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Para ello trataremos de establecer tres momentos, que son abarcados por esta noción: la
pretarea, la tarea y el proyecto. Estos momentos se presentan en una sucesión evolutiva y
su aparición y juego constante se pueden ubicar frente a cada situación o tarea que
involucre modificaciones en el sujeto.
Iremos desarrollando cada uno de estos momentos, sabiendo desde ya que son
proposiciones relativas a posiciones terapéuticas y como tales deben ser admitidas, es
decir, como proposiciones.
* 1964.
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transitoria de la lucha: aparece el "como si" o la impostura de la tarea. Se hace "como si"
se efectuara la labor especificada (o la conducta necesaria).
Los mecanismos de defensa son sólo elementos formales cuyo contenido (tarea y
proyecto para cada sujeto) está disuelto en ellos. El sujeto aparece como una estructura
más de aquellos mecanismos, y sus fines se agotan en cada manifestación.
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de una pauta disociativa y estereotipada, que ha funcionado como factor de estancamiento
en el aprendizaje de la realidad y de deterioro en la red de comunicación.
El sujeto aparecería con una "percepción global" de los elementos en juego, con la
posibilidad de manipuleo sobre ellos y con un contacto con la realidad en el cual, por un
lado, le es accesible el ajuste perceptivo, es decir, su ubicación como sujeto, y por el otro
lado puede elaborar estrategias y tácticas mediante las cuales intervenir en las situaciones
(proyecto de vida), provocando transformaciones. Éstas modificarán a su vez la situación,
nueva entonces para el sujeto, con lo cual comienza otra vez el proceso (modelo de la
espiral) .
Resulta así que las nociones de pretarca, tarea y proyecto aparecerían como elementos
para ubicar una actitud terapéutica.
De lo que se trata es de ubicar una noción que englobe, al mirar a un sujeto, su relación
con los otros y con la situación. La noción "trabajo" tiene la connotación ideológica de ser
hecho por alguien modificando algo. Su indeterminación hace que concepciones
filosóficas, teológicas, metafísicas, hayan hablado de él. Para
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nosotros también es un elemento ideológico, pero su inclusión en nuestra concepción
psicosociológica tiene por fin, como dije antes, elaborar con esquemas adecuados ciertas
situaciones prácticas. El establecer pretarea, tarea y proyecto como momentos
situacionales de un sujeto nos permite un acercamiento y una diagnosis de orientación.
Pues en cada uno de esos momentos configura un pensar, un sentir y un accionar, cuyo
distingo es central para toda terapia. Mas esto a su vez nos lleva a pensar que si ubicamos
al sujeto en cada una de esas situaciones, en dirección a alguien con quien está relacionado,
no va a ser necesario establecer el por qué y para qué de la situación total y de cada
momento particular. Y es así como en la situación general y frente a nosotros como
observadores, que tenemos luego que accionar sobre esos mecanismos, el por qué y para
qué de la situación se nos presenta así:
Por último diremos que establecer pretarea, tarea y proyecto consiste en la búsqueda de
nociones que, partiendo del supuesto de hombre en situación (Lagache), permitan
establecer mejor la relación entre ambos términos del supuesto y a su vez poder operar en
un campo práctico.
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