caracterizan por valores inferiores1,23,37 . D. Sin negar su poder pronóstico real, es muy probable que
Aplicada a muestras de líquido pleural, resulta útil para la mayoría de estos marcadores no lleguen a alcanzar una
diferenciar pacientes con derrame pleural simple de aque- aplicación clínica real.
llos con derrame pleural complicado38 . Similares funciones
parece cumplir la procalcitonina, incluso mostrando resul-
tados más favorables. Estudios microbiológicos
Ambas, proteína C reactiva y procalcitonina, se han incor-
porado a las escalas pronósticas, incrementando su valor Por otra parte, no podemos tener ningún reparo en afirmar
predictivo39 . Niveles más altos se asociarían a mayor gra- que no disponemos de ninguna técnica realmente útil para
vedad, etiologías más agresivas y riesgo de bacteriemia o establecer el diagnóstico etiológico en la NAC, lo cual no
empiema. Probablemente, donde encuentren su mayor uti- significa que no deban emplearse en determinadas circuns-
lidad práctica sea en el control evolutivo de los pacientes. La tancias.
ausencia de un descenso significativo durante la evolución Se recomienda la toma de hemocultivos a todos los
alertará sobre la posibilidad de complicaciones y se asocia pacientes que requieren ingreso hospitalario; sin embargo,
a un peor pronóstico40,41 . únicamente alrededor del 10% presentarán bacteriemia1,42 .
Junto a estos biomarcadores, resulta difícil enumerar Según determinados estudios, parece razonable limitar su
todos los parámetros restantes que se han asociado de uso a los pacientes con NAC más grave, particularmente si
alguna forma con el diagnóstico y el pronóstico de la NAC presentan shock séptico, están inmunodeprimidos o pade-
(tabla 2). Entre los más investigados debemos mencionar cen un cuadro clínico sugestivo de infección bacteriana;
la proadrenomedulina, diversas interleucinas, dímero-D, contrariamente, la toma reciente de antibióticos reducirá
copeptina y péptidos natriuréticos; y entre otras substan- sus beneficios1,43 . Debemos tener presente que las mues-
cias de uso más rutinario, también han mostrado poder tras destinadas al aislamiento del microorganismo mediante

Tabla 2 Utilidad potencial de diversos biomarcadores plasmáticos en el manejo del paciente con neumonía adquirida en la
comunidad
Biomarcadores Diagnóstico Diagnóstico Complicaciones Control
clínicoa,b etiológicoc y mortalidad evolutivo

Albúmina Sía
Beta-defensina 2 Sí
Cifra de leucocitos Sía,b
Cifra de linfocitos Sía
Cifra de neutrófilos Sía
Copeptina Sí
Cortisol Sí
Dímeros D Sí Sí
Factor de necrosis tumoral
Interleucina 6 Síb
Interleucina 8 Síb
Interleucina 10 Síb
Kallistatina Síb Sí
Lactato Sí
Lipocalina 2 Sí
MMMP-9 Síb
MMMP-9/TIMP-1 Síb
pCO2 Sí
Péptido natriurético Sí
pH < 7,30 Sí
Proadrenomedulina Sí
Procalcitonina Sía,b Sí Sí Sí
Proteína C reactiva Sía,b Sí Sí Sí
Saturación O2 Sí
Sodio Sí
Urea Sí
Vitamina D (déficit) Sí
MMMP: matriz de la metaloproteinasa; TIMP: inhibidor tisular de la metaloproteinasa.
a Neumonía versus tuberculosis.
b Neumonía versus bronquitis aguda o exacerbación de EPOC.
c Neumonía bacteriana versus neumonía viral o por agentes atípicos.
462 M. Falguera, M.F. Ramírez

cultivo deben extraerse antes del inicio del tratamiento como P. aeruginosa o S. aureus19 . En la actualidad, no ha
antibiótico. De este modo, los resultados analíticos predicti- alcanzado un papel definido dentro de las técnicas diagnós-
vos de bacteriemia, caso de algunos biomarcadores, tendrán ticas de empleo rutinario, si exceptuamos la infección por
poca trascendencia en la práctica. el virus influenza. Se ha sugerido también que podría ser
La controversia sobre el uso del examen de esputo ha de interés clínico en la detección de la resistencia de M.
acompañado a la NAC desde hace varias décadas sin que pneumoniae a los macrólidos52 .
se vislumbre un desenlace a corto plazo. Como antaño, en Finalizaremos comentando que las serologías represen-
determinados centros avezados en la obtención de muestras tan, frente a la reacción en cadena de la polimerasa, el
de buena calidad y que disponen de microbiólogo durante las pasado. Hay quien sostiene aún la utilidad de la IgM en el
24 horas del día, se obtienen buenos resultados con la tin- diagnóstico de la infección por M. pneumoniae aunque no
ción de Gram y posterior cultivo; sin embargo, las muestras parece que pueda llegar a convertirse en técnica de refe-
salivares o procesadas tardíamente no tienen rentabilidad. rencia.
La obtención de muestras mediante métodos invasivos, par-
ticularmente en pacientes de UCI, mejoran los resultados44 .
Se ha señalado que la ausencia de S. aureus en el frotis nasal Pronóstico
descarta este microorganismo como patógeno potencial45 .
La existencia de líquido pleural en cantidad suficiente, lo Debemos destacar el extraordinario acierto que tuvieron
cual sucede en alrededor del 20% de los pacientes, obliga a Fine et al. cuando publicaron en 1997 su escala pronóstica
la obtención de una muestra a fin de detectar a los pacien- (PSI) con la finalidad de estratificar a los pacientes con NAC
tes con empiema o derrame pleural complicado. El estudio en subgrupos atendiendo a criterios evolutivos53 . Desde esta
microbiológico del líquido aportará información valiosa en fecha hasta la actualidad, el número de artículos publicados
cerca de la quinta parte de los casos46 . con nuevas escalas pronósticas, con variantes de las mis-
La detección de los antígenos en orina es otra de las mas o con la finalidad de validarlas para diversos fines y en
técnicas que se viene utilizando con asiduidad. Sin duda, determinadas subpoblaciones de pacientes, ha sido extraor-
es el test que aporta mayor número de diagnósticos entre dinario.
pacientes con neumonía neumocócica, incrementando en un Por su simplicidad, la escala CURB-65 se ha impuesto a
11% el número de casos que detectarían las demás técnicas la escala PSI. La inclusión de diversos biomarcadores o la
y permitiendo, según un estudio reciente, la identifica- substitución de alguna de las 5 variables del CURB-65 por
ción del serotipo de neumococo implicado47,48 . La toma de otras que tengan en cuenta, por ejemplo, la saturación de
warfarina, pero no el uso de antibióticos, podría reducir oxígeno o la comorbilidad, parecen incrementar, en algunos
la sensibilidad de la técnica, que tiene una especifici- estudios, el valor predictivo de la escala aunque nada parece
dad elevada49 . Sin embargo, cuenta con 2 inconvenientes prever que la vayan a substituir54 .
fundamentales: 1) no permite conocer la sensibilidad anti- El principal acierto de estas 2 escalas ha sido facilitar
bacteriana y 2) sólo permite detectar la presencia de este datos objetivos que permiten garantizar que el paciente
microorganismo, cuya cobertura estará siempre contem- no precisa un ingreso hospitalario prolongado. Sin embargo,
plada en cualquier pauta empírica. En consecuencia, a lo cuando se han empleado para tomar otras decisiones, su
sumo, no podemos más que esperar beneficios relativos valor predictivo ha sido menor, como cabía suponer. Así, para
a una reducción en el espectro antibacteriano del trata- seleccionar a los pacientes que requieren ingreso en UCI se
miento y de los efectos secundarios asociados al mismo, han tenido que utilizar otros criterios55 . También para este
pero no beneficios en términos de supervivencia. Además, fin han proliferado otras escalas predictivas, siendo la más
el precio del test es superior al de las pautas antibióticas empleada la que se publicó hace unos años en la guía para el
empleadas y un cálculo del balance coste-beneficio resulta manejo de la NAC de las sociedades americanas ATS/IDSA42 .
negativo, máxime si, como sucede en muchos centros, se Esta escala ha sido validada en diversos estudios, incor-
utiliza indiscriminadamente1,50 . porando, en algunos de ellos, determinadas variantes que
Por su parte, la detección del antígeno de Legionella difícilmente prosperarán19,56 .
en orina se ha convertido prácticamente en la técnica de En otro orden de cosas, tras el reconocimiento del ele-
elección para el diagnóstico de esta etiología, dado que vado porcentaje de pacientes que sufren complicaciones
los restantes test son engorrosos y carecen de buena sen- cardiovasculares durante la fase aguda de la NAC, se han
sibilidad. No obstante, comparte los mismos inconvenientes intentado buscar marcadores pronósticos de tales even-
que hemos mencionado para el antígeno de neumococo y el tos. Así, niveles elevados de troponinas al ingreso, algunas
balance coste-beneficio resulta también desfavorable51 . Por interleucinas o determinados factores clínicos, no coinci-
tanto, en algunos centros se reserva para aquellos pacientes dentes entre distintos autores, se han asociado al riesgo
con criterios sugestivos de infección por Legionella. cardiovascular57,58 .
La técnica de reacción en cadena de la polimerasa supone Numerosos factores se han relacionado, individualmente,
la eterna promesa que puede resolver, de una vez por todas, con un mal pronóstico a corto plazo: edad, insuficiencia
el diagnóstico etiológico de la NAC. No cabe duda que su renal crónica, bajo peso, delirio, empiema, bacteriemia,
sensibilidad es superior a la de los demás métodos diagnós- niveles bajos de albúmina y de pO2 , leucopenia, niveles
ticos. Sin embargo, requiere de un estudio específico para elevados de glucemia, de pCO2 o de algunos biomarcadores
cada patógeno, lo cual supone su principal inconveniente, (tabla 2)1,2,14,42 . En cambio, no ha podido correlacionarse
más aún si tenemos en cuenta que, clínicamente, lo que la obesidad, la EPOC o el tratamiento con corticoides
resulta más útil es el aislamiento de algunos microorganis- inhalados con una peor evolución, e incluso se ha sugerido,
mos poco habituales que requieren tratamientos específicos, para estos últimos, un efecto beneficioso59 . La existencia
Neumonía adquirida en la comunidad 463

de unidades específicas para el manejo de pacientes con En casos seleccionados, donde la etiología neumocócica
NAC podría elevar la tasa de supervivencia. parece muy probable, podría optarse por prescindir del
Conseguir la estabilidad clínica, o sea la normalización macrólido. Un subgrupo de pacientes con NAC leve puede
de las constantes básicas, es el objetivo fundamental para padecer enfermedades de base significativas que podrían
el paciente ingresado. Su fracaso comporta un incremento condicionar un mayor riesgo de patógenos más resistentes,
en el riesgo de complicaciones y muerte. Para aquellos fundamentalmente H. influenzae; para ellos, la substitución
pacientes que persisten con manifestaciones clínicas, fun- de amoxicilina por amoxicilina-clavulánico o cefditoreno
damentalmente con fiebre, pero sin deterioro clínico, el resulta razonable1,19,42,66,67 .
análisis de los biomarcadores puede ser de utilidad para En el segundo grupo hallaríamos a los pacientes con
discriminar una lenta resolución (mostrarán un descenso sig- NAC grave, que requerirán ingreso hospitalario en planta
nificativo en los niveles de los biomarcadores) de una mala convencional. El espectro de patógenos potenciales debe
evolución (tabla 2)41,60,61 . ampliarse con la inclusión de H. influenzae y algunos baci-
Finalmente, numerosos autores han evaluado la evolu- los Gram negativos. La pauta recomendada en la mayoría
ción de los pacientes a más largo plazo, sea a los 90 días o al de las guías es la combinación de un beta-lactámico (ceftria-
año tras la NAC. En todos los casos, el riesgo de muerte viene xona o amoxicilina-clavulánico) con un macrólido1,19,42,67 . De
asociado a las características del paciente; o sea, a las enfer- forma similar al grupo anterior, las quinolonas con actividad
medades de base, más que a las características del episodio antineumocócica constituirían la alternativa más razona-
agudo62 . En algunos estudios, la aparición de complicacio- ble. Sin embargo, esta pauta general no está exenta de
nes cardíacas durante el ingreso, la neumonía aspirativa o polémicas. De este modo, existe un debate referido a la
el haber requerido cuidados intensivos fueron también pre- necesidad de incluir el macrólido en esta pauta empí-
dictivos de mayor mortalidad a largo plazo58,63,64 . Similares rica inicial en un brazo de la balanza se encuentra una
circunstancias condicionan también una mayor morbilidad supuesta cardiotoxicidad asociada a los macrólidos68 . En
posterior y riesgo de reingreso precoz65 . el otro, sus beneficios potenciales, tanto en relación con
El diagnóstico de NAC ofrece una oportunidad para diag- el aumento de cobertura antimicrobiana como a sus efec-
nosticar enfermedades de base previamente no conocidas tos antiinflamatorios. Podemos concluir que, aun siendo
como diabetes mellitus (p. ej. entre aquellos que han pre- mayoritarios los estudios que favorecen el tratamiento
sentado hiperglicemia durante el ingreso), EPOC, neoplasia combinado, suele tratarse de trabajos observacionales69 .
de pulmón o situaciones de inmunodepresión como infección Un ensayo prospectivo y randomizado, publicado reciente-
VIH o neoplasia hematológica. Sin embargo, el estudio que mente, con más de 2.000 pacientes distribuidos en 3 ramas
requiere el despistaje de estos procesos no está establecido. (beta-lactámico/beta-lactámico más macrólido/quinolona)
no encontró diferencias en términos de mortalidad a los 90
días70 .
Tratamiento Asimismo, ha generado notable polémica el uso de cor-
ticoides por vía parenteral. Aunque los resultados son
La publicación de las guías de consenso de las diversas socie- contradictorios, podrían aportar ciertos beneficios en los
dades médicas ha comportado una mejora significativa en pacientes con NAC más grave, tanto en cuanto a supervi-
el manejo de la NAC fundamentalmente gracias a la estan- vencia como en relación con una recuperación funcional más
darización del tratamiento antibiótico y su aplicación a los precoz67,71,72 .
diferentes subgrupos de pacientes1,42 . Varios estudios han Finalmente existen otros puntos menores de debate. Así,
demostrado que la adhesión a las guías y protocolos de con- el empleo de estatinas asociadas al tratamiento antibiótico
senso mejora la atención médica de los pacientes, hecho que ha generado ciertas expectativas que no parece que vayan
se traduce en todos los parámetros evolutivos, incluyendo a confirmarse73 . En otro orden de cosas, los resultados que
la mortalidad1 . ofrece la ventilación mecánica no invasiva tampoco parecen
Los criterios que se deben utilizar para seleccionar esperanzadores74 .
el tratamiento más adecuado son de 2 tipos: la grave- La pauta antibiótica empírica general referida debe sufrir
dad del cuadro clínico y las circunstancias personales del modificaciones en pacientes con factores de riesgo parti-
paciente afecto (tabla 3). Para valorar la gravedad clínica culares. Así, los sujetos con neumonía aspirativa requieren
nos basaremos en las escalas pronósticas antes mencio- un tratamiento efectivo frente a anaerobios y bacilos Gram
nadas, preferentemente la CURB-65, y sobre todo en el negativos; por lo que sería preferible una pauta que inclu-
correcto juicio clínico. yera como beta-lactámico a amoxicilina-clavulánico o, en
Así, en un primer grupo encontraríamos a los pacientes pacientes graves o con enfermedades de base, piperacilina-
que sufren una NAC leve. Estos pacientes, habitualmente tazobactam o un carbapenem1,75 . Un razonamiento similar
jóvenes y sin enfermedades de base, podrán ser tratados debería aplicarse a los pacientes con empiema, en los cua-
en su domicilio, quizás tras un corto periodo de observa- les la cobertura de anaerobios y gérmenes Gram positivos
ción. La infección estará causada, con mucha probabilidad, resulta prioritario46 .
por neumococo o uno de los denominados agentes atípicos. También debe modificarse la pauta según el micro-
Estaría indicado un tratamiento con amoxicilina y azitro- organismo responsable (tabla 4). Así, el diagnóstico o
micina; y en caso de imposibilidad de seguir dicha pauta, un alta sospecha de neumonía por P. aeruginosa o por
una quinolona, preferentemente moxifloxacino. Se supone bacilos Gram negativos resistentes, fundamentalmente en
que el uso de beta-lactámicos podría comportar benefi- pacientes inmunodeprimidos o que cumplan diversos cri-
cios clínicos y ambientales (generación de resistencias) y se terios asociados a este patógeno (ingreso hospitalario
antepone al uso de las quinolonas como primera elección. reciente, tratamiento antibiótico previo, EPOC avanzada,
464 M. Falguera, M.F. Ramírez

Tabla 3 Etiologías y tratamiento empírico aconsejado en función de los diversos subgrupos de pacientes
Subgrupo de pacientes Microorganismos más probables Tratamiento empírico recomendado

Neumonía leve sin enfermedades de Streptococcus pneumoniae, agentes Elección: amoxicilina ± macrólido
base atípicos y virus Alternativa: quinolona
Neumonía leve con enfermedades de Streptococcus pneumoniae, agentes Elección: amoxicilina-clavulánico o
base atípicos y virus, Haemophilus cefditoreno ± macrólido
influenzae, bacilos Gram negativos Alternativa: quinolona

Neumonía grave sin factores de riesgo Streptococcus pneumoniae, Elección: ceftriaxona ± macrólido
agentes atípicos y virus, Alternativa: quinolona
Haemophilus influenzae,
bacilos Gram negativos
Neumonía muy grave con factores de Streptococcus pneumoniae, Elección: cefepime o
riesgo para Pseudomonas aeruginosa o agentes atípicos y virus, piperacilina-tazobactam o
bacilos Gram negativos Haemophilus influenzae, carbapenem ± macrólido o quinolona
bacilos Gram negativos,
Pseudomonas aeruginosa
Neumonía aspirativa o empiema Streptococcus pneumoniae, Elección: amoxicilina-clavulánico o
otros cocos Gram positivos, anaerobios, piperacilina-tazobactam o carbapenem*
bacilos Gram negativos Alternativa: quinolona + clindamicina
Neumonía con criterios de infección por Streptococcus pneumoniae, Elección: amoxicilina-clavulánico o
Staphylococcus aureus resistente a agentes atípicos y virus, ceftriaxona o piperacilina-tazobactam o
meticilina Haemophilus influenzae, carbapenem* ± macrólido + linezolid o
bacilos Gram negativos, vancomicina
Pseudomonas aeruginosa, Alternativa: ceftarolina ± macrólido
Staphylococcus aureus
* En función del riesgo relativo de otros microorganismos.

la resistencia de M. pneumoniae a los macrólidos es ele-


Tabla 4 Tratamiento dirigido en función del microorga-
vada, las tetraciclinas parecen ser una alternativa eficaz78 .
nismo aislado
En relación con la neumonía por Legionella, es probable que
Microorganismo aisladoTratamiento recomendado la eficacia de quinolonas y de azitromicina sea equiparable;
sin embargo, la experiencia recomienda emplear las prime-
Streptococcus Elección: amoxicilina ras ante pacientes graves30 . Finalmente, deberá añadirse
pneumoniae Alternativa: quinolona oseltamivir cuando las circunstancias epidemiológicas o los
Legionella Elección: quinolona resultados microbiológicos lo aconsejen.
pneumophila Alternativa: azitromicina Las pautas de tratamiento antibiótico para pacientes
Mycoplasma Elección: macrólido ingresados en UCI o para aquellos que cumplen criterios
pneumoniae Alternativas: tetraciclinas* de neumonía asociada a cuidados sanitarios, no difieren
Staphylococcus Elección: linezolid en gran medida de las recomendadas para los pacientes
aureus resistente Alternativas: vancomicina o incluidos en el apartado anterior, si bien la gravedad clí-
a meticilina Ceftarolina nica favorecerá el empleo de pautas de mayor cobertura en
Pseudomonas Betalactámico un porcentaje superior de casos1,19,42,79 . La asociación entre
aeruginosa antipseudomónico** ± amikacina un beta-lactámico de amplio espectro y una quinolona se ha
Alternativa: quinolona empleado con frecuencia en pacientes muy graves, si bien un
Virus influenza Ceftriaxona + macrólido + oseltamivir estudio reciente no aprecia diferencias respecto a la pauta
Alternativa: quinolona + oseltamivir de beta-lactámico más macrólido80 .
* En áreas con porcentajes elevados de resistencia a los Por último, cabe comentar que el inicio del tratamiento
macrólidos. antibiótico debe ser lo más precoz posible, dentro del área
** Según el resultado del antibiograma.
de urgencias y que habitualmente se utilizan pautas de tra-
tamiento demasiado prolongadas. Parece demostrado que
un tratamiento de 5-7 días de duración, para pacientes sin
bronquiectasias o tratamiento corticoideo sistémico) reque- presencia de complicaciones locales (empiema o cavitacio-
rirán el empleo preferente de un beta-lactámico antip- nes) y con buena evolución clínica, sería suficiente1,19 .
seudomónico, asociado quizás a amikacina1,24,42,67 . Para el
tratamiento de la neumonía por S. aureus resistente a meti-
cilina parece que la eficacia de linezolid se impone frente Conflicto de intereses
a vancomicina; si bien la ceftarolina, de reciente aparición,
podría muy bien ocupar su lugar76,77 . En aquellas áreas donde Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Neumonía adquirida en la comunidad 465

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