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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE MEDICINA


HOSPITAL REGIONAL LIC. ADOLFO LÓPEZ MATEOS

GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA II

EFECTOS DE LOS SUCEDANEOS EN LOS


LACTANTES

ALUMNA: CASTAÑEDA GONZÁLEZ MONSERRAT


TITULAR: DR. TOLENTINO LÓPEZ JOSÉ ADRIAN
GRUPO: 9CM24
Efectos de los sucedáneos en los lactantes

Introducción
Alrededor de los seis meses, las necesidades de energía y nutrientes del lactante
empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo que se
hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria. Un
sucedáneo de la leche materna son productos alimenticios que se presentan
como un sustituto parcial o total de la leche humana, sea o no adecuado para ese
fin. A esa edad el niño también está suficientemente desarrollado para recibir
otros alimentos. Si no se introducen alimentos complementarios alrededor de los
seis meses o si son administrados de forma inadecuada, el crecimiento del niño
puede verse afectado.

Antecedentes
Hasta antes del siglo XX, el proceso de la alimentación al seno materno era un
proceso que no se interrumpía salvo en casos especiales. Ese desafío a la
naturaleza se generalizó en los países industrializados en el siglo XX,
especialmente después de la segunda guerra mundial, que determinó un aumento
de muertes maternas y la integración de las mujeres en la fuerza laboral. Los
adelantos tecnológicos en materia de alimentos envasados hicieron posible que
se ofrecieran sustitutos de la leche materna a las mujeres que trabajaban fuera
del hogar; posteriormente surgen de forma comercial alimentos envasados para
bebés. Las familias pobres del mundo en desarrollo sufrieron aún más el
desechar la lactancia natural: los sucedáneos de la leche materna que habían
recibido sin cargo en las maternidades, se convirtieron rápidamente en un hábito
que mermaba sus ingresos. Pocos eran los hogares que podían esterilizar
biberones y chupones. La pobreza obligó a las madres a diluir el producto, a
menudo con agua contaminada, o a acudir a productos más baratos, con muy
poco o ningún valor nutritivo. Como resultado de esto, aumentaron la malnutrición,
las infecciones, las enfermedades diarreicas y varios otros problemas hasta llegar
a un incremento preocupante en la mortalidad infantil.
A nivel mundial, aproximadamente un 40% de los lactantes de 0 a 6 meses se
alimentan exclusivamente con leche materna. En México, de acuerdo a la
Encuesta Nacional de Nutrición 2012 (ENSANUT) se observa que el porcentaje
de las mujeres que no amamantan es de 85.6% quedando sólo un 14.4% que
amamantan a sus hijos de forma exclusiva los primeros seis meses de vida.
Riesgos y perjuicios de la alimentación con
sucedáneos para el lactante

A corto plazo

Existe una peor adaptación gastrointestinal: La


alimentación con sucedáneos provoca un tránsito
intestinal más lento, 3 horas para el vaciado gástrico
frente a 1 hora en los niños amamantados junto con una
eliminación de meconio más lenta. La ausencia de
hormonas en los sucedáneos (insulina, hormona de
crecimiento...) retrasa la maduración del epitelio
intestinal y el cierre de las uniones intercelulares
favoreciendo el paso de antígenos y bacterias a la
circulación sistémica los primeros días de vida, lo que
condiciona que los lactantes alimentados con sucedáneos sean más
susceptibles a las intolerancias alimenticias, principalmente a la leche de vaca,
al cólico del lactante, al estreñimiento, al reflujo gastroesofágico y a la hernia
inguinal. Así mismo hay un aumento en la incidencia y duración de procesos
infecciosos ya que el lactante alimentado con sucedáneos no dispone de
factores que estimulen su inmunidad y que ejerzan un efecto barrera frente a
agentes infecciosos o potencialmente nocivos. Por ello padecen con mayor
frecuencia infecciones gastrointestinales por Rotavirus, Giardia Lamblia,
Shigella, Campylobacter y E. Coli enterotoxigénica. Las infecciones
respiratorias de vías bajas por virus sincitial respiratorio, haemophilus
influenzae y neumococo son hasta un 60% más elevadas. Las infecciones de
orina, la otitis media aguda y la sepsis y meningitis también son más frecuentes
en niños y niñas no amamantados incluso meses después de finalizar el
periodo de lactancia. Entre los prematuros se observa mayor incidencia de
enterocolitis necrotizante y de sepsis neonatal tardía.

A medio y largo plazo

Dificultades digestivas o de alimentación: el sabor del sucedáneo no se


modifica; sin embargo la leche de madre traslada los aromas y sabores de la
dieta materna al lactante amamantado. Por ello la administración de
sucedáneos puede dificultar la adaptación a la alimentación complementaria.
Además se ha descrito un aumento de riesgo de mal oclusión y mordida abierta
en los lactantes alimentados con biberones.
Peor desarrollo neurológico: Durante la etapa postnatal de desarrollo
cerebral en el lactante no amamantado se observa menor cantidad de ácido
siálico y ácido docosahexaenoico en la sustancia gris y en la sustancia blanca
cerebelosa, menor maduración al año de vida y
retraso en la adquisición de los valores adultos
de conducción nerviosa central y periférica. En
los prematuros se observa peor desarrollo
psicomotor, neurovisual y de la maduración del
tronco cerebral.
Obesidad: metaanálisis recientes demuestran que los
lactantes no amamantados presentan un incremento del 20%
en el riesgo de sobrepeso y un 25% en el de obesidad
cuando se comparan con los amamantados, con relación
dosis respuesta que apoya la asociación causal. Si se
compara con el grupo que han sido amamantados al menos
6 meses, el riesgo de sobrepeso se eleva al 35% y el de
obesidad al 43%.
Cáncer: el metaanálisis realizado sobre todos los estudios
publicados entre 1966 y 2004 sugiere un incremento en el
riesgo de cáncer infantil en los lactantes no amamantados:
9% para leucemia linfoblástica aguda, 24% para linfoma de
Hodgkin, y 41% para neuroblastoma.
Enfermedades autoinmunes: en los no amamantados hay mayor riesgo de
enfermedad inflamatoria intestinal y se incrementa el riesgo de enfermedad
celíaca. En familias susceptibles, la introducción temprana de leche de vaca y/o
la ausencia de amamantamiento aumenta el riesgo de desarrollar diabetes
mellitus tipo I y II. El riesgo es mayor cuanto menor es el tiempo de lactancia o
más temprana la exposición a las proteínas de leche de vaca. Hay también
aumento de riesgo de artritis reumatoide juvenil y de enfermedad tiroidea
autoinmune.
Enfermedades alérgicas: los no amamantados tienen mayor incidencia de
asma, dermatitis atópica, rinitis alérgica, alergia a alimentos, síntomas
respiratorios tras exposición a pólenes o pelo de animales y enfermedad
alérgica con manifestaciones múltiples.
Peor vínculo afectivo: el contacto estrecho con la madre durante el
amamantamiento, con máximo contacto físico e intercambio de olores y
sonidos, el aporte de triptófano en la leche humana y la secreción de oxitocina
en la sangre materna, favorecen sentimientos de bienestar, reducen el estrés y
ayudan a establecer un estrecho vínculo afectivo entre madre e hijo.

Un número pequeño de afecciones maternas y del recién nacido podría justificar


la recomendación que no amamante o que introduzca los sucedáneos de manera
temporal o permanente, entre ellas:
Afecciones infantiles
Recién nacidos que no deben recibir leche materna ni otra leche excepto fórmula
especializada:
 Galactosemia clásica: se necesita una fórmula especial libre de galactosa.
 Enfermedad de orina en jarabe de arce: se necesita una fórmula especial
libre de leucina, isoleucina y valina.
 Fenilcetonuria: se requiere una fórmula especial libre de fenilalanina (se
permite amamantar un poco, por un tiempo, con monitorización
cuidadosa).
Recién nacidos para quienes la leche materna es la mejor opción de alimentación,
pero que pueden requerir otros alimentos por un período limitado además de
leche materna:
 Muy bajo peso al nacer (nacen con menos de 1500g).
 Muy prematuros, (los que nacen con menos de 32 semanas de
gestación).
 Recién nacidos con riesgo de hipoglicemia debido a una alteración en
la adaptación metabólica, o incremento de la demanda de la glucosa,
en particular aquellos que son pretérmino, pequeños para la edad
gestacional o que experimentaron estrés significativo intraparto con
hipoxia/isquemia, aquellos que están enfermos y aquellos cuyas
madres son diabéticas si la glicemia no responde a lactancia materna
optima o alimentación con leche materna.
Afecciones maternas
Madres que podrían requerir el evitar la lactancia:
 Infección por VIH
 Madres que podrían requerir el evitar la lactancia temporalmente
 Enfermedad grave que hace que la madre no pueda cuidar a su bebé, por
ejemplo septicemia
 Herpes Simplex Tipo I (HSV-1): se debe evitar contacto directo ente las
lesiones en el pecho materno y la boca del bebe hasta que toda lesión
activa haya sido resuelta
 Medicación materna: medicamentos psicoterapéuticos sedativos,
antiepilépticos, opioides y sus combinaciones pueden causar efectos
colaterales tales como mareo y depresión respiratoria, tales medicaciones
deben evitarse si existen alternativas más seguras disponibles
Madres para quienes la lactancia no está contraindicada, aunque presentan
condiciones médicas preocupantes
 Absceso mamario
 Hepatitis B
 Hepatitis C
 Mastitis: si la lactancia es muy dolorosa, debe extraerse la leche para evitar
que progrese la afección.
 Tuberculosis: la madre y el bebé debe ser manejados juntos de acuerdo a
las guías nacionales de tuberculosis.
 Uso de sustancias: se ha demostrado efecto dañino en los bebés
amamantados de madres que usan nicotina, alcohol, extasié, anfetaminas,
cocaína y estimulantes relacionados; el alcohol, opioides, benzodiacepinas
y cannabis pueden causar sedación tanto en la madre como el bebé. Las
madres deberían ser alentadas a no utilizan estas substancias y tener
oportunidad y apoyo para abstenerse.
Recomendaciones para la alimentación con sucedáneos de la leche y
biberón
 La fórmula debe ser preparada en el momento que será suministrada al
bebé; debe estar fresca.
 La fórmula sobrante no debe reutilizarse en la siguiente alimentación; se
debe desechar.
 Nuca debe calentarse en hornos eléctricos ni de microondas. La alternativa
es calentar con agua caliente o en termos. La mezcla debe hacerse antes
de ser calentada.
 No dejar la medida o la cuchara en la lata. Lavarla con agua y jabón antes
de utilizarla y mantenerla en un lienzo limpio.
 Lavarse las manos antes de preparar los biberones y después de ir al
baño.
 La fuente de agua debe ser limpia.
 Lavar el biberón con agua caliente y en caso de no contar con las medidas
estrictas de higiene, debe ser hervido junto con la mamila, hasta que el
niño cumpla doce meses

Conclusiones
La utilización de sucedáneos de la leche materna tiene ventajas y desventajas.
Son útiles para complementar la lactancia o cuando el bebé y/o la mamá tienen
alguna enfermedad o situación que hace que la lactancia materna no sea posible.
Sin embargo para obtener el menor número de efectos negativos es de suma
importancia que se le administre la fórmula adecuada, la cantidad y proporción
necesarias para cada bebé, así como la correcta preparación por lo que se debe
instruir a la familia. Se debe fomentar la lactancia materna hablando sobre las
grandes ventajas de llevarla a cabo (siempre y cuando sea posible) y que los
sucedáneos de la leche materna sea sólo en casos necesarios.

BIBLIOGRAFIA
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 Organización Mundial de la Salud; Razones médicas aceptables para el uso de
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 María José Lozano de la Torre; Lactancia materna; Comité de Lactancia Materna
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[[https://www.ministeriodesalud.go.cr/gestores_en_salud/lactancia/articulos/CNLM
_alimentacion_industrializada_lactante_nino_pequeno.pdf]]
 Instituto Nacional de Salud Pública; Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.
Consultado en:
[[http://ensanut.insp.mx/informes/ENSANUT2012ResultadosNacionales.pdf]]

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