Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
PUESTA EN ESCENA
Q u é es la pu esta en escen a
El térm ino original francés, mise-en-scéne, significa «poner en escena una ac
ción» y en u n principio se aplicaba a la práctica de la dirección teatral. Los es
tudiosos del cine, ex tendiendo el térm ino a la dirección cinematográfica, utili
zan el térm ino para expresar el control del director sobre lo que aparece en la
im agen fílmica. Com o sería de esperar según los orígenes teatrales del térm ino,
la mise-en-scene incluye aquellos aspectos del cine que coinciden parcialm ente
con el arte teatral: los decorados, la ilum inación, el vestuario y el com porta
m iento de los personajes. Al controlar la puesta en escena, el director escenifica
el hecho para la cámara.
146 EL P LA N O: P UESTA EN ESCENA
R e a l is m o
El po d e r de la pu e st a en esc en a
A s p e c t o s d e la p u e s t a e n e s c e n a
D E C O R A D O S Y E S C E N A R IO S
Desde los prim eros días del cine, los críticos y el público han com prendido
que los decorados y los escenarios desem peñan un papel más activo en el cine
que en la mayoría de los estilos teatrales. Escribe A ndré Bazin:
O tras películas han estado m enos com prom etidas con la verosimilitud his
tórica. Si bien D. W. G rifñth estudió los diferentes períodos históricos que se
presentan en Intolerancia, su Babilonia — en parte asiria, en parte egipcia, en
parte am ericana— constituye u n a im agen personal de esa región antigua (fig.
5.11). De form a similar, en Iván el Terrible (Ivan Groznyi, 1944), Sergei Eisentein
estilizó librem ente el decorado del palacio del zar para arm onizarlo con la luz,
el vestuario y los m ovimientos de las figuras, de m odo que los personajes atra
vesaban puertas que recordaban ratoneras y se quedaban congelados ante m u
rales alegóricos.
Los decorados p ueden sobrepasar a los actores, como en el plano repleto
de confeti de La ley del hampa (Underworld, 1927), de Josef von Sternberg (fig.
Fig. 5 .1 3
5.12), o se p u eden elim inar p o r com pleto, como en Legai savoir (1968), de Go-
dard (fig. 5.13), y La pasión deJuana de Arco (La passion d e je a n n e d ’Arc, 1928),
de Dreyer (fig. 5.14). Los decorados no tienen por qué poseer construcciones
que parezcan realistas, com o testifican las deform adas calles y la arquitectura
convulsivamente retorcida de El gabinete del doctor Coligan (una película con
enorm es influencias del arte expresionista alem án).
Hasta aquí, hem os extraído los ejemplos de películas en blanco y negro,
pero el color tam bién puede ser un im portante com ponente de los decorados.
El dinero (L’Argent, 1982), de R obert Bresson, crea paralelismos entre los dife
rentes escenarios —la casa, la escuela y la prisión— m ediante la recurrencia a
m onótonos fondos verdes y a u n atrezzo y u n vestuario de un azul gélido (foto
gram a en color 1-3). En contraste, Playtime (Play Time, 1967), d eja cq u es Tati,
presenta esquem as de color que cam bian constantem ente. En la prim era parte,
el vestuario y el atrezzo son más bien grises, m arrones y negros: colores fríos y me
tálicos. Sin em bargo, más adelante en la película, a partir de la escena del res Fig. 5 .1 4
taurante, los decorados com ienzan a presentar tonos rojos, rosas y verdes. Este
cambio en el color de los decorados apoya el desarrollo de la narración, que
m uestra u n inhum ano paisaje u rbano que se transform a gracias a la vitalidad y
la espontaneidad.
No siem pre es necesario construir los decorados a tam año natural. Para
ah o rrar dinero o para crear efectos de fantasía, los cineastas pueden construir
decorados en m iniatura, que tam bién cuentan con la misma gama de posibili
dades que hem os com entado para los escenarios normales. (Véase la fig. 1.16
com o ejem plo de decorado en m iniatura.) Tam bién se pueden crear partes del
decorado en form a de pinturas que posteriorm ente se fotografían para combi
n ar con objetos a tam año natural: tratarem os de cómo se hace esto en el si
guiente capítulo.
Al m anipular el decorado de un plano, el cineasta puede crear el atrezzo,
otro térm ino tom ado de la puesta en escena teatral. C uando un objeto del de
corado opera de form a activa d en tro de la acción, podem os denom inarlo atrez-
150 ÉL P L A N O : P U E S T A E N E S C E N A
V E S T U A R I O Y M A Q U IL L A J E
ILUMINACION
la figura 5.23, p o r ejem plo, son som bras proyectadas, creadas por las barras si
tuadas entre el actor y la fuente de luz. Pero en la figura 5.24 las pequeñas m an
chas oscuras de la m ano son sombras inherentes, ya que las crean las curvas y
arrugas tridim ensionales de la propia m ano.
Com o sugieren estos ejemplos, los reflejos y las sombras contribuyen a con
figurar nuestra sensación del espacio de u n a escena. En la figura 5.23, unas po
cas sombras im plican toda u n a celda de la prisión. Las películas de animación
p u ed en utilizar estas mismas pistas en u n grado u otro. En el fotogram a en co
lor 15, de ¿Quién engañó a Roger RabbiÚ, las figuras hum anas y los dibujos ani
m ados m uestran ambos sombras inherentes, o som breado, y sombras proyecta
das. Más adelante, en este capítulo, exam inarem os cómo la luz puede definir la
profundidad y el volumen. Fig. 5 .2 5
La ilum inación tam bién conform a la composición global de un plano. Un
plano de La jungla de asfalto (The Asphalt Jungle, 1950), de Jo h n H uston, unifi
ca a los m iem bros de la ban d a gracias a la zona de luz proyectada p o r u n a lám
para sobre sus cabezas (fig. 5.25). Al mismo tiem po, establece u n a escala de im
portancia, poniendo de relieve al protagonista al convertirle en la figura más
frontal y más claram ente ilum inada.
La ilum inación tam bién afecta a nuestra sensación de la form a y la textura
de los objetos descritos. Si se ilum ina u n balón de frente, aparecerá redondo. Si
el mismo balón se ilum ina desde un lado, lo veremos com o un semicírculo. El
cortom etraje Lemon (1969), de Hollis Fram pton, consiste principalm ente en
u n a luz que se mueve alrededor de u n lim ón, y las movedizas sombras crean di
seños de amarillo y negro que cam bian de form a espectacularm ente. Esta pelí
cula casi parece concebida para corroborar la observación de Josef von Stern-
berg, uno de los maestros de la ilum inación cinematográfica: «El uso adecuado 5 .2 6
de la luz puede em bellecer y exagerar cualquier objeto».
Para nuestros fines, podem os aislar cuatro características principales de la
ilum inación cinem atográfica: cualidad, dirección, fuente y color.
La cualidad hace referencia a la intensidad relativa de la ilum inación. La ilu
m inación «dura» crea sombras claram ente definidas, m ientras que la ilum ina
ción «suave» crea u n a luz difusa. En la naturaleza, el sol del m ediodía crea una
luz dura, m ientras que un cielo nublado crea una luz suave. Los térm inos son re
lativos y m uchas situaciones de ilum inación se incluirán entre am bos extremos,
pero en la práctica podem os reconocer fácilm ente las diferencias.
La ilum inación d u ra crea sombras claras y texturas y contornos definidos.
En la figura 5.26, de Aparajito (1956), de Satyajit Ray, la m adre de Apu y el glo
bo que sostiene quedan subrayados p o r la ilum inación dura. En la figura 5.27,
de la misma película, u n a ilum inación más suave desdibuja los contornos y las
texturas y crea u n a mayor difusión y u n contraste más blando entre los claros
curos.
La dirección de la ilum inación en u n plano hace referencia al recorrido de la
luz desde su fuente o fuentes hasta el objeto ilum inado. «Toda luz», escribió von
Sternberg, «tiene u n p unto donde es más brillante y un p u nto hacia el que se
dirige para perderse po r com pleto..... El viaje de los rayos desde este corazón cen
tral hasta los lugares de oscuridad es la aventura y el dram a de la luz.» Para nues
tros propósitos, podem os distinguir en tre luz frontal, luz lateral, contraluz, luz
contrapicada y luz cenital.
La luz frontal se pued e reconocer p o r su tendencia a elim inar las sombras.
En el fotogram a en color 16, u n plano de La chinoise, de G odard, el resultado
de esta ilum inación frontal es u n a im agen con un aspecto muy uniform e.
En Sed de mal, Welles utiliza u n a fuerte luz lateral para esculpir los rasgos de
los personajes. N ótense las sombras proyectadas por la nariz, los póm ulos y los
Fig. 5 .2 8
labios, así com o la gran som bra proyectada en la pared de la izquierda (fig.
5.28).
Fig. 5 .2 9 Fig. 5 .3 0 Fig. 5 .31
El contraluz, como sugiere el nom bre, procede de detrás del sujeto filmado.
Se puede posicionar en m uchos ángulos; muy por encim a de la figura, en dife
rentes ángulos a los lados, apuntando directam ente hacia la cám ara o dfesde
abajo. C uando se utiliza con otras fuentes de luz, el contraluz tiende a crear si
luetas, como en la figura 5.29, un fotogram a de Ciudadano Kane, de Welles.
C om binada con más fuentes de luz frontales, esta técnica puede crear u n con
torno discretam ente ilum inado. En la figura 5.30, de Alas (Wings, 1927), u n a es
trecha franja de luz hace que el cuerpo de los actores sobresalga del fondo. Este
uso del contraluz se denom ina luz de contorno.
La luz contrapicada sugiere que la luz procede de debajo del sujeto. En la fig.
5.31 (de Le brasier ardenl, 1923, de Ivan M osjoukin), la luz contrapicada sugiere
Fig. 5 .3 2 un fuego fuera de cuadro. Puesto que la luz contrapicada tiende a distorsionar
los rasgos, se utiliza a m enudo para crear dramáticos efectos de terror, pero tam
bién puede indicar sim plem ente una fuente de luz realista, como una chim e
nea. Como de costum bre, u n a técnica concreta puede funcionar de formas di
ferentes según el contexto.
La luz cenital se ejemplifica en la figura 5.32, de El expreso de Shanghai
(Shanghai Express, 1932). Aquí la lám para de luz brilla casi directam ente enci
ma de la cara de M arlene Dietrich. Von Sternberg utilizaba frecuentem ente esta
luz frontal elevada para hacer resaltar la línea de los póm ulos de la estrella. (El
ejem plo anterior de La jungla de asfalto, en la fig. 5.25, proporciona un ejem plo
con m enos glamour de luz cenital.)
Los directores de fotografía tam bién recurren a tipos de luces direccionales
más especializadas, sobre todo la kicker (una luz trasera situada a un laclo que
crea un toque de luz en la sien o la mejilla de la figura) y la luz de ojos (una luz
Fig. 5 .3 3
frontal colocada en la cám ara que añade brillo a los ojos del sujeto).
La ilum inación tam bién se puede caracterizar por su fuente. En algunas pe
lículas, como los docum entales, el cineasta puede verse obligado a rodar con la
luz disponible en el en torno real. La mayoría de las películas de ficción, sin em
bargo, utilizan fuentes de luz adicionales a fin de poder ten er un mayor control
sobre el aspecto de la imagen. En la mayoría de las películas de ficción, las lám
paras de mesa y las farolas que vemos en la puesta en escena no son las fuentes
de ilum inación principales durante el rodaje. Sin em bargo, estas fuentes de luz
visibles servirán para motivar las decisiones sobre la ilum inación que se tom an
en la producción. El cineasta intentará norm alm ente crear un diseño de la ilu
m inación que sea com patible con las fuentes del decorado. En la figura 5.33, de
El milagro de Ana Sullivan (The Miracle W orker, 1962), la ventana trasera y la
lám para en prim er térm ino a la derecha son supuestam ente las fuentes de ilu
minación.
Fig. 5.34
Los directores y los directores de fotografía que m anipulan la ilum inación
de una escena partirán de la suposición de que todos los objetos requieren, por
ASPECTOS D E LA P U E S T A E X E S C i -
contraluz
Fig. 5 .3 5
regla general, dos fuentes de luz: u n a luz principal y u n a luz de relleno. La luz prin
cipal es la fuente prim aria, la que p roporciona la ilum inación dom inante y pro
yecta las sombras más marcadas. La luz de relleno es m enos intensa y «rellena»,
suaviza o elim ina las sombras proyectadas p o r la luz principal. M ediante la com
binación de la luz principal y la de relleno, y con la adición de fuentes suple
m entarias, se puede controlar la ilum inación con bastante exactitud.
La fuente de luz principal se puede dirigir hacia el sujeto desde cualquier
ángulo, com o indicaban los ejemplos sobre la dirección de la luz. El fotogram a
en color 24, de Iván el Terrible, m uestra la luz contrapicada como luz principal, luz de relleno
m ientras u n a luz de relleno más suave y difusa incide sobre el decorado detrás F ig . 5 .3 6
de la figura.
La figura 5.34 m uestra u n fotogram a de La rueda (La roue, 1923). El fuerte
contraluz se com plem enta con u n a luz principal procedente del lado izquierdo.
Esta proyecta som bras inherentes en el lado izquierdo del rostro de la actriz, so
bre todo en la nariz y el ojo. La luz de relleno procede de la derecha, para ase
gurar que este lado de su cara no aparezca com pletam ente oscuro, como suce
de en u n a parte de la cara en la figura 5.28.
La figura 5.35 corresponde a u n plano de La pradera de Bejin (Bezhin Iovij,
1935) en el que Eisenstein utiliza u n gran núm ero de fuentes y direcciones de
luz. La luz principal que incide sobre las figuras procede del lado izquierdo,
pero es d u ra en el rostro de la anciana en p rim er térm ino y suave en el rostro
del hom bre, debido a que hay u n a luz de relleno procedente de la derecha. Los
finos contornos de luz en los pliegues del pañuelo de la m ujer indican tam bién
un contraluz.
El cine clásico de Hollywood desarrolló la costum bre de utilizar al m enos Fig. 5 .3 7
tres fuentes lum inosas p o r plano: la luz principal, la luz de relleno y el contra
luz. La figura 5.36 m uestra la disposición más básica de estas luces sobre una
única figura. El contraluz procede de atrás y de encim a de la figura, la luz prin
cipal de frente en diagonal y la luz de relleno de u n a posición cercana a la cá
m ara. La luz principal, norm alm ente, estará más cerca de la figura o será más lu
m inosa que la de relleno. Por lo general, todo personaje im portante de una
escena ten d rá su propia luz principal, luz de relleno y contraluz. Si se añade
otro actor (com o en la figura de puntos de la fig. 5.36), la luz principal para uno
se pued e alterar levem ente p ara form ar el contraluz del otro y viceversa, con
u n a luz de relleno a cada lado de la cámara.
En la figura 5.37, el personaje de Bette Davis en Jezabel (Jezebel, 1938) es la
figura más im portante, y la ilum inación de tres puntos centra la atención en
ella. U n lum inoso contraluz desde la parte posterior derecha ilum ina su pelo y
el borde del brazo izquierdo. La luz principal está a la izquierda, haciendo que
su brazo derecho esté brillantem ente ilum inado. U na luz de relleno, m enos lu
m inosa que la luz principal, incide desde la derecha de la cámara. Esta ilumina-
156 EL P L A N O : PUESTA EN ESCENA
ción equilibrada crea un leve som breado, m odelando el rostro de Davis para su
gerir volumen en vez de uniform idad. (Nótese la leve som bra proyectada por su
nariz.) El contraluz y la luz principal de Davis sirven para ilum inar a la m ujer
que está detrás de ella a la derecha, pero m enos destacadam ente. O tra luz de re
lleno, llam ada luz de fondo, incide sobre el decorado y las personas que se hallan
en la parte posterior izquierda.
La ilum inación de tres puntos surgió durante la era del cine de estudio de
Hollywood y todavía se utiliza am pliam ente. En el fotogram a en color 18, de La
rosa púrpura de El Cairo (The Purple Rose of Cairo, 1985) , las dos figuran están
m odeladas por u n a fuerte luz principal desde el lado izquierdo, u n a luz de re
lleno desde la derecha de la cám ara y un trazo de luz de contorno para resaltar
Fig. 5 .3 8 las ropas. La oficina que está detrás de la pareja está ilum inada de form a más dé
bil y suave, como es típico de la luz de fondo.
Quizá ya nos hayamos dado cuenta de que este sistema de ilum inación de
<tres puntos» exige que se vuelvan a colocar las lám paras prácticam ente cada
vez que la cám ara cambia el encuadre de la escena. De hecho, así sucede. A pe
sar del gran coste que implica, la mayoría de las películas de Hollywood dispon
drán de form a diferente la ilum inación para cada posición de la cámara. Estas
variaciones de las fuentes de luz no se ajustan a la realidad, pero perm iten a los
cineastas crear composiciones claras para cada plano.
La ilum inación de tres puntos se adecúa especialm ente bien a la ilum ina
ción de tono alto que se utilizaba en el cine clásico de Hollywood y en otras tra
diciones cinematográficas. La ilum inación de tono alto hace referencia a un di
seño de la ilum inación global que utiliza luz de relleno y contraluz para crear
un contraste bajo entre las zonas más claras y las más oscuras. N orm alm ente, la
Fig. 5 .3 9
cualidad de la luz es suave, haciendo que las zonas som breadas sean muy diáfa
nas. Los fotogram as de Jezabel (fig. 5.37) y de La rosa púrpura de El Cairo (foto
gram a en color 18) ejem plifican la ilum inación de tono alto. Los directores y
directores de fotografía de Hollywood la han utilizado en las comedias, las pelí
culas de aventuras y la mayoría de los dramas.
La ilum inación de tono alto no se utiliza sim plem ente para m ostrar u n a si
tuación brillantem ente ilum inada, como un deslum brante salón de baile o una
tarde soleada. La ilum inación de tono alto es un tratam iento global de la ilumi
nación que puede sugerir diferentes condiciones de ilum inación o m om entos
del día. Considérense, por ejemplo, dos fotogramas de Regreso al futuro. El pri
m er plano (fig. 5.38) utiliza una ilum inación de tono alto equivalente a la luz
del día y de un bar brillantem ente ilum inado. El segundo fotogram a (fig. 5.39)
pertenece a una escena am bientada en una habitación de noche, pero todavía
Fig. 5 .4 0
utiliza el tratam iento de tono alto, como se puede ver en la suavidad de la luz, el
bajo contraste y el detalle de las zonas sombreadas.
La iluminación de tono bajo crea contrastes más pronunciados y sombras más
m arcadas y oscuras. La ilum inación es a m enudo dura, y se disminuye o elimi
na la luz de relleno. El efecto es de claroscuro, o zonas extrem adam ente oscuras
y luminosas dentro de la imagen. LTn ejemplo es la figura 5.40, de Kanal (1957),
de Andrzej Wajcla. Aquí, la luz de relleno y el contraluz son significativamente
m enos intensos que en la técnica de tono alto. Como resultado, las zonas de
sombras en el tercio izquierdo de la pantalla son fuertes y opacas. En la figura
5.41, un plano con ilum inación de tono bajo de Sed de mal, de Welles, la luz
principal es fuerte y procede del lateral. Welles elim ina la luz de relleno y el
contraluz, creando sombras muy m arcadas y un espacio oscuro alrededor de
los personajes.
Como indican estos ejemplos, la ilum inación de tono bajo se ha aplicado
Fig. 5.41 por lo general a escenas sombrías o de misterio. Era com ún en las películas de
terror de los años treinta y en el cine negro de los cuarenta y cincuenta. El tra
tam iento de tono bajo revivió en los años ochenta en películas como Bla.de Run-
A S P E C T O S D E LA P U E S T A E N E S C I
ner (Blade R unner, 1982) y La ley de la calle (Rumble Fish, 1984). En El Sur
(1983) (fotogram a en color 20), la ilum inación de tono bajo produce efectos
dram áticos de claroscuro que retratan el m undo de los adultos tal y como lo
im agina u n a niña, lleno de misterio y peligro.
C uando los actores se mueven, el director tiene que decidir si quiere alterar
la ilum inación. Hay ventajas en m an ten er u n a ilum inación constante, aunque
ésta n o sea especialm ente realista. Al final de Las noches de Cabina (Le notti di
Cabiria, 1957), de Federico Fellini, la h ero ín a avanza en diagonal hacia noso
tros, acom pañada de u n grupo de jóvenes que cantan. M ientras camina, la ilu
m inación de su rostro n o cambia, lo que nos perm ite advertir leves cambios en
su expresión (figs. 5.42 y 5.43). Por otra parte, el cineasta puede hacer que las
figuras se muevan a través de zonas de luz y sombra. La pelea a espada de Ras- Fig. 5 .4 2
homon (1950) qued a intensificada p o r el contraste entre el feroz com bate y la
ilum inación alegrem ente m oteada utilizada en el claro del bosque (fig. 5.44).
Como toda técnica, la ilum inación se puede convertir en un motivo a lo lar
go de u n a película. La rosa púrpura de El Cairo, de Woody Alien, presenta a una
m ujer desgarrada entre u n m atrim onio brutal y abusivo y sus fantasías acerca de
u n h éro e cinem atográfico (que sale de la pantalla para reunirse con ella). Las
escenas con el héroe de ficción se presentan con una ilum inación de tono alto
m oderada que utiliza el sistema de tres puntos que acabamos de m encionar (fo
togram a en color 18). Sin em bargo, las escenas en casa con su m arido reciben
el tratam iento violento y de contornos m arcados característico de la técnica de
tono bajo (fotogram a en color 19).
T endem os a creer que la ilum inación cinem atográfica se limita a dos colo
res: el blanco de la luz del sol o el am arillo suave de las lámparas incandescen
tes de interior. En la práctica, los cineastas que controlan la ilum inación traba
ja n p o r lo general con u n a luz lo más blanca posible. M ediante la utilización de
filtros colocados delante de la fuente de luz, el cineasta puede colorear la ilu
m inación en la pantalla de todos los m odos posibles. Puede haber u n a fuente
realista en la escena para provocar el matiz de la luz. Por ejemplo, los directores
de fotografía utilizan a m enudo filtros que sugieren el tinte naranja de la luz de
una vela, como en La chambre verte (1977), de Franfois Truffaut (fotogram a en
color 21). En Escrito sobre el viento (W ritten on the W ind, 1955), de Douglas Sirk,
la ilum inación azul p ú rp u ra está m otivada p o r el color de la noche (fotogram a
en color 22). Sin em bargo, la luz coloreada tam bién puede responder a motiva
ciones no realistas. En la segunda p arte de Iván el Terrible, Eisenstein utiliza, de
form a n o diegética, u n a luz azul que incide repentinam ente sobre u n actor para
sugerir el m iedo y la incertidum bre del personaje (véanse fotogramas en color
23 y 24). Este cam bio de la función estilística —utilizar u n a luz coloreada que
desem peñe u n a función norm alm ente confinada a la interpretación— es muy Fig. 5 .4 4
efectivo debido a que es inesperado.
Estamos acostum brados a ignorar la ilum inación de nuestro en torno coti
diano, p o r lo que tam bién es fácil que dem os por sentada la ilum inación cine
matográfica. Sin em bargo, el aspecto de u n plano está fundam entalm ente con
trolado p o r la cualidad, dirección, fuente y color de la luz. El cineasta puede
m anipular todos estos factores para conform ar la experiencia del espectador de
m uchas m aneras. N ingún com ponente de la puesta en escena es tan im portan
te com o «el dram a y la aventura de la luz».
El director tam bién puede controlar el com portam iento de varias figuras
en la puesta en escena. Aquí la palabra «figuras» abarca un amplio abanico de
posibilidades, puesto que u n a figura puede representar a una persona pero tam-
lo> EL p l a n o : pu esta en escen a
bién podría ser un anim al (Lassie, el b u rro Balthasar, el pato D onald), un robot
(R2D2 y C3PO en la serie de La guerra de las galaxias), un objeto (como en la co
reografía de botellas, som breros de paja y utensilios de cocina de Ballet mécani-
que) o incluso una simple form a (como los círculos y triángulos de este mismo
filme). La puesta en escena perm ite que estas figuras expresen sentim ientos y
pensam ientos; tam bién puede dotarlas de movimiento para crear diferentes
m odelos cinéticos.
En la figura 5.45, de Los siete samurais (Shichi-nin no samurai, 1954), los sa
murais han ganado la batalla contra los bandidos. Prácticam ente el único movi
m iento del fotogram a es la lluvia que cae, pero las posturas de los hom bres
arrastrándose apoyados en las lanzas expresan su profundo cansancio. En con-
Fig. 5 .4 5 traste, en A l rojo vivo (White Heat, 1949), el movimiento explosivo y las feroces
expresiones faciales ofrecen u n a im agen de rabia psicótica. En la figura 5.46,
C o d y jarrett (James Cagney), tras enterarse de la m uerte de su m adre, salta vio
lentam ente sobre la m esa del com edor de la prisión.
En el cine, las expresiones faciales y los movimientos no se limitan sólo a las
figuras hum anas. Como se m encionaba en el capítulo 1, por m edio de la ani
mación se puede dotar a los dibujos o a los objetos tridim ensionales de movi
m ientos enorm em ente dinámicos. Por ejemplo, en las películas de ciencia-fic
ción y fantásticas, los m onstruos y robots pueden tener expresiones y gestos
gracias a la técnica de filmación fotograma a fotograma. Por lo general, se hace un
m odelo a pequeña escala con partes articuladas. D urante la filmación, se le co
loca en la postura deseada y se ruedan un fotogram a o dos. A continuación, se
modifica la figura ligeram ente y se ruedan un fotogram a o dos más, y así sucesi
vam ente. El resultado en la pantalla es un m ovim iento continuo, aunque a ve-
Fig. 5 .4 6 ces resulta espasmódico. El ho rren d o ataque de ED-209, el robot que lucha con
tra el crim en en Robocop (Robocop, 1987), se filmó con u n a m iniatura de doce
pulgadas filmada fotogram a a fotogram a (fig. 5.47). (Tam bién se construyó una
m aqueta a escala real pero sin movimiento para los planos generales.) La filma
ción fotogram a a fotogram a tam bién se puede utilizar con fines más abstractos
y no realistas, com o es el caso de la anim ación en barro de u n a parte de Moznosti
Dialoga (1982), d e ja n Svankmjaer (fig. 5.48).
1992) se aproxim an bastante al com portam iento de la gente en la vida real. Sin
em bargo, en los años cincuenta, el estilo del Actors Studio de Nueva York, como
ejemplifican las interpretaciones de M arión B rando en La ley del silencio y Un
tranvía llamado Deseo (A Streetcar N am ed Desire, 1951), tam bién se considera
ban extrem adam ente realistas. A unque todavía podem os calificar de excelente
el trabajo de Brando en estas películas, resulta deliberado, exagerado y bastan
te poco realista. Lo mismo se podría decir de las interpretaciones, tanto de ac
tores profesionales com o aficionados, en |as películas neorrealistas italianas de
después de la segunda guerra m undial, que fueron aclamadas cuando aparecie
ro n como descripciones casi docum entales de la vida italiana y que, sin em bar
go, ahora nos parecen contener, en su mayor parte, pulidas interpretaciones
apropiadas para las películas de Hollywood. (De hecho, una de las principales
actrices del neorrealism o, A nna M agnani, fue a Hollywood y ganó un Óscar allí.)
Im portantes interpretaciones naturalistas de los años setenta, como la de Ro-
b ert de Niro en Taxi Driver (1976), ya están em pezando a parecer bastante esti
lizadas. ¿Quién puede decir lo que parecerán las interpretaciones de Rain Man,
Thelma y Louise y otras películas recientes d en tro de unas cuantas décadas?
Los cam biantes criterios del realismo no son la única razón para desconfiar
de este concepto a la hora de analizar u n a interpretación. A m enudo, cuando la
gente dice que u n a interpretación es «poco realista», la están valorando como
mala: Sin em bargo, no todas las películas p reten d en ser realistas. Puesto que la
interpretación que crea un actor es parte de la puesta en escena global, las pelí
culas contienen u n a gran variedad de estilos interpretativos. En vez de dar por
sentado que la interpretación tiene que ser realista, deberíam os in tentar com
p re n d e r qué clase de estilo interpretativo p reten d e conseguir la película. Si las
funciones interpretativas de la película las desem peña m ejor una actuación no
realista, ésta será la clase de interpretación que intentará ofrecer un actor con
talento. En El mago de Oz, se pro d u cen constantem ente ejemplos obvios del esti
lo interpretafii'o no-realista con fines fantásticos. (¿Cómo se com portaría una
Bruja Malvada «realista»?) Además, la interpretación «realista» será siempre
sólo una opción d en tro de la interpretación cinematográfica. En el cine de pro
ducción masiva de Hollywood, India, H ong Kong y otras tradiciones cinem ato
gráficas, las interpretaciones pom posas son un elem ento crucial para satisfacer
al público. Por lo general, los espectadores no esperan interpretaciones muy rea
listas de Pee-Wee H erm án o de estrellas de las artes marciales como Bruce Lee
o Jackie Chan.
correcta y aburrida música del viejo com positor y el irrefrenable pero ofensivo
genio del joven Mozart.
Películas com o El gabinete del doctor Caligari, Iván el Terrible y Amadeus crean
interpretaciones estilizadas m ediante la extroversión y la exageración. El direc
to r tam bién puede explorar las posibilidades de u n a interpretación muy apaga
da. C om parada con la práctica habitual, la actuación muy contenida puede
parecer bastante estilizada. R obert Bresson es famoso por este tipo de interpre
taciones contenidas. Utilizando a actores no profesionales e instruyéndolos en
los detalles de las acciones físicas de los personajes, Bresson hace que sus acto
res sean bastante inexpresivos p ara los niveles convencionales. A unque estas in
terpretaciones a m enudo alteran nuestras expectativas, p ronto nos dam os cuen
ta de que dicha contención concentra nuestra atención en los pequeños gestos Fig. 5 .5 3
y en otras técnicas cinematográficas.
Jean-Marie Straub y Daniéle Huillet van más allá en este terreno. No reconci
liados y Chronik der Anna Magdalena Bach (1967) tam bién cuentan con personas
que no son actores, y estos intérpretes a m enudo pronuncian las frases de forma
bastante inexpresiva o simplemente no hablan. Las películas de Straub y Huillet
nos invitan a considerar a los actores no como seres dotados de psicología, sino
como recitadores de un diálogo escrito. De este m odo, nos damos cuenta activa
m ente de nuestras propias expectativas convencionales sobre la interpretación ci
nematográfica, y de esta m anera nuestras expectativas se ensanchan u n poco.
L a p u e s t a e n e s c e n a e n e l e s p a c io y e n e l tie m p o
EL ESPACIO
EL TIEMPO
Hasta aquí hem os exam inado algunos de los factores espaciales que guían
nuestra visión de u n a imagen. Pero además, tanto el plano como nuestra visión
del mismo tienen lugar en el tiempo.
Como veremos más detalladam ente cuando exam inem os el m ontaje (capí
tulo 7), el cineasta decide cuánto tiem po debe d u rar un plano en la pantalla.
D entro de los límites de la duración del plano, el director puede controlar el rit
m o del tiem po a m edida que avanza. A unque la cuestión del ritm o en el cine es
terriblem ente com pleja y todavía no se ha explicado lo suficiente, podem os de
cir de form a aproxim ada que implica, al m enos, un compás o pulsación, un tem
po y un esquem a de acentos o compases más fuertes o más débiles.
Estamos familiarizados con estos factores en las filmaciones de bailes. Cuan
do actúan Fred Astaire o A nn Miller, los movimientos del cuerpo obedecen a
ritmos claram ente diseñados. Sin em bargo, deberíam os reconocer que todo
movimiento dentro de la puesta en escena puede im plicar los mismos com po
nentes rítmicos. El movimiento que vemos en la pantalla puede ten er un com
pás visual característico, como el destello de un anuncio de neón o el balanceo
continuo de un barco. El movimiento tam bién puede tener un tempo m arcado,
como la aceleración de un coche en u n a escena de persecución, y el movimien
to visual puede crear instantes distintivos y acentuados.
Estos factores se com binan para crear la sensación del ritm o global del pía-
LA P U E S T A E N E S C E N A E N E L E S P A C I O Y E X E L T í E ?
Fig. 5 .8 4 Fig. 5 .8 5
Fig. 5 .8 6 Fig. 5 .8 7
Como grupo de técnicas, la puesta en escena ayuda a com poner el plano ci
nem atográfico en el espacio y en el tiem po. El decorado, la ilum inación y el
com portam iento de las figuras interactúan para crear esquemas de color y pro
fundidad, luz y oscuridad y movimientos. Estos patrones definen y crean el es
pacio del m undo de la historia y subrayan la inform ación im portante de la his
toria. El uso que hace el director de la puesta en escena crea sistemas que no
sólo guían nuestra percepción paso a paso, sino que tam bién ayudan a crear la
form a global de la película.
Func io n e s n a r r a t iv a s d e l a p u e s t a e n e s c e n a :
LA L E Y D E LA HOSPIT ALID AD
Hasta ahora hem os exam inado las posibilidades estilísticas generales que
ofrece la puesta en escena. Su potencial para crear composiciones gráficas es vi
tal para las películas abstractas y tam bién puede ser útil para otros tipos de or
ganización formal. Las películas categóricas, retóricas y asociativas utilizan la
puesta en escena para o rientar la atención, la com prensión y las deducciones
acerca de lo que vemos. A hora considerarem os de form a específica cóm o pue
de funcionar la puesta en escena en las películas narrativas.
Para com prender la inform ación de la historia que presenta una película
narrativa, tenem os que ejercer actividades como com parar los lugares, identifi
car a los personajes p o r su aspecto y advertir los gestos destacados a m edida que
nos los presenta la puesta en escena. Muchos motivos que reaparecen a lo largo
de la exposición del argum ento son elem entos visuales de la puesta en escena,
y estos motivos p ueden ser de gran utilidad para los principios form ales funda
m entales de la organización total de la película: su unidad y sus modelos de si
militud, diferencia y desarrollo.
La puesta en escena interviene en la acción del argum ento, desde luego,
porque los acontecim ientos que vemos de form a directa constituyen el argu
m ento. Pero los elem entos de la puesta en escena tam bién pueden aportar in
form ación sobre la historia. Si un detective descubre un cadáver, podem os ima
ginar un asesinato; si u n a m ujer le habla a un amigo de un hecho im portante de
su pasado y le m uestra u n a fotografía de sus padres, la fotografía aporta infor
m ación sobre hechos anteriores de la historia que no se m uestran en la pelícu
la en sí. Igualm ente, la puesta en escena p u ede servir para presentar una narra
ción de form a más o m enos restringida. Esto puede llegar a un caso extrem o,
com o cuando todos los elem entos de la puesta en escena de El gabinete del doctor
Caligari nos m uestran la distorsionada concepción de la visión subjetiva de un