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EL COMPORTAMIENTO DE LOS SENADORES EN LAS

LEGISLATURAS 2014-2018

Estándar
La época electoral es un momento propicio para hacer un
balance del comportamiento de los congresistas, mirando
particularmente el caso de los que aspiran a la reelección. Para
eso, el Observatorio de la Representación Política hizo un
análisis de 95 votos en plenaria que tuvieron lugar desde el
principio de la primera legislatura (20 de julio de 2014) hasta
marzo de 2017. Para cada proyecto, se tomó en cuenta el
último voto en plenaria en segundo, cuarto, sexto u octavo
debate (Estos dos últimos para los casos de proyectos de
reforma constitucional).

El gráfico que presentamos ubica a todos los senadores en


función de estos votos sobre dos planos. En el eje horizontal,
se representa la diferencia entre los votos positivos y negativos
de cada senador, es decir, se les ubica sobre un eje
mayoría/oposición, considerando como un comportamiento de
mayoría (a la derecha del gráfico) el hecho de apoyar los
proyectos puestos a consideración de los senadores, y de
oposición (a la izquierda) el hecho de votar negativamente una
mayor proporción de proyectos. Para la interpretación, es
importante anotar que la mayoría de los proyectos son de
origen gubernamental (52 sobre 95, sin contar los que se
presentan por una entidad gubernamental en alianza con un
grupo de senadores. Por lo demás, muchos proyectos
presentados por senadores oficialistas son en realidad
preparados en consulta con los ministerios).

Por su parte, el eje vertical ubica a los senadores sobre una


escala presencia/ausencia en función del porcentaje de
votaciones de proyectos a las cuales tomaron parte. Cuanto
más arriba el senador, más presencia tuvo en las votaciones,
cuanto más abajo, más ausente estuvo. Aquí, hay que precisar
que una baja tasa de participación a los votos en plenaria no
significa necesariamente que el senador “no trabaja”. Los votos
en plenarias son una parte pequeña del trabajo de los
congresistas. Pueden ser muy activos en comisión y pocos
presentes en la plenaria, a veces porque anticipan que su
posición va a ser tan mayoritaria que no sirve su presencia, o
al contrario, tan minoritaria que no vale la pena presentarse.
Algunos senadores han utilizado también la abstención como
una forma de oposición consciente y concertada en algunos
casos, como fue el caso de la bancada de Centro Democrático.

Al observar la ubicación en el eje horizontal, uno observa que


la diferencia entre el porcentaje de votos positivos y negativos
es siempre positiva para todos los senadores, es decir, todos
los senadores votaron más positivamente que negativo. Eso se
explica en buena parte porque la mayoría de las decisiones
adoptadas en plenaria son votos consensuales que no generan
mayor debate (como los votos sobre honores y
conmemoraciones).

Sin embargo existen comportamientos de bancada marcados


que ubican a los partidos sobre un claro eje mayoría/oposición.
Claramente, el Polo Democrático Alternativo da evidencia de
que su pretensión a ser el único “verdadero” partido de
oposición tiene algún fundamento. Se destaca por la
importancia de sus votos negativos. Sin embargo, aunque la
proporción es menor, la bancada de Centro Democrático
también mostró una clara tendencia a votar más
negativamente que el conjunto de la plenaria. Entre los demás
partidos, los comportamientos son difíciles de distinguir sobre
este eje.

Además, existen casos que, muestra la importancia de las


posiciones individuales dentro de cada partido y del Senado
mismo. Por ejemplo, Iván Cepeda del Polo Democrático es
quien tiene el mayor número de votos negativos con un
porcentaje de 27.3%, seguido por Senén Niño con un
porcentaje de 24.2%. En cambio, al otro extremo del eje, dentro
de los casos individuales se encuentran Faruk Urrutia del
Centro Democrático, Jorge Eduardo Gechem de la U y Eugenio
Prieto del Partido Liberal. Son los tres senadores que nunca
votaron no a ningún proyecto (recordemos que el corte de
nuestra base de datos es marzo de 2017), pero eso se explica
porque entraron tarde al Senado en reemplazo de colegas.
Fuera de esos tres casos, Carlos Enrique Soto Jaramillo y
Musa Besaile de la U, fueron los senadores “más oficialistas”.

Vale la pena poner en discusión la coherencia de participación


de los senadores respecto a su bancada, pues en partidos
como la U, el Partido Liberal, Partido Conservador y Cambio
Radical, existe una dispersión significativa a lo largo del eje
vertical. La diferencia entre participación y abstención es la que
más influye sobre la indisciplina en estos partidos oficialistas.
En comparación, los partidos de oposición logran un nivel de
disciplina y de participación mucho mayor.

Al observar la cohesión, de nuevo, se resalta la unidad en el


Polo Democrático, con un índice de abstención que se
encuentra entre el 60 y 50%, de la Alianza Verde con una
abstención de sus senadores que se mueve dentro del 20 y
26%, exceptuando el caso de Iván Leónidas Name quien
registra un 49% de abstención. El Centro Democrático también
mantiene unanimidad en su dinámica de participación, puesto
que se mueve dentro del eje en el 20 y 30% de abstención,
salvo José Obdulio Gaviria que marca un 44% de abstención.

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