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1 (Prólogo)
Universal Paradox
Hay cosas que atormentan la vida. Algunas, pasivas y discretas se asoman
de vez en cuando al dejar de actuar el sonido. Otras, tan retumbantes y
altaneras que vienen en momentos en los que el propio “yo” no puede ser
negado más, o al contrario… Y están las cosas que dan paz. Quietas, tibias
(desgraciadamente), suaves y delicadas. ¿Caben en el ambiente? La pregunta
real y correcta es ¿Caben más que los factores tormentosos? Si la caída de una
hoja de Eucalipto es más ruidosa que el caminar de una hormiga, y si el viento
de la madrugada conjuga mejor los verbos de su hermano, el del mar; y cada
cuando un suspiro sale dejando libertad, dando paso a un nuevo ciclo de
acumulación gradual de antipoesía, cuando estamos solos, si eso pasa en
cuanto nos damos cuenta que pasa… ¿Qué pasa si lo ignoramos? ¿Sigue el
silencio negándose a sí mismo al contrario que la sobriedad, sólo para deducir
cual alas pintadas de marfil las silogísticas secuencias referenciales de la vida?
Y así transcurre el estadio de los que están más allá de donde se ve que
pueden ocupar un simple espacio en este universo multidireccionado. No se
puede contemplar el sol sin encender a los ojos, como obligación furtiva, los
piquetes chispeantes del dolor punzante al final de una realización. Más no es
ley ni teorema, es algo tan maleable y exquisitamente moldeable como la
propia sombra que nos persigue si le dejamos contrariar la luz; es el
contemplar la salida del que prisionero vive en un universo de dolor tenue y
perenne.
No imaginar la vida sin sus peculiares sonidos, escenas y aromas, es algo
que merece la muerte en la incomprensión si no se descubre el oído al resonar
magnético de un estado. Pero, ¿Es eso definitivo? ¿Es acaso lógicamente
concebible? Es el existir de una alma prisionera a una manía melodramática
depresiva. Eso es esto, una paradoja universal.
Shady Illusion Heights
Pt. 1 “El Snob”
Estoy sentado en el sillón preferido de papá. Todo luce… un poco distinto.
La monótona combinación de imágenes y sonidos de un viejo holovisor Sony
Scd M-2012, todo rayado por los crayones de mi sobrinita cinco añera
Mariandrê; el mismo ambiente de decoración mediocre, característico de ésta
parte de la ciudad, donde ni siquiera nuestros singulares comportamientos
snob (conocidos y reconocidos entre nuestros conocidos con el apodo
heredado de nuestro progenitor: Los Apurados) han logrado persuadir la
corrosiva influencia modista-Idiosincrática de estos estúpidos suburbios. Esto,
combinado con el toque de desinterés de mi hermano, mi padre y yo, como
únicos habitantes de este lugar al que llamo hogar, me hacen sentir relativa y
extrañamente familiarizado, más no completamente acostumbrado a mi
alrededor.
Unas gotas de luz se cuelan por las empolvadas cortinas color ámbar de las
ventanas principales de la casa. Las 8:00, las 8:30 tal vez. El espesor de la
neblina mañanera en la penumbra de la sala es un poco más denso que de
costumbre, incluso veo la luz del día un poco más opaca que de costumbre a
pesar de no poder, por más que me esfuerce, reconocer la sombra de esos
altos pinos que menguaban un poco la luz directa del sol mañanero frente a
nuestra casa. ¿Qué pasó? Estoy seguro que hay algo extraño… ¿A caso en una
sola noche me perdí de algo? Debe ser sólo mi imaginación. Ya estoy
acostumbrado a encontrar cada mañana algo nuevo que afecte mi interés por
pasar un momento más en mi hogar.
-Mirá, ya son más de las ocho y quedaste que ibas a estar con mi papá a las
7:30 en su oficina para que te presente con el señor que te va a ayudar en ese
proyecto de tesis que tenés pendiente, maje. ¿O qué? ¿Ya no te interesa?
Entonces no hubieras puesto en tanto vuelterío a mi papá, ¡es que de veras
que no tenés nada de consideración! vos ahí tan cómodo viendo tele mientras
mi papá se preocupó tanto en conseguirte ese proyecto para facilitarte tu tesis.
Mirá que si no aprovechas esta, no vas a tener otra, maje.
Y ¿cómo está eso que mi hermanito menor viene a gritarme en una mañana
tan cansada por algún desacierto del destino que aún no me queda claro? ¡Ah!
si. Ya me acordé: cerré mis estudios universitarios en la Conspicua Carolina,
extensión Sur Oriente; con todo y mi pseudovicio, casi le quedo mal a mi papá.
No. Hay algo más… -¡Uh! Sí que me duele la cabeza- ¡Ah sí! Ya me acordé.
Tengo que ver al Doctor Von Amaya, Bio-Físico Químico que anda detrás de su
tercer Doctorado, esta vez como Biólogo Cuántico, quien es amigo y
compañero de trabajo de mi papá, y está buscando algún asistente que le haga
ciertos favores digitales e informáticos para sus locas investigaciones extra-
currículo-laborales, aquí es donde yo encajo. Él publicó este insano post en el
Foro Oficial de la Comunidad Científica Latinoamericana acerca de las
posibilidades de crear, mediante no se qué manipulaciones nano iónicas
silicíclicas, vida de la nada (literalmente) mediante la inhibición de moléculas
minerales, acelerando un sistema de microevolución que, combinado con la
manipulación genética (transmutación genética, en este caso) y la bio-
cuántica, le puede llevar a emular un estado ambiental de energías reactivas
controlables para cada reino natural de los ya extintos, animal y vegetal; esto
sí que le ha acarreado problemas, ya que, no sólo estuvo directamente
involucrado en la CID, como Director Consultor de Preservación Biológica sino
que ahora anda por ahí alterando la paz subcataclísmica y los nervios de
quienes ya tienen mucho más de qué preocuparse tratando de mantenerse en
la posición más subjetiva posible para no despertar tristes malentendidos entre
esta u otra ideología de las muchas que ahora “gobiernan” de una manera
indirecta pero influyente en el ambiente actual; y que en cualquier momento
pueden desatar una guerra de las más frías que el mundo pueda haber
experimentado (aún mucho más fría que la tormenta que salvó los pingüinos
de la Patagonia pero que mató a más de la mitad de los habitantes de Canadá
y Destruyó más completa que parcialmente las costas este-oeste del Norte de
Estados Unidos).
Ahora… la melodía que suena es de Don Henley, por eso, sé que es “ella”
quien me llama… ¿Qué quiere? ¿Acaso no es más que obvio que ya superamos
sicológica e idealmente esta etapa? Fue ella quien me abandonó al acontecer
aquella noche bajo efectos de licor, cierta situación sentimentalmente
contradictoria y erróneamente deducible con Kattie mi compañera de clases.
Lo que pasó después ya lo habíamos llegado a resolver, no es que no me haya
dolido pues padecí mucho tiempo después la depresión y el dolor por lo que yo
mismo había provocado (¿o no fue así?).
-“…I can see you, your brown skin shinning in the sun…”
-…Hola.
Idiota… ¿qué te pasa? ¿Es lo mejor que podés decir? qué más podía esperar
de mi poca imaginación en momentos espontáneos e incómodos como este.
Creo que el hecho de haber pasado dos años y medio juntos, desarrolla algo
más que pocas formas de hablar después de un rompimiento. Se desarrolla
una ridícula confianza y un conocimiento mutuo que conecta aún cuando al
final no se quiera así.
-Ah, qué bueno. Espero que no sean de esos fantasmas dañinos, no debes
dejar que nada te dañe.
Idiota… nuevamente con tu triste imitación de humor. Creo que ahora poco
tenés que preocuparte por ella, pues ya no estás en su vida, además ella ha de
pensar lo mismo.
Y justo ahora me recuerda eso… No sé por qué lo hace, pero sea cual sea la
causa, no me imagino el ridículo que puedo estar haciendo en estos momentos
con esas publicaciones en ese sitio; ya todos saben que no seguimos juntos,
por lo menos yo ya no voy a regresar a la universidad, pero igual el blog es
público y cualquiera puede seguir riéndose de tremendo Loser. No es que me
moleste, es sólo que… bueno… creo que al final sí me molesta.
-No. Están alejadas del público –no te asustes- digo, las entradas más
antiguas ya nadie las mira, pero a mí me importan, es sólo que… como yo soy
la destinatario… además, tengo todas esas publicaciones guardadas.”
¿Por qué me dice eso? ¿Qué pretende? ¿Qué no ve que me hace cierto daño
y despierta en mí una peligrosa nostalgia?
-Mhm, yo también pensé en eso… Tú nunca has estado listo… Ok. Entonces,
tal vez hablemos después ¿sí?
-Está bien, te… te cuidas… Adiós…
-Hasta pronto…
Pues, si bien es cierto que aunque existen otros problemas en la vida, está
muy bien establecido que cualquier depresión de índole económica, social y
hasta de creencias religiosas, que afecte a una pequeña o a la mayor parte de
la humanidad en estos tiempos, se deriva directamente de los cambios que el
humano ha provocado con su propia mano en el ambiente que le fue heredado;
en alguna forma se ha venido dando siempre, es decir, esta secuencia gradual
de autodestrucción ha venido moviéndose desde las primeras épocas, pero
también es seguro que a mi generación le está tocando una de las peores
partes en esta línea vital.
Es aquí donde entra el Dr. Amaya como un simple humano, uno sólo, dando
esperanzas a quienes no quieren oírlas; es un triste discípulo de la vida, es
alguien que siempre se la ha pasado estudiando, investigando, y no sólo desde
un punto de vista fanático, sino amando todo lo que le rodea, añorando,
disfrutando y utilizando esta fuerza de sentimientos que le hacen querer traer
de vuelta esos paisajes que veía de niño, y los caminos que recorrió –según
tengo entendido- en su juventud, amando esa misma naturaleza silvestre que
le vio perdido y retomando un camino trazado en un mapa, guiado con su
brújula en alguna travesía de navegación terrestre (uno de sus viejos hobbies),
o escalando las rocas orientales de la antigua República de Guatemala con la
pasión expectativa de saborear el aire puro, el canto de los pájaros y el celeste
original del cielo, desde una cima alcanzada. En realidad, para el Dr. Amaya no
es algo triste, siquiera melancólico, y aunque es una persona grande,
demasiado perfeccionista, refunfuñona y hasta un tanto solitaria, aún tiene
algo –o mucho en realidad- de esa pasión que le hace cambiar su entorno cada
segundo, como cuando era joven.
Yo casi estoy seguro que el Dr. es víctima de algún desorden psicológico
post traumático, de esos que te hacen moverte por alguna paradoja negativa
que te induce a creer, ejecutar y por lo mismo, realizar tus sueños (ahí va mi
deducción lógica); el doctor es todo un viejo baúl de secretos.
-¿Quién es?
-Ah sí. Martín, me dijo ¿verdad?, yo le llamé hace dos horas. Pase adelante.
La luz detrás de las puertas no podría haberme engañado mejor al ver que
el supuesto espacio no es tan grande como creía. Es sólo una pequeña área
toda pintada de blanco, iluminada un tanto exageradamente (considerando
que es casi mediodía) pero con la justificación del espacio anterior, que parece
lucir un poco más oscuro y, aunque más amplio, más encerrado. Este lugar
tiene todo el porte de un viejo edificio de apartamentos, con su toque de falsa
calidez hogareña, pero improvisado para alguna razón que se le pueda ocurrir
a algún científico loco.
Me acerco al escritorio ámbar con melanina negra en la plataforma. Al otro
lado, una figura que casi me sorprendió: una mujer joven de poco menos de
treinta, con unos lentes grandes y cuadrados, sin mucha elegancia de la que se
espera ver básicamente en una recepcionista. Viendo su PDA en la manga de
su chaqueta, finge poner la atención requerida para el acto, y me observa de
vez en cuando de una forma algo bizarra. Logro reconocer una sala de chat a
través de la pantalla en el ergonómico aparato de su muñeca, por lo que opto a
imaginar que está haciendo alguna actividad de subversión para matar el
aburrimiento que infunde este espacio tan monótono.
¿Y si… de veras el tan mencionado doctor es todo el ogro que la gente dice?
-¿Quién es ahora?
-Tranquilo Sólo jugaba un poco con su psicología. Qué, ¿no pensará que en
realidad yo pretenda saber inmediatamente quién es usted, verdad?
Para empezar, le explico, se encuentra usted en mi oficina personal, en la
que, a pesar de haberlo intentado, nunca puedo evitar incluir alguna
instrumentación básica para estudios y experimentos preliminares; encontrará
aquí, en este primer día, todo lo que necesite para familiarizarse con mi actual
investigación que, en resumen trata de resucitar la primera fase de la
evolución de la vida intentando recrear los ambientes y materias que la
propiciaron inicialmente. Todo el edificio es un extenso complejo-laboratorio
dedicado básicamente a este fin y está dividido en tres secciones: en el primer
nivel se encuentra el área logístico personal, el segundo y tercer nivel,
contienen, además de mi oficina, toda el área de desarrollo e investigación, sin
mencionar un pequeño acelerador de partículas improvisado en el tercer nivel
alrededor [y a través] de las diversas salas-probeta; y en el cuarto nivel se
encuentra una serie de habitaciones acomodadas como contenedores
refrigerados, aislados herméticamente o presurizados que sirven para
depositar, resguardar y almacenar muestras de experimentos o materias y
materiales afines. La terraza resguarda los paneles de recolección de energía
solar y un puerto para jetvans o cualquier otro vehículo levito-gravitacional.
-¿Qué?...
¿Qué acaso está loco? Podré ser hábil para algunas cosas… bueno, debo
intentar hacerlo.
-¿Acaso no me escuchó? Son todas las columnas verdes, las de color verde
claro son de otra localidad, pero deben ir incluidas correlativamente. Son
comparaciones afines pero no casuales o esporádicas, todo tiene su orden y
motivo; espero no tener que recordarle que el orden en ese tipo de
operaciones es de vital importancia ¿verdad?
-No. Pero igual ya es hora de almorzar, voy a ir por aquí cerca, conozco un
lugar. ¿Quiere que le traiga algo? Es comida típica entubada.
El Intercom suena…
Y sin decir media palabra, sale del laboratorio y me deja, con tres cuartas
partes de mi trabajo terminado más por iniciativa de orgullo propio que por
responsabilidad. Creo poder retirarme ahora que no está. Sobrevivirá sin mí
por el resto del día. Quién sabe, tal vez ya ni vuelva mañana, Por ahora, ¡a
desaparecer!
-¿Sabe qué? cuando quiera puede retirarse, regrese mañana a las ocho y
continuamos. Ahorita yo me voy a Itzá a recoger unas muestras. Llévese su
trabajo y lo realiza con su tan añorada computadora. Por lo visto ya le falta
poco. Podría decir que me dio gusto conocerlo. Hasta mañana.
Uff! Todo mi entorno sigue pareciendo vagamente tan sub real y sutilmente
distinto, aún cuando muy dentro siento que todo en la escena está y se mueve
con la lógica transitoriedad con la que debe.
El viejo y desgastado viento aún sopla. La luz del sol, aunque de carácter
débil, compensa a manera de justificación con la alta concentración de rayos
ultravioleta que bombardea sobre la tierra. Yo, aunque un gran desastre
viviente, aún sigo en pie… Y todos en este capítulo seguimos contentos…
Veinte minutos aquí parado… ¿Dónde están los buzzers cuando uno más los
necesita?
Suena mi teléfono.
¿Cuántos años han pasado desde que el último animal salvaje dejó de volar,
arrastrarse, trepar o corretear en su hábitat completamente natural? Quien
tenga una perfecta y correcta apreciación de cosas temporalmente finitas y
tradicionalmente influyentes, quien pueda darme una respuesta a cosas tan
triviales, seguro sabrá responderme al definir los factores que hacen que, de
repente, una madre que no vive con sus hijos desde hace cuatro años, sin más
contacto social que sólo en los días festivos, me llame en medio de la ciudad
justo cuando mi humor y paciencia están… es decir, apenas existen... Bueno,
visitarla ahora mismo no sería una idea tan descabellada. ¿Qué tiene de malo?
Creo que iré…
Pt. 6 “¿Familia?”
No es que esté en contra de lo que mis padres hayan elegido hacer cuando
aún no tenía sentido de razón sin siquiera preguntarnos, a mis hermanos y a
mí; es que realmente nunca lo acepté. Nunca un padre y una madre, desde el
justo momento de haber aceptado estos títulos, deberían dejar de actuar como
tal, es decir, ¿en dónde puedo encontrar la lógica contradicción de la rutina,
que desmienta el hecho que una pareja debe estar separada al momento de
adquirir el título de padres? no encuentro ninguna explicación para esta
milenaria práctica social que define un estúpido costumbrismo cultural que
afecta de esta forma tan cruel a la familia; se debe romper esta mala
idealización, se debe romper el círculo vicioso que envuelve generaciones,
inclinadas de cierto modo, a vivir así, esclavizadas a siquiera concebir la idea
de dejar de parecer extraños al ambiente y dejar de ser víctimas de este tipo
de situaciones. No importa la causa que haya acaecido, el hecho es que una
familia es algo más que un simple adjetivo descriptivo, no se debe dejar de un
lado como lo que realmente es y lo que ya nunca se ha vuelto a pensar que es:
un núcleo social y un alma mater en la que aprendemos cosas tan profundas y
confiables como los principios básicos de nuestra propia personalidad,
autoestima y seguridad; eso, sin mencionar tantos caracteres genéticos y/o
temperamentales que, luego de definir una forma previa (si es que se llega a
definir), se pierden, sean estos malos o buenos, o si fueron o no, adoptados
dentro de las paredes de un hogar, y luego se distorsionan (si es que existen)
perdiéndose en un exterior tan ajeno al esto y la calidez del algo que nos
debería preparar para salir a dicho exterior… Una simple “desintegración
familiar” es una pesada y sucia roca en forma de título en capitales que debajo
esconde más bichos de los que los operadores contemplativos y/o aprendices
pueden llegar a entender, se esconden tantos bichos mezquinos y tan dañinos
al punto de ser capaces de eliminar literalmente una vida con la sencilla
determinación de no mostrar siquiera la causa a la víctima, confundiéndole al
mismo, con malas deducciones sobre el real existir en los diferentes niveles de
su vida… No es que así lo crea, es que así lo he experimentado.
Me pregunto por qué les llaman “Bosques” o “Prados” si lo único que tiene
de boscoso son esos enormes y horribles tipos de invernaderos con mallas
láser de protección ultravioleta y aire refinado convenientemente arreglados
con plantas y fuentes artificiales y áreas virtuales recreativas para niños.
Una vez más estoy a punto de repetir un tipo de paradoja que se ha venido
dando desde que tengo memoria y desde que el último trastorno de
comportamiento me atacó durante la fase final de mi adolescencia. Voy a
fingir que estoy bien conmigo mismo al visitar una vez más este lugar de
recuerdos contradictorios acerca de una era de caos y destrucción gradual de
la que fui testigo… (Aún recuerdo aquella tarde de Noviembre con su ya muy
ambiental y grotescamente distorsionada imitación de frío pre navideño y post
derretimiento polar, en un día de “Los Santos” en el cual, como un niño “casi”
normal, volaba una piscucha gigante elaborada por mis amigos y yo; mientras
en el horizonte, entre los cerros del poniente, se vislumbraba el brillo del sol
casi llanamente. Recuerdo haber visto ese cegante momento en el que
impactó muy fuertemente, en el área de los paraísos de Santa María Xalapan,
un eoprocesador experimental orbital de oxígeno, perteneciente a los mismos
estados Euro-Americanos que nos negaron el derecho a un aire puro, al no
incluirnos en el “proyecto de ayuda” que ofrecieron a algunas comunidades
terrestres con el objetivo de minimizar la furia de sus conciencias
principalmente por su contribución a que la naturaleza se desvaneciera, pero
que lógicamente no llegaría a África Septentrional ni a la Isla de
Centroamérica por habernos negado a vendernos financiera, recursiva y
esclavitariamente a cambio de nuestra suerte por no poseer grandes
yacimientos de petróleo, o áreas extensas ni tecnologías para producir, en los
últimos días, etanol o biodiesel.
Se abre la puerta…
¿Alguna vez has sentido que tu familia es única y singular cuando, al volver
a algún ambiente de relación espacio-cultural y ritual familiar, del cual te has
alejado, descubrís una que otra regularidad que nunca vas a encontrar afuera,
en otro ambiente que no se asemeje o que esté muy lejos de la atmosfera que
sabes que identifica a tu apellido; incluyendo frases, platillos culinarios y
personalidades propias, de quienes pertenecen al tronco común?
Todo, todo gira en torno a los recuerdos que ni siquiera sé que están sino
hasta cuando cito déjà vus espaciales y temporales así como consecuenciales.
“¿De cuándo a acá te rogué tanta disciplina? ¿Acaso te regañé aquella vez
que, por tu culpa tu madre lloró o tu hermano se sintió mal por algo que
dijiste? ¿Te reproché que hayas preferido vivir una vida solitaria y sin cultivar el
arte de la socialización, para encerrarte en tus sueños de volar, de ser
superman o de explorar una caverna hasta el fondo, alimentando tu
esquizofrenia por las simples expediciones que vos y tu tío hacían a las
alcantarillas de Colinvi Hills?”
Yo de vuelta a la realidad...
Estas son las sentencias de mis “mayores”, estas son las discusiones que
no sé si ocurrieron en realidad, si debieron ocurrir, o si ya lo hicieron,
preguntas que he ocultado a la realidad de mí vivir al lado de mi “familia” e
incluso he derrocado de mis recuerdos, de mi aceptación…
¡Quiero gritar! ¡Quiero que el mundo entero me escuche y quiero ser mudo
egocéntrico a la vez! ¡Quiero que todos se den cuenta que yo sí hubiera
querido ver volar las mariposas y apreciar las rosas negras retroextintivas que
mis padres se regalaron entre sí cuando eran aún novios! ¡Quisiera haber
llegado a amar de verdad!... Y en realidad no entiendo esas aún resonantes
palabras dentro de mi interior: “You’re not alone…” ¿Cuándo dejaré de pensar
en otro idioma? ¿Cuándo dejaré de ser tan medidor y expectativo, esclavo de
frases y cifras? ¿Cuándo dejaré de existir? ¡Me duele! No es la primera vez que
lo digo… no es la primera vez que lo siento… no es la primera vez que me
arrepiento de haberlo dicho y sentido… Nunca ha sido una primera vez… Y le
sigo echando la culpa a todo y a todos. No debería sentir.
Pero luego bajo a la realidad… Esa que me dice que sí, Dios existe y mi
tiempo debe ser invertido en una mayor parte olvidando mis propios
problemas… es difícil creer cuando se siente tanto dolor…
-¡Ala gran púchica vos!, mira la hora que es, pa’ que púchicas vos, ¿por qué
no venís más temprano?, mira que sólo porque soy buena onda no le aviso a
mi papa, porque por eso desactivó el cerrojo dactilar...
-Sí. Yo me temía lo mismo, pero ya ves, aunque sean enojones pero los
hermanos menores aún sirven para algo…
Y ¿qué pasa con aquellos que llegan cuando estas despierto? ¿Qué pasa con
aquellos que te arrebatan el sueño y te intranquilizan por estar a flor de
consciencia? Y es que, como es de suponer, alguien detrás de mí quiso
definirlos y poner su síntesis descriptiva al alcance de los seres que veníamos
después; y así mismo, como es de suponer, en algún momento supe de ellos y
los quise definir de acuerdo a mi entorno, investigando o leyendo algún artículo
sobre el tema, pero he fallado al querer cumplirlo; al menos, he logrado definir
la teoría en que las pesadillas tanto conscientes como subconscientes vienen
de repente y sin tu permiso y te afectan de una u otra manera, lo mismo que
pasa con los “dulces sueños”, aquellos que siempre se han tenido en cuenta
tanto consciente como subconscientemente. Lo malo es que es muy delgada la
línea que nadie se atreve a admitir, la frontera entre un sueño y su
transformación en pesadilla, tan sutil dentro de un margen gráfico o indiferente
que nadie se atreve a analizar, detenerse y reflexionar al mismo tiempo que le
aleja de la realidad inmediata.
De repente…
Estos momentos son los que me hacen definir la triste imperfección del
método investigativo, ya que una teoría bien definida, con una hipótesis casi
completamente demostrada, es tan frágil como la definición de “verdad”, en
nuestros tiempos… También me parece parte de uno de esos sueños
incongruentes que no logro concretizar…
Pt. 9 “Subjetividad”
Ha pasado apenas una semana desde que inicié mi proyecto; hasta estos
momentos, mi trabajo, ya bien definido, se resumió a la forma de modificar mi
monitor de partículas subatómicas, por una especie de inhibidor o identificador,
previamente programado para asimilar una amplia librería de posibles
comportamientos de partículas, y con la capacidad de calcular y establecer un
régimen estatal de normalidad en algunos comportamientos primigenios y
pseudoevolutivos que, posiblemente sean de reciente definición (o indefinidos
hasta el momento) o de poco conocimiento hasta la actualidad. Mi trabajo está
en pie, una extraña emoción por las posibilidades y tipos de estudios
pendientes y hasta por descubrir, me invade y me hace sonreír de esa manera
tonta que tengo de hacerlo sin aparente motivo en cualquier lugar en el que
esté, en este caso, en el buzzer de regreso a casa.
Estoy muy cansado… pero este cansancio se define como un arduo buscar
sin encontrar, es el cansancio que me invade después de mantener una
desfigurada idea de lo que realmente significa trabajo en cualquier aspecto.
Recuerdo que anteriormente ya me he sentido cansado; con la luz de mis
propias y muy escasas realizaciones, a la sombra de mis enormes montos de
desdicha y fracaso. Alguien, más de una vez me dijo que no debería ser
negativo; incluso yo mismo he tenido que ayudar a personas que viven
sumidas en pensamientos negativistas… y a mi ¿quién me ayuda? ¿Es que
acaso necesito ayuda?
La “Era de los Santos” –una de esas etapas- es un poco más que un satírico
nombre para épocas pasadas a nivel global, es un profundo sentir auto
protagonizado experimentado fuera de las fronteras idealistas que ignoraba y
que me esclavizaban de algún modo. Es una época de vida en la que se ven
involucrados muchos diferentes aspectos, a un nivel generalizado, como el
amor, la ira, la autocompasión y su delimitación, el autodescubrimiento de la
real teoría del caos y control propio, y el análisis exhaustivo del
comportamiento humano para asimilarlo y estudiarlo, así como (casi
incontenible, indivisible y voluntariamente) cambiarlo a un Cristomorfismo, es
decir, dejando a un lado (más nunca obviando ni desatendiendo) algunos otros
puntos de vista para comparar los anteriores aspectos, a la vida de Cristo y
desenvolverlos en plena armonía con el evangelio.
Contradictoriamente, es en estos años no-consecutivos donde llego a
realizar en mi vida la paradoja que refiere al mayor pecado que ha cometido la
humanidad: el haber inventado las religiones. Esto no significa que sea ateo o
antirreligioso, pero la verdad es que las reglas en oposición no son un producto
más claro que de las religiones… Tal vez las religiones sean, desde un punto de
vista más alto, algo que no puede ser instituido por la humanidad; es decir,
obviamente una de las grandes verdades es el hecho que la religión es una con
Dios, pero la parte “humana” es la que le da toda esa opacidad al verdadero
mensaje y a las más concretas verdades…
¿De qué me valgo para decirlo? Bueno, basta con darse cuenta que no
todas las personas reflejan a Cristo en sus rostros (incluyéndome a mi), basta
con darse cuenta que rige un sentimiento de egoísmo, envidia y sed de poder
dentro de los círculos sociales y, muy lamentablemente, dentro de las mismas
instituciones religiosas Cristianas, que de alguna manera tratan de llevar al
individuo a un nivel más alto, en diversos aspectos, pero sólo para su propio
beneficio. A mí me ha pasado, he asistido a varias iglesias en el transcurso de
mi vida y siempre he visto el trabajo de quienes enraízan sus existencias a
esta sed interior de servir a Dios (yo incluido en algún momento), sin embargo,
es triste ver que, muy pocas veces dejamos ver un deseo desinteresado de
salir de la propia iglesia y recorrer un camino que no sea pseudo esclavitario
más que realmente cualitativo en su verdadero significado. Me basta con
imaginar que hace poco más de dos mil años, existió un Hombre que durante
su estancia por este mundo luchó contra la corriente de decadencia y estuvo
inmerso en ella al mismo tiempo y que vino a liberar (aunque no
inmediatamente para los inherentes, claro) de una utopía que mantenía
rigiendo el comportamiento de aquellos que en esos tiempos se atrevían a
llamarse a sí mismos iluminados; y el hecho de experimentar en carne propia
que nuevamente se ha llegado al mismo nivel de costumbrismo que hace dos
mil años, y que creamos, como sucedió hace dos mil años, que el saber la
biblia de inicio a fin es lo único necesario para instituir nuevamente la verdad y
el Reino en la tierra.
Claro que nuestra naturaleza humana hace difícil la tarea de darnos cuenta
que estamos en la misma situación que hace mucho tiempo, en la época de
Jesús. Esto me hace pensar en una de las muchas sabias frases que existen en
el evangelio: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen…” entonces,
tal vez la clave está en darnos cuenta de nuestra pequeñez e incoherencia
hacia un plan mayor, tal vez dándonos cuenta de ello, empecemos a aceptar,
los que de algún modo le hemos conocido o le hemos experimentado, la
realidad de la religión.
Una de las causas que me encaminan a analizar la era de los santos es esta
misma de tratar, de alguna manera, de salvar al mundo; es como una
necesidad hipócrita, ya que sin ninguna aparente razón, vienen a mí estos
supuestos sentimientos de imparcialidad y “amor por el prójimo”, sin embargo,
con la misma mediocridad con la que doy paso a la vida propia dentro de mí y
a mi alrededor, me mantengo así, estúpidamente suponiendo la verdadera
vocación que algún día pensé que podría llevar dentro: Martin Riverborough,
Sacerdote Jesuita, Carmelita, Franciscano o Dominicano... Algún día pudo tener
algún significado...
Pt. 10 “Objetividad”
En el estudio de campo, he descubierto que soy muy perceptivo. Recuerdo
que siempre me ha gustado más la acción en concreto, a la planeación
administrativa, aún en un nivel científico. La verdad, nunca he podido
administrar ni mis propios sentimientos, y nunca lo he logrado hasta ahora.
La locación que iremos a visitar es en un área del desierto de Petén, a unos
cuantos kilómetros de las ruinas del mirador, es un lugar con mucha arena y
cenizas de décadas de enfrentamientos entre colonias invasoras de distintos
puntos del planeta que realizaron guerras absurdas y convirtieron un tesoro
histórico decadente en burdas trincheras y laberintos de guerra en cavernas
subterráneas que algún día albergaron yacimientos acuíferos y fuentes
naturales.
-No vamos a volar muy rápido, Martín. Hágame el favor de operar este
scanner, la idea es detectar cambios en los niveles de CO2 de la atmósfera; el
estudio no será aleatorio, recorreremos transversalmente el territorio de la
antigua República de Guatemala para identificar posibles cambios que nos
puedan dar un indicio del efecto radiactivo que pudieran tener nuestros
experimentos a la luz del sol.
-¿El Suchitán?
Debo admitir que me es muy difícil imaginar una laguna sobre la cumbre de
un volcán.
-...Si el día estaba despejado, se podía ver la laguna de guija, y hacia el lado
contrario, al noroeste, se podían ver los volcanes de la Sierra Madre: Agua y
Fuego, Pacaya, Acatenango, Santiaguito, Tolimán, etc. sólo en un día
suficientemente despejado. Este era mi territorio, estas tierras fueron
conquistadas en su momento por mí, por mi sed de aventura y mi sed de
exploración. Ríos como el Motagua, fueron navegables en su tiempo por mi
grupo de amigos y yo, hasta que ocurrió el acontecimiento que destruyó todos
esos paraísos, un paradójico evento que se originó en la misma cuenca que
suponía un hermoso paisaje... por la furia de la naturaleza tratando de frenar
nuestra corrosión...
-Doctor. ¿Por qué si vamos hacia la franja transversal, y luego más al norte,
tomamos este camino?
-¿Te asusté?
-Hola Darcelle! No, sólo me imaginé que era alguien más. Co... ¿Cómo
estás?
Ese extraño escalofrío se adueña de mí una vez más, aunque esta vez con
un poco más de fuerza. Estoy muy nervioso pero trato de calmarme...
-¿Estás segura? digo, ¿no hay problema por tus papás? Es ya muy tarde.
Pt. 11 “Subestimando”
El Nuke Livium es el área nuclear (o kernélica, en términos geográfico-
digitales) de la antigua u original estructura de hypernet. Comparte una cuarta
parte de nuestra galaxia, la Vía Láctea. En teoría, es el área de cuerpos
celestes que albergan vida en la galaxia. Su descubrimiento o denominación
propia nacen de la procrastinante necesidad de explorar que siempre ha tenido
la humanidad; en este caso, definiendo sus límites por el alcance y supuesto
control de una especie de evolución de uno de los más grandes inventos del
ser humano: la Internet. Su evolución llevó, como sucede con todo lo que
tiende a evolucionar, exceptuando al hombre, a crecer para bien, llevándonos
a conocer más que los rincones únicos y propios de nuestro mundo, los
rincones con vida más escondidos de nuestra galaxia, con un nivel de
minuciosidad que parecía lógicamente concebible por el mítico sistema de
desarrollo propio de la original internet: Un sistema de crecimiento multi-
usuarios. Su uso llegó a descontrolarse en ciertas épocas, hecho que llevo a la
humanidad a redefinir la original teoría del caos, dándole nuevamente otra
oportunidad a la ya casi enterrada ciencia de la Relatividad para dar hipótesis y
una que otra solución parciales a los vastos problemas que conlleva el querer
controlar un invento “viviente”, que se llegó a considerar un ente viviente y
sobreviviente gracias a sus singulares partículas celulares, entre las que nos
encontrábamos los humanos como el cerebro o al menos como la célula
primigenia que le dio vida... semejante monstruo.
Una de las particularidades de la hypernet fue su desarrollo intelecto-virtual, o
lo que podríamos llamar la “dimensión paralela” tan utópica y parcialmente
representada en historias ficticias del pasado, sobre inteligencia artificial, el
dominio de las máquinas y los viajes interdimensionales; ¿puede haber algo
más real? Lo comprobamos hasta su destrucción.
-¡Ah que ya casi te me ibas otra vez! Has estado muy ocupado últimamente
¿eh? ¿A qué te dedicas ahora que ya no estás recibiendo clases? ¿En qué
trabajas? Ala es que hace tanto que no nos vemos, ¡tenemos mucho que
retomar ambos! Ayudame a actualizarme contigo y yo te ayudo conmigo, ¿qué
decís?
Silencio...
-No. Es sólo... perdón, es un poco más complejo que eso. Es acerca del control
digital y manipulación en ciertos experimentos aún no demostrados que tienen
que ver con el natural camino de la creación de la vida, tanto animal como
vegetal, y su evolución natural. Es un poco más profundo que la simple
clonación.
Otro silencio...
-Wow. Ahora sí me has dejado con la boca abierta... Digo, que impresionante
que estés colaborando con el Doctor Von Amaya. La verdad hace mucho que
no se sabe de él en los periódicos e e-magz. Y cuéntame, ¿cómo es él? Digo, su
personalidad, ¿es como el doctor Frankenstein o algo así? ¿Eres tú su Igor? –se
ríe-.
-Bueno te lo contaré todo poco a poco. Ahora cuéntame un poco de ti, ¿qué tal
has estado? ¿Qué ha sido de tu vida en estos años?
Pt. 12 “”
Es la primera vez que me detengo a pensar en ello, ahora entiendo el por qué
de hacer este tipo de investigaciones y experimentos en esta parte de
Guatemala, ahora entiendo por qué hacerlo en esta parte de Centroamérica,
ahora entiendo el por qué de hacerlo en esta parte del mundo. Amaya nunca
se ha arriesgado a ser descubierto completamente, simplemente ha
aprovechado la mediocridad de esta área y no se ha arriesgado a ocupar una
posición geográficamente riesgosa para que su proyecto sea desacreditado
legalmente o incluso hasta censurado como cualquier otra investigación a
fondo, ante la media. Su proyecto siempre ha sido el mismo, y su posición se
escuda en la estrategia de disfrutar siendo este personaje seudo-famoso de
tabloides, aprovecha este tipo de publicidad para jactarse ante sus fanáticos de
su personalidad fría y reservada iconizandose sub-culturalmente, pero con
fines pura y simplemente estratégicos; es más fácil soportar a un loco fanatista
y popular que a una persona que se enfrente intelectualmente y con
justificaciones a las grandes potencias. Pero hoy hay algo nuevo. Alguien se
puso en contacto con él y esto lo ha hecho querer dirigirse hacia donde menos
debería.
-Que tal Martin, es un gusto conocerlo al fin. Son pocas las personas que
aguantan algún buen tiempo trabajando al lado de Amaya, yo incluido en algún
tiempo.
-El punto es, Martin, que no llegaron a ejecutar ese sistema de seguridad a
tiempo. Por lo visto, nuestra unidad de inteligencia gubernamental, de la que
he estado a cargo desde hace un tiempo, ha detectado señales infrarrojas que
ni siquiera sabíamos que se seguían utilizando en nuestro infestado sistema de
ondas y señales atmosféricas, que forman una triangulación entre la Isla de
Centroamérica, Neorusia y El desierto del Amazonas, la respuesta a esta red,
como ya lo habrá usted llegado a deducir, es un muy primitivo pero efectivo
(considerando el grado de evolución en el que nuestra tecnología se ha
estancado) sistema de espionaje, y, si usted se pudiera poner a pensar por un
momento, podría también deducir uno de los puntos exactos a los que apuntan
las transmisiones-emisiones...
-Pero... ¿de qué manera afecta a los Rusos el proceso de evolución acelerada
que el Doctor Amaya está desarrollando? ¿Por qué el gobierno nos está
previniendo?
-Martin, póngase a analizar sus dos preguntas. Primero, ¿podría decirme cuáles
han sido sus máximos avances en el experimento que usted y Amaya están
desarrollando?
¿Qué sucedió con el hemisferio norte? En las Américas, las tierras libres del
nuevo mundo; todo recurso fue motivo de guerra, sin embargo, del otro lado
del mundo la historia era distinta, en las tierras australes de Rusia, el
calentamiento resolvió un efecto completamente contradictorio: sus tierras
eternamente cubiertas por nieve, se convirtieron en ricas praderas, selvas y
bosques nuevos, hecho que llevó al enriquecimiento ilícito de ese rincón del
mundo.