1.

Punto de partida:

¿De dónde parto?

Dedicándome al sector sanitario ya resulta bastante dificultoso por si el tener

opciones a la innovación. En general, todas las actividades están excesivamente

protocolizadas y con poco margen de modificaciones.

Es un ámbito en que aparentemente (y no digo únicamente por dejar un cierto

resquicio a la totalidad) las direcciones de los hospitales únicamente dan

importancia y oportunidad de mejorar a las direcciones médicas, que se suelen

centrar en los aspectos técnicos para dejar de lado lo humano en la mayor parte

de las ocasiones.

Dicho, esto, es cierto que algunas enfermeras sí tienen oportunidad de

emprender en el hospital y mejorar la calidad de los cuidados de enfermería.

Pero es cierto, que cuando está oportunidad la tienen, se encuentran

desempeñando su labor en un despacho muy lejos de trabajar con pacientes, y

entonces, estas “enfermeras dinosaurio”, como las llamamos el resto, pues están

más implicadas en mejorar la eficiencia del hospital que en crear un lugar de

trabajo saludable donde los cuidados de enfermería sean de alta calidad.

Así, que en el hospital, a las enfermeras jóvenes y entusiastas, nos quedan dos

opciones: caer en un servicio donde la supervisión crea y quiera implicarse

contigo, o realizar pequeñas acciones “a pie de cama”, para las que no hace falta

un soporte organizacional.
¿Cuál es mi situación con respecto a la acción innovadora en mi ámbito

personal y profesional? ¿Mis últimas innovaciones y actitudes emprendedoras?

Evidentemente, y como se puede denotar en los párrafos anteriores, he tenido

que decantarme forzosamente por todas esas actuaciones que no necesitan un

soporte de la organización.

Yo compagino mi actividad laboral en dos centros, en el Hospital Miguel Servet

dentro del bloque quirúrgico en los quirófanos de traumatología, donde

realizamos grandes cirugías principalmente de columna y cirugías de urgencia

que no existe un compromiso vital, es decir, que pueden esperar unas 24 horas

a intervenirse, y en el Hospital Quirón también en el bloque quirúrgico, donde

trabajo en Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), con intervención mucho más

pequeñas que no requieren ingreso, y si lo requieren es solo por unas pocas

horas.

Aunque el grado de complejidad de ambas intervenciones son totalmente

diferentes, a lo que se añade que en Traumatología son realizadas por una

necesidad clara, y que en la CMA una gran parte son por petición propia del

paciente, muchos de ellos llegan agobiados, ansiosos y en definitiva, con miedo.

Miedo a lo desconocido, como nos pasaría a cualquiera de nosotros.

¿Cómo podemos trabajar para que se miedo desaparezca? Tenemos al alcance

de nuestra mano muchos fármacos que pueden aliviar la angustia de ese

momento, y es cierto, que en un porcentaje muy alto de las situaciones se recurre

a ello. Pero yo pertenezco a la parte de los sanitarios que creen en la

humanización de los cuidados de enfermería, para dejar algo de lado la

tecnificación, por lo que dentro de mi quirófano y con la colaboración de los

estudiantes que vienen, los cuales suelen estar muy implicados con estas
tendencias, hemos comenzado a realizar pequeñas actividades para aliviar la

tensión de esos momentos.

Entre ellas, se encuentra el ir a saludar al paciente a la sala de Acogida (es el

lugar previo a donde esperan los pacientes antes de acceder a quirófano) para

que cuando llegue a quirófano tenga una cara “conocida” y se vuelva menos frío

un ambiente que de por sí, tanto real como metafóricamente lo es. También se

procura el no colocarse la mascarilla quirúrgica hasta que el paciente lleve un

ligero tiempo dentro del quirófano, para que cuando hablemos con él y nos

dirijamos a él (siempre por su nombre, así intentamos personalizar algo la

asistencia) pueda fijarse en nuestros gestos y expresión no verbal. Intentamos

también realizar la escucha activa, favorecer el contacto, con muestras como

apoyar nuestra mano en su hombre o sujetar su mano, siempre centrándonos

en el paciente como centro del proceso quirúrgico, no en la cirugía en sí.

Además de todo esto, cuando nos toca trabajar con niños, se procura que los

padres estén con el niño justo hasta que entre en el quirófano, para que tenga

que pasar el menor tiempo posible alejado de ellos, y amenizar su trascurso todo

lo posible, ya sea con juguetes, canciones, vestimentas más divertidas, etc.

2. Objetivos:

¿Hacia dónde me gustaría ir?

Reflexionar sobre mis objetivos personales y profesionales e incluir aspectos

innovadores y emprendedores.

Me encanta la actividad asistencial que realizamos en el hospital, y me

encantaría mejorar la calidad percibida por nuestros pacientes, para que tanto

ellos, como trabajadores, tengamos un entorno más agradable de trabajo y

podamos dar lo mejor de nosotros mismos.

En la actualidad, estoy realizando un máster de Gestión Sanitaria en Madrid con

la esperanza de que me dé directrices y herramientas para poder algún día

favorecer, desde arriba, la humanización de la asistencia y la implicación de los

trabajadores, entre otros puntos.

Quiero realizar el Doctorado, aún no tengo claro si en Enfermería o en

Investigación de Servicios Sanitarios, con la esperanza de entrar en un equipo

de investigación en la que mis ideas tengan cabida, y así, dentro de unos años,

cuando cuente con más experiencia laboral (soy prácticamente una recién

llegada, solo llevo dos años trabajando), poder tanto compartir mi experiencia y

conocimiento con los alumnos, como para poder comenzar un cambio en los

hospitales.

Contribuir en el destierro de que las enfermeras somos “sirvientas” de los

doctores, para dar más peso a nuestra profesión y favorecer nuestra autonomía,

tanto a nivel organizacional, como entre las propias enfermeras, pues muchas

veces son las primeras que no se ven capacitadas, que tienen grabado a fuego

el concepto de no valía. En definitiva, hacernos valer, y contribuir, a crear un

 mundo un poquito mejor, algo fundamental cuando una persona llega al hospital,

donde se rompe el equilibrio de su vida y se encuentra perdido.

3. Reflexión:

¿Qué me han aportado las clases?

¿Con qué te quedas de cada ponente?

 Bases del emprendimiento y la innovación: Ana Rodríguez y Álvaro Serra

Clase introductoria al módulo, con todas las explicaciones pertinentes para

ubicar y asentar el módulo en el MAESE. Resultó esclarecedor para mí que no

iba a ser un módulo orientado a la empresa, lo cual resultó motivador.

 Bases del emprendimiento y la innovación: José Luis Bernal

Clase con buenos fundamentos teóricos sobre la que construía su visión crítica,

me llamo la atención sus palabras sobre qué si una persona es creativa, sí o sí,

será crítica.

 Taller de Design for change: Alejandra Cortés

Mostró con su taller que “todo no está hecho”, quedan posibilidades nuevas

sobres las que trabajar y poder mostrar nuestra creatividad e innovar.

 El emprendimiento y la innovación en la empresa: María Jesús Lorente

La docente nos presentó una sesión donde mostró una metodología de gestión

de RRHH alejada de la dirección, de una forma más abierta, además de hacer

diferentes menciones a la psicología positiva cohesionando lo aprendido en el

módulo que lo trataba.

 El emprendimiento y la innovación en la empresa: Carlos Pino

Una vez más apareció la tecnología, destacando la importancia de la misma y la

necesidad de reciclaje para estar siempre actualizado.

 El emprendimiento y la innovación en la empresa: Javier Val y José Ángel

Martín

Ambos docentes coincidieron en la importancia de la reflexión antes de lanzarse

a la aventura del emprendimiento y la innovación, además de decirnos que

cuando tengamos una idea que creamos con futuro, no debemos guardarla por

miedo a que sea robada, ya que tras compartirla, aparecen críticas que nos

ayudan a mejorarla.

 Creación de un proyecto emprendedor innovador: Fermín Carrillo

La sesión final siguió dando importancia a la reflexión y la planificación previa al

proceso de innovación, destacable me pareció el concepto, quizá demasiado

idealista, de que todos los sueños son posibles.