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Introducción

En la actualidad existe un interés particular en resolver o minimizar los


problemas de perforación asociados a formaciones que están constituidas por
lutitas y areniscas, especialmente los relacionados a la interacción de la lutita
con el fluido de perforación y a los relacionados al comportamiento mecánico
de las rocas. Para resolver estos problemas es necesario caracterizar muestras
de lutitas y areniscas a escala de laboratorio.

La caracterización geomecánica de lutitas y areniscas consiste en determinar


información sobre la rigidez y resistencia de la roca a través de ensayos sobre
muestras cilíndricas de núcleo ó muestras preservados y no perturbados, con
la finalidad de desarrollar modelos constitutivos realistas que permitan hacer
diagnósticos apropiados sobre el desempeño de la roca bajo las condiciones
de esfuerzo que se desarrollan alrededor del hoyo.

Las propiedades mecánicas determinadas bajo las condiciones de prueba de


laboratorio son una fuente de información valorable para la mayoría de los
proyectos de mecánica de rocas, debido a que el conocimiento de las
características de la deformación de rocas es esencial en la localización y
extracción de recursos minerales. Para determinar las propiedades
mecánicas, como los Módulos Elásticos, es necesario conocer la relación
esfuerzo-deformación, la cual se ve afectada por factores como la
composición y litología de la roca, porosidad y permeabilidad, tipo de fluido
en el espacio poroso, presión y temperatura de reservorio, entre otros. El
efecto separado y combinado de estos factores, sólo puede ser medido en el
laboratorio usando muestras reales de rocas y controlando los parámetros de
prueba para simular condiciones in-situ. Para ello se usan medidas y técnicas
de carga: hidrostática, uniaxial y triaxial; las cuales involucran aplicación de
carga y medida de la deformación.

1
Para la investigación experimental bajo esfuerzos apropiados, las pruebas
triaxiales de compresión tradicionales se han convertido en ubicuas, debido
a la simplicidad de los equipos, la conveniente preparación de las muestras y
los procedimientos de las pruebas. En tales pruebas, una presión radial
uniforme es aplicada hidráulicamente por una vasija de presión sobre la
superficie curvada de un núcleo cilíndrico, mientras que los extremos planos
y paralelos de la muestra son cargados a través de un pistón.

Por lo tanto, un estado triaxial de esfuerzos se logra en el laboratorio


mediante la superposición de una presión hidrostática y una tensión uniaxial.
Tales pruebas, referidas simplemente como un “ensayo triaxial” que siguen la
nomenclatura de la mecánica de suelos, sólo representan un caso especial de
los esfuerzos en 3-D generales.

La Mecánica de Rocas se define como “el campo de estudio dedicado al


entendimiento de los procesos básicos de la deformación de las rocas y su
significado tecnológico”. El significado de esos procesos para la ingeniería
petrolera es considerable. Por ejemplo, ser capaz de predecir el
comportamiento mecánico de formaciones subterráneas es la clave para
evitar la inestabilidad de hoyos durante la perforación. Predecir el
comportamiento mecánico de las rocas es esencial para la completación de
pozos o programas de simulación. La compactación de reservorios, que puede
dar lugar a hundimientos de superficie, es un factor crítico en cuanto al
diseño de la cubierta y plataformas para el rendimiento general de reservorio.
La producción de petróleo, gas natural y agua de las formaciones rocosas
subterráneas resultan en un cambio local en el campo de esfuerzos y
deformaciones en la formación debido a la disminución de la presión de poro.
A fin de predecir el comportamiento de la compactación o compresión de los
depósitos de petróleo debido a esta disminución de la presión de poro, es
necesario conocer las características de compresibilidad de la roca reservorio
[2].

2
El interés principal de la propuesta metodológica que se presenta en este
trabajo consiste en modelar geomecánicamente de manera mas aproximada
las condiciones de yacimiento en el laboratorio. Se considera para este
trabajo la Cuenca Oriental de Venezuela, por ser una de las principales zonas
productoras del país y por estar caracterizada por rocas sedimentarias como
areniscas y lutitas que constituyen sus formaciones geológicas, de las cuales
procede la producción de petróleo.

Este trabajo se presenta como continuación de otros que se han realizado


para intentar producir estados de esfuerzos controlables
independientemente. Se propone una metodología para simular una prueba
“true triaxial”, de acuerdo a los esfuerzos aplicados y usando la Ley de Hook
generalizada para materiales anisotrópicos se pueden obtener nueve
constantes de rigidez a través de la resolución de un sistema de ecuaciones.
Para ello, se aplican esfuerzos independientes en tres caras perpendiculares
de las muestras y se miden las deformaciones de las mismas mediante el uso
de galgas extensométricas. Las constantes de rigidez determinan la respuesta
de las rocas a las fuerzas aplicadas externamente.

Este trabajo se encuentra estructurado de la siguiente manera:

En el capítulo I se realiza una breve revisión de la Teoría de la Elasticidad:


esfuerzos y deformaciones de un pequeño elemento de volumen. Se analiza
el tensor de rigidez de la Ley de Hook para muestras isotrópicas y
anisotrópicas.

En el capítulo II se hace una revisión teórica sobre la naturaleza mecánica de


las rocas, el comportamiento anisotrópico de las mismas y se describen
brevemente las pruebas de laboratorio que se llevan a cabo para estudiar las
propiedades mecánicas de las rocas. También se señalan algunos
antecedentes de trabajos realizados por otros autores para investigar el
comportamiento de las rocas sobre todo el rango de esfuerzos que podrían
ocurrir en el subsuelo.

3
En el capítulo III se presentan las características geológicas regionales y
locales del área de la Cuenca Oriental de Venezuela. Se consideran las
formaciones productoras por excelencia, como son la Formación Merecure y
la Formación Oficina en el Área Mayor de Anaco y el Área Mayor de Oficina.
También la Formación Freites, La Pica, Las Piedras y Mesa.

En el capítulo IV se describe la metodología propuesta en este proyecto de


investigación y todo el proceso experimental que debe realizarse para la
obtención de las constantes de rigidez de las muestras cúbicas de lutitas y
areniscas. Finalmente se exponen las conclusiones.

“Todo lo Bueno queda archivado


y puede aflorar espontáneamente en cualquier momento.
Lo malo también resurge y se expresa, pues se lleva
consigo
mientras no se aprenda a transmutarlo y a redimirlo.”

<Maestro Ray Sol>

4
Capitulo 1

1. Teoría de la Elasticidad

1.1 Esfuerzo (Stress)

El esfuerzo se define como la fuerza por unidad de área. Cuando una fuerza se
aplica sobre un cuerpo el esfuerzo es la relación de fuerza al área sobre la cual
es aplicada [1].
Fuerza
Esfuerzo = (1.1)
Area
Consideremos un pequeño elemento de volumen cúbico dentro de un cuerpo
sometido a esfuerzos, los cuales actúan sobre cada una de las seis caras del
elemento. Tomando un sistema de coordenadas cartesianas fijo al elemento
de volumen como se muestra en la Fig. (1.1), tenemos:

dy

σ xx

σ yx

dx dz
σ
σ zx
zx
σ yx
Q y
σ xx

Fig. (1.1) Distribución de esfuerzos en las caras de un cubo.

5
σ ij denota un esfuerzo paralelo al eje i, sobre una superficie perpendicular al
eje j. Cuando los dos subíndices son iguales, se dice que el esfuerzo es un
esfuerzo normal (σ xx), el cual actúa perpendicular al plano; cuando los
subíndices son diferentes, el esfuerzo es llamado esfuerzo de corte o
cizalla (σ xy y σ xz), el cual actúa paralelo al plano. Se requiere de nueve (9)
componentes para definir completamente el esfuerzo que actúa sobre un
elemento cúbico como el que se muestra en la Fig. (1.1). La matriz o tensor de
esfuerzos es:

 σ xxσ xyσ xz 
 
σ ij =  σ yxσ yyσ yz  (1.2)
 
σ σ σ 
 zx zy zz 

Los esfuerzos que actúan sobre caras opuestas (las cuales tienen áreas
iguales) son iguales en magnitud, pero opuestos en dirección, existe
equilibrio traslacional en todas las direcciones, esto es:

∑F = 0 (1.3)

También se tiene equilibrio rotacional alrededor del punto Q:



∑M = 0 (1.4)

donde M es el torque total alrededor del punto Q. Por ejemplo, para la


componente x:

∑M z =0 (1.5)

(− σ d d ) d y + (σ zyd y d x ) d z = 0
yz z x

Simplificando:
σ yz = σ zy (1.6)

En general:

6
σ ij = σ ji (1.7)

De esta manera, la matriz de esfuerzos se reduce de 9 a 6 elementos


independientes:
σ xx σ xy σ xz  σ 11 σ 12 σ 13 

[σ ]ij

= σ yx σ yy σ yz  = σ 12 σ 22 σ 23  (1.8)
σ zx σ zy σ zz  σ 13 σ 23 σ 33 
   

1.2 Deformación (Strain)

Se define como la compresión (positiva) o extensión (negativa) de un cuerpo


en una dirección, resultante de la aplicación de las fuerzas externas, dividida
por la longitud sin deformar. Se pueden reconocer dos tipos de deformación:
homogénea y heterogénea. Cuando cada parte de un cuerpo esta sujeta a
la misma deformación en cualquier dirección de desplazamiento, la
deformación es considerada homogénea. La deformación es heterogénea
si no es la misma a través del cuerpo [2].
Consideremos un rectángulo en el plano xy como el que se muestra en la Fig.
(1.2):

∂u
dy
∂y
r’
s
∂v ’
dy
∂y

δ2
S R

u q’
’ ∂v
δ1 dx
∂x
p’
v ∂u
dx
P
Q ∂x

Fig. (1.2) Análisis bidimensional de deformaciones

7
Cuando se aplican los esfuerzos, el punto P se mueve a p’, teniendo
componentes u y v. Sí los otros vértices Q, R y S tienen el mismo
desplazamiento como P, el rectángulo es desplazado como un todo por las
cantidades u y v; en este caso no hay cambio en la forma y las deformaciones
no existen. Sin embargo si u y v son diferentes, para los distintos vértices, el
rectángulo cambia su forma y las deformaciones existen.

Sea u=u(x,y) y v=v(x,y), las coordenadas de los vértices PQRS y p’q’r’s’ serán:

P ( x, y ) , p ' ( x + u , y + v)
(1.9)
∂u ∂v
Q( x + dx, y ) , q ' ( x + dx + u + dx, y + v + dx )
∂x ∂x
(1.10)
∂u ∂v
S ( x, y + dy ) , s' ( x + u + dy, y + dy + v + dy )
∂y ∂y
(1.11)
∂u ∂u ∂v ∂v
R ( x + dx, y + dy ) , r ' ( x + dx + u + dx + dy, y + dy + v + dx + dy ) (1.12)
∂x ∂y ∂x ∂y

Se dice entonces que:


 ∂u 
• PQ incrementa en longitud una cantidad  dx y PS una
 ∂x 
 ∂v   ∂u   ∂v 
cantidad  dy , entonces   y   son incrementos
 ∂y   ∂x   ∂y 
fraccionales de longitud en la dirección de los ejes.
∂v ∂u
• Los ángulos infinitesimales δ 1 y δ 2 son iguales a y
∂x ∂y
respectivamente.
 ∂v ∂u 
• El ángulo recto en P decrece en la cantidad ( δ1 + δ 2 ) =  +  .
 ∂x ∂y 
• El rectángulo como un todo ha sido rotado en el sentido
contrario de las agujas del reloj a través del ángulo
 ∂v ∂u 
(δ 1 − δ 2 ) =  −  .
 ∂x ∂y 

8
∂v ∂u
Las cantidades y representan el incremento de longitud en las
∂x ∂y
direcciones de los ejes x, y, las cuales son llamados deformaciones normales.

 ∂v ∂u 
Las cantidades  +  que son producidas por los esfuerzos aplicados y
 ∂x ∂y 
provocan un cambio en la forma del medio, son conocidas como

deformaciones de cizalla y se denotan por el símbolo ε xy . Las cantidades

 ∂v ∂u 
 −  , representan la rotación del cuerpo alrededor del eje z, la cual no
 ∂x ∂y 
involucra cambios de forma o tamaño, por lo tanto no hay deformación. Se
puede denotar con el símbolo de θ z [1].

En tres dimensiones, se obtiene:

Las deformaciones normales son:

∂u ∂v ∂w
ε xx = ; ε yy = ; ε zz = (1.13)
∂x ∂y ∂z

Las deformaciones de cizalla son:

∂v ∂u
ε xy = ε yx = + ,
∂x ∂y

∂w ∂v
ε yz = ε zy = + , (1.14)
∂y ∂z

∂u ∂w
ε zx = ε xz = +
∂z ∂x

Las rotaciones a las cuales está sujeto el cuerpo son:

9
∂w ∂v
θx = − ,
∂y ∂z

∂u ∂w
θy = − , (1.15)
∂z ∂x

∂v ∂u
θz = −
∂x ∂y

El significado físico de las deformaciones es el siguiente: ε ij representa las

deformaciones, ε ij con i=j se denominan deformaciones normales y


representan los cambios de longitud por unidad de longitud en las
direcciones de los ejes de coordenadas, la unidad utilizada para medir las

deformaciones normales es el milli-strain (mstrain), ε ij con i≠ j no tiene


dimensiones ya que representa cambios relativos de longitud y son
deformaciones de cizalla [3].

La matriz o tensor de deformación es:

ε xx ε xy ε xz 

[ ]
ε ij = ε yx ε yy ε yz 

(1.16)
ε zx ε zy ε zz 

El cambio en las dimensiones debido a las deformaciones produce un cambio


en el volumen del cuerpo, este cambio de volumen por unidad de volumen se
conoce como dilatación, representado por ∆ :

dx

∂u
x +
d d
x
∂x

10
Por lo que se puede escribir:

dx(1 + ∂u ) = dx (1 + ε xx ) (1.17)
∂x

si V0 = dxdydz , es el volumen inicial de la roca, entonces el volumen final


será:

V f = dx(1 + ε xx ) dy (1 + ε yy ) dz (1 + ε zz ) (1.18)

∆V V f − V0 ∂u ∂u y ∂u z
∆= = = ε xx + ε yy + ε zz = x + + = ε ii (1.19)
V0 V0 ∂x ∂y ∂z

1.2.1 Medida de deformaciones a través de galgas


extensométricas

Existen varios métodos para medir las deformaciones de un cuerpo cuando


es sometido a esfuerzos. Muchos de ellos involucran el uso de galgas
extensométricas (Strain Gages), las cuales son sensores de deformaciones
basados en la variación de resistencia de un hilo conductor calibrado.
Suponiendo que la sección transversal es circular, la resistencia viene dada
por:

(1.20)

Donde:

Resistividad del material del cual esta hecho el hilo

Longitud del hilo

Radio de la sección transversal del hilo

Resistencia del hilo

11
Fig. (1.3) Esquema de una sección transversal de galga

Entonces, según la expresión (1.20), para un hilo de material y masa dados, la


resistencia cambia si se varía la longitud o el radio de la sección transversal
del elemento. Es decir, si el hilo se estira a lo largo de su eje, aumentará su
longitud y disminuirá el área de su sección transversal, o si el hilo se
comprime a lo largo de su eje, disminuirá su longitud y aumentará su sección
transversal. Sin embargo, también se debe considerar la variación que
pueden sufrir sus características físicas debido a cambios en la temperatura.
La compresión o estiramiento se debe realizar dentro del límite elástico del
material para que luego de desaparecer la fuerza aplicada, el material recobre
su forma original.

Fig. (1.4) Galga extensométrica

Para calcular un cambio en la resistencia debido a la aplicación de una


extensión o una compresión del cuerpo, se toma el diferencial de R en la
ecuación (1.20)

12
(1.21)

Ahora, se sabe que las deformaciones longitudinales y transversales de un

cuerpo elástico están relacionadas por el módulo de Poisson , el cual


está dado por la siguiente ecuación:

(1.22)

De la ecuación (1.22) se despeja y se sustituye en la ecuación (1.21),


resultando:

Si se desprecia el efecto piezoresistente del material (variación de la


resistividad por efecto de la deformación mecánica), entonces se tiene:

13
(1.23)

Donde:

Resistencia de la galga antes de ser deformada.

Variación de la resistencia de la galga debido a la deformación aplicada.

Módulo de Poisson.

Longitud de la galga antes de ser deformada.

Variación de la longitud de la galga debido a la deformación aplicada.

Factor de Galga.

Luego si se tiene el valor del factor de galga, y el valor nominal de resistencia


de la galga, y además se mide la variación de resistencia de la galga; entonces
se podría calcular la deformación ε = dl / l del material [4].

1.3 Ley de Hook

Para cada punto de un cuerpo tridimensional y linealmente elástico, las 6


componentes del tensor de esfuerzos están linealmente relacionadas con las 6
componentes del tensor de deformación por medio del tensor de rigidez Cklmn
[5]:
σkl = Cklmn emn (1.24)

La ecuación (1.24) representa una relación tensorial de 81 componentes.


Claramente resulta laborioso trabajar con un tensor de 81 elementos, sin
embargo, usando argumentos tanto matemáticos como físicos, es posible
reducir el número de componentes independientes del tensor de rigidez.
Primero, usando la propiedad de simetría de los tensores de esfuerzo y
deformación:

14
σ kl = σ lk y

emn = enm
Se puede demostrar que:

C klmn = C lkmn (1.25)


y
C klmn = C k ln m (1.26)

De esta manera, el tensor de rigidez se reduce a 36 componentes.

1.4 Constantes Elásticas

σ xx   c11 c12 c13 c14 c15 c16  ε xx 


σ  c c26   
 yy   21 c22 c23 c24 c25 ε yy 
σ zz 
  c31 c32 c33 c34 c35 c36  ε zz 

 = . 
τ xy  c41 c42 c43 c44 c 45 c46  γ xy  (1.27)
τ yz  c51 c52 c53 c54 c55 c56  γ yz 
    
τ xz 
  c61 c62 c63 c64 c65 γ xz 
c66   

Las C’s son las constantes de rigidez dependientes del material (cuerpo). En
un cuerpo homogéneo, cada una de esas 36 constantes tienen el mismo valor
en todos los puntos.

Por otra parte, si se considera que las deformaciones de un sólido son


procesos adiabáticos, es decir sin transferencia de calor (la constante de
tiempo de disipación del calor es mayor que el período de una onda acústica o
sísmica propagándose en el sólido), se puede demostrar que:

C klmn = C mnkl (1.28)

Lo que reduce el número de componentes del tensor a 21.

15
Un caso particular es considerar que un sólido es homogéneo (igual
composición y propiedades en cualquier porción o muestra del mismo) e
isotrópico (las propiedades físicas no dependen de la dirección), el tensor
de rigidez se reduce a sólo dos componentes y se puede escribir como [3]:

C klmn = λ δkl δ mn + µ ( δ kmδ ln + δ knδ lm ) (1.29)

c11 = λ + 2 µ
(1.30)
c12 = λ
(1.31)
c44 = µ
(1.32)

c11 c12 c12 0 0 0


c c11 c12 0 0 0 
 12
c12 c12 c11 0 0 0
  (1.33)
0 0 0 c44 0 0
0 0 0 0 c44 0
 
 0 0 0 0 0 c44 

c12 = c11 − 2c 44
(1.34)
Donde λ y µ se denominan las constantes de Lamè. También µ se
denomina módulo de cizalla o módulo de rigidez, ya que está relacionado
directamente con las deformaciones de cizalla.

Usando la relación (1.29), la Ley de Hook se puede expresar de la siguiente


forma:

σ ii = λ∆ + 2 µ εii i = x,y,z (1.35)

σ ij = µ εij i,j = x,y,z i≠ j (1.36)

16
Figura (1.6) Ley de Hook

1.5 Módulos Elásticos

Los módulos elásticos se definen cuando la deformación es elástica, es decir,


si el esfuerzo se retira, el cuerpo vuelve a su forma y tamaño original.

1.5.1 Módulo de Bulk o de incompresibilidad (K):

Si un sólido es sometido a presión hidrostática, es decir, cada punto del


cuerpo recibe el mismo esfuerzo, el cuerpo se comprime sin cizallamiento,
por lo que las deformaciones de cizalla son nulas [1]. De la ecuación (1.35), se
tiene que:

∆ = ε xx + ε yy + ε zz (1.37)

σ xx = σ yy = σ zz = P
Sumando las componentes de esfuerzo y notando que ,
siendo P la presión hidrostática, tenemos:

3P = 3λ∆ + 2 µ∆

3P = (3λ + 2 µ )∆ (1.38)

17
Entonces el Módulo de Bulk es la relación entre esfuerzo o presión y el
cambio unitario de volumen (dilatación ( ∆ )). También se define como la
dilatación experimentada por un cuerpo rígido bajo presión hidrostática (P)
[6].

P 3λ + 2µ
K= =
∆ 3 (1.39)

1.5.2 Módulo de Young (E)

Si un sólido es sometido a un esfuerzo uniaxial, es decir, el cuerpo recibe una


presión a lo largo de un eje del sistema de coordenadas

σ xx = Eε xx , σ yy = σ zz = σ xy = σ xz = σ yz = 0 , aplicando la Ley de Hooke, se tiene


que:

σ xx = (λ + 2 µ )ε x + λ εy + λ εz (1.40)

0 = (λ + 2 µ )ε y + λ εx + λ εz (1.41)

0 = (λ + 2 µ )ε z + λ εx + λ εy (1.42)

De la resta de las ecuaciones (1.41) y (1.42) se obtiene la siguiente expresión


εy = εz
(1.43)
de donde:

−λ
εy = εx
2(λ + µ ) (1.44)

18
Sustituyendo (1.49) en (1.45), se obtiene el Módulo de Young:

σ x µ ( 3λ + 2 µ )
E= = (1.45)
εx (λ + µ )

El cual representa la relación entre el esfuerzo uniaxial aplicado a un sólido y


la deformación sufrida a lo largo del eje de aplicación de esfuerzo.
También E es la medida de la propiedad de una roca de resistirse a la
deformación [2].

1.5.3 Relación de Poisson (ν)

Relaciona cuanto se dilata un sólido en un eje con respecto a la contracción


sufrida en otro eje, causada por un esfuerzo uniaxial. El signo menos es
necesario para que el cociente ey/ex sea positivo puesto que cuando en un eje
se observa contracción en el otro debe existir compresión [3].

e yy λ
ν =− = (1.46)
exx 2( λ + µ )

1.5.4 Módulo de rigidez o de cizalla (μ):

Es una medida de la propiedad de un cuerpo de resistirse al cambio de forma


sin experimentar cambio de volumen [6]. Está representado por las
siguientes ecuaciones:

σxy = µεxy σ yz = µεyz σ zx = µεzx


(1.47)

19
Capitulo 2

2. La Naturaleza Mecánica de las Rocas

La Mecánica de Rocas fue definida por el “Committee on Rock Mechanics of


the Geological Society of America” en los siguientes términos: “La Mecánica
de rocas es la ciencia teórica y aplicada del comportamiento mecánico de las
rocas, es decir, la rama de la mecánica asociada con la respuesta de las rocas
al campo de esfuerzos de su entorno físico” [7].

La estructura mecánica de las rocas presenta diferentes apariencias


dependiendo de la escala y el detalle con el cual sea estudiado.

La mayoría de las rocas implica un agregado de cristales y de partículas


amorfas unidas a varias cantidades de materiales de cementación. La
composición química de los cristales puede ser relativamente homogénea,
como es el caso de las calizas, o muy heterogénea, como el granito. Esos
cristales generalmente representan la escala más pequeña a la cual las
propiedades mecánicas son estudiadas. La deformación de los cristales por sí
misma, provee interesante evidencia asociada a la deformación a la cual la
roca ha estado sujeta.

Las propiedades mecánicas de las rocas, tales como Relación de Poisson,


Módulo de Cizalla, Módulo de Young y Módulo de Bulk pueden ser obtenidas
a partir de dos fuentes diferentes: medidas de laboratorio, las cuales
permiten una medida directa de los parámetros de esfuerzos y del
comportamiento estático elástico de muestras de núcleos de roca obtenidos
de diversas profundidades y medidas de campo a través de registros de
cableados sísmicos, los cuales permiten la determinación de constantes
elásticas dinámicas a partir de las mediciones continuas de velocidades de
ondas compresionales y de cizalla.

20
En las pruebas de laboratorio, las muestras de rocas utilizadas
usualmente tienen dimensiones de centímetros y contienen un número
suficiente de partículas estructurales para que puedan ser consideradas como
sumamente homogéneas. Entonces, las propiedades de las partículas
individuales de tales muestras pueden variar ampliamente de una partícula a
otra, y aunque los cristales individuales son a menudo anisotrópicos, los
cristales y los límites de grano interactúan entre ellos con la forma aleatoria
suficiente para imbuir a la muestra propiedades homogéneas promedio. Esas
propiedades promedio no son necesariamente isotrópicas, porque los
procesos de formación o alteración de las rocas frecuentemente alinean las
partículas estructurales de manera que su interacción es aleatoria con
respecto al tamaño, la composición y la distribución, pero no con respecto a
su anisotropía. Sin embargo, las muestras de tales rocas tienen propiedades
anisotrópicas que pueden ser consideradas homogéneas [7].

A gran escala, por causa de que los reservorios de rocas presentan fallas o
están fracturados y plegados, las reacciones de las masas de rocas a cargas
aplicadas están en su mayoría controladas por la naturaleza heterogénea de
toda la masa rocosa más que por las propiedades microscópicas de la matriz
de roca. En consecuencia, las propiedades mecánicas de núcleos de rocas que
se obtienen en pruebas de laboratorio pueden ser consideradas ligeramente
diferentes de aquellas existentes in situ. Las alteraciones en los núcleos
durante y después de la perforación también pueden influir en los resultados
[2].

Por otra parte, los conceptos básicos de mecánica de partículas tales como
posición, fuerza, así como, las leyes de Movimiento de Newton, también se
aplican extensamente, a cuerpos deformables, como masas de rocas. Sin
embargo, esos conceptos deben ser modificados, por varias razones. En
primer lugar, se debe considerar el hecho de que el esfuerzo aplicado a una

21
roca variará de punto a punto y estará distribuido sobre el cuerpo, por lo cual
es necesario introducir el concepto de tensor de esfuerzo (stress).

Otra diferencia fundamental entre la mecánica de las partículas y la mecánica


de cuerpos deformables como las rocas es que diferentes partes de las rocas
pueden someterse a diferentes cantidades de desplazamiento. En general, es
el desplazamiento relativo de las partículas vecinas, en lugar del
desplazamiento absoluto de una partícula, lo que se puede equiparar de
alguna manera a los esfuerzos aplicados. Este desplazamiento relativo de
elementos vecinos de la roca esta cuantificado por la entidad conocida como
deformación (strain) [7].

Si una roca es sometida a una fuerza durante unos minutos, horas, o días,
usualmente pasa a través de cuatro etapas de deformación: elástica, elástico-
viscosa, plástica y ruptura (Fig. 1.6). Estas etapas son dependientes de la
elasticidad, viscosidad y rigidez de la roca; así como también de su historia de
esfuerzos, temperatura, tiempo, presión de poro y anisotropía [2].

2.1 Pruebas de Laboratorio. La curva esfuerzo-deformación.

El método mas común de estudio de las propiedades mecánicas de rocas es


por compresión axial de una muestra cilíndrica cuya longitud es dos o tres
veces su diámetro.

Si una muestra de roca está sujeta a una carga externa o fuerza, se generan
esfuerzos internos. Se reconocen tres condiciones de esfuerzos internos
básicos: de compresión, de cizalla y de tensión. (Fig. 2.1).

22
Tensión Compresión Cizalla

Fig. (2.1) Condiciones de esfuerzos internos

Si la superficie lateral de la roca está libre de esfuerzos, la configuración se


refiere a una compresión uniaxial (Fig 2.2a) En este caso, el estado
resultante de esfuerzos en las rocas es {σ 1 > 0, σ 2 = σ 3 = 0}. Si los esfuerzos
se aplican a las superficies laterales, el experimento se refiere a compresión
confinante. Para las pruebas hechas con muestras cilíndricas, los esfuerzos
aplicados en dos direcciones perpendiculares a los ejes del cilindro son
necesariamente iguales (Fig. 2.2b), y el estado resultante de esfuerzos en la
roca es {σ 1 > σ 2 = σ 3 > 0}. Este estado es denominado tradicionalmente
como de pruebas “triaxiales” a pesar del hecho de que dos de los esfuerzos
principales son iguales. El estado más general de esfuerzos, en el cual {σ 1 >
σ 2 > σ 3 > 0}, puede obtenerse utilizando muestras cúbicas de rocas, este tipo
de pruebas se conocen como “polyaxial” o “true triaxial” (Fig. 2.2c).

23
σ 1
σ 1
σ 1

σ
σ 2
2

σ 3 =σ 2
σ 3

(a) (b) (c)

Fig. (2.2) Muestras cúbicas bajo (a) esfuerzo uniaxial, (b) esfuerzo triaxial tradicional en el cual los
dos esfuerzos de confinamientos laterales son iguales, y (c) esfuerzo verdaderamente triaxial, en el cual
los tres esfuerzos principales son posiblemente diferentes.

En las pruebas “triaxiales” llevadas a cabo con muestras cilíndricas, los


esfuerzos son impuestos, y las deformaciones axiales y laterales se miden con
galgas estensométricas adheridas a las muestras. Típicamente σ 1 yσ 2 se
mantienen constantes mientras se aumenta σ 3. Los resultados se
representan en una gráfica esfuerzo-deformación.

El comportamiento más simple se ilustra en la Fig. (2.3a), en la cual la


deformación se incrementa linealmente con el esfuerzo, hasta llegar al límite
de la ruptura en el punto F. Esta curva se puede representar por la ecuación:

σ = Eε (2.1)

Donde E, es llamado módulo de Young o módulo elástico, el cual tiene


unidades de Pascales (1Pa= 1N/m2). Dentro del rango de esfuerzo y
deformación previo a la fractura, el comportamiento es conocido como
linealmente elástico. Para un material en el régimen linealmente elástico, a

24
cualquier valor de deformación bajo el punto F en la Fig. (2.3a) la pendiente
de la curva estará dada por dσ /dε =E.

P Q F
P
F F
σ σ σ
R

ε O ε O ε
(b
(a) (c)
)

Fig. (2.3) (a) Comportamiento linealmente elástico, con ruptura en F. (b) Comportamiento elástico
no lineal: pendiente de OP es el módulo secante, pendiente de PQ es el módulo tangente. (c) Ciclo de
Histéresis: el módulo de descarga al punto P esta dado por la pendiente de PR.

Un material es “elástico” siempre y cuando el esfuerzo pueda ser expresado


como función de la deformación, la cual puede o no ser lineal:

σ = f (ε ) (2.2)

25
Bajo esta definición, el comportamiento esfuerzo-deformación de un material
elástico durante la carga es el mismo durante la descarga. El comportamiento
ilustrado en la Fig. (2.3b) se conoce como elástico no lineal. Se pueden
definir entonces dos tipos de módulos elásticos: el módulo secante, el cual se
define como la relación entre el esfuerzo total y la deformación total:

Esec = σ / ε (2.3)

y el módulo tangente que es la pendiente local de la curva esfuerzo-


deformación:


E tan = (2.4)

Los módulos secante y tangente coinciden para un material linealmente


elástico.

Una roca sufre un ciclo de Histéresis cuando las curvas de esfuerzo-


deformación son diferentes durante la carga y la descarga, pero retorna a su
estado de deformación libre cuando se retiran los esfuerzos [7].

2.2 Anisotropía de las rocas

La mayoría de las rocas son anisotrópicas. Por ejemplo si se cortan núcleos


cilíndricos de una roca en la dirección horizontal y en la dirección vertical, y
se miden los módulos de Young bajo compresión uniaxial, los dos valores
medidos en general difieren uno de otro. Casos comunes de rocas
anisotrópicas incluyen rocas sedimentarias que tienen diferentes propiedades
elásticas en direcciones perpendiculares a los planos de capas, o rocas
metamórficas tales como pizarras, que tienen un plano de clivage bien
definido. Contrariamente a la situación para una roca isotrópica, la Ley de
Hook generalizada para una roca anisotrópica tendrá más de dos coeficientes
elásticos independientes. Es entonces más difícil caracterizar

26
experimentalmente las propiedades elásticas de una roca anisotrópica y más
difícil resolver los problemas de los valores de contorno para tales materiales.
En consecuencia, la mayoría de los análisis de mecánica de rocas han sido
conducidos bajo la hipótesis de isotropía, a pesar del hecho de que esta
hipótesis se mantiene estrictamente en muy pocos casos. Sin embargo, las
versiones anisotrópicas de la Ley de Hook están siendo usadas en la mecánica
de rocas, particularmente en el análisis de las medidas de esfuerzos in situ.

2.3 Muestras cúbicas de Rocas. Antecedentes

Las pruebas tradicionales de compresión triaxial involucran estados de


esfuerzos en los cuales σ 1 ≥ σ 2 = σ 3. Tales pruebas son capaces de sensar
los efectos de los esfuerzos principales intermedios. Para investigar el
comportamiento de las rocas sobre todo el rango de esfuerzos que podrían
ocurrir en el subsuelo, es necesario desarrollar ensayos en las cuales todos los
esfuerzos principales puedan tener valores diferentes. Tales ensayos han sido
referidos algunas veces como “polyaxial” y recientemente son llamadas
“true-triaxial”.

Algunos investigadores han construido celdas de prueba que intentan


producir estados de esfuerzos homogéneos en los cuales los tres esfuerzos
principales σ 1 ≥ σ 2 ≥ σ 3 ≥ 0, son controlables independientemente (Fig.
(2.4)). Aunque los diseños difieren en diversas maneras, en cada caso se usó
una muestra de roca rectangular, a diferencia de las muestras cilíndricas
usadas en las pruebas triaxiales tradicionales.

27
Fig. (2.4) Diagrama esquemático de un ensayo “true triaxial”.

Hojem y Cook (1968) construyeron una celda en la cual los dos esfuerzos
laterales σ 2 y σ 3 fueron aplicados a la muestra mediante dos pares de
chaquetas de cobre delgadas. La carga axial fue aplicada a la muestra por un
pistón de carga tradicional. Sin embargo, fue difícil aplicar altos esfuerzos
laterales con este aparato [8].

Mogi (1971) construyó un aparato en el cual el esfuerzo mínimo σ 3, fue


aplicado por un fluido presurizado, y los otros dos esfuerzos fueron aplicados
por un conjunto opuesto de chaquetas planas. La escogencia de tener el
mínimo esfuerzo aplicado por un fluido presurizado fue hecha de manera que
este esfuerzo pudiera ser medido con la mayor exactitud. La muestra
utilizada presentaba la forma de un rectángulo, 1,5 cm. x 1,5 cm. en sección
transversal y 3,0 cm. de longitud en la dirección de σ 1. La pieza de acero
sobre la que se aplicó el esfuerzo σ 1 fue conectada a la muestra mediante
epoxy, mientras que la pieza sobre la cual se aplicó σ 2 fue acoplada a la
muestra a través de delgadas láminas de caucho lubricante. Los lados de la
muestra fueron enchaquetados con una lámina de cobre delgada para evitar

28
que el lubricante se introdujera en la roca, y una chaqueta de silicona fue
usada para prevenir que el fluido presurizado penetrara los poros de las
rocas. Mogi usó este aparato para investigar la influencia de los esfuerzos
principales intermedios sobre el rendimiento y la fractura de varios tipos de
rocas [9].

Hunsche y Albrecht (1990) describen un aparato que usa tres pares de


pistones de doble acción para aplicar tres variables de esfuerzos
independientes normales a las caras de una muestra cúbica. Calentadores
colocados entre la muestra y los pistones permitieron que la roca se calentara
a 400 ºC, las fuerzas aplicadas por cada par de pistones fueron calculadas
mediante galgas de presión en las líneas hidráulicas. La deformación de la
muestra en las tres direcciones fue medida con transductores de variable de
desplazamiento lineal (LVDT’s), los cuales midieron el cambio en la distancia

entre las platinas opuestas. Se utilizó cera de parafina (a temperatura


ambiente) y grafito (a elevadas temperaturas) como lubricantes entre las
platinas y la roca. Este aparato se usó para estudiar la deformación de la roca
salada, y se encontró que la fuerza observada de la roca, definida como el
valor máximo del esfuerzo de cizalla octaédrico, depende de la relación del
tamaño de la muestra y el tamaño de las platinas [10].

Sayers (1990) describe un aparato similar que esta fijado con


transductores ultrasónicos en cada pieza, de manera de que sean capaces de
medir la rapidez de las ondas de cizalla y compresionales bajo estados de
esfuerzos “true-triaxial” [11].

Haimson y Chang (2000) construyeron una compacta y portátil celda


“true-triaxial” basada en el diseño de Mogi. Este aparato puede sujetar una
muestra a valores de σ 1 y σ 2 de hasta 1600 MPa y σ 3 de hasta 400 MPa. La
deformación normal en la dirección de los esfuerzos máximos e intermedios
fue medida con galgas adheridas a las respectivas caras de la muestra,
mientras que la tercera deformación fue medida con una viga de berilio-cobre

29
fijada con una galga extensométrica. Este aparato fue usado para investigar la
influencia de los esfuerzos intermedios sobre la falla de “Westerley granite”
[12].

Ponce C., Casali R. y Caravaca M. (2004), mediante el “Método ab


initio all electron” calcularon las constantes de rigidez elásticas C11, C12 y C44
para compuestos de Si, Al, ZrO2 y HfO2. Mediante las teorías de Voigt y Reuss
estimaron para los policristales el módulo de rigidez para deformaciones
cortantes, el módulo de Young, el coeficiente de Poisson y el módulo de Bulk
[13].

Capítulo 3

3. Marco Geológico

3.1 Marco Geológico Regional: Cuenca Oriental de Venezuela

La Cuenca Oriental de Venezuela se subdivide en dos subcuencas: la de


Guárico y la de Maturín, ubicadas al oeste y este, respectivamente.
Movimientos tectónicos ocurridos durante el Eoceno-Plioceno fueron los
responsables de esta separación. El Arco de Urica es el principal elemento
estructural que separa las subcuencas de Maturín y de Guárico. La Cuenca
Oriental se encuentra limitada al norte por la Serranía Interior Central y
Oriental, al sur por el escudo de Guayana, al este por el Delta del Orinoco, y al
Oeste por el lineamiento del Baúl. Tiene una orientación oeste-este, con unos
800 km de largo y 200 km de ancho, lo que representa una superficie de
aproximadamente 165.000 km2, que corresponde a los Estados Guárico,
Monagas, Anzoátegui, Delta Amacuro, y una extensión menor del Estado
Sucre. Esta cuenca se encuentra limitada al norte por la línea que demarca el
piedemonte meridional de la Serranía del Interior Central y Oriental; al sur
por el curso del Río Orinoco desde la desembocadura del río Arauca hacia el

30
este hasta Boca Grande, siguiendo el borde septentrional del Cratón de
Guayana; al oeste por el levantamiento de El Baúl, siguiendo el curso de los
ríos Portuguesa y Pao; y hacia el este, la cuenca se extiende hasta el Golfo de
Paria, incluyendo la parte situada al sur de la Cordillera Septentrional de la
Isla de Trinidad y se hunde en el Atlántico al este de la costa del Delta del
Orinoco (Fig. 3.1) [38].

Fig. 3.1

La Subcuenca de Guárico comprende los Campos del Estado Guárico y parte


del norte del Estado Anzoátegui. El flanco Norte de esta Subcuenca se
encuentra asociado al frente de deformación donde se ubica el sistema de
fallas de Guárico. En este se sobrecargan rocas Cretácicas y Terciarias,
produciendo un marco tectónico complejo. La estructura resulta menos
compleja hacia el sur, donde existen evidencias de depresiones estructurales
en las que se conservan rocas jurásicas como combinadas de tipo estructural
y estratigráfico (Schlumberger, op. cit.).

La Subcuenca de Maturín se considera la principal unidad petrolífera de la


cuenca al noreste de Venezuela. La deformación estructural y los
acuñamientos de las unidades estratigráficas hacia el sur definen dos
dominios operacionales: el primero al norte del corrimiento de Pirital y el

31
segundo al sur. La estratigrafía del flanco Norte de la Subcuenca de Maturín
está representada por una espesa y compleja secuencia que abarca desde el
Cretácico Inferior hasta el Pleistoceno. El flanco sur, en cambio, presenta una
estratigrafía más sencilla, semejante a la estratigrafía de la Subsecuencia de
Guárico en el subsuelo, con el Grupo Temblador, como representante del
Cretácico, y un Terciario suprayacente de edad fundamentalmente
Oligoceno-Pleistoceno (Schlumberger, op. cit.).

3.2 Proceso Evolutivo de la Cuenca Oriental

La Cuenca Oriental puede considerarse un evento del Terciario [38]. Sin


embargo, es necesario conocer más acerca de su origen y evolución.

En el Paleozoico, la cuenca estuvo apoyada sobre el borde estable del Cratón


de Guayana. Este borde sufrió levantamiento y hundimientos suaves, que
ocasionaron transgresiones y regresiones extensas, que tuvieron un aporte
para el desarrollo final de la cuenca. Se reconocen tres ciclos sedimentarios
separados: Paleozoico Medio Superior y Superior; Cretácico Medio; y
Terciario Superior (González de Juana et al., op. cit). Durante el Denovo-
Carbonífero se sedimentaron las formaciones Carrizal y Hato Viejo en una
depresión pericratónica, situada en el borde septentrional del Cratón de
Guayana, considerándose ambas formaciones como transicionales. Durante
los períodos siguientes, se produjo una regresión (Permico-Triásico) seguida
de un proceso erosivo y de actividad volcánica en El Baúl (Triásico-Jurásico).

En el Barremiense-Aptiense-Albiense se inició la transgresión cretácica,


típicamente oscilante de gran amplitud pero conservando los ambientes
marinos al norte y los continentales al sur. Se depositó la Formación
Barranquín seguida por las Formaciones Borracha y Chimana, y
posteriormente la Formación El Cantil. Durante la extensión de las aguas
hacia el sur se depositó la Formación Canoa. Las Calizas y arenas de estos
períodos constituyen legítimos prospectos para petróleo (González de Juana
et al., op. cit).

32
En el Cenomaniense-Coniaciense se tiene la máxima cobertura marina y
desarrollo de ambientes euxínicos en el norte. Ambientes marino-costeros
hacia el sur, que pasan gradualmente a más terrígenos en el extremo sur; más
al norte y noroeste se encuentra la Formación El Tigre. La sedimentación de
la Formación San Antonio tuvo lugar en el Santoniense - Maastrichtiense,
comenzando la regresión marcada por las areniscas de la Formación San
Juan. Al final del Cretácico se produjo un proceso de orogénesis, debido a
fenómenos tecto-termanles de relevancia que afectaron las rocas mesozoicas
al norte de las costas actuales de Venezuela, provocando un metamorfismo
regional acompañado de intrusiones ácidas; lo que desencadenó que al final
del Cretácico se produjera el levantamiento tanto como arcos de islas como
cordilleras (González de Juana et al., op. cit).

En el Terciario Inferior, el levantamiento de las masas metamórficas delimitó


hacia el sur una extensa cuenca, donde se depositaron sedimentos del
Paleoceno –Eoceno Medio. La cuenca ancestral muestra durante el Paleoceno
sedimentación de plataforma en el borde meridional, talud continental, que
alcanzó más de mil metros de paleoprofundidad cerca de Casanay (Estado
Sucre), y un surco turbídico profundo más al Norte de la actual costa
venezolana. En este período se inició el movimiento de las masas
metamórficas hacia el sur, con el consecuente empuje de la secuencia
sedimentaria sobre el borde cratónico. En el post – Eoceno Medio se ubica un
hiatus y una sedimentación transgresiva, sobre la Formación Caratas. Hacia
el suroeste se extiende la sedimentación arenosa – parálica de la Formación
La Pascua, y hacia el sureste de la Formación Merecure, gran productora de
petróleo (González de Juana et al., op. cit).

Se originan cambios importantes en la forma de la cuenca y en la distribución


de los sedimentos, en el Mioceno. La sedimentación al norte de Guárico se
hace predominantemente continental. El tectonismo se manifiesta con mayor
intensidad en el flanco Norte de la cuenca. La Serranía del Interior fue
intensamente plegada y fallada por movimientos compresivos norte – sur,
por la evidencia de largos pliegues, asimetría, fuertes volcamientos hacia el
sur y numerosas fallas de corrimiento. Reflejo de esta tectónica compresiva

33
son los grandes corrimientos, como el de Pirital. En contraste, el flanco Sur
refleja principalmente efectos tensionales, evidenciados por fallas normales
con desplazamiento unas veces hacia el cratón y otras hacia la cuenca. “La
única excepción conocida es el corrimiento de Anaco, que cruza de uno a otro
flanco de la cuenca y al parecer está genéticamente relacionado con otros
corrimientos del flanco Norte” (González de Juana et al., op. cit).

La sección nororiental de la cuenca continúa inclinándose hacia el este. Se


sedimenta la Formación Freites, de ambiente marino somero, en el flanco
meridional. En el borde norte, sobre la superficie erosionada de Carapita, los
mares transgreden ligeramente depositándose la Formación La Pica.
Acentuando fallamiento tensional en la zona bisagra del flanco meridional
(González de Juana et al., op. cit).

En el Plioceno, se establecieron extensos ambientes fluvio – deltaicos sobre


una gran parte de la cuenca, donde se sedimentó la Formación Las Piedras, y
los ambientes marinos continuaron retrocediendo hacia el este. Hacia el oeste
y suroeste, en los campos del área de Oficina y Temblador, esta
sedimentación recubre la sedimentación de la Formación Freites.
Posteriormente, la sedimentación de ambiente continental correspondiente a
la Formación La Mesa, marca el episodio final de la evolución de la cuenca.
(González de Juana et al., op. cit.).

La Cuenca Oriental de Venezuela ha sido dividida en 7 subregiones en


función del tipo de acumulación de hidrocarburo y/o los rasgos geológicos
que las definen (Fig. 3.2). Estas regiones son:

• Área Mayor de Oficina

• Norte de Anzoátegui

• Norte de Monagas

• Guárico

• Área de Temblador

34
• Delta

• Faja Petrolífera del Orinoco

35
Fig (3.2) Columna estratigráfica de la Cuenca Oriental de Venezuela

36
3.3. Geología Local

3.3.1 Área Mayor de Oficina

Se encuentra ubicada en la parte central de los estados Anzoátegui y


Monagas, y está limitada al Este por una línea de rumbo NNO entre el
extremo de los Campos Oritupano y Onado, al Sur por una línea E-O ubicada
al sur de los campos de Melones, Miga y Yopales Sur, al Oeste, por el
Meridiano del Campo Budare y al NE y N por el corrimiento de Anaco entre
los campos El Toco y Guario.

El Área Mayor de Oficina ha sido notablemente reconocida por sus


volúmenes de producción y reservas, diversidad de trampas, etc., y es
justamente por ello que ha sido tomada como ejemplo para explicar la
evolución de otras zonas petrolíferas, no sólo de Venezuela sino también de
otros países del mundo.

En esta área son, en orden de importancia, las formaciones Oficina y


Merecure las principales productoras de hidrocarburos. Ambas fueron
sedimentadas en ambientes transgresivos en una región con poco relieve, por
lo que las aguas se extendían considerablemente en la zona. En la parte
meridional del área, las formaciones sugieren ambientes de llanura deltaica
con ocasionales incursiones marinas. En la parte septentrional la Formación
Merecure mantiene sus caracteristicas, pero la Formación Oficina presenta la
desaparición de las arenas hacia el norte.

La morfología de la cuenca ha tenido influencia en los patrones de


sedimentación y en consecuencia ha generado el engrosamiento de las
formaciones hacia el norte que a su vez han afectado las gravedades
específicas de los crudos: al norte del Área Mayor de Oficina el 80% de las
arenas petrolíferas muestran crudos más livianos que 30° API, mientras que
en la región meridional (fuera del área del Orinoco) el 93% contiene crudos
más pesados que 20° API además, las arenas presentan una desaparición
sistemática en dirección noreste. Las profundidades de producción varían de
4000 a 7000 pies.

37
3.3.2 Formación Merecure (Oligoceno_Mioceno temprano)

La Formación Merecure en el subsuelo de la región de Anaco se caracteriza


principalmente por la abundancia de areniscas de grano fino a grueso y
espesores en capas masivas mal estratificadas, con estratificación cruzada
común y colores gris claro a gris oscuro. La continuidad de las capas de
areniscas está interrumpida por láminas y capas de areniscas está
interrumpida por láminas y capas delgadas de lutitas negras, duras,
carbonosas y por intervalos de arcillitas y limolitas grises. Las areniscas
forman casi 50% de la unidad y una característica notable es el crecimiento
secundario de sílice sobre los granos de cuarzo. La expresión de la unidad en
los registros eléctricos con picos casi continuos muestra contraste marcado
con los picos discontinuos de la Formación Oficina.

El espesor máximo perforado es de 1.900’ (579 m) en el pozo Guárico N° 3 en


el Campo San Joaquín. La base no se conoce en este pozo.

El L.E.V. II (op. cit.) indica que en la Formación Merecure se mencionan


escasos foramiríferos arenáceos y abundantes restos de plantas que sugieren
un ambiente de sedimentación en aguas dulces a salobres.

En el subsuelo del Campo de Onado el ambiente sedimentario de la


Formación Merecure parece ser deltaico, del lado continental del delta.

3.3.3 Formación Oficina (Mioceno temprano a medio)

La Formación Oficina se presenta en el subsuelo de todo el flanco sur de la


Cuenca de Venezuela Oriental en los estados Anzoátegui y Monagas; solo
aflora en la superficie en los domos de los campos de Santa Ana y San
Joaquín. Las arenas de la Formación Oficina constituyen los principales
yacimientos de los extensos campos petrolíferos en la región de Anaco-
Oficina –Temblador.

38
La unidad es productora de petróleo en numerosos campos que se agrupan
en tres zonas distintas, conocidas como Área Mayor de Anaco, Area Mayor de
Oficina y área de Temblador.

La Formación Oficina consiste en lutitas y arenas alternantes. Pese a la


lenticularidad de las arenas individuales, los grupos de arenas persisten y son
correlacionables sobre grandes distancias en base a su expresión en los
registros eléctricos. Las arenas desaparecen con el progresivo desarrollo de
las lutitas hacia el eje, pero se multiplican alrededor de la periferia de la
cuenca. En la secuencia se intercalan lignitos de amplia extensión,
especialmente en el Área Mayor de Oficina.

La Formación Oficina contiene niveles fosilíferos dispersos en la sección, los


cuales sugieren un ambiente marino y un carácter salobre. La Formación
Oficina pasa lateralmente a la Formación Carapita por transición directa y a
la parte media y superior de la Formación Chaguaramas, que se considera su
equivalente en el Estado Guárico.

3.3.4 Formación Freites (Mioceno medio a tardío basal)

Se caracteriza principalmente por arcillitas verdes a verdosas. Herberg et al


(op. cit.) indica que se puede divide en intervalos en base a la presencia de
areniscas cerca del tope y de la base de la formación en contraste con la parte
media y mayor de la unidad, esencialmente lutítica. El intervalo consta de
unos 100 m con areniscas delgadas arcillosas, de grano fino, ligeramente
glauconíticas, de color blanco verdoso; estas areniscas tienen una notable
continuidad lateral. El intervalo inferior, también de unos 100 m de espesor,
además de las lutitas gris verdosas típicas incluye areniscas verdes
amarillentas de grano medio a grueso, glaucóniticas, calcáreas o sideríticas y
muy folisíferas. En toda la formación se presentan concreciones calcáreo-
ferruginosas amarillentas en las lutitas.

Hacia el norte en los campos de Anaco la Formación Freites es más arenosa.


Esta Formación aflora en los domos de Santa Ana y San Joaquín y en una
amplia faja al oeste del Campo Santa Ana, extendiéndose hacia el norte en

39
dirección a Aragua de Barcelona. Allí Freites “suprayace a la Formación
Quiamare con un contacto descrito como transicional o discordante” (L.E.V.
II, p. 250).

3.3.5 Formación La Pica (Mioceno Superior)

La localidad tipo de la Formacion La Pica fue designada por HEDBERG


(1950, p. 1.205) en el intervalo 3.100’ – 5.857’ (945 – 1.786 m) en el pozo La
Pica N° 1, Distrito Maturín del Estado Monagas. DE SISTO (1960b, p. 187)
suministró una sección suplementaria en forma de registro eléctrico
compuesto, que muestra el desarrollo máximo de la formación en el Area
Mayor de Santa Bárbara, Estado Monagas.

La Formacion La Pica es una unidad del subsuelo y su desarrollo principal se


encuentra en los campos del Area Mayor de Jusepin, Estado Monagas y en el
Campo de Pedernales en el Territorio Federal Delta Amacuro.
Litológicamente está representada por una alternancia de lutitas y arenas.
Las lutitas son blandas a medianamente duras, oscuras, típicamente
limolíticas, micáceas y ligniticas y frecuentemente interlaminadas con arena y
limos finos; las arenas son de grano fino a muy fino no cementadas e
intercaladas con limo y arcilla, ligniticas y micáceas. La proporción de arenas
a lutitas varía lateralmente, influenciada en parte por discordancias
intraformacionales muy extendidas.

La sección tipo suplementaria de la Formación La Pica fue subdividida por


DE SISTO (op. cit) en zonas informales designadas alfabéticamente A a F,
que representan las características del perfil eléctrico de unidades litológicas
de desarrollo regional.

La zona “F” es una cuña lutitica presente en forma discordante sobre la


Formación Carapita a lo largo del flanco sur de la región productora de Santa
Bárbara. Esta zona aumenta rápidamente de espesor

40
Hacia el sur, habiéndose medido mas de 795 m de sección al parecer
incompleta. Este intervalo basal de lutitas grises y algunas areniscas y
limolitas esta recubierto por un cuerpo de arenas friables de grano fino, en
capas bien desarrolladas y petrolíferas, denominadas zona “E”, que tiene
desarrollo regional amplio y adquiere su máximo espesor en areas bajas don
de alcanza mas de 396 m. En la zona “E” se presenta un conjunto faunal
denominado Zona de Textularia, y el tope esta marcado por una
discordancia , especialmente en zonas afectadas por la elevación estructural
de Amana Central.

La zona “D” es otro intervalo lutitico depositado en forma de cuña, que


aumenta de espesor hacia el sur y en general, carece de arenas, aunque en la
región de la elevación estructural de Amana Central se encuentran
ocasionalmente arenas productoras aisladas de gran espesor las cuales, según
DE SISTO (op. cit., p. 196), quizás representen bloques de deslizamientos
submarinos.

La zona “C” es una de las zonas arenosas productivas en la región de Santa


Barbara. El tope esta marcado por una superficie de discordancia
notablemente plana , variablemente truncada; los mayores espesores están
preservados en los bloques hundidos de fallas normales y puede alcanzar
unos 213 m de espesor. Tanto la zona “D” como “C” contienen faunas
pertenecientes a la Zona de Sigmoilina.

La zona “B” es un intervalo lutitico que yace por debajo de la Formación Las
Piedras en areas estructuralmente altas y por debajo a la zona “A” en zonas
bajas, cuyo espesor varia de menos de 15 m a un centenar de metros.

En el area de Santa Barbara la parte superior de la Formacion La Pica


corresponde a la zona “A”, que consiste en limolitas, lutitas limosas o
arenosas y arenas laminadas de grano fino. Las unidades arenosas son
lenticulares y productoras de petróleo en algunos lugares , aparentemente
por control estratigráfico. Esta zona se adelgaza y de norte de la formación ,
pero engrosa a lo largo del limite norte de la formación, pero engrosa hacia el

41
sur a 1036 m. DE SISTO (op. cit.) indicó que se ha podido establecer su
transición lateral con la zona ”B”.

3.3.6 Formación Las Piedras (Mioceno tardío-Plioceno)

La Formación Las Piedras esta constituida por sedimentos de textura fina en


el intervalo estratigráfico comprendido por debajo de la Formación La Mesa y
suprayacente a las formaciones Freites y La Pica. La sección tipo fue
designada por González De Juana (1946, p.16) en el pozo Las Piedras N°1,
Distrito Maturín del Estado Monagas, entre 275 y 1280 m.

La Formación Las Piedras consiste principalmente en sedimentos finos mal


consolidados, que incluyen areniscas y limolitas más o menos carbonosas,
lutitas arcillosas, arcillitas y lignitos, de colores gris claro a gris verdoso
ocasionados por su contenido de clorita y colores abigarrados ocasionales. El
predominio relativo de uno u otro tipo es muy variable tanto lateral como
verticalmente, pero en conjunto la composición litológica es
consistentemente uniforme.

El espesor de la Formación Las Piedras es de 1.005 m en su sección tipo. La


edad de esta Formación se considera como Pliceno (González De Juana, op.
cit., p. 17) y fue atribuida por Hedberg et al. (op. cit.) al Mio-Plioceno.

En gran parte de su extensión la Formación Las Piedras infrayace a la


Formación Mesa con un contacto aparentemente concordante y transicional.
En el área de Pedernales Las Piedras es localmente discordante por debajo de
la Formación Paria.

En la región de Quiriquire en el intervalo estratigráfico de la Formación Las


Piedras se presenta un desarrollo conglomerático lateral que se conoce como
Formación Quiriquire.

3.3.7 Formación Mesa (Pleistoceno)

La Formación la Mesa no tiene sección tipo específica, ya que los acantilados


de cualquiera de las mesas de cima plana de la región ofrecen una sección

42
representativa. Esta formación se extiende sobre los llanos orientales de los
Estados Guárico, Anzoátegui y Monagas.

Hacia los límites norte y sur de la Mesa de Guanipa (González De Juana,


1946, p. 10) la Formación La Mesa está formada por arenas de grano grueso y
gravas con mucho cemento ferruginoso, que presentan frecuentemente alto
grado de cementación y endurecimiento dando lugar a conglomerados muy
duros de color rojo oscuro, casi negro, arenas brillantemente coloreadas en
blanco amarillo, rojo y púrpura con fuerte estratificación cruzada, lentes
discontinuos de arcilla finamente arenosa y lentes de limonita.

El espesor de la Formación Mesa es extremadamente variable, pero en


términos generales disminuye de norte a sur, como consecuencia del cambio
en la sedimentación fluvio-deltaica y aumenta de oeste a este, como
consecuencia del avance deltaico. El espesor máximo es de ± 275 m en la
Mesa de Maturín. [38]

3.4 Rasgos Estructurales Mayores de la Cuenca Oriental

Entre los principales elementos estructurales de la cuenca que sugieren la


compleja evolución de la misma, se pueden mencionar: El Corrimiento
Frontal de Guárico, el Corrimiento de Anaco, el Sistema de Corrimientos
Frontales de Anzoátegui y Monagas y el Sistema de Fallas del Flanco Sur de la
cuenca (Fig. 3.3)

43
Fig. (3.3) Rasgos estructurales mayores de la Cuenca Oriental de Venezuela

3.4.1 Corrimiento Frontal de Guárico

Constituye el límite septentrional noreste de la cuenca, se localiza en el


piedemonte de los Estados Cojedes, Guárico y la parte noroeste de
Anzoátegui. Se estima de una longitud aproximada de 400 km, y de ancho
variable hasta 7 km. La línea de corrimiento está fraccionada por fallas
oblicuas con movimiento transcurrente dextral en dirección noroeste –
sureste (González de Juana et al., op. cit.).

3.4.2 Sistema de Corrimientos Frontales de Anzoátegui y Monagas

Es un sistema de corrimientos que existe al sur de la Serranía del Interior


Oriental, específicamente al este de la depresión de Barcelona, se extiende en
el subsuelo de las planicies con anchuras variables entre 15 y 40 km y una
longitud aproximada de 150 km. Entre las numerosas fallas que conforman
este sistema de fallas resalta la más meridional, denominada el Corrimiento
de Pirital (González de Juana et al., op. cit.).

3.4.3 Sistemas de Fallas del Flanco Sur de la Cuenca

44
La característica más destacada del flanco meridional de la Cuenca Oriental
de Venezuela es un sistema de fallas normales de rumbo este – oeste y
buzamiento hacia el sur y a veces hacia el eje de la cuenca, el norte. Las fallas
más importantes, por su magnitud como por su control de acumulaciones
hidrocarburo, son la falla principal de Tucupita, Pilón, Jobo y Temblador.
Prácticamente, todas las acumulaciones de petróleo asociadas con estas fallas
se encuentran en el lado norte (González de Juana et al., op. cit.).

3.4.4 Corrimiento de Anaco

La Falla de Anaco, conocido como Corrimiento de Anaco, se encuentra en la


Subcuenca de Maturín, en le parte central del Estado Anzoátegui,
constituyendo el límite entre el Área Mayor de Anaco y el Área Mayor de
Oficina (Banks y Driver, 1957). Es un rasgo geológico de carácter anómalo
distintivo, que aunado a su línea de domos asociados atraviesan la provincia
de fallas normales de rumbo este – oeste de la Cuenca de Oficina, en la
Cuenca Oriental de Venezuela (Murany, 1972).

La falla ha sido cartografiada como una falla de corrimiento con rumbo


N50°E, de aproximadamente 70 km de longitud. El plano de falla es cóncavo
hacia arriba y buza 45°N en Santa Ana; a medida que la falla se profundiza
parece confundirse con el buzamiento de los estratos, y puede transformarse
en un corrimiento a lo largo de un plano de estratificación (Murany, op. cit.).

Según González de Juana et al. (op. cit.), el Corrimiento de Anaco se


caracteriza por un rumbo noreste y 45° de buzamiento promedio, con una
longitud de 85 km, des el este del campo La Ceiba hasta el sur del campo El
Toco.

Se ha estimado que el desplazamiento estratigráfico oscila entre 24 y 366


metros (80 y 1200 pies) cerca del extremo suroeste de la falla, hasta
posiblemente más de 914 metros (3000 pies) en el Campo Santa Rosa en el
extremo noreste (Banks y Driver, op. cit.).

La Falla de Anaco muere progresivamente al sur del área de El Toco, o puede


pasar en forma gradual a una serie de fallas normales; mientras que al norte

45
de Santa Rosa la falla penetra en un área estructuralmente compleja, cerca de
la Falla de Urica, y parece intersecar el eje de la Cuenca estructural de
Maturín. La mayor parte del conocimiento de la Falla de Anaco deriva de la
perforación intensiva de los domos al noroeste, o sea en el lado del bloque
sobrecorrido de la falla (Murany, op. cit.).

Superficialmente consiste de una serie de domos alongados ligeramente en


echelon, pero en general alineados. Estos domos son sin excepción
asimétricos, con el flanco inclinado dirigiéndose al sureste, lo cual indica
presión desde el noreste. Las similitudes de todas estas estructuras
individuales han sido estudiadas para declarar un origen común. Se
considera que tales domos son simples pliegues de arrastre ocasionados por
el movimiento hacia el sur de las masas que constituyen el flanco Norte
(Funkhouser, Cass y Hedberg, 1948). [39]

46
Capitulo 4

4. Estudios Geomecánicos en la Cuenca Oriental de Venezuela

La caracterización de secciones de rocas mediante los estudios de mecánica


de rocas es importante para la industria petrolera, porque bajo determinadas
condiciones permite conocer el campo de esfuerzos presentes en un
determinado pozo petrolero. Para estudiar el comportamiento mecánico de
las rocas se han empleado diversas técnicas como inestabilidad de hoyo,
completación de pozos, direccionamiento de taladro, compactación o
compresión de los depósitos de petróleo y fracturamiento hidráulico.

En procesos de perforación horizontal se requiere conocer la dirección e


intensidad de los esfuerzos como función de la profundidad para controlar la
estabilidad mecánica del hoyo de perforación, así como también la
orientación de fracturamiento. Orientando la perforación perpendicular a la
dirección preferencial de fracturamiento se puede optimizar la producción,
para así disminuir los costos en las operaciones de una zona prospectiva.

Un aspecto importante asociado a la inestabilidad de hoyo es la inadecuada o


incompleta caracterización a escala de laboratorio, lo que conlleva a una
inapropiada estrategia de perforación, afectando incluso, la adopción o
masificación de nuevas tecnologías como pozos horizontales, pozos de alto
ángulo, pozos extendidos, uso de mechas de diamante policristalino, entre
otros [40].

Los cambios causados por los esfuerzos probablemente ocasionaran


problemas de inestabilidad del hoyo mientras se perfora, o de producción de
arena en la terminación del pozo. El primer factor fundamental que afecta los
esfuerzos presentes en el yacimiento, es la perforación, esta actividad
trasforma el equilibrio inicial de los esfuerzos presentes en el área cercana al
pozo; porque a medida que se perfora el hoyo se excava un volumen
cilíndrico de roca. Al extraer dicho volumen y reemplazarlo por un volumen
de fluido de perforación, la presión que ejerce el lodo no se equilibra con los

47
esfuerzos que tratan de distribuirse en la pared del pozo y mientras esto
ocurre los esfuerzos pueden aumentar de tal manera que deformará el pozo
(ovalización). [41]

Este problema se puede extender a pérdida de lodo de perforación,


atascamiento de tuberías, interconexión entre tramos y fracturamiento hasta
abandono del pozo. Significando un mayor costo desde todo los punto de
vista. La prevención de todas estas contingencias es la clave para minimizar
los costos y el tiempo empleado en estas operaciones.

Los registros de pozos son utilizados en la caracterización de yacimientos en


la detección de fracturas y esfuerzos pero estas observaciones están limitadas
al entorno del pozo. Observaciones geológicas de superficie también pueden
ser utilizadas en la predicción de esfuerzos en profundidad.

Por otra parte, el estudio de factibilidad para el seguimiento sísmico de


hidrocarburos es una herramienta que ayuda a entender cómo los cambios en
las saturaciones de fluidos, presiones y/o temperaturas durante la
producción pueden inducir variaciones en los parámetros elásticos de la roca
yacimiento y ser registrado con datos sísmicos adquiridos con los mismos
parámetros de diseño en diferentes tiempos de producción. Trabajos previos
en esta área se basan en medidas realizadas en laboratorios, utilizando la
metodología donde existen muestras de núcleos. [42]

La Cuenca Oriental de Venezuela es una región de intensa actividad


petrolífera, tanto de exploración como producción. Por sus rasgos
estructurales, juega un papel determinante en la planificación de yacimientos
y la cuantificación de éstos, por lo que los estudios integrados de datos
geológicos, petrofísicos, sísmicos de superficie y sísmicos de pozo en esta
área, son de vital importancia para la industria petrolera.

Los trabajos que se realizan en los diferentes campos que se ubican en la


Cuenca Oriental de Venezuela requieren de estudios geomecánicos para el
conocimiento de esfuerzos principales que indican las direcciones
recomendadas para la perforación. Los estudios y experimentos de

48
propiedades mecánicas que se realizan en el laboratorio requieren muestras
de núcleos de pozos petrolíferos. En estos ensayos se obtienen módulos
elásticos mediante la relación esfuerzo-deformación, tales como módulo de
Young, relación de Poisson, resistencia máxima al esfuerzo, circulo de Mohr,
etc. No existen estudios geomecánicos que se hayan realizado empleando
muestras cúbicas de núcleos en el Área de la Cuenca Oriental de Venezuela.

Trabajos previos resaltan la importancia de los estudios geomecánicos para


complementar la información y la base de datos que se tiene sobre esta zona a
la hora de combatir los riesgos geológicos que deben encararse en la
perforación de pozos y reentradas en los diferentes campos de interés para la
industria petrolera, así como también en el estudio de la factibilidad de
yacimientos. Algunos de ellos son los siguientes:

4.1 Campo Onado

El campo Onado, descubierto en el año 1959, se encuentra al suroeste de la


ciudad de Maturín, entre los municipios Maturín y Aguasay (Fig. 4.1). Tiene
un área total de 158,9 Km2, de los cuales 105 Km2 corresponden a zona
exploratoria, es decir no producidos por pozos de sus tres subcampos, Onado
G, M y P (Fig. 4.1). Para Diciembre de 2006 había producido 27,5 MMBls. de
petróleo de sus reservas oficiales cuantificadas en 54,1 MMBls. Para la fecha
cuenta con 39 pozos de los cuáles 12 tienen reentradas, 10 de ellos con
resultados satisfactorios.

49
Fig. (4.1)

El campo Onado a semejanza de la mayoría de los campos en el norte de


Monagas, presenta una serie de dificultades básicamente de tipo geológico
que arriesgan la perforación de pozos y reentradas. Estas dificultades pueden
resumirse en las siguientes: 1.- Secciones con zonas sobre-presurizadas 2.-
Secciones con zonas depletadas, 3.- Trayectorias recomendadas cuya
dirección no corresponde a la indicada por la geomecánica, 4.- Formaciones
naturalmente fracturadas, 5.- Fallas regionales, cada una de ellas amerita una
atención especial desde el punto de vista operacional, de lo contrario pueden
generar condiciones difíciles que no pocas veces pueden hacer perder el pozo.
Esta situación de riesgo se incrementa debido a la ausencia de una base de
datos actualizada y de información obtenida con registros de nueva
generación.

Los criterios aplicados para atacar cada punto vienen dados no solamente por
la experiencia que se tiene del área sino también por la toma de información

50
a través de herramientas de nueva generación y por el desarrollo de estudios
de geomecánica del campo.

La geología del subsuelo del campo Onado presenta la siguiente secuencia


Formacional, de tope a base: Mesa, Las Piedras, La Pica, Freites, Oficina y
Merecure. No se tienen pozos cretácicos en el campo Onado.

La litología y ambientes sedimentarios están ampliamente destacados en la


literatura técnica pero un resumen de los mismos se muestra en la Figura 3.
Por ser una secuencia predominantemente clástica, cada unidad formacional
está caracterizada por la presencia en mayor o menor porcentaje de areniscas
de diferente granulometría, blandas y duras, intercaladas con lutitas a veces
carbonosas y limonitas grises.

51
Fig. (4.2) Columna Estratigráfica del Campo Onado

Esfuerzos principales:

El choque de la placa Suramericana con la placa del Caribe genera un


esfuerzo principal cuya dirección promedio es 158° similar a la dirección de
los esfuerzos regionales. Este efecto se manifiesta desde la zona del área del
Pilar en el estado Anzoátegui hasta el sur de la Subcuenca de Maturín. Dichos
esfuerzos de alguna manera inciden en la estabilidad de los hoyos durante la
perforación, demostrándose en los estudios geomecánicos que lo
recomendable son pozos verticales. Las resistencias mecánicas son
simplemente referenciales, ya que no se tienen núcleos en esta zona. La
dirección de esfuerzos principales es 158°, el régimen de esfuerzos resultantes
es normal a transcurrente (Shmin < Sh max _ Sv).

Los paleoesfuerzos que formaron la estructura del campo tenían una


dirección similar al actual con ligeras rotaciones a lo largo del tiempo. En el
campo Onado se realizó una campaña de perforación de reentradas que
tenían doble objetivo, por una parte utilizar los pasivos del campo para
optimizar costos y por otra con una inversión mínima, buscar un potencial
similar a lo que se podría obtener con la perforación de un pozo completo.
Dicha campaña tuvo éxito y para Abril del año 2007 ya se habían perforado
doce reentradas, diez de ellas exitosas.

Precisamente por ser reentradas, las direcciones recomendadas no


necesariamente coincidían con la dirección de esfuerzos principales,
generándose situaciones de riesgo de colapso que produjo diversas pérdidas
de hoyos. Estudios geomecánicos demostraron que la manera de controlar
este riesgo es a través de tener un peso de lodo que va en relación directa con
la profundidad y el ángulo de desviación del pozo. Así los pozos más estables
son los verticales y que se debe incrementar la densidad en función del
ángulo del pozo [43].

52
4.2 Área Mayor de Oficina

Para la caracterización sísmica en esta área se han inferido propiedades


físicas de las rocas a partir de datos sísmicos. Generalmente, para el
momento de realizar un estudio de subsuelo se dispone de datos sísmicos y
de datos geológicos provenientes de los pozos, los cuales pueden obtenerse a
partir de perfiles de pozo o de análisis de núcleos.

El área de Finca-Yopales que se encuentra ubicada dentro del Área Mayor de


Oficina, en el Estado Anzoátegui, y tiene una extensión superficial de 130
Km2 . Abarca los campos petroleros de Trico y Yopales Norte.

La estratigrafía secuencial, correlaciones de pozos, estudios de facies y


bioestratigrafía de estos campos, fueron desarrolladas en la década de los
noventa, posterior a la adquisición de la sísmica 3D, en el año 1992. Un
primer proyecto de interpretación sísmica fue realizado en el año 1995 por
CORPOVEN, en el que se definió el plano de fallas y se interpretaron 6
horizontes sísmicos.

Con relación a la interpretación petrofísica, ésta es pobre hasta la fecha,


contándose únicamente con curvas calculadas para 30 pozos ubicados en la
región sureste del área, y de los cuales uno posee un estudio petrográfico de
núcleos, a través del cual, se determinaron las ecuaciones de Volumen de
Arcilla, Saturación de Hidrocarburos, Porosidad y Permeabilidad que mejor
cotejan con los datos de núcleos [44].

No existen, hasta la fecha, estudios geomecánicos de laboratorio en muestras


de núcleos provenientes de esta área que arrojen resultados de sus
propiedades físicas.

53
4.3 Área Mayor de Anaco

El Área mayor de Anaco es una región de intensa actividad petrolífera, tanto


de exploración como producción, que está contenida dentro de la Subcuenca
de Maturín, al norte del Corrimiento de Anaco. Este rasgo estructural de
rumbo N50°E juega un rol determinante en la planificación de yacimientos y
la cuantificación de éstos, por lo que es de vital importancia para la industria
petrolera conocer las características del campo de esfuerzos presentes.

Para la fecha, estudios integrados de información geológica, de registros de


pozo, de sísmica de superficie y de pozo han delimitado el Corrimiento de
Anaco en Profundidad de 6200 pies por debajo del nivel del mar, lo cual ha
sido de gran interés para la industria petrolera en la planificación de nuevos
pozos y mejoramiento de la productividad. Una herramienta valiosa para la
planificación de los nuevos pozos con esquemas de explotación de los
objetivos de interés es el conocimiento de las direcciones de los esfuerzos
principales en esta área, a fin de resolver o reducir problemas durante la
perforación [39].

4.4 Formación Carapita

En esta área se han determinado indirectamente los valores de resistencia a


la compresión en muestras de lutitas, mediante ensayos tipo TSI (Terratek
Strength Index), metodología utilizada con éxito en areniscas, y consiste en
someter el núcleo de roca al corte superficial con una cuchilla con
desplazamiento horizontal a velocidad y profundidad constante. Los
resultados obtenidos en estos estudios indicaron que la metodología es
factible al comparar los parámetros mecánicos estimados a partir de los
ensayos con el sistema TSI, utilizando aceite mineral como fluido inhibitorio
con resultados obtenidos de los ensayos de compresión no confinada y
compresión triaxial. En estos trabajos se destaca la importancia de la
determinación de parámetros mecánicos de las rocas, debido a que
contribuyen en posibles soluciones a la inestabilidad de hoyo [45].

54
Capitulo 5

5 Propuesta Metodológica

En la industria petrolera más del 75% de las rocas perforadas son lutitas, y un
alto porcentaje de los problemas de perforación están asociados a este tipo de
roca. El principal problema de perforación asociado a lutitas es la
inestabilidad de hoyo, que puede ser producto de tres factores: físico-
químicos, mecánicos y externos. Los factores físico-químicos están
relacionados a la interacción de la lutita con el fluido de perforación, los
factores mecánicos están asociados a esfuerzos y deformaciones de las rocas y
los externos son los factores operacionales que pueden ser controlados
durante la perforación.

Un aspecto importante asociado a la inestabilidad de hoyo es la inadecuada o


incompleta caracterización a escala de laboratorio, lo que conlleva a una
inapropiada estrategia de perforación, afectando incluso, la adopción o
masificación de nuevas tecnologías como pozos horizontales, pozos de alto
ángulo, pozos extendidos, uso de mechas de diamante policristalino, entre
otros [40].

En tal sentido, se propone una metodología para modelar geomecánicamente


de manera más aproximada las condiciones de yacimiento en el laboratorio,
basada en un estudio previo exitoso para la determinación de constantes de
rigidez en muestras cúbicas de rocas de yacimientos petrolíferos. En dicho
estudio se utilizó una muestra de Lutita (Fig. 5.1) del pozo OBI3X y una
muestra de Arenisca (Fig. 5.2) obtenida de la superficie RA-501-3, las
cuales se consideran anisotrópicas. La finalidad de utilizarlas en este estudio
es que ellas resultan de gran interés para la industria petrolera ya que
constituyen los grandes reservorios de hidrocarburos y acuíferos [46].

En este trabajo se encontraron 18 ecuaciones con 18 incógnitas, 9 de las


incógnitas, las constantes de rigidez, distintas de cero están relacionadas con
los esfuerzos perpendiculares a las caras del cubo, las otras constantes son

55
iguales a cero debido a que están relacionadas con los esfuerzos de cizalla y
en este estudio, por la disposición de esfuerzos aplicados, no se consideran
esfuerzos de cizalla.
Los ensayos se llevaron a cabo mediante un equipo de alta tecnología
denominado Autolab 2000 (Fig. (5.3) y (5.4)), capaz de medir las
propiedades acústicas, mecánicas y eléctricas en rocas de yacimientos
petrolíferos; el mismo estaba ubicado en las instalaciones del Laboratorio de
Propiedades Físicas de las Rocas (LFR), en la Gerencia del Laboratorio
Geológico y Núcleotecas El Chaure, de la empresa PDVSA Exploración
Oriente; actualmente este equipo se encuentra en el Laboratorio de
Geomecánica de PVDSA INTEVEP [46].

Fig. (5.1) Muestra de Lutita Fig. (5.2) Muestra de Arenisca

56
Fig. (5.3) Autolab 2000, consola hidráulica, celda triaxial, consola
electrónica.

Fig. (5.4) Sistema computarizado

A continuación se describe la metodología propuesta en el presente trabajo:

5.1 Determinación de las constantes de rigidez

La metodología que se propone para la determinación de parámetros


mecánicos, específicamente las constantes de rigidez para muestras de Lutita
y Arenisca pertenecientes a la Cuenca Oriental de Venezuela, consiste en
colocar un sistema de coordenadas cartesiano fijo en las muestras cúbicas y
realizar medidas de las deformaciones producidas en las direcciones de los
ejes principales, cuando se aplica un esfuerzo independiente en la dirección
de un eje determinado. Para ello se deben realizar ensayos de compresión
uniaxial en cada una de las tres caras perpendiculares de las muestras, es
decir, la muestra se rota de tal manera de ejercer presión en las caras
paralelas, como se observa en las Figs. (5.7), (5.8) y (5.9).

5.1.1 Ensayos de compresión uniaxial (UCS)

Estos ensayos consisten en someter a las muestras a presiones hidrostáticas,


mediante intensificadores de presión hidráulica, con capacidades desde 0

57
hasta 170 MPa. Posteriormente se procede a bajar la cámara de presión (Fig.
5.6) hasta ajustar a la base de la celda triaxial (Fig. 5.5) del equipo Autolab
2000, se libera el pistón y se enfrenta a la superficie de la muestra.

Previamente, las muestras deben instrumentarse con galgas extensométricas


que poseen una resistencia de (120, o ± 0,15%) Ohm, y un factor de galga de
(2,090 ± 0,5%) a una temperatura de 24ºC, cada una de ellas ubicadas en el
centro de tres caras. Las galgas proveen una medida de las deformaciones
axial y lateral en estas caras de la muestra cuando se aplica una presión
uniaxial en el eje X, Y o Z.

Fig. (5.5) Celda triaxial Fig. (5.6) Cámara de presión

Durante el tiempo de ejecución de cada ensayo, el programa del equipo


Autolab 2000 en el módulo mecánico, va colectando datos de los esfuerzos
aplicados por el pistón y de las deformaciones en las caras, medidas por las
galgas extensométricas adheridas en ellas.

En la Fig. (5.7) se presenta un ejemplo de la disposición de las galgas en las


muestras cúbicas. La galga 1 mide la deformación lateral (eje Y) producida en
la cara 2b, la galga 2 mide la deformación lateral (eje X) producida en la cara
3t y la galga 3 mide la deformación axial (eje Z) producida en la cara 1b,
cuando se aplica un esfuerzo axial (paralelo al eje Z) en la cara 1b.

58
Esfuerzo eje
Z Z (σzz) Galga 3: Deformación Eje Z (εzz )
Cara 2t: OABF
F
B

C
G

Galga 2: Deformación Eje


X (εxx ). Cara 3t: DABC

A Y
O
H

X Galga 1: Deformación Eje Y (εyy )


Cara 2b: HDCG
Fig. (5.7) Disposición de galgas en una muestra cúbica cuando se aplica un
esfuerzo en el eje Z.

Posteriormente las muestras se rotan en un ángulo de 90º, y se procede a


realizar nuevamente los ensayos de compresión axial.

En la Fig. (5.8) la galga 1 mide la deformación lateral (eje Y) producida en la


cara 3t, la galga 2 mide la deformación lateral (eje Z) producida en la cara 1b
y la galga 3 mide la deformación axial (eje X) producida en la cara 3b, cuando
se aplica un esfuerzo axial (paralelo al eje X) en la cara 2b.

59
σ’xx
X Galga 3: Deformación Eje X (ε’XX )
Cara 3b: O’A’B’F’
F’
B’

C’
G’ Galga 2: Deformación
Eje Z (ε’ZZ ). Cara 1b:
D’A’B’C’

O’ A’ Y

H’
D’

Galga 1: Deformación Eje Y


Z (ε’yy ) Cara 3t: H’D’C’G’

Fig. (5.8) Disposición de galgas en una muestra cúbica cuando se aplica un


esfuerzo en el eje X.

En la Fig. (5.9) la galga 1 mide la deformación lateral (eje Z) producida en la


cara 1t, la galga 2 mide la deformación lateral (eje X) producida en la cara 2b
y la galga 3 mide la deformación axial (eje Y) producida en la cara 1b, cuando
se aplica un esfuerzo axial (eje Y) sobre la cara 3b.

60
σ’’yy
Galga 3: Deformación Eje Y
Y (ε’’yy ) Cara 1b: O’’A’’B’’F’’
F’’
B’’

C’’
G’’
Galga 2: Deformación
Eje X (ε’’xx ). Cara2b:
D’’A’’B’’C’’

Z
O’’ A’’
H’’

D’’

Galga 1: Deformación Eje Z


X (ε’’zz ) Cara 1t: H’’D’’C’’G’’

Fig. (5.9) Disposición de galgas en una muestra cúbica cuando se aplica un


esfuerzo en el eje Y.

Una vez realizados los ensayos, se debe llevar a cabo el procesamiento de los
datos de los esfuerzos aplicados y las deformaciones en los tres ejes. Se
grafican las curvas esfuerzo-deformación para observar el comportamiento
de las deformaciones en cada una de las caras.

Utilizando la forma matricial de la Ley de Hook para condiciones


anisotrópicas se determinan las constantes de rigidez de cada una de las
muestras.

σ xx   c11 c12 c13 c14 c15 c16  ε xx 


σ  c c 22 c 23 c 24 c 25 c 26  ε yy 
 yy   21
σ zz  c31 c32 c33 c34 c35 c36  ε zz 
 = ⋅ 
τ xy  c 41 c 42 c 43 c 44 c 45 c 46  γ xy 
τ yz  c51 c52 c53 c54 c55 c56  γ yz 
      (5.1)
 τ xz  c61 c62 c63 c64 c65 c66  γ xz 

61
Debido a que no se aplican deformaciones de cizalla, no se producen
deformaciones de cizalla en las muestras, esto, considerando el hecho de que
cada esfuerzo normal produce una deformación normal y cada esfuerzo de
cizalla produce deformaciones de cizalla [5], por lo tanto la matriz (5.1)
queda reducida a:

σ xx   c11 c12 c13 c14 c15 c16  ε xx 


σ  c c 22 c 23 c 24 c 25 c 26  ε yy 
 yy   21
σ zz  c31 c32 c33 c34 c35 c36  ε zz 
 = ⋅ 
 0  c 41 c 42 c 43 c 44 c 45 c 46   0 
 0  c51 c52 c53 c54 c55 c56   0  (5.2)
     
 0  c61 c62 c63 c64 c65 c66   0 

De donde se obtiene el siguiente sistema de ecuaciones

σxx =C 11 εxx + C12 ε yy + C13 εzz

σ yy = C 21 εxx +C 22 ε yy +C 23 ε zz

(5.3)

σzz = C31ε xx + C32 ε yy + C33 ε zz

0 = C 41ε xx + C 42 ε yy + C 43ε zz

0 = C 51ε xx + C 52 ε yy + C 53ε zz

0 = C 61ε xx + C 62 ε yy + C 63ε zz

Para el primer ensayo, cuando se aplica un esfuerzo en la dirección del eje Z


Fig. (5.7), el sistema de ecuaciones es el siguiente:

62
0 =C 11 εxx + C12 ε yy + C13 εzz

0 = C 21 εxx +C 22 ε yy +C 23 εzz

σzz = C31ε xx + C32 ε yy + C33 ε zz

0 = C41ε xx + C 42ε yy + C 43ε zz (5.4)

0 = C51ε xx + C52ε yy + C53ε zz

0 = C61ε xx + C62ε yy + C63ε zz

Al rotar las muestras 90º y aplicar esfuerzo en la dirección del eje X, el


sistema de ecuaciones es:
σ' xx =C 11 ε' xx +C12 ε' yy +C13 ε' zz

0 =C21 ε' xx +C22 ε' yy +C23 ε' zz

0 =C31 ε' xx +C32 ε' yy +C33 ε' zz

(5.5)
0 = C41ε ' xx +C 42ε ' yy +C43ε ' zz

0 = C51ε ' xx +C52ε ' yy +C53ε ' zz

0 = C61ε ' xx +C62ε ' yy +C63ε ' zz

63
Cuando el esfuerzo se aplica en la dirección del eje Y, el sistema de ecuaciones
es el siguiente:

0 =C 11 ε' ' xx +C12 ε' ' yy +C13 ε' ' zz

σ' ' yy =C 21 ε' ' xx +C 22 ε' ' yy +C 23 ε' ' zz

0 =C31 ε' ' xx +C32 ε' ' yy +C33 ε' ' zz

(5.6)
0 = C 41ε ' ' xx +C 42ε ' ' yy +C 43ε ' ' zz

0 = C51ε ' ' xx +C52ε ' ' yy +C53ε ' ' zz

0 = C61ε ' ' xx +C62ε ' ' yy +C63ε ' ' zz

De esta manera, se tienen dieciocho (18) ecuaciones con dieciocho (18)


incógnitas (C’s), las cuales se pueden
 σ x x  ε x x ε y y ε z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C1 1
     escribir en forma matricial como:
 0   0 0 0 ε x x ε y y ε z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C1 2
0   0 0 0 0 0 0 ε ε ε 0 0 0 0 0 0 0 0 0  C 
   xx yy zz
  1 3
 0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε x x ε y y ε z z 0 0 0 0 0 0   C2  1
  
0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε x x ε y y ε z z 0 0 0   C2 2
(5.7)
 
 0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε x x ε y y ε z z   C2  3
     Para resolver este sistema de ecuaciones se
 0   ε ' x x ε ' y y ε ' z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C3  1
 σ 'y y  0 0 0 ε 'x x ε 'y y ε 'z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C  utiliza el programa MATLAB; el cual
     3 2 permite calcular los valores de las
 0   0 0 0 0 0 0 ε 'x x ε 'y y ε 'z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C3 3
0  =  0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε ' ε ' ε ' 0 0 0 0 0 0  ⋅C  constantes de rigidez (C’s) al invertir la
   xx yy zz
  4 1 matriz (5.7).
 0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε ' x x ε ' y y ε ' z z 0 0 0   C4  2
   0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε' ε' ε'   
0   x x y y z z C4 3
 
 0   ε ' x x ε ' y y ε ' z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C5  1 Según Valera R. (2008) [46], al integrar
     los resultados de los tres ensayos de
 0   0 0 0 ε ' x x ε ' y y ε ' z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C5  2
 σ '   0 0 0 0 0 0 ε ' x x ε ' y y ε ' z z 0 0 0 0 0 0 0 0 0   C5 3
 z z   
 0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε ' x x ε ' y y ε ' z z 0 0 0 0 0 0   C6  1
0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε ' ε ' ε ' 0 0 0  C  64
   xx yy zz
  6 2
 0   0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ε ' x x ε ' y y ε ' z z  C 
     6 3
compresión uniaxial en las caras perpendiculares de una muestra cúbica en el
sistema de ecuaciones propuesto, se simulan las condiciones de una prueba
“true triaxial” en la cual se aplican esfuerzos independientes simultáneos.

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Conclusiones

• Con la disposición de esfuerzos aplicados a muestras cúbicas de lutitas


y areniscas, se logra determinar nueve constantes de rigidez a través
de un sistema de 18 ecuaciones con 18 incógnitas de la ley de Hook
generalizada, de las cuales 9 constantes son distintas de cero debido a
que están relacionadas con los esfuerzos perpendiculares y las otras 9
son iguales a cero, debido a que están vinculadas con los esfuerzos de
cizalla.

• La metodología propuesta en este trabajo proporciona un método para


determinar la isotropía de una muestra cúbica a través del análisis de
las 9 constantes de rigidez.

• La metodología propuesta en este trabajo es útil para conocer la


dirección en intensidad de los esfuerzos como función de la
profundidad, y de esta manera, controlar la estabilidad mecánica del
hoyo de perforación, así como también la orientación de
fracturamiento.

• La metodología propuesta podría proporcionar ahorro en costo y


tiempo en el momento de realizar un estudio geomecánico de un
determinado pozo petrolero perteneciente a la Cuenca Oriental de
Venezuela, ya que al utilizar muestras cúbicas se pueden calcular las
constantes de rigidez, y haciendo aproximaciones isotrópicas se
pueden obtener los módulos de Young, sin necesidad de ensayar con
diversas muestras cilíndricas de núcleos orientadas en diferentes
direcciones.

• La determinación de los esfuerzos principales en lutitas y areniscas de


la Cuenca Oriental de Venezuela es de gran importancia para la

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industria petrolera, por considerarse una región de intensa actividad
petrolífera, tanto de exploración como de producción.

• La Cuenca Oriental de Venezuela por estar constituida


primordialmente por rocas de lutitas y areniscas, puede ser estudiada
geomecánicamente a través de muestras cúbicas de estas rocas
mediante los tensores de esfuerzo y deformación.

• La propuesta metodología que se plantea en este proyecto de


investigación constituye un modelo geomecánico más aproximado a
las condiciones de yacimiento que se presentan en los diversos pozos
pertenecientes a la Cuenca Oriental de Venezuela.

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